PRELUDIO ============================================================

"...Hizo Elentári luz entre la noche

A la oscuridad dio esperanza

Y a los perdidos,

un camino de estrellas que seguir..."

Una elfa bailaba a la orilla del mar. Sus pies descalzos chapoteaban ligeramente en la espuma que las olas trían a sus pies. Su cabello del color de las hojas secas de otoño se enredaba en el viento, mientras movía su cuerpo grácilmente a través de la luz del sol de verano.

- Oh, Listel. Sé que estás feliz y todo eso pero... ¿no podrías estar quieta un segundo? Estoy tratando de hablar contigo

La elfa dejó de bailar al momento y se volvió con una sonrisa en sus labios

- Lo sé, amigo mío, lo sé- respondió tomando las manos del elfo que se hallaba ante ella entre las suyas- Perdona mi actitud. Pero esque soy tan feliz... Entiéndeme, no he podido evitarlo. La prueba era tan importante para ti como para mí.

El joven miró sus manos unidas y sonrió ligeramente mientras se soltaba y se sentaba en la arena. Listel le miró por un segundo y luego se sentó a su lado

- Pues dime entonces, mi señor arquero, que es lo que reclama vuestra atención sobre mí

- Listel...- respondió el otro elfo en tono de advertencia

La joven rió ligeramente y se dejó caer hasta apoyar su cabeza suavamente en el hombro de su amigo, perdiendo su vista en la linea del horizonte.

- Acostúmbrate, mi querido amigo, a partir de ahora eres importante. Todos te conocerán y tu nombre será alabado por las canciones de estas tierras, como el gran capitán que guió a los ejércitos del Mar a la Victoria sobre las Sombras.

El elfo comenzó a reir y Listel le miró incrédula

- ¿Qué te hace tanta gracia?¿Acaso no me crees?

- No, si creer te creo. Pero eres algo exagerada- respondió sin poder reprimir casi la risa

- ¿Exagerada?¿Exagerada yo?- exclamó ella con fingida ofensa. Pero luego sonrió- Quizás un poco

- ¿Un poco sólo?

- Oh, de acuerdo. Quizás un mucho!- la elfa se volvió a apoyar en el hombro de su acompañante. De repente, su voz sonó triste- Quizás no te lleves glorias ni méritos. Pero para mí, serás el más valiente de todos...

El silencio se hizo un momento, mientras ambos se dejaban acariciar por la brisa del mar. La elfa enlazó su brazo con el de su amigo y cerró los ojos

- Rezaré todos los días a las estrellas para que nunca te falte fuerza en el combate. Sé que ellas  me escucharán, y sé que ellas te ayudarán. Si te sientes sólo esas noches, míralas, son una gran compañía cuando tus seres queridos no están

- Me agradaría más tener otra estrella con la que poder estar

Listel sonrió tímidamente y se apretó un poco más contra el elfo. La brisa era fresca, y el ligero vestido blanco que llevaba no era lo suficiente grueso como para darle demasiado calor

- Volverás, verdad Arenor?

El elfo la miró sorprendido con aquella pregunta y se encontró con una mirada gris llena de lágrimas y miedo. ¿Volver? Nunca había llegado a plantearse eso...

- Listel...

- Promete que volverás

Arenor la volvió a mirar un momento. No podía prometerle eso. No podía hacerlo, pues estaba fuera de su alcance el cumplirlo. Ahora, con aquella pregunta planteada tan inocentemente, las dudas le asaltaron. Iba a irse a pelear... a luchar... sabiendo que corría el riesgo de perecer y abandonar todo aquello que tanto amaba?... El Mar de los Puertos Grises, su familia... y Listel... Su amiga... su eterna aliada... la dueña de su corazón.

"No, no ahora! La Batalla es importante para ti, no lo es? Has entrenado durante toda tu vida para este momento, para asegurar la libertad de los tuyos... Hace unos días no te importaba perder la vida por ellos, por qué ahora te asaltan las dudas?"

- ¿Arenor?¿Arenor, estás bien?- preguntó Listel zarandeándole por el hombro, sacándolo de sus pensamientos

El elfo guardó silencio un momento. Ahora no había marcha atrás, tenía que partir y dejarlo todo, con la esperanza de que lo volvería a recuperar. Pero... y si moría? Y si no volvía? ... Listel... ella... Maldita niña! ¿Por qué tenía que preguntar eso ahora? Su corazón gritaba en dejar salir todo lo que escondía, pero no... No ahora. No hasta que volviera. Sería fatal para él en la batalla... sería fatal para ella si no conseguía regresar...

- Arenor, escúchame... Necesito decirte algo...

Listel se arrodilló delante de él y tomó sus manos entre las suyas nuevamente. Arenor miró sus manos un momento y luego levantó su vista a los ojos grises de su amiga. Y lo que vio allí, no le gustó nada... lágrimas

- Listel, amiga... no...- comenzó diciendo mientras soltaba las manos para secarle las lágrimas

Pero la elfa tomó las manos suyas nuevamente y negó con la cabeza.

- No. Espera Arenor... hay algo que debes saber... algo que necesito decir antes de que te vayas

"No, Listel... sea lo que sea... ahora no..."

- Sé... sé que hemos sido amigos durante mucho tiempo y que no ha habido secretos entre nosotros, pero... pero hay uno que nunca supiste... Uno que no tenía intención de decirte, pero... pero necesito... yo...

Las palabras se trababan en la voz de Listel y ella guardó silencio. Las palabras no le iban a ayudar en ese momento, necesitaba decirlo todo, de una vez... y que mejor manera que haciéndolo que dejando hablar al culpable de todo aquello.

Tomó una de las manos de Arenor y la depositó suavemente sobre su corazón, manteniendo sus manos con ella. Miró al elfo a los ojos y sacó valor del último rincón de su alma. Los ojos azules de Arenor pedían una explicación.

- Es tuyo

"¡¿Qué?! No, Listel... no... así no..."

- Mi corazón es tuyo. No sé desde cuando lo encantaste... pero... yo... necesitaba decírtelo, nada más. Sé que no es un gran consuelo pero... en la batalla, estará contigo... mi amor y mi alma...  y... - las lágrimas comenzaron a resbalar sin piedad por su rostro- si sólo supieras... estoy tan feliz de que por fin hallas cumplido tu sueño... pero tan triste porque tu sueño te aleja de mí y...te necesito tanto a mi lado...

- Listel, por favor...- suplicó el elfo mirandola a los ojos- No ahora... sabes que no me hará ningún bien que...

La mirada de Listel en ese momento le dejó sin habla.

- Promete que regresarás, Arenor... que regresarás a mi lado cuando todo termine...

Arenor asintió con la cabeza y trató de abrazarla, pero ella se apartó y le miró con dureza

- No! No me sirve así. Necesito que lo prometas, que lo prometas por lo que más ames o quieras, por lo que tenga más valor para ti. Me da igual lo que sea, pero necesito oirlo de tu voz...

- Listel, no puedes forzarme a ello, y tú lo sabes... No me hagas prometer algo que no depende de mí para cumplirse...

La elfa rompió a llorar y se encogió sobre si misma. Arenor se apresuró en tomarla entre sus brazos y abrazarla. Poco le faltaba a él también para llorar.

- Escúchame, Listel.- le susurró- No sé lo que me depara el destino, pero juro que haré todo lo que esté en mi mano para volver a ti. No puedo prometerlo, pero juro que lucharé por ello

La elfa se separó un poco y le miró a los ojos con esperanza

- En serio?

- Ajá...- le respondió Arenor mirándola con ternura

Y sus ojos quedaron prendados. Y poco a poco, el elfo se fue inclinando sobre ella, cerrando los ojos, abandonándose a la fragancia de Listel... pero no fue sus labios con lo que precisamente topó su boca

La mano de la elfa se interponía entre ellos, y una mirada llena de alegría, contrastada por las aún existentes lágrimas, acompañaban a una sonrisa que ni la misma elentari hubiera podido dibujar en el cielo

Listel negó con la cabeza retirando su mano, y abrazándose a él. Dejándose acunar por sus brazos y la brisa del mar

El elfo rio con ganas, comprendiendo el trato que acababan de pactar. Si quería tenerla, si quería su beso, el sello de su amor... tendría que regresar.

En su corazón no había lugar a más dudas: aunque tuviera que enfrentarse al Señor Oscuro y sus tropas él solo, regresaría. Volvería aunque los Valar se opusieran a ello. Volvería a su pequeña aldea, a su casa en Eryn Vorn, donde el bosque y el mar se daban la mano... y una vez allí, reclamaría de los labios de Listel, su merecido premio.

((Continuará...))

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