Capitulo ocho.

Toda la casa estaba en ebullición, iban de un lado a otro corriendo preparando los últimos detalles para la celebración, Ron, Harry, el Sr. Weasley y sus hijos, esperaban afuera de la habitación de Ginny, Hermione ayudaba a la señora Weasley a vestir a la chica que estaba muy nerviosa y más aun se puso cuando las avisaron de que los invitados estaban empezando a llegar.

- Ginny quieres espabilar – le dijo Fred desde afuera de la habitación – Neville lleva diez minutos esperándote, le va a dar un ataque.

- Ya vamos – le contesto Hermione saliendo por la puerta – bueno estamos listas, señores permítanme que les presente a Ginny Weasley, futura señora de Neville Logbottom – todos se quedaron con la boca abierta cuando la vieron salir, llevaba un vestido muggle de novia, de color crema.

- Ya esta vuelve a entrar ahí – le dijo George – por favor eres demasiado para él, ya esta no te casas – Ginny sonrió ante la respuesta de su hermano mayor.

- No te rías – siguió Fred – no es una broma. Mama díselo tu, dile que no se puede casar.

- Dejar de decir estupideces los dos, claro que se va a casar.

- Pero mama – añadió George – que es Neville... - Ginny miro a sus hermanos y los abrazos a los dos.

- Os quiero mucho – los gemelos le respondieron a su abrazo – pero  aun así – dijo con una sonrisa – me voy a casar con Neville.

- De acuerdo – sentencio Fred – pero si tu vez que a mitad de la boda cambias de opinión nos haces una señal y salimos pitando.

- Trato echo – les contesto la chica.

La ceremonia fue muy bonita, la señora Weasley lloro todo el tiempo junto a la abuela de Neville, el señor Weasley no quitaba los ojos de encima de sus hijos gemelos, Bill estaba a un lado de ellos y Charlie estaba al otro, los dos preparados para detener a sus hermanos si comenzaban a hacer alguna de sus bromas.

- No puedo creer que Malfoy se atreviera a venir – comento Ron – no pensé que aceptaría, Neville solo le dio la invitación porque es compañero de trabajo de el en el ministerio, pero dudo que el mismo pensara que iba a venir – Hermione miro a Malfoy que le sonrió cínicamente.

- Es por que se cree mas que nadie, ya sabes como es, "soy supermalfoy yo puedo con todo". Lo mejor es ignorarle, si te dice algo no le haces caso y en paz, no querrás arruinarle la boda a tu hermana.

- Claro que no, pero si se mete conmigo tendré que defenderme.

- Hermione tiene razón Ron, seguro que nos dirá algo para molestarnos, siempre lo hace, si le sigues la corriente es peor.

- De acuerdo. Pero si me golpea el antes, tendré que defenderme – añadió mirando a sus amigos.

- ¿Por qué te iba a pegar? – le pregunto Hermione.

- Vete tú a saber, para mí que esta loco – contesto el otro subiendo sus hombros.

- Tú si que estas loco – le contesto Harry.

Todo el mundo estaba feliz, había venido mucha gente, Hermione saludo a Remus Lupin el que fuera su antiguo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y a Hagrid en cuanto los vio, Dumbledore y la profesora McGonagall, no habían podido asistir, el profesor Snape, había rechazado la invitación, cuando sonó la música los novios salieron a bailar, Neville no paraba de pisar a Ginny y pedirle perdón, pero aun así esta se veía muy feliz.

- Hermione – le dijo Fred – baila conmigo venga – le tiro de la mano y la saco a bailar, mientras Ron sacaba a Luna que también había venido a la boda.

- Señora Weasley seria un honor que bailara conmigo – le dijo Harry con una reverencia.

- Que tonto eres – le contesto ella riéndose y congiendo la mano que él le ofrecía. Harry podía ver a Malfoy sentado en una mesa con la vista fijada en Hermione, no apartaba la vista de ella nada mas que para mirarlo a él y poner una sonrisa burlona en su rostro, en ese momento recordó una conversación que había tenido con él en Hogwarts.

- Voy a la biblioteca. ¿Os veo después del entrenamiento a ti y a Ron en la sala común?

- Claro, en cuanto terminemos iremos para allí – la vio alejarse con la mochila y sus libros en la mano.

- No se puede negar que Granger sé a puesto muy bien – le dijo una voz que arrastraba las palabras.

- Déjame en paz Malfoy.

- Venga Potter, ni siquiera tu puedes cerrar los ojos a eso, esta muy bien.

- Olvídame – Harry se giro para irse.

- A mi no me importaría hacerle un favor a la sangre sucia – Harry lo jalo de la túnica y lo estampo contra la pared.

- Nunca, me oyes, nunca, te acerques a ella, es demasiado para ti.

- ¿Que pasa Potter – le contesto soltándose de el – tienes miedo de algo de competencia?

- ¿Competencia tu? Si no te puede ver delante Malfoy te odia.

- Eso ya lo veremos porque yo siempre obtengo lo que me propongo. Y quitártela a ti delante de tus narices será toda una experiencia – le termino diciendo mientras se iba.

Y aun cuando habían pasado ya varios años, el no parecía habar cambiado de opinión, Harry sabia que la única razón por la que Draco Malfoy se fijaba en Hermione era para molestarle a el.

Pero Harry no era el único que se lo había notado, Fred que bailaba con ella, también se había dado cuenta de la mirada de Malfoy, cosa que no le gusto en absoluto.

- ¿Qué demonios mirara Malfoy? – dijo entre dientes.

- Estará pensando en alguna manera de molestarnos Fred. Seguro que fue por eso por lo que vino a la boda.

Ya había caído la noche, algunos de los invitados se habían retirado, pero otros seguían allí y esperaban hacer durar la fiesta por horas. Hermione, se había alejado del bullicio acercándose a la piscina, para tener unos minutos de tranquilidad antes de seguir.

- Granger, Granger, Granger – cuando oyó esa voz, supo perfectamente de quien era sin tener que darse la vuelta.

- Malfoy, Malfoy, Malfoy. Porque no le haces un favor al mundo y té suicidas.

- Nunca te haría eso. Sé que tu sin mí morirías.

- Puede ser, de felicidad – le contesto ella irónicamente.

- La felicidad la tienes cuando estoy cerca de ti – le contesto sonriendo.

- Claro tu cercanía me alegra el dia, lo que pasa es que nunca me doy cuenta de ello que lastima de verdad – le dijo ella sarcásticamente.

- Lo sé, aunque lo disimules – le dijo acercándose a ella.

- Porque no vuelves a la fiesta y me dejas en paz – le contesto ella retrocediendo.

- Porque prefiero estar aquí contigo.

- Y que yo ni siquiera te quiera ver delante de mí... ¿Te da igual?

- Vamos Granger, los dos sabemos que estas mintiendo.

- Claro que tu simple presencia me produzca nauseas es porque en el fondo soy masoquista y disfruto con ello.

- Tú lo has dicho – cada vez estaba mas cerca de ella, pero ya estaba harta de escapar de el, se quedo inmóvil mientras el solo estaba a milímetros de ella - se me a ocurrido una idea que te parece si lo hacemos aquí en la piscina de Potter, a el seguro que le encantaría.

- Seguro, estaría hasta emocionado, lo que pasa es que yo todavía no he caído tan bajo como para acostarme contigo Malfoy – pudo ver que no le gusto la contestación en sus ojos que irradiaban ira.

- Creo que no me estas entendiendo – le dijo él con furia – te estoy dando la oportunidad de estar conmigo.

- Hermione te estaba buscando – George salía de las sombras en ese momento – vas a bailar conmigo ¿verdad? – le lanzo una mirada asesina al rubio mientras se acercaba a ellos.

- Claro que si – le dijo con una sonrisa – y Malfoy creo que si alguien no lo entiende eres tu – le contesto empujándole haciendo que el rubio cayera en la piscina, George no paraba de reírse, Hermione le cogio la mano y tiro de el  de nuevo a la fiesta – menos mal que apareciste ya estoy mas que harta de aguantar a Malfoy.

- No fue casualidad, no té a dejado de mirar en todo el día, así que cuando vi que él salía de la fiesta y no te vi, decidí buscarte. Pero ya he podido comprobar que no necesitabas mi ayuda.

- Si la verdad es que a sido estupendo, prefiero que me insulte que tenerlo pegado a mi todo el tiempo, me esta empezando a poner nerviosa.

- Venga vamos a bailar y olvídate de Malfoy– salieron a la pista.

- Tu hermana parece muy feliz – le dijo mirando a Ginny que estaba sentada hablando con su ya marido.

- ¿Verdad que sí? – le contesto el otro orgulloso – además esta muy guapa.

- Si que lo esta – llevaban ya dos canciones cuando alguien se acerco a ellos.

- Me permites George – el aludido se dio la vuelta.

- Claro Harry toda tuya – la copio por la cintura, mientras ella apoyaba su cabeza en su hombro.

- ¿Lo pasas bien? – le pregunto él.

- Si, me divierto mucho – cerro sus ojos dejándose llevar por él, le gustaba la sensación de estar entre sus brazos de nuevo, tenerlo tan cerca, sentir su aroma – lo estoy pasando muy bien.

- ¿Te vas a ir? – ya lo había estropeado, no podía bailar sin mas, porque tenia que hablar.

- Si, mañana me iré. Tengo que cuidar mis intereses.

- Y si yo te pidiera que te quedaras... unos días más.

- No lo sé Harry. Pregúntamelo – le contesto separándose un poco de el y mirándole a los ojos.

- ¿Te quedarías conmigo aquí? – le dijo.

- ¿Un tiempo?

- Para empezar.

- ¿Para empezar? – pregunto ella sonriendo.

- Si, podemos pasar un tiempo juntos los tres, le pediremos a Ron que se quede por si tienes pesadillas.

- ¿Por qué debería quedarme?

- ¿Me vas a poner las cosas difíciles? Bueno supongo que me lo merezco – añadió con una sonrisa- quiero que te quedes por la sencilla razón de que quiero recuperar a mi mejor amiga – ella volvió a esconder la cabeza en su hombro, esa no era la respuesta que ella esperaba, pero era normal después de tanto tiempo, sus sentimientos habían cambiado y lo debía afrontar.

- Bueno esa es una buena razón para quedarme – el se quedo en silencio durante un momento.

- Si esa es buena – le dijo él soltando un suspiro - que te parece si te digo que quiero que te quedes por que incluso a mi pesar aun te quiero.

- Supongo que te contestaría que también a mi pesar yo también te quiero a ti- él le aparto la cabeza de su hombro.

- ¿Estas segura? – le pregunto muy serio – y por favor te pido que lo pienses bien antes de contestar, porque no soportaría que me dijeras de nuevo que me quieres y luego me dejaras solo de nuevo – ella miro a Ginny que reía hablando con Neville – Hermione – no sabia que decir, le quería y mucho, pero ella ahora había rehecho su vida en otro lugar, hacia tres años había tomado la decisión  de dejar todo lo que tuviera que ver con la magia atrás y el también estaba incluido y ahora no sabia que hacer. Noto como él la soltaba y se separaba de ella – tu silencio es bastante respuesta – se alejo de ella y se fue entrando en la casa, ella se quedo allí de pies sin saber que hacer.

- ¿De verdad vas a ser tan tonta? – una voz detrás de ella la sobresalto – ¿le vas a dejar ir así?

- Ron no sé que hacer – su amigo la cogio y salio fuera con ella.

- ¿Dónde esta la chica más inteligente del colegio Hogwarts? La que se pasaba la vida diciéndonos lo que teníamos que hacer, siempre con sus discursos sobre responsabilidades.

- No existe ron, de la persona de la que me hablas se quedo tras las puertas del colegio el día que salio de él.

- No lo creo, sigue ahí, solo que ha decidido escapar de todo y de todos ¿porque no la dejas salir Hermione? Vuelve a ser la de antes, estos días aquí con nosotros, no parecías tan infeliz.

- No lo he sido Ron, al contrario e sido muy feliz, pero...

- No hay peros Hermione – cogio su mano y la puso sobre su propio corazón – pregúntale a el lo que quiere hacer, lo que realmente quiere y desea. Te quiero Hermione y seguiré junto a ti decidas lo que decidas, pero quiero que sepas que creo que si te vas estas equivocada.