- ¿Qué hora es? – Ron miro de nuevo su reloj.

- La una y cuarto cinco minutos mas que la ultima vez que preguntaste. Te puedes concentrar en el juego, así no me vas a ganar nunca.

- Estoy concentrado en el juego, lo que pasa es que no sabia que no se podía preguntar la hora.

- ¿La hora? Vale, me has convencido, es solo por saber que hora es, no tiene nada que ver con Hermione.

- Pues a no ser que lleves su reloj, no, no tiene nada que ver.

- Bien, ya te he dicho que me has convencido.

- ¿Quieres decirme algo?

- No, para nada. Si tu eres idiota es tu problema no el mío.

- ¿Y eso a que viene?

- A nada amigo, a nada. Pero espero que te des cuenta que después de la boda se va a ir, y esta vez puede que no vuelva.

- No me importa lo que haga, a lo mejor es a ti a quien le importa. Ya sabes con esos abracitos tan tiernos que os dais.

- ¿Celoso? Pues te aguantas.

- No son celos, pero pensé que tu también estabas enfadado con ella, solo eso.

- Y lo estaba y mucho. Pero me senté con ella y lo hable, intente comprender sus razones y sigo sin estar de acuerdo con lo que hizo, pero no le puedo guardar rencor para siempre.

- Por que tu siempre te has dejado ablandar por ella.

- No es cierto y lo sabes. ¿Además es mejor lo que tu haces? ni siquiera le hablas.

- No tengo nada que decirle.

- Si que tienes. No puedes pasarte la vida haciendo como que ella no esta.

- Si que puedo ¿Acaso no lo ves? No tengo nada que decirle. No me voy a dejar engatusar como tu.

- Mira yo lo único que hice fue recuperar a mi amiga. Tu puedes hacer lo que quieras, aunque si quieres mi opinión, deberías hacer lo mismo que yo.

- No es lo mismo, tu no sabes lo que ella me hizo.

- No,  no es lo mismo tienes razón, de mi no se despidió.

- Ni de mi tampoco.

- Si que lo hizo, la ultima noche en Hogwarts, fue una despedida, yo me di cuenta después, pero si lo piensas tu también te darás cuentas – Harry miro sorprendido a su amigo, nunca le había contado lo que había pasado.

- ¿Lo has sabido todo este tiempo?

- Sí. Si os insonorice la cama, por favor podíais haber despertado a todo Hogwarts con los... – no termino de hablar, porque de la chimenea acababa de salir un cuerpo que cayo pesadamente al suelo - ¿Hermione? – antes de que ella contestara, Ginny caía sobre ella, las dos se quedaron en el suelo riéndose llenas de cenizas - ¿están borrachas? – le pregunto a Harry, el otro se encogió de hombros como toda respuesta. Ron las ayudo a levantarse, pero aun así no paraban de reír – bajar la voz vais a despertar a toda la casa.

- Ron – le llamo Harry – no hay nadie más.

- Da igual. Venga subir a dormir que menuda lleváis.

- No  - contesto Ginny – yo quiero bailar mas.

- Pero mejor solas – añadió Hermione.

- Si – Ginny se volvía a reír de nuevo, se tuvo que sentar porque si no sabia que se caería – estoy algo mareada.

- Yo también – Hermione estaba apoyada en la mesa y se movía de un lado a otro, Harry que la veía, estaba viendo que si seguía así se le caería encima, pero no fue así, ella se fue al lado contrario y la tuvo que sujetar para que no se fuera al suelo – gracias – le miro – anda pero mira quien es Ginny, si es Harry yo monto otra clase de animal – la otra chica se rió de nuevo – no deberías cogerme, porque si lo haces, no puedes seguir fingiendo que no estoy aquí.

- Vete a dormir Hermione.

- Ay que me da algo – grito poniendo su mano donde el corazón – me ha hablado – se giro hacia los otros – lo habéis oído, me ha hablado. Ten cuidado Potter no vaya ser que al final me digas algo agradable.

- Yo me voy a dormir – Ginny se puso en pie y fue tambaleándose hasta las escaleras, subió el pie para comenzar a subir y se fue de frente.

- Menos mal que mana no esta en casa – Ron la levantaba – porque menudo disgusto le habrías dado – le cogió un brazo y la agarro por la cintura.

- Si es que en el fondo mi hermano es un santo – añadió mientras le revolvía el pelo -  ¿Hermione vienes?

- ¿Es que no estoy subiendo las escaleras?

- No – le contesto Ginny

- ¿No me estoy moviendo?

- No.

- Oh vale. Pues ya voy  - se bamboleo y se cogió el pasamanos – llegue – grito, intento subir un pie al escalón, pero le era imposible, ese peldaño tenia algo en contra de ella, no se paraba de mover – quieto. Ya casi lo tengo – Ron le dirigió una mirada a Harry.

- Esta bien – contesto el otro levantándose y sujetándola a ella.

- Suéltame – le chillo – no necesito tu ayuda.

- Deja de decir estupideces – le cogió la mano, pero la soltó al instante al oír el grito de dolor de la chica, se la volvió a sujetar peor esta vez suavemente - ¿cómo te has hecho esto? Esta hinchada.

- Le pego un puñetazo a Malfoy – contesto Ginny haciendo el amago de pegar uno al aire, cosa que hizo que Ron la sujétala mas firme al ver como casi cae de nuevo.

- ¿A Malfoy? – Ron dejaba a su hermana sentada en la escalera e iba a examinar la mano de Hermione - ¿Porque?

- Sé lo merecía – dijo ella – es un pesado.

- A Malfoy le gusta Hermione – Ginny reía de su propio comentario – es repugnante. La beso y ella le pego que risa.

- Si, me tiene harta dos días seguidos encontrándomelo es demasiado, además que se cree irresistible.

- Hombre no se puede negar que esta muy bien – le dijo Ginny.

- Si vale es verdad – los dos chicos las miraban sin poder creer lo que oían – pero es un pedante, puedes creer que ayer en el callejón Diagon me hizo lo mismo.

- ¿Cómo que ayer? – Harry le levanto la barbilla obligándole a verle.

- Me encantan tus ojos – por un momento el se dejo llevar por la mirada de ella y sonrió durante unos segundos.

- Me alegro – le contesto fríamente - ¿Ayer en el callejón te encontraste de nuevo a Malfoy?

- Si cuando fui a comprar tu regalo – señalo a Ginny.

- ¿Qué me has comprado?

- Ya lo veras, es una sorpresa.

- Anda dímelo.

- Dejar eso – grito Harry - ¿Qué te dijo?

- Tonterías sobre que no escapara de el, yo le pregunte que quería y el imbecil me contesto que a mi.

- Harry ¿Dónde vas? – le llamo Ron.

- ¿A dónde crees?

- Ni se te ocurra, seguro que el ya no esta allí.

- ¿En donde?¿Quien?

- Ginny cállate. Harry escucha, no vale la pena y lo sabes, que vas a hacer.

- No lo se, pegarle hasta que se le caiga toda la gomina del pelo.

- ¿Por que? – Harry giro.

- ¿Por qué que?

- ¿Porque le quieres pegar?

- ¿Que quieres decir?

- Lo sabes.

- Por que no tiene derecho a tratarte así.

- Tu lo haces. Me duele mas la manera que tu me tratas que cualquier cosa que el haga o diga.

- Como se supone que te tengo que tratar, me dejaste Hermione, lo recuerdas.

- Que quieres que te diga, que lo siento que no es así como lo había planeado que en todo este tiempo no he podido de dejar de pensar en ti, que lloraba todas las noches hasta quedarme dormida porque cuando  me giraba en la cama tu no estabas conmigo, es eso lo que quieres escuchar. Dímelo y te diré lo que quieras. Pero por favor vuelve a ser mi amigo, no soporto que no me hables.

- ¿Por qué querías que estuviera en tu cama? – Ron le puso la mano en la boca a su hermana, la levanto y se fue con ella al piso de arriba.

- No tienes derecho a pedirme que haga como si nada hubiera pasado.

- No es eso lo que te pido, solo quiero que me vuelvas a hablar, odio que me ignores.

- Y yo odio lo que hiciste.

- Lo se. Puede que cometiera un error, pero era lo que tenia que hacer. ¿No lo entiendes?

- No, no lo comprendo. Llevo tanto tiempo intentando entenderlo que ya no me importa, te quería Hermione hubiese dado lo que fuera por ti. Pero ahora ya no quiero que me digas nada, porque ya no me interesa escucharte. No me importa si quieres vivir con tus caballos o con quien demonios quieras porque  yo solo siento indiferencia hacia ti

- Bien, pues si así están las cosas, no creo que debamos seguir hablando – subió las escaleras, antes de llegar arriba tropezó tres veces, pero ella seguía intentando mantener la dignidad, entro en el cuarto de Ginny, estaba sobre su cama con la ropa puesta durmiendo. Se descalzo se quito la ropa y se puso el camisón empezó a golpear la almohada con los puños y enterró su cara en ella para que nadie la oyera llorar.