Ciclos Eternos.
Prologo.
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"Some of us have people in our lives who are tied to us in ways that cannot be rationally explained. Those we love most deeply, those we hate most fiercely, those we fear, those we need. They are not simply lovers, friends and enemies. They are a part of us, of our very souls, and the bonds that hold them to us cannot be broken by anything save death."
"Thicker than blood"-
Corvette Claire
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En muchas culturas se cree que cuando una alma es vieja, ha tenido tiempo de conocer a otras almas y que a lo largo del tiempo las almas que se cruzan entre sí llegan a formar lazos profundos. Estos lazos se conocen como ciclos por que se repiten entrelazando las vidas de las personas una y otra vez en una cadencia rítmica interminable, una música sublime que se repite una y otra vez. Se cree que los que en cierto momento fueron tus padres en otra vida serán tus hermanos, amigos o amantes. De esta manera es que las almas nunca están solas y forman círculos interminables de interacción, de protección mutua. Un alma no sigue un destino que elige por si sola, las almas atadas a ella siempre alteran de una forma u otra las elecciones que debe tomar en sus vidas, influyen de alguna manera en el rumbo que toma para vivirlas. Si quieres tomar las riendas de tu destino tienes que romper el circulo.
Pero quien quiere estar completamente solo? Quién se arriesgaría lo suficiente, tendría un motivo tan grande, como para dejar atras todo lo que lo hace humano y comenzar el camino mas arduo de todos sin la esperanza de un hombro que lo sostenga cuando la carga sea demasiado pesada?
Nadie.
O eso se creía hasta que Hao Asakura tomo su primer aliento.
Con los años dedicados a las oscuras artes de la magia el descubrió que para romper este ciclo hay que transformar la naturaleza del lazo que une a las almas unas con otras, desgarrarlo hasta la destrucción total de la base misma que lo crea. Transformar el amor en odio. O mejor aun transformar la pasión en frío desprecio.
Cuando tu alma es tan vieja que se ha transformado en leyenda entre los shamanes, tienes muchos lazos que transformar. Muchos corazones por romper.
Hao tiene un alma vieja y sabia lo que tenia que hacer. Hizo lo que tenia que hacer.
Otros no recuerdan sus vidas pasadas con la claridad con la que el lo hace, pero siempre es un esfuerzo en los primeros años, cuando su nuevo cuerpo y una traicionera parte del espíritu que lo impulsa querían comenzar de nuevo, olvidar los viejos rencores y metas y jugarse una nueva vida, ignorante en todos los niveles menos el subconsciente de las lecciones que ya había aprendido. Nunca en los últimos mil años había logrado esa parte quebrantar la resolución de Hao. Siempre habría los ojos y recordaba con su primer aliento que había pensado con el ultimo de su primer vida.
Los primeros años fueron difíciles, siempre lo son; Los niños no importa que tan vieja sea su alma, que tanto conocimiento tengan, que poderes dominen, siguen siendo niños. Pero los niños son unas de las criaturas mas crueles en todo el planeta. En la inocencia de no saber que tan grave es lo que hacen, ahí esta la clave de su crueldad. Pueden arrancarle las alas a una mariposa, sin dedicarle un pensamiento a la muerte del insecto, solo porque son bonitas y quieren sentir sus colores sobre su piel, para luego tirarlas en cuanto vean a otra pasar volando a su lado he ir tras ella.
Hao tenia poder, conocimiento y la crueldad inocente de creer que lo hacia era lo correcto. La ola de matanzas entre los shamanes comenzó con la mentalidad de un niño de menos de seis años, era muy joven para recordar que el mundo, la gente no se dividen en blanco y negro sino en tonos de grises. El necesitaba aliados y los que no lo fueran eran enemigos, tan sencillo como eso. Si te ponías en su camino era seguro que te apartaría, permanentemente, de el.
En esos primeros años Hao cometió mas errores que en las ultimas tres vidas juntas, en ellas de alguna forma -padres, hermanos, amigos- había tenido alguien que lo influyera y evitara, al menos por un tiempo, que obedeciera sus impulsos destructivos, en esta sin embargo, se había visto obligado a utilizar su poder minutos después de haber soltado su primer llanto, de alguna forma los mismos Asakura habían liberado el mal que tanto ansiaban destruir. Hao, el mas temible de los Asakura, lo sabia y lo lamentaba profundamente pero si alguien hubiera tan solo sugerido que se había equivocado lo habría eliminado en el acto, pues ya era muy tarde para cambiar de métodos.
Una serpiente no cambia de piel hasta que ha crecido lo suficiente para llenar la próxima. Y Hao no se podía dar el lujo de mostrarse compasivo cuando había tanto en juego.
Había hecho cosas bien desde luego, había sido infantil no estúpido.
Dejar a Yoh detrás para que lo entrenaran los Asakura, eso fue solo el principio. En los años siguientes había optado por eliminar a todos los que estuvieran unidos a su alma, -su ciclo o grupo central por así decirlo-, para evitar que lo desviaran de sus objetivos. Estarían furiosos con el pero ya eran tan pocos que esperaba que formaran otro ciclo sin el. Cuando reencarnaran, claro,... si lo hacían. Para el ya había pasado, hace mucho, el tiempo de lamentarse por su suerte.
Hao suspiro sentado sobre el techo de una cabaña mientras veía el sol ocultarse detrás de las montañas. Ya era casi libre, solo había dos personas en todo el mundo que pudieran alterar su destino, dos personas que no podía obligarse a si mismo a destruir. Su hermano y su Ingles de ojos verdes.
Hao sonrió para si mismo mientras exhalaba una bocanada de humo. Con dos posibilidades entre cien, valía la pena arriesgarse.
Y seria divertido.
***
Fin Prologo.
Revisado el -25/10/03
Prologo.
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"Some of us have people in our lives who are tied to us in ways that cannot be rationally explained. Those we love most deeply, those we hate most fiercely, those we fear, those we need. They are not simply lovers, friends and enemies. They are a part of us, of our very souls, and the bonds that hold them to us cannot be broken by anything save death."
"Thicker than blood"-
Corvette Claire
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En muchas culturas se cree que cuando una alma es vieja, ha tenido tiempo de conocer a otras almas y que a lo largo del tiempo las almas que se cruzan entre sí llegan a formar lazos profundos. Estos lazos se conocen como ciclos por que se repiten entrelazando las vidas de las personas una y otra vez en una cadencia rítmica interminable, una música sublime que se repite una y otra vez. Se cree que los que en cierto momento fueron tus padres en otra vida serán tus hermanos, amigos o amantes. De esta manera es que las almas nunca están solas y forman círculos interminables de interacción, de protección mutua. Un alma no sigue un destino que elige por si sola, las almas atadas a ella siempre alteran de una forma u otra las elecciones que debe tomar en sus vidas, influyen de alguna manera en el rumbo que toma para vivirlas. Si quieres tomar las riendas de tu destino tienes que romper el circulo.
Pero quien quiere estar completamente solo? Quién se arriesgaría lo suficiente, tendría un motivo tan grande, como para dejar atras todo lo que lo hace humano y comenzar el camino mas arduo de todos sin la esperanza de un hombro que lo sostenga cuando la carga sea demasiado pesada?
Nadie.
O eso se creía hasta que Hao Asakura tomo su primer aliento.
Con los años dedicados a las oscuras artes de la magia el descubrió que para romper este ciclo hay que transformar la naturaleza del lazo que une a las almas unas con otras, desgarrarlo hasta la destrucción total de la base misma que lo crea. Transformar el amor en odio. O mejor aun transformar la pasión en frío desprecio.
Cuando tu alma es tan vieja que se ha transformado en leyenda entre los shamanes, tienes muchos lazos que transformar. Muchos corazones por romper.
Hao tiene un alma vieja y sabia lo que tenia que hacer. Hizo lo que tenia que hacer.
Otros no recuerdan sus vidas pasadas con la claridad con la que el lo hace, pero siempre es un esfuerzo en los primeros años, cuando su nuevo cuerpo y una traicionera parte del espíritu que lo impulsa querían comenzar de nuevo, olvidar los viejos rencores y metas y jugarse una nueva vida, ignorante en todos los niveles menos el subconsciente de las lecciones que ya había aprendido. Nunca en los últimos mil años había logrado esa parte quebrantar la resolución de Hao. Siempre habría los ojos y recordaba con su primer aliento que había pensado con el ultimo de su primer vida.
Los primeros años fueron difíciles, siempre lo son; Los niños no importa que tan vieja sea su alma, que tanto conocimiento tengan, que poderes dominen, siguen siendo niños. Pero los niños son unas de las criaturas mas crueles en todo el planeta. En la inocencia de no saber que tan grave es lo que hacen, ahí esta la clave de su crueldad. Pueden arrancarle las alas a una mariposa, sin dedicarle un pensamiento a la muerte del insecto, solo porque son bonitas y quieren sentir sus colores sobre su piel, para luego tirarlas en cuanto vean a otra pasar volando a su lado he ir tras ella.
Hao tenia poder, conocimiento y la crueldad inocente de creer que lo hacia era lo correcto. La ola de matanzas entre los shamanes comenzó con la mentalidad de un niño de menos de seis años, era muy joven para recordar que el mundo, la gente no se dividen en blanco y negro sino en tonos de grises. El necesitaba aliados y los que no lo fueran eran enemigos, tan sencillo como eso. Si te ponías en su camino era seguro que te apartaría, permanentemente, de el.
En esos primeros años Hao cometió mas errores que en las ultimas tres vidas juntas, en ellas de alguna forma -padres, hermanos, amigos- había tenido alguien que lo influyera y evitara, al menos por un tiempo, que obedeciera sus impulsos destructivos, en esta sin embargo, se había visto obligado a utilizar su poder minutos después de haber soltado su primer llanto, de alguna forma los mismos Asakura habían liberado el mal que tanto ansiaban destruir. Hao, el mas temible de los Asakura, lo sabia y lo lamentaba profundamente pero si alguien hubiera tan solo sugerido que se había equivocado lo habría eliminado en el acto, pues ya era muy tarde para cambiar de métodos.
Una serpiente no cambia de piel hasta que ha crecido lo suficiente para llenar la próxima. Y Hao no se podía dar el lujo de mostrarse compasivo cuando había tanto en juego.
Había hecho cosas bien desde luego, había sido infantil no estúpido.
Dejar a Yoh detrás para que lo entrenaran los Asakura, eso fue solo el principio. En los años siguientes había optado por eliminar a todos los que estuvieran unidos a su alma, -su ciclo o grupo central por así decirlo-, para evitar que lo desviaran de sus objetivos. Estarían furiosos con el pero ya eran tan pocos que esperaba que formaran otro ciclo sin el. Cuando reencarnaran, claro,... si lo hacían. Para el ya había pasado, hace mucho, el tiempo de lamentarse por su suerte.
Hao suspiro sentado sobre el techo de una cabaña mientras veía el sol ocultarse detrás de las montañas. Ya era casi libre, solo había dos personas en todo el mundo que pudieran alterar su destino, dos personas que no podía obligarse a si mismo a destruir. Su hermano y su Ingles de ojos verdes.
Hao sonrió para si mismo mientras exhalaba una bocanada de humo. Con dos posibilidades entre cien, valía la pena arriesgarse.
Y seria divertido.
***
Fin Prologo.
Revisado el -25/10/03
