"AHORA...Y SIEMPRE"
:::::SEGUNDA PARTE:::::
("Siempre existe un mañana")
CAPÍTULO 5: No puedo sacarte de mi mente...
::::::::::::::::::
-Buenos días, Ron...
-Buenos días, hermanita...- Ron sonrió en forma pícara y se cruzó de brazos.- Ah, sí... hoy sí serán muy buenos días para tí.
-¿Qué quieres decir?- le preguntó a su hermano, confundida. Ron negó con la cabeza, enigmático.- ¿Ron?
-No es nada, no es nada- respondió él, alegre, dándole unas palmaditas en el hombro a Ginny.
-¡¡Cuéntame, Ron!!- exigió Ginny, con la curiosidad creciendo dentro suyo. Ron ya estaba bajando las escaleras y sólo se limitó a hacerle un gesto con la mano: no iba a decirle nada. Bajó corriendo las escaleras detrás del pelirrojo. Toda la familia estaba desayunando tranquila y se volvió al escuchar los gritos de Ginny.- ¡¡¡Dime!!!
Ron se dejó caer sobre una silla y comenzó a servirse avena, ignorándola. Fred y George sonrieron y miraron a Ginny, haciendo que la chica se pusiera aún más furiosa.
-¿Es sobre "eso"?- le preguntó George a Ron, sin tomar ningún reparo en bajar la voz. Ron asintió vigorosamente.
-Todas mis túnicas están gastadas...- comentó Fred, pensativo, con la mano en el mentón.
-¡Por supuesto que iremos de compras!- exclamó la señora Weasley, haciéndole señas a su hija para que se sentara a desayunar. Suspiró y puso una expresión soñadora- Será tan maravilloso...
-¿¿Qué sucede??- inquirió Ginny, completamente desorientada, mirando a cada uno de los miembros de su familia. - ¡Díganme!
-Ron, ¿tienes problemas para mantener la boca cerrada?- Molly Weasley frunció el ceño.- Sólo tenías que aguantar hasta la tarde...
-Si no dije nada- protestó. Su madre lo miró fijamente y Ron sonrió- Bueeeno... tal vez se me haya escapado un poquitito...-reconoció, encogiéndose de hombros.
-¡¡¡¡Quiero saberrr!!!!- Ginny apoyó con fuerza la mano sobre la mesa, haciendo tambalear algunas copas. Ya estaba cansada de tanto misterio, no iban a dejarla así.
-Ginny, cielo, come algo- la señora Weasley le tendió un plato de avena desmesuradamente lleno.
-¡No tengo hambre!- contestó de mala gana- Mamá, dime que sucede...
-¡Oh, cariño! Creéme que me encantaría decírtelo, pero no puedo...- dijo la señora Weasley, suavemente.- Lo sabrás a su debido tiempo.
-¡Pero no es mi cumpleaños!- Ginny se estaba devanando los sesos tratando de adivinar. -¡Y tampoco hay otra fiesta cerca...!
-Es inútil, Ginny- Ron habló con la boca llena, lo que le valió una dura mirada de su madre- No te vamos a decir absolutamente nada.
- ¡Pero...
-Olvídalo- dijo George, levantándose de la mesa. Fue hasta el sillón y tomó una bolsa de terciopelo violeta.- Eh, Fred, ya vámonos...
-Si, estamos atrasados- corroboró su hermano, dándose prisa.- Nos vemos luego.
Los mellizos se marcharon con los polvos flu, probablemente, en dirección a Diagon Alley, donde tenían su inmensa tienda de chascos. Ron terminó su desayuno con toda la tranquilidad del mundo y no se inmutó ante los constantes intentos de Ginny por sacarle alguna palabra.
-Es inútil...- repitió las palabras que ya había dicho antes.- Es inútil...no te voy a decir nada.
::::::::::::::::::
El jardín de los Weasley siempre estaba impecable y, aún así, Ginny disfrutaba paseando cada día entre las coloridas plantas que habían brotado con la primavera. El aire era cálido y el sol resplandecía en el cielo azul, haciendo que la imagen de la joven en ese campo verdoso se asemejara a una idílica postal. Tarareando una canción por lo bajo, se puso en cuclillas y haciendo graciosos movimientos con su varita, hizo que las hojas secas de un rosal desaparecieran al instante.
-¿Ocupada?
La chica se volteó y se puso la mano de visera para protegerse los ojos del sol.
-No demasiado...
El recién llegado sonrió. Era un muchacho de estatura promedio, con una cabellera rebelde y tan negra que bajo el sol del atardecer parecía petróleo líquido. Y dos esmeraldas refulgían en el lugar de ojos. Harry Potter se puso en cuclillas junto a Ginny, con una dulce y melosa sonrisa en los labios.
-¿Qué te trae por aquí tan temprano?- preguntó Ginny, al tiempo que cortaba una rosa increíblemente roja y se la tendía a Harry.
-¿No te alegras de verme?- el chico pareció decepcionado, pero luego recobró la sonrisa, porque sabía que Ginny había hecho la pregunta sin intención alguna.
-¡Claro que sí, Harry!- exclamó Ginny, viéndolo fijamente a los ojos. Le fascinaban los ojos de Harry... eran tan... únicos. -Sólo pregunté...¿Hubo poco trabajo?
Harry soltó una carcajada y se puso de pie.
-¡Vamos, Ginny!- le tendió una mano a la chica. Ginny tomó suavemente la mano de Harry y él tiró de ella, para que se pusiera en pie también.- ¿De verdad quieres hablar del trabajo?
-Tienes razón...-asintió ella, apenada. Harry la atrajo hacia si, mirándola con ternura.
-¿Te parece que demos un paseo?- preguntó, acercando su rostro al de la joven. Ginny se estremeció al sentir los labios de Harry rozar los suyos. Harry lo notó, pero decidió ignorarlo... no quería vivir todo el rollo otra vez. Se separó lentamente.- Es un atardecer tan bonito...
Ginny asintió en silencio... forzándose a no pensar en la tortura que consistía cada beso por parte de Harry. Tomada de la mano del chico, caminaron por el césped verde, alejándose un buen tramo de la madriguera. A lo lejos, el sol estaba a punto de fundirse con la tierra y el cielo se teñía de rojo como el cabello de Ginny. Harry se detuvo de pronto, y Ginny notó que había algo raro en él: parecía nervioso.
-¿Pasa algo?- preguntó preocupada, pero Harry sonrió, para su desconcierto.- ¿Harry?
-Tu sabes que te quiero mucho...-soltó Harry, con la vista clavada en el césped tan esmeralda como sus propios ojos. Ginny sintió un cosquilleo en el estómago... ¿a qué se debía todo esto? ¿Harry... iba a dejarla?
-Lo sé, Harry...- comenzó a ponerse nerviosa ella misma, sin saber por qué. Quizá, porque la sonrisa de Harry no la había visto jamás en él...¿qué significaba?- Dilo ya...
-¡¡No arruines el momento!!- le espetó él, frunciendo el ceño. Ginny lo miraba expectante ¿Qué momento? Harry suspiró y pareció tranquilizarse un poco.- Eres muy especial para mí... tu sabes todo lo que pasó y demás... y últimamente estuve pensando en muchas cosas, Ginny, y me di cuenta de que lo que más me aterra... sería que te alejaras de mi lado...- las pupilas de los ojos de Ginny se dilataron al máximo. Harry no lograba mirarla a los ojos y sus mejillas estaban de un rojo intenso que Ginny sólo le había visto la vez que se le había declarado...-Virginia Weasley... te amo... y... -Harry, reuniendo todo su valor, clavó su mirada esmeralda sobre la azul de su novia.- ¿Quieres casarte conmigo?
La mandíbula de Ginny quedó colgando y pareció quedarse en una especie de shock. Lo último... lo último que hubiera esperado que Harry hiciera en esa tarde era esa "sencilla" pregunta. Él chico la miraba ansioso, pero ella no lograba coordinar su mente y su cuerpo. ¡Maldición!
Harry, por su parte, prefería que la chica manifestara algo a que se quedara completamente muda: que llorara, que saltara de alegría, que le echase los brazos al cuello, hasta que se desmayara, pero no ese perturbador silencio...
-¿Gin?- atinó a preguntar, con el temor reflejado en sus ojos. ¿Porqué no respondía?. Ginny lo miró y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, involuntariamente. El rostro de Harry se ensombreció.- No, Gin, no llores cariño...
Pero no pudo detenerse. Las lágrimas solitarias que rodaban por sus mejillas pasaron a ser sollozos, y sentía un dolor indescriptible que le oprimía el estómago. Se sentía aturdida y mareada. Se dejó caer de rodillas en el césped, cubriéndose el rostro con las manos. Harry la abrazó, aunque se sentía dolido por la reacción de la chica.
-¿Qué sucede?- Harry intentó que su voz sonara tranquilizadora.- Puedes decirme lo que sea, Ginny...
La chica lo miró con infinita amargura reflejada en sus cristalinos ojos azules.
-¡No te amo, Harry!- sollozó, sabiendo que a Harry le dolería horrores esa confesión.- Creéme que lo intenté con todas mis fuerzas...con tanta obsesión que me hacía daño... pero no puedo amarte...
-Entonces... ¿Todo esto es en vano?- preguntó Harry, desconcertado. ¿No lo quería? Sus ojos se empañaron, pero se negó a llorar. Sacudió la cabeza y volvió a fijarse en Ginny.- Todo este tiempo juntos... ¿¿y aún piensas en Malfoy??
El nombre le pegó como un latigazo. Le recorrió el cuerpo como el más violento de los escalofríos.
Ella trataba... y trataba de olvidarlo...se cuidaba de no mencionarlo nunca y ahora Harry lo soltaba tan simplemente como si dijera "buenos días". La pelirroja alzó la mirada al instante, y se encontró con el rostro desencajado de Harry, aquel chico que tanto había anhelado en un pasado y por el cual ahora no lograba sentir nada.
-Me confundí, Harry... - intentó explicarse, pero las abundantes lágrimas hacían que la voz se le quebrara.- Creí amarte...
-¡¡No te confundiste!!- Harry dio una violenta patada en el suelo, irritado y dolido.- ¡¡Sólo... sólo estuviste conmigo para amortiguar tu otro dolor!! ¡¡Me usaste para olvidarlo!! ¿¿Crees que a mí no me costó competir todo el tiempo con la sombra de tu adorado Malfoy??
-Yo... yo jamás te usaría para algo así, Harry, lo sabes...-dijo ella, dolida por las hirientes palabras del chico.
-Ya no sé que creer- dijo con sarcasmo. Se acomodó los lentes.- Lo nuestro se acaba acá... ¿no es cierto?
Ginny sollozó. Deseaba fervientemente poder decirle lo contrario, poder echarse a sus brazos y asegurarle que superarían todo esto juntos, pero no era así.
Eso sería seguir mintiéndole.
¿Es que ya nunca más iba a lograr amar a alguien? ¿Acaso su corazón estaba tan dañado y golpeado que no resistía otro golpe? O tal vez fuera esa impenetrable coraza que había puesto en torno a su corazón para evitar sufrir... y se le volvía en contra... Harry se metió las manos en los bolsillos, aparentemente sereno. ¿Cómo lograba mantenerse calmo en estos momentos? Sus ojos esmeraldas la miraban con dureza y Ginny sentía encogerse el corazón.
-¿Puedes responderme una sola pregunta más?- pidió Harry, volviéndose hacia ella. Ginny asintió en silencio. Harry carraspeó.- ¿Hasta cuándo, Ginny? ¿Hasta cuándo vas a seguir sufriendo....? ¿Vas a obligarte a estar sola toda la vida por algo que sucedió hace seis años?
-Lamentablemente, Harry, no tengo la respuesta a esa pregunta...- suspiró Ginny, secándose las lágrimas con el reverso de la mano.- Estoy haciendo mi mejor esfuerzo... y aún así, no logro sobreponerme del todo. Fue algo fuerte para mí....
Harry se quedó pensativo unos momentos. Finalmente dijo:
-No lo superas... porque aún te aferras a esperanzas inútiles. Aún sigues esperando que Malfoy vuelva a tí- Ginny abrió la boca para protestar, pero Harry continuó:- Vencimos a Voldemort hace cuatro años... ¿Y dónde está Malfoy? Si no es que acabó muerto, debe estar escondido en alguna parte... pero nunca se molestó en buscarte... jamás. Ni una simple señal.
-¡No tienes derecho a hablar así!- le espetó ella, al tiempo que las lágrimas volvían a caer abundantes sobre sus mejillas.
-Tengo todo el derecho, Ginny, porque fui yo quien te vio sufrir. Quien intentó a toda costa que tu boca se curvara en una sonrisa. Quien anhelaba volver a ver tus ojos brillantes, no apagados y llorosos... ¿Acaso ya olvidaste las horas que pasaba a tu lado, intentando desesperadamente aliviar de alguna forma tu sufrimiento? ¿Es que ya has olvidado el tiempo que tomó tu dura recuperación? ¡No querías vivir, Ginny!- la respiración de Harry estaba agitada y con sus palabras expresaba su amargura y frustración ante la negativa de la chica. Ginny permaneció encogida en el piso, sintiendo como cada palabra de Harry le desgarraba más y más el alma. Harry sentía lástima por ella, pero Ginny no podía seguir atada a cosas sin sentido.- Todo eso, creo que me da al menos derecho para decirte unas cuantas cosas... - suavizó el tono de su voz.- A veces, hay que aprender a resignarse, no importa cuán duro resulte. Peor es que sigas dándote la cabeza contra la pared, innecesariamente...
Las palabras de Harry quedaron resonando en su cabeza mucho tiempo después de que el chico se hubiera marchado a la madriguera. Ginny sólo se quedo sentada en el cesped, con el viento golpeándole la cara, preguntándose porqué se negaba a darse por vencida. Porqué, como decía Harry, se aferraba a ilusiones inútiles.
Pero es que ella podía sentirlo...
No sabía bien porqué, pero algo dentro suyo le decía que todavía NO había llegado el momento de darse por vencida... y empezar a olvidar...
^_^ FIN DEL CAPÍTULO 5 ^_^
Holass!! Acá estoy otra vez y acabo de terminar el capítulo 5!! Realmente si no fuera por sus reviews y su apoyo, muy dificílmente me hubiera decidido a continuarlo, pero como siempre están diciendo que le dí un final demasiado triste, ahora me está agarrando pena a mi también por lo mala que fuí... ¡Pero siempre hay oportunidad de remediarlo! ^_^
Así que, cuatro meses después, retomo esta historia... ¿Qué les pareció este cap? Esto era lo que más o menos tenía escrito y ahora sí, a partir de este momento voy a leer sus opiniones (lo hago de todas formas ^_^U) sugerencias o lo que quieran para continuarlo, porque no tengo nada decidido...
¿Qué donde está Draco? Sip, yo también lo extraño... pero ya va a aparecer (supongo... ¡¡no, era broma!! =P ) Ya sabremos de él... paciencia.
Y ahora sí, como siempre: Gracias por los reviews!!!!
-Arwen-chan: ¡gracias amiga por dejarme siempre reviews! Me pone muy contenta que te guste la historia...y me hacés sonrojar con tus elogios... Acá está la continuación, así que espero tu opinión... ¡Por cierto! Leí tus fics (y hay uno en particular que me ENCANTÓ, si, así en mayúsculas, pero de eso te hablo en un review o mail ¿oki?
-Zelshamada: Otra amiga que siempre me deja reviews... ^_^ Y no llores, porque la historia sigue... (por cierto, también leí algunos de tus fics, ¡¡No todos porque tienes 41, woa!! Muy buenoss!!)
-Elsa():gracias por tu opinión... Espero que te guste este cap...
-Caro Radcliffe: ¡¡Holass!! ¿Tu odio disminuyó un poco? ¿Aunque sea un pokitito así? Supongo que después de este cap, podemos hacer una tregua ¿no? ^,^U
Eso es todo!! Si quieren mandarme un mail : airileeh@hotmail.com, y nos leemos en el próximo capítulo. Besitos, AiRiLeE
LOS PERSONAJES UTILIZADOS SON PROPIEDAD DE J.K.ROWLING...
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("Siempre existe un mañana")
CAPÍTULO 5: No puedo sacarte de mi mente...
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-Buenos días, Ron...
-Buenos días, hermanita...- Ron sonrió en forma pícara y se cruzó de brazos.- Ah, sí... hoy sí serán muy buenos días para tí.
-¿Qué quieres decir?- le preguntó a su hermano, confundida. Ron negó con la cabeza, enigmático.- ¿Ron?
-No es nada, no es nada- respondió él, alegre, dándole unas palmaditas en el hombro a Ginny.
-¡¡Cuéntame, Ron!!- exigió Ginny, con la curiosidad creciendo dentro suyo. Ron ya estaba bajando las escaleras y sólo se limitó a hacerle un gesto con la mano: no iba a decirle nada. Bajó corriendo las escaleras detrás del pelirrojo. Toda la familia estaba desayunando tranquila y se volvió al escuchar los gritos de Ginny.- ¡¡¡Dime!!!
Ron se dejó caer sobre una silla y comenzó a servirse avena, ignorándola. Fred y George sonrieron y miraron a Ginny, haciendo que la chica se pusiera aún más furiosa.
-¿Es sobre "eso"?- le preguntó George a Ron, sin tomar ningún reparo en bajar la voz. Ron asintió vigorosamente.
-Todas mis túnicas están gastadas...- comentó Fred, pensativo, con la mano en el mentón.
-¡Por supuesto que iremos de compras!- exclamó la señora Weasley, haciéndole señas a su hija para que se sentara a desayunar. Suspiró y puso una expresión soñadora- Será tan maravilloso...
-¿¿Qué sucede??- inquirió Ginny, completamente desorientada, mirando a cada uno de los miembros de su familia. - ¡Díganme!
-Ron, ¿tienes problemas para mantener la boca cerrada?- Molly Weasley frunció el ceño.- Sólo tenías que aguantar hasta la tarde...
-Si no dije nada- protestó. Su madre lo miró fijamente y Ron sonrió- Bueeeno... tal vez se me haya escapado un poquitito...-reconoció, encogiéndose de hombros.
-¡¡¡¡Quiero saberrr!!!!- Ginny apoyó con fuerza la mano sobre la mesa, haciendo tambalear algunas copas. Ya estaba cansada de tanto misterio, no iban a dejarla así.
-Ginny, cielo, come algo- la señora Weasley le tendió un plato de avena desmesuradamente lleno.
-¡No tengo hambre!- contestó de mala gana- Mamá, dime que sucede...
-¡Oh, cariño! Creéme que me encantaría decírtelo, pero no puedo...- dijo la señora Weasley, suavemente.- Lo sabrás a su debido tiempo.
-¡Pero no es mi cumpleaños!- Ginny se estaba devanando los sesos tratando de adivinar. -¡Y tampoco hay otra fiesta cerca...!
-Es inútil, Ginny- Ron habló con la boca llena, lo que le valió una dura mirada de su madre- No te vamos a decir absolutamente nada.
- ¡Pero...
-Olvídalo- dijo George, levantándose de la mesa. Fue hasta el sillón y tomó una bolsa de terciopelo violeta.- Eh, Fred, ya vámonos...
-Si, estamos atrasados- corroboró su hermano, dándose prisa.- Nos vemos luego.
Los mellizos se marcharon con los polvos flu, probablemente, en dirección a Diagon Alley, donde tenían su inmensa tienda de chascos. Ron terminó su desayuno con toda la tranquilidad del mundo y no se inmutó ante los constantes intentos de Ginny por sacarle alguna palabra.
-Es inútil...- repitió las palabras que ya había dicho antes.- Es inútil...no te voy a decir nada.
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El jardín de los Weasley siempre estaba impecable y, aún así, Ginny disfrutaba paseando cada día entre las coloridas plantas que habían brotado con la primavera. El aire era cálido y el sol resplandecía en el cielo azul, haciendo que la imagen de la joven en ese campo verdoso se asemejara a una idílica postal. Tarareando una canción por lo bajo, se puso en cuclillas y haciendo graciosos movimientos con su varita, hizo que las hojas secas de un rosal desaparecieran al instante.
-¿Ocupada?
La chica se volteó y se puso la mano de visera para protegerse los ojos del sol.
-No demasiado...
El recién llegado sonrió. Era un muchacho de estatura promedio, con una cabellera rebelde y tan negra que bajo el sol del atardecer parecía petróleo líquido. Y dos esmeraldas refulgían en el lugar de ojos. Harry Potter se puso en cuclillas junto a Ginny, con una dulce y melosa sonrisa en los labios.
-¿Qué te trae por aquí tan temprano?- preguntó Ginny, al tiempo que cortaba una rosa increíblemente roja y se la tendía a Harry.
-¿No te alegras de verme?- el chico pareció decepcionado, pero luego recobró la sonrisa, porque sabía que Ginny había hecho la pregunta sin intención alguna.
-¡Claro que sí, Harry!- exclamó Ginny, viéndolo fijamente a los ojos. Le fascinaban los ojos de Harry... eran tan... únicos. -Sólo pregunté...¿Hubo poco trabajo?
Harry soltó una carcajada y se puso de pie.
-¡Vamos, Ginny!- le tendió una mano a la chica. Ginny tomó suavemente la mano de Harry y él tiró de ella, para que se pusiera en pie también.- ¿De verdad quieres hablar del trabajo?
-Tienes razón...-asintió ella, apenada. Harry la atrajo hacia si, mirándola con ternura.
-¿Te parece que demos un paseo?- preguntó, acercando su rostro al de la joven. Ginny se estremeció al sentir los labios de Harry rozar los suyos. Harry lo notó, pero decidió ignorarlo... no quería vivir todo el rollo otra vez. Se separó lentamente.- Es un atardecer tan bonito...
Ginny asintió en silencio... forzándose a no pensar en la tortura que consistía cada beso por parte de Harry. Tomada de la mano del chico, caminaron por el césped verde, alejándose un buen tramo de la madriguera. A lo lejos, el sol estaba a punto de fundirse con la tierra y el cielo se teñía de rojo como el cabello de Ginny. Harry se detuvo de pronto, y Ginny notó que había algo raro en él: parecía nervioso.
-¿Pasa algo?- preguntó preocupada, pero Harry sonrió, para su desconcierto.- ¿Harry?
-Tu sabes que te quiero mucho...-soltó Harry, con la vista clavada en el césped tan esmeralda como sus propios ojos. Ginny sintió un cosquilleo en el estómago... ¿a qué se debía todo esto? ¿Harry... iba a dejarla?
-Lo sé, Harry...- comenzó a ponerse nerviosa ella misma, sin saber por qué. Quizá, porque la sonrisa de Harry no la había visto jamás en él...¿qué significaba?- Dilo ya...
-¡¡No arruines el momento!!- le espetó él, frunciendo el ceño. Ginny lo miraba expectante ¿Qué momento? Harry suspiró y pareció tranquilizarse un poco.- Eres muy especial para mí... tu sabes todo lo que pasó y demás... y últimamente estuve pensando en muchas cosas, Ginny, y me di cuenta de que lo que más me aterra... sería que te alejaras de mi lado...- las pupilas de los ojos de Ginny se dilataron al máximo. Harry no lograba mirarla a los ojos y sus mejillas estaban de un rojo intenso que Ginny sólo le había visto la vez que se le había declarado...-Virginia Weasley... te amo... y... -Harry, reuniendo todo su valor, clavó su mirada esmeralda sobre la azul de su novia.- ¿Quieres casarte conmigo?
La mandíbula de Ginny quedó colgando y pareció quedarse en una especie de shock. Lo último... lo último que hubiera esperado que Harry hiciera en esa tarde era esa "sencilla" pregunta. Él chico la miraba ansioso, pero ella no lograba coordinar su mente y su cuerpo. ¡Maldición!
Harry, por su parte, prefería que la chica manifestara algo a que se quedara completamente muda: que llorara, que saltara de alegría, que le echase los brazos al cuello, hasta que se desmayara, pero no ese perturbador silencio...
-¿Gin?- atinó a preguntar, con el temor reflejado en sus ojos. ¿Porqué no respondía?. Ginny lo miró y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, involuntariamente. El rostro de Harry se ensombreció.- No, Gin, no llores cariño...
Pero no pudo detenerse. Las lágrimas solitarias que rodaban por sus mejillas pasaron a ser sollozos, y sentía un dolor indescriptible que le oprimía el estómago. Se sentía aturdida y mareada. Se dejó caer de rodillas en el césped, cubriéndose el rostro con las manos. Harry la abrazó, aunque se sentía dolido por la reacción de la chica.
-¿Qué sucede?- Harry intentó que su voz sonara tranquilizadora.- Puedes decirme lo que sea, Ginny...
La chica lo miró con infinita amargura reflejada en sus cristalinos ojos azules.
-¡No te amo, Harry!- sollozó, sabiendo que a Harry le dolería horrores esa confesión.- Creéme que lo intenté con todas mis fuerzas...con tanta obsesión que me hacía daño... pero no puedo amarte...
-Entonces... ¿Todo esto es en vano?- preguntó Harry, desconcertado. ¿No lo quería? Sus ojos se empañaron, pero se negó a llorar. Sacudió la cabeza y volvió a fijarse en Ginny.- Todo este tiempo juntos... ¿¿y aún piensas en Malfoy??
El nombre le pegó como un latigazo. Le recorrió el cuerpo como el más violento de los escalofríos.
Ella trataba... y trataba de olvidarlo...se cuidaba de no mencionarlo nunca y ahora Harry lo soltaba tan simplemente como si dijera "buenos días". La pelirroja alzó la mirada al instante, y se encontró con el rostro desencajado de Harry, aquel chico que tanto había anhelado en un pasado y por el cual ahora no lograba sentir nada.
-Me confundí, Harry... - intentó explicarse, pero las abundantes lágrimas hacían que la voz se le quebrara.- Creí amarte...
-¡¡No te confundiste!!- Harry dio una violenta patada en el suelo, irritado y dolido.- ¡¡Sólo... sólo estuviste conmigo para amortiguar tu otro dolor!! ¡¡Me usaste para olvidarlo!! ¿¿Crees que a mí no me costó competir todo el tiempo con la sombra de tu adorado Malfoy??
-Yo... yo jamás te usaría para algo así, Harry, lo sabes...-dijo ella, dolida por las hirientes palabras del chico.
-Ya no sé que creer- dijo con sarcasmo. Se acomodó los lentes.- Lo nuestro se acaba acá... ¿no es cierto?
Ginny sollozó. Deseaba fervientemente poder decirle lo contrario, poder echarse a sus brazos y asegurarle que superarían todo esto juntos, pero no era así.
Eso sería seguir mintiéndole.
¿Es que ya nunca más iba a lograr amar a alguien? ¿Acaso su corazón estaba tan dañado y golpeado que no resistía otro golpe? O tal vez fuera esa impenetrable coraza que había puesto en torno a su corazón para evitar sufrir... y se le volvía en contra... Harry se metió las manos en los bolsillos, aparentemente sereno. ¿Cómo lograba mantenerse calmo en estos momentos? Sus ojos esmeraldas la miraban con dureza y Ginny sentía encogerse el corazón.
-¿Puedes responderme una sola pregunta más?- pidió Harry, volviéndose hacia ella. Ginny asintió en silencio. Harry carraspeó.- ¿Hasta cuándo, Ginny? ¿Hasta cuándo vas a seguir sufriendo....? ¿Vas a obligarte a estar sola toda la vida por algo que sucedió hace seis años?
-Lamentablemente, Harry, no tengo la respuesta a esa pregunta...- suspiró Ginny, secándose las lágrimas con el reverso de la mano.- Estoy haciendo mi mejor esfuerzo... y aún así, no logro sobreponerme del todo. Fue algo fuerte para mí....
Harry se quedó pensativo unos momentos. Finalmente dijo:
-No lo superas... porque aún te aferras a esperanzas inútiles. Aún sigues esperando que Malfoy vuelva a tí- Ginny abrió la boca para protestar, pero Harry continuó:- Vencimos a Voldemort hace cuatro años... ¿Y dónde está Malfoy? Si no es que acabó muerto, debe estar escondido en alguna parte... pero nunca se molestó en buscarte... jamás. Ni una simple señal.
-¡No tienes derecho a hablar así!- le espetó ella, al tiempo que las lágrimas volvían a caer abundantes sobre sus mejillas.
-Tengo todo el derecho, Ginny, porque fui yo quien te vio sufrir. Quien intentó a toda costa que tu boca se curvara en una sonrisa. Quien anhelaba volver a ver tus ojos brillantes, no apagados y llorosos... ¿Acaso ya olvidaste las horas que pasaba a tu lado, intentando desesperadamente aliviar de alguna forma tu sufrimiento? ¿Es que ya has olvidado el tiempo que tomó tu dura recuperación? ¡No querías vivir, Ginny!- la respiración de Harry estaba agitada y con sus palabras expresaba su amargura y frustración ante la negativa de la chica. Ginny permaneció encogida en el piso, sintiendo como cada palabra de Harry le desgarraba más y más el alma. Harry sentía lástima por ella, pero Ginny no podía seguir atada a cosas sin sentido.- Todo eso, creo que me da al menos derecho para decirte unas cuantas cosas... - suavizó el tono de su voz.- A veces, hay que aprender a resignarse, no importa cuán duro resulte. Peor es que sigas dándote la cabeza contra la pared, innecesariamente...
Las palabras de Harry quedaron resonando en su cabeza mucho tiempo después de que el chico se hubiera marchado a la madriguera. Ginny sólo se quedo sentada en el cesped, con el viento golpeándole la cara, preguntándose porqué se negaba a darse por vencida. Porqué, como decía Harry, se aferraba a ilusiones inútiles.
Pero es que ella podía sentirlo...
No sabía bien porqué, pero algo dentro suyo le decía que todavía NO había llegado el momento de darse por vencida... y empezar a olvidar...
^_^ FIN DEL CAPÍTULO 5 ^_^
Holass!! Acá estoy otra vez y acabo de terminar el capítulo 5!! Realmente si no fuera por sus reviews y su apoyo, muy dificílmente me hubiera decidido a continuarlo, pero como siempre están diciendo que le dí un final demasiado triste, ahora me está agarrando pena a mi también por lo mala que fuí... ¡Pero siempre hay oportunidad de remediarlo! ^_^
Así que, cuatro meses después, retomo esta historia... ¿Qué les pareció este cap? Esto era lo que más o menos tenía escrito y ahora sí, a partir de este momento voy a leer sus opiniones (lo hago de todas formas ^_^U) sugerencias o lo que quieran para continuarlo, porque no tengo nada decidido...
¿Qué donde está Draco? Sip, yo también lo extraño... pero ya va a aparecer (supongo... ¡¡no, era broma!! =P ) Ya sabremos de él... paciencia.
Y ahora sí, como siempre: Gracias por los reviews!!!!
-Arwen-chan: ¡gracias amiga por dejarme siempre reviews! Me pone muy contenta que te guste la historia...y me hacés sonrojar con tus elogios... Acá está la continuación, así que espero tu opinión... ¡Por cierto! Leí tus fics (y hay uno en particular que me ENCANTÓ, si, así en mayúsculas, pero de eso te hablo en un review o mail ¿oki?
-Zelshamada: Otra amiga que siempre me deja reviews... ^_^ Y no llores, porque la historia sigue... (por cierto, también leí algunos de tus fics, ¡¡No todos porque tienes 41, woa!! Muy buenoss!!)
-Elsa():gracias por tu opinión... Espero que te guste este cap...
-Caro Radcliffe: ¡¡Holass!! ¿Tu odio disminuyó un poco? ¿Aunque sea un pokitito así? Supongo que después de este cap, podemos hacer una tregua ¿no? ^,^U
Eso es todo!! Si quieren mandarme un mail : airileeh@hotmail.com, y nos leemos en el próximo capítulo. Besitos, AiRiLeE
LOS PERSONAJES UTILIZADOS SON PROPIEDAD DE J.K.ROWLING...
