El día comienza perfecto para Snape, pero debido al temperamento de mil demonios que se gasta va a tener un.. cómo decirlo… enfrentamiento, que aunque no deja tan claro como el agua sus pensamientos será un indicio de un nuevo sentimiento que estará creciendo en su corazón
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Ese día fue inolvidable para él, el día el que el llamaría un primer paso, avance o logro, el día en que se dio inicio a una amistad muy bella. Había pensado en eso toda la mañana en su dormitorio en la Sala Común y estaba buscando el momento exacto para hacerlo, pero las cosas se le adelantaron para su felicidad.
"De nuevo me toca contigo…" le dijo amablemente.
"Sí… los trucos de Howe…" le contestó.
Silencio.
"Y… qué tal la poción?" preguntó ella tentativamente.
"Nada mal, excepto porque faltaba un ingrediente y por lo tanto no se pudo hacer.." dijo Snape irónicamente.
Evans sonrió. "Bueno, es un alivio, evité que te metieras en problemas"
"Sí… te debo la vida…" respondió Snape sarcásticamente, mientras le indicaba a Evans (la cual se encontraba frente a él) que revolviera la poción que estaban haciendo.
"No… no tanto…" le dijo Evans pícaramente.
Snape suprimió una sonrisa.
"Siempre eres así?" preguntó Evans sin poderse contener.
"A qué te refieres? Así como?" preguntó Snape empezándose a molestar.
"Sabes? Tengo la sangre de la vacante acá…" dijo Evans complemente ignorando el comentario de Snape. Introdujo su mano en el bolsillo de la falda del uniforme y sacó el frasquito con la sangre. A Snape se le iluminaron los ojos.
Evans le pasó el frasco por debajo del caldero en el que estaban trabajando. Snape agarró el frasco y accidentalmente la mano de Evans. Ambos se miraron y un cosquilleo recorrió el cuerpo de Snape, luego ese mismo cosquilleo se concentró en uno solo posándose en su estómago y sintió como su color de tez pálido lo abandonaba, reemplazándose por un rojo escarlata.
"La poción.." dijo Evans tontamente, completamente sonrojada.
"Sí.." dijo Snape vagamente mientras simulaba buscar un ingrediente.
Su corazón iba a mil por hora, temía que Evans pudiera escuchar sus latidos. Acababa de suceder algo glorioso que quedaría grabado en la memoria de Snape por el resto de su vida.
Después de eso ninguno de los dos se podía concentrar completamente en la clase de pociones. Fueron los segundos en terminar, después de Potter y Black. Evans tenía que aceptar que por más irritantes e inmaduros que eran esos dos, tenían muy buenas notas en el colegio y eran muy inteligentes.
La clase terminó y de nuevo se escuchó el suspiro de alivio de los estudiantes, en especial los de Gryffindor.
A la salida Snape quería preguntarle algo a Evans, el cómo no importaba, tampoco el cuando y respirando rápidamente salió de la clase de pociones para alcanzar a Evans. Ultimamente Evans había cobrado algo de importancia en su vida, con ese rostro angelical y esa voz tan dulce, esa voz que lo volvía loco, y más cuando Evans estaba enfadada, pero Snape no quería aceptar el hecho de que necesitaba estar junto a ella en todo momento, sea cual fuere las circunstancias.
"Evans…erm…Lily.." dijo Snape nerviosamente cuando la alcanzó al final de la clase.
"Qué pasa?" le dijo ella cálidamente.
"Bueno… Qué te parece si vamos juntos a Hogsmade este fin de semana después del encuentro entre Hufflepuff y Ravenclaw? Es que quiero ver un libro de pociones y quiero que me ayudes a buscarlo…" dijo Snape rápidamente sabiendo que era la mentira más grande su vida, por lo que él recordaba, no había una librería en Hogsmade. Se preguntó en ese instante por qué estaba haciendo esto con la sangre-sucia 'Por qué hago esto? Esta estúpida no me agrada, qué estoy haciendo aquí parado como un imbécil al frente de ella?' pero para su sorpresa Evans también respondió rápidamente con una sonrisa.
"A mi también me gustaría ver un libro, nos vemos en Las Tres Escobas a eso de las 7pm?" preguntó Evans como si ya tuviese preparada la pregunta.
"Esta bien" Snape escuchó a si mismo responder, tratando de mantener su voz serena.
Evans se retiró roja como una manzana acompañada de sus amigas. Notó que una de ellas le susurraba algo a Evans en el oído y todas estallaron en un ataque de risa. 'Mujeres, todas son iguales… excepto Evans, ella es especial' pensó Snape mientras se dirigía a su próxima clase, una expresión de satisfacción en su rostro.
"Por qué tan feliz?" le preguntó Malfoy media hora después durante la clase de Historia de la Magia.
"Feliz? De qué demonios hablas?" le preguntó Snape fingiendo estar molesto.
"Sev… te conozco bien.." le dijo Malfoy jovialmente.
"Maldición Lucius, odio que me digas Sev… que homosexual eres" le dijo Snape, mientras sus amigos se reían del comentario, en un intento por evitar que Malfoy le preguntaba sobre su estado anímico.
A Malfoy pareció no molestare, por el contrario le sonrío a Snape. "Lo ves? Estás feliz…"
Alguien tocó a Snape en el hombro por detrás. Snape se dio la vuelta y Ffyona, una de sus compañeras de casa le pasó una nota por encima del hombro.
"La manda Patrick" le susurró. Con su mirada Snape buscó a Higgs y lo vio sentado en el último escritorio del salón, haciéndole señas para que leyera la nota. Snape la abrió, decía:
A todos:
Hogsmade, 7pm, vamos a intentar entrar a esa casa encantada, quien se une? Si es así apunten su nombre. Pasen la nota a los demás y no dejen que ninguna chica la vea.
Besitos y abrazitos,
Patrick.
Abajo estaban anotados los nombres de Higgs, Malfoy junto con una frase insultante dirigida a Higgs por aquello de los "besitos y cariñitos" Goyle, Crabbe, Warrintong, Bletchey y otros chicos Slytherin.
Snape agarró su pluma y escribió nítidamente "Severus Snape", esperó que la tinta se secara, dobló la nota y la siguió pasando hacia adelante.
Los dos días restantes pasaron rápidamente y Snape se preguntaba si la salida con Evans tendría el efecto de hacer el tiempo volar, seguramente era eso se dijo a si mismo el sábado en la mañana, ya que no encontraba una explicación científica y lógica, solo una explicación mágica.
Al medio día Snape y sus amigos fueron a la cancha de Quidditch a ver el juego. A Snape no le llamaba mucho la atención el Quidditch, excepto cuando jugaba Slytherin, de resto eran una partida de plebeyos volando sobre escobas detrás de unas bolas más rápidas que los poco interesantes jugadores.
Durante la tarde no vio nada del juego. La verdad nunca lo hacia, menos si se trataba de casas llenas de perdedores como lo eran Hufflepuff y Ravenclaw. Tampoco sus amigos que se la pasaron todo el juego charlando. Sin embargo Snape no participaba en la conversación.
"Ahí está!" exclamó Snape cuando divisó a Evans junto con sus amigas mirando el juego.
"Está qué?" le preguntó Malfoy desde su derecha, el cual estaba hablando con Higgs pero alcanzó a escuchar el comentario de Snape.
"La snitch" repuso Snape rápidamente, manteniendo su tono de voz casual.
"Desde cuando te interesa el Quidditch?" le preguntó Malfoy mientras lo ojeaba sospechosamente.
"No me interesa… la vi por casualidad" le dijo Snape con su típico tono de voz frío.
"Mmm.. bueno, Patrick me está contando algo muy gracioso e interesante que deberías escuchar" le dijo Malfoy no muy convencido con la explicación de Snape. Se levantó de su asiento y se sentó al lado izquierdo de Snape, quedando así Snape entre Higgs y Malfoy. Snape estando en medio de sus dos amigos no pudo ver a Evans durante todo el juego, por lo que le tocó escuchar las estupideces de Higgs.
Al terminar el juego, Snape salió apartado del grupo alcanzando así primero que sus amigos la entrada al castillo. Iba caminando cabizbajo por los corredores ya que no se encontraba en los humos como para soportarse a Malfoy y los demás, además que tenia nublada la mente por su encuentro con Evans. Al levantar la mirada se encontró con la de Evans. Snape se quedó mirándola, pero de repente Evans frunció el ceño '¿Se habrá arrepentido? No va a ir conmigo a Hogsmeade? Mierda, por qué me mira así…? No… de verdad me esta mirando a mi?' pero su pregunta fue respondida ya que al girar su cabeza vio a Potter y su grupito detrás de él. Volteó a mirar a Evans y notó que era a Potter y sus amiguitos a quien les estaba frunciendo el ceño, o por lo menos eso parecía.
Aun así Snape sintió una especie de alivio. No era a él al que lo estaba mirando mal. Pero algo milagroso sucedió. Evans lo saludó con la mano. Snape sin dudar le devolvió el saludo.
"Era para mí el saludo…!" exclamó Black por detrás a Snape.
"Vamos Sirius no te pongas con esas" dijo Potter.
"Sí imbécil… no ves que era para mí el saludo?" le siseó Snape al voltearse.
"Desde cuando una chica te saluda a ti pedazo de--"
"De qué? Dilo Black" le dijo Snape mientras sacaba su varita perdiendo el control de la situación.
"Pedazo de mierda…" dijo Black claramente.
"Diffindo!" exclamó Snape y Black salió expulsado hacia atrás golpeando a Potter.
"Expeliarmus!" bramó Lupin y la varita de Snape voló de sus manos.
"Maldito imbécil!" y unos tres pasos bastaron para que Snape se abalanzara sobre Lupin. Estudiantes de todas las casas se amontonaron alrededor de Snape el cual estaba golpeando fuertemente a Lupin, bloqueando así la entrada al castillo.
"Suéltalo!" gritó Black mientras agarraba a Snape por los hombros y lo empujaba hacia la pared.
Black agarró un puñado de túnica de Snape y colocó su varita sobre su cuello.
"Para quién era el saludo?" le siseó Black respirándole fuertemente a Snape en la cara.
"Te importa la sangre-sucia, cierto Black?" le dijo Snape suavemente mientras le sonreía maliciosamente.
A Black pareció incomodarle la pregunta ya que no la respondió. Miró a Evans y luego de nuevo a Snape. Todos los estudiantes alrededor se encontraban callados.
"Qué sucede aquí?" alguien exclamó desde la puerta. Era la Profesora McGonagall con Pettigrew a sus talones. Detrás de ellos Malfoy y los demás.
Black soltó a Snape.
"Nada Profesora" dijo Black tratando de esconder la varita.
"Seguro, y me pueden explicar por qué Lupin esta sangrando?" gritó la Profesora, una vena palpitándole en la frente.
Era cierto, nadie se había percatado de eso. Lupin seguía en el suelo y estaba sangrando por la nariz.
"Pettigrew, ve con Lupin y Potter al ala hospital" indicó la profesora.
"Pero Profesora me quiero quedar!" protestó Potter sin quitarle la mirada encima a Snape.
"Escuche bien Potter? Al hospital con Pettigrew ya!" exclamó McGonagall.
"Minerva, qué sucede aquí?" preguntó Dumbledore que acababa de entrar al castillo una expresión de asombro en su rostro.
"Este par queriéndose pasarse de listos Dumbledore" dijo McGonagall apuntando a Black y a Snape. "Nos deben una explicación, vamos a mi oficina" luego volviéndose a los demás "los demás a sus Salas Comunes no hay nada que ver aquí"
Los estudiantes se retiraron murmurando, unos desilusionados por que el espectáculo había terminado, otros tratando de ver por encima de las cabezas quién había empezado todo mientras se retiraban.
"Si me dejara explicar Profesora…" intentó decir Snape una vez estando casi solos él, Black y los dos profesores, pero McGonagall ya se estaba retirando a su oficina con Dumbledore a su lado.
"Profesora McGonagall" dijo alguien detrás de ellos. Era Evans la cual tenía en sus manos la varita de Snape. "Podría ir con ustedes?"
"Por qué lo dice Señorita Evans?" le preguntó McGonagall con una ceja arqueada.
"Porque creo que fui la culpable de todo esto…" dijo Evans tímidamente, sus mejillas coloradas.
McGonagall la miró sospechosamente, luego asintió con la cabeza y le indicó a los jóvenes que la siguieran.
En el camino Evans le entregó la varita a Snape. Snape con su mirada le dijo "Gracias".
Llegaron a la oficina de McGonagall donde un fuego gigante y acogedor invadía la oficina desde la chimenea.
"Quién quiere empezar?" preguntó McGonagall colocándose detrás de su escritorio. McGonagall los miraba seriamente, mientras que Dumbledore todavía tenía la misma expresión de sorpresa en su rostro.
Ninguno respondió al principió. Finalmente después de unos tensos segundos Black habló.
"Verá Profesora, veníamos del juego de Quidditch y Evans me saludó--"
"Quién dijo que te saludé a ti Black?" exclamó Evans furiosa.
"Bueno a mi, a James da lo mismo" dijo Black impacientemente.
Snape permaneció callado. Black era un maldito descarado igual que Potter. Tanto Snape como Black y Evans sabían perfectamente que el saludo no era para Black.
"Es solo un saludo" dijo Snape sin poderse detener, simulando con una expresión serena que no era algo relevante. Evans miró a Snape de una manera extraña.
"Severus, así como tu dices que era solo un saludo… Cómo fue que por tan sencilla razón se armó todo ese alboroto?" preguntó Dumbledore amablemente.
Snape permaneció callado. Dumbledore lo miraba penetrantemente, dándole la leve impresión que el viejo decrépito ese podía leer sus pensamientos. Snape no quería rebelar delante de Black, Evans y los profesores el hecho de que no soportaría que Evans saludara a Black en vez de a él. Sintió ira en ese momento, una vez más su temperamento lo había metido en problemas.
Después de largos minutos de silencio, McGonagall habló con una voz de calma forzada:
"Black me decepciona de ti, 10 puntos de Gryffindor y doble detención" dijo McGonagall firmemente.
Snape sonrió triunfalmente al ver el castigo que le esperaba a Black.
"Lo mismo a ti Snape" dijo McGonagall al ver la expresión de Snape.
'Estúpida….' pensó Snape mientras se imaginaba a McGonagall quemándose en una hoguera.
