"Confianza"

Segundo Capítulo:

La seguridad que me brindas

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Kagome dormía, se movía constantemente, y por los movimientos en su rostro, Inuyasha podía notar preocupación, dolor y miedo. Él estaba triste, decepcionado consigo mismo, se supone que él debía protegerla, pero...No pudo evitar que su bella Kagome, fuera herida de esa manera, y por su culpa, "su" Kagome, fue tocada por otro hombre, y no tan sólo tocada, ese hombre, al parecer, le robó los placeres que él tanto deseaba que Kagome se los concibiera.

En su rostro dormido, se podía notar terror, lo que atormentaba a Inuyasha, él, desde ahora en adelante, nunca más la descuidaría, ella era su gran tesoro, ella era su razón de ser, ella era sobre todo, la mujer que amaba. Por lo que se acercó cauteloso a su cama, procurando no despertar a tan perturbada figura durmiente, se sentó a su lado, mientras ella seguía moviendose de un lado a otro, sin consenguir sentirse segura. Inuyasha tomó su mano suavemente, y la sostuvo protectoramente, lo que hizo que Kagome, nuevamente fuera calmada, por el sentimiento de seguridad y confianza que le inspiraba, su amado Hanyou. Kagome durmió tranquila unos minutos, él estaba feliz, al ver que descansaba en paz.

Kagome, sentía un leve dolor en su cuerpo, estaba adolorida, también se sentía relajada, segura. Aún se encontraba algo dormida, pero recordó lo que había pasado, su cuerpo enteró se estremeció. Inuyasha sintió el cambio en ella, la miró preocupado, sus ojos dorados, estaban llenos de ternura y preocupación. Kagome abrió los suyos bruscamente, y sintió la mano cálida que sostenía la suya, instintivamente, se sentó y retrocedió, sin soltar la mano que la hacía sentirse segura. Aclaró de a poco su vista y pudo distinguir a Inuyasha sentado al frente suyo, su mirada era hermosa y su mano era la que ella no quiso soltar. I..nu..ya..s..sha, dijo Kagome con una vez entrecortada. Inuyasha la veía fijamente. La vista de la joven, bajó, no sabía si explicarle lo ocurrido, ella recordó que el llegó mientras tendía media inconsciente en el piso, pero luego de eso, tan sólo recordaba las miles de lágrimas que derramó en su pecho.

Kagome... Dijo algo inseguro el hanyou, debía preguntarle si sus sospechas eran acertadas...aunque sentía un miedo tremendo de su respuesta, pero, le era muy importante saberlo. Calló por unos momentos, mientras buscaba una manera suave de preguntarle, mientras tanto, Kagome no soltaba su mano, notó que una duda deambulaba en su mente, y tenía miedo...¿acaso sabe lo que sucedió? se preguntó la joven, no le gustaría que supiera, no sabía cómo él la miraría entonces, ella no sabía qué mirada podía dirigirle a él.

Kagome... ese hombre... Inuyasha Pronunció estas palabras con un volumen bajo, apenas alcanzadas por el oído de Kagome, pero todo estaba en silencio, como si supieran lo delicado que era todo. ...Ese hombre... te....vio...ló?. Los ojos de Kagome se humedecieron, era cierto, su virginidad, había sido robada, e Inuyasha, la persona que ella más amaba, lo sabía, no era algo terrible, pero ella siempre acostumbró esconder sus heridas, esperando que los otros no se dieran cuenta de ella... para sufrirlos sola, pero en esta ocasión, su querido Hanyou, conocía la verdad innegable.

Las lágrimas que brotaban de sus ojos tristemente, la delataron... Él había tratado de prepararse lo más posible para ésto... Pero el dolor era inimaginable. Sus lágrimas eran aún más abundantes al no sentir reacción alguna en Inuyasha, pero él se acercó a ella delicadamente, y la abrazó, produciendo una calma en ella, que sólo surgía en la presencia de él, el ser que ella más amaba. Todo parecía haberse calmado, pero la mirada de Kagome era triste, su cuerpo había sido profanado terriblemente, de una manera que ella nunca pensó anteriormente.



Levantó el rostro de la mujer que lloraba en su pecho, su mirada era tan triste que lograba herirlo, en el fondo de su corazón. Lo siento...Kagome. Ella no le dirigía la mirada, no era capaz. Ésto hirió terriblemente a Inuyasha, pero él no importaba ahora, toda su preocupación estaba dirigida a la criatura que se encontraba acurrucada en sus brazos, indefensa y temblorosa. Lo siento... por no haber estado ahí. Kagome escuchó estas palabras con dolor, él era tan amable... Se escondió nuevamente en el pecho de Inuyasha, calmada por sus palabras, tratando de sentir la seguridad que éste le brindaba. Sus lágrimas cesaron, pero su mirada, era la misma, llena de dolor y arrepentimiento. Yo también lo siento, Inuyasha. Dijo con una voz ya más estable y con su alma más tranquila.

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Aún era de noche, y los dos seguían abrazados, esperando no tener que separarse el uno del otro, por una eternidad. Que tranquilo está, pensó Kagome, se sentía repuesta, su cuerpo aún estaba adolorido, pero aún cuando quería quedarse en la misma posición por siempre, su familia llegaría temprano en la mañana. Ella no le diría a nadie, confiaba en Inuyasha, por lo que le pediría guardar tan horrible secreto, estaba agradecida con él, por estar con ella en estos momentos, eso era todo lo que podía desear ahora, estar con su querido Inuyasha.

Mi familia llegará pronto, dijo Kagome... Debo limpiar...el desastre.

El salón había quedado desastroso, pero lo que ella no sabía, era que afuera de su hogar, tendía un cadáver.

Yo te ayudaré, dijo Inuyasha, soltandose de ella. Kagome lo miró agradecida, Inuyasha era amable, siempre le gustó esa parte de él, era la que más necesitaba en éstos momentos, aunque, no le vendría mal pelear con él, eso siempre me da energías, pensó. Inuyasha recordó que había matado al maldito que los obligó pasar por todo ésto, y dudó si la reacción de Kagome, al saber ésto.

Kagome...? Dijo Inuyasha. Ella lo miró y le dirigió una sonrisa esperando lo que le iba a decir, una sonrisa triste más bien, pero de todas maneras, Inuyasha estaba contento de que ella volviese a sonreir... Tengo que decirte...que... maté, a esa...persona. Ésto le costó mucho decir, él sabía lo compasiva que era Kagome con las personas, con todos en realidad. Yo...perdí el control, cuando...te ví... y... Kagome lo interrumpió acercandose a él, hasta que sus rostros estaban a centimetros de tocarse. Inuyasha se sonrojó, no era el mejor momento para hacerlo, pero no lo podía evitar, el sentirla tan cerca... "Entonces tendremos que enterrarlo" dijo una Kagome muy seria. Inuyasha se sorprendió ante su reacción, él esperaba desde un "Abajo", hasta lágrimas... pero no algo así. Ella actuó fría ante la noticia... hasta le asustó.

Luego de unos momentos, en los que se dirigieron miradas fijas, Kagome notó lo mucho que se había acercado a él, por lo que se sonrojó y sonrió nerviosamente, lo que le devolvió el rubor en las mejillas de Hanyou. Kagome se alejó de él timidamente, y se dirigió a la salida de su cuarto... "eje... voy a bañarme..." aún con una sonrisa nerviosa en su rostro.

El hombre mitad bestia, se sintió alegre, ella empezaba a actuar normal nuevamente. Kagome... dijo despacio, mientras una sonrisa se asomó levemente en su cara... una sonrisa tanto de felicidad, como sufrimiento.

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Nailai: Sorry por ser tan mala con Kagome... pero es que me gusta escribir este tipo de historias... JOJOJO que mala ¬¬....bueno, mm....espero que les haya gustado este segundo capitulo, y pronto voy a subir el otro... mm...DEJENME REVIEWS!!!

Ah... y un saludio a belen, a chiisana Minako, a LILITH!!! kakaka =D y todos los demas que me dejaron reviews!!! Muchas gracias... y para aquellos que me consideran una malvada u u...sorry...pero es que soy fanatica de estas historias... y tengo que escribirlas... ^^ ESO NU MAS CHAU!!!