SEDUCCION
INFERNAL
Capitulo
3. Sin escapatorio
En
la casa de Escorpio, Nesbiros soportaba estoicamente las quejas y protestas
de su señora. Kitiara daba vueltas nerviosa en la habitacion.
-
Por decima vez, Nesbiros... no pienso ir a esa estupida reunion.
-
Pero ... señora ...
-
¡Ni peros, ni nada! Tengo cosas mas importantes de las que ocuparme ahora.
Vulpix sigue sin aparecer por ninguna parte...
-
Precisamente por eso debeis ir a la reunion de la semana que viene, su
maldad. - Kitiara fulmino con la mirada a su sirviente.
-
¿Que sabes tu de eso, Nesbiros? - rugio Kitiara, consiguiendo que el demonio
se encogiera visiblemente.
-
Yo... solo os sugiero que acudais... alli puede que encontreis respuestas...
no puedo deciros nada mas... - a la amazona se le pusieron los ojos de
color sangre y cogio al demonio por el cuello - Os lo juro, su maldad...
no puedo deciros nada mas. - la amazona solto al demonio, arrojandolo contra
el suelo.
-
Esta bien... avisa que asistire a la reunion dentro de una semana. Espero
que esto no tenga nada que ver con Vulpix...
En
el castillo de Leviathan, una furiosa Vulpix avanzaba con paso firme hacia
la sala en donde el demonio estaba trabajando. Al abrir bruscamente la
puerta, se encontro con una habitacion llena de diablos y monstruos sentados
alrededor de una mesa que presidia Leviathan. Este clavo su mirada en la
chica y vio la furia en sus ojos. Con un gesto despidio a los demonios,
que se retiraron de la habitacion rapidamente. En cuanto se quedaron solos
la chica se acerco a el y le dio una bofetada.
-
No vuelvas a hipnotizarme, ¿te queda claro? - de la misma manera que entro,
la amazona salio. El demonio se quedo sentado, tocandose la mejilla dolorida
y sonriendo de manera extraña.
-
Vaya... me encantan las mujeres con genio...
Vulpix
llego echando chispas a su habitacion y cerro la puerta con llave. Esa
noche no iba a permitir al demonio hacer lo que se le antojara con ella.
Oyo unos suaves golpes en la puerta.
-
No, Lev... esta vez no... - susurro sonriendo la amazona. Comenzo a desvestirse
y se coloco un camison de raso negro que encontro sobre la cama. Se miro
en un espejo con ojo critico. La cadena de plata que llevaba al cuello
resaltaba entre el raso negro. - ¿Es que esta gente no sabe lo que son
los colores? Toda la ropa es negra...
-
Porque negra es la noche, negra la oscuridad, negra la maldad y negros
nuestros corazones, pequeña... - la amazona se sobresalto al oir la voz
del demonio tras ella, pero aunque lo intento no pudo moverse. A traves
del espejo pudo ver el rostro de Leviathan y la expresion que traia no
presagiaba nada bueno. Intento huir, pero su cuerpo no le respondia. El
demonio cogio la mano derecha de la amazona y le mostro a su reflejo el
tatuaje que llevaba ella en la muñeca. - ¿Ves esto? Esta marca indica
que eres mia... no puedes hacer nada para impedir que me acerque a ti ...
-
No vuelvas a hipnotizarme... - el la hizo girarse para verla de frente,
sujetandola fuertemente con sus brazos y levantandole el rostro con su
mano.
-
¿Por que no deberia hacerlo? - le susurro el mientras la besaba en el
cuello. Leviathan noto como se le resistia al hechizo. Esta vez estaba
luchando con todas sus fuerzas contra el. Y eso le excitaba de sobremanera.
Vulpix intento recuperar la poca voluntad que le quedaba en ese momento
y alzo su mano concentrando su cosmos en ella. Invoco uno de sus ataques
mas poderosos. La acumulacion de energia no paso desapercibida para los
sentidos del demonio, que siguio besandola y usando sus poderes, seduciendola.
Noto las lagrimas de ella. La amazona lloraba de frustracion, porque no
podia atacarle. No queria. Finalmente dejo caer su mano a un costado de
su cuerpo y abrazo al demonio. - ¿Por que no deberia hacerlo? Contestame...
- repitio burlonamente el demonio.
-
Porque no es necesario... - le susurro ella besandolo apasionadamente.
-
"Pronto conseguire quebrantar tu voluntad... no lo dudes..." - penso el
demonio, llevandola hasta la cama.
CONTINUARA...
