Día de los Inocentes.
Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei; lo demás es mío...
3.- El misterio se resuelve de un tijeretazo.
-¡Que bien huele! -exclamó Horo Horo examinando de cerca el pequeño postre que, delicadamente decorado, se encontraba en el centro de la mesa de la cocina, pasadas las nueve de la noche en la pensión Asakura.
-Vaya, yo no sabía que supieras hacer postres Yoh -comentó Pilika alejando a su hermano de la pequeña tarta de frutas, expuesta ante su apetito insaciable.
-Bueno, las tartas son lo único que se hacer -respondió el chico encogiéndose de hombros modestamente- Y como a Anna le gustan mucho...
-Eso bastará para que entierren el hacha de la guerra -añadió Ren colocando el postre en uno de los platos de la vajilla nueva, en lo que Asakura buscaba una bandeja en donde colocarlo, junto con un vaso de leche caliente.
-Listo, ahora debes ir y pedirle disculpas -dijo la chica ainu alegremente, tratando de convencer a su amigo, que curiosamente en ese momento parecía de piedra, como si sus miembros se negaran a obedecer a su razón.
-Sí, andando -puntualizó el chino arrastrando (literalmente) al nervioso shaman fuera de la cocina, hasta las escaleras.
-Ahora solo falta esperar...-susurró Pilika apoyando su cara entre sus brazos.- Y ver si funciona -agregó mirando enojada a su hermano.
-Así es -contestó este abriendo el refrigerador- Y tanto esperar da hambre ¿no crees Pilika?
-¡Hermano! -exclamó la muchacha a punto de irse de espaldas- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo con tanto que has hecho este día!
-Ay hermanita, solo son bromas inocentes; a nadie hacen daño.
-Si claro, ya quisiera que dijeras lo mismo si a ti te hicieran algo -refunfuñó la chica.
~_~_~_~_~
-Entonces, este es el plan -repitió por enésima vez Anna cansinamente y frotándose los ojos, con algo de modorra. Frente a ella Manta y Tamao se encontraban arrodillados; todos mirando un trozo de papel lleno de borrones e ideas con un par de dibujos. -Tamao, tu irás a la cocina o a donde esté Ren, y la pedirás que te ayude con algo; cualquier cosa relacionada con la fuerza física.
-Puedo pedirle que me ayude a sacar la vajilla nueva -dijo la muchacha, a lo que la itako asintió- Como está pesada y la coloqué hasta arriba del armario, me podrá ayudar..."Joven Ren, siento molestarlo...¿me ayudaría a sacar la vajilla?" -recitó inocentemente. -Oyamada aclamó su actuación y empezó a hablar.
-Y luego yo tengo que distraer a Pilika, Horo e Yoh hacia la sala.
-¡Correcto! Y cuando Ren y Tamao pasen por las escaleras hacia el armario con la caja cargando (cosa que Ren debe de hacer por sí mismo)... -Kyouyama guardó silencio tétricamente- Yo entraré en acción -añadió malévolamente.
-¿Y qué harás? -preguntó Manta.
-Venganza.
Tamamura y el chico se miraron en silencio, la misma mirada interrogativa de miedo en sus ojos, tratando de no imaginarse cual sería la "venganza" de una Anna enojada.
-Mmm...¿Y a qué hora pondremos en marcha el plan? -preguntó Tamao incómoda por el silencio.
-En unos 10 minutos. Así que salgan de mi habitación, se los pido. Tengo cosas que hacer -añadió enigmáticamente, los jóvenes que estaban con ella asintiendo y saliendo, seguros de que lo que la sacerdotisa tuviera que hacer estaría, sin lugar a dudas, relacionado con su plan. Los dos se retiraron al cuarto de al lado, esperando la señal para empezar. Ninguno se dio cuenta de que en ese mismo momento Yoh aparecía por el corredor, sin notar su presencia.
~_~_~_~_~
Toc, toc, toc...
Anna giró sorprendida su cabeza hacia la puerta de su habitación, escondiendo rápidamente entre los pliegues de su yukata un objeto que en la oscuridad se apreciaba largo y delgado, ligeramente puntiagudo. ¿Serían Manta y Tamao? Pero si apenas habían pasado cinco minutos. Rápidamente escondió bien aquel objeto en su yukata y abrió la puerta, sin darse cuenta de quien estuviera parado en la puerta.
-Manta, ya te dije que en 5 minutos; no seas tan impaciente que...
-No soy Manta -le respondió Yoh sosteniendo entre sus manos la bandeja frente a una Anna boquiabierta. Aprovechando la situación, el shaman (tomando cada gramo de valor que estuviera en su cuerpo) se acercó a la chica, plantándole un sencillo beso en los labios sorprendidos.
-Yoh...-murmuró la chica soltándose del marco de la puerta y trastabillando como si en cualquier momento se fuera a caer: Asakura la tomo del brazo temeroso, con la bandeja en la otra mano.
-Este si es de verdad -dijo el muchacho mirándola fijamente, una mezcla de sinceridad y valor en la que no asomaba la vergüenza.
-¿"Este"? -repitió Anna confusa mirando a su prometido lentamente- ¿A qué te refieres? -replicó soltándose de su brazo, haciéndose la ofendida.- ¿Qué acaso crees que por ser la prometida del Rey Shaman puedes andarme besando por cualquier cosa, como si fuera un "accidente"? -replicó, una nota de resentimiento en su voz.
-Por favor Annita -pidió débilmente Yoh- Ese beso...fue un accidente -la muchacha alzó la mano enfurecida, a punto de soltarle una bofetada, más el joven la detuvo a poco centímetros de su cara- No me refiero que sea algo terrible el haberte besado por vez primera...-agregó poniéndose rojo- No, todo lo contrario; aunque fue algo raro y confuso ¿sabes?. -La sacerdotisa también enrojeció y bajó la mirada, escondiéndola entre sus cabellos, murmurando algo ininteligible.
Yoh alzó una ceja...¿Qué decía? Con sumo cuidado colocó la bandeja en el suelo, poniendo su oído cerca de la cara de Anna, agachado.
-Pensé que nuestro primer beso sería especial...¿recuerdas que me lo prometiste? -dijo con una voz apenas audible entre una lágrima solitaria que mojó la cara del chico. Asakura la miró con una especie de tristeza y reflexión, sujetando una de las manos de la joven.
-Deja -dijo ella soltándose rápidamente- Que me duele...
-Lo siento -musitó el joven sujetándola de nuevo (esta vez sin resistencia por parte de la itako), esta vez sin tocar su palma. -Yo..yo nunca quise hacerte sentir mal Anna, ni romper nuestra promesa de tiempo atrás... -Ella, sin dejar ver sus ojos, se dio la vuelta lo más rápido que pudo, pero unas manos ya se habían aferrado a su cintura.
-Eres tú quien eres especial -susurró Yoh en su oído- Y lo sé, porque estoy seguro de que cualquier cosa que haga por ti será verdadera, aunque te haga pasar pena...Y es porque te quiero; créeme que esto no es una broma. Te lo prometo. -Anna levantó la mirada, una sonrisa asomándose en sus labios, girando el rostro poco a poco para encontrarse con el de Asakura, besándolo tiernamente en la mejilla.
-También es de verdad...
~_~_~_~_~
-Anna ¿estás segura de lo que vas a hacer? Yo creo que es muy peligroso...
La chica no respondió, apurando su vaso de leche.
-No es peligroso; es lo justo -contestó mirando por el borde del vaso a un Manta nervioso, una Tamao que repasaba lo que iba a decir una y otra vez, y a su prometido, recién enterado de sus planes y dudoso de ellos a juzgar por su pregunta.
-Pero Ren solo quería divertirse -agregó el chico riendo débilmente. No recibió respuesta.
-¿Qué estamos esperando? -preguntó la sacerdotisa tras unos minutos de tensión.
~_~_~_~_~
-Yoh no baja -comentó Pilika bostezando ajena a la aburrida película que Ren y su hermano observaban, ya que no había otra cosa mejor que ver.
-Yo creo que es buena señal -respondió el chino sonriéndola a la muchacha.
-Todos se están quedando arriba; que aburrido -suspiró a su vez Horo Horo apagando el televisor- Mejor vamos a ver que pasa.
-Oye, yo estaba viendo la tele -objetó Tao enojado.
-Ay, no hay nada bueno que ver. Esa película estaba horrible.
-Pero yo la estaba viendo. Prende el televisor.
-No; si tú quieres ver esa película hazlo tu.
-¡Pero tu la apagaste! -exclamó el chico irritado- ¿Qué no sabes que "el que la apaga la prende y el que la prende la apaga"?
-¿Qué?
-¡Que prendas la tele cabeza de..!
-Zzzzzzz...
Los jóvenes interrumpieron su conversación debido al profundo ronquido de la pequeña hermana del ainu, quien del cansancio y la espera ya había caído dormida sobre la mesa de centro.
-Mejor llévala al cuarto de Tamao para que descanse -dijo Ren tratando de no verse preocupado por la chica- Si no, le hará mal dormirse en esa posición.
-Lo que digas -respondió el otro shaman encogiéndose de hombros y cargando a su hermana.
-¡Oye! ¡Todavía no has prendido la tele! ¡Que el que la apaga la prende!
-Aja -musitó vagamente el muchacho, ahora ya alejado de la sala. Con algo de esfuerzo descorrió la puerta de la habitación de Tamamura, buscando un futón en donde colocar a Pilika, o por lo menos una manta para taparla. El chico abrió el armario (riendo maliciosamente al recordar la nota que había colocado horas atrás) en busca de una manta, cuando de uno de sus bolsillos un plumón negro salió.
-¡Oh! -exclamó sorprendido recogiendo su plumón- No recordaba donde lo había dejado -se dijo a punto de meterlo en su bolsillo de nuevo, cuando, como un destello de luz, una idea cruzó su mente.
-Mwejejeje, en este día nadie se salva Pilika... -susurró divertido destapando el plumón.
~_~_~_~_~
-Anda, baja Tamao -susurró Anna irritada empujando a la chica (que ya se había puesto nerviosa) por las escaleras.
-Pero señorita Anna...¿y si algo sale mal? ¿Si aparece el joven Horo Horo o la señorita Pilika? -preguntó temerosa, viendo ante sí los escalones.
-Para eso están Yoh y Manta; para distraerlos -dijo la sacerdotisa, a los que los chicos asintieron (pues que más les quedaba hacer).- Mientras tanto, yo esperaré desde aquí a que aparezcan y terminaré con el plan, ¿entendido? -los demás asintieron, cada uno preguntándose a su modo que haría Anna mientras bajaban rápidamente, los tres hacia la sala, empezando desde antes con su actuación...
-¡Que bueno que ya se siente bien joven Manta! -exclamó Tamao con fingido gusto entrando a la sala, en donde solo se encontraban Ren y el shaman del norte.
-Si, aunque no entré a Harvard hay otras escuelas. -respondió el chico.- Por cierto...¿en dónde está Pilika? -preguntó inocentemente.
-Se quedó dormida hace rato, así que la llevé al cuarto de Tamao para que descansará mejor.
-¿Y Anna? -preguntó a su vez el chino mirando a Asakura, quien se limitó a hacer la señal de la victoria con una gran sonrisa en su cara, sentándose, dando por contestada la pregunta. Esa era la señal para que la joven de pelo rosa interviniera.
-Ehem...¿Joven Ren...?
-¿Si?
-Hum...yo...¿le importa si me acompaña al corredor? -preguntó la chica inocentemente, a lo que el shaman asintió y ambos salieron, dejando a un Horo Horo curioso, que altiro intentó seguirlos, pero la voz de Yoh lo distrajo.
-Horo Horo...-empezó poniéndose serio.
-¿Qué pasó Yoh? -preguntó nerviosamente, ¿ya lo había descubierto?
-Dime...acaso tu?
-...
-¿Tu sabes cuál es el sentido de la vida? -preguntó filosóficamente, el otro shaman yéndose de espaladas. ¡A quien se le ocurre preguntarse eso en este momento!
~_~_~_~_~
Ya en el pasillo, Tamao siguió con el plan, como estaba previsto.
-Tamao...¿qué era lo que querías?
-Lo que pasa es que quería saber si podría ayudarme a bajar la vajilla, joven Ren. Usted es un chico muy fuerte y de seguro no tendrá problemas para cargarla -dijo en voz bien alta, lo suficiente para que Anna la escuchara desde el piso superior y no se notara que estaba gritando.- Es que la señorita Anna quiere usarla para mañana y quiere que la coloque en la entrada -agregó, para que pasaran obligatoriamente por las escaleras- Ya sabe -dijo tras una mirada sorprendida de Tao- Una vieja costumbre familiar -continuó riendo nerviosamente.
-Pero Tamao -contestó el chico- Ya bajamos la vajilla; Yoh la quería para el postre de Anna.
Oh, oh...
-¿En serio? -preguntó tontamente Tamamura exprimiendo velozmente su cerebro en busca de alguna idea que la sacara de aquel atolladero que amenazaba con destruir su plan.- Entonces ya bajaron la vajilla...y ya no la dejaremos en la entrada.
-Si quieres puedo traerla hasta la entrada.
-¡No! -exclamó la muchacha si pensarlo- Es decir -contestó rápidamente- ya lo sabía -rió tontamente. Es que se me había olvidado ji ji...
-Si tu lo dices...
-Pero la verdad -dijo Tamamura bajando la mirada dramáticamente, sin disminuir el tono de su voz, (sabiendo que Anna estaba atenta y en parte nerviosa por lo que Ren había dicho, rogando que la joven supiera hacer algo para salir de esa situación)- Yo no lo llamé por eso...
-¿No?
-No -respondió alzando la mirada hacia Ren, que ya estaba nervioso con su modo tan extraño de comportarse- Yo quería decirle algo muy importante; algo muy secreto que nunca se lo he dicho a nadie, nunca...
-¿Y qué es eso? -preguntó el shaman conteniendo la respiración.
-Que yo...
-...
-Que yo...
-...
-Yo -dijo la chica rebuscando entre su cerebro, si notar que la puerta de una habitación cerca del lugar en donde se encontraban se descorría, revelando a Pilika.
-Me quedé dormida -susurró la chica de mal humor- Ya no supe que habrá pasado con...¿eh? -se detuvo parpadeando confusa al ver a Tamao y a Ren solos en el corredor, al parecer conversando. ¿De qué hablaban? La chica permaneció en el corredor también, a poco pasos de ellos, inmóvil para que no se dieran cuenta de su presencia.
-Ya dilo Tamao -oyó decir al chino nervioso.
-Es que yo...
-...
-¡Yo lo quiero mucho joven Ren! -exclamó de una vez por todas Tamamura acercándose al shaman y, en un arranque de improvisación e inspiración (?), robándole un beso rápido, dejando al shaman sin aliento.
-¿Qué? -inquirieron casi al mismo tiempo Tao y Anna, cada cual desde el lugar donde se encontraba.
-¿QUÉ? -bramó Pilika fúrica, avanzando a grandes pasos hacia donde la pareja se encontraba. En ese mismo instante, de la sala salieron Manta, Yoh y Horo, atraídos por el grito de la muchacha.
-Así es -continuo Tamamura sin dejarse intimidar, llevando maravillosamente a cabo su actuación- Yo he querido al joven Ren desde la primera vez en que lo vi...¿Le molesta acaso, señorita Pilika? -agregó en un tono altanero, logrando que la otra joven se indignara, a menos de dos pasos de ella.
-¿Qué si me molesta? -preguntó rechinando los dientes- ¿¡Que si me molesta!? ¡Pues claro que me molesta! -gritó atrayendo la atención de todos, incluso de Anna, quien en un intento supremo intentaba asomarse para ver lo que ocurría sin romperse el cuello. Pilika avanzó más todavía, levantando la mirada hacia Ren y los demás.
-Aaaaaaaaaah!!!!! -gritaron 4 voces mirando a la joven ainu.
-¿Ahora qué? -preguntó esta cruzándose de brazos (su hermano conteniendo las carcajadas con la cara seria)- ¡Ahora que les sucede!
-Tu...-empezó Ren señalando a Pilika lentamente.- Tu cara...
-¿Mi cara?
-Alguien garabateó tu cara -respondió Yoh echándose a reír despreocupadamente. Los demás retrocedieron, idéntica la gota de sudor en sus rostros.
-¡¡¡Yooooooh!!! -gritó la muchacha abalanzándose sobre el shaman lista para estrangularlo.
-¡Deje en paz al joven Yoh! -intervino Tamao valientemente al ver al pobre muchacho inconsciente bajo la presión de una Pilika furiosa- ¡El no tuvo la culpa de que su cara parezca lienzo!
-¡Lienzo! ¡¿Cómo te atreves a llamarle así a mi rostro?! Yo no tengo ningún dibujo estúpido en mi...-Pilika cortó su frase al pasarse distraídamente un dedo por su mejilla. En este, se veía claramente una mancha negra. En cámara lenta, la cara de la hermana de Horo Horo cambió de una expresión furiosa...a una más furiosa (si era posible, pues resultaba cómica con los dibujos infantiles esparcidos sobre su rostro).
Todos guardaron silencio...excepto Tamao que, divertida, dejo escapar una risita.
La gota que derramó el vaso...
-¡Tu fuiste! -exclamó Pilika hecha un demonio con su rostro pintarrajeado, abalanzándose a la velocidad de la luz hacia la joven. Apenas iniciado el grito de guerra de la muchacha, Tamamura a su vez se trepó sobre Ren, quien no tuvo más remedio que cargarla (así es, enojando aún mas a Pilika) asustado ante lo que ocurría.
-¡Corra!
Ren no necesito oírlo dos veces; sin mucha dificultad sus pies se empezaron a mover rápidamente, en dirección a la entrada principal, dejando a los demás con los ojos bien abiertos. También Anna no necesito repetición de esa última palabra de Tamao.
-Es mi oportunidad para darle su merecido -susurró bajando las escaleras, en el preciso momento en que Ren y Tamao estaban a punto de pasar por las escaleras, seguidos muy de cerca por Pilika.
-¡Toma esto! -gritó la sacerdotisa bajando dos escalones de un salto, yendo a parar en el penúltimo, tomando a Pilika por sobresalto al verla aparecer violentamente con unas tijeras de jardín en la mano; suerte que la ainu se hubiera quedado atrás, de lo contrario...
-¡Joven Ren! -gritó Tamao asustada ante una Anna con un objeto punzo cortante; tantos eran sus nervios y miedo por Pilika que había olvidado por completo el plan, recordándolo de golpe en ese momento. Tao dejo escapar un grito, agachándose y cerrando los ojos, tratando de retroceder, pero el brillante piso de madera hacia que sus pies resbalasen para adelante. Fue inevitable...
...
El eco de las viejas y oxidadas tijeras al cortar el "pico" de Ren Tao resonó lentamente en todo el corredor, seguido de una caída por parte del shaman y la muchacha que traía en brazos, debido al suelo y un error de motricidad.
-¡Ren! -sollozó Pilika olvidándose de su enojo, petrificada al ver a los jóvenes caer, enfrente de una Anna que ya había desahogado su ira, las tijeras en la mano y un rastro de sonrisa vengativa en el rostro. Era una escena pavorosa, resaltada por unos cuantos mechones de cabello morado que caían pesadamente, unos poco yendo a dar sobre el rostro adolorido de Ren (que apenas sobresalía, estando encima de el Tamao, que había salido ilesa).
-Auch, mi...¡¡¡¿mi cabello?!!! -exclamó incrédulo, Tamamura observando lo sucedido tapándose la boca y levantándose de un salto...¿Ese era el plan?
-¡¡¡Tú...!!! -gritó Pilika histérica señalando a Anna, quien ya había colocado las tijeras en un escalón y contemplaba lo sucedido con relativa calma.
-El plan fue todo un éxito -susurró sonriendo y mirando a Yoh y Manta, ríos de sudor sobre su frente.
-¡¡¡Tú le cortaste el pelo a Ren!!!
-¿QUÉ? ¡¡¡ME CORTARON EL PELO!!! -bramó el shaman poniéndose en pie, contemplando a su alrededor mechones y cabellos de un solo color: los suyos. Sintiendo un escalofrío en su cuerpo, un tic apareció en su ojo, perdiendo toda postura.
-¿Cómo pudiste hacer eso? -preguntó la chica de ojos celestes horrorizada.
-Oye -interrumpió la sacerdotisa- Es lo justo después de tantas malas pasadas que nos hizo; las cartas de Manta y de Tamao y mi caída con Yoh..¿no es cierto? -agregó hacia los antes mencionados, que guardaron silencio por su seguridad.
-Mi pelo...mi distintivo...me lo han quitado -musitó Tao, su tic aumentando.
-Pero si el no...
-Aja aja jajajajajajaja -río Horo Horo fuertemente, oprimiéndose las costillas para no llorar de la risa, interrumpiendo a su hermana- Le cortaron el jajajajaja pelo a Ren jajajajaja el tiburón se quedó sin aleta jajajajajaja -se carcajeo cayendo al suelo y riéndose más, dando vueltas en el mismo como loco. Los demás lo observaron sorprendidos.
-Y el no fue jajajajaja -el shaman trató de levantarse, extendiendo una mano hacia Anna- Gracias jajaja Anna, el era el único al que le faltaba su jajajajaja broma.
-¿BROMA? -exclamaron todos a la vez., estremeciendo el corredor de madera.
-¡¡¡Siii!!! -exclamó el joven divertido, sentándose en el suelo, ya más recompuesto tras haber reído.- Una broma como todas las otras del día de los... Ouch...-masculló lentamente al darse cuenta de lo que había dicho, mirando temblorosamente y con algo de culpabilidad a los que se encontraba su alrededor: Manta, Tamao, Anna e Yoh asombrados; Pilika a punto de echarse sobre su hermano y golpearlo llorando..La rubia miró las tijeras apenada.
-Entonces no fue Ren...-susurró dirigiéndose hacia el chino- Lo lamento, pero pensé que tu eras el bromista.
-No importa, ya quería cambiar mi imagen -repuso el shaman tranquilamente- Aunque no soy el único que cambiará de rostro -agregó entornando los ojos hacia el ainu- ¿Verdad, Hoto Hoto?
-Si -secundó Anna acariciando las tijeras malévolamente- Todavía se puede cortar más cabello.
-Ups...
~_~_~_~_~
-¡Que bueno que todo se haya resuelto! -suspiró Manta tranquilo estirando los brazos mientras miraba su reloj- Y miren, justo antes de la medianoche.
-Si -asintió Yoh sentado al lado de Anna, sonriendo calmadamente ante la pequeña mesa de la sala.
-Pero hay algo que me intriga -comentó Pilika sentada en un extremo y contemplando en un espejo su rostro, ya limpio- ¿Por qué creían que Ren había sido el culpable? -preguntó alzando la mirada.
-Fue por mi tablita -contestó Tamamura, sirviendo el té para mantener a todos despiertos. Kyouyama ya estaba cayendo dormida sobre el hombro de su prometido- La señorita Anna y yo la usamos para saber quien era el bromista, pero lo único que pudimos obtener fue una frase que decía que era la segunda persona más importante para Pilika...y pensamos que sería el joven Ren si la primera fuera el joven Horo Horo por ser su hermano, pero -la chica le guiñó un ojo pícaramente a la joven ainu, quien se sonrojó- veo que no estábamos en lo cierto.
-Entonces Horo Horo es la segunda persona más importante para Pilika -musitó Ren confuso- ¿Y la primera quién es?
-Eres tú, baka -murmuró la chica de cabello azul colorada saliendo de la habitación, haciendo que el shaman chino también se pusiera rojo, para diversión de los demás y saliera también del lugar, dejando tras de sí unas cuantas risitas que le parecían molestas.
-Anna ya se quedó dormida -dijo Manta mirando a la sacerdotisa.
-Oh, tienes razón. La llevaré a su habitación -se ofreció Asakura cargando ala muchacha ágilmente, caminando hacia el corredor.
-Joven Manta ¿le importa si me ayuda a recoger las tazas? -preguntó Tamao levantando la jarra de té. Oyamada asintió servicial.
-Claro, y luego ya me voy que si mal no lo recuerdo los trámites finales del fideicomiso empiezan mañana.
~_~_~_~_~
-Es una chica muy inocente -se dijo a si mismo Yoh contemplando el rostro durmiente de su prometida, besándola tiernamente en la frente, para después bajar. Antes de bajar las escaleras se detuvo, pues por una de las ventanas se divisaban las siluetas de Ren y Pilika, que platicaban en la entrada de la casa, al parecer tranquilamente, de pie frente al portón. El chico observó alegremente que su amigo sostenía una de las manos de Pilika. Al parecer algo bueno había salido después de todo, meditó al llegar a la cocina, en donde Manta y Tamao se encontraban, está última lavando las tazas, y el muchacho secando los trastes ya lavados.
-¡Hola! -saludó entrando- ¿Dónde está Horo Horo?
-Afuera, supongo -le respondió el rubio- Cumpliendo con su castigo.
-Pobre joven Horo Horo -suspiró Tamao deteniéndose un momento en su labor- Lo bueno es que no sabe de la plaga de hormigas rojas que encontramos la semana pasada en el jardín.
-Iré a ver -contestó el shaman riendo al llegar al jardín. Ahí se encontraba el shaman del hielo, enterrado hasta los hombros en un extremo del jardín, su rostro pintarrajeado salvajemente (obra de su hermana), y parte de su pelo tuzado.
-¡Yoh! -exclamó el chico viendo a Asakura- Que, ¿ya terminó mi castigo?
-No; según Anna debes quedarte ahí toda la noche, para que seas la carnada de las hormigas y así elimines la plaga.
-¿¡Qué!? ¿Hormigas? Nooooo!!!!! -exclamó el ainu retorciéndose en el poco espacio que tenía, sin darse cuenta de la gota de agua que había caído en su nariz, seguida de muchas más.
-Ya empezó a llover -observó Asakura mirando hacia el cielo.
-¡No! Yoh, por favor, sácame de aquí que me voy a congelar!
-Pero si tu vienes de un lugar frío -musitó el shaman inocentemente- No importa, iré por una sombrilla.
-¡Gracias! -exclamó el chico del norte contento- Y de paso..¿no podrías traerte una revista, o algo de comer? -preguntó al ver que su amigo entraba
a la casa- Es que voy a estar muy solito aquí toda la noche! -masculló, cascaditas bajo sus ojos, apenas notando un ligero piquete en una de sus piernas- ¡Auch! Las hormigas!!!! ¡Auxiliooo!!! Me van a devorar vivo, lo
siento mucho! Prometo no hacer más bromas!!! Aaaaaah!!!!!...
Happy Inocent's Day...
Neko: Hola hola ho...(se detiene confusa, pues no hay nadie alrededor) O.o ¿Y dónde están todos?
Chibi Neko:¬¬ Después de tardarte décadas para actualizar sigues creyendo que se van a quedar todos aquí esperándote, ne?
Neko: T.T
Kikio: (gota de sudor) Bueno, mejor leemos los review, no?
Chibi Neko: Hai! Hum, Kikio, ya puedes decirles a los demás que salgan...(Kikio descorre una puerta de donde salen los personajes de SK)
Neko: O.O Nani? Oigan, yo pensé que me habían dejado aquí solita...que groseros ¬n¬
Anna: ¬¬ Te lo mereces por no apurarte.
Kikio: ^^U Empecemos...Arigato Lore-anime; aunque nos tardamos de nuevo para mirar (mira a Neko de reojo) por lo menos tenemos un capítulo más ^-^
Neko: O.O Anna Sacerdotisa! ^__________________^ Doomo arigato por tu review tomodachi!!!
Anna: ¬¬ Si, ese Horo Horo ya pagó con creces sus tonterías.
Horo: (cubierto con vendajes y su pelo tuzado) T_T pero si de todos modos te gusto y me regañas. (Anna se pone roja y guarda silencio, al igual que Yoh)
Chibi Neko: Ji ji, que lindo día el 26 de Noviembre n.n Gracias Anna15, aquí ya está el capítulo final ( pero pronto habrá más fics n.n
Neko: Si! (fuego en los ojos) Tengo varios proyectos que hacer que todos me adorarán y...
Kikio: ¬w¬ Y también tienes varios trabajos que entregar.
Neko: T.T No es fácil ser estudiante de tercero de secundaria.
Ren: ¬¬ Eso mismo decías el año pasado.
Neko: ¬o¬ Bueno, es que ahora es diferente.
Horo: -_-U Tenía que ser Neko.
Ren: ¬¬ Es cierto Diana-chan! Yo no tuve la culpa de nada y salí afectado (mira su pelo con cascaditas en los ojos)
Anna: ¬¬ Ya te pedí una disculpa, además saliste ganado no? (mira a Pilika, quien se ruboriza)
Ren: O///O Pues...este...ya no hay otro review?
Kikio: No =( son todos.
Neko: Está bien, don't worry, que lo que cuenta que es la calidad y no la cantidad ^-^ Bueno, espero que este fic les haya gustado y que haya sido de su agrado porque ya...
Pilika: ¿Qué? ¿Ya se acabó?
Neko: (revisa unas hojas) Eso me temo Pilika; tengo otros dos fics que ando actualizando, y luego... (sigue checando) me falta terminar otro para publicarlo, además de este medio largo y... (revisa) Kami! Me falta el especial de febrero...y terminar el de Rourudesu! (mira sus hojas) Ay, y tengo pendientes 11 proyectos de fics, además del proyecto súper súper secreto...(mira sus hojas) Mmm, esto es mucho mucho trabajo O.O Pero soy una escritora y no debo decir que no! (fuego en los ojos) Además me gustó este fic...haré la continuación!!!!
Pilika, Ren y Anna: Yay!
Manta, Horo e Yoh; .___________.U
Neko: ^^U Claro está, si ustedes quieren lectores, que a mi aunque tenga mi ocho mil cosas que hacer nunca dejaré en último lugar mi pasión por escribir *____*
Kikio: (aplaude emocionada) ¡Esa es mi ama! (sniff, sniff)
Neko: -///- Ay...mejor ya nos vamos, ne? De nuevo arigato por su comprensión...see ya everybody! Converse rlz!!!
Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei; lo demás es mío...
3.- El misterio se resuelve de un tijeretazo.
-¡Que bien huele! -exclamó Horo Horo examinando de cerca el pequeño postre que, delicadamente decorado, se encontraba en el centro de la mesa de la cocina, pasadas las nueve de la noche en la pensión Asakura.
-Vaya, yo no sabía que supieras hacer postres Yoh -comentó Pilika alejando a su hermano de la pequeña tarta de frutas, expuesta ante su apetito insaciable.
-Bueno, las tartas son lo único que se hacer -respondió el chico encogiéndose de hombros modestamente- Y como a Anna le gustan mucho...
-Eso bastará para que entierren el hacha de la guerra -añadió Ren colocando el postre en uno de los platos de la vajilla nueva, en lo que Asakura buscaba una bandeja en donde colocarlo, junto con un vaso de leche caliente.
-Listo, ahora debes ir y pedirle disculpas -dijo la chica ainu alegremente, tratando de convencer a su amigo, que curiosamente en ese momento parecía de piedra, como si sus miembros se negaran a obedecer a su razón.
-Sí, andando -puntualizó el chino arrastrando (literalmente) al nervioso shaman fuera de la cocina, hasta las escaleras.
-Ahora solo falta esperar...-susurró Pilika apoyando su cara entre sus brazos.- Y ver si funciona -agregó mirando enojada a su hermano.
-Así es -contestó este abriendo el refrigerador- Y tanto esperar da hambre ¿no crees Pilika?
-¡Hermano! -exclamó la muchacha a punto de irse de espaldas- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo con tanto que has hecho este día!
-Ay hermanita, solo son bromas inocentes; a nadie hacen daño.
-Si claro, ya quisiera que dijeras lo mismo si a ti te hicieran algo -refunfuñó la chica.
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-Entonces, este es el plan -repitió por enésima vez Anna cansinamente y frotándose los ojos, con algo de modorra. Frente a ella Manta y Tamao se encontraban arrodillados; todos mirando un trozo de papel lleno de borrones e ideas con un par de dibujos. -Tamao, tu irás a la cocina o a donde esté Ren, y la pedirás que te ayude con algo; cualquier cosa relacionada con la fuerza física.
-Puedo pedirle que me ayude a sacar la vajilla nueva -dijo la muchacha, a lo que la itako asintió- Como está pesada y la coloqué hasta arriba del armario, me podrá ayudar..."Joven Ren, siento molestarlo...¿me ayudaría a sacar la vajilla?" -recitó inocentemente. -Oyamada aclamó su actuación y empezó a hablar.
-Y luego yo tengo que distraer a Pilika, Horo e Yoh hacia la sala.
-¡Correcto! Y cuando Ren y Tamao pasen por las escaleras hacia el armario con la caja cargando (cosa que Ren debe de hacer por sí mismo)... -Kyouyama guardó silencio tétricamente- Yo entraré en acción -añadió malévolamente.
-¿Y qué harás? -preguntó Manta.
-Venganza.
Tamamura y el chico se miraron en silencio, la misma mirada interrogativa de miedo en sus ojos, tratando de no imaginarse cual sería la "venganza" de una Anna enojada.
-Mmm...¿Y a qué hora pondremos en marcha el plan? -preguntó Tamao incómoda por el silencio.
-En unos 10 minutos. Así que salgan de mi habitación, se los pido. Tengo cosas que hacer -añadió enigmáticamente, los jóvenes que estaban con ella asintiendo y saliendo, seguros de que lo que la sacerdotisa tuviera que hacer estaría, sin lugar a dudas, relacionado con su plan. Los dos se retiraron al cuarto de al lado, esperando la señal para empezar. Ninguno se dio cuenta de que en ese mismo momento Yoh aparecía por el corredor, sin notar su presencia.
~_~_~_~_~
Toc, toc, toc...
Anna giró sorprendida su cabeza hacia la puerta de su habitación, escondiendo rápidamente entre los pliegues de su yukata un objeto que en la oscuridad se apreciaba largo y delgado, ligeramente puntiagudo. ¿Serían Manta y Tamao? Pero si apenas habían pasado cinco minutos. Rápidamente escondió bien aquel objeto en su yukata y abrió la puerta, sin darse cuenta de quien estuviera parado en la puerta.
-Manta, ya te dije que en 5 minutos; no seas tan impaciente que...
-No soy Manta -le respondió Yoh sosteniendo entre sus manos la bandeja frente a una Anna boquiabierta. Aprovechando la situación, el shaman (tomando cada gramo de valor que estuviera en su cuerpo) se acercó a la chica, plantándole un sencillo beso en los labios sorprendidos.
-Yoh...-murmuró la chica soltándose del marco de la puerta y trastabillando como si en cualquier momento se fuera a caer: Asakura la tomo del brazo temeroso, con la bandeja en la otra mano.
-Este si es de verdad -dijo el muchacho mirándola fijamente, una mezcla de sinceridad y valor en la que no asomaba la vergüenza.
-¿"Este"? -repitió Anna confusa mirando a su prometido lentamente- ¿A qué te refieres? -replicó soltándose de su brazo, haciéndose la ofendida.- ¿Qué acaso crees que por ser la prometida del Rey Shaman puedes andarme besando por cualquier cosa, como si fuera un "accidente"? -replicó, una nota de resentimiento en su voz.
-Por favor Annita -pidió débilmente Yoh- Ese beso...fue un accidente -la muchacha alzó la mano enfurecida, a punto de soltarle una bofetada, más el joven la detuvo a poco centímetros de su cara- No me refiero que sea algo terrible el haberte besado por vez primera...-agregó poniéndose rojo- No, todo lo contrario; aunque fue algo raro y confuso ¿sabes?. -La sacerdotisa también enrojeció y bajó la mirada, escondiéndola entre sus cabellos, murmurando algo ininteligible.
Yoh alzó una ceja...¿Qué decía? Con sumo cuidado colocó la bandeja en el suelo, poniendo su oído cerca de la cara de Anna, agachado.
-Pensé que nuestro primer beso sería especial...¿recuerdas que me lo prometiste? -dijo con una voz apenas audible entre una lágrima solitaria que mojó la cara del chico. Asakura la miró con una especie de tristeza y reflexión, sujetando una de las manos de la joven.
-Deja -dijo ella soltándose rápidamente- Que me duele...
-Lo siento -musitó el joven sujetándola de nuevo (esta vez sin resistencia por parte de la itako), esta vez sin tocar su palma. -Yo..yo nunca quise hacerte sentir mal Anna, ni romper nuestra promesa de tiempo atrás... -Ella, sin dejar ver sus ojos, se dio la vuelta lo más rápido que pudo, pero unas manos ya se habían aferrado a su cintura.
-Eres tú quien eres especial -susurró Yoh en su oído- Y lo sé, porque estoy seguro de que cualquier cosa que haga por ti será verdadera, aunque te haga pasar pena...Y es porque te quiero; créeme que esto no es una broma. Te lo prometo. -Anna levantó la mirada, una sonrisa asomándose en sus labios, girando el rostro poco a poco para encontrarse con el de Asakura, besándolo tiernamente en la mejilla.
-También es de verdad...
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-Anna ¿estás segura de lo que vas a hacer? Yo creo que es muy peligroso...
La chica no respondió, apurando su vaso de leche.
-No es peligroso; es lo justo -contestó mirando por el borde del vaso a un Manta nervioso, una Tamao que repasaba lo que iba a decir una y otra vez, y a su prometido, recién enterado de sus planes y dudoso de ellos a juzgar por su pregunta.
-Pero Ren solo quería divertirse -agregó el chico riendo débilmente. No recibió respuesta.
-¿Qué estamos esperando? -preguntó la sacerdotisa tras unos minutos de tensión.
~_~_~_~_~
-Yoh no baja -comentó Pilika bostezando ajena a la aburrida película que Ren y su hermano observaban, ya que no había otra cosa mejor que ver.
-Yo creo que es buena señal -respondió el chino sonriéndola a la muchacha.
-Todos se están quedando arriba; que aburrido -suspiró a su vez Horo Horo apagando el televisor- Mejor vamos a ver que pasa.
-Oye, yo estaba viendo la tele -objetó Tao enojado.
-Ay, no hay nada bueno que ver. Esa película estaba horrible.
-Pero yo la estaba viendo. Prende el televisor.
-No; si tú quieres ver esa película hazlo tu.
-¡Pero tu la apagaste! -exclamó el chico irritado- ¿Qué no sabes que "el que la apaga la prende y el que la prende la apaga"?
-¿Qué?
-¡Que prendas la tele cabeza de..!
-Zzzzzzz...
Los jóvenes interrumpieron su conversación debido al profundo ronquido de la pequeña hermana del ainu, quien del cansancio y la espera ya había caído dormida sobre la mesa de centro.
-Mejor llévala al cuarto de Tamao para que descanse -dijo Ren tratando de no verse preocupado por la chica- Si no, le hará mal dormirse en esa posición.
-Lo que digas -respondió el otro shaman encogiéndose de hombros y cargando a su hermana.
-¡Oye! ¡Todavía no has prendido la tele! ¡Que el que la apaga la prende!
-Aja -musitó vagamente el muchacho, ahora ya alejado de la sala. Con algo de esfuerzo descorrió la puerta de la habitación de Tamamura, buscando un futón en donde colocar a Pilika, o por lo menos una manta para taparla. El chico abrió el armario (riendo maliciosamente al recordar la nota que había colocado horas atrás) en busca de una manta, cuando de uno de sus bolsillos un plumón negro salió.
-¡Oh! -exclamó sorprendido recogiendo su plumón- No recordaba donde lo había dejado -se dijo a punto de meterlo en su bolsillo de nuevo, cuando, como un destello de luz, una idea cruzó su mente.
-Mwejejeje, en este día nadie se salva Pilika... -susurró divertido destapando el plumón.
~_~_~_~_~
-Anda, baja Tamao -susurró Anna irritada empujando a la chica (que ya se había puesto nerviosa) por las escaleras.
-Pero señorita Anna...¿y si algo sale mal? ¿Si aparece el joven Horo Horo o la señorita Pilika? -preguntó temerosa, viendo ante sí los escalones.
-Para eso están Yoh y Manta; para distraerlos -dijo la sacerdotisa, a los que los chicos asintieron (pues que más les quedaba hacer).- Mientras tanto, yo esperaré desde aquí a que aparezcan y terminaré con el plan, ¿entendido? -los demás asintieron, cada uno preguntándose a su modo que haría Anna mientras bajaban rápidamente, los tres hacia la sala, empezando desde antes con su actuación...
-¡Que bueno que ya se siente bien joven Manta! -exclamó Tamao con fingido gusto entrando a la sala, en donde solo se encontraban Ren y el shaman del norte.
-Si, aunque no entré a Harvard hay otras escuelas. -respondió el chico.- Por cierto...¿en dónde está Pilika? -preguntó inocentemente.
-Se quedó dormida hace rato, así que la llevé al cuarto de Tamao para que descansará mejor.
-¿Y Anna? -preguntó a su vez el chino mirando a Asakura, quien se limitó a hacer la señal de la victoria con una gran sonrisa en su cara, sentándose, dando por contestada la pregunta. Esa era la señal para que la joven de pelo rosa interviniera.
-Ehem...¿Joven Ren...?
-¿Si?
-Hum...yo...¿le importa si me acompaña al corredor? -preguntó la chica inocentemente, a lo que el shaman asintió y ambos salieron, dejando a un Horo Horo curioso, que altiro intentó seguirlos, pero la voz de Yoh lo distrajo.
-Horo Horo...-empezó poniéndose serio.
-¿Qué pasó Yoh? -preguntó nerviosamente, ¿ya lo había descubierto?
-Dime...acaso tu?
-...
-¿Tu sabes cuál es el sentido de la vida? -preguntó filosóficamente, el otro shaman yéndose de espaladas. ¡A quien se le ocurre preguntarse eso en este momento!
~_~_~_~_~
Ya en el pasillo, Tamao siguió con el plan, como estaba previsto.
-Tamao...¿qué era lo que querías?
-Lo que pasa es que quería saber si podría ayudarme a bajar la vajilla, joven Ren. Usted es un chico muy fuerte y de seguro no tendrá problemas para cargarla -dijo en voz bien alta, lo suficiente para que Anna la escuchara desde el piso superior y no se notara que estaba gritando.- Es que la señorita Anna quiere usarla para mañana y quiere que la coloque en la entrada -agregó, para que pasaran obligatoriamente por las escaleras- Ya sabe -dijo tras una mirada sorprendida de Tao- Una vieja costumbre familiar -continuó riendo nerviosamente.
-Pero Tamao -contestó el chico- Ya bajamos la vajilla; Yoh la quería para el postre de Anna.
Oh, oh...
-¿En serio? -preguntó tontamente Tamamura exprimiendo velozmente su cerebro en busca de alguna idea que la sacara de aquel atolladero que amenazaba con destruir su plan.- Entonces ya bajaron la vajilla...y ya no la dejaremos en la entrada.
-Si quieres puedo traerla hasta la entrada.
-¡No! -exclamó la muchacha si pensarlo- Es decir -contestó rápidamente- ya lo sabía -rió tontamente. Es que se me había olvidado ji ji...
-Si tu lo dices...
-Pero la verdad -dijo Tamamura bajando la mirada dramáticamente, sin disminuir el tono de su voz, (sabiendo que Anna estaba atenta y en parte nerviosa por lo que Ren había dicho, rogando que la joven supiera hacer algo para salir de esa situación)- Yo no lo llamé por eso...
-¿No?
-No -respondió alzando la mirada hacia Ren, que ya estaba nervioso con su modo tan extraño de comportarse- Yo quería decirle algo muy importante; algo muy secreto que nunca se lo he dicho a nadie, nunca...
-¿Y qué es eso? -preguntó el shaman conteniendo la respiración.
-Que yo...
-...
-Que yo...
-...
-Yo -dijo la chica rebuscando entre su cerebro, si notar que la puerta de una habitación cerca del lugar en donde se encontraban se descorría, revelando a Pilika.
-Me quedé dormida -susurró la chica de mal humor- Ya no supe que habrá pasado con...¿eh? -se detuvo parpadeando confusa al ver a Tamao y a Ren solos en el corredor, al parecer conversando. ¿De qué hablaban? La chica permaneció en el corredor también, a poco pasos de ellos, inmóvil para que no se dieran cuenta de su presencia.
-Ya dilo Tamao -oyó decir al chino nervioso.
-Es que yo...
-...
-¡Yo lo quiero mucho joven Ren! -exclamó de una vez por todas Tamamura acercándose al shaman y, en un arranque de improvisación e inspiración (?), robándole un beso rápido, dejando al shaman sin aliento.
-¿Qué? -inquirieron casi al mismo tiempo Tao y Anna, cada cual desde el lugar donde se encontraba.
-¿QUÉ? -bramó Pilika fúrica, avanzando a grandes pasos hacia donde la pareja se encontraba. En ese mismo instante, de la sala salieron Manta, Yoh y Horo, atraídos por el grito de la muchacha.
-Así es -continuo Tamamura sin dejarse intimidar, llevando maravillosamente a cabo su actuación- Yo he querido al joven Ren desde la primera vez en que lo vi...¿Le molesta acaso, señorita Pilika? -agregó en un tono altanero, logrando que la otra joven se indignara, a menos de dos pasos de ella.
-¿Qué si me molesta? -preguntó rechinando los dientes- ¿¡Que si me molesta!? ¡Pues claro que me molesta! -gritó atrayendo la atención de todos, incluso de Anna, quien en un intento supremo intentaba asomarse para ver lo que ocurría sin romperse el cuello. Pilika avanzó más todavía, levantando la mirada hacia Ren y los demás.
-Aaaaaaaaaah!!!!! -gritaron 4 voces mirando a la joven ainu.
-¿Ahora qué? -preguntó esta cruzándose de brazos (su hermano conteniendo las carcajadas con la cara seria)- ¡Ahora que les sucede!
-Tu...-empezó Ren señalando a Pilika lentamente.- Tu cara...
-¿Mi cara?
-Alguien garabateó tu cara -respondió Yoh echándose a reír despreocupadamente. Los demás retrocedieron, idéntica la gota de sudor en sus rostros.
-¡¡¡Yooooooh!!! -gritó la muchacha abalanzándose sobre el shaman lista para estrangularlo.
-¡Deje en paz al joven Yoh! -intervino Tamao valientemente al ver al pobre muchacho inconsciente bajo la presión de una Pilika furiosa- ¡El no tuvo la culpa de que su cara parezca lienzo!
-¡Lienzo! ¡¿Cómo te atreves a llamarle así a mi rostro?! Yo no tengo ningún dibujo estúpido en mi...-Pilika cortó su frase al pasarse distraídamente un dedo por su mejilla. En este, se veía claramente una mancha negra. En cámara lenta, la cara de la hermana de Horo Horo cambió de una expresión furiosa...a una más furiosa (si era posible, pues resultaba cómica con los dibujos infantiles esparcidos sobre su rostro).
Todos guardaron silencio...excepto Tamao que, divertida, dejo escapar una risita.
La gota que derramó el vaso...
-¡Tu fuiste! -exclamó Pilika hecha un demonio con su rostro pintarrajeado, abalanzándose a la velocidad de la luz hacia la joven. Apenas iniciado el grito de guerra de la muchacha, Tamamura a su vez se trepó sobre Ren, quien no tuvo más remedio que cargarla (así es, enojando aún mas a Pilika) asustado ante lo que ocurría.
-¡Corra!
Ren no necesito oírlo dos veces; sin mucha dificultad sus pies se empezaron a mover rápidamente, en dirección a la entrada principal, dejando a los demás con los ojos bien abiertos. También Anna no necesito repetición de esa última palabra de Tamao.
-Es mi oportunidad para darle su merecido -susurró bajando las escaleras, en el preciso momento en que Ren y Tamao estaban a punto de pasar por las escaleras, seguidos muy de cerca por Pilika.
-¡Toma esto! -gritó la sacerdotisa bajando dos escalones de un salto, yendo a parar en el penúltimo, tomando a Pilika por sobresalto al verla aparecer violentamente con unas tijeras de jardín en la mano; suerte que la ainu se hubiera quedado atrás, de lo contrario...
-¡Joven Ren! -gritó Tamao asustada ante una Anna con un objeto punzo cortante; tantos eran sus nervios y miedo por Pilika que había olvidado por completo el plan, recordándolo de golpe en ese momento. Tao dejo escapar un grito, agachándose y cerrando los ojos, tratando de retroceder, pero el brillante piso de madera hacia que sus pies resbalasen para adelante. Fue inevitable...
...
El eco de las viejas y oxidadas tijeras al cortar el "pico" de Ren Tao resonó lentamente en todo el corredor, seguido de una caída por parte del shaman y la muchacha que traía en brazos, debido al suelo y un error de motricidad.
-¡Ren! -sollozó Pilika olvidándose de su enojo, petrificada al ver a los jóvenes caer, enfrente de una Anna que ya había desahogado su ira, las tijeras en la mano y un rastro de sonrisa vengativa en el rostro. Era una escena pavorosa, resaltada por unos cuantos mechones de cabello morado que caían pesadamente, unos poco yendo a dar sobre el rostro adolorido de Ren (que apenas sobresalía, estando encima de el Tamao, que había salido ilesa).
-Auch, mi...¡¡¡¿mi cabello?!!! -exclamó incrédulo, Tamamura observando lo sucedido tapándose la boca y levantándose de un salto...¿Ese era el plan?
-¡¡¡Tú...!!! -gritó Pilika histérica señalando a Anna, quien ya había colocado las tijeras en un escalón y contemplaba lo sucedido con relativa calma.
-El plan fue todo un éxito -susurró sonriendo y mirando a Yoh y Manta, ríos de sudor sobre su frente.
-¡¡¡Tú le cortaste el pelo a Ren!!!
-¿QUÉ? ¡¡¡ME CORTARON EL PELO!!! -bramó el shaman poniéndose en pie, contemplando a su alrededor mechones y cabellos de un solo color: los suyos. Sintiendo un escalofrío en su cuerpo, un tic apareció en su ojo, perdiendo toda postura.
-¿Cómo pudiste hacer eso? -preguntó la chica de ojos celestes horrorizada.
-Oye -interrumpió la sacerdotisa- Es lo justo después de tantas malas pasadas que nos hizo; las cartas de Manta y de Tamao y mi caída con Yoh..¿no es cierto? -agregó hacia los antes mencionados, que guardaron silencio por su seguridad.
-Mi pelo...mi distintivo...me lo han quitado -musitó Tao, su tic aumentando.
-Pero si el no...
-Aja aja jajajajajajaja -río Horo Horo fuertemente, oprimiéndose las costillas para no llorar de la risa, interrumpiendo a su hermana- Le cortaron el jajajajaja pelo a Ren jajajajaja el tiburón se quedó sin aleta jajajajajaja -se carcajeo cayendo al suelo y riéndose más, dando vueltas en el mismo como loco. Los demás lo observaron sorprendidos.
-Y el no fue jajajajaja -el shaman trató de levantarse, extendiendo una mano hacia Anna- Gracias jajaja Anna, el era el único al que le faltaba su jajajajaja broma.
-¿BROMA? -exclamaron todos a la vez., estremeciendo el corredor de madera.
-¡¡¡Siii!!! -exclamó el joven divertido, sentándose en el suelo, ya más recompuesto tras haber reído.- Una broma como todas las otras del día de los... Ouch...-masculló lentamente al darse cuenta de lo que había dicho, mirando temblorosamente y con algo de culpabilidad a los que se encontraba su alrededor: Manta, Tamao, Anna e Yoh asombrados; Pilika a punto de echarse sobre su hermano y golpearlo llorando..La rubia miró las tijeras apenada.
-Entonces no fue Ren...-susurró dirigiéndose hacia el chino- Lo lamento, pero pensé que tu eras el bromista.
-No importa, ya quería cambiar mi imagen -repuso el shaman tranquilamente- Aunque no soy el único que cambiará de rostro -agregó entornando los ojos hacia el ainu- ¿Verdad, Hoto Hoto?
-Si -secundó Anna acariciando las tijeras malévolamente- Todavía se puede cortar más cabello.
-Ups...
~_~_~_~_~
-¡Que bueno que todo se haya resuelto! -suspiró Manta tranquilo estirando los brazos mientras miraba su reloj- Y miren, justo antes de la medianoche.
-Si -asintió Yoh sentado al lado de Anna, sonriendo calmadamente ante la pequeña mesa de la sala.
-Pero hay algo que me intriga -comentó Pilika sentada en un extremo y contemplando en un espejo su rostro, ya limpio- ¿Por qué creían que Ren había sido el culpable? -preguntó alzando la mirada.
-Fue por mi tablita -contestó Tamamura, sirviendo el té para mantener a todos despiertos. Kyouyama ya estaba cayendo dormida sobre el hombro de su prometido- La señorita Anna y yo la usamos para saber quien era el bromista, pero lo único que pudimos obtener fue una frase que decía que era la segunda persona más importante para Pilika...y pensamos que sería el joven Ren si la primera fuera el joven Horo Horo por ser su hermano, pero -la chica le guiñó un ojo pícaramente a la joven ainu, quien se sonrojó- veo que no estábamos en lo cierto.
-Entonces Horo Horo es la segunda persona más importante para Pilika -musitó Ren confuso- ¿Y la primera quién es?
-Eres tú, baka -murmuró la chica de cabello azul colorada saliendo de la habitación, haciendo que el shaman chino también se pusiera rojo, para diversión de los demás y saliera también del lugar, dejando tras de sí unas cuantas risitas que le parecían molestas.
-Anna ya se quedó dormida -dijo Manta mirando a la sacerdotisa.
-Oh, tienes razón. La llevaré a su habitación -se ofreció Asakura cargando ala muchacha ágilmente, caminando hacia el corredor.
-Joven Manta ¿le importa si me ayuda a recoger las tazas? -preguntó Tamao levantando la jarra de té. Oyamada asintió servicial.
-Claro, y luego ya me voy que si mal no lo recuerdo los trámites finales del fideicomiso empiezan mañana.
~_~_~_~_~
-Es una chica muy inocente -se dijo a si mismo Yoh contemplando el rostro durmiente de su prometida, besándola tiernamente en la frente, para después bajar. Antes de bajar las escaleras se detuvo, pues por una de las ventanas se divisaban las siluetas de Ren y Pilika, que platicaban en la entrada de la casa, al parecer tranquilamente, de pie frente al portón. El chico observó alegremente que su amigo sostenía una de las manos de Pilika. Al parecer algo bueno había salido después de todo, meditó al llegar a la cocina, en donde Manta y Tamao se encontraban, está última lavando las tazas, y el muchacho secando los trastes ya lavados.
-¡Hola! -saludó entrando- ¿Dónde está Horo Horo?
-Afuera, supongo -le respondió el rubio- Cumpliendo con su castigo.
-Pobre joven Horo Horo -suspiró Tamao deteniéndose un momento en su labor- Lo bueno es que no sabe de la plaga de hormigas rojas que encontramos la semana pasada en el jardín.
-Iré a ver -contestó el shaman riendo al llegar al jardín. Ahí se encontraba el shaman del hielo, enterrado hasta los hombros en un extremo del jardín, su rostro pintarrajeado salvajemente (obra de su hermana), y parte de su pelo tuzado.
-¡Yoh! -exclamó el chico viendo a Asakura- Que, ¿ya terminó mi castigo?
-No; según Anna debes quedarte ahí toda la noche, para que seas la carnada de las hormigas y así elimines la plaga.
-¿¡Qué!? ¿Hormigas? Nooooo!!!!! -exclamó el ainu retorciéndose en el poco espacio que tenía, sin darse cuenta de la gota de agua que había caído en su nariz, seguida de muchas más.
-Ya empezó a llover -observó Asakura mirando hacia el cielo.
-¡No! Yoh, por favor, sácame de aquí que me voy a congelar!
-Pero si tu vienes de un lugar frío -musitó el shaman inocentemente- No importa, iré por una sombrilla.
-¡Gracias! -exclamó el chico del norte contento- Y de paso..¿no podrías traerte una revista, o algo de comer? -preguntó al ver que su amigo entraba
a la casa- Es que voy a estar muy solito aquí toda la noche! -masculló, cascaditas bajo sus ojos, apenas notando un ligero piquete en una de sus piernas- ¡Auch! Las hormigas!!!! ¡Auxiliooo!!! Me van a devorar vivo, lo
siento mucho! Prometo no hacer más bromas!!! Aaaaaah!!!!!...
Happy Inocent's Day...
Neko: Hola hola ho...(se detiene confusa, pues no hay nadie alrededor) O.o ¿Y dónde están todos?
Chibi Neko:¬¬ Después de tardarte décadas para actualizar sigues creyendo que se van a quedar todos aquí esperándote, ne?
Neko: T.T
Kikio: (gota de sudor) Bueno, mejor leemos los review, no?
Chibi Neko: Hai! Hum, Kikio, ya puedes decirles a los demás que salgan...(Kikio descorre una puerta de donde salen los personajes de SK)
Neko: O.O Nani? Oigan, yo pensé que me habían dejado aquí solita...que groseros ¬n¬
Anna: ¬¬ Te lo mereces por no apurarte.
Kikio: ^^U Empecemos...Arigato Lore-anime; aunque nos tardamos de nuevo para mirar (mira a Neko de reojo) por lo menos tenemos un capítulo más ^-^
Neko: O.O Anna Sacerdotisa! ^__________________^ Doomo arigato por tu review tomodachi!!!
Anna: ¬¬ Si, ese Horo Horo ya pagó con creces sus tonterías.
Horo: (cubierto con vendajes y su pelo tuzado) T_T pero si de todos modos te gusto y me regañas. (Anna se pone roja y guarda silencio, al igual que Yoh)
Chibi Neko: Ji ji, que lindo día el 26 de Noviembre n.n Gracias Anna15, aquí ya está el capítulo final ( pero pronto habrá más fics n.n
Neko: Si! (fuego en los ojos) Tengo varios proyectos que hacer que todos me adorarán y...
Kikio: ¬w¬ Y también tienes varios trabajos que entregar.
Neko: T.T No es fácil ser estudiante de tercero de secundaria.
Ren: ¬¬ Eso mismo decías el año pasado.
Neko: ¬o¬ Bueno, es que ahora es diferente.
Horo: -_-U Tenía que ser Neko.
Ren: ¬¬ Es cierto Diana-chan! Yo no tuve la culpa de nada y salí afectado (mira su pelo con cascaditas en los ojos)
Anna: ¬¬ Ya te pedí una disculpa, además saliste ganado no? (mira a Pilika, quien se ruboriza)
Ren: O///O Pues...este...ya no hay otro review?
Kikio: No =( son todos.
Neko: Está bien, don't worry, que lo que cuenta que es la calidad y no la cantidad ^-^ Bueno, espero que este fic les haya gustado y que haya sido de su agrado porque ya...
Pilika: ¿Qué? ¿Ya se acabó?
Neko: (revisa unas hojas) Eso me temo Pilika; tengo otros dos fics que ando actualizando, y luego... (sigue checando) me falta terminar otro para publicarlo, además de este medio largo y... (revisa) Kami! Me falta el especial de febrero...y terminar el de Rourudesu! (mira sus hojas) Ay, y tengo pendientes 11 proyectos de fics, además del proyecto súper súper secreto...(mira sus hojas) Mmm, esto es mucho mucho trabajo O.O Pero soy una escritora y no debo decir que no! (fuego en los ojos) Además me gustó este fic...haré la continuación!!!!
Pilika, Ren y Anna: Yay!
Manta, Horo e Yoh; .___________.U
Neko: ^^U Claro está, si ustedes quieren lectores, que a mi aunque tenga mi ocho mil cosas que hacer nunca dejaré en último lugar mi pasión por escribir *____*
Kikio: (aplaude emocionada) ¡Esa es mi ama! (sniff, sniff)
Neko: -///- Ay...mejor ya nos vamos, ne? De nuevo arigato por su comprensión...see ya everybody! Converse rlz!!!
