Capitulo 4
Llevaba un día allí y ya estaba deseando volver a su casa, las cosas con Ron, se habían solucionado, pero con Harry todo seguía igual o peor, ella había llegado a la conclusión de que simplemente ignoraba su presencia, como si no estuviera allí, da igual que le hablara directamente o que se metiera en su conversación, el siempre hacia que no existía. Estaban terminando de comer cuando Ginny llego, cuando la vio se levanto corriendo a abrazarla, ella se lo devolvió, bueno al final uno de sus amigos si la recibía bien.
- ¿Pero porque lloras tonta?
- Es que me alegro mucho de verte Hermione no sabes como te he echado de menos.
- Y yo a ti. He pensado en ti todos los días, deja de llorar, que vas a conseguir que termine yo echa un mar de lágrimas.
- Tienes que contarme todo lo que has hecho en estos años. ¿Sales con alguien? – las dos chicas se dieron cuenta que todas las miradas estaban posadas sobre ellas, esperando la respuesta – vamos a mi habitación, tengo que...
- Deshacer el equipaje – siguió Hermione.
- Si, eso justamente – las dos subieron corriendo hacia el cuarto. Ron se levanto de su asiento disimuladamente.
- ¿Ron donde vas? – le pregunto su madre.
- Eh.. A ayudar a deshacer el equipaje.
- De eso nada siéntate ahí. Déjalas solas.
- Cuéntame ¿Con Nevile, como fue eso?
- No lo sé, sé que es raro, pero es muy tierno, cariñoso, esta siempre pendiente de mí, no sé como explicarlo. Me hace feliz
- Me alegro mucho por ti, de verdad. Se ve que le quieres mucho.
- ¿Y tu, sigues sola?
- Si, así estoy bien. No puedo cargar ahora mismo con una relación. El campamento me quita mucho tiempo y no hay mucha gente que le guste vivir perdido en una montaña.
- Ya te entiendo ¿Cómo te han tratado estos?
- Bueno tu hermano, al principio solo esperaba el momento que abriera la boca para atacarme, pero he hablado con él y creo que lo hemos solucionado.
- ¿Y Harry?
- Él es un caso aparte, ni siquiera me habla, el solo ha decidido que no existo, pasa a mi lado como si fuera un mueble mas de la casa.
- Bueno yo no sé que decir, se le pasara seguro, sabes que es muy bueno. A mí me deja su casa para la boda, es muy grande.
- En el fondo sé que yo tampoco me porte muy bien con él, supongo que me lo merezco.
- Sabes lo que debemos hacer, una noche de chicas.
- ¿Una noche de chicas?
- Si, unas compañeras de trabajo, me comentaron el otro día que los muggles cuando se van a casar organizan despedidas de solteros, así que yo quiero una. Nos ponemos guapas y tu y yo salimos a cenar y a un bar de música que han abierto que esta muy bien, o eso me han dicho porque nunca he ido – Hermione sonrió al ver a su amiga tan emocionada.
- De acuerdo, lo haremos, saldremos y nos divertiremos- pasaron el resto de la tarde escogiendo ropa para salir, Hermione se lo pasaba muy bien, hacia mucho tiempo que no salía a divertirse y le apetecía mucho. A las nueve ya estaban listas para irse, bajaron las escaleras, riéndose sin parar, y al llegar al final, todos ya las estaban mirando. Ginny se había puesto una minifalda de color negro y una camiseta de tirantes un poco escotada roja. Hermione también llevaba una minifalda pero vaquera y un palabra de honor azul celeste.
- Estáis guapísimas – les dijo la señora Weasley.
- Si –dijo George – estáis que rompéis. Vais a ser un peligro las dos solas por ahí.
- Si –gruñe Ron- no os parece que esas faldas son muy cortas.
- Son minifaldas Ron, tienen que ser así.
- Pues no me gustan – Hermione le abrazo por detrás y le dio un beso en la mejilla - ¿y esto a que viene?
- Por seguir siendo como siempre.
- Me da igual lo mimosa que te pongas, sigo pensando que eso – dijo señalando su falda – es demasiado corto.
Ginny se reía mirando la escena, pero también miraba a Harry que no apartaba la vista de Hermione, lo había notado desde el primer momento en que bajo él ultimo escalón, vio como la mirada de el subía desde sus piernas hasta su rostro.
- ¿Cómo vais a ir? – les pregunto Fred.
- Con polvos flu, porque no tenemos un alma caritativa que tenga un coche y nos lleve hasta el restaurante – decía Ginny mientras miraba a Harry con carrita de cachorrito- y es una pena porque seguro que nos manchamos – él sonrió mientras la miraba, sabia perfectamente que no se iba a negar, nunca lo hacia, daba igual lo que Ginny le pidiera que el siempre terminaba cediendo, la quería muchísimo, siempre había estado muy unido a la familia Weasley, pero desde que acabo la escuela pasaba mas tiempo allí que en la casa que se había comprado.
- Si, es una lastima – le contesto él sonriendo aun más – porque la ceniza mancha mucho que pena.
- Harry – le llamo mientras le ponía pucheritos.
- Anda cielo acercaras, no me gusta que anden solas por ahí, se me hace tarde, que yo voy a salir con vuestro padre a un cine muggle y luego nos quedaremos a dormir en la ciudad. Acuérdate – le dijo a su hija – de que mañana vamos a ver ese vestido que quieres para tu boda.
- Camina anda, camina, si es que té pasas la vida pidiendo, eres una niña mal criada.
- Gracias – le dijo mientras le daba un beso – gracias, gracias – mientras se dirigieron al coche los tres.
- Solo lo hago porque me lo pide tu madre.
- Mentiroso
Ginny se subió corriendo en el coche en la parte de atrás, Hermione la hubiese matado en aquel momento, se sentó y la miro, ella solo le sonrió inocentemente, se sentó bien cuando él arranco el coche, se puso el cinturón de seguridad y miro al frente.
- Sabes Harry, Hermione en el campamento tiene caballos ¿tu sabes montar a caballo?
- No, no sé.
- Pues seguro que ella te puede aprender – ninguno de los dos dijo nada – a que sí Hermione.
- Claro – pero él seguía sin contestar, no seria una labor fácil, pero ella tampoco se rendía tan fácilmente.
- ¿Quieres tu aprender Harry? – el la miro por el espejo, le estaban entrando ganas de ponerle una mordaza.
- No lo sé Ginny. Tampoco es algo que me importe mucho.
- Pues a mí me gustan los caballos, pero nunca monte en ninguno, Hermione podría aprendernos a montar a los dos.
- Yo prefiero montar otro tipo de animal – le soltó él. Vale la cosa no iba bien estaba claro, pero ya pensaría algo, esos dos no se le iban a escapar. El las dejo a la puerta del restaurante – Ginny si quieres puedo venir mas tarde a búscalos, para que no andéis solas de noche.
- No te preocupes, luego volveremos con polvos flu, además seguro que llegaremos tarde.
El se quedo esperando hasta que las vio entrar dentro del restaurante y luego se fue.
Se rieron mucho durante toda la cena y al final de ella se reían aun más, habían bebido demasiado vino, llegaron al bar, había mucha gente y la música estaba muy bien, fueron hacia la barra y Hermione pidió dos tequilas.
- ¿A qué sabe? – le pregunto Ginny.
- No tengo ni idea, nunca lo he bebido – le contesto mientras lo bebía de un trago, la otra la imito.
- Agh sabe horrible.
- Sí. Pedimos otro.
- Vale.
Después de tres tequilas, se fueron a la pista de baile, a bailar como locas, se reían sin parar mientras se movían al ritmo de la música. Cuando pusieron una balada un chico se acerco a Ginny para sacarla a bailar y ella acepto, por bailar no pasa nada, le susurro a Hermione, esta se iba a sentar, pero alguien le agarro la mano y tiro de ella, se quedo pegada a un cuerpo.
- No esperaba encontrarte aquí Granger- vale ya se le había estropeado la noche.
- Permíteme decirte lo mismo – le contesto mientras se intentaba separar de el.
- Vamos Granger solo es un baile, tanto miedo me tienes.
- No te tengo miedo Malfoy no te confundas.
- Pues baila conmigo – no tenia mucha mas alternativa en esos momentos y además hacia mucho que no bailaba con nadie, así que se dejo llevar – estas muy guapa, me encanta como té queda esa camiseta – le dijo bajando la vista a su escote- ¿Cómo es que os han dejado salir solas a la pobretona y a ti?
- Bailar Malfoy, no conversación.
- Hueles muy bien lo sabias – Hermione levanto la vista y vio a Ginny mirándola preocupada – aunque tal vez te has pasado con el alcohol, ¿no estas acostumbrada? – sintió el aliento de el en su cuello, y pequeños besos, iba dejando un rastro de ellos hasta que llego a sus labios, se intento alejar, pero él subió la mano de su cintura a su espalda apretándola mas contra él, por acto reflejo subió su rodilla pero el la paro con una mano, eso le dio la oportunidad para soltarse cerro su mano y con todas sus fuerzas le dio un puñetazo en la cara, el quedo en el suelo tendido y sorprendido. Ginny le cogió la mano y echo a correr arrastrándola a ella.
