"Confianza"
.
.
.
Cuarto Capitulo:
Estaré cerca
.
.
.
{^~~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~}
.
.
.
El día ya había llegado, pronto llegaría también, la familia de Kagome. Ella pensó que lo mejor sería saludarlos, y luego marcharse enseguida a la otra época, ella no tenía intención de mentirles, por lo que se iría antes de que le preguntaran por todos los jarrones rotos.
Inuyasha se encontraba en el salón, esperándola, mientras ella estaba en su cuarto, cambiándose de ropa y empacando las cosas que tiende a llevar a la otra época en su mochila, que estaba pesada, pero ya había cargado con ese peso antes, por lo que se la echó al hombro de todas maneras, su cuerpo aún estaba adolorido, por lo que el peso de la mochila, le causó un dolor agudo en su hombro. Inuyasha estaba impaciente, por lo que subió en búsqueda de Kagome, entró al cuarto sin ser notado, como suele hacer, y la vio. Ella estaba hermosa, estaba vestida con unas ropas que él nunca había visto, eran ropas de invierno, llevaba una bufanda en el cuello, una minifalda de las que suele usar, pero con unas medias que le llegaban arriba de las rodillas, y aún cuando traía bastante ropa puesta, sus curvas se notaban sensuales, ella todavía seguía ordenando todas las cosas en su mochila, mientras nuestro querido hanyou, se ponía rojo como un tomate, fijándose en cada movimiento que hacía aquella criatura magnífica que se mostraba delante de sus ojos. Inuyasha se encontraba maravillado con la extraña belleza de Kagome, que ahora parecía afectarle más que nunca. Luego de unos minutos de mirarla fijamente, escuchó como ella se quejó al echarse su mochila a los hombros. Inuyasha se acercó, ahora que había vuelto a la realidad, tomó su mochila y salió diciendo: Feh! Tonta, no puedes llevar todo eso sola, en esas condiciones. Una sonrisa se mostró en el rostro de Kagome, se sentía bien, Inuyasha había sido relativamente amable con ella desde... entonces.
Kagome e Inuyasha, bajaron hasta el primer piso, para encontrarse con la familia Higurashi, abriendo la puerta principal. La madre de Kagome notó que habían forzado la cerradura, y antes de que pudiera pronunciar una palabra, vio a su hija, corriendo hacia el pozo, tomada de la mano con Inuyasha.
¡Ya me voy mamá! ¡Adiós!, Gritó Kagome de la manera más natural que podía fingir en ese entonces, mientras evadía el cuestionario que posiblemente le harían, obligándola a recordar con detalle, cada escena... No, eso no era lo que quería, ya había pasado por eso físicamente, y nadie tenía derecho de obligarla a repetirlo mentalmente.
Llegaron al pozo, aún tomados de la mano, Kagome no había pensado mucho en lo que hacía, su objetivo principal era largarse de ahí lo antes posible, aunque en realidad deseaba mantener a su amado cerca por un periodo lo más prolongado posible, ya que sentía miedo de estar sola, o al menos sin él y la seguridad que éste le brindaba. Ella lo amaba con todo su ser, y se sentía aliviada a su lado, en calma, como si no importara lo que pasara, tan sólo lo quería a él, y tan solo él le importaba. Pero, luego de lo que pasó, ella no sabía si debía seguir confiando en él como su protector, es decir, será él capaz de protegerla por siempre?... Sacudió pronto ese pensamiento de su cabeza, ella lo amaba, pero él no a ella, por lo que no se podía atribuir el derecho de exigirle nada de esa naturaleza. Aunque la forma en la que se comportaba Inuyasha, de alguna forma, mantenía vivo algo de esperanza, en el corazón de Kagome.
Kagome era como dulce para los ojos dorados del mitad bestia, se veía hermosa, y aún después de todo lo pasado, su presencia, le era tan imprescindible y agradable como antes. Todo en ella le daba fuerzas, estar con ella, era como reabastecerse a cada minuto, de una energía inagotable, aunque al parecer, su fuente de seguridad, se estaba debilitando, sus ojos ahora son tristes, y las sonrisas que solía esparcir por cualquier lugar, como si le sobrarán, ahora son exclusivas y momentáneas, y no perpetuas, como solían ser.
Los dos disfrutaban de la presencia del otro, por lo que, comprendiéndose mutuamente, permanecieron tomados de la mano durante el viaje a la otra época.
.
.
.
{^~~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^}
.
.
.
Sengoku Jidai
.
.
.
El clima era húmedo, estaba helado, podía notarse que algunos charcos de aguas, habían comenzado a congelarse y el viento corría fuertemente. Inuyasha salió del pozo de un salto, con Kagome en sus brazos, para luego dejarla suavemente en el piso, sorprendiéndola por la delicadeza, con la que la trataba.
El ambiente era hermoso, pero hacía mucho frío, incluso para nuestro hanyou, quien estornudó. Los inviernos suelen ser así en esa época, pero como Inuyasha había pasado la noche en la otra era, su cuerpo se había adecuado a ese clima. Kagome sonrió, y tomó la bufanda que traía envuelta en su cuello, para dársela a Inuyasha. "Feh! Yo no necesito esas cosas" Dijo, pero Kagome no lo escuchaba, así que le puso la bufanda ella misma. No hubo protesta.
Kagome se adelantó en el camino hacia la aldea, mientras Inuyasha se encontraba totalmente distraído con la nueva prenda que llevaba consigo, que tenía impregnado el aroma de Kagome. Caminaron en silencio hasta llegar a la aldea, cada uno envuelto en los miles de pensamientos, que revoloteaban en sus mentes, pero sin separarse demasiado, no se alejarían uno del otro más que unos metros, a menos que fuera necesario, querían permanecer juntos, sin importar si no se tocaban, lo único que importaba era permanecer cerca, pero no demasiado.
.
.
.
{~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^}
.
.
.
Nailai: Sorry por dejar el capitulo ahí, es que si seguía escribiendo, se haría demasiado largo!!!..... bueno... no se preocupen porque yo escribo todos los días ^^ así que pronto subiré el próximo capitulo... Por favor dejen REVIEWS!! Y gracias por los que ya lo hicieron, en especial a Minako y a Dark, ( Adiu!!
.
.
.
Cuarto Capitulo:
Estaré cerca
.
.
.
{^~~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~}
.
.
.
El día ya había llegado, pronto llegaría también, la familia de Kagome. Ella pensó que lo mejor sería saludarlos, y luego marcharse enseguida a la otra época, ella no tenía intención de mentirles, por lo que se iría antes de que le preguntaran por todos los jarrones rotos.
Inuyasha se encontraba en el salón, esperándola, mientras ella estaba en su cuarto, cambiándose de ropa y empacando las cosas que tiende a llevar a la otra época en su mochila, que estaba pesada, pero ya había cargado con ese peso antes, por lo que se la echó al hombro de todas maneras, su cuerpo aún estaba adolorido, por lo que el peso de la mochila, le causó un dolor agudo en su hombro. Inuyasha estaba impaciente, por lo que subió en búsqueda de Kagome, entró al cuarto sin ser notado, como suele hacer, y la vio. Ella estaba hermosa, estaba vestida con unas ropas que él nunca había visto, eran ropas de invierno, llevaba una bufanda en el cuello, una minifalda de las que suele usar, pero con unas medias que le llegaban arriba de las rodillas, y aún cuando traía bastante ropa puesta, sus curvas se notaban sensuales, ella todavía seguía ordenando todas las cosas en su mochila, mientras nuestro querido hanyou, se ponía rojo como un tomate, fijándose en cada movimiento que hacía aquella criatura magnífica que se mostraba delante de sus ojos. Inuyasha se encontraba maravillado con la extraña belleza de Kagome, que ahora parecía afectarle más que nunca. Luego de unos minutos de mirarla fijamente, escuchó como ella se quejó al echarse su mochila a los hombros. Inuyasha se acercó, ahora que había vuelto a la realidad, tomó su mochila y salió diciendo: Feh! Tonta, no puedes llevar todo eso sola, en esas condiciones. Una sonrisa se mostró en el rostro de Kagome, se sentía bien, Inuyasha había sido relativamente amable con ella desde... entonces.
Kagome e Inuyasha, bajaron hasta el primer piso, para encontrarse con la familia Higurashi, abriendo la puerta principal. La madre de Kagome notó que habían forzado la cerradura, y antes de que pudiera pronunciar una palabra, vio a su hija, corriendo hacia el pozo, tomada de la mano con Inuyasha.
¡Ya me voy mamá! ¡Adiós!, Gritó Kagome de la manera más natural que podía fingir en ese entonces, mientras evadía el cuestionario que posiblemente le harían, obligándola a recordar con detalle, cada escena... No, eso no era lo que quería, ya había pasado por eso físicamente, y nadie tenía derecho de obligarla a repetirlo mentalmente.
Llegaron al pozo, aún tomados de la mano, Kagome no había pensado mucho en lo que hacía, su objetivo principal era largarse de ahí lo antes posible, aunque en realidad deseaba mantener a su amado cerca por un periodo lo más prolongado posible, ya que sentía miedo de estar sola, o al menos sin él y la seguridad que éste le brindaba. Ella lo amaba con todo su ser, y se sentía aliviada a su lado, en calma, como si no importara lo que pasara, tan sólo lo quería a él, y tan solo él le importaba. Pero, luego de lo que pasó, ella no sabía si debía seguir confiando en él como su protector, es decir, será él capaz de protegerla por siempre?... Sacudió pronto ese pensamiento de su cabeza, ella lo amaba, pero él no a ella, por lo que no se podía atribuir el derecho de exigirle nada de esa naturaleza. Aunque la forma en la que se comportaba Inuyasha, de alguna forma, mantenía vivo algo de esperanza, en el corazón de Kagome.
Kagome era como dulce para los ojos dorados del mitad bestia, se veía hermosa, y aún después de todo lo pasado, su presencia, le era tan imprescindible y agradable como antes. Todo en ella le daba fuerzas, estar con ella, era como reabastecerse a cada minuto, de una energía inagotable, aunque al parecer, su fuente de seguridad, se estaba debilitando, sus ojos ahora son tristes, y las sonrisas que solía esparcir por cualquier lugar, como si le sobrarán, ahora son exclusivas y momentáneas, y no perpetuas, como solían ser.
Los dos disfrutaban de la presencia del otro, por lo que, comprendiéndose mutuamente, permanecieron tomados de la mano durante el viaje a la otra época.
.
.
.
{^~~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^}
.
.
.
Sengoku Jidai
.
.
.
El clima era húmedo, estaba helado, podía notarse que algunos charcos de aguas, habían comenzado a congelarse y el viento corría fuertemente. Inuyasha salió del pozo de un salto, con Kagome en sus brazos, para luego dejarla suavemente en el piso, sorprendiéndola por la delicadeza, con la que la trataba.
El ambiente era hermoso, pero hacía mucho frío, incluso para nuestro hanyou, quien estornudó. Los inviernos suelen ser así en esa época, pero como Inuyasha había pasado la noche en la otra era, su cuerpo se había adecuado a ese clima. Kagome sonrió, y tomó la bufanda que traía envuelta en su cuello, para dársela a Inuyasha. "Feh! Yo no necesito esas cosas" Dijo, pero Kagome no lo escuchaba, así que le puso la bufanda ella misma. No hubo protesta.
Kagome se adelantó en el camino hacia la aldea, mientras Inuyasha se encontraba totalmente distraído con la nueva prenda que llevaba consigo, que tenía impregnado el aroma de Kagome. Caminaron en silencio hasta llegar a la aldea, cada uno envuelto en los miles de pensamientos, que revoloteaban en sus mentes, pero sin separarse demasiado, no se alejarían uno del otro más que unos metros, a menos que fuera necesario, querían permanecer juntos, sin importar si no se tocaban, lo único que importaba era permanecer cerca, pero no demasiado.
.
.
.
{~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^~^}
.
.
.
Nailai: Sorry por dejar el capitulo ahí, es que si seguía escribiendo, se haría demasiado largo!!!..... bueno... no se preocupen porque yo escribo todos los días ^^ así que pronto subiré el próximo capitulo... Por favor dejen REVIEWS!! Y gracias por los que ya lo hicieron, en especial a Minako y a Dark, ( Adiu!!
