Hola a todos!!! Bueno, este es mi segundo fanfic, haber si os gusta. Es un intento de comedia, aunque conociéndome, no creo que llegue a buen término. Seguro que acabará siendo un dramón regido por los celos, las venganzas y las peleas a muerte tipo Slytherin vs. Gryffindor. De momento la cosa no desvaría... haber como acabo ^^
ATENCIÓN: Slash, ya sabéis lo que implica. A quien le guste o apasione ( como a mi ***^o^*** ) bienvenid@ , a quien no, ya sabe como volver a la página principal ^^. La pareja es, obviamente Sirius /Remus. También hay un poco ( o mucho) de Lily/ James.
Bueno, lo de siempre: todos los derechos son de J.K.Rowling, todos los personajes son suyos y de su privilegiada ( aunque a veces retorcida) imaginación. Yo no gano nada con ello, más que los reviews que me dejáis y la ilusión de publicar algo.
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Capítulo 1: Gritos, escobas, besos y miradas.
- Padfoot, tuya!!!!!- gritó una voz familiar desde el otro extremo del campo.
- ¿¡Que!?- respondió sin apartar la vista del punto donde tenía fija su mirada desde hacía más de cinco minutos, de hecho, por mucho que intentaba desviarla, cierta persona le tenía hipnotizado - ... mía el que?
De repente una quaffle se estrelló contra su perfecto rostro haciéndole perder el equilibrio. Se le resbalaron las manos del pulido palo de caoba de la que estaba hecha su perfecta escoba, cosa que propició que su cuerpo acabara colgando con el abismo de fondo. Pero gracias a unos excelentes reflejos adquiridos a fuerza de esquivar los puñetazos de Slitherins furiosos, Sirius Black consiguió amarrarse a tiempo al mango de la escoba. Realmente veinte metros de caída en picado podían destrozar su perfecto cuerpo con más facilidad que una quaffle bien dirigida. Y la opción no era muy tentadora.
Aunque tampoco era mucho mejor la bronca que le llegaba en ese preciso instante. Sólo a él y a nadie más se le ocurría distraerse con un energúmeno como ese por capitán. El pobre muchacho estaba tan obsesionado por ganar la copa de quiddich, que no se daba cuenta de que más que un ser humano, parecía un basilisco con artrosis.
- Se puede saber donde tienes la cabeza Black??? – gritó furiosamente Thomas Flewkins, el capitán del equipo de Griffindor. – Últimamente no das ni una! Hay algo en el campo que te fascine más que el quiddich??
Que pregunta más atonta, pedazo de maníaco obsesivo – pensó el aludido. - Pues está claro que la criatura más bella de todo el mundo mágico y no mágico: Remus Lupin.
Pero sus labios no expresaron sus sentimientos. Más bien al contrario.
- Na...na...nada! Sólo pensaba en la próxima estratégia
En la próxima estrategia? Black? Se cree que soy tonto o que? – pensó Thomas observándole con mirada escéptica – Si no fuera porque forma una estupenda pareja de juego con James ya le habría cantado las cuarenta unos años atrás, pero le necesitamos. Sus remates alejando las bludgers alocadas son perfectos, incluso también es capaz de marcar goles, tanto me sirve de bateador como de cazador, sería una pena tener que echarle. Y es que las fantásticas fintas que hace son para quitar el hipo, incluso el otro día intentó realizar el complicado driblage de Ricchi... ah.. tanto talento desperdiciado...
- Esto.... Flewkins? – le sacó de sus ensoñaciones una voz a su espalda - No es por nada, pero queremos acabar hoy el entrenamiento. Si serías tan amable de acabar de echarle la bronca a Black, nosotros podríamos acabar con esta pequeña pesadilla.
Tanto Thomas como Sirius miraron con cara de pocos amigos a James. El primero se sentía ofendido por la falta de respeto, el segundo, por haberle recordado al primero que existía y que debía acabar de administrarle la dura reprimenda. Si no fuera por falta de ánimos, se le habría tirado al cuello.
- Está bien Black, pero estate un poco más atento, o este año será imposible derrotar a Slytherin.- comentó abatidamente el capitán. Con él no había nada que hacer. – Que continúe el entrenamiento!
Y el entrenamiento continuó, solo que sin la más mínima atención por parte de Black, quién seguía con la vista fija en aquel gran árbol, o más bien dicho, en el chico que leía apoyado contra su tronco.
Al cabo de media hora sonó el silbato que indicaba que la pesadilla del entrenamiento había finalizado. Los exhaustos jugadores se dirigieron a las duchas, rezando para no pasar por ese mismo suplicio al día siguiente.
- Padfoot Padfoot!!!
- Que quiere James? – le preguntó un tanto malhumorado. Aun no le perdonaba lo de la quarffle ni el ácido comentario.
- Tu estas loco??? Quieres que Flewkins te eche del equipo? O quizás prefieres que él se de cuenta???
De golpe Sirius se puso rojo como un tomate, poco le quedaba ya para empezar a babear. Sin duda estaba pensando en las eróticas posibilidades que le ofrecía el hecho de que su Moony se enterara.
Pero su ensoñación no le duró mucho. Un puñetazo en la cara le izo volver a la realidad.
- Por favor... no pongas esa cara de degenerado delante mío, ya tengo bastante con aguantarte el resto del día...
- Prongs! Ya es la segunda vez en lo que va de día que me pegas en la cara.... ¬¬ ¿es que acaso quieres arruinar mi mejor arma de seducción? – dijo aparentando indignación total – bueno, aunque mi perfecto y escultural cuerpo también ayudan... ^^
- Ahhhh!!!!! Un día de estos me va a dar algo! No te aguanto más por hoy. Maldito e hinchado ego aquel que tienes ! Nos vemos en la cena...- y diciendo esto desapareció con gesto abatido y arrastrando la escoba.
Pero Black no estuvo mucho tiempo solo. Una preciosa pelirroja se le acercó con cara de reproche. Su porte altivo, con la cabeza erguida demostraba seguridad y empuje, una verdadera Gryffindor, la escogida por el corazón de su "hermano" y amigo James Potter. Le caía muy bien aquella chica decidida , y el sentimiento era más fuerte cada día, pues era bien sabido por toda la escuela que se había ganado muchas enemistades por ir con ellos. A las chicas más guapas de colegio no les entusiasmaba la idea de que andara todo el día rodeada de los Gryffindors más codiciados de Hogwarts.
- Se puede saber que le has hecho a mi pobre James?
- Ah! Hola Lily ^^ . Yo????? Nada! Como puedes pensar que Yo le haya hecho algo a mi queridísimo Prongs! Pero si soy un angelito!
- Ahhhh... que vamos a hacer contigo... Tu no sabes el trabajo que me va a costar calmarle un poco los nervios que le haces coger.
Sirius sonrió con malicia. Ya conocía la forma que tenía de calmar sus alteraciones del sistema nervioso. James, aunque lo intentara, no era del todo silencioso durante sus escapadas nocturnas...
- Ya, y seguro que será una dura y ardua tarea que te ocupara toda la noche y no te dejará dormir.
La muchacha sonrió divertida. Black les había pillado. Muy interesante.... Se podrían ganar severos y múltiples castigos si salían a la luz sus pequeños deslices a media noche. Pero con Black no había ningún tipo de problema, no tendría que preocuparse en silenciarle. Y no es que le costara mucho hacerlo, sus habilidades en encantamientos desmemorizantes eran loadas por todos los profesores, y su conciencia iba de acuerdo con sus acciones. Se complementaban de forma perfecta: su mente maquinaba, su varita efectuaba y mientras, su conciencia miraba para otro lado. Nunca tubo ningún problema con ello. Quizás su fachada de chica modélica le ayudaba en la tarea, o quizás la suerte era su compañera en el camino de la vida. ¿ Suerte? Que estupidez, eso no existía,. Solo ella y sus habilidades.
- No te pases Black, o la próxima vez me va a resultar indiferente el hecho de que tu Remsie te vea babeando desde la escoba...
De golpe la cara de Sirius cambió radicalmente de gesto. Si antes estaba regida por una mirada socarrona ahora la mirada era de alarma, y su tez, roja- escarlata como la de hacía no más de tres o cuatro minutos. Hoy no era su día.
- Q..q..que quieres decir?? Tanto se me nota??
- Veamos Sirius...- dijo Lily arrastrándole a un lugar apartado donde poder hablar tranquilamente. Odiaba que las babosas de las otras casas le miraran con cara de odio concentrado a todas por estar siempre rodeada de tíos bueno ( exceptuando a Peter, por supuesto)- nuestro Remsie es licántropo, no ciego. Y si bien, el libro que estaba leyendo mientras esperábamos a que acabarais el entrenamiento era interesante, también lo eran los gritos de vuestro discreto capitán.
- Oh no!! Lo sabe, lo sabe... – exclamó Black dándose de cabezazos contra el árbol al que habían ido a hablar.
- Si, lo sabe – confirmó Lily amarrándole por l cuello de la túnica. Si seguía así, acabaría más tonto de lo que ya era.
La cara de Sirius volvió a palidecer. Ya no se trataba de mosquear a su amigo, ni de que él se burlara de su amor por Remus ( se pasaban el día entero así) , Lily Evans siempre hablaba en serio, y aun más si se trataba de esos temas. No tubo que reflexionar mucho para darse cuanta de que el echo de que uno de sus mejores amigos supiera que era el blanco de sus miradas lujuriosas, no le interesaba en absoluto. A no ser, claro, que fuera correspondido. En ese caso, todo estaba bien.
- Bueno...- continuó Lily interrumpiendo sus agitados pensamientos, con una sonrisa pícara. – lo sabía hasta que le eché un encantamiento desmemorizante.
- Que tú que????!!!! Pero tu estás loca o que??? Y si se olvida de mi? – gritó dramáticamente con una mano en la frente y la otra en el corazón. - De mi perfecto rostro y mi cuerpo escultural, y de mis más bellas sonrisas y de ese culo que...
- Pero como puedes ser tan ególatra!!! Solo piensa en ti mismo o que?- rió la pelirroja encantada de verle hacer el payaso.
- Ególatra? YO? Por dio Lily, no exageremos.... volvamos al tema del encantamiento desmemorizante...¿ No le ocurrirá nada verdad?
- ¬¬ Black, no hay quien te entienda – Lily suspiró resignada. Los amigos de su novio eran así, ella no los había elegido, le venían de serie. Sin embargo, le encantaba meterse con ellos. ¿ Quien podía considerar a ese chico malintencionado? Era un autentico tesoro. La verdad es que desde la primera vez que le vio, le cogió complejo de mamá-gallina. - Es un encantamiento muy suave, solo le borrará los últimos treinta minutos de recuerdos, así que oficialmente, tu no has estado a punto de caerte de la escoba, ni nadie te ha echado bronca.
- Te quiero Lily... que haría yo sin ti??? – exclamó con cara de angelito – Pero... – dijo dándose cuenta de un pequeño detalle pasado por alto – ... que pasa con Peter?
- Peter? Ese no es problema, nunca se entera de nada. No es capaz de distinguir un desmemorizante de cualquier otro hechizo básico, además, en ese momento estaba muy ocupado vigilando que no hubiera ningún Slytherin a menos de un kilómetro a la redonda. Estando tu y James en el aire... ¿ Quien le iba a defender? Lupin? Que no es capaz de matar ni una mosca?
- Ahhhh.... si, tienes razón, mi Remsie es incapaz de hacer daño a nadie, es tan bueno, tan simpático, está tan bueno – dijo embelesado con sus propios pensamientos, hasta que una colleja de Lily le hizo volver a la realidad.
- ¬¬ No estábamos hablando de Peter???
- Si ^^U lo siento, es que cuando se nombra a mi Remsie.... Ahhhh... pobre Peter, realmente no se como fue a para a Griffindor. No éramos los valientes nosotros?
- Será el sombrero seleccionador, que empieza a chochear. Yo le hubiera puesto en Hufflepuff – sugirió Lily, muy seriamente, convencida de su teoría.
- Como siempre tienes razón... Realmente eres un sol, señorita Prefecta! – exclamó Sirius dando vueltas alrededor de Lily, feliz de que su secreto continuara a salvo.
Estaba tan contento... tenía que celebrarlo. Y no conocía otra forma mejor de hacerlo, que consiguiendo mosquear a alguien, en ese caso , la pobre alma cándida que le acababa de ayudar. ¿ Quién dijo que ser amigo suyo era fácil? Así que , de repente, si pensárselo dos veces, cosa muy habitual en él, le plantó un rápido beso en los labios. No había nada en el mundo que fuera tan eficaz como ese simple gesto para sacar a Evans de sus casillas. Esa efusivas y repentinas muesas de cariño por parte de loco de Black, le llevaban por el camino de la amargura.
- Ahhhhhhh!!!! Maldito Sirius Black!!! Cuantas veces te he dicho que odio que hagas eso!!!!- gritaba la chica pelirroja mientras le perseguía corriendo por todo el patio, agitando su varita frenéticamente mientras repartía maldiciones a diestro y siniestro.
Era una broma bastante común entre los Merodeadores. Aunque solo participaran James, Lily y Sirius, tanto Remus como Peter se revolcaban de risa cada vez que Black conseguía hacer el numerito en el dormitorio de los chicos. La verdad es que James estaba bastante bien en el papel de " te voy a matar como le vuelvas a poner un dedo encima a mi flamante novia" mientras se tiraba con falso aire ofendido al cuello de Black, en un intento por ahorrarle el esfuerzo de respirar durante unos minutos. Sirius, esquivando sus intentos de homicidio en primer grado y riendo a mandíbula batiente, saltaba de cama en cama, o se escondía detrás de Remus, quien insistía en que no quería saber nada de sus triángulos amorosos. Lily, por su parte, se debatía entre el hecho de estar enfadada por la conducta del joven animago y las ganas de reír por todo aquel dantesco espectáculo.
La prefecta sabía de buena mano que Black era totalmente inofensivo, bueno, inofensivo para quien no fuera de Slytherin y no se acercara más de la cuenta a su adorado Remsie, pero no podía evitar enrojecer cada vez que hacía aquello. Ya tenía bastante con ser odiada por salir con el " mejor bateador de todos los tiempos", como para ganarse más enemistades ( si esto era posible) si le veían con el play-boy de Sirius Black.
Gracias a dios que no hay nadie en los alrededores- pensó Lily cerciorándose de ello- cada vez me cuesta más entra en la habitación de las chicas sin encontrarme con algún maleficio esperándome tras la puerta.
La chica se paró asegurándose por completo que estaban solos, quienquiera que hubiera tenido la mala fortuna de ir a parar allí en ese instante, probaría la efectividad de sus habilidades para limpiar la mente. Dio vueltas y más vueltas por el patio, hasta que quedó convencida de que el terreno estaba desolado. Pero por una vez en su vida, la prefecta estaba equivocada. En una de las ventanas de la torre sur del castillo, una figura vestida de plata y verde le miraba con ojos fríos como el hielo, mientras una agria sonrisa bailaba en su rostro pálido y arrogante.
- Vaya... así que a Black le gusta la insoportable y sabelotodo novia de Potter... Una grieta en el unido y patético grupo de Gryffindors? Veamos que partido le puedo sacar a tan valiosa información... – se dijo a sí mismo con voz malévola – Este será el pilar fundamental para destrozar su apestosa amistad.
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Bueno, eso es todo, por ahora. Si os gusta el fanfic lo continuaré, sino, lo dejo, que no me acaba de convencer...
Acepto cualquier tipo de sugerencia, desde la forma de escribir, pasando por la historia o de temas como la largaria del capitulo ( son muy cortos verdad? Es que en el word, parecen más extensos... ^^U ) o la forma de hacer los espacios y todo eso. La verdad es que soy bastante nueva y no tengo ni idea de cómo hacerlo jajajjaja. Bueno, espero con ganas vuestras opiniones.
Hasta entonces.... un abrazo muy grande!!!!!
Sakuratsukamori, miembro de la orden Siriusana, devota del gran dios Sirius Black y de sus apóstoles San James y San Remsie.
