"AHORA...Y SIEMPRE"
:::::SEGUNDA PARTE:::::
("Siempre existe un mañana")
CAPÍTULO 6: Dame la oportunidad...
::::::::::::::::::
"Espera...
¿Cuánto tiempo se puede esperar por la persona que uno ama?
¿Días, semanas, meses o años?
¿Cuándo se da cuenta el corazón que ya no se puede esperar más por esa persona?
No lo sé.
Depende del corazón de cada uno, supongo.
Yo puedo esperar, sí, pero si nada sucede...
si no nos tocaba estar juntos... igual...
voy a seguir esperando un poco más, aunque me duela...
Aunque mi corazón quiera desistir de hacerlo,
yo sé que te esperaré mientras haya esperanza,
mientras haya algo a lo que aferrarme,
mientras no deje de imaginarte...
Cuando falte esto, será tiempo de empezar a olvidarte..."
Ginny Weasley releyó rápidamente el papel para luego estrujarlo y arrojarlo al bote de basura. Había escrito aquello hacía cuatro años...
Se dejó caer sobre la cama y enterró el rostro en la almohada. ¿Había hecho lo correcto al arruinar las cosas con Harry? Hacía mucho tiempo que no se sentía tan mal como en estos momentos... Alguien llamó a la puerta. Ginny no contestó, no tenía ganas de ver a nadie, pero los golpes se volvieron mas insistentes y continuos.
-¿Ginny?- la voz de Molly Weasley se escuchó desde el otro lado de la gruesa puerta de madera.- ¿Puedo pasar?
La joven suspiró. Aparentemente, todos estaban desilusionados por la decisión.
-Adelante, mamá- dijo al fin, dándose cuenta de que era en vano seguir evitándola. La puerta se abrió y una señora bajita y regordeta se acercó lentamente a donde se encontraba Ginny. Se sentó en el borde de la cómoda, con las manos reposadas sobre su regazo.
-Bien...- suspiró. En su voz no había asomo de reproche, sólo dulzura y quizá un poquito de pena.- Cariño... creo que ya es tiempo de que te comportes como una persona adulta...- pasó una mano por el sedoso cabello de su hija.- ¿Tienes idea de lo que acabas de perder? Harry es un hombre bueno...trabajador... y que, por sobretodo, tiene adoración por tí... Tenías un futuro tan lindo a la vista...
-No lo amo, mamá- contestó tajantemente.
-Nunca le diste la oportunidad, Ginny...- dijo su madre, sabiamente. Ginny volteó la cara hacia un costado.- Crees que tu corazón le pertenece a ...- su boca hizo una pequeña mueca.- ese chico... Malfoy... y nunca dejaste que Harry entrara en el. Ese joven es sólo un mal recuerdo, Ginny. Un mal recuerdo que duró seis años... seis largos años... déjalo ir, cariño... permite que se pierda en lo más profundo de tu mente...
Molly se puso de pie lentamente.
-Piénsalo, Ginny...- añadió.- Y verás que tengo razón...
Dicho esto, salió de la habitación. Ginny se volteó, y permaneció un largo rato con la vista clavada en el techo. ¡Tenía tantas preguntas sin respuestas dentro de su mente! ¡Tantos anhelos...!
:::::::::::::::::
La Ginny que se reflejaba en el cristal no se parecía en nada a la jovencita llorosa y deshecha que habían visto en esos días por la Madriguera.
El largo y liso cabello pelirrojo caía perfectamente peinado sobre su espalda, adornado con una pequeña hebilla en forma de mariposa en color lavanda. Sus labios aparecían más rosados que de costumbre, resaltando el azul de sus ojos; y los pendientes le daban un toque de distinción.
Se alejó unos pasos y contempló la forma en que el corto vestido lavanda se movía graciosamente cuando caminaba. No estaba mal. Tomó unos zapatos de tacón y los calzó sobre sus pies.
-Tu puedes... Ginny...- se dijo a sí misma, haciendo fuerzas por que su voz sonara alegre. Salió de su cuarto y bajó rápidamente las escaleras.
-¡¡Ginny!!- su madre la miró con sorpresa.- ¡Caramba!
No lograban entender nada. Ni siquiera ella misma lograba entender porque estaba haciendo esto.
-Voy a salir, mamá- dijo, saludando a la señora con un rápido beso en la mejilla.- Vuelvo en un rato...
-¿A donde vas, cariño?- preguntó, sonriente.
-Al Ministerio... voy a hablar con Harry...
:::::::::::::::::::
Ya sabía de memoria donde estaba el área de Aurores en aquel gigantesco edificio. Había visitado tantas veces a Hermione y a Harry, que no le llevó más de tres minutos encontrarse frente a la puerta que rezaba: "Harry Potter". Inhaló profundamente... ya estaba ahí...
Golpeó suavemente. La voz de Harry contestó un rápido "Pase", y la pelirroja abrió la puerta.
-¡¡Ginny!!- Harry abrió los ojos sorprendido. Era la última persona que hubiera esperado que pasara por su oficina.
-Hola, Harry...-saludó ella, con timidez. El chico la invitó a sentarse y Ginny tomó asiento en la silla que estaba ubicada frente a Harry, quedando separados por el escritorio.
Se produjo un silencio muy incómodo. Ninguno sabía que decir, o como expresar lo que sentía... O tal vez no querían decirlo por miedo a la reacción del otro...
-¿Cómo... has estado?- preguntó Harry, rompiendo el silencio. Sus manos comenzaron a juguetear con una pluma, buscando una forma de descargar los nervios y la tensión.
-Como siempre, ya sabes- respondió ella, con una débil sonrisa. Se echó para atrás unos mechones de cabello rojizo que le caían sobre su delicado rostro.- Nunca falta mi cuota de sufrimiento diaria... algunas lágrimas, esperanzas rotas... lo normal en mí...
Harry la miró fijamente, como si al haber estado separados unos días temiera olvidarse de cada detalle del rostro de la joven Weasley.
-¿Y tú? - preguntó Ginny, mirándolo fijamente también. Harry suspiró y se reclinó en la silla.
-Hubo algo de movimiento por aquí estos días... El miércoles hubo un intento de fuga en Azkaban... no pasaba desde que Sirius...- recordó.- ya sabes... y también he tenido otra gran preocupación rondando por mi cabeza...
-¿Algo malo?-
-Depende de que forma lo mires...- Harry sonrió dulcemente, estiró su brazo y tomó la mano de la chica.- Nunca... nunca me respondiste, Ginny...
-¿¿Qué??-
-Nunca me diste un sí o un no...- en los ojos de Harry brillaba una pequeñísima chipa de esperanza.
-Harry...- Ginny lo miraba sin comprender. Ella había sido tan cruel con él... y Harry todavía albergaba ilusiones...
-Dame la oportunidad, Ginny- suplicó- Por favor... déjame hacerte feliz... Permíteme entrar en tu corazón... y ser el único...
Los ojos de Ginny se nublaron de lágrimas... esas palabras... esas palabras de Harry hacían que se le estremeciera el corazón. Tenía las manos heladas y estaba temblando. Miró con atención al joven que a la vez le devolvía una tierna mirada color esmeralda: Harry era perfecto... salvo por el detalle de que ella no conseguía amarlo... Draco era un recuerdo demasiado imponente que no podía dejar atrás...
-Yo sí te amo...- agregó él, estrechando con fuerza la mano de Ginny.
-E..está bien...
Harry se pusó de pie como impulsado por un resorte. ¿Había oído bien?
-¿Que dijiste?- preguntó, sorprendido.
-Que sí- dijo ella, sonriendo. Era hora de que ella misma se diera una oportunidad. Había esperado seis años, era tiempo de empezar a tomar decisiones correctas. Harry se abalanzó sobre ella y la estrechó entre sus brazos, inmensamente feliz.
-¡No puedo creerlo! ¡Oh, dios!- las palabras se le agolpaban en la garganta, luchando por salir todas al mismo tiempo. Ginny sólo lloraba, incapaz de definir si era por felicidad o melancolía- ¡Te amo tanto...! - exclamó. Se dio cuenta de que Ginny no podía responderle a esa expresión, pero por lo pronto, lo comprendía. Tomó el rostro de la chica entre sus manos y la obligó a verlo.- Cariño... no quiero perderte... sé que con el tiempo... podrás corresponderme, estoy seguro. Yo puedo esperar...
-¡Ay, Harry!- suspiró. Recostó la cabeza sobre el hombro del chico.- Ojalá estés en lo cierto... ojalá... estemos tomando la decisión correcta...
-Será la mejor decisión de tu vida, Ginny- le aseguró él, con una extraña confianza en la voz.
-Deseo con toda mi alma... que no te equivoques...- murmuró ella.
Y como si se tratara de una cruel ironía... mientras la sonrisa permanecía estampada en su rostro, como símbolo de una dudosa felicidad, una lágrima solitaria rodó por su mejilla y se estrelló en el suelo, desapareciendo... asemejándose al camino que seguirían las férreas esperanzas a las que acababa de renunciar... en un intento por hallar... la tan ansiada felicidad.
::::::::::::::::::
Las felicitaciones a la joven pareja no se hicieron esperar: Ginny estaba segura de que Harry había puesto a todo el Ministerio al tanto de la novedad.
Hermione apenas si podía creerlo y parecía incluso más feliz que la misma Ginny. Y saltó de alegría cuando la pelirroja le propuso ser la dama de honor.
El siguiente paso fue Diagon Alley, donde Harry se apresuró a ir a una bonita joyería en busca del símbolo de compromiso. El resultado fue un bonito y sencillo anillo, con un pequeño diamante blanco, que destelleaba en el dedo de Ginny.
Apenas pasaban las diez de la noche cuando los jóvenes aparecieron en La Madriguera, donde toda la familia Weasley a pleno se encontraba cenando.
-¡¡Harry!!- la señora Weasley se levantó a recibirlo.- ¿Te quedas a cenar? ¡Ron, agrega un plato! ¡Fred, muévete un asiento!
-Tranquila, Molly.- la tranquilizó Harry, sonriendo amablemente. Tomó la mano de Ginny, que permanecía callada y la jaló hacia el centro de la habitación. Todos los miraron con curiosidad.
-¿Qué pasa?- preguntó Ron, llenándose la boca de patatas.-
-¿Harry? ¿Ginny?- Arthur Weasley dejó su copa de jugo de calabaza y se cruzó de brazos.
-Anda, diles- instó Harry a su prometida. Ginny lo miró con timidez.- Gin...
-Está bien...- la chica inhaló profundamente... y levantó la mano. El diamante emitía destellos blanquecinos, atrayendo la atención de toda la familia.- Nos comprometimos...
-¡¡¡¡Ohh... Genial!!!- Ron fue el primero en correr hacia ellos, pasando por encima de George en el camino.
-¡¡¡Oooh, mi pequeña Ginny va a casarse!!!- sollozó la señora Weasley, radiante de felicidad.
-¡Felicitaciones, caramba! - Arthur sonrió sinceramente.- Hacen una pareja perfecta. Simplemente perfecta. No dudo que serán muy felices.
-¡¡¡Beso, beso!!!- pidieron Fred y George, golpeando la mesa con los puños. Pig, la lechuza de Ron, comenzó a ulular como loca en su jaula, haciéndose partícipe de la felicidad que inundaba el lugar.
Harry se volteó hacia Ginny... sintiendo que su felicidad era completa: tenía a la mujer que amaba... y aunque sabía que todavía ella no le correspondía con totalidad, llegaría a hacerlo...
Ginny se volteó hacia Harry, sintiendo la mirada penetrante de esos ojos verde esmeralda escudriñando cada recoveco su alma... forzándose a no pensar en más que en el chico, más bien el hombre, que tenía enfrente, mirándola como quien mira abrirse el capullo de una rosa... con una fascinación insoportable... haciéndola estremecerse por aquellos sentimientos tan nobles... que ella no se merecía.
Se acercó lentamente a Harry y rozó con dulzura sus labios. Fred y George aplaudieron y Ron prendió un par de bengalas del Dr. Filibuster, haciendo enojar a su madre.
-Voy a amarte, Harry...- le susurró, acariciándole lentamente la mejilla.
-Lo sé, cariño...- dijo él, serio.
-Te lo prometo, Harry- repitió, con voz firme.- Voy a amarte...
Ron se subió a una silla y agitando una luminosa bengala, expresó lo que todos estaban pensando:
-¡¡¡Tenemos una boda!!!
^_^ FIN DEL CAPÍTULO 6 ^_^
Holass!! Ejem... ¿qué decir de este capítulo? (¿Me quieren matar, verdad?) Las cosas se están complicando... ¿Ginny renunciará realmente a todos sus sentimientos por Draco?
Sorry si el capítulo quedó algo corto, pero es que tenía que terminar en este momento (anunciando la boda) y disculpen también si no quedó muy interesante o sentimental, no se que me pasó, de todas formas, voy a subirlo.
Otro capítulo y siguen con la misma pregunta (esta vez a los gritos!): ¿¿¿DÓNDE ESTÁ DRACO??? Mmmm... ¿Qué pasa si se queda con Harry? (Airilee se responde ella misma: CaroRadcliffe me asesina... ^___^U) No, dejando las bromas de lado, nuestro rubio regresa en.... ¡el próximo capítulo!.... en el cual tenemos... ¡una boda!
Habrá mucha tensión...
Y ahora sí, como siempre: ¡¡Gracias por los reviews!!
-Yo (): te entendí, je je je, y como ves, también decidí continuarlo, así que espero que te guste como va quedando. Haré otros fics mas adelante, pero vamos despacio que Airilee tiene una vida fuera de la red... ^,^
-Asuka Malfoy: Me alegra que te guste el fic... Sobre tu pregunta: registrarse es gratis...
-Zelshamada: ^_____^ me encantan tus reviews.... (y no hace falta que agradezcas porque los respondo, me gusta hacerlo y además, si alguien se toma el tiempo para dejarme su opinión, yo me tomo el tiempo para responderle o agradecerle...) De seguro vas a querer matarme... porque esperabas que Draco viniera a buscarla para huir... ¡y ella decide casarse con Harry! Gracias x comentarme lo que te parecen los cap, realmente me ayuda mucho...
Eso es todo!! Si quieren mandar mail : airileeh@hotmail.com, nos leemos en el próximo capítulo!! BesiTos AiRiLeE.!!
LOS PERSONAJES UTILIZADOS SON PROPIEDAD DE J.K.ROWLING...
:::::SEGUNDA PARTE:::::
("Siempre existe un mañana")
CAPÍTULO 6: Dame la oportunidad...
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"Espera...
¿Cuánto tiempo se puede esperar por la persona que uno ama?
¿Días, semanas, meses o años?
¿Cuándo se da cuenta el corazón que ya no se puede esperar más por esa persona?
No lo sé.
Depende del corazón de cada uno, supongo.
Yo puedo esperar, sí, pero si nada sucede...
si no nos tocaba estar juntos... igual...
voy a seguir esperando un poco más, aunque me duela...
Aunque mi corazón quiera desistir de hacerlo,
yo sé que te esperaré mientras haya esperanza,
mientras haya algo a lo que aferrarme,
mientras no deje de imaginarte...
Cuando falte esto, será tiempo de empezar a olvidarte..."
Ginny Weasley releyó rápidamente el papel para luego estrujarlo y arrojarlo al bote de basura. Había escrito aquello hacía cuatro años...
Se dejó caer sobre la cama y enterró el rostro en la almohada. ¿Había hecho lo correcto al arruinar las cosas con Harry? Hacía mucho tiempo que no se sentía tan mal como en estos momentos... Alguien llamó a la puerta. Ginny no contestó, no tenía ganas de ver a nadie, pero los golpes se volvieron mas insistentes y continuos.
-¿Ginny?- la voz de Molly Weasley se escuchó desde el otro lado de la gruesa puerta de madera.- ¿Puedo pasar?
La joven suspiró. Aparentemente, todos estaban desilusionados por la decisión.
-Adelante, mamá- dijo al fin, dándose cuenta de que era en vano seguir evitándola. La puerta se abrió y una señora bajita y regordeta se acercó lentamente a donde se encontraba Ginny. Se sentó en el borde de la cómoda, con las manos reposadas sobre su regazo.
-Bien...- suspiró. En su voz no había asomo de reproche, sólo dulzura y quizá un poquito de pena.- Cariño... creo que ya es tiempo de que te comportes como una persona adulta...- pasó una mano por el sedoso cabello de su hija.- ¿Tienes idea de lo que acabas de perder? Harry es un hombre bueno...trabajador... y que, por sobretodo, tiene adoración por tí... Tenías un futuro tan lindo a la vista...
-No lo amo, mamá- contestó tajantemente.
-Nunca le diste la oportunidad, Ginny...- dijo su madre, sabiamente. Ginny volteó la cara hacia un costado.- Crees que tu corazón le pertenece a ...- su boca hizo una pequeña mueca.- ese chico... Malfoy... y nunca dejaste que Harry entrara en el. Ese joven es sólo un mal recuerdo, Ginny. Un mal recuerdo que duró seis años... seis largos años... déjalo ir, cariño... permite que se pierda en lo más profundo de tu mente...
Molly se puso de pie lentamente.
-Piénsalo, Ginny...- añadió.- Y verás que tengo razón...
Dicho esto, salió de la habitación. Ginny se volteó, y permaneció un largo rato con la vista clavada en el techo. ¡Tenía tantas preguntas sin respuestas dentro de su mente! ¡Tantos anhelos...!
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La Ginny que se reflejaba en el cristal no se parecía en nada a la jovencita llorosa y deshecha que habían visto en esos días por la Madriguera.
El largo y liso cabello pelirrojo caía perfectamente peinado sobre su espalda, adornado con una pequeña hebilla en forma de mariposa en color lavanda. Sus labios aparecían más rosados que de costumbre, resaltando el azul de sus ojos; y los pendientes le daban un toque de distinción.
Se alejó unos pasos y contempló la forma en que el corto vestido lavanda se movía graciosamente cuando caminaba. No estaba mal. Tomó unos zapatos de tacón y los calzó sobre sus pies.
-Tu puedes... Ginny...- se dijo a sí misma, haciendo fuerzas por que su voz sonara alegre. Salió de su cuarto y bajó rápidamente las escaleras.
-¡¡Ginny!!- su madre la miró con sorpresa.- ¡Caramba!
No lograban entender nada. Ni siquiera ella misma lograba entender porque estaba haciendo esto.
-Voy a salir, mamá- dijo, saludando a la señora con un rápido beso en la mejilla.- Vuelvo en un rato...
-¿A donde vas, cariño?- preguntó, sonriente.
-Al Ministerio... voy a hablar con Harry...
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Ya sabía de memoria donde estaba el área de Aurores en aquel gigantesco edificio. Había visitado tantas veces a Hermione y a Harry, que no le llevó más de tres minutos encontrarse frente a la puerta que rezaba: "Harry Potter". Inhaló profundamente... ya estaba ahí...
Golpeó suavemente. La voz de Harry contestó un rápido "Pase", y la pelirroja abrió la puerta.
-¡¡Ginny!!- Harry abrió los ojos sorprendido. Era la última persona que hubiera esperado que pasara por su oficina.
-Hola, Harry...-saludó ella, con timidez. El chico la invitó a sentarse y Ginny tomó asiento en la silla que estaba ubicada frente a Harry, quedando separados por el escritorio.
Se produjo un silencio muy incómodo. Ninguno sabía que decir, o como expresar lo que sentía... O tal vez no querían decirlo por miedo a la reacción del otro...
-¿Cómo... has estado?- preguntó Harry, rompiendo el silencio. Sus manos comenzaron a juguetear con una pluma, buscando una forma de descargar los nervios y la tensión.
-Como siempre, ya sabes- respondió ella, con una débil sonrisa. Se echó para atrás unos mechones de cabello rojizo que le caían sobre su delicado rostro.- Nunca falta mi cuota de sufrimiento diaria... algunas lágrimas, esperanzas rotas... lo normal en mí...
Harry la miró fijamente, como si al haber estado separados unos días temiera olvidarse de cada detalle del rostro de la joven Weasley.
-¿Y tú? - preguntó Ginny, mirándolo fijamente también. Harry suspiró y se reclinó en la silla.
-Hubo algo de movimiento por aquí estos días... El miércoles hubo un intento de fuga en Azkaban... no pasaba desde que Sirius...- recordó.- ya sabes... y también he tenido otra gran preocupación rondando por mi cabeza...
-¿Algo malo?-
-Depende de que forma lo mires...- Harry sonrió dulcemente, estiró su brazo y tomó la mano de la chica.- Nunca... nunca me respondiste, Ginny...
-¿¿Qué??-
-Nunca me diste un sí o un no...- en los ojos de Harry brillaba una pequeñísima chipa de esperanza.
-Harry...- Ginny lo miraba sin comprender. Ella había sido tan cruel con él... y Harry todavía albergaba ilusiones...
-Dame la oportunidad, Ginny- suplicó- Por favor... déjame hacerte feliz... Permíteme entrar en tu corazón... y ser el único...
Los ojos de Ginny se nublaron de lágrimas... esas palabras... esas palabras de Harry hacían que se le estremeciera el corazón. Tenía las manos heladas y estaba temblando. Miró con atención al joven que a la vez le devolvía una tierna mirada color esmeralda: Harry era perfecto... salvo por el detalle de que ella no conseguía amarlo... Draco era un recuerdo demasiado imponente que no podía dejar atrás...
-Yo sí te amo...- agregó él, estrechando con fuerza la mano de Ginny.
-E..está bien...
Harry se pusó de pie como impulsado por un resorte. ¿Había oído bien?
-¿Que dijiste?- preguntó, sorprendido.
-Que sí- dijo ella, sonriendo. Era hora de que ella misma se diera una oportunidad. Había esperado seis años, era tiempo de empezar a tomar decisiones correctas. Harry se abalanzó sobre ella y la estrechó entre sus brazos, inmensamente feliz.
-¡No puedo creerlo! ¡Oh, dios!- las palabras se le agolpaban en la garganta, luchando por salir todas al mismo tiempo. Ginny sólo lloraba, incapaz de definir si era por felicidad o melancolía- ¡Te amo tanto...! - exclamó. Se dio cuenta de que Ginny no podía responderle a esa expresión, pero por lo pronto, lo comprendía. Tomó el rostro de la chica entre sus manos y la obligó a verlo.- Cariño... no quiero perderte... sé que con el tiempo... podrás corresponderme, estoy seguro. Yo puedo esperar...
-¡Ay, Harry!- suspiró. Recostó la cabeza sobre el hombro del chico.- Ojalá estés en lo cierto... ojalá... estemos tomando la decisión correcta...
-Será la mejor decisión de tu vida, Ginny- le aseguró él, con una extraña confianza en la voz.
-Deseo con toda mi alma... que no te equivoques...- murmuró ella.
Y como si se tratara de una cruel ironía... mientras la sonrisa permanecía estampada en su rostro, como símbolo de una dudosa felicidad, una lágrima solitaria rodó por su mejilla y se estrelló en el suelo, desapareciendo... asemejándose al camino que seguirían las férreas esperanzas a las que acababa de renunciar... en un intento por hallar... la tan ansiada felicidad.
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Las felicitaciones a la joven pareja no se hicieron esperar: Ginny estaba segura de que Harry había puesto a todo el Ministerio al tanto de la novedad.
Hermione apenas si podía creerlo y parecía incluso más feliz que la misma Ginny. Y saltó de alegría cuando la pelirroja le propuso ser la dama de honor.
El siguiente paso fue Diagon Alley, donde Harry se apresuró a ir a una bonita joyería en busca del símbolo de compromiso. El resultado fue un bonito y sencillo anillo, con un pequeño diamante blanco, que destelleaba en el dedo de Ginny.
Apenas pasaban las diez de la noche cuando los jóvenes aparecieron en La Madriguera, donde toda la familia Weasley a pleno se encontraba cenando.
-¡¡Harry!!- la señora Weasley se levantó a recibirlo.- ¿Te quedas a cenar? ¡Ron, agrega un plato! ¡Fred, muévete un asiento!
-Tranquila, Molly.- la tranquilizó Harry, sonriendo amablemente. Tomó la mano de Ginny, que permanecía callada y la jaló hacia el centro de la habitación. Todos los miraron con curiosidad.
-¿Qué pasa?- preguntó Ron, llenándose la boca de patatas.-
-¿Harry? ¿Ginny?- Arthur Weasley dejó su copa de jugo de calabaza y se cruzó de brazos.
-Anda, diles- instó Harry a su prometida. Ginny lo miró con timidez.- Gin...
-Está bien...- la chica inhaló profundamente... y levantó la mano. El diamante emitía destellos blanquecinos, atrayendo la atención de toda la familia.- Nos comprometimos...
-¡¡¡¡Ohh... Genial!!!- Ron fue el primero en correr hacia ellos, pasando por encima de George en el camino.
-¡¡¡Oooh, mi pequeña Ginny va a casarse!!!- sollozó la señora Weasley, radiante de felicidad.
-¡Felicitaciones, caramba! - Arthur sonrió sinceramente.- Hacen una pareja perfecta. Simplemente perfecta. No dudo que serán muy felices.
-¡¡¡Beso, beso!!!- pidieron Fred y George, golpeando la mesa con los puños. Pig, la lechuza de Ron, comenzó a ulular como loca en su jaula, haciéndose partícipe de la felicidad que inundaba el lugar.
Harry se volteó hacia Ginny... sintiendo que su felicidad era completa: tenía a la mujer que amaba... y aunque sabía que todavía ella no le correspondía con totalidad, llegaría a hacerlo...
Ginny se volteó hacia Harry, sintiendo la mirada penetrante de esos ojos verde esmeralda escudriñando cada recoveco su alma... forzándose a no pensar en más que en el chico, más bien el hombre, que tenía enfrente, mirándola como quien mira abrirse el capullo de una rosa... con una fascinación insoportable... haciéndola estremecerse por aquellos sentimientos tan nobles... que ella no se merecía.
Se acercó lentamente a Harry y rozó con dulzura sus labios. Fred y George aplaudieron y Ron prendió un par de bengalas del Dr. Filibuster, haciendo enojar a su madre.
-Voy a amarte, Harry...- le susurró, acariciándole lentamente la mejilla.
-Lo sé, cariño...- dijo él, serio.
-Te lo prometo, Harry- repitió, con voz firme.- Voy a amarte...
Ron se subió a una silla y agitando una luminosa bengala, expresó lo que todos estaban pensando:
-¡¡¡Tenemos una boda!!!
^_^ FIN DEL CAPÍTULO 6 ^_^
Holass!! Ejem... ¿qué decir de este capítulo? (¿Me quieren matar, verdad?) Las cosas se están complicando... ¿Ginny renunciará realmente a todos sus sentimientos por Draco?
Sorry si el capítulo quedó algo corto, pero es que tenía que terminar en este momento (anunciando la boda) y disculpen también si no quedó muy interesante o sentimental, no se que me pasó, de todas formas, voy a subirlo.
Otro capítulo y siguen con la misma pregunta (esta vez a los gritos!): ¿¿¿DÓNDE ESTÁ DRACO??? Mmmm... ¿Qué pasa si se queda con Harry? (Airilee se responde ella misma: CaroRadcliffe me asesina... ^___^U) No, dejando las bromas de lado, nuestro rubio regresa en.... ¡el próximo capítulo!.... en el cual tenemos... ¡una boda!
Habrá mucha tensión...
Y ahora sí, como siempre: ¡¡Gracias por los reviews!!
-Yo (): te entendí, je je je, y como ves, también decidí continuarlo, así que espero que te guste como va quedando. Haré otros fics mas adelante, pero vamos despacio que Airilee tiene una vida fuera de la red... ^,^
-Asuka Malfoy: Me alegra que te guste el fic... Sobre tu pregunta: registrarse es gratis...
-Zelshamada: ^_____^ me encantan tus reviews.... (y no hace falta que agradezcas porque los respondo, me gusta hacerlo y además, si alguien se toma el tiempo para dejarme su opinión, yo me tomo el tiempo para responderle o agradecerle...) De seguro vas a querer matarme... porque esperabas que Draco viniera a buscarla para huir... ¡y ella decide casarse con Harry! Gracias x comentarme lo que te parecen los cap, realmente me ayuda mucho...
Eso es todo!! Si quieren mandar mail : airileeh@hotmail.com, nos leemos en el próximo capítulo!! BesiTos AiRiLeE.!!
LOS PERSONAJES UTILIZADOS SON PROPIEDAD DE J.K.ROWLING...
