Hola, hola! Me he demorado bastante, no? Vivir en un mundo de magia no es tarea fácil. Saben, tenía pensado este capítulo desde hace mucho y de hecho la historia iba a seguir este curso. Para refrescar la memoria: Snape es un niño grande, tuvo su experiencia agridulce en el colegio pero eso habrá quedado atrás.. o al menos eso espera. Gracias a J.K. por publicar el libro 5, el cual me ayudó un poco más a entender a nuestro adorado Sevvy... y apoyaba una que otra idea que tenía. Así que espero que disfruten este capítulo, donde pasan muchas cosas sin mucha explicación, porque esta historia está llegando a su final.
Gracias a Ale por ser una increíble Beta Reader y amante.

"Capitulo 15"

Querido Severus,

Hola, cómo has estado? Espero que todo marche de maravilla. Te escribo un día antes de salir de viaje a España. Espero poder pasarla bien, aunque no estoy segura estando con Petunia, quien cada día se porta peor conmigo. El calor estos días es insoportable, pero dicen que en España es más frío.

Qué tal la has pasado en tus vacaciones? Has podido ver a tu hermano?

Haré lo posible por escribirte desde España.

Atentamente,

Lily Evans.

Lily,

Hola. Me alegra saber que al menos vas a viajar, por mi parte estaré todas la vacaciones en Londres. Sin embargo, papá me enviará dos semanas a una Institución para el Aprendizaje de Constitución y Normas Mágicas, y se pregunta por qué mi hermano es abogado. Mencionando a mi hermano, no he sabido nada de él, la última vez que vino papá lo echó de la casa, aunque le da vergüenza comentarlo entre la familia.

Espero tu respuesta,

Severus Snape.

Querido Severus,

Te escribo desde nuestra habitación de hotel en España. Las cosas han ido muy lentas, pero todo bien en general. Petunia salió a la piscina a refrescarse, por lo que aprovecho para escribirte.

El clima acá es casi igual al de Inglaterra, y escuchar a los españoles hablar inglés es en verdad muy cómico, tienen un acento muy marcado.

Quiero regresar a Inglaterra e ir a Diagon Alley, aunque sea de visita, sé que los útiles escolares los compraré una semana antes de iniciar clases. Quien sabe, a lo mejor nos vemos allá.

En unos días será mi cumpleaños, por lo que iremos hasta las islas canarias. Puedes creerlo? Tendré dieciséis años, qué vieja estoy.

Se despide,

Lily Evans.

Lily,

Perdona la tardanza de esta carta, pero he tenido asuntos importantes qué atender. Quería desearte un muy feliz cumpleaños atrasado.

Espero más noticias tuyas.

Atentamente,

Severus Snape.

Snape nunca recibió respuesta de Lily después de esa última carta. Lo mejor de sus vacaciones fue el instituto al que atendió, aunque aprendió mucho del Ministerio de la Magia lo interesante fue conocer muchas personas que compartían sus ideales de mantener limpia la sociedad mágica, sin sangre-sucias, sin magos y brujas provenientes de fusiones de familias muggles y mágicas... aunque eso implicaba, cortar contacto alguno con Lily Evans.

El sexto año llegó sin mucho alarde, pasado el año de los O.W.L.s no había mucho de qué preocuparse. Seguían existiendo las mismas tensiones entre casas rivales, pero el interés por el Quidditch, los puntos y las normas iban desvaneciendo gradualmente, la hora de convertirse en hombres y mujeres profesionales se iba a acercando por lo que se pasaba más tiempo planeando el futuro de sus vidas que jugando bromas a estudiantes de otras casas.

Al finalizar el curso, mantuvo contacto por todo el verano con Lucius Malfoy, Patrick Higgs y otros de su grupo de amigos de colegio. Se encontraba seguido con la familia Malfoy, los Crabbe y los Lestranger. Atendía a reuniones de la alta sociedad mágica con su padre y estaba muy bien informado de las actividades de Lord Voldemort; se hablaba del golpe final del Señor Tenebroso, la reunión de fuerzas y las recompensas de Voldemort a sus seguidores fieles, otorgándoles un poder inimaginable. Todo esto le retumbaba a Snape en la cabeza y aunque muchos decían que eran habladurías, otro tanto como Snape tomaban muy seriamente la situación. Aunque él se sentía lejos se ser parte del círculo de Voldemort, al menos hacía lo posible por moverse en ese mundo de codicia y oscuridad, entre más involucrado estuviese más orgulloso estaría su padre.

Los años de colegio quedaron en el olvido, mientras los recién graduados iniciaban estudios avanzados o eran empleados directamente, Severus Snape seguía compenetrándose con las actividades de los Mortífagos.

Londres, Inglaterra.

Julio 11 de 1976

Querido Niall,

Cómo va tu vida?

Espero que todo esté de maravilla. Por mi parte tengo una excelente noticia: empezaré mis estudios de Pociones en el "Instituto de Alta Investigación de Pociones" justo como mamá lo hizo. También quiero contarte que tú y yo compartimos una marca común: fui aceptado dentro del grupo del Señor Tenebroso, en unos meses empezaré mis actividades, es increíble todo lo que he podido ver y hacer hasta ahora, estoy seguro que con el tiempo mejoraré.

Atentamente,

Severus.

Snape dobló la carta y la amarró a la pata de una lechuza, extendiendo sus alas y alzándose en vuelo con mucha habilidad. Tomando la manga izquierda de su túnica con la mano opuesta, la retiró de su antebrazo revelando la forma de una calavera con una serpiente deslizándose por el ojo de esta.

Hubo un suave Pop! a las afueras de su casa. Se acercó a la puerta con sigilo y al abrirla, se encontró con Lucius Malfoy en una elegante túnica negra con puntadas grises en el cuello.

"Hola Lucius" dijo Snape estrechando la mano de su amigo. "Pasa por favor, qué te trae por acá?" Snape se dirigió a la cocina por un momento, volviendo con los vasos de cristal llenos de whisky escocés.

"No vas a creerlo Severus, pero hubo una cacería enorme ayer en la tarde" dijo Malfoy tomando aliento, mientras recibía el vaso en su mano. "Gracias"

"Cacería? A qué te refieres?" preguntó él, extrañado.

"Tenemos traidores entre nosotros, Severus. Traidores e ineptos. Hubo muertes, esta mañana el Ministerio de la Magia estaba vestido de negro, hipócritas" pausó tomando un sorbo "Recuerdas a Sirius Black?"

"Sí, lo recuerdo..." dijo Snape, tomando asiento en una silla de la sala donde instantes antes había escrito la carta a su hermano. "Qué con ese?"

"Su hermano, Regulus Black... resultó ser una basura, ya nos encargamos de eso. Me encontré con su madre y le di mis condolencias"

"Quieres decir que... Sirius Black es Mortífago también?" preguntó Snape asombrado.

"No, no lo es... ese estúpido? Pensé que lo encontraría junto con su madre en el Ministerio, pero no fue así... sabías que Regulus estaba de nuestro lado, no es así?"añadió Malfoy con incredulidad.

Snape asintió con su cabeza, mientras sus mejillas se llenaban de color. No tenía idea que el hermano de Black era Mortífago, se sintió incómodo y excluido por unos momentos, pero el solo hecho de pensar en la muerte de un Black lo hizo sonreír con malicia, un brillo de locura reflejándose en sus ojos.

El sonido de cristal quebrándose le llamó su atención. Alzó su mirada y vio a Malfoy sujetando su muñeca. Snape miró el suyo y vio que estaban ardiendo.

"Siento lo del vaso" dijo Malfoy sin una gota de arrepentimiento en su voz.

"No importa" respondió Snape con descuido. "Vas a ir?"

"Claro, y tú?"

"No, tengo otros asuntos que atender... Lucius, cualquier tipo de información, dímela.. de acuerdo?" preguntó Snape con desafío.

"Qué crees que estoy haciendo?" respondió Malfoy acercándose a la puerta.

"Solo hazlo" respondió el otro con la ceja arqueada, acompañando a su amigo hasta la puerta.

"Después te daré nombres, pero no es conveniente ahora, el Señor Tenebroso está enfadado" Malfoy se acercó a Snape, mirándolo fijamente a los ojos. "No te descuides, no te aceleres, hasta ahora vas a empezar" lo tomó del brazo, acercándolo aun más a él, su respiración mezclándose con la del otro hombre, labios extremadamente cerca. Posó su mano sobre la mejilla de Snape, acariciándola pausadamente, mientras hablaba en el mismo tono de voz suave y ácido "El Señor Tenebroso tiene planes para los dos, en especial para ti Severus, llegará tu hora de demostrar qué tan capaz eres, demostrar tu fidelidad, no lo decepciones, no decepciones al grupo y lo más importante, no me decepciones. Tu recompensa llegará, te esperarán momentos de gloria, ya verás... solo, no hagas tantas pregunta, de acuerdo? Yo te mantendré informado...." al terminar de hablar, se separaron bruscamente, Malfoy desapareciendo detrás de la puerta.

Las palabras de Malfoy fueron en su mayoría ciertas, cada día Snape se ganaba más la confianza de sus compañeros y del Señor Tenebroso. Su padre parecía vivir en una constante primavera, Niall se seguía reportando con él, su madre solo se limitaba a reservar cualquier comentario, de vez en cuando le daba consejos de cómo comportarse en el Instituto.

Los días en su primer año de sus estudios avanzados fueron intensos, no solo estaba encantado con las investigaciones de pociones, sino también con el ambiente que lo rodeada, muchos de los estudiantes eran o aspiraban a convertirse en Mortífagos, en las noches salían a los peores antros de la ciudad a divertirse con las perras del centro, buscaban sitios donde los sangre-sucia se juntaban y hacían de las suyas con ellos, había noches donde no recordaba lo que había hecho, días donde amanecía en alguna calle abandonada y mugrienta, muy lejos del instituto, se convertía en ocasiones en una criatura detestable y en las misiones para Voldemort era de los favoritos, el Señor Tenebroso estaba muy complacido con él, cada día más misiones le fueron asignadas a cambio el recibía poderes oscuros que Voldemort le ofrecía.

Esperaba una mejoría en su estilo de vida, olvidar su pasado y sus lastimosos años en el colegio, pero no fue así. En una tarde común de primavera mientras estudiaba para un examen de Alquimia recibió una noticia detestable. Una carta, de aspecto cursi pero formal.

Nombres con apellidos Evans y Potter, seguido de "Lily Evans" y "James Potter", una frase como "---participación a su matrimonio" y finalmente la dirección de la mansión de James Potter con una fecha y hora exacta. Acaso era eso una broma? Tenía James Potter, o peor aún, Lily Evans el descaro de invitarlo a su matrimonio? Cualquiera que hubiesen sido las intenciones, la invitación quedó vuelta pedacitos entre las manos de Snape. Nunca supo si ese matrimonio se llevó acabo, si se trataba de algo real o una carta de mal gusto.

Los meses pasaron, terminó su carrera de Maestría en Pociones, en su vida de Mortífago sus misiones se volvían de mayor magnitud, personas inocentes morían bajo sus órdenes –entre esas, muggles- y familias quedaron destruidas tras sus ataques. Sus poderes aunque grandes no lo llenaban de satisfacción, consideraba que estaba en su mejor momento y que debía retirarse victorioso, pero nadie le daba la espalda a Voldemort y él lo sabía a la perfección... sabía que había llegado demasiado lejos tras destruir parte del Ministerio de Magia de Escocia donde por poco fueron capturados y él, tras un escape furtivo estuvo apunto de perder la vida. Eso bastó para abrir sus ojos y darse cuenta de sus errores, lo único que le restó por hacer era lo inevitable: rendir sus servicios a Dumbledore. En una visita a Hogwarts bajo una gran presión, Snape se entregó al director, le reveló todo tipo de información relacionada con los Mortífagos, hizo entrega de documentos que incriminaban a amigos muy cercanos y se ofreció de espía, a cambio de la protección de Dumbledore. El director tomó con mucha calma el asunto y aceptó la propuesta de Snape.

Las tareas de Snape con el director de seguro no involucraban muertes inocentes, lo cual lo dejaba aliviado. Solo debía ser precavido y no levantar sospecha alguna, siempre que podía atendía a reuniones con el director y a cualquier llamado asistía con la mayor prontitud posible. En un tarde soleada recibió una de los tantos llamados, Severus respondió pensando que era rutinario, pero nunca imaginó las implicaciones y el vuelco que daría a su vida.

Al llegar al castillo fue directamente a la oficina del director donde un cansado Dumbledore lo esperaba.

"Buenas tardes, Severus..." el anciano le dio la bienvenida con una corta venia. "Me alegra que estés acá"

"Buenas tardes, director" respondió este tomando asiento donde la delgada mano del director le indicaba.

Posicionándose detrás de su escritorio, Dumbledore tomó asiento con movimientos pausados. Observando a Snape detenidamente, empezó a hablar en voz serena:

"He contratado a una nueva profesora de Adivinación, Sybill Trelawney" Snape no mostró interés alguno ante la noticia. "Empezará a trabajar el próximo año, por lo que desde ya quiero que se sienta como en casa"

Snape asintió por unos segundos, luego añadió con desconfianza: "No me estará pidiendo que yo" hizo énfasis en la palabra "me haga cargo de los asuntos de la profesora? Me parece que la Profesora McGonagall debe ser la indicada"

Dumbledore rió por unos momentos. "No me refiero a eso Severus, aunque debo decir que la idea suena tentadora" las gafas del director se escurrieron ligeramente sobre su larga y arrugada nariz. Tomando una postura más seria, continuó: "Me temo que te he llamado por otras circunstancias, no preciso que te hagas cargo de la estancia de ella en el castillo Severus, pero tengo plena confianza en ti, por lo que te pido que te encargues de la seguridad de la Profesora Trelawney, por lo menos hasta que empiece el año escolar"

Snape frunció el ceño, deseoso de preguntar porqué requería de tal servicio. Dumbledore por su parte, se adelantó suponiendo el transcurso de la escena entre él y su espía.

"Severus..." murmuró el director. "Sybill Trelawney es descendiente de una Vidente legendaria, mientras la entrevistaba no me daba la impresión de ser tan grande como supuse iba a ser, pero en medio de dicha entrevista hizo una predicción...una muy importante predicción de la cual Voldemort está enterado de su existencia.." Snape hizo un esfuerzo por interrumpir, pero Dumbledore lo silenció con su mirada "Sin embargo, Voldemort no sabe el contenido de esta predicción—"

"A qué viene todo esto?" demandó Snape su temperamento ganando lo mejor de si.

"Severus, solo yo se el contenido de la predicción. La entrevista la realicé en Hogsmeade, pensando en que sería el lugar más segura para hacerlo, aun así seguidores de Voldemort se encontraban cerca del lugar, saben de lo sucedido.." Dumbledore se puso en pie, dándole la espalda a Snape prosiguió su explicación. "Confío plenamente en ti, confío en esta predicción, sé que es totalmente acertada. Existe una profecía acerca del nacimiento de un niño a final del mes de Julio, de padres quienes han enfrentado tres veces a Voldemort. Los seguidores de Voldemort estarán tras Sybill Trelawney, tras esta predicción y, espero me perdones, estarán tras de ti a partir de este momento"

Snape se mantuvo inmóvil en su silla, ojos fijos en el escritorio de Dumbledore.

"Me temo que mis candidatos que cumplen esta predicción se reducen a dos parejas: Alice y Frank Longbottom" Snape subió su mirada en seco "ambos esperan un hijo para esos días... al igual que Lily y James Potter" Snape sintió que su corazón daba un vuelco. 'No, Lily Evans no....' pensó con rabia al imaginarse todo lo que podía pasar si la predicción se refería a ellos.

Snape se puso en pie de forma repentina. "Por qué me escoge a mi director? Por qué no otra persona? En cualquier momento puedo traicionarlo, hacerlo quedar como un estúpido"

"No, Severus" respondió Dumbledore seriamente, enfrentándolo. "Porque no me traicionarás, de eso estoy seguro. Necesito a alguien con un puente entre los movimientos de Voldemort y los nuestros, necesito que hagas esto Severus, no podría confiarle a nadie más esta misión. Perdóname por ponerte en esta situación, pero necesito que no tengas miedo, me encantaría poder haberlo hecho personalmente, pero ahora debo ocuparme de la seguridad de los Longbottom y los Potter" el director se encaminó hasta el lado opuesto de su oficina, justo al lado de una puerta donde había un maletín negro sobre el suelo. El director lo abrió, sacando una botella con un líquido aceitoso transparente dentro de esta.

"Esto" dijo el anciano entregando la botella a Snape "es una poción que yo mismo preparé, contrarresta la acción del Veritaserum en caso que sea usada sobre ti. Una gota diaria será suficiente, tu más que nadie lo sabe" Snape examinó la botella cuidadosamente. "Agradezco que hayas respondido tan rápido mi llamado. Sybill Trelawney te está esperando en Las Tres Escobas, me gustaría acompañarte pero me temo que no me será posible. Te será fácil reconocerla y espero que me mandes un mensaje de este primer encuentro con ella"

"Bien" respondió Snape guardando la botella en uno de los bolsillos de su capa de viaje. "Profesor, por qué la Profesora Trelawney no está hospedándose en el castillo?"

"Siento lástima por quien intente entrar a este castillo, pero estamos en épocas difíciles, solo un torpe lo intentaría. Voldemort es sabio, no siempre sus acciones lo serán. Una de ellas puede ser entrar a este castillo, por eso entre más personas estén alejadas de este lugar, más tranquilo me sentiré"

Snape asintió, giró sobre sus talones pero Dumbledore habló: "Espero Severus, me perdones por esto" Sin volver a ver, el joven dijo:

"Lo haré, cuando sepa cómo acaba todo esto" con estas palabras Snape se retiró, dejando al director inmerso en sus pensamientos.

Pasaron semanas en las que Snape atendía a reuniones como otro Mortífago más, trataba de cumplir las misiones que le eran asignadas que, curiosamente disminuían la con el pasar del tiempo, hasta en ocasiones solo servía de mensajero, lo que tenía para temor de él un solo significado: Voldemort sospechaba de su doble papel de su sirviente, él estaba conciente de esto.

Todos los días ingería una gota de la poción, recorría las calles de Hogsmeade muy temprano en la mañana y todas las noches algunas veces hasta muy temprano en la madrugada, además de esto y aunque era la peor parte, hacía visitas frecuentes a Sybill Trelawney. En una calurosa noche de verano, mientras Snape patrullaba las calles de Hogsmeade, fue interceptado por dos hombres vestidos con túnicas negras, capuchas y máscaras blancas en sus inexpresivos rostros. Mortífagos, supuestos compañeros de él se acercaron con cautelas, varitas afuera apuntándole justo en el pecho, lograron acorralarlo en un callejón sin problema alguno.

"Snape!" exclamó el más alto de los dos. "El Señor Tenebroso desea verte de inmediato"

"Bien, en estos momentos apareceré a su lado" respondió sereno. Hizo un esfuerzo por huir, pero el Mortífago lo retuvo por el hombro.

"Te irás con nosotros" murmuró maliciosamente.

El otro Mortígafo apuntó su varita a Snape, finas cuerdas saliendo de esta y envolviéndose alrededor de él, causando su pérdida de equilibrio.

"Mira que no venga nadie" dijo el que conjuró las cuerdas, Snape sorprendiéndose de ser una voz femenina que salía tras la máscara, incapaz de reconocer la dueña de la voz. El otro se retiró por unos instantes, mientras la mujer apretaba las cuerdas.

"Esto no es necesario" dijo Snape en un intento de persuadir a la mujer.

"Calla" dijo ella tajante, mientras apuntaba de nuevo su varita, esta vez a su garganta. "Quietus!" chilló la mujer. Snape sintió como si alguien sujetara fuertemente de su cuello, imposibilitándole el habla.

El otro hombre volvió con pasos rápidos. "Has algo respecto a los ojos" le indicó a la mujer, mientras ella cubría los ojos de Snape con una cinta gruesa.

"No podías hacerlo por métodos mágicos?" preguntó el hombre sarcástico.

"No si querías verlo ciego..." respondió ella mofándose de la situación.

Snape sintió cómo la mano del hombre lo sujetaba del brazo y lo llevaba a arrastras, en un principio ponía resistencia, pero luego dedujo que si hacía tal cosa despertaría aun más sospecha. Finalmente después de caminar por mucho tiempo, se detuvieron y Snape fue forzado a sujetar un manojo de papel en las manos. Segundos después se encontró tendido en el suelo, sabía que habían usado un Traslador como transporte, lo que le indicaba que los Mortífagos tenían otro sitio de reunión del cual él no estaba enterado. Alguien retiró la venda de sus ojos y lo liberó del hechizo. Dando una miraba rápida, el sitio se le asemejó a un sótano seguramente abandonado a juzgar por su mal estado, sin embargo no recordó haber estado antes allí. Los dos Mortífagos estaban tras él y quien era indiscutiblemente el Señor Tenebroso, se encontraba inmóvil tras las sombras de un biombo de madera viejo.

"Severus Snape" dijo una voz grave y venenosa desde el otro lado del salón. "Qué agradable tenerte por acá, por favor acércate"

Poniéndose en pie avanzó con lentitud hacia el Señor Tenebroso, el sonido de cada paso rebotando en las paredes de piedra mohosa, cada fibra de sus músculos tensas al máximo, su esqueleto temblando incontrolablemente, sin embargo logró mantener una expresión neutral en su rostro, sus ojos vacíos sin reflejar emoción alguna.

El Señor Tenebroso salió de las sombras, desplazándose suavemente sobre el piso, su varita afuera y postura rígida se dirigió a Snape, viéndolo fijamente a los ojos.

"He recibido información acerca de ti, Severus. Me temo que no has sido un buen sirviente, desde el momento que te uniste a mi debiste haber tenido claro que no es posible ocultarme tus secretos por mucho tiempo. No tengo que precisar de qué estoy hablando, creo que ambos sabemos en qué situación te encuentras. Ahora, sé bueno y dime la profecía que Dumbledore guarda tan celosamente... rebélame su contenido!"

"Mi señor" habló Snape bajando la mirada, su voz temblorosa pero su ceño fruncido, tratando de mantener la calma su mente muy alejada de la profecía. "No tengo la menor idea de qué me está hablando, siempre le he sido fiel y siempre le seré, cualquier información que esté en mi poder se la haré saber, pero me temo que carezco de esta" concluyó con una venia cortés.

"Mientes! Me crees estúpido Snape?!" bramó Voldemort, apuntando su varita al joven quien tenía la cabeza inclinada. "Sabía que esto iba a resultar de esta forma, eres igual de terco e inepto que tu padre!" Snape sintió la ira correr por sus venas, sus manos empuñadas ante estas palabras. "Lo haremos a mi manera! Imperio!"

Snape levantó la vista, sus pupilas dilatadas y mirada desenfocada, se acercó mucho más a Voldemort con pasos más suaves, su cuerpo relajado como si estuviera caminando en medio de nubes, en un sueño extraño.

"Bellatrix! Trae la poción" ordenó Voldemort a la mujer que había escoltado a Snape hasta el escondite. Momento después volvió ella con una taza que se usa para el té, con lo que era indudablemente, Veritaserum. Voldemort obligó al joven a ingerirla, él prodeciendo sin protestar. Formulando un largo interrogatorio el señor Tenebroso no logró sacar información alguna de Snape quien en ese momento agradecio´ mentalmente a Dumbledore por la poción que le había dado. Optando por un modo más efectivo, Voldemort arrojó la taza lejos y empuñando su varita, la apuntó a su sirviente y murmuó: "Crucio"

Por un momento Snape se encontró suspendido en el aire, un rayo de luz deslumbrante envolviendo su cuerpo, sus ojos desorbitados y mirada perdida, observó a Lord Voldemort por ojos entrecerrados, su cuerpo cayendo en cámara lenta golpeando el piso de forma estruendosa, el señor Tenebroso le habló pero él no lograba entender lo que decía, solo podía ver el movimiento de sus labios finos y grotescos.... como si una corriente de electricidad recorriera su cuerpo desde la punta de los pies hasta su cabeza, se llevó las manos a esta sintiendo un dolor realmente insoportable, encogió su cuerpo mientras experimentaba dolor y sufrimiento como nunca había sentido en su vida, agarrando su rostro en desesperación enterrándose sus uñas en sus mejillas, finos hilos de sangre saliendo de este, sintiendo que se queda sordo con sus propios gritos de agonía, deseando más que nada en el mundo poder salir de allí vivo, ileso, huir de allí antes de llegar a morir.

"De qué trata esta profecía?!" gritó el señor Tenebroso, su varita aun apuntando a Snape.

"No lo sé! Lo juro, no lo sé!" respondió Snape en medio de gritos, decidido a no derramar ni una sola palabra.

'No puedo decirla, no puedo fallarle a Dumbledore, él confía en mi, no puedo poner en peligro a los Longbottom, no puedo poner en peligro a Lily'

"Acaso se refiere a mí esta profecía?! Ah?! RESPONDE!" para deleite de Voldemort, un débil "Sí" escapa de la boca de Snape.

"Bellatrix! Parece que no quiere cooperar más, haz feliz a tu amo, quieres?" Voldemort habló por encima de los gritos de Snape.

"Crucio!" chilló ella, apuntando también su varita al joven. "Severus Snape, sabes que entre todos los Mortífagos, soy la mejor aplicando el Maleficio Cruciatus, dinos la profecía y te dejaremos ir!"

"No.... no—lo—haré!" Snape escasamente pudo mover los músculos de su rostro, aunque se trató de unos segundos, para él fueron los más eternos de su vida.

El dolor se intensificaba con el pasar del tiempo, sintiendo un ardor en todo el cuerpo, su vista cada vez se hacía más nublada, párpados muy pesados, debía hablar si quería salvar su vida, sabía que debía decirla y así poder salir bien librado, debía salir con vida, se sentía débil, su conciencia ahora le dictaba lo contrario, debía hablar si quiere salir de allí, debía hacerlo pronto y la pesadilla acabaría...

Snape no puede detenerse, una vez empezó a hablar sintió cómo su vida se prolongaba.

"Usted será.... en Julio... nacerá un niño!" Voldemort bajó su varita, mirando intensamente a Snape, mientras Bellatrix se mantenía en la misma posición.

"Ese niño será capaz de enfrentarse a usted, lo matara si no hace algo!" se sintió culpable al decir estas palabras, se sintió un cobarde, un miserable, un traidor.

"Quienes son sus padres? Quienes son?!?" preguntó Voldemort muy ansioso, su mano acariciando su varita de forma tentativa.

"Longbottom!" Snape escupió el apellido de los aurores en medio de gritos. "Por favor, baastaa! ESO ES TODO LO QUE SÉ!" se sintió como una basura, rogando por su vida.

"Mientes! Puedo sentirlo, puedo olerlo! Hay más, dímelo! Quién más está en esto? Quién más está en la profecía?!"

'No puedo decirlo, no puedo decirlo, no puedo, pero si lo hago, saldré de aquí pronto, no puedo evitarlo'

"POTTER!" chilló Snape sin control. "JAMES! Y---Y--" apretó sus párpados y dijo el nombre "LILY POTTER!"

Inmediata y repentinamente, el dolor se desvaneció. En el recinto solo se escucha su respiración sobresaltada, y las palabras de Voldemort "Has hecho un buen trabajo, Snape" antes de caer inconsciente.

*****

Abrió los ojos. Se encontraba tendido en una cama del Ala Hospital de Hogwarts. Delante suyo había un calendario mágico. Había pasado un día desde su encuentro con Voldemort. Todas las imágenes de ese suceso golpearon su mente.

"Severus" dijo Dumbledore a su lado con vos ronca. "Sé lo que sucedió, me hice cargo de este asunto. Los Longbottom estarán a salvo al igual que los Potter. Sé que te preocupa Lily, ella estará a salvo, hiciste un gran trabajo"

Snape pasó saliva. Un sentimiento de culpa invadió su cuerpo, sus ojos llenándose de lágrimas sin poder evitarlo.