Hola a todos! Se que me estoy demorando mucho son los capítulos, pero verán esta vez si que tengo una gran excusa: estoy arreglando todo para volver a mi país lindo del alma y eso me ha quitado mucho tiempo de mis vacaciones… y pretendiendo entrar al colegio donde estaba antes en mi país, me ha tocado estos días hacer clases para adelantarme..! Las vacaciones y las matemáticas no combinan…
Bueno perdón por aburrirlos tanto con la nota, pero era para que supieran más o menos mi situación!
Disclaimer: Ya saben, J.K. toda poderosa es dueña de los personajes… como me gustaría que me regalara a Severus querido mío!
Quiero dar las gracias a mi Beta Reader del alma, Alexis! Muchaaaas gracias Ale querida!
Ahora si, no les quito más tiempo..
Después de buscar desesperadamente sus zapatos, los encontró escondidos debajo de la cama. Se los colocó descuidadamente y volteó a mirar a Lupin el cual estaba posando su libro sobre la mesa de noche.
"Vamos?" preguntó Lupin en lo que el creía era un tono de voz gracioso. En todo caso Snape no encontró ese acto gracioso. Le dio a Lupin una mirada muy fría.
"Seguro" respondió Snape seriamente. 'Seguro…' Pensó acostumbrado a responder con esa palabra cuando la gente solicitaba sus servicios, lo cual era muy rara vez.
Ambos hombres salieron silenciosamente del ala hospital. Caminaron por los fríos corredores sin dirigirse palabra. Snape no podía creer que había aceptado la propuesta de Lupin para hacer la poción juntos.
Después de unos minutos de caminar llegaron al Gran Hall. Snape abrió la puerta del salón rebelando un comedor casi vacío, exceptuando unos pocos profesores.
"Remus! Severus! Que bueno es tenerlos de nuevo por acá!" exclamó Dumbledore alegremente levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia ellos.
"Se encuentran mejor?" preguntó el anciano director en un susurro una vez que los alcanzó.
"Si señor" respondió Lupin con una sonrisa.
"Si director" contestó Snape evitando mirar el rostro sonriente de Lupin.
"Bien" dijo Dumbledore sus ojos azules centelleando detrás de sus lentes en forma de media luna. Los tres hombres permanecieron callados. Dumbledore miro a Lupin luego volteó sus ojos penetrantemente a Snape. Snape le devolvió la mirada. Silenciosamente Dumbledore le pregunto si tenía lista la poción para Lupin y Snape con el más mínimo movimiento para que Lupin no notara, meneo su cabeza en negación.
Dumbledore asintió suavemente con la cabeza.
Snape se retiró dejando a Lupin y Dumbledore solos. Se dirigió a su puesto habitual al lado del director. Se sirvió muy poca comida debido a que todavía no se sentía del todo bien. Pensó por un momento regresar al ala hospital pero la idea de tener lista la poción para Lupin le seguía atormentando la cabeza.
"Profesor Snape, como se siente?" le preguntó alguien a su derecha. Snape saltó en su asiento y bruscamente giró su cabeza chocando su mirada con la su reciente compañera de trabajo la Profesora Ravena. A Snape no le agradaba mucho ya que era una chiquilla de no más de 20 años quien obtuvo trabajo como maestra de prueba en Hogwarts 'Vaya, hasta cualquier mocoso en estos tiempos podría ser profesor..' pensó Snape ácidamente al recordar cuanto le costo a él convertirse en un maestro experimentado en pociones.
"Bien gracias.." le respondió Snape volviendo la mirada a su plato. La profesora Ravena abrió su boca como si fuese a decir algo pero al no hallar palabras agachó su cabeza mirando fijamente sus manos.
Snape tomó el tenedor en sus manos y jugó un poco con las patatas fritas. Levantó la mirada de nuevo y vio a Dumbledore todavía hablando con Lupin.
Su aliento solo le alcanzó para unas cuantas patatas y un poco de jugo de calabaza. Después de comer se levantó de la silla y le indicó con señas a Lupin que lo esperaba en su oficina. Lupin asintió con la cabeza.
*****
"No fue él.."
"Cómo que no fue Dumbledore?"
"Ya te lo dije, no era Dumbledore, fue un error…!"
"Si no era él, entonces quien fue?"
"Un viejo de la aldea.."
"Qué? Y por un viejo nos perdimos de entrar en esa casa embrujada?"
"Y yo te pregunto.. acaso lograron entrar con todos los hechizos que usaron?" le preguntó Snape enfurecido a Malfoy, mientras sacudía su túnica enlodada.
"No pero pudimos haber entrado!" exclamó fuertemente Malfoy.
"Cállate Lucius o atraerás a los otros" le siseó Snape sus ojos moviéndose en dirección de la puerta de los dormitorios de quinto año.
"De todas formas Patrick te va a abrumar con preguntas estúpidas, de esas que solo a él se le ocurren.." dijo Malfoy con una sonrisa, sus ojos pálidos centelleando.
"Gracioso te consideras, no?" le preguntó Snape. "No quiero saber la respuesta" volvió a decir Snape antes de que Malfoy dijera algo más.
Cansado de toda la actividad, Snape se retiró a los dormitorios recorriendo el pequeño corredor de piedra iluminado por antorchas. Abrió la puerta desanimadamente y para su tortura en vez de ser recibido por un saludo, una pregunta estúpida saltó de la boca de Higgs:
"Dumbledore te expulsó?"
*****
El domingo había pasado sin mucho sobresalto hasta llegada la tarde. Snape permaneció todo el día haciendo sus tareas, con Malfoy a su lado suplicándole su ayuda en el cuestionario de Pociones que Howe les había asignado--
"Por favor, necesito que me ayudes, no entiendo nada de lo que Howe dice" le suplicó Malfoy por enésima vez.
"No" le siseó Snape. "Quien te manda ser tan imbécil Malfoy"
"Wow, imbécil? Eso debió haber dolido, Lucius" dijo Higgs burlándose abiertamente de Malfoy.
"Besa mi--"
"Por Dios, me largo de aquí" dijo Snape entre dientes a Malfoy y Higgs. Agarró sus libros, se levantó súbitamente de su asiento y se fue de la mesa en la que estaban trabajando.
Snape salió de la Sala de Común de Slytherin habiendo tenido suficiente de sus amigos. Murmurando para si enfadado, caminó rápidamente por los corredores y llegó a la biblioteca a la que entró tirando la puerta.
"Jovencito, ten más cuidado!" le advirtió la anciana bibliotecaria una vez que Snape había cerrado la puerta bruscamente.
A Snape no te importó la advertencia de la vieja bibliotecaria. Una vez adentro busco una mesa que estuviera desocupada y para su suerte halló una en el rincón más alejado de todos en la cual tenia encima solamente con una gran pila de libros.
Llegó a la mesa y tiró los libros sobre ésta. Haló la silla ruidosamente y se dejó caer con pesadez. Acercó sus libros y empezó a mirar en un libro de pasta roja la pregunta seis del cuestionario "Es posible obtener extractos venenosos de fósiles de animales extintos? Si es así, de ejemplos. De lo contrario explique porqué no es posible" 'Mierda' fue lo único que pensó Snape.
"Animales extintos… venenos.. animales extintos.." dijo Snape para si mismo mientras pasaba las hojas del libro. Se concentró lo más que pudo, leyó y releyó hasta las más pequeñas notas del capitulo de venenos, pero no pudo encontrar nada, hasta que de repente..
"Lo encontré…!" gritó la pila de libros. Snape se sobresaltó. Se levantó de su silla y se puso en la punta de sus pies para ver quién estaba detrás. Como no pudo ver nada se acercó más a la pila, al punto de estar casi encima.
"Lily?" fue lo único que pudo decir Snape al ver a Lily Evans, escondida detrás de la pila de libros, sus ojos con sombras por debajo, su hermoso cabello terracota agarrado en una cola alta y sus tiernas pequitas más visibles que nunca.
"Severus! Que sorpresa!" dijo Evans casi sin aliento de la emoción. "Qué haces por acá?"
"Erm… hago el cuestionario para Howe…" le dijo Snape, pequeños parches rojos poblando sus pálidas mejillas.
"Yo también! Sabes? Acabo de encontrar la respuesta a la pregunta seis, la quieres?" le preguntó Evans con un gesto amable.
"Sí, era justo la que intentaba hacer…" le dijo Snape inseguro.
"Intentabas?" le pregunto Evans pícaramente.
"Sí. Verás es que con Lucius a tu lado no puedes hacer mucho.." le dijo Snape con seriedad. Evans lo miró con ternura y se rió.
"Me imagino.." murmuró ella más para si misma. Tomó un libro de su regazo y se lo pasó a Snape. "Página 127… a la mitad de la hoja encuentras la respuesta.."
"Gracias" musitó Snape dirigiéndose a su silla.
"Severus?" preguntó Evans. "Podrías ayudarme con el resto de las preguntas? La verdad…"continuó vacilante "tengo que aceptar que no soy tan buena como tú en pociones.." completó rápidamente, sus pecas ahora invisibles bajo el color escarlata que había adoptado su rostro.
"Seguro" le respondió Snape.
Fue una tarde de arduo trabajo que Snape nunca olvidaría por el resto de sus días. A pesar que esa tarde estudiaron más de lo que se hubiesen imaginado a Snape en realidad no le importó… 'Que mayor felicidad que tener a Lily Evans a su lado por toda una tarde?'
Al día siguiente Snape se despertó con un vago sentimiento de alegría que invadía su alma. El primero en notarlo fue Malfoy ya que durante todo el desayuno le preguntó a Snape por qué era que se encontraba tan feliz. Snape se limitaba a responder con evasivas o simplemente cambiaba de tema, por ahora era mejor que nadie se enterase de los nuevos sentimientos que estaban brotando en su corazón. Tal vez era mejor que nunca nadie se enterase. Realmente esos sentimientos eran magia ya que Snape no se explicó cómo fue que el día se pasó tan rápido, cayendo la noche con una desagradable sorpresa que él había olvidado por completo: la maldita detención con Black en la Biblioteca.
La profesora McGonagall lo estaba esperando al frente de la Biblioteca, junto con Black y Lupin el cuál, para sorpresa de Snape, pareciera que no se hubiese recuperado del golpe que recibió en la riña que tuvieron después del juego de Quidditch. A Snape le causó curiosidad el estado de Lupin, se veía más cansado que de costumbre, con sombras terriblemente pronunciadas bajo sus ojos vidriosos. Pero lo que realmente le causó mucha más curiosidad fue su túnica, rasgada en varias partes. Aún así eso no era motivo suficiente para que Lupin se escapara de cumplir la detención.
"Lupin se merece la detención.." a Snape se les salieron las palabras de la boca antes de que pudiera detenerse.
McGonagall lo miró seriamente. "El señor Lupin estuvo involucrado en la pelea, así que es conveniente que también haga la detención con ustedes"
A Snape se le formó una sonrisa fisgona, sus ojos reflejando una especie de triunfo, forzado a ser camuflado. McGonagall pareció notarlo y aclarando su garganta volvió hablar:
"Saben que Madam Barnett, debido a su vejez está cerca de su retiro--" Black alzó sus cejas de manera sarcástica "--lo cual significa que no puede completar de manera efectiva todas sus labores como Bibliotecaria" McGonagall se detuvo abruptamente. Luego repuso con rapidez "No es que haya fallado en su trabajo claro… no es conveniente hablar así del personal del colegio… el punto es que hasta que no llegue la nueva Bibliotecaria, Madam Pince, ustedes deben ayudarle a Madam Barnett esta noche con el orden de la Biblioteca recogiendo unos cuantos libros que están regados por todas las mesas…"
"Pero Profesora, eso nos podría tomar toda la noche!" protestó Black.
"Quizá Black, debiste haber pensado eso antes de pelearte con el señor Snape" le respondió McGonagall, sus delgadas cejas arqueadas de tal manera que parecieran confundirse con las suaves arrugas formadas en su frente. "De todas formas, si cumplen su detención debidamente en vez de molestar van a terminar antes de lo que se imaginan. Ultimamente hay muchos estudiantes animados en sus estudios…" añadió más para si misma.
"Profesora, y si la detención toma mucho…?" dijo Lupin, su voz escasamente audible.
"No te preocupes, tu puedes retirarte cuando consideres necesario.." respondió McGonagall un tanto incómoda.
"Gracias" dijo Lupin mirándola con una expresión de gratitud en su rostro pálido.
"Están autorizados para usar la Sección Prohibida--" Snape notó que a Black se le encendieron los ojos "--Si algún libro se rehusa a ser tocado, entonces simplemente déjenlo donde lo encontraron que Madam Barnnet sabrá que hacer"
"Está segura que debe permitirnos usar la Sección Prohibida?" preguntó Snape, su mirada clavada en la de Black.
"Tienen la suficiente inteligencia para no hacer alguna tontería, así que no habrá problema si arreglan un poco la Sección Prohibida" le dijo McGonagall, sus labios tornándose una delgada línea de labios pálidos. "Ahora entren, vamos, vamos.." concluyó abriendo la puerta de la Biblioteca.
Black entró de primero, seguido de Lupin y lejos de ellos, Snape. Una vez cerrada la puerta Black exclamó "Y eso que tenemos doble detención! Ojalá que la segunda sea de menos imaginación que esta!"
Snape percibió una risa por parte de Lupin en respuesta al comentario de Black.
'Imbéciles… solo un par de imbéciles… y McGonagall también…' pensó Snape al ver la gran cantidad de libros que estaban fuera de su lugar. De nuevo la visión de McGonagall quemándose en una hoguera le vino a la mente, pero mientras tenía esa visión maléfica, Black y Lupin se le había escapado de la vista.
"La Sección Prohibida…" musitó automáticamente Snape, dirigiéndose hasta lo más profundo de la Biblioteca, esperando encontrar a Black y a Lupin en el papel de espías, enterrados en alguna lectura que de seguro tendrían prohibido leer. Pero una vez llegó allá se sorprendió que no había nadie, ni siquiera la leve sensación de movimiento, simplemente un pequeño recinto repleto de los libros más extraños que él pudiera ver en su vida: libros pequeños de pasta peludas, libros sin títulos con extrañas escrituras, otros libros con candados que Snape juraría solo se podían abrir con algún conjuro poderoso.
Caminando con sigilo llegó al final del pasillo. Dispuesto a devolverse giró sobre sus talones, pero algo llamó su atención: era una puerta que, debido a la oscuridad, no había notado antes. Intrigado, abrió la puerta y se encontró con un corredor pequeño. Una de las puertas de la izquierda parecía estar abierta y Snape, sin dudar un segundo se dirigió a esta, entrando a una especie de salón abandonado, con mesas y sillas muy viejas apretujadas contra las paredes y en el puro centro de la habitación un espejo gigante, con marco dorado tallado a su alrededor y unas extrañas inscripciones en su parte superior……
"Oesed lenoz arocut edon isara cut se onotse…" leyó Snape extrañado. "Que raro.."
Snape miró desinteresado su reflejo por unos segundos, pero mientras lo hacía, una figura tomaba forma al lado de él. Bruscamente se dio la vuelta para darse cuenta que no había nadie. Con la ceja levantada volvió a mirar el espejo; su reflejo se volvió a él, con una mirada solitaria, triste y no como él esperaba verse. De nuevo la figuraba empezó a tomar forma y vio esta vez que se trataba de una persona con rasgos frágiles. 'No he dormido bien, no he dormido bien, no he dormido bien' se repitió a si mismo, forzando a cerrar sus ojos. Esperó unos segundos a que la figura desapareciera, hasta pensó en salir de allí pero sus piernas se sentían como si fuesen hechas de plomo ó como si se hubiesen pegado al suelo. Permaneció inmóvil por unos instantes. Viendo que no podía continuar así abrió un poco su ojo y para su horror la figura todavía estaba allí.
Eran verdes, extremadamente verdes los ojos de la persona que se reflejaban a su lado. Se acercó al espejo y la figura lo siguió. Sin quitar los ojos del espejo extendió su brazo en dirección de la figura esperando poder sentirla, tocarla, pero para su gran sorpresa la figura tomó la mano de su reflejo y se la llevó a las mejillas, a esas mejillas color crema que aunque él no las podía tocar, sí podía adivinar que eran mejillas muy suaves, más suaves que la seda.
Y estaba también su cabello, de un color intenso entre rojo oscuro y magenta, con ondulaciones que caían libremente sobre sus hombros, una anatomía de armónica perfección ante sus ojos, le causaban intriga, curiosidad; nublado por esa agraciada figura, con el mayor de los asombros murmuró:
"Lily…?"
Espero que les haya gustado. Quería también comentar que "Barnett" es el apellido de mi amiga Sarah que es de Inglaterra pero vive acá.
Aprovechen y lean mis otros fanfics, cortitos pero hacen pasar un buen rato!
^__^
