EL OMBLIGO DE HARRY
5. la marca
- No debí hacerte caso. Imagina que en este tiempo ha llegado Hocicos y al no encontrarnos creyó que nos han secuestrado. –ella se detuvo al levantar la vista del suelo, hacia lo que había a espaldas de Harry y continuó- Estamos en un lío muy serio...
- Vamos Herm, no ha sido para tanto...
Pero Harry no miraba en la misma dirección que Hermione. Ella tenía los ojos clavados en la puerta del número cuatro de Privet Drive, solo que la puerta estaba sobre uno de los árboles del jardín y de la casa salía un espeso humo verde.
En cuanto lo vio, Harry salió corriendo hacia la casa sin decir nada. Desapareció tras la cortina de humo. Hermione seguía petrificada en su sitio, con la boca muy abierta, hasta que unos cuantos vecinos curiosos comenzaron a llegar hasta el jardín, murmurando por lo bajo.
- Debe haber sido ese chico Potter, está loco.
- Sus tíos dicen que es un delincuente.
- Valla, como ha quedado la casa.
- Alguien debería llamar a los bomberos.
- ¡No ha sido él! –chilló Hermione muy colorada- ¡Harry y yo estábamos visitando a la señora Figg!
- Sí, pero parece que no hay fuego.
- ¿no dijeron que el muchacho e iba a San Bruto?
- ¡¡Harry no ha tenido nada que ver en esto!!
- Si por mi fuese, ya estaría en un orfanato...
Los vecinos que llegaban se comportaban como si no la oyesen o no supiesen que ella estaba allí. Indignada y sin saber que hacer, pensó en los Recuerdos de Harry. Se metió las manos en los bolsillos del pantalón, pero allí no estaba el suyo.
- Es mejor que espere aquí a Hocicos -se dijo- No hay que hacer crecer mas el problema.
Dentro de la casa, Harry había mirado en el salón, y luego en la cocina. No sabía por qué, pero estaba esperando encontrarse en cualquier momento con un mortífago encapuchado o un cuerpo tendido en el suelo. Era como esos estúpidos sueños en los que buscaba algo, pero no sabía qué, siempre con la estúpida sensación de que va a pasar algo malo.
Subió las escaleras y miró primero en la habitación de Dudley. Allí no había nada mas que algunos juguetes de su primo repartidos por todo el suelo, el flotador roto y un pedazo de queso sobre la almohada de la cama. Dudley era así de desordenado siempre. Bajo la mesilla, los restos de un cigarrillo. Seguro que sus tíos no tenían ni idea de eso. El muy gracioso llevaba todo el verano comportándose de forma extraña, intentando aparentar ser muy mayor, e incluso faltando a la hora de las cenas.
Entró en la habitación de sus tíos, pese a que sintió una punzada de terror al pensar que diría tía Petunia si notaba que él había entrado allí. Le prohibían incluso tocar el televisor... Fue inútil su preocupación, porque todo estaba revuelto. Alguien se había dedicado a sacar el contenido de los cajones y del armario y a esparcirlo por el suelo. En una de las paredes habían escrito las palabras: "no lo esconderéis eternamente, malditos muggles". Y con un rotulador rojo de los gordotes, que estaba sobre la cama.
- Si Voldemort no consigue atraparme, mis tíos me van a matar...
No podía imaginarse quién habría escrito aquello... un mago seguro, pero no uno cualquiera: alguien que sabía que los Dursley escondían algo, pero ¿Qué? ¿Qué esconderían? No podía ser, ¿porqué siempre ocurrían ese tipo de cosas a su alrededor? ¿no podía ser un chico normal? Quizá Trelawney tenía razón y resultaba que atraía las desgracias. No podía creer que sus tíos tuvieran algo que un mago pudiese querer, pero por otra parte, no era propio de un mago usar rotulador. Sería un mago muy despistado, o alguno que no quería hacerse notar.
¿Y si alguien quería acusarlo a él? Tampoco podía ser, si no la casa estaría llena ya de gente del ministerio de magia deteniéndolo. ¿y si los Dursley hubiesen estado allí? Ahora le acusarían de asesino múltiple. No, todo era su imaginación. Allí no había nadie muerto, esto sólo debía ser el típico atentado de los partidarios de Voldemort para aterrorizar a los muggles. Seguro que quien lo hizo sabía que no había nadie en la casa ¿pero y todo ese humo VERDE?
Mientras caminaba hasta su habitación pensó que ese humo verde que había visto desde fuera no estaba en la casa. ¿Cómo podía ser eso si desde fuera veían que salía de ella? Dentro sólo parecía como si unos vulgares ladrones hubiesen entrado a robar, sin contar con lo de la palabra muggle del dormitorio. En su habitación tampoco había nadie, pero todo estaba igualmente revuelto. Hedwig se había ido. Harry se lanzó rápidamente debajo de su cama, y quitó la tablilla suelta donde guardaba su varita y los regalos de cumpleaños. Allí estaba, nadie encontró su lugar secreto.
- Harry, tenemos que irnos.
Por un momento notó que su corazón comenzaba a latir con fuerza. Era Hermione quien había hablado. Entraba en la habitación y parecía muy asustada. Por un momento temió que fuese quien había entrado y revuelto las habitaciones.
- La casa está rodeada de gente... ¡y la marca tenebrosa se ha levantado sobre el tejado!
Harry seguía sin decir nada. Miró por la ventana para intentar ver algo, pero la cortina de humo se lo impedía. Era como si envolviese la casa. Sintió haber vivido eso en otro momento. Intentó asomarse por ella, pero los cristales estaban cerrados y se dio un pequeño coscorrón.
- Eso quiere decir que aquí va a haber un asesinato, si no lo ha habido ya –insistió ella- tenemos que salir de aquí.
Pero él no la escuchaba. Veía una habitación diferente a la suya, con el papel de las paredes con dibujos de globos de colores. Él estaba metido en la cuna, pero alguien lo sacaba precipitadamente de allí y lo abrazaba fuertemente. La atmósfera se estaba convirtiendo en irrespirable y el mismo humo verde empujaba las ventanas queriendo entrar en la habitación.
- Coge a Harry y vete con él. Escondeos, yo le entretendré.
- ¿Pero dónde vamos a ir sin ti?
- Todo está preparado, el translador está sobre la chimenea.
Hermione había cogido a Harry justo cuando comenzó a desmayarse y lo arrastraba hasta el cuarto de baño. No podía despertarlo, era como esa mañana. Estaba profundamente dormido. Pero aunque Harry estaba delgado, pesaba mucho y apenas podía moverlo. Y luego estaba que se sacudía como si tuviese una pesadilla. Ella respiró profundamente e intentó moverlo de nuevo.
- ¡Está aquí! ¡¡lo han dado!!
Un hombre bajito, un poco calvo y pelirrojo había llegado ha donde estaban ellos. De su cinturón colgaban un par de llaves inglesas y destornilladores, y de uno de sus bolsillos asomaba la punta de un gorro de mago. Hermione retrocedió unos pasos, asustada de nuevo.
- ¡Hay que desaparecer! La casa se va a derrumbar...
El hombrecillo parecía terriblemente nervioso. Continuamente miraba a Harry y luego al techo, negando con la cabeza, y con las manos apretadas en su túnica marrón.
- ¡he matado a Harry Potter! Señores, esto es el fin. No me lo van a perdonar.
Se llevó las manos a la cabeza y les miró lloroso. Hermione no creyó que alguien como él hubiese hecho eso a la casa. No parecía un mortífago. Se dirigió hacia él, para preguntarle quién era y pedirle que le ayudara a despertarle. Él retrocedió un paso, y con un ploff, parecido al de Dobby, se desvaneció.
- ¿Qué? ¿Soy invisible para todo el mundo o cómo? –dijo furiosa. Realmente, todos parecían ignorarla, la gente de ahí fuera, Harry, ese hombrecillo... ¡todos! La trataban peor que si fuese una fuente de agua...
De pronto, Hermione recordó un hechizo. Cogió la varita de Harry que éste tenía en la mano y tras murmurar las palabras adecuadas, un chorro de agua calló sobre el muchacho, despertándolo.
- ¡a la chimenea vamos! –dijo él sobresaltado, mientras se ponía en pie.
- Tu tío la tapó. Esta cerrada... no tenemos polvos flu...
- ¡hay que coger el traslador!
Harry salía de la habitación completamente decidido. No sabía lo que hacía. Con un suspiro de resignación, Hermione recitó un nuevo hechizo, que convirtió a su amigo en un osito de peluche rosa, con un lacito de lunares azules.
- Lo siento Harry. Esta vez estoy segura de que Ron habría hecho lo mismo... si recordase este hechizo, claro.
Cogió la saeta de fuego de Harry, que estaba en el armario, y con el osito en brazos, se subió a ella. Luego se cubrió con la capa de invisibilidad.
La ventana del cuarto se abrió, y una luz verde llenó la habitación mientras el pesado humo se mantenía en el exterior.
- Nunca he roto tantas normas seguidas en mi vida.
Al rato, una lechuza parda entraba en la habitación. Pero no encontró a su destinatario. Dio varias vueltas, buscando algo sin encontrarlo. Un rayo de luz verde la alcanzó y cayó al suelo, soltando el trozo de pergamino que llevaba.
- ¿Una miserable lechuza? -dijo una voz aguda- Un espía durante un mes y una avanzadilla de cinco hombres, ¿para una lechuza?
****Aquí estoy. Siento tardar tanto en publicar los capis, pero el verano me anima a ir a la piscinita ¡y allí no tengo ordenador!
Aquí lo tenéis. Espero que no sea demasiado corto, pero a veces temo que si los pongo largos os aburran y dejéis de leer. Sé que muchos estaréis de vacaciones, aunque no se si eso significará que tendréis mas tiempo de leer o menos... y ya tenemos la orden del fénix por ahí, que eso toma tiempo, ¿Eh? Por si acaso, que tengáis unas buenas vacaciones, y los que podáis, aprovechad para descansar, que eso nunca viene mal.
Hermione sigue sin hablar con sus padres, Harry ¡pobre, con el lío que tiene! Al final, si que soñó, pero, ¿Es un sueño o algo de su pasado? Las preguntas siguen siendo las mismas, sugiero algunas más, que espero responder en el siguiente capítulo:
¿Qué es lo que esconden los muggles? ¿Qué ha pasado con los padres de Hermione? ¿Porqué ella no usó el Recuerdo para avisar a Harry cuando pasaron diez minutos? ¿Quién es entonces Arabella Figg? ¿Llegó Hocicos antes que ellos? ¿Quién o qué arrancó la puerta de los Dursley? ¿Qué van a hacer ahora?
Se admiten apuestas, propuestas y palabras de ánimo XD***Muchísimas gracias a Kathy, Joyce Granger, Hermione 73 y MisaKats por sus reviews, los adoro. Y a ti, que estás leyendo y piensas cerrar la ventanita... vamos, es solo dar a un botoncito y escribir una frasecita que me hará feliz... ¡que se que puedes! ¡¡ánimo!!
**Escribo esto con la idea de Rowling, sin intentar enseñar nada. Pero la diferencia es que yo no me estoy convirtiendo en millonaria... _*ves, si es que no puede ser, no me sale nada bien, ya podría inventarme yo los personajes y la trama, pero no, si ya me lo decía yo...*_ solo espero que nadie me demande, sería la ruina.
* Está claro que todos los personajes y ambientes son de Rowling, aunque yo los decore un poco. No le he pedido que me los preste, pero es poco probable que lea esto, asi que... :P Estoy resistiendo a la tentación de leerme de un atracón el quinto libro. Es horrible tener que esperar otro par de años para el siguiente... aunque dicen que los fics ayudan a superar la espera.
