"Confianza"

Tercer Capitulo:

"Siempre te protegeré"

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Kagome dejó caer las ropas que traía consigo, revelando la gravedad de los golpes que había recibido, pero, no le eran mucha molestia, su cuerpo ya se había adecuado a recibir golpes y heridas por los demonios incesantes que los atacaban en la otra época. "Desearía que hubiese sido tan sólo otro demonio, que quería los fragmentos de shikon... y no .... " No quiso recordar lo sucedido, ella, no quería derramar otra lágrima más por lo sucedido, aunque... los recuerdos se mostraban tan frescos... que la tentaban a revivirlo en su mente. El dolor era mínimo, pero el trauma, la inseguridad que sentía ahora, era congelante... su cuerpo temblaba, ya que nisiquiera en su hogar, se sentía segura... Pero, el ser que la esperaba ahora en su cuarto, la hacía sentir impresionantemente segura, era la única persona que podía reconfortarla, así como lo hacía su padre en un pasado. Inuyasha la hacía sentir calmada, ella sabía muy bien que él la protegería de lo que fuera si le era posible, aunque, no podía dejar de preguntarse, por qué no estuvo en esos momentos, por que el maldito destino hizo que ésto pasara, sabiendo que no habría respuesta. Decidió aclarar su mente, tenía mucho que hacer luego de tomar este baño, tendría que sacar el cadáver en la entrada de su templo. Normalmente sentiría compasión por aquel hombre, aún cuando la halla lastimado, pero... ella actuaba fría, se había propuesto hacerlo, ya que... aquel hombre, no tan sólo le robó su virginidad, también le robo la confianza que tenía, de que el mundo podía ser un lugar mejor, de que las personas eran buenas, y que el bien siempre triunfaba... Ese brillo que la caracterizaba, esa sonrisa que inspiraba esperanzas en los que la veían, se habían ido.

Se sumergió lentamente en las aguas calientes de su bañera, la sensación era agradable, pero su cuerpo estaba tenso, lo que le impedía disfrutar de esta hora, que le era sagrada. Se demoró poco, consciente de que pronto llegaría su familia, y del inpaciente hanyou que esperaba en su recamara. Ella estaba agradecida con él, la verdad es que se sentía bien de que él la haya acompañado esta noche. Se vistió con unas ropas que la cubrían casi entera, ya que no tenía inteción de hacer que él se preocupara más, ni tampoco sus amigos, o su familia. Ella siempre se preocupaba por las personas alrededor, aún cuando ella se encontraba en algun estado deplorable, porque... eran todo lo que tenía.

Salió del baño, con la vista perdida en algún punto inexistente. El pasillo estaba oscuro, y ella se encontraba perdida en pensamientos que no tenían objetivo alguno, giró lentamente la perilla de la puerta, para encontrarse con Inuyasha justo en frente suyo esperando. Inuyasha! Dijo Kagome aún nerviosa. Inuyasha la miró, y se dió cuenta de que se sentía insegura, ¿acaso aún sentirá miedo? pensó... Pronto va a amanecer... mejor limpiemos el desastre, dijo Inuyasha en un tono suave. Kagome asintió y los dos bajaron a la sala. Inuyasha iba detrás de Kagome, disfrutando nuevamente de su aroma, que ahora estaba libre del horrible olor de aquel hombre. El se sentía bien, aunque le preocupaba la reacción que estaba teniendo Kagome, ella actuaba nerviosa, y podía oler miedo.

Kagome... Dijo Inuyasha. ¿Si? contestó Kagome, dandose vuelta para mirarlo a los ojos, esos ojos dorados, que ahora se veían tan hermosos y sintió como la calmaban nuevamente. Sabes que estas a salvo conmigo ¿no?. Kagome lo miró algo confundida, sin entender mucho lo que él quería decir. Es que... sabes que yo te protegeré siempre... ¿no? siempre estaré a tu lado... Inuyasha bajó la vista, sabiendo que no había llegado a tiempo anteriormente, y algo avergonzado también. Kagome lo miraba feliz, ella sabía que ahora él la cuidaría más que nunca, y estaba contenta de que se lo dijiera. "sí, lo sé Inuyasha", dijo con una voz suave, y tierna. Inuyasha se ve tan lindo cuando se avergüenza, pensó, aunque también podía notar algo de tristeza en esa mirada... Ella tomó su rostro con su delicada mano, para que éste le mirara en los ojos. Gracias Inuyasha, dijo en un volumen que sólo el hombre mitad bestia podía percibir, luego se acercó a él, y le dió un suave beso en su mejilla, aún cuando los labios de aquel hanyou parecían tentarla, ella no iría más allá a menos que él lo quisiera. Inuyasha no protestó, y con una mano tocó la mejilla, que parecía haber sido bendecida por la más bella de las diosas, y se quedó ahí parado, como encantado, mientras Kagome prendía las luces de la oscura habitación.

Era todo un desastre, Kagome miró la sala, tratando de desechar todos aquellos recuerdos que peleaban para mostrarse en su mente. Después de un largo rato de lucha interna, decidió salir para ver el cadaver. Inuyasha la vió acercandose a la puerta, y la verdad es que dudaba si ella estaba lista para ver tal espectáculo. Kagome... no creo que deberías salir... Dijo el hanyou. "Esta bien, quiero verlo" Esa fue la fría respuesta de la joven miko, mientras se acercaba al lugar en donde tendía inerte el cuerpo. Afuera estaba oscuro (Recuerden que era de noche aún), la luna estaba escondida tras grandes nubes, que no dejaban que ninguna estrella se asomara en el extenso cielo, hacía frío, y Kagome cruzó sus brazos esperando poder traer calor a su cuerpo. Ella pudo distinguir a la distancia, el cuerpo de aquel maldito hombre, y junto a él, un charco de sangre. Vió que el cuerpo estaba completo, lo que la alivió ya que se había preparado para ver el peor de los espectaculos. Inuyasha por su parte, decidió seguirla, vió cómo ella caminaba lentamente, analizando el cuerpo, y temiendo los detalles, hasta quedar a unos centimetros del cuerpo. Kagome lo miró friamente, tratando de imaginar cómo había muerto, de pronto sintió a Inuyasha a su lado, él la miraba, como esperando alguna reacción, ella no dijo nada por unos instantes, sentía curiosidad, pero, también miedo. Inuyasha... ¿Cómo murió?. Inuyasha sabía que vendría esa prengunta, decidió revivir la escena mentalmente, para luego contarle a Kagome lo sucedido.

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Luego de escuchar aquel relato, Kagome estaba sorprendida de que Inuyasha haya sido capaz de contener su parte youkai, pero aún más de que se haya enfurecido tanto, por ella. Las circunstancias no eran perfectas, pero todo le parecía hermoso a Kagome en ese corto momento, por lo que dejandose llevar, tomó la mano del hanyou, que estaba cubierta de sangre, pero no le importó, apretó la mano con fuerza, y apoyo su cabeza en el hombro de su amado. Inuyasha tomó su mano de vuelta, sentía como su querida Kagome, estaba calmada, por lo que el también se relajó. Cerró sus ojos disfrutando de tan hermosa sensación. Perdiendose en tan bello momento.

Permanecieron unos momentos así, hasta que vieron como el sol empezaba a asomarse en el horizonte. Debemos limpiar, dijo la joven. Inuyasha decidió que él enterraría el cuerpo en alguna parte, mientras la bella mujer a su lado, ordenara la sala. Kagome estuvo de acuerdo, ella en verdad no quería seguir viendo aquel cuerpo, le era repugnante, y le hacía más dificil apartar los malos recuerdos de su mente. Kagome entró a su casa, pensando en que si ella se quedaba con Inuyasha, no le sería más fácil olvidar lo pasado, lo que deseaba desesperadamente, olvidar, y creer que esto nunca pasó... aunque, sabía muy bien ella, que sería imposible, sin importar los años que pasen.

Inuyasha tomó el cuerpo, él se encontraba feliz, obviamente no porque cargaba a ese cadaver, sino, porque a pesar de todo, el había logrado pasar con Kagome, momentos hermosos. El olor del cadaver, era horripilante, por lo que Inuyasha lo enterró lo más rápidamente, en un lugar que encontró en las afueras del templo. Hizo todo esto en un par de minutos, para regresar a limpiar la sangre. Kagome... pensó, él pensó que era tiempo ya, de confesarse ante Kagome, aunque, se sonrojaba tan solo en pensarlo, pero él estaba seguro, más que nunca, él quería tenerla a su lado por el resto de sus vidas, para poder protegerla, para no cometer el mismo error de nuevo. El la amaba, y aunque sentía miedo de su respuesta, debía hacercelo saber.

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Pronto todo estaba listo, la entrada parecía reluciente, y la casa estaba igual que antes, pronto llegaría la familia de Kagome, y ella sentía miedo de que tal vez, se dieran cuenta de que algo era distinto, entonces, ella no sabría que decir. A ella no le gustaba mentirle a su madre, pero, aún cuendo le tenía mucha confianza, quería superar ésto por sus propios medios... y ahora ya no sufriría sola sus heridas, ahora, las compartía felizmente, con la persona que más ama.

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Nailai: ^^ Sorry por hacer tan cortitos los capitulos... bueno... NO VEN QUE NO SOY TAN MALA!!!...ejem... bueno saludos y gracias a:

Dark night, quien entendió por que hago sufrir tanto a los personajes =)

meikyo: Por su review, que aunque es cortito, sube el animo!

Chiisana Minako: Porque ha sido muy amable en leer mis fic ^^ y en dejarme reviews =)

y un grito a LILITH!!!!! porque no ha publicado su fic, y porque no me ha dejado REVIEWS!!!!!!.....mmmmmm...bueno... esop nu mas... ojala les guste este capitulo ^^ y me despido pidiendoles reviews ^^....

Ah! y por siaca... no pienso meter a Kikyo en la historia esta vez, porque no la quiero en mi fic!!...JOJOJO =) Bueno... esop nu más Chau