Perdón por la demora, perdón perdón perdón, pero he estado muy ocupada, aparte que he estado viajando!
Quiero anunciar que tengo Beta Reader! Es mi querida amiga Alexis, a la cual le quiero agradecer enormemente la ayuda que me dio con este capitulo, necesitaba un empujuncito y ella casi me tira por un precipicio JAJAJAJAJAJA ^___^
¡Mentiras Ale!
A ELLA MUCHISISISISISIMAS GRACIAS!
Y de nuevo perdón por la demora!
Esa tarde se encontraba extremadamente malhumorado. No recordaba cuando se había sentido así. Todo por el maldito de Black, ese imbécil que siempre lo provocaba. De la rabia hasta pensó en cancelar su encuentro con Evans en Las Tres Escobas esa noche, pero instantes después de estar soledad y meditación entró en razón prefiriendo continuar con una tarde y por consiguiente lo que sería noche tranquila con Evans.
Asomó la vista por uno de los espejos del dormitorio que reflejaban el exterior del castillo y vio que estaba oscureciendo rápidamente. Eran casi las 7 de la noche y determinadamente decidió ir a la entrada del castillo, donde sólo quedaba un carruaje que llevaba a Hogsmade. Como se encontraba solo le tocó compartir el carruaje con unos chicos Ravenclaw de tercer año que se veían muy ansiosos.
Al llegar a Hogsmeade se bajó del carruaje después de los chicos de tercer año. Miró con una ceja levantada a su alrededor, toda la aldea llena de estudiantes de Hogwarts y viajeros. Caminó cabizbajo por las calles húmedas reflejando la luna llena, hasta llegar a Las Tres Escobas.
Estando allí abrió la puerta suavemente y mirando con un solo ojo se cercioró que ni Potter ni sus niñitas estuvieran allí. Efectivamente y para su alivio no se encontraban, así que entró a Las Tres Escobas con paso firme.
Se sentó en una mesa un tanto cerca de la barra. Miró su alrededor estudiando con su mirada a todas las personas que lo rodeaban. En la parte más oscura del lugar había un grupo de brujas en sus últimos veinte, vestidas con túnicas verdes y collares de múltiples colores adornándoles sus cuellos. Todas estaban sumergidas en sus cigarrillos y en lo que aparentaba una profunda conversación. Al lado de ellas había dos hombres de edad los cuales tenián una leve discusión. Snape podía captar del aire frases como: "Muggles locos…-Modas locas- no más Hippies- Qué es eso? -Juventud decadente..". Snape giró sobre su silla mirando en dirección contraria. La mesera del lugar, Madam Rosmerta, estaba tomando el pedido de dos mesas llenas de hombres únicamente. Snape le dio una última mirada al lugar y para su desilusión no hallaba a Evans por ningún lado.
Entonces sintió una amargura inmensa 'Y si Evans no viene? Y si sólo quería burlarse? No me puede hacer eso... Ella no es así, no sería capaz..' Una voz dulce femenina lo hizo salir de su trance.
"Disculpa… no te había visto por acá… estudiante de Hogwarts supongo?" preguntó Madam Rosmerta.
Snape sonrojándose furiosamente asintió con la cabeza.
"Deseas algo de beber o de comer?" preguntó la joven con su libreta y pluma lista para tomar el pedido.
"No" dijo Snape rudamente. "Es que espero a alguien.." repuso tratando de sonar más amable.
"Oh.." dijo Madam Rosmerta sonriéndole. "Si necesitas algo estaré detrás de la barra" dijo por último. Se alejó con paso precipitado y Snape la siguió libidinosamente con la mirada.
Por un momento quedó nublada la mente de Snape al ver esa belleza de mesera, pero regresó al presente al recordar que se iba a encontrar con Evans. ' Y si viene… qué hablaré con ella? Supongo le preguntaré sus gustos… No, tengo que demostrarle que soy una gran persona, aunque eso sería igualarme al nivel de Potter y es lo que ella odia… Vamos ni que la conociera bien… por qué estoy haciendo eso? Ni siquiera me gusta, no siento nada por ella, pero heme aquí sentado como un imbécil solo en este lugar de estúpidos y perdedores…'
Snape escuchó que la puerta del lugar de abría mientras una brisa helada invadía momentáneamente el lugar. Sin dudar un instante volteó bruscamente su mirada y vio allí parada en la puerta, con una expresión de duda y curiosidad en su hermoso rostro, a Lily Evans. Snape no sabía que hacer. De momento sintió una gran necesidad de pararse y llevarla del brazo hasta a la mesa donde estaba, pero aunque su deseo era muy grande su voluntad era mayor.
Evans buscó con la mirada a Snape y apenas lo vio, le sonrió. Snape sintió el calor subir a sus mejillas.
"Hola" dijo casualmente Evans al pararse al frente de la mesa donde estaba Snape.
"Hola" dijo Snape mientras se ponía de pie, indeciso si debía o no extenderle la mano ya que no sabía si era o no un encuentro formal. Hubo un silencio embarazoso y Evans percatándose de eso dijo: "Y bien…"
"Sí… " dijo Snape estúpidamente mientras miraba a Evans fijamente a los ojos. En ese momento Snape cayó en cuenta que Evans permanecía parada, así que rápidamente buscó una silla de la mesa del costado, la arrimó y se la acomodó a Evans gentilmente.
"Gracias…" murmuró Evans, su rostro totalmente rojo.
Snape se sentó y de nuevo miró a Evans fijamente. Evans le sonrió esperando a que Snape dijera algo. En vista de que Snape no decía nada optó ella por empezar la conversación.
"Cuéntame como se llama el libro que quieres que te ayude a buscar.." dijo Evans amablemente.
'Libro? Cual libro? De qué esta hablando? Mierda…. El libro! La excusa que se me había ocurrido para encontrarme con ella acá… Qué hago? Qué le digo? Maldición, debo inventar un nombre… por qué se me ocurren esas estupideces? Que te sirva de lección.. Piensa piensa piensa Severus.. un nombre ya… cualquier cosa!!!'
"Erm… si… es de pociones" dijo Snape tratando de evadir el tema. Al decir esto Evans miró a Snape como si el comentario sobrase. "Se llama…" Snape miró rápidamente a su alrededor y vio a Madam Rosmerta pasar con unas bebidas. "Pociones camufladas en bebidas alcohólicas que hacen crecer el apetito sexual" 'Queeee?! Severus, que te está pasando? Imbécil! Te has dado cuenta lo que has dicho? Evans no va a querer saber nada más de mi…'
Snape trató de mantener su expresión serena aunque sabía que en el fondo estaba que no podía de la vergüenza. Miró ansiosamente a Evans esperando una respuesta.
Al principió Evans estaba con el ceño fruncido, simulando estar ofendida. Pero Snape vio que su expresión era falsa. Lentamente lágrimas se fueron formando en los ojos esmeralda de Evans. 'Lo que faltaba, la hice llorar…' pensó amargamente Snape, pero para su gran sorpresa, Evans no se contuvo más estallando en un ataque de risa que hizo que medio bar callara y más de uno la volteara a mirarla escandalizado.
"Qué dijiste Severus? No te lo puede creer…!" exclamó Evans en medio de risas escandalosas.
"Sh!" intentó callarla Snape. "Cállate!" le siseó.
"Lo siento…" susurró Evans removiendo las lágrimas que se habían formado al contener la risa. "Eso fue muy gracioso.."
Snape sonrió triunfal y prepotentemente. "Sí bueno.. es un talento que tengo.." dijo Snape.
Evans le sonrió dulcemente.
"Deseas algo de beber o comer…… ?" preguntó Snape inciertamente. Usualmente él no era el tipo de personas que hacía invitaciones, no era muy amable y mucho menos con una chica. Aún así en los años que su madre vivía, ella le enseñó que debía ser cordial con las mujeres, por más difícil que le resultase.
"Me gustaría una Coca-Cola, por favor" le dijo Evans mientras Snape se ponía de pie.
'Una Coca qué?' se preguntó Snape extrañado mientras se dirigía a la barra a conseguir la bebida de Evans.
"Erm…este… mesera?" preguntó Snape sobre la barra.
"Dime" dijo la mesera apareciendo de la nada. "Se te ofrece algo?"
"Sí, quiero una Co-- dos Coc--a" dijo Snape sintiéndose más estúpido cada segundo que pasaba.
Madam Rosmerta arqueó sus cejas. "Coca?" repitió incrédulamente.
"Sí" le respondió a Snape. Volteó a mirar a Evans la cual le devolvió la mirada.
"Dos Coca-Colas" dijo Snape al volverse a Madam Rosmerta, recordando súbitamente el nombre de la bebida.
"Ah! Lo siento querido pero esa bebida a pesar de ser Muggle a la gente le gusta mucho así que por el momento no tenemos.. pero tenemos una nueva bebida la cual es cerveza de manteca, te gustaría probarla?"
Snape se encogió de hombros. Madam Rosmerta se retiró a buscar las bebidas. Mientras Snape esperaba de nuevo una brisa helada llenó el lugar, pero Snape no le dio importancia ya que estaba sumergido en sus pensamientos: 'Qué tan bajo he caído? Yo, pidiendo una bebida Muggle?'
"Aquí tienes" le dijo Madam Rosmerta la cual volvió con dos vasos llenos de cerveza de manteca.
"Gracias" le respondió Snape recibiendo cuidadosamente los vasos en sus manos.
Al girar para dirigirse donde Evans estaba, a Snape se le cortó el aire por unos segundos al ver la sorpresa que le esperaba. Sintió que caía por un precipicio. Se sintió enojado consigo mismo por no haberse acordado de--
"Nuestro encuentro.." dijo Snape sin aliento.
"Así es.." le susurró Malfoy en cual se encontraba frente a él, solo 2 pulgadas separándolos "Nuestro encuentro…"
Para desgracia de Snape, no sólo Malfoy había entrado a Las Tres Escobas, sino también todos sus amigos y otros más de Slytherin.
"Qué haces acá? Te estabamos esperando!" exclamó furioso Higgs el cual se encontraba detrás de Malfoy.
"Obviamente vino por bebidas, no es así?" respondió Malfoy por Snape, tomando una de las botellas que sostenía Snape.
"Vámonos que ya hemos perdido mucho tiempo buscándote Severus" dijo Bletchey el cual se retiraba seguido de los otros chicos Slytherin.
"Vamos" le dijo Malfoy a Snape cuando casi todos se habían ido. "Y hablemos de paso Severus"
Malfoy se retiró pausando solo para murmurarle "Sangre-sucia" a Evans. Pero antes de que alguien pudiera hacer algo contra Malfoy, él ya se había ido.
Snape se mantuvo inmóvil por unos instantes. Evans se levantó de la mesa y se le acercó.
"Si tienes cosas que hacer lo entiendo… te veo.. después… otro día.." y con estas palabras Evans salió también del lugar, dejando a Snape solo.
'Cómo pude olvidarlo? No vuelvo hacer este tipo de cosas de nuevo…' pensó mientras dejaba los vasos sobre la barra y salía rápidamente de Las tres Escobas.
Al salir esperó encontrar a Evans pero fue mayor su sorpresa al ver que Malfoy lo esperaba en la puerta.
"Severus… qué estabas haciendo acá?" le preguntó Malfoy sin rodeos, sus ojos brillando de manera extraña.
"Así como tú dijiste, vine por bebidas" le siseó Snape.
Malfoy dejó escapar una risa sarcástica. "Tú? Por Dios… Qué hay entre la sangre-sucia y tú?"
"Qué te hace pensar que yo tenga algo que ver con la sangre-sucia?" le preguntó Snape enojado.
"Severus, eres mi mejor amigo acá, te conozco bien y créeme, no soy como el idiota de Higgs que si le dices que eres homosexual se lo cree…" le dijo Malfoy de manera razonable.
Snape permaneció callado.
"Te apoyo en este tipo de… erm… circunstancias… pero no con la sangre-sucia" dijo Malfoy retirándose.
Snape siguió los pasos de Malfoy en silencio. No se arrepentía de lo que había hecho y no había motivo para hacerlo. Solo era cuestión de ser más cuidadoso la próxima vez, si es que a su suerte había una próxima vez.
Al llegar a la Casa de los Gritos, Snape vio que Bletchey daba unas instrucciones.
"--y si algo pasa manden chispas rojas. De acuerdo?" concluyó Bletchey mientras todos asentían con la cabeza.
"Muy bien, Disarming Spells a la cuenta de tres! Uno-- dos-- tres!" gritó Higgs.
"Expelliarmus!" exclamaron al unísono Crabbe, Goyle, Warringtong y tres chicos más, apuntando sus varitas al portón del patio de la casa abandonada. La puerta se estremeció y se agitó a causa de la lluvia de chispas de las varitas. Se produjo una gran luz, provocando un momento de ceguedad completa. Snape cerró sus ojos para protegerse. Cuando los abrió, vio que Malfoy examinaba el portón grande de hierro.
"No pasó nada!" Malfoy les informó a los otros.
"Qué?" exclamaron unos.
"No puede ser!" gritó Warrington enojado.
En medio de una confusión Snape notó que alguien se acercaba lentamente. Eran dos figuras, una grande y la otra pequeña. Las figuras se hicieron claras bajo la luz de la luna al acercare más. Eran un hombre y una mujer. El hombre parecía tener una barba muy larga y gris que Snape supuso que era de--
"Dumbledore!" gritó Snape sin pensar.
Los otros chicos voltearon a mirar a Snape, luego a las dos personas y sin pensarlo dos veces salieron corriendo en todas direcciones a esconderse. Snape viendo que quedaba solo se precipitó a correr pero desafortunadamente pisó un charco y cayó al suelo, untándose de lodo su túnica.
Para ese momento las dos personas se encontraba a menos de 6 pies de él. Pero fue un gran alivio al ver que el viejo de barba larga era un aldeano y no como él pensó, Dumbledore. La mujer ya de edad parecía era su esposa.
"Muchachito, no debes andar por acá!" exclamó el hombre.
"Es mejor que te vayas, esta casa esta llena de cosas horribles, ni siquiera los fantasmas se acercan por acá" dijo la mujer con una expresión de terror. "Es mejor que tú y tus amiguitos se vayan, esto no es un lugar seguro" la mujer se agachó y ayudó a levantar a Snape.
"Gracias…" le musitó Snape a la señora.
"De nada hijo… pero por favor, trata de no volver por acá, quieres? Nos asustamos al ver todas esas luces que provenían de la casa, temimos que algo terrible estaba pasando. Hemos vivido mucho tiempo acá en Hogmeade y esa casa siempre ha existido, estaba habitada por una familia muy humilde. Solíamos verlos por las mañanas, tenían una niñita preciosa--" pero Snape no estaba poniendo atención a lo que la señora decía. Con disgusto miraba todo el lodo que tenía sobre sus túnicas.
"Me voy" dijo Snape fríamente.
"Antes de que te vayas, recuerda esto; los gritos aumentan en una noche como la de hoy, es decir en noche de luna llena. Es por eso que hoy no es conveniente estar por acá--" concluyó la señora.
No sabía porque, pero ese último dato le había despertado leve curiosidad a Snape. Luna llena? Acaso tenía algo de especial eso? Para él esa noche había sido extremadamente rara, primero su encuentro con Evans y luego la ruda idea de tratar de entrar a una casa que parecía no tener acceso alguno.
"Por que´--" intentó decir Snape.
"Regresa ya a tu casa hijo. Oh! Pero que desastre tu túnica" dijo la anciana notando la túnica enlodada de Snape, mientras se le acercaba a examinarla.
"Déjelo así… yo me voy ya" le dijo Snape alejándose de la anciana lo más que pudo.
Con la mirada buscó frenéticamente a sus amigos pero ya todos habían desaparecido.
No le gustó la idea de quedarse solo, en la noche de luna llena con los dos ancianos locos.
Salió corriendo colina abajo en dirección de la aldea, deseando llegar lo más rápido posible al castillo.
*****
La entrada al castillo se encontraba desierta y débilmente iluminada. Entró precipitadamente y caminó rápidamente por los corredores.
Iba distraído cuando vio una puerta de un salón abrirse delante de él. No queriendo que alguien lo viese lleno de lodo se dispuso a esconderse detrás de una columna, pero eso era demasiado tarde, ya que los ocupantes del salón salieron charlando animadamente.
Snape se sorprendió al ver a Black, Potter y Pettigrew salir de ella. Los tres Gryffindor miraron a Snape fijamente.
"Eres tú Snape" dijo Black. "Que grata sorpresa" añadió sonriendo al ver la túnica enlodada de Snape.
Snape quitándole los ojos a Black de encima, decidió seguir su camino pero Black lo hizo detener.
"Detención el lunes a las 9pm en la biblioteca, tú, Remus y yo. McGonagall nos estará esperando…"
"Bien.." murmuró ácidamente Snape, sin mirar a Black.
Se retiró furioso en dirección de la Sala Común de Slytherin, donde seguramente Malfoy y los demás lo bombardearían con comentarios y preguntas estúpidas.
******
Snape sintió frió y abrió sus ojos. Donde estaba? Le tomó instantes para recordar que se encontraba en el Ala Hospital de Hogwarts y se había quedado dormido gracias a la poción que la enfermera Madam Pomfrey le dio esa mañana.
"Ah te despertaste!" exclamó Lupin entusiásticamente el cual se encontraba sentado sobre su cama leyendo un libro y haciendo anotaciones.
"Qué hora es?" preguntó Snape tajantemente.
"Van a ser las 2 de la tarde.." le respondió Lupin chequeando su reloj desgastado.
Snape estudió a Lupin con la mirada. No podía creer que después de tantos años Lupin tenía el descaro de hablarle tan tranquilamente. Aunque Snape lo pensó detenidamente. Él realmente no odiaba a Lupin, le fastidiaba sí, le tenía rencor también, pero no era odio lo que sentía hacia él, a diferencia del odio que sentía hacia Black o Potter, Snape sentía una especie de lástima hacia Lupin.
"Severus" dijo Lupin cuidadosamente. "Verás, se que estás enfermo y no quisiera presionarte pero… hoy es luna llena"
Luna llena. Ese día era luna llena. Luna llena y Severus Snape no había hecho la poción para Remus Lupin.
Snape se paró súbitamente de su cama. "La poción!" exclamó alarmado mientras buscaba sus zapatos.
"Espera! No quise alarmarte, descansa, además tienes que comer algo" le dijo Lupin en un intento por calmar a su compañero.
"Le prometí a Dumbledore.. diablos… mis zapatos… la poción toma tiempo…" dijo Snape para si mismo.
"Tengo una idea! Yo tampoco he almorzado. Vamos al Gran Hall y después te puedo ayudar hacer la poción, además debo aprender hacerla en caso de--"
Los ojos de Snape centellearon maliciosamente. Lupin pareció notarlo ya que calló repentinamente. Era su imaginación o Lupin estaba ofreciéndose para ayudarle con la poción? Estaba cansado y un poco de ayuda… 'No! Se trata de Lupin el amigo de Potter' pensó Snape furiosamente. Pero dos palabras bastaron para poner en claro su decisión final:
"Esta bien.." dijo Snape mientras Lupin le sonreía.
