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Ultima chance para alcanzar la gloria

Capitulo 5: El torneo

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Los días antes del torneo deberían haber sido pura felicidad. Debería haberme levantado cada mañana para comer el desayuno preparado por un hombre que ahora podía decir con seguridad que era mio. Debería haber podido entrenar con un estudiante muy disciplinado con el que había viajado a Fuji en relativa calma. Y las noches deberían haber estado llenas de puro gozo por disfrutar el hecho de que finalmente conseguí al muchacho.

Pero vamos… Tenemos que recordar quien es el muchacho. Es Kenshin, y realmente debería haber estado sorprendida cuando la mitad de Kioto se presentó en nuestra puerta a la mañana siguiente?

"Ohayo!"

El agudo grito terminó con la paz del patio donde Yahiko y yo estabamos practicando. Rapidamente me di cuenta de quien era. Traté de abrir la puerta de una manera que pudiera evitar lo inevitable pero Misao siempre fue muy rapida para mi. Me encontre tendida en el suelo en solo segundos.

"Ohayo, Kaoru!" dijo, tan alegre como siempre.

"Misao," dije con una sonrisa. "Estas en en Tokio... con Aoshi... y Okina... y..."

Me levanté, puse a Misao en el suelo y miré al creciente numero de personas entrando en el dojo. Esperé un segundo antes de voltearme hacia donde Kenshin debería haber estado.

El ya estaba a mitad de camino hacia la casa, y pude sentir mi ceja empezando a temblar. ¿Cuándo planeaba decirme que había invitado a la pandilla completa de los Oniwabanshu aquí?

"¡Muy bien todos! Ahora, ¿dónde está el sake?"

Palidecí. Esa voz era un poco demaciado familiar, un poco…

"Hey, baka deshi… no te enseñé buenos modales? Ve a buscarme algo para beber."

Sonreí. El dia se estaba poniendo interesante, pensé, mientras sonreia al enorme hombre tras de mi.

"¿Que es esto, un circo?"

Mi alma cayó a mis pies con eso. Podía sentir el frio en el aire incluso antes de que me volviera para enfrentar a nuestro ultimo huésped.

Megumi Tanaki. Mi mayor rivel por Kenshin. Aunque segun ella, la pelea estaba terminada luego de lo de Kioto, pareció disfrutar el presionarme en los meses siguientes. Bueno, esta vez, iba a mostrarle que estaba completamente fuera de...

"¡Ken-san!" dijo, abalanzandose sobre él. Y ahí estaba Kenshin atrapado entre su shishou y Megumi, sin poder realmente hacer mucho mas que sonreir inocentemente.

"¡Hey, espera un segundo!" grité, mirándo a Megumi.

"Hmmm?" dijo volviendose  hacia mi. "¿Qué pasa?"

"Tu… tu…" intenté, descubriendo que las palabras se me escapaban en ese momento. "¡No puedes hacer eso!" finalmente dejé sentado. Genial, eso sonó simplemente genial... para una niña de 5 años.

"¿Por que no?" preguntó, pequeñas orejas de zorro asomando bajo su cabello.

Vamos, Kaoru. Solo dilo. No hay nada que esconder o de que avergonzarse... por qué diablos todo quedó en silencio de repente! Kenshin me lanzó una mirada, pero negué con la cabeza. No, yo iba a hacer esto por mi misma.

"Porque…" dije, caminado hacia Megumi y tomando la mano de Kenshin lentamente. "Porque... vamos a casarnos."

Megumi parpadeó y suspiró. "Finalmente" dijo. Y entonces hizo algo aun mas sorprendente. Me abrazó. Y el silencio se desvaneció, llenando el dojo con un sonido que había estado ausente por tantos años. Pura felicidad.

* * *

Kenshin sonrió mientras Tae y Tsubame entraban, llevando varias cajas con comida.

"Oh, mi Dios, si que estamos ocupados, ne?" dijo Tae, mirando alrededor.

Y Kenshin no pudo evitar asentir. Ocupadoas era la unica palabra que podía describir como estaban. Cuando las cosas se calmaron después de la celebración inicial, los Oniwabanshu le habían dado una mirada al estado del dojo y decidieron que mientras estuvieran ahí, bien podrían ayudar a repararlo.

Kaoru tenía dinero, muchisimo, y no dejaba de gastarlo en obtener mas materials. Kenshin se preguntaba de donde lo habría obtenido, pero por alguna razon, ella no se lo diría. Yahiko sería quien tendría que decírselo.

Solo Yahiko y Kaoru se mantenían fuera del dojo mientras las reparaciones continuaban, tratando de adaptarse a sus nuevas armaduras. Hiko los observaba desde cierta disancia, ocasionalmente gritándoles... eh, sugerencias. Y para gran sorpresa de Kenshin, Kaoru aun no lo haba íperseguido shinai en mano por todo el lugar.

Las dos chicas del akabeko estaban acomodando la comida, y Kenshin decidió hacer saber a los otros que el almerzo estaba listo. Salió del comedor y dobló la esquina encaminándose hacia la parte principal del dojo cuando de repente empezó a notar los cambios.

El hoyo del techo estaba completamente reparado, y era imposible distinguir donde había estado. La madera podrida había sido sacada y reemplazada. El crujido en las escaleras había desaparecido. El estanque del koi había sido arreglado lo mismo que el jardín que lo rodeaba.

Los Oniwabanshu no solo habían reparado los daños causados por la tormenta. Habían restaurado el dojo Kamiya hasta un estado que Kenshin nunca había conocido. Debía ser así como había sido antes de que Kaoru perdiera a su padre.

Gritó, llamando la atención de todos e invitándolos a comer. Hubo un suspiro de alivio colectivo mientras todos corrian para obtener comida. Incluso Yahiko y Kaoru parecían felices por el descanso.

Mientras ellos empezaban a sacarse sus armaduras, Hiko se encaminó hacia él, y a pesar de su impulso inicial de salir corriendo, Kenshin lo esperó. Como si realmente pudiera escapar de las torturas de su maestro...

"Estan haciendo un buen trabajo", Hiko dijo.

Kenshin asintió lentamente, sin confiarse y sin entender a donde quería ir a parar. ¿Una oración completa de Hiko sin el baka deshi? Esto iba a ser malo.

"Hai, shishou," respondió cuidadosamente.

Hiko hizo una pausa. "Vendió todas sus sedas" dijo, "O al menos eso es lo que el chico dijo." Kenshin parpadeó y miró a su maestro. "Todas, incluyendo las que podría haber usado para un kimono de casamiento."

Kenshin frunció el ceño. Era simplemente típico de Kaoru hacer algo asi. Debería haber hablado con el y entonces habrían encontrado otra manera de conseguir el dinero.

"Y como nunca seras capaz de conseguir tanto dinero," Hiko continuó, como leyendo sus pensamientos,"Sugiero que me dejes este asunto a mi."

"Shishou?" Kenshin parpadeó, "pero…"

"Sin un vestido, no va a haber boda. Sin boda, no va a haber hijos, y sin hijos yo sigo sin un sucesor. Recuerda nuestro acuerdo."

"¿Que acuerdo?"

Kenshin se congeló, sintiendo una mano familiar en la suya. Miró a Kaoru con una sonrisa inocente en su rostro mientras alcanzaba su mano su mano libre a Hiko.

"Kenshin ha aceptado darme su primogénito a mi", dijo Hiko, "para que pueda entrenar a un heredero."

Kenshin sintió el apreton en su mano y tuvo un muy mal presentimiento de que iba a pasar despues.

Hiko solo sonrió y se alejó. "Baka deshi."

* * *

La lluvia caia suavemente frente al dojo mientras Kaoru miraba los movimientos metódicos de su padre. Su cara no demostraba emoción alguna cuando él la enfrentó.

"Volveré en unos pocos meses," dijo firmemente. "Confió en que te haras cargo del dojo mientras no estoy."

"Por supuesto" dijo firmemente, poniendo el bokken en su hombro.

"Continua las clases. No quiero encontrarme con que nadie halla disminuido sus habilidades mientras no estuve."

"Los encontraras mejores de lo que estan ahora."

"Hablé con Gensai-sensei y vendrá a ver como estas de vez en cuando. Pídele ayuda si la necesitas."

"Podré manejarme por mi propia cuenta."

Su padre hizo una pausa, guardando la ultima parte de su armadura antes de cerrar su bolso de viaje. Se volvió hacia ella y la miró por un momento antes de dar media vuelta e irse.

Kaoru lo vio bajar las escaleras y dirigirse a la puerta. La armadura hizo un leve sonido, apenas audible con la tormenta de afuera. Un relámpago cruzó el cielo. Los arboles se movieron con el viento. Hubo un instante en que todo se iluminó y lo vio por un instante, por ultima vez antes de que desapareciera en la oscuridad.

* * *

Los tambores sonaban tan fuertes que pude oirlos antes incluso de entrar a la arena. Me volví hacia Yahiko, buscando alguna señal de neriosismo. Pero me devolvió la mirada con fuerza en sus ojos. Era cierto, eramos fuertes. Estabamos preparados.

Sostuve el casco con fuerza a mi lado, mirando alrededor a los otros equipos. Solo la mitad estabamos de este lado, apenas fuera del salon donde se llevaría a cabo el torneo. Eramos los elegidos por Nakamura, cuatro equipos de escuelas que estaban aprendiendo a usar la espada sin sed de sangre.

Quize sonreir a los otros, pero sabía que aunque estuviéramos siguiendo la misma filosofia, ese dia nuestros caminos iban separados, llevándonos a la victoria o a la derrota. No estabamos del mismo lado.

Hubo una fuerte explosion afuera y un hombre dio un discurso de introducción. No pude entender las palabras, pero por la manera en que los otros se movían nerviosamente, entendi que ya casi era la hora.

Cerré mis ojos y dejé que la calma creciera lentamente en mi interior hasta llegar a mi corazón. Un mes de entrenamiento y ya era hora. No había dudas en mi mente. Iba a ganar.

La fila frente a mi comenzó a moverse y le asentí a Yahiko por ultima vez antes de salir, yo iba al frente, con él siguiéndome unos pasos atrás, sosteniendo un pequeño estandarte con el nombre de nuestra escuela.

En el momento en que estuve afuera, tomo toda mi resolución que lograra continuar. La cantidad de espectadores era mucho mayor a lo que había imaginado que sería. Unas lineas definian un pequeño cuadrado en el centro que iba a servir de arena. El rugido de la multitud era completamente aturdidor, y resonó entre las paredes como un trueno. Cientos de personas estaban allí. Y yo no podía distinguir ni a una.

Pero entonces lo escuché. Y para ser perfectamente honesta, o se como alguien pudo dejar de oirlo. Miré a Yahiko, quien simplemente sacudió la cabeza divertido.

Lancé una mirada por sobre mi hombro y pude ver al grupo de Kioto, Anzu y el Akabeko que nos estaban animando ruidosamente. Un par de muchachos en la fila me miraron, y yo sonreí. Seguro muchachos, ustedes tienen al resto de sus escuelas en la multitud, con carteles y slogans, pero yo tenía algo mejor.

"¡¡PATEALES EL TRASERO KAORU!!"

Si, ese era mi escuadrón de animadores (Misao al frente, por supuesto), mis ojos brillaron cuando los miré.

Había un gran pizarron en ambos lados de la arena, y uno mas pequeño cerca de los juices. Tan pronto como los ocho equipos estuvieron en el centro, Nakamura y Watanabe vinieron a unírsenos. El estrés entre esos dos sujetos era obvio, y pensé que se habrían abalanzado uno sobre otro en busca de sus gargantas si el extranjero no hubiera aparecido tan subitamente.

Nos miró y se inclinó torpemente en una reverencia antes de volverse hacia los dos políticos. Empezó a hablar, pero en ingles, asi que no pude entender una palabra de lo que decía. En lugar de eso, estaba mas interesada en el gran numero de extranjeros que había en la arena. Podía ver hombres y mujeres japoneses muy bien vestidos, obviamente de las clases mas altas y manteniendo una buena distancia de los demas, charlando entre ellos.

"Este es el primer torneo annual de kendo de Tokio," dijo Nakamura de repente, traduciendo lo que Blackstone acababa de decir. "Las reglas son simples. El referi señalara el inicio de la partida. El primero que golpeé dos veces gana. Todos los golpes deben ser avisados de antemano o no contaran. Tendran solo una oportunidad de llamar a su segundo, asi que les sugerimos que la guarden hasta que no les quede otra opción."

"Sacaremos nombres de esta caja," Watanabe dijo, señalando una gran caja de Madera frente a él, "para determinar el orden de las primeras peleas. Desde ahí, los ganadores avanzan, los erdedores son eliminados."

La arena quedó sumida en un completo silencio mientras Blackstone se dirigió hacia la caja de madera y sacó el primer nombre.

"Shiinto Kurochiku Ryu."

Hubo cantos desde su sección de animadores mientras el titulo con el nombre era puesto en el espacio mas abajo a la derecha en los tres pizarrones de la arena.

"Kokufuu Ryu."

Hubo murmullos entre los luchadores congregados. Dos de las escuelas militares iban a pelear entre ellas en primer lugar. Y por las miradas que estaban dirigiéndose entre ellos, no había amor que perder.

"Tanaka Byakuren Ryu… Takayama Hitsuji Ryu."

Mi estomago apenas logró aguantar por los dos nombres. Seguía esperando escuchar nuestro nombre pero fueron dos escuelas mas de Nakamura. Miré a Yahiko y el me devolvió una mirada firme. Pero pude ver su mano y supe que tambien estaba nervioso.

"Suzuki Kawa Ryu. Ishikiri Ryu. Eso deja Aka Dokuja Ryu y Kamiya Kasshin Ryu como los ultimos dos equipos."

Solté finalmente mi respiración y traté de no temblar. Genial, ibamos a pelear contra el equipo llamado Sangrientas Serpientes Venenosas. Que reconfortante.

Desearía poder relatar la fuerza bruta que el luchador de Shiinto Kurochiku Ryu utilizó para diezmar a su rival. O la gracia y estilo que Takayama Hitsuji usó para vencer a su oponente. Pero estaba un poco demasiado nerviosa para hacer algo mas que mirar.

¿Que estaba haciendo ahí? ¿Iba a quedar completamente en ridículo?  ¿Era asi como Kenshin se sentía antes de sus duelos? Probablemente no. Él tenía suficiente experiencia para saber como lidiar con los sacudones de los nervios. Lancé una mirada nerviosa hacia las tribunas y encontré a mi grupo otra vez.

Él estaba ahí, mitad mirando la pelea. Si no hubiera estado tan lejos que las cosas se veían borrosas, podría jurar que se veia preocupado. Lo vi moverse y mirar hacia donde yo estaba, su cara subitamente iluminada con una sonrisa. Me sonrojé un poco y levanté mi mano en un pequeño saludo. Claro, todo iba a estar b...

Hubo un grito de dolor y el luchador de Suzuki Kawa Ryu cayó. El referi saltó, preguntándole al hombre si estaba bien, y luego de unos segundos de respirar pesadamente se paró. El hombre de Ishikiri Ryu simplemente esperó confiadamente, sosteniedo el shinai.

Yahiko y yo nos miramos el uno al otro con sorpresa y un gesto de asentimiento. Realmente queriamos que el muchacho de Suzuki Kawa ganara. No quería para nada tener que enfrentar al sujeto de Ishikiri para nada.

Y de alguna manera, a pesar del casi devastador golpe, el hombre de Suzuki Kawa ganó. Quería celebrarlo, pero de repente me di cuenta que el final de esa pelea significaba el comienzo de la mia.

Yahiko me alcanzó el casco y me lo puse, respirando profundamente para no tener un ataque de claustrophobia. No estaba lista. En verdad no estaba lista. Pero is pies se estaban moviendo, mi subconsciente tomando el control y llevándome al ring.

* * *

Kaoru miró a los dos hombres parados frente a su puerta. Gensai-sensei le lanzó una mirada antes de llevarse al bebe y a la pequeña niña de allí. El hombre se movió neviosamente, como si estar alli fuera una tortura para ellos.

Y bien debía serlo, pensó Kaoru, manteniendo alta su cabeza. Eran mensajeros que nadie quería ver. Esos soldados no peleaban, sino que traian noticias del frente a las personas que en sus casas estaban esperando y rezando y prontas a descubrir la verdad.

"Cayó defendiendo a su camarada," uno de ellos dijo, como si hiciera que las noticias fueran diferentes con eso. Le tendió una carta que ella tomó, sacando el sello oficial lentamente.

Ella no lloraría. No deshonraría su memoria llorando por eso. Tenía que ser fuerte. Tenía...

Sus rodillas tocaron el piso mientras la carta salía del papel y entraba en su mente. La suciedad se pegó a sus rodillas. La carta se abolló en su mano. Se mordió el labio con fuerza para evitar que los sollozos escaparan incontrolablemente, rompiendo la piel y saboreando la sangre en su boca.

Los hombres se fueron tan pronto Gensai  les indicó. El podía hacerse cargo a partir de ese momento, les dijo sin palabras, arrodillándose junto a ella y pasando un brazo por sus hombros.

"El dijo que volvería," dijo Kaoru, tragándose los sollozos y manteniendo su rostro firme. "Dijo que solo serían unos pocos..."

Gensai nunca dijo una palabra, sabiendo que no había nada que decir. No importaba que tanto pelearan, Kaoru había tratado con tanto esfuerzo de entrar en su corazón. Y ahora él no estaba.

"¿Que voy a hacer?" preguntó, mirándolo. "¿Qué se supone que haga sin él?"

"Sobreviviras, Kaoru," dijo Gensai.

"¿Como? Sin el, como voy a manejar la escuela? Como voy a..."

"Kaoru," dijo Gensai firmemente.

"El me dijo que me ayudarías. Tienes que ayudarme..."

Gensai hizo una pausa por un momento y luego sacudió su cabeza. "Kaoru, tu padre nunca me pidió que te ayudara."

Kaoru lo miró. "Pero... el dijo..."

"El no necesitó pedirme. Porque sabía que eras lo suficientemente fuerte para maneja cualquier cosa que pasara mientras él no estuviera. El sabía, como yo se, que eres mas fuerte que cualquier cosa que pueda pasar, incluso esto."

* * *

"¡CABEZA!" grité avanzando y descargando mi golpe en el casco del luchador. Me congelé por un momento, la armadura elevándose y callendo contra mi pecho. El referi se acercó y miró a los jurados.

Asintiendo con la cabeza, tomó mi muñeca y la levantó.

"Victoria para Kamiya Kassin Ryu. Avanzan hacia la proxima ronda."

Escuché el grito tras de mi, pero me incliné hacia mi oponente primero. Me sonrió y se inclinó levemente para luego marcharse. Le devolví la expresión. Fue una buena pelea. Corta, rapida, pero muy tensa. Habiamos estado muy parejos, cada uno había conseguido un golpe, pero yo logré lanzar el final en el ultimo segundo.

I heard them screaming behind me but I bowed to my opponent first. He smiled at me and gave a short nod as he turned away. I returned the expression. It was a good fight. Short, quick but very tense. We had tied in the first two minutes, each scoring a strike against the other but I had managed to pull that final strike at the last second.

Me volví y me dirigí hacia Yahiko, finalmete saludando a mi pequeña escuadra de animadores y ganando unos gritos mas de apoyo. Yahiko me miró con una sonrisa.

"Buen movimiento," dijo.

"Gracias," logré articular, antes de caer al suelo para recuperar mi respiración. "El próximo será..."

Me corté, viendo a un hombre encaminarse hacia mi. Yahiko se puso tenso, pero me paré y lo alcancé a la mitad de su camino.

"Suzuki, de Suzuki Kawa Ryu," dijo, inclinandose levemente.

"Kamiya, de Kamiya Kasshin Ryu," le respondí con una reverencia.

"Kamiya-san," Suzuki dijo en voz baja. "Necesito mas tiempo para recuperarme de mi primera pelea."

"Sé a que se refiere," respondí, "Pero las reglas dicen que no puede haber demora entre las partidas."

"Lo se."

"¿Que hay sobre su Segundo?" pregunté.

Suzuki no contestó, sino que miró hacia su banco. Allí había un pequeño niño, de no mas edad que Yahiko. "No puedo ponerlo contra usted."

Vi la semejanza. Suzuki había llevado a su hijo. Su situación era como la mia. Nuestras escuelas eran básicamente familiar y no teniamos muchos estudiantes.

"Todos mis demas estudiantes son niños," dijo. "Nuestra escuela solo está empezando. Haré un esfuerzo para enfrentarla. Solo quería que supiera la razón de..."

Levanté mi mano. "Llame a su segundo."

Frunció el cejo. "Pero el no puede..."

"Confie en mi," dije. "llame a su segundo."

Suzuki hizo una pausa y me miró para luego mirar al banco. Asintió firmemente y volvió a su asiento Yo volví con yahiko y me senté en silencio durante mi breve descanso entre las rondas.

El luchador de Shiinto Kurochiku Ryu ni siquiera sudó. Era el mas fuerte de todos los que estabamos allí, eso era obvio. Y a pesar de tener una gran velocidad, Takayama Hitsuji Ryu no pudo vencerlo.

Llamaron a mi proxima ronda y me paré. Miré a Yahiko con una mirada que decía preparate. El me miró confuso pero me volví antes de que pudiera preguntar algo. 

Suzuki y yo caminamos hacia el centro del campo y nos inclinamos el uno frente a otro. El referi estaba camonado hacia nosotros. Los ojos de Suzuki se encontraron con los mios a traves de las barras del casco, tratando de decidir.

"¿Está listo, Suzuki-san?" preguntó el referí.

Suzuki no contestó de inmediato, aun decidiendo, pero finalmente... "Llamo a mi segundo."

El referi asintió y levantó una mano. El hijo de Suzuki vino y hubo murmullos en la multitud. Apenas me llegaba a la cintura, el shinai en su mano temblaba ligeramente.

"No te preocupes," le dije con una sonrisa.

"¿Está lista, Kamiya-san?" el referi se volvió hacia mí.

"Llamo a mi Segundo," dije

El referi se detuvo, mirándome con confusión, pero me mantuve firme. Levantó una mano y la multitud explotó. Yahiko me miró mientras nos cruzamos y le di un apretón a su hombro antes de sentarme.

* * *

"¿Está loca? ¡Esa ronda era una Victoria asegurada!" dijo Misao

"Probablemente por eso eligió dejar a Yahiko pelear," dijo Aoshi.

"¡No tiene sentido!" gritó Misao..

"Si lo tiene," dijo Kenshin. "Si Kaoru-dono avanzara sin una pelea, la gente podría preguntarse si en verdad hubiera vencido a Suziki. De esta manera... la pregunta es respondida justamente."

"El ganar no lo es todo," agregó Aoshi. "No tomará la salida facil."

Y Misao asintió, admiración leyendose en su rostro. "Solo espero que Yahiko pueda hacerlo."

* * *

"No puedo hacerlo," dijo Kaoru, su cabeza caída sobre el caldo hirviente.

"Kaoru," dijo Gensai en voz baja, "estamos…"

"Las cuentas son muy altas. No puedo traer nuevos estudiantes cuando el techo esta a punto de caerse. ¿Cómo voy a obtener dinero?"

"Eneñaras fuera de la escuela, harás dinero extra como un instructor privado," dijo Gensai.

"No sera suficiente," respondió en voz baja.

"Sí lo sera. Vamos... solo ha pasado un dia desde que las noticias sobre tu padre llegaron. Problemas como estos no deberían importarte ahora, con el dolor aun fresco."

"Él debería haberme dicho," dijo suavemente, su respiración confundiéndose con el vapor que salía de la olla.

"¿Que cosa?

"Qué el pensaba que yo podía hacerlo. ¡Por qué simplemente no me lo DIJO!

"No era su modo de ser," replicó Gensai.

Kaoru parpadeó, recordando como su madre había dicho algo muy similar. Era su modo de ser. "Solo quería escuchar que me lo dijera. ¿Por qué nunca me dijo que pensaba que yo podía manejar esto?"

* * *

El hijo de Suzuki golpeó primero, y pude ver la sorpresa escribirse en el rostro de Yahiko. Él había peleado en muchas batallas antes, para proteger a sus amigos. Pero ahora era diferente. No era una batalla de vida o muerte, no podía hacer lo que sea que quisiese. Estaba luchando bajo ciertas reglas, sin amenaza de muerte.

Era la misma razon por la que me sentí nerviosa al principio. Y pude ver la confusión en su rostro, el temor de llegar a perder. Esta no era como la mayoría de nuestras batallas. No teniamos el instinto animal de sobrevivir, o el intenso deseo de proteger a alguien de la muerte para darnos el empujon final. En esta batalla debiamos encontrar la fuerza que yacia con nosotros.

Levanté mi mano al referi, que asintió, alejándose de los dos combatientes y diciéndoles que esperaran, caminé hacia Yahiko con en el nuevo shinai. Era solo un pretexto, y tenía poco tiempo.

"Yahiko," dije rapidamente cuando lo alcancé.

"Me golpeó… no entiendo como…"

"Yahiko, escuchame," dije. " No importa. Si consigues os próximos dos golpes ahun ganaras.

"Pero yo…"

"No," dije firmemente. "Yahiko, sé que puedes hacerlo. Lo sé porque ya te he visto pelear antes. Esto es diferente de esas batallas. Hay mas reglas, pero puedes hacerlo. No te lo hubiera pedido si no supiera que puedes manejarlo."

Le tendí la espada y le di un apreton a su mano cuando tomo la empuñadura. "Estoy orgullosa de ti. No importa lo que pase, quiero que sepas eso. Siempre he estado orgullosa de ti. Eres el mas fuerte de todos los estudiantes a los que les he enseñado."

"Kaoru…" empezó en voz baja.

"Y si pudiera pedir un hermano menor," dije, "Me gustaría que fuera exactamente como tu." Me detuve mirándolo a los ojos y tratando de contener las lagrimas. "Ahora ve y gana esta," dije con una sonrisa, sabiendo que mis ojos estaban brillando.

El grito de nuestra sección de animadores fue mas alto que nunca y Yahiko tomó el shinai y asintió firmemente. Yo volví a sentarme, entrelazando mis dedos e mi falda para evitar morderme las uñas.

El primer golpe llegó treinta segundos luego de que la partida había comenzado. El segundo, quince segundos mas tarde.

"Victoria para Kamiya Kassin Ryu. Avanzan a la siguiente ronda."

La multitud se puso de pie y pude ver el orgullo en el rostro de Yahiko mientras el referi levantaba su muñeca. Miró al chico y se inclinó profundamente.

Miré hacia donde estaba Suzuki, quien asintió con la cabeza dándome las gracias. Podía haber perdido la partida, pero no el honor. Yo tambien me incliné, esperando poder encontrarlo alguna vez cuando el torneo hubiera terminado.

"Tomaremos un descanso mayor para permitir a nuestro finalistas que se preparen para la proxima ronda. Por favor, permanezcan en sus asientos."

* * *

Misao bajó las escaleras siendo seguida por la mayoría del grupo, mientras que Hiko se quedó para evitar que alguien tomara sus asientos. Aunque el pequeño grupo de mujeres bonitas y la botella de sake a sus pies hacian parecer que sus razones podian ser otras. Kenshin suspiró siguiendo a Misao y sabiendo que nada ni nadie podía detenerla. En cierto modo, estaba feliz de que ella lo hubiera sugerido.

Yahiko era un cuerpo caido cerca a Kaoru, tratando de recuperar el aliento. Ella le palmeó la cabeza y nos vio decender ocn una sonrisa.

"¡Yahiko estuviste genial! ¡No pensé que las tuvieras todas contigo!" dijo Misao.

"Gracias… Comadreja…." Yahiko respondió.

"¿Pero qu…" comenzó Misao, pero fue callada por Omasu.

"Yahiko-chan, ¿estas bien?" preguntó Tsubame, acercándose para poder mirarlo.

El pobre chico descubrió su mirada y trató de levantarse. "Si, estoy... eh... mareado..."

Kaoru lo detuvo. "Simplemente siéntate y relajate por un segundo." Vio a Kenshin sentarse a su lado y envolver sus dedos en su mano rapidamente. "Entonces, ¿cómo la estan pasando?" preguntó.

"A Misao no le va  aquedar voz por la manna," dijo Okina con una sonrisa.

"Eso es porque no puedo dejar de gritarte que dejes tocar a las mujeres a nuestro alrededor," contestó la aludida. "Ademas, nosotros deberíamos ser quienes te preguntáramos eso a ti."

"Estoy bien," replicó Kaoru. "Y estaré mejor cuando gane esto," terminó firmemente. Miro a Kenshin y vio que sonreía.

Se habían ido. Ya no había dudas en sus ojos. Había determinación, fuerza, y mas que nada, una mirada calida que solo era para él.

"¿Que no escucharon?¡ Permanezcan en sus asientos!"

El grupo entero miró al soldado que se veia mas bien molesto. Probablemente fue enviado para poner las cosas en orden por gobierno Meiji.

"Soy la doctora de esta mujer," le cortó Megumi. "Y estos son mis ayudantes. Estamos ayudando a Kamiya-san a prepararse para su próxima ronda." El soldado parecía listo para replicar, pero algo en los ojos de Megumi lo detuvo. Desafortunadamente, alguien mas decidió continuar la discusión.

"Una mujer doctora para una mujer kendoka. Que apropiado." La atención del grupo se dirigió hacia el lugar de donde provenía la voz, y se encontraron observando a los miembros del Shiinto Kurochiku Ryu. "Entre ustedes dos, tal vez esten a la altura de la mitad de un hombre."

"Pero no sera suficiente para vencernos, de todas maneras," dijo el otro. Eso pareció divertir a los otros, que estallaron en carcajadas.

"Kenshin," dijo Kaoru suavemente. Cuando tuvo su atención, levantó su mano para mostrarle que le estaba cortando la circulación con su apretón. El la soltó inmediatamente y ella sacudió su cabeza . "No te enojes. Esta es mi pelea."

"No, no lo es," replicó. "Puedes ser tu quien sostiene el shinai pero todos estamos contigo cuando lo utilizas." Kaoru parpadeó y miró al resto del grupo, que estaban asintiendo.

"La ronda empezará en unos pocos minutos, combatientes, prepárense."

El grupo le dio unas ultimas palabras de ánimo antes de encabezarse hacia las escaleras. Megumi se quedó atrás, y cuando estuvo segura de que nadie podía oirla, se acercó a Kaoru.

"Lastímalo en serio Kaoru," dijo, en sus ojos bailando la furia por las palabras dichas por el hombre. "Lastímalo mucho."

Kaoru se rio entre dientes y asintió. Se volvió hacia Kenshin con una calida sonrisa. "Ya casi termina," dijo

El puso una mano en su mejilla. "Es solo el comienzo," dijo

"¡Oh, Dios!" Yahiko gritó desde su posición n el piso. "Creo que voy a vomitar."

"La ceja de Kaouru tembló peligrosamente. "En verdad eres un hermano menor," dijo antes de lanzarle una ultima mirada a Kenshin mientras agarraba el casco.

Kaoru's eyebrow twitched. "You are a little brother," she said before casting one last look at Kenshin as she grabbed her helmet.

* * *

Sí. Dos hombres menos. Quedaba uno. Solo quedaba un hombre fuerte y egocéntrico. Podía verlo fanfarroneando bajo el casco t las palabras de Megumi resonaron en mi mente. Nos inclinamos ligeramente y tomamos nuestras posisiones aguardando la señal del referí para comenzar la ronda.

Él se movió primero, casi instantaneamente luego de que la mano del referi cayera, yo lo esquivé rapidamente, retrocediendo un poco. Era cierto, su estilo tenía fuerza. Pero se sustentaba demasiado en la fuerza. 

Mas que esquivar su proximo golpe, giré y deje que su golpe golpeara el aire. El resultado fue que quedó sin balance y abierto a un ataque.

"KOTE!" grité, bajando el shinai hacia su mano expuesta.

El referí nos separó y pude ver la sorpresa en su rostro. Casi sonreí, pero decidí que era mejor no agregar leña al fuego. Moví mis pies y tomé mi posición, sujetando firmemente el shinai. Podía sentirlo moverse en mi mano, las partes de madera apretándose unas a otras, pero aflojé un poco, concentrándome mas en mi oponente.

Atacó, mas fuerte y mas rapido que la vez anterior. No había forma de esquivar esos golpes. Fui forzada a bloquearlos uno a uno. La potencia bajó un poco mis brazos, pero me mantuve firme, mirándolo atacar.

"DO!" exclamó, bajando el shinai hacia mi lado izquierdoGiré, dobland mis muñecas y agachándome. Los dos shinai se encontraron y sentí el mio vibrando en mi mano otra vez.

El corazon se me subió a la garganta cuando de repente me di cuenta de lo que estaba pasando. El shinai se estaba alejando. Tenía que...

"DO!"

Doble la espada sobre mi cabeza, sintiendo la espada de bambú cayendo mientras yo lo hacía. Pude escuchar la reacción de la multitud al ver el shinai partirse mientras yo me movía. Mi mano alcanzó mi costado justo cuando el golpe caía.

No había forma de pararlo. El shinai golpeó bajo mi mano. Sentí el poder sacudir a mi lado derecho y extenderse hasta el izquierdo.

Mis rodillas golpearon el piso. Sentía arder mi cuerpo con el dolor, era la peor sensación que habia tenido en mucho tiempo. El referí estaba ahí, preguntándome si estaba bien. Sabía que si no me levantaba, todo habria terminado. Pero mi cuerpo estaba en llamas.

* * *

La pira funeraria ardía, enviando humo hacia el cielo. El desagradable olor de carne siendo quemada danzaba a su alrededor, pero Kaoru no se movió. Gensai se sentó a su lado, observando al ritual seguir su curso en silencio. Varios estudiantes de la escuela tambien estaban ahí tambien, manteniendo una respetuosa distancia.

Los monjes budistas continuaron con los ritos mientras Kaoru dejaba arder el incienso, observando mientras el humo danzaba en el aire . Los olores estaban dificultando su respiración, pero ella siguió sin moverse, su cara una mascara imperturbable.

"Puedes llorar, Kaoru," dijo Gensai, sosteniendo su mano.

Ella negó con la cabeza. No había llorado desde que era una niña muy pequeña. Desde que había empezado el entrenamiento por su padre. Era un signo de debilidad.

"Estoy bien," alcanzó a formular.

Y él dejo pasar el tiempo hasta que la ceremonia hubo concluido. Pero cuando la ultima porción de comida ya habia sido consumida y el último de los reunidos se había marchado dejando a Kaoru atrás con una pequeña cantidad de dinero, supo que ya era tiempo.

"Kaoru..." empezó. Ella lo miró sin reflejar ninguna emoción en su rostro. "Necesito hablarte sobre tu padre."

Ella se mordió el labio y respiró profundamente. "Estoy bien," dijo finalmente.

"No… no es eso. Kaoru, tu padre no me pidió que te ayudara, eso es cierto. Pero sí vino a verme antes de partir hacia la guerra." Vio que sus labios comenzaban a temblar.

"Me dijo que si algo pasaba… debía darte esto."

Kaoru also la vista, y vio una carta en sus manos. Cerró sus ojos y la tomó, sabiendo que su resolución estaba a punto de quebrarse. Lentamente abrió el sello y comenzó a leer.

~~~

Kaoru,

Esta carta solo llegará a ti bajo las peores circunstancias. Cuando deje esta vida, no tendré sino un solo arrepentimiento. Y viene de lo que veo en tus ojos. Fuerza es algo que pensé que había alcanzado, pero al verte ahora, se que estaba equivocado. Veo en tus ojos la misma mirada vacía que hay en los mios.

La fuerza que tu tienes y que yo tengo es solo la mitad de la que una persona necesita. No dejes tu vida como yo lo hice, solo y triste. Encuentra la segunda mitad en la fuerza de un hombre Kaoru, y vuélvete mas fuerte de lo que eres ahora.

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La carta se arrugó en sus manos mientras Kaoru mirab las lagrimas rodas t golpear el papel. Un segundo después sintió el brazo de Gensai alrededor de su hombro y se dejó caer en él, finalmente dejándole compartir algo de su dolor.

* * *

Me toque la parte el cuerpo que me dolía en el suelo y miré al referi. Estaba hablándome, pero no podía entende ni una palabra de lo que me estaba diciendo. Deje que mi mirada vagara hacia la multitud, viendo el movimiento que allí había pero solo registrando colores hasta que los encontré.

Mi sección de animadores. Y estaban de pie. Gritando para que pudiera escucharlos por sobre los demas.

Tenías razon Otosan. La fuerza que me diste es solo una media fuerza. No lo entendí en el momento. Por eso me tomó un tiempo descubrir que sería la otra mitad. Pero finalmete lo descubrí. Y no los voy a decepcionar.

Puse un pie firmemente en el suelo y me levanté, oyendo el rugido de la multitud mientras lo hacía. Finalmente me enderecé, sosteniendo la empuñadura de la espada destrozada. Yahiko corrió desde atrás y me la sacó de la mano. Me alcanzó un nuevo shinai, dándome un apretón en la mano antes de irse rapidamente.

Bajé la espada y me posicioné. La lecanté de nuevo al nivel del cuello de mi oponente. Me miró por un momento antes de hacer lo mismo. El referí se acercó a nosotros y lenvantó su brazo.

Cada musculo de mi cuerpo estaba electrizado, el fuego en mi cuerpo alimentandolos como agua a un desierto. Sujeté mas firmemente la empuñadura y me preparé para empezar.

La mano del referí bajó y yo ataqué primero, encontrándolo fuera de guardia y forzándolo a retroceder.

"KOTE!" grité, golpenado hacia la mano.

No soy mi madre.

"DO!"

Pero tampoco soy mi padre.

"MEN!"

Soy yo misma. Soy Kamiya Kaoru.

Y soy fuerte.

"TSUKI!!!"

El gritó fue mas fuerte de lo que pensé que sería. Pero toda mi fuerza, toda mi esperanza, todo se había ido en ese golpe final.

Mi pecho estaba agotado, mis piernas amenazaban con convertirse en gelatina. Mis brazos estaban adelantados frente a mi, empujando el shinai hacia un punto entre su cabeza y el protector de su hombro. No se movió. Sabía lo que iba a pasar.

La multitud estaba silenciosa. El único sonido era el de los pies del referí mientras corría para examinar el golpe. Sentí su mano agarrar la mia y luego sentí lagrimas en mis ojos mientras dejaba caer la espada y me sacaba el casco.

"VICTORIA PARA KAMIYA KASSHIN RYU! ELLOS GANAN EL TORNEO!"

La multitud explotó y vi el apuro de las personas por acercarse. Pero llegaban tarde. Mis amigos... mi familia estaba primero y me perdí en sus abrazos. Debería haber dicho algo sobre el dolor que un sentia, pero estaba bien. Era lo suficientemente fuerte para soportrlo.

Era lo suficientemente fuerte para soportar lo que fuera.

Miré a Kenshin y me acerqué a él, dejando que casi me quebrara los huesos en sus brazos. Me miró y pude ver en sus ojos toda la felicidad que tendríamos en los años por venir.

Volví a mirar a la gente que gritaba. Otosan. Lo logré. Finalmente lo logré. El honor de la escuela está restaurado. Y encontré la fuera que tu nunca pudiste. Y lo ams importante e todo... no estoy sola.

Cuando todas las luchas hubieron terminado y todos los oponentes estuvieron vencidos, cuando el torneo terminó y todas las dudas se evaporaron, finalmete encontré la fuerza que mi padre había querido que tuviera cuando era una niña. Pero mas importante que eso, encontre la paz y la felicidad que había estado buscando toda mi vida.

~ Fin ~

Notas del autor: Gracias a todos los que dejaron review ^_^ Esta fue una historia dura de escribir! Aprecio todos los comentarios y correcciones (que seran hechas pronto ahora que la historia esta terminada).

NT: Disculpen el graaaaan atraso, pero de todas maneras, mas vale tarde que nunca, no^^?