¡¡¡Ohayo!!! Bueno, este fic es cortito y me hacía gracia escribir algo del estilo "songfic", sólo que esto no es de una canción, sino de un poema de G.A. Bécquer, que se titula Rima LII aunque no se dónde está escrito (lo he sacado de un exámen).

Además, para variar, está dedicado a Valgarv, el cual no me caía muy bien, pero que al final me ha acabado dando pena.

Ah si, los personajes de Slayers pertenecen a Kanzaka y toda esa peña, a los cuales agradezco su dedicación y esfuerzo en crear la serie (como me flipo)

Os dejo con la historia.

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El suelo manchado de la roja sangre: la materia de la desesperación. Los cuerpos caídos, derrotados por la tremenda lucha contra los dorados: la evidencia de la traición. Un niño llorando en el suelo, al lado de su inerte madre: la consecuencia del horror.

Olas gigantes que rompéis bramando

en las playas desiertas y remotas

envuelto entre la sábana de espumas,

¡llevadme con vosotras!

Los dorados y llorosos ojos del pequeño se levantaron. Un ruido estremecedor de grandes alas y cuerpos pasó por encima suyo. Eran ellos. Ellos, los que habían realizado una masacre, los que no habían querido dejar a ninguno con vida, los que habían irrumpido en los hogares de sus semejantes y habían asesinado a mujeres y niños con el pretexto de vencer a un enemigo increíblemente fuerte.

Ráfagas de huracán que arrebatáis

del alto bosque las marchitas hojas,

arrastrado en el ciego torbellino,

¡llevadme con vosotras!

Sus padres, sus hermanos, todos sus seres queridos... se encontraban ahí, en el campo de batalla, esparcidos por el suelo con las alas desgarradas por la sangrienta lucha y privados de entierro digno. Todos habían dado su vida por él, cuando deseaba haber muerto con ellos. Por una causa, por amor, por el dolor...

Nubes de tempestad que rompe el rayo

y en fuego ornáis las desprendidas orlas,

arrebatado entre la niebla oscura,

¡llevadme con vosotras!

Allí, débil, herido profundamente en el corazón, llorando quedamente, sin consuelo, se recostó sobre la dragona apariencia de su madre. Recordando su rostro, sus alas, sus manos, su amor... Y allí por un tiempo se quedó, sollozando, donde las batallas dejan no solo un mar de sangre, sino también un mar de lágrimas.

Llevadme con piedad a dónde el vértigo

Con la razón me arranque la memoria.

¡Por piedad!¡Tengo miedo de quedarme

con mi dolor a solas!

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Buuuuhh... que tristeza. Lo cierto es que creo que se me da mejor escribir csas tristes que hechos en cachondeo, pero prometo que lo próximo será más alegre.

Me apetecía escribir algo corto (tal vez no es tan corto), aún antes de terminar "Imposible".

En fin... por favor, dejadme reviews. Sé que la historia es triste, pero me gusta la opinión de la gente (ya sea para bien o para mal).

Muchas gracias por leer, y saludos a todos .

Zelas Metallium.