Play it yourself, Lain 2.
Lain se abrió de piernas ante la impetuosa entrada de la lengua de su hermana hasta en sus más recónditos lugares de esparcimiento solitario. Su cabeza impulsó al resto de su cuerpo a echarse lentamente hacia atrás sobre la cama. Sus dedos húmedos de sus propios líquidos residuales, acariciaron el pelo de su hermana. Este se aferró a las delgadas caderas de la niña. Sentía como si se fuera a romper de un momento a otro. El aspecto de fragilidad frente a sus firmes y grandes pechos en contraste con lo pequeños y casi nulos de Lain, le hacían asegurar esa sensación de seguridad. Sintió a Lain gemir cuando acabó, y su boca se llenó de ciertos sabores que venían de los líquidos expulsados por Lain. Sintió sus pechos hincharse y sus pezones erectarse cuando ella misma casi acaba acariciándose a sí misma. Lain tomó sus dedos, y se los metió a la boca, como queriendo absorber su aura. Se arrodilló de frente a la cama, y de pronto su hermana vio como si estuviera haciéndoselo a ella, pero ella estaba a su lado, no se había subido aún a la cama. Igual sentía como si Lain estuviera haciéndoselo. Se acomodó casi con temor sobre la cama, rápidamente, y antes de acabar con el suave y parsimonioso lengüeteo, miró hacia abajo, y se vio a sí misma allí, mirándose asustada. Su vagina hinchada y roja pulsaba, cerró los ojos con un gran suspiro, y acabó.
Tomó bruscamente a Lain de los hombros hacia arriba, la besó un segundo, y sin mirar sus ojos con la expresión de siempre, la bajó a sus pechos que se dispuso a lamer como un cachorro, como había lamido su vagina, con la idea de un cachorro bebiendo leche de un pocillo. En sus pezones puso su boca de modo de chuparlos.
-por fin haces algo bien, niña.
Lain le dirigió la misma mirada sin expresión, quedándose quieta unos segundos, y luego empezó a chupar con más ahínco. Como un bebé tomando leche. Su otra mano apretaba el pezón que no tenía en la boca. Sus piernas se abrieron en torno a las de su hermana, acercándose más. La chica mayor iba a desabrocharse el sostén de encaje que aún traía puesto, pero empezó a tocar a Lain, su espalda, a apretar sus nalgas. A meter sus dedos por aquellas hendeduras en forma monstruosa. Salvaje. En su mente comenzó a transcurrir la música eterna del Cyberia. Y de Malice Mizer. De pronto notó que la música provenía del Navi de Lain. Y más aún, mientras las caderas de Lain estaban cada vez más cerca de las suyas, notó que si pensaba en un tema, éste salía en la pantalla y se escuchaba por toda la habitación. Lain le besaba la parte de atrás del cuello cuando cerró los ojos. Los abrió cuando se tendió para atrás en la cama, y dejó que Lain se empezara a masturbar con una pierna. Aprovechando el movimiento ansioso de Lain, se movía tras ella. Entonces fue cuando abrió los ojos y se vio a sí misma mirando la escena desde la puerta. La música dejó de sonar. "Lain is a peeping tom" comenzó a repetir la canción. No podía parar esta asquerosidad. Cerró los ojos, y al volverlos a abrir, la puerta estaba cerrada con pestillo, tal como la había dejado antes. Terminó al mismo tiempo que su hermana. Ésta parecía tomar conciencia recién de la música, y pero comenzó a sonar de nuevo Cyberia.
-Deberías ver ése aparato.-Me miró con sus grandes ojos fijos.
-¡Qué demonios estás haciendo conmigo, sucia ramera! –Tomó el cinturón que había en el suelo, y le azotó. La mujer sobre la cama se cubrió la cara con un grito.
-¡Qué haces, chiquilla estúpida! Tú sabes muy bien lo que me hiciste hacer.
-Eres una sucia ramera, ¡Fuera de mi cuarto!
La hermana tomó sus prendas esparcidas por el suelo. Salió del cuarto afirmándolas contra su pecho. Casi llorando. Entró rápidamente a su cuarto. Encendió su Navi, y vió las fotos tomadas con su amiga. Comenzó a tomar de una botella mientras las veía. Entonces fue que se le ocurrió subirlas.
