I know something about love…

Por: Ariadna.

Primera Semana: Día 4: Sora.

-¡que bonito!

Ah, el paisaje perfecto… las montañas nevadas, el bosque verde, el templo antiguo, y Ken y yo…

No, esto está mal.

Debería ser Taichi y yo, ¿no?

Pero Taichi está conversando con Hikari, así que yo estoy con Ken.

Ken y Hikari… una linda pareja, si…

Aunque… no parecen prestarse mucha atención últimamente… ¿será por las mismas razones que Taichi y yo?

No, no creo… todo funciona bien entre ellos… así tiene que ser…

-se mantiene muy bien para estar abandonado. – comenta Koushirou, acercándose a nosotros, junto a Yamato. - ¿pero por qué construyeron un templo aquí si el pueblo queda tan lejos?

Los catorce estamos en la entrada del templo Shinto del que nos habló Ken el primer día. Es la primera actividad que hacemos todos juntos… se siente bien salir como una gran familia.

-antes había mejor acceso, pero hubo un terremoto hace unos años y la gente del pueblo se trasladó más abajo. – contesta Ken. – nuestra casa sufrió algunos daños menores, pero mi papá la reconstruyó en cuanto pudo, no quería perderla.

-ya lo creo, si tuviera una casa en un lugar tan hermoso como éste haría lo que fuera para cuidarla. – le dije, sonriendo.

Ken se ruborizó.

¿Por qué…?

-entonces el Shintoismo es la religión oficial de Japón, ¿no? – interrogó Michael, quien en ese momento conversaba con Mimi.

-sí.– respondió ella. – o no. - se encogió de hombros. - no sé…

-no me lo dejas muy claro, Meems…

-Japón tiene una ley para la libertad de cultos, Michael. – le respondió Miyako, que estaba también con ellos. – hay cuatro religiones principales: el Shintoismo, el Budismo, el Islam y el Cristianismo. Por lo general un japonés puede tener dos religiones a la vez, no es que se contradigan mucho…

-¿cómo? – interrumpió Wallace. – o sea, ¿pueden ser budistas y cristianos a la vez?

-si, si se puede. – dijo Jou, ajustándose sus lentes y mirando el templo. – depende de las tradiciones familiares, más que nada. Todos en mi familia son budistas, por ejemplo.

-y nuestra familia es católica. – contó Hikari.

-la familia de mamá por ser extranjera es católica también, pero nosotros no creemos en nada de eso. – agregó Yamato, a la vez que Takeru asentía.

-yo soy budista y shintoísta, - dijo también Iori. - como la mayoría de los japoneses…

Nuestros dos amigos extranjeros parecen confundirse más con la variedad religiosa en la que vivimos nosotros. Me hace gracia… hasta ahora jamás había pensando en cuán distintos somos los unos de los otros en el mundo…

-¿cuál es la diferencia entre Budismo y Shintoismo? – preguntó Wallace.

-Shintoismo es la veneración a la naturaleza, el Budismo es el culto a los antepasados. – respondió Takeru. - Se dice que uno nace como Shintoista y muere como Budista…

Dejé a los demás continuar con el tema, y caminé hasta dar la vuelta al templo. Di con el borde de un barranco, donde se podía ver el otro lado de la montaña…

Inhalé, y exhalé. Respiré profundo.

Me gusta hacer eso, simplemente concentrarme en respirar… mis problemas se van lejos…

No es tenga exactamente un problema, pero… no lo sé. No estoy siendo honesta. Y Taichi tampoco.

Sé que me quiere, pero me quiere exactamente igual que como yo lo quiero a él…

Como amigos.

¿Entonces deberíamos terminar nuestra relación?

Sí.

Cuando encuentre el momento adecuado…

Mi corazón es indeciso, no quiero dejarlo ir, pero no lo amo…

Tanto tiempo juntos, y lo único que quería era huir de la soledad.

Y ahora… para peor, me enamoro de alguien que ya tiene a otro alguien.

Ken es… es más tranquilo que Taichi, para empezar, y sé que es más cariñoso que Yamato, pues la misma Hikari me lo ha contado… es tímido, amable… y tiene un "algo"…

Un "algo" que no encontré ni en Yamato ni en Taichi, y sé no tienen ni Jou, ni Takeru, ni Koushirou, ni Iori, ni Daisuke…

Bueno, supongo que ese "algo" incluye que es el único que gusta de chicas y no de chicos.

Ese es un GRAN punto a su favor.

-uh… ¿Sora?

Es él.

-no deberías venir por estos lados, es peligroso, está muy resbaladizo por la nieve…

Asiento. Es lindo que se preocupe por mí, incluso si sólo somos amigos…

Di un paso atrás y ocurrió lo que Ken temía.

Resbalé.

Por un segundo pensé que caería al vacío… pero Ken detuvo mi movimiento.

Me tomó del brazo y me jaló hacia él, lejos del barranco.

Caí sobre él.

Mis labios sobre los suyos.

Miré directo a sus ojos…

Tan azules como el cielo…

Nos separamos.

-pe… perdón. – logré murmurar, avergonzada.

-no… ¿estás bien?

-si, me salvaste…

Demasiado para menos de un minuto. A punto de morir y besar al chico que me gusta en el mismo momento.

Demasiado…

-de… debemos regresar con los demás… - dijo él, casi tartamudeando de los nervios.

-ajá, regresemos…

Nos mantuvimos en silencio y nos movimos lentamente, para evitar otro incidente.

¡Rayos! ¿Qué fue todo eso?

Sé que debería ignorarlo, porque fue un accidente, pero…

Dejé que Ken se moviera delante de mí, y toqué mis labios con los dedos.

Me gustó…

Me gustó mucho…

Fin del cuarto Archivo.