Capítulo Ocho: "El miedo de perder a un ser amado"
- Él es una buena persona, ninguna otra además de ustedes se ha preocupado tanto por mi y mi bienestar. Yo lo amo, no pueden hacer nada contra eso.
- Pero...- intervino su madre, con el ceño fruncido en angustia y confusión- Quizás un noviazgo, lo hubiésemos aceptado después pensarlo un poco hija... pero... ¿Matrimonio? ¡Eres muy joven!
- Pero él...
- No se trata de él Ginny- se interpuso su padre- Hace rato que ya no se trata de él y de la cuestión de que sea un Malfoy. Esto es sobre ti, nos preocupamos mucho por ti, ¿sabes?
Asintió silenciosamente, no tenía ningún interés de usar la fuerza en esta ocasión.
- ¡Eres muy joven!- volvió a decir Molly- Apenas tienes diecisiete años, no queremos que vivas tu vida tan rápido... querías hacer tantas cosas, tantos sueños...
- No he desistido de ellos, todavía puedo hacerlos- aseguró la menor.
- No entiendo el por qué aún. Es que tu... ¿estás embarazada hija?
- No papá.
- Cuida de no embarazarte, eres una niña todavía, no puedes cargar con tal responsabilidad si ni siquiera has acabado tus estudios. ¿Entiendes?- recomendó su madre. Ginny aceptó que ella tenía razón, no podía quedar embarazada siendo tan chica, eso sería un problema para ella.
La señora Weasley se acercó a ella y la abrazó con fuerza, Ginny le respondió con una alegría inagotable, la había extrañado mucho. Su padre también la abrazó y besó en la frente.
- Podemos llevar esto adelante, mientras tu estés feliz Ginny.
- Mucho.
- Bueno- aceptó su padre-, eso es lo más importante.
- Arthur ya es tarde, mejor nos vamos y dejamos que Ginny se vaya a dormir.
- ¿Ya se van? ¿Adónde?- preguntó Ginny, quien sinceramente pensaba que iban a quedarse con ella y los Granger al menos esa noche.
- Debemos irnos a Grimmauld Place cuando antes querida.
Hermione entró a la sala donde habían estado conversando los Weasley todo ese tiempo y al verlos despidiéndose no supo si era correcto entrar, por eso se quedó de pie bajo el umbral de la puerta.
Molly la vio ahí, estática y tímida y le sonrió, haciéndole una seña para que entrara.
- Hermione podrías hacerme el favor de llevarte a Ginny y asegurarte que no se desvele, debe dormir bien esta noche.
- Claro señora Weasley.
- Mamá no tengo cinco años...- se quejó Ginny. Su madre asintió, de ser así las cosas nunca se hubiesen tornado tan complicadas.
- Vámonos Arthur, adiós Hermione, salúdame a tus padres por mí.
- Adiós señores Weasley- contestó la morena mientras los mismos se adentraban en la chimenea de la casa y desaparecían consumidos en las llamas frente a sus ojos.
- No sabía que tu casa ya estaba conectada a la red flu- comentó la pelirroja.
- Desde hace un par de semanas, Dumbledore creyó que lo mejor era instalarlo. Mis padres no están muy adecuados aún pero no protestan. Ya es tarde, ¿vamos a dormir? Te he arreglado una cama en mi habitación.
Hermione pasó un brazo alrededor de su hombro y la condujo hasta la planta alta, subiendo las escaleras y siguiendo un pasillo estrecho, encontraron dos puertas, una de ellas el baño y la otra la habitación de Hermione.
La ventana estaba abierta, y un aroma propio de la estación se colaba por ella. Las cortinas fluctuaban con la brisa, el clima era agradable, bastante fresco. Hacia afuera podía verse el verde que rodeaba la villa, pocas construcciones, de las cuales menos estaban habitadas. Era una villa para vacacionar, la mayoría de las casas no eran habitadas hasta el verano.
- Puedes tomar la cama derecha si quieres.- indicó Hermione, y sin pensarlo mucho Ginny cayó rendida sobre el colchón. Sí que estaba agotada, no había dormido bien la noche anterior... sonrió disimuladamente al recordar el por qué. Pero aquello le parecía tan lejano, tan de otra época ahora.
Cerró los ojos para descansarlos un poco, escenas rápidas llegaban a su mente, ¡Dios cómo lo extrañaba! Apenas llevaba unas horas lejos de él pero ya lo extrañaba muchísimo. Sus bellísimos ojos, sus labios, su forma de hablar, su forma de pelearle y consentirla al mismo tiempo, su aroma, su piel sobre la suya... un hormigueo inundó su vientre al pensarlo.
- ¿En qué piensas?- quiso saber Hermione. Abrió los ojos y la buscó en la semi oscuridad, había apagado una de esas lamparitas muggles y ahora sólo la luz de la luna quedaba de consuelo.
- ¿Qué te hace creer que estoy pensando?
- Tu sonrisa boba... o los cambios de gestos por segundo... tal vez, quizás soy muy perceptiva. Que va... no me engañes, estás pensando en todo lo que te ha pasado hoy. A que estás pensando en Malfoy.
- A que estás pensando en Harry- se defendió la pelirroja. Hermione se encogió de hombros y sonrió a medias.
- Me das vuelta la pregunta... no vale así. Para qué ser sincera si somos amigas, ¿no?
- Sí, estaba pensando en él, lo admito. ¡Pero es la primera vez en el día! El resto me concentraba en saber como iba a decirles a mis padres lo del casamiento.
- Me imagino... confiésame, pero dime la verdad- la pelirroja asintió- ¿Cómo es que tomaste esa decisión tan rápidamente?
- ¿Y quién dijo que fue rápido? Me tomó dos horas... ciento veinte minutos, siete mil doscientos segundos... no es poco tiempo cuando lo analizas así.
- No, en serio...
- Era una situación límite, Draco necesitaba casarse para reclamar su herencia y si no era conmigo iba a ser con alguien más- explicó lentamente.
- Pero si se casaba con alguien más y después de separaba... no habría inconvenientes así...
- Yo también pensé en esa posibilidad, pero con sólo imaginarme a Draco con alguien más que no fuese yo... eso fue lo que acabó por ser determinante.
- Uhm...- hizo un silencio corto- Te entiendo, no sé si yo podría tampoco.
- ¿Ves?
- Yo todavía no entiendo por qué acabaste con Malfoy. Digo... él está bueno y todo eso, hay que admitirlo... tampoco me sorprende demasiado, tu desaparición en el baile de navidad, y ese rumor que Pansy Parkinson no dejaba de expandir... no le creí al principio, pero ahora... ¿Él tiene algo de bueno?
- Está con la orden, ¿no?
- Está bien- convino-. Pero Ron, Harry y hasta yo, creímos que él se había unido sólo porque sabía que su equipo era el perdedor, que lo hacía por su conveniencia, ya sabes.
- Él se arriesga la vida por todos ustedes y en lo único en que piensan es que lo hace por su placer. ¿Qué clase de estupidez es esa? ¡Él no es un maldito masoquista! Eres inteligente Hermione, sabes bien lo difícil que es ser espía, y si llegase a ser descubierto él moriría, sabes eso me imagino... Él no arriesgaría la vida por cobarde y nada más. Él es una persona con ideales que lleva a cabo sin importarle las consecuencias.
Ginny, consternada y aburrida se giró para darle la espalda a Hermione e irse a dormir de una buena vez.
- Perdón. No quise ofenderte. Perdóname Ginny.
Silencio profundo. El canto de grillos se escuchaba potente y claro.
- Sólo no lo digas de nuevo.
- Te lo juro.- más silencio- Entonces... me gustaría conocerlo en su faceta de buena persona... si lo quieres tanto una poca de buena gente habrá de tener.
- Un poco, sí, - soltó una risita- pero no es una faceta abierta al público. Ya vámonos a dormir, mañana nos espera un día largo.
- Bueno...
Ginny se cubrió apenas con las sábanas y cerró los ojos, comenzando a relajar cada músculo antes de entrar al reino de los sueños. Ya llevaban varios minutos silenciosos en los que creía que Hermione se había dormido.
- Hice algo muy malo- murmuró en la oscuridad. Ginny no estuvo muy segura si había oído la voz de Hermione o sólo una mera ilusión auditiva ayudada por el viento. - Hice algo indebido Ginny... y no sé qué me pasa...
- ¿Hermione estás despierta?- susurró con voz áspera.
- Yo... - un sollozo muy claro se escuchó penetrar la barrera del sonido.
- ¿Estás llorando? ¿Qué te pasa Mione? ¿Qué fue lo que hiciste?- preguntó en la oscuridad del cuarto, que se había hecho más intensa por todo el tiempo que estuvo dormitando.
- Yo... Ginny... hice algo malo. Yo traicioné a Harry... lo traicioné...- balbuceó entre lágrimas.
- ¿De qué hablas?- preguntó, alarmada.
- Hace unos días atrás... nosotros tuvimos una... pelea...- contó, calmándose poco a poco-. Yo me quedé sola y enojada... entonces Ron vino y...
- ¿Te consoló?- para entonces Ginny oía llena de expectativa la declaración.
- Algo así... y yo... nosotros.... nos.... besamos...
- ¿Besaste a mi hermano?- musitó incrédula, para sí misma. El llanto de Hermione se hizo más fuerte, obligando a Ginny a salir de su cama e ir hasta la de ella. Se sentó junto al cuerpo de Hermione, y le acarició la cabeza. Al sentir su presencia Hermione se abrazó a la pelirroja en busca de consuelo, lloraba desesperada.
- No sé que me pasó, no sé que fue...
- Ya está bien, pero no sientas que traicionaste a Harry sólo por eso. Fue un simple beso, una cosa rápida que pudo pasarle a cualquiera... es natural, mi hermano fue tu primer novio... ¿no haz oído eso de donde hubo fuego cenizas quedan? Pero al fin y al cabo son eso, cenizas... nada más. Ya olvídate... no pasa nada, estás arrepentida y si Harry no lo sabe no tiene por qué enterarse...
- No sé...
- ¿No sabes qué?
- No sé si estoy arrepentida... ¡Ayúdame Ginny estoy tan confundida!
- Mi Dios... esto va para largo... veamos, analicemos esto con tranquilidad, ¿puede ser? Deja de llorar...
- Soy horrible- dijo Hermione, mientras se limpiaba las lágrimas.
- Sí, pero por los ojos hinchados... ¿Estás tratándome de decir que estás confundida por lo que sientes por Harry y Ron?
Hermione asintió.
- ¿Soy horrible, verdad? Harry no se merece esto, Ron es cosa pasada pero no sé que me sucedió en ese entonces. Pero luego apareció Harry y me sentí tan bien a su lado... no sé... realmente...
- Demonios... tienes todo un rollo en la cabeza... como siempre. La estás pensando mucho.... dime que piensa éste de aquí- le marcó su corazón-. Él es el jefe, si no puedes escucharlo entonces estás en problemas... ese es mi consejo.
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Notita de intermedio, ¿por qué? porque se me da la gana. Que quilombo con Hermione, nunca la vemos bien. Si no está llorando porque Harry no la quiere, llora porque ya lo quiere dejar por Ron... zorra indecisa... ¿No notan que Ginny cambio un poco? Mi amiga Ali Snape (Ada Luz) cree que se ha vuelto una estúpida (pero claro que a ella Ginny nunca le cayó bien) y Mari piensa que está muy a la defensiva sin motivo ni razón... Por otro lado, Kali y Monnyca me dicen que ella se ha contagiado mucho del espíritu Slytherin de Draco y Snape, después de haber estado meses en su influencia... quien sabe... ¿Qué piensan ustedes? Me gustaría oír sus comentarios al respecto. Yo creo que se trata de una mala escritora que no sabe mantener el carácter de sus personajes... Posiblemente todas las anteriores. ***********************************************************************
Un grupo de mortífagos rodeaba a otro de sus compañeros, hablaban, pero no podía oír lo que decían. Entonces uno de los que rodeaba hizo un paso hacia adelante de sacó su varita, apuntándole al del centro. "Crucio" retumbó en el espacio, y sus oídos quedaron ensordecidos por el grito de puro dolor que el mortífago había desatado.
Pronto no fue solo uno el que lo torturaba, se unieron dos, luego tres, hasta que la mayoría se había encargado de hacerlo sufrir. Ella sintió pena por el pobre sujeto, a pesar de que no podía saber de quién se trataba.
El último grito coronó al escalofriante "Avada Kedavra", y el cuerpo del desafortunado mortífago quedó inerte en el piso. La capucha que cubría su cabeza se salió y dejó descubierto su rubio cabello, y sus ojos grises sin vida.
- ¡¡¡NO!!!- gritó Ginny, despertándose bruscamente de su perturbadora pesadilla. Bañada en sudor y jadeando, sintió las lágrimas húmedas resbalar sobre sus mejillas. Una fuerte punzada en el pecho la asustó.
¿Qué fue esa sensación de perdida? ¿Y esa pesadilla? Draco estaba... ¡No! Él estaba bien, ¡Él le había prometido que nunca se iban a separar de nuevo! ¡Que iban a estar juntos! ¿Pero por qué esa desolación tan repentina? Ese sentimiento maldito...
Unos ruidos muy fuertes se oyeron en la planta baja, de vidrio rompiéndose. Después de eso gritos de mujer. La madre de Hermione... ¿qué estaba pasando?
- ¿Hermione? ¡Mione despierta algo pasa!- la llamó desde su cama.
No tuvo respuesta. Se levantó de su cama y encontró vacío el lecho de su amiga. No había signos de violencia ahí, pero ella no estaba.
En el momento justo que sacaba su varita y se disponía a bajar, la puerta se abrió con un terrible golpe de violencia. Un grito de mujer, Hermione, trataba de librarse de un captor encapuchado quien no la dejaba en libertad. ¿Qué era todo eso?
- Ginny... no... ¡corre!- le gritó Hermione, apenas podía hablar. El mortífago que la sostenía hizo más presión sobre su cuello, que lo traía envuelto con uno de sus brazos.
Ginny empuñó su varita, lista para lanzar alguna maldición cuando sintió que era atrapada también. Unos brazos fuertes la tomaron por la cintura y su hombro derecho, la presionaron con fuerza, obligándola a soltar su varita, que cayó al suelo.
Le cubrieron la boca, amortiguando el sonido de sus gritos y reproches. Pero, curiosamente, no le hacían daño. Sus párpados se sintieron pesados, su voz comenzó a apagarse, al igual que su visión. Se sintió mareada y se desmayó.
* * *
Esta vez despertó despacio, ni siquiera sintió dolor alguno en el cuerpo. Se encontró sentada en un sillón muy cómodo, semi reclinado hacia atrás. Se puso en posición de alerta al encontrarse en un sitio que no conocía. Era una casa, sus techos eran algo altos y la rodeaban objetos de aspecto valioso. No había nadie más en la sala. Se puso de pie, todavía estaba vestida con su pijama. ¿Ya era de día? Más bien parecía un atardecer. Contempló la puesta del sol en el horizonte anaranjado a través de una ventana cercana.
La casa tenía muchas ventanas, todas abiertas, era muy luminosa por eso mismo. ¿Dónde estaba? Lo último que recordaba era el ataque de mortífagos a casa de los Granger. ¿Cómo había logrado escaparse? ¿Los demás estaban bien? ¡Su varita! ¿¡Dónde estaba su varita en un momento como ese!? Palpó su ropa... ya, recordaba haberla dejado caer en medio del ataque. ¿Qué se suponía que iba a hacer ahora?
Unos pasos se oyeron, y se volteó para ver a la persona que entraba en la sala.
- Tranquila, soy sólo yo- le recordó, con una voz suave y tranquilizadora. La chica le sonrió conciliadoramente, y se fue acercando con lentitud.
- Christina...- murmuró, incrédula y más confundida de lo que había despertado.
- Ya sabía que ibas a asustarte, no debí dejarte sola ni un momento, pero es que creí que no te ibas a despertar todavía.
- ¿Qué es este lugar? ¿Cómo es que llegué aquí?
- Esta es mi casa... de Bryght y mía mejor dicho- explicó mejor-. ¿Estás bien? ¿No te duele nada? La cabeza...- Ginny negó- nada... bueno, mejor así. ¿Tienes hambre? ¿Sed? ¿Quieres descansar?
- No, no quiero nada. Bueno... quiero que me expliques como llegué aquí.
- Sí, iba a hacerlo. Debes estar muy confundida, ¿no? Bryght te trajo esta madrugada.
- ¿Él me trajo? Pero si yo recuerdo que unos mortífagos atacaron y uno me capturó...
- Salvó- la corrigió.
- ¿Cómo?
- Que te salvó, no capturó... aunque, dadas las circunstancias no importa demasiado si te secuestró o no...- comenzó a reír- ¿Verdad?
- No entiendo de qué me estás hablando.
- Alguien pasó mal la información, dijeron que Dumbledore había mandado a Harry Potter a casa de los Granger con la chica Granger y contigo. Por eso mismo él envió a sus seguidores a buscarlo y llevarlo hasta él. Draco le pidió ayuda a Bryght antes de escapar, le pidió que te rescatara y te pusiera en un lugar seguro. Por eso, el mortífago que te atrapó fue mi esposo, él te trajo hasta aquí.
- ¿Bryght? Yo no sabía que él era un...
- Sí- se adelantó a hablar Christina-, pero también está con la orden... aunque a él no le simpatiza mucho Dumbledore, y a mí tampoco para ser sinceros, pero es mejor que servir al Señor Tenebroso.
- ¿Por qué dice que Draco se tenía que escapar?
- Lo descubrieron- le respondió una voz masculina. Las dos chicas se volvieron para ver a un muchacho alto y bien parecido, de pie en la entrada. Bryght se veía cansado y bastante más serio que la última vez que Ginny lo había visto.
- Bryght... mejor descansa, tu brazo está herido...- aconsejó una preocupada Christina.
- Ya estoy bien. Descubrieron a Draco- continuó hablando con Ginny-, ya saben que es un espía infiltrado.
El pecho de Ginny se contrajo y la sensación de perdida la abatió otra vez. El rostro de sus hospedares tenían ese deje de tristeza que no le ayudaron en nada. Ese sueño terrible, las imágenes volvían a su cabeza. ¿Eran verdades y no simples reflejos de sus miedos?
- Ginny... lo siento- murmuró Christina, apoyando una mano en el hombro de la pelirroja.
- No...- las lágrimas volviendo a salirse, imposible contenerlas más-. ¿Qué le hicieron?
- Él intercambiaba mucha información... Zabini acabó por delatarlo... su puesto era peligroso, llevaba datos valiosos a la orden y lo descubrieron. Ellos... el mismo Voldemort- para su sorpresa Christina no reaccionó al oír ese nombre, como podía esperarse- fue quien lo torturó... después otros mortífagos...
- ¿Lo mataron?- preguntó con un profundo sabor amargo en la garganta.
Brythg la miró, Ginny vio derrota en sus ojos.
*********************************************************************** Jajaaaa........ siii, soy malvada... maté a Draccooo......... ya se, van a matarme a mi.... pero eso me tiene sin cuidado. Seriamente, me encanta hacerlos sufrir con este espacito de intriga. ***********************************************************************
- Zabini y yo teníamos la orden de matarlo. Los demás ya lo habían dejado muy mal así que la tarea no sería para nada difícil. Por eso cuando lo llevamos Blaise iba a hacerlo, lo ataqué y dejé inconsciente. Lo encerré en un lugar seguro, no creo que lo encuentren hasta un par de semanas, creí que ese tiempo era suficiente.
"Con las pocas fuerzas que tenía, Draco escapó, no pude ayudarlo mucho con eso. Pero además me pidió que te rescatara.."
- ¿Él está bien ahora?
- No lo sabemos- aclaró Christina-, no hemos tenido noticias de él.
- Él no va a morir así como así... no ahora que por fin su vida iba en lo mejor. Descuida- consoló el muchacho.
- ¿Alguien sabe qué pasó con Hermione y sus padres?
- Los Granger fueron torturados pero ya están en San Mungo, a la chica se la llevaron como carnada para atraer a Potter y a los demás.
- Pero ella está viva- inquirió Ginny.
- Suponemos... no tenemos información más precisa que la que ya te hemos dado Ginny. Lo siento.
Ginny no le dio ninguna respuesta a Christina, solamente cayó desplomada sobre el mismo sillón donde había despertado.
- Tengo que irme ahora mismo- prorrumpió Bryght, amarrándose uno de sus hombros, donde se suponía, debía esconder una marca bajo toda esa ropa. La asustada ahora fue Christina.
- ¿Ya te vas?
Bryght se lo aseguró con una mirada serena. Christina se dirigió a él y a modo de despedida lo besó. Incómoda, Ginny fue testigo de un beso que decía muchas cosas, que trasmitía desde pasión, amor y hasta tristeza. Volvió a pensar en Draco... él estaba bien, él tenía que estar bien.
La pareja se separó, y el muchacho se fue, despidiéndose con un gesto de la extraña en su casa, que había rescatado horas atrás.
La Slytherin presente buscó donde sentarse, y se dejó caer, con tristeza. A Ginny le pareció estar viendo a la misma Christina que había conocido. Distante, de aspecto frío y muerta por dentro.
- ¿Estás preocupada por él?- preguntó Ginny, con voz apagada y tan desanimada como el aspecto de la otra chica presente.- Va a regresar a salvo... ten fe.
- No...- negó con la cabeza. Ginny, quien no se sentía de ánimos para consolar a nadie, aceptó aquello como última palabra y se quedó callada.
Permanecieron en silencio un buen rato, hasta que Christina se levantó y fue hasta un cajón de una mesa de sala y sacó algo, que llevó hasta la mesa, y comenzó a jugar con él.
- Supongo que sabes que ésta es la batalla final. El día de hoy se cumplirá una profecía, y un mago muy poderoso será eliminado por otro.
- Sí... lo sé. Solo que me gustaría estar ahí, presente, peleando y no aquí sin hacer nada. Ocultándome por cobarde.
- No... no está escrito eso... no debes estar allí. Te tienes que quedar aquí, conmigo...- de pronto la forma de hablar se le tornó rara, y más profunda.
- ¿Cómo que está escrito? ¿Escrito en dónde?
- En el destino, por supuesto...
- Nah... no me digas que crees en esa estupidez de la adivinación.
- Las sibilas existieron alguna vez, todavía hay alguna por ahí oculta, pero su poder continúa vivo en sus descendientes. Quien hizo la predicción que tanto nos importa esta noche, es un vivo ejemplo.
Ginny cobró más interés por el objeto que Christina tenía en sus manos, que resultó ser un mazo de cartas. Curiosa, la menor de los Weasley buscó sentarse a la mesa, tal como la otra lo había hecho.
- ¿Sabes cartomancia?
- Soy bastante acertada- contestó, con humildad.
- ¿Eres descendiente de sibila?
- Sí... pero tales poderes saltan muchas generaciones, y fue mi abuela la afortunada. Yo puedo con las cartas, nada más.
- ¿Puedes ver el futuro?
- Algo... soy mejor con el pasado. Pero no me gusta ver el futuro...
- ¿Sabes que va a pasar esta noche?- preguntó, dudosa.
- Nadie lo sabe realmente. Yo sólo se cosas, como que Bryght no regresará conmigo hoy ni nunca más...
Aquello le pareció terrorífico, Christina sabía que su esposo iba a morir esa misma noche, que hace apenas segundos había sucedido su última despedida, su última vez juntos. Le adjudicó a eso el estado de su amiga. Era desesperante, demasiado abominable.
- No... no puede ser... tal ves te equivocaste... no sé...
- No. Puedo equivocarme yo pero si hay alguien que no puede es mi abuela. Cuando era pequeña ella me lo dijo, te casarás joven y enviudarás enseguida, después serás feliz, si perseveras y eres fuerte... fueron sus palabras textuales. Yo siempre lo supe. Todo el tiempo que pasamos juntos traté de olvidarme del hecho de que Bryght moriría demasiado pronto y busqué disfrutar el presente.
- Lo siento, en verdad... él me caía muy bien.
- Fue un excelente novio y esposo. Lo amaré por siempre.
- Christina... ¿sabes algo más?- le consultó, tomándola con fuerza por la muñeca, y con la mirada fija en sus ojos. La joven pecosa junto a ella parpadeó lentamente, y se soltó de Ginny con suavidad. Jugó con sus cartas y las guardó entre sus manos.
- Yo no diré nada más... espera a que el tiempo lo haga. Sólo podemos rogar para que Harry Potter tenga la fuerza necesaria, él es el único mago capaz de decidir lo que seguirá.
* * *
"Esa noche mucha sangre se derramó, se extrajo a la fuerza la luminosidad de muchos ojos, y egoístamente yo sólo podía pensar en mis seres amados, pero por sobre todo nunca dejé de pensar en ti. Ojalá no fuese tuya la sangre que Coria desencantada por algún piso de piedra fría, que no fuese tuyo el cuerpo que ella abandonó. Tampoco fuere de mis hermanos y padres, ojalá la muerte pasara de largo ignorando la puerta de nuestra casa.
Cuando llegó la noche, la naturaleza lo sintió, y comenzó a comportarse violenta, como liberando todas las sensaciones que nosotros teníamos aprisionadas en el cuerpo y que por temor no íbamos a soltar. El viento azotó cada ventana del país, rompió vidrios... la lluvia cayó violenta, luego se serenó, y comenzó a llegar con perturbadora tranquilidad. El ambiente era de por sí más tétrico que lo usual. Esa noche, y la naturaleza nos quiso dejar en claro eso, no era una más del montón.
Mi cuerpo seguía con vida, a pesar de que mi sangre, piel y huesos estaban helados y aparentemente inertes. Mi mente estresada, no lograba despejar ni uno solo de los miles de pensamientos que llegaban a ella. Me agotaba demasiado, pero no lograba conciliar el sueño. Mi corazón, por otra parte, más delicado y vulnerable, sólo era capaz de sentir una sola cosa: miedo.
No lograría nada pasando la noche en vela, pero estaba tan nerviosa que dormir fue cosa imposible, hasta que Christina me dio un poco de té con poción para dormir sin soñar. Fue un gesto muy considerado ya que reparó en mi temor a volver a soñar tu muerte Draco.
Cuando me acosté en la cama que amablemente Christina me cedió, planté la vista en la ventana, por donde la lluvia caía serena. Cerré paulatinamente los ojos y dormí.
Esa noche fue pésima para mi sueño, no pudo descansar por más de tres minutos seguidos. Me despertaba, me sentía incómoda y con calor, a veces frío, y volvía a dormir, por dos minutos más antes de despertarme de nuevo. Pero cuando lo hacía, despertaba mareada, con la vista poco clara, y me sentía enferma. Quizás mi conciencia por no estar allí luchando con todos ustedes no me dejaba estar en paz.
Y en una de esas despertadas, mi corazón se agitó violentamente, un rayo partió la noche, e iluminó por milisegundos el firmamento. En ese momento, todo aquel con una gota de sangre mágica en su cuerpo lo sintió, había acabado de pasar, la profecía ya estaba cumplida, un poderoso mago había muerto.
Luego de eso, caí en un sueño profundo, no volví a despertarme más.
* * *
- ¡Mamá!- gritó Ginny al ver a su madre de pie en el pasillo del cuarto piso de San Mungo. Corrió hacia su madre y la abrazó tan fuerte como pudo.
La profesora McGonagall le había mandado a ella y a Christina una notificación, donde le pedía que se presentaran cuanto antes en las instalaciones del Hospital San Mungo. Habían sobrevivido a la noche, habían ganado. Christina, llegó caminando mucho después que ella. Venía acompañando a una muchacha rubia de aspecto distraído, Luna.
Molly Weasley sintió temblar a su hija de nervios y temor. Mismo estado en el que ella había llegado al hospital.
- Harry está bien, ingresó hace dos horas con una gran perdida de sangre pero ya lo han restablecido. Está en una habitación si quieres verlo, sólo para la familia.
- ¿Y Ron, Hermione? ¿Cómo está Draco mamá, tienes que decirme cómo está él?
- Lo han traído hace horas, igual que a Ron y Hermione. Ron está en intervención y Draco igual querida... a Hermione la han trasladado a una habitación hace unos momentos. Ella está aturdida, un fuerte golpe en la cabeza sumado a un hechizo aturdidor... nada que no se pueda pasar con los días.
- ¿Puedo ver a Draco?- preguntó impaciente.
- No todavía, lo siento... Puedes ver a Harry si quieres...
- Está bien- aceptó. Caminó con su madre hasta donde el pasillo acababa, la última puerta se abrió y vieron salir a Tonks con el brazo vendado. La chica, que ahora tenía el cabello negro, les sonrió contenta de verlas, pero agotada también.
- Está dormido- informó la bruja.
- Ginny pasará a verlo unos minutos nada más- intervino su madre.
Virginia entró, sola, su madre se quedó fuera. La habitación era acogedora, con mucho espacio, sin duda le habían dado la mejor de todas. Paredes blancas, las ventanas anchas y transparentes dejaban entrar mucha luz. Gran cantidad de flores y regalos rodeaban a la cama, donde Harry dormía.
No veía sus anteojos por ningún lado, simplemente estaba él, apenas cubierto por una sábana impecablemente blanca, y vendas en el torso, magulladuras en los brazos y cortadas en el rostro que comenzaban a desaparecer lentamente gracias a alguna poción de seguro.
¿Qué hacía ella ahí? Que hipócrita, se sentía terrible de verlo así y ella sana y salva sin ninguna herida. Pero por otro lado estaba agradecida, igual que todos los demás, porque él le había salvado la vida a todo el mundo mágico. Quién iba a pensarlo, si era sólo un adolescente, nada más.
Se acercó a él y le tocó la mano.
- Gracias por todo Harry... gracias...
Y se fue. Abandonó la habitación. Encontró a unos pasos a Christina, hablando con una sanadora, ella asintió levemente. La sanadora se fue, dejando sola a Christina.
- ¿Él...?
- Murió- afirmó a Ginny. Con los ojos llorosos se echó a los brazos de la pelirroja.
- Tienes que ser fuerte...- le aconsejó al oído.
- Nos vemos Virginia Weasley, me da gusto haberte conocido y haber tenido la oportunidad de ser tu amiga.- se separó para mirarla. Christina se limpió las lágrimas-. Me voy a casa de mis padres, salúdame a Draco cuando lo veas... nos vemos en Hogwarts.
- Nos vemos en Hogwarts.
Christina Mannerly le sonrió y se fue demasiado rápido, mientras que Ginny la observaba silenciosa, irse y no tener la certeza de volverla a ver.
De su ensimismamiento salió abruptamente, un grito de una voz joven inundó el pasillo del cuarto piso. Sobresaltada reconoció la voz de Draco envuelta en esos gritos de dolor y sufrimiento.
Una terrible desesperación nació en su corazón cuando por fin pudo verlo, lo sacaban en camilla de una habitación y lo llevaban a una sala más grande.
- ¡¡Draco!!- quiso acercarse a él pero su madre y otro hombre de ropa verde lima la sostuvieron, impidiéndole estar más cerca- ¿¿Qué hacen?? ¡¡Suéltenme quiero verlo!!- gritó desesperada.
Apenas pudo ver su rostro, ligeramente transformado por cortadas débiles y encarnada aún. Lo más preocupante fue ver su brazo derecho ensangrentado, contenido apenas por los esfuerzos médicos.
- Él va a estar bien... sólo está nervioso, lo torturaron demasiado y...- no quiso oír más lo que le decían. Palabras sueltas venían a ella, capturó impresiones fuertes nada más, como "posible amnesia total" "perdida inevitable de extremidad derecha"... y cosas más terribles aún. No... él no la olvidaría, no sufriría más por ella... no...
Su cerebro recibió un shock muy fuerte, la presión aceleró y la visión se apagó violentamente, cayó al piso. ***********************************************************************
Me desmayé, fue mucha la impresión me parece, ese fue uno de los momentos más traumáticos de toda mi vida. Después me desperté gracias a la ayuda de unas enfermeras y me sedaron para que lograra tranquilizarme un poco.
Me dijeron muchas cosas que me asustaron, como que Draco podía tener una amnesia total, que ocasionara la pérdida de todos los recuerdos, incluso los más básicos. Todo a causa de los múltiples crucios... un cerebro normal no puede resistir tantos como su cuerpo. Porque, físicamente, los sanadores me dijeron que él progresaba extraordinariamente.
Imagínense después de tantas cosas vividas como estuve cuando me dijeron que existía la posibilidad de que él las olvidara, incluso permanentemente a alguna de ellas. Temía por nuestra relación, ¿y si después él volvía a odiarme como antes? Eso acabaría por matarme, después de haber dado tremendos pasos yo no quería involucionar. No iba a poder soportar que él me odiara como siempre lo había hecho.
Además había otro problema, su brazo. Ustedes deben saber de eso, cuando alguien está expuesto a magia oscura de gran intensidad puede tener complicaciones.
- ¡Yo sé de eso!- la interrumpió una de las chicas. Las demás la callaron bruscamente.
Aparte de esto él tenía una desventaja natural, un mal de nacimiento. Suele ser una enfermedad que salta generaciones, cinco me parece. Las pociones y remedios mágicos sólo hacen efecto parcial en estas personas, se tienen que curar naturalmente.
- A lo muggle- acotó la misma chica.
A lo muggle. Y bueno, su brazo derecho, le atravesaron el antebrazo con algo punzudo, no pudieron determinar qué fue, pero rompió el hueso y sin el efecto total de las pociones los sanadores encontraron muy raro la reconstrucción del tejido. Y de hacerlo "a lo muggle", esperar una cicatrización natural, perdería mucha sangre. La poción que evita que se desangre...
- Anti-hemorrágico 3 de Agrippa- intervino otra, alta y aspecto inteligente tal como el que Hermione solía poseer. Ginny asintió sonrojada por su ignorancia en el tema.
Sí... bueno, él es alérgico...
- Ahora lo único que falta es que sea hemofílico también...- suspiró una. - ¡Todo mal! Me imagino tu desesperación...
Miedo más bien, todo parecía conducir a una pérdida de su brazo. Y ese brazo siempre fue de lo más problemático, nunca quedó bien después de una lesión mal curada de cuando lo lastimó un hipogrifo en tercero...
- El muy idiota debió molestarlo.
Solía ser así. Pero a pesar de todo eso lo que más me asustaba era el hecho de que al perder su brazo no pudiera hacer muchas cosas, volver a jugar al quidditch entre ellas. Y es su brazo de la sntich.
- ¡Auu!- gimieron las tres.
Sí, terrible. A todo esto sólo me quedaba pedir un milagro. Y un sanador que quisiera hacerse cargo, todos estaban deacuerdo que lo mejor era quitarle el brazo, pero yo me oponía totalmente. Gracias al cielo hubo uno que no pensó que era riesgoso y una pérdida de tiempo hacer el intento. Así que actuó, lo llevaron a intervención y estuvieron varias horas.
- Yo estuve ahí- intervino orgullosa, la más alta.- Complicadísimo...
Descubrieron que usando medicamentos muggles podían hacer algo. La mayoría se opuso, no están permitidos en el hospital, y consideran que la forma de aplicarlos es inhumanamente dolorosa.
- ¿En verdad?
- Yo soy de padres muggles, me han puesto inyecciones cuando era niña y aquí me ves bien... no es para tanto. Creo que deberían legalizar el uso de inyectables y remedios muggles en San Mungo.
A pesar de que todos me decían que no era justo hacerlo sufrir tanto, me parecía la única opción disponible. Así que di mi autorización, después de todo soy la esposa.
Mientras todo el mundo festejaba la derrota de Voldemort en sus casas y con sus familias, yo estaba muerta de nervios fuera de la sala de emergencias, mi madre y mi amiga Luna Lovegood estuvieron acompañándome todo el tiempo. Habían trasladado a mi hermano a casa porque ya estaba bastante mejor.
Finalmente acabó todo y al parecer había salido bien, su brazo estaba estabilizado y ahora quedaba esperar para que se curara naturalmente. Ahora sólo me restaba pensar en que no perdiera la memoria. Pero... para ser sincera entre nosotras, comprendí que lo más importante era que él estuviese bien de salud, porque después de todo, era lo imprescindible.
Si olvidaba mi existencia, entonces yo estaría ahí con él para recordarle que existe una persona que lo ama y se preocupa por él como ninguna otra. Y si, por esas cosas, además me odiara... bueno, yo me las arreglaría para que él aprendiera a amarme de nuevo. Después de todo, si ya lo había enamorado una vez podía de nuevo... ¿no?
En fin, estuvo en recuperación inconsciente varios días. Le dieron de alta a Harry, inmediatamente después salió Hermione... y para entonces sólo se quedó él. Volvía a casa unas horas, para dormir y comer, pero trataba de no irme mucho tiempo del hospital por si él lograba despertarse. Y cuando eso pasara, yo quería estar a su lado.
Exactamente ocho días después, él despertó. Yo estaba durmiendo en casa de mis padres, cuando nos llamaron, cinco de la mañana para ser certera, me dieron la noticia de que había recobrado la conciencia. Nada más, ni una palabra sobre la amnesia.
A pesar de las quejas y reproches de mi familia, corrí a verlo cuando antes. Él estaba durmiendo, se había dormido otra vez. Así que me quedó acompañándolo lo que quedó de la noche, hasta que a la mañana siguiente, cerca de las nueves, se despertó.
Nos miramos con incertidumbre por un largo rato, ya estaba lista para escuchar un "quién eres tu? ¿Dónde estoy?", por eso me sorprendí cuando abrió la boca y lo primero que hizo fue llamarme por mi nombre.
- Ayyyy... que romántico.... ¿Y qué pasó después?- la instó a seguir.
Me dijo "Ginny... pareces mi ángel guardián" y yo me emocioné totalmente. Uno de los sanadores entró y le hizo preguntas de rutina, como si sabía cuál era su nombre completo, su edad, fecha de nacimiento, nombre de sus padres, el lugar donde vivía, dónde estudiaba, algunas preguntas básicas de lo aprendido en Hogwarts... perfecto, contestó todas y cada una con una lucidez impresionante. Además la herida estaba perfecta, pero ahora venía otra complicación más, no sentía el brazo...
- Ya decía yo que no podía estar del todo bien...
Y bueno, desde entonces él está aquí, ya está bien, pero todavía tiene el brazo en una venda y le han dado ejercicios de rehabilitación... ya está casi perfecto, no le gusta el hospital, se quiere ir a casa.
Hoy vine a visitarlo y a hablar con los sanadores para saber si él va a poder reintegrarse a Hogwarts como el resto de nosotros dentro de dos días. No me gustaría que él perdiese clases, y su brazo ya está muy bien. Además puede escribir con el izquierdo, sabe usar ambas manos... ¿ustedes qué creen?
- Muchísima suerte Ginny, espero que te puedas llevar al bombonaso hoy...- contestó una de las enfermeras, una quizás dos años mayor que ella, y con una carácter jovial y despreocupado.
- Pero me va a poner triste no ver su carita sexy por acá, ahora que había comenzado a gustarme mi trabajo de ser su enfermera.- intervino otra, empujando despacio a Ginny para advertirle que estaba bromeando.
- Lo más importante es pensar en la salud de Draco Malfoy, no lo olviden- dictaminó severamente la más alta. Las demás comenzaron a gastarle bromas sobre lo mucho que le debe de haber gustado atender a Draco por el corto período en que fue su enfermera, provocando sonrojo en ella.
- Ginny, ya puedes subir a verlo, cuarto piso, lo han trasladado a otro cuarto, segunda puerta a la derecha.
Ginny asintió contenta, y se dispuso a tomar la puerta que flanqueaba a la recepción.
- Nos vemos muchachas- se despidió.
- Me encanta cuando cuentas esa historia... deberías considerar trabajar aquí cuando salgas de Hogwarts- le dijo una, acomodando un mechón de su larga melena cobriza.
- Nos llevaríamos muy bien- convino otra-, sobre todo si trajeras de ves en cuando a tu amorcito...
Todas se rieron, Ginny incluida.
- No, en serio, yo ya tengo novio, no debo pensar así...- se recriminó la misma.
- Suerte Weasley.- se despidieron.
Se apareció en el cuarto piso, buscó, segunda puerta a la derecha. No golpeó y abrió sin esperar más. Draco estaba sentado en su cama, ojeando un libro sin mucho ánimo, leía ciertos párrafos que le parecían interesando y luego cambia de página.
- Hola... ¿quieres visitas?- le preguntó coquetamente, desde la puerta.
- ¿Tuyas? Déjame pensarlo...- analizó desde el mismo punto juguetón de ella. Ginny se acercó a su cama, Draco le hizo un lugar para que se sentara.
- Si no quieres verme, probablemente debería irme, no sé, salir con algún muchacho que si esté sano...- aventuró. Draco le plantó un suave beso en los labios.
- Pero se te hace más tentador quedarte conmigo, a que sí...
- Que presuntuoso... si sigues así- lo amenazó con un dedo- no hablaré con nadie para que te retengan más tiempo.
- De eso quería hablarte... ¿cuándo voy a salir? ¿Ya estoy en perfecto estado? Dijeron que hoy me sacarían esta ridícula venda que no hace más que dramatizar el asunto. Yo ya estoy bien- agitó de un lado a otro su brazo sujeto a su cuello con una venda.
- Yo me encargaría... pero como no sabes si quieres o no mi visita...
- Está bien, me quedo aquí, y como no vas visitarme más no me vas a ver...
- Bien... pero estarás solo, y yo tendré la oportunidad de aprovechar algo de soltería ahora que vuelvo a Hogwarts.- se jactó, con una sonrisa de victoria.
- ¿Solo? ¿Haz visto la cantidad de enfermeras que me atienden? El doble o triple que al resto de los pacientes en todo el hospital.
- ¿Me engañarías con una de tus enfermeras Draco Malfoy? Yo no lo creo...
- ¿Qué te hace estar tan segura?- preguntó, a ver la seguridad y victoria tallada en el rostro de Ginny.
- Ellas son mis amigas, yo les conté...
- ¡Les contaste! Eso es otra cosa que quería plantearte, ¿por qué tienes que contarles todo a las enfermeras? ¿Quieres matar mi fama o qué?
- Mi Dragoncito...- le acarició el cabello- Es que a ellas les encanta escuchar historias... y a mí contarlas.
- ¡Inventa otras historias! Como la de tus miles de días enamorada de Potter y él sin hacerte caso, esa es una historia que no me afectaría, en todo caso acabarían odiándolo a él... y eso sí que no me afectaría para nada- sonrió satisfecho con su idea y la sola realización de ella.
- Pero a las mujeres nos gustan los cuentos con finales felices, con drama, suspenso, que no sabes lo que va a pasar, si se muere alguno, si quedan felices para siempre... esas cosas.
- Las mujeres tienen mucha imaginación...- bufó, rindiéndose ante lo inevitable.
- Y por qué crees que somos las mejores escritoras de novelas románticas entonces...
- ¿Por frustradas? (N/A: probablemente él tenga razón... ¡_¡)
- Nooo.- se quejó con el ceño fruncido, golpeándolo suavemente en su hombro- Porque somos románticas incurables, es nuestra naturaleza, estamos enamoradas de la vida...
La puerta se abrió violentamente dejando ver que el causante había sido un muchacho muy alto y pelirrojo, con el rostro ensombrecido.
- ¡Ron! ¡Toca antes de entrar! ¿Quieres?- lo reprendió una molesta Ginny. Draco adoptó una posición de alerta ante el recién llegado, que además, traía a Harry Potter con él.
- ¿Qué? No esperaba encontrarlos "ocupados", a menos que sean unos pervertidos, ¡Esto es un hospital!- se escandalizó, Ginny lo observó burlista ante la reacción tan inmadura de su consanguíneo.
- Hola Harry, no te había visto- saludó despreocupadamente Ginny. Harry sonrió y asintió a modo de saludo, sólo que el saludo fue dirigido únicamente a Ginny. Estaba claro que le iba a costar verla emparejada con Malfoy, él era su peor enemigo después de todo.
- ¡No me ignores Virginia Weasley!- le ordenó, alzando la voz. Draco estuvo a punto de reaccionar pero Ginny se lo impidió, con la sola mirada le rogaba que dejase que ella se hiciera cargo de la situación.
- No te ignoro Ronald Weasley- acentuó su nombre completo, como mofándose-, solamente hago oídos sordos a comentarios estúpidos y sin sentido para evitar una pelea en donde yo probablemente acabe por desollarte. Pero, en fin, ¿a qué viniste?
- Mamá me mandó a traerle esto- arrojó sobre la mesa cercana un contenedor de plástico, pequeño. A Ginny le molestó como se refería a Draco en tercera persona, pero por otro lado estaba ansiosa por ver que había mandado su madre. Abrió el contenedor, se coló un olor dulce y sabroso.
- ¡Postre! Delicioso... pero, ¿Ron por qué está solo la mitad? No creo que mamá le haya mandando a Draco sólo la mitad de un postre.
- Me comí un poco... Fred y George se comieron el mío... ¡pero eso no es importante! Ya cumplí con mi labor al traerlo aquí, así que nos vamos.
- Nos eres capaz de hacerlo... ni siquiera por mí...- sollozó Ginny. Ron se volvió hacia ella desde la puerta.- Me lo prometiste... dijiste que tratarías de llevarte bien con él...- sollozó más fuerte.
Ron se asustó, no creyó que su hermana llorase tan fácilmente. Por otro lado, Draco se tragó la comedia en principio, pero al ver que su Ginny le guiñaba el ojo con picardía, comprendió la farsa.
- Este... ¡está bien! ¡Está bien, no me presiones!- la detuvo Ron. Ginny dejó de hacer esos extraños ruidos parecidos a lamentos de Myrtle y le sonrió.- Yo...- se dirigió a Draco.- Supongo que no podré hacer nada para cambiar esto... digo... estás con mi hermanita y le agradas a mis padres... Supongo que yo no puedo hacer nada para que eso cambie.
- Supongo que yo tampoco puedo evitar que seas el hermano de la mujer que amo- contestó Draco. Al oír como la había llamado, "la mujer que amo", Ginny sintió una electricidad cosquilleante subir por su columna.
Ron y Harry, más aún el pelirrojo, se sorprendieron la facilidad y aparente sinceridad en el hablar de Malfoy. Ron se guardó ambas manos en los bolsillos y se encogió de hombros.
- Supongo que no- convino el pelirrojo.- Está bien... entonces, ¿estamos en paz, no?
- Solo aparente. No tengo problema en no molestarte a ti...
- Sí, sí., yo tampoco quiero ser tu amigo ¿eh?- advirtió amenazadoramente- Y no pretendo olvidar las cosas que hiciste pero... al menos... no sé, entre la familia...- siguió dudoso, pero Draco captó la idea.
- Entre la familia estamos en paz.
- Bien... eso está bien.
- Quizás para Ron esté bien Malfoy- irrumpió violentamente Harry- y también para Dumbledore y todos en la orden del fénix, pero a mí todavía me caes mal, y no voy a comenzar a confiar en ti.
- A mí también me caes del demonio Potter, aunque hayas salvado al mundo y todo eso...
- Muy bien, ya fue mucha sinceridad por hoy, mejor se van, ¿sí?- prorrumpió Ginny. Los visitantes estuvieron deacuerdo, y se despidieron de la menor de los Weasley.
- Que te mejores...- murmuró secamente Ron antes de salir de la habitación.
Ginny volvió a sentarse en la cama con Draco.
- Gran avance, sólo no quiero que cuando volvamos a Hogwarts se saquen los ojos.
- Trataré... pero no te prometo nada, ¡se comió mi postre!
- Solo la mitad... te haré más cuando volvamos a casa.- le besó en la mejilla- Soy muy buena en estos.
- ¿De qué estábamos hablando antes de que el dúo de increíbles perdedores apareciera?
- De los finales felices y de las novelas románticas...
- Ah sí... aburrido. Ni siquiera sé que quieres decir eso con "finales felices" me parece todo muy relativo.
- Hablas como Snape... pero bueno, te explicaré.
Se acostó y acurrucó junto a él, descansando su cabeza en su pecho.
- Un final feliz consta de tres etapas. Número uno: la princesa se queda con el príncipe. Número dos: se casan, tienen muchos hijos y se mudan al palacio. Número tres: son felices para siempre.- enumeró con sus dedos.
- ¿Quieres decir que nuestro final no es feliz?- interrogó Draco.
- ¿Por qué dices eso? ¿No eres feliz?
- No, según tu esquema de la "felicidad perpetua". Mira genio, número uno: la princesa se ha quedado con el dragón... ¿no se supone que el dragón sea el malo del cuento? No va... Número dos: okay... estamos casados sí, y bueno, Malfoy Manor puede considerarse un palacio. PERO, no tenemos hijos... Y número tres: no me siento feliz para siempre, me siento hambriento, y su hermano se ha comido mi postre.
- Uhmm...- estudió detalladamente Ginny- Tal ves nuestro cuento es un poco extraño sí... y a decir verdad yo también estoy hambrienta... ¿Quiere decir que el esquema de la felicidad perpetua no funciona?
Draco la abrazó más para tenerla más cerca de su cuerpo y la besó en su cabeza.
- ¿Ves? Muy relativo... -¡Pero....!- Ginny pareció darse cuenta de algo importante, y se sentó raudamente en la cama, mirándolo- Tal ves el esquema no funciona porque éste no es un final... quizás este es sólo un comienzo.
Draco le guiñó un ojo, coincidiendo con ella, y la atrajo hacia él para
besarla.
"Tuve miedo... tuve tanto miedo de perderte..."
Final Feliz... o comienzo feliz mejor dicho...
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N/A: TERMINE!! Lindo final, ¿cómo creyeron que YO iba a MATAR a DRACO? estas tres palabras no entran en mi diccionario, no señor. Yo jamás mataría a Draco, quizás a Ginny o a Harry, pero nunca a Draco ni a Ron, son mis dos personajes más favoritos (q mal me expreso, che..) Poniéndonos serios, espero que les haya gustado, me exprimí el cerebro, estaba de un poquito de mal humor porque tuve una pelea muy fuerte con una persona y bue... eso me desanimó, estuve todo un día sin escribir cuando (como soy capricorniana) ya había planificado horarios y todo para escribir y que el final quedase listo para este fin de semana. Espero que no sea trillado... y bue... nada más que decir. ¡Ah! DEDICADO a Iris, Gloria, Yaneth, Miriam, Maydel. Me llegó el mail y lei el review en mi otro fics, don`t worry. Se los dedico a ustedes porque me dieron MUCHO aliento a decir verdad, y porque me han contado cosas que me han dejado con la boca abierta... y a esta altura de mi vida yo no crei que hubiesen cosas que me sorprendieran. Gracias, un enorme abrazo a ustedes y que les guste el ultimo capi porque va para ustedes!! Que se copan con el fic frente a la computadora... jeje. Besosss!! Firmado: LA AUTORA DEL SIGLO (para que me hacen creer... jeje).
Okis, aquí van mi contestación a todos los reviews tan lindos que recibí:
ESME: Akis tieness... el gran y genial último capítulo. Espero que haya superado tus espectativas.
Luciana: este si Lucy, Draco es muy sexy... me da gusto que expreses tu sabiduría... y bueno, que bien que te haya gustado la escena de la noche de bodas, perdón si fue demasiado para tu corta edad (por cierto cuantos años tienes??) fui una estupida al no considerar los demas y escribir esa escena para mi nada más... Besos, gracias por tus ganas porque a lo largo del fic me haz apoyado mucho, siempre conté con tus reviews llenos de alegria!!
Lucre: eh... si, aunque tenga fama de no acabar nunca un fic aqui terminé este. Espero que esto cambie un poco tu forma de verme (como una fayuta).. gracias por tu rr!!!
AtHeNs_FeLtOn: ¡Si continuo no te asustes! Perro que ladra no muerde dicen... aparte no creo poder cumplir con esa amenaza nunca, que se yo, si me encerraran en un manicomio seria capaz de cortarme las venas y seguir escribiendo con mi sangre (muy a lo marquez de Sade) los pocos minutos de luminosidad que tenga. Pero aquí está. lo acabé. No te preocupes, que más ff mios de D/G vas a ver seguro, segurísimo.
angy y draco: sí, hay gente patetica con mucho tiempo libre que se dedica a escribir ff de Draco, como yo... ya me ves. A mi también me alegra que haya gente que escriba ff de Draco, porque a mi me encantan leerlos, me inspiran directa o indirectamente en gran medida. Ojalá la gente siga escribiendo ff de DM y GW... son tan pocos... ¿POR QUE TODO EL MUNDO TIENE QUE ESCRIBIR H/Hr, R/Hr, D/Hr... !! hay tan pocos D/G... (oops.. ya me volví loca, perdón angy).
Valery: ¡Que el mio es el mejor! Ya quisiera pero no... hay mejores fics, ojalá los leas, pero gracias por el halago. Seriamente, gracias. Que bueno que te hayas enganchado con los D/G y ahora los busques... es una busqueda larga pero vale la pena
Yoali: eh... no, no va a morir Draco (Deniko se rasca la nuca sin entender tu grito desesperado). Gracias por tu review!!!
Rocío: que bien, gracias por decirme que soy talentosa. Gracias por tu review y si voy a continuar escribiendo... besosss.
Samantha: oki, saliendo ultimo capitulo para vos, calientito y crujiente, espero que te haya gustado.
MóNi_FeLtOn_MaLfOy: otra mas que me viene con el mejor fic de su vida... Bueno (tomo bocanada de aire) GRACIASSSS!!!!!!!!! En serio, muchas gracias por pensar eso, me emociona...
Ginny-Malfoy3: gracias por lo de original, ese es una detalle importante para mi. ¿Pobre Draco? Sip... supongo que sí... pobre Draco... pero pobre Ginny también!! y pobre Ron que se le murió la novia!! y pobre Harry que tiene que enfrentar a Voldemort él solito!! Y pobre Hermione que sufrió tanto por harry!! Y pobre Luna que ama a Ron y él no le da ni la hora!! Y pobre Christina que lo tenía tan lejos a su novio!!! Y pobre Dumbledore por tener que andar haciendo de consejero a un adolescente medio imbécil!!! Pobre McGonagall que casi no sale en el fic!! Deberia tener más escenas!! Pobres los elfos!! Pobre vos que tenés que dejar reviews a gente insana como yo!! ¡Pobre yo que perdí la cordura hace años! En fin, pobres seamos todos con nuestras miserias de vida. Gracias por el rr. besos a tiiii ^_~
The troublemakers1: No soy dura... bueno, me hice esa fama y ahora tengo que cargar con ella supongo. No, a la larga nadie sufre, el final es feliz, muy a la larga. Gracias por tu rr! Y como ya dije, de seguro que lees un fic mio que sea de D/G en el futuro.
Shocase: carámbanos... otra persona más a la que le gusta mis notitas... NO vOY A MATAR A NADIE probablemente si a las personas que me sigan acusando de asesina.... *_* Darles paz a los chicos??' te refieres a mis dedos??? Jejej, si, capte la idea, al final tienen paz... creo yo. Socase si te intereza ser mi amiga agregame a tu msn dense_lefay@hotmail.com yo estaria muy gustosa de charlar contigo.
Arwen-chan: la escenita en cuestión, se han copado todos, y no se si ha estado muy descripta, como que he leido uno de Ron-Hermione que se llama... La inocencia perdida o perdida de inocencia no recuerdo, pero que esta bueno y mejor descripto. Por si hay alguna persona que quiera leerlo...Gracias por el consejitoo... thanks.
GiN mAlFoY: sabes... yo tampoco nunca he visto a Ginny y a Draco casados... ahora que lo pienso. Yo tenia que salir con algo asi de raro... cuando no. En fin, que bien que te gusten mis notitas, como ya he dicho estan alli para fastidiar y no para ser amadas... pero bue... Gracias por tu r/r!!
Moonyca: numero uno no me digas Chamis... no en frente de la gente del internet... (?) pero bueno, que apruebes frances y que bueno que te gustó.
Potter-Halliwell: si que hay gente que aprecia mi trabajo por lo que veo, me estoy volviendo mona escribiendo (nunca enteni esta expresión de involución... vos si??) las contestaciones a rr. En fin... que te haya gustado el capitulo y que la pases bien. Gracias.
KaTy : jaja... me ha gustado tu expresión!! La mejor escritora por estos rumbos... jaja, se me hace bien cómica. Gracias por eso de decirme LA MEJOR pero no se... como que el titulo me queda algo grande.
Looony Moony: hola, sigo escribiendo y que bien que te guste!!
Abin: este... me da miendo contestar tu review... este capitulo no es mas largo como pediste... pensaba en adjuntarle un epilogo pero al final no lo hice, se me hacia muy tedioso porque si la continuaba aquí ya no acababa más y por alguna vez quiero terminar un fic para romper mi mala fama. Perdon si te decepciono la logitud. Gracias de todas maneras.
- Él es una buena persona, ninguna otra además de ustedes se ha preocupado tanto por mi y mi bienestar. Yo lo amo, no pueden hacer nada contra eso.
- Pero...- intervino su madre, con el ceño fruncido en angustia y confusión- Quizás un noviazgo, lo hubiésemos aceptado después pensarlo un poco hija... pero... ¿Matrimonio? ¡Eres muy joven!
- Pero él...
- No se trata de él Ginny- se interpuso su padre- Hace rato que ya no se trata de él y de la cuestión de que sea un Malfoy. Esto es sobre ti, nos preocupamos mucho por ti, ¿sabes?
Asintió silenciosamente, no tenía ningún interés de usar la fuerza en esta ocasión.
- ¡Eres muy joven!- volvió a decir Molly- Apenas tienes diecisiete años, no queremos que vivas tu vida tan rápido... querías hacer tantas cosas, tantos sueños...
- No he desistido de ellos, todavía puedo hacerlos- aseguró la menor.
- No entiendo el por qué aún. Es que tu... ¿estás embarazada hija?
- No papá.
- Cuida de no embarazarte, eres una niña todavía, no puedes cargar con tal responsabilidad si ni siquiera has acabado tus estudios. ¿Entiendes?- recomendó su madre. Ginny aceptó que ella tenía razón, no podía quedar embarazada siendo tan chica, eso sería un problema para ella.
La señora Weasley se acercó a ella y la abrazó con fuerza, Ginny le respondió con una alegría inagotable, la había extrañado mucho. Su padre también la abrazó y besó en la frente.
- Podemos llevar esto adelante, mientras tu estés feliz Ginny.
- Mucho.
- Bueno- aceptó su padre-, eso es lo más importante.
- Arthur ya es tarde, mejor nos vamos y dejamos que Ginny se vaya a dormir.
- ¿Ya se van? ¿Adónde?- preguntó Ginny, quien sinceramente pensaba que iban a quedarse con ella y los Granger al menos esa noche.
- Debemos irnos a Grimmauld Place cuando antes querida.
Hermione entró a la sala donde habían estado conversando los Weasley todo ese tiempo y al verlos despidiéndose no supo si era correcto entrar, por eso se quedó de pie bajo el umbral de la puerta.
Molly la vio ahí, estática y tímida y le sonrió, haciéndole una seña para que entrara.
- Hermione podrías hacerme el favor de llevarte a Ginny y asegurarte que no se desvele, debe dormir bien esta noche.
- Claro señora Weasley.
- Mamá no tengo cinco años...- se quejó Ginny. Su madre asintió, de ser así las cosas nunca se hubiesen tornado tan complicadas.
- Vámonos Arthur, adiós Hermione, salúdame a tus padres por mí.
- Adiós señores Weasley- contestó la morena mientras los mismos se adentraban en la chimenea de la casa y desaparecían consumidos en las llamas frente a sus ojos.
- No sabía que tu casa ya estaba conectada a la red flu- comentó la pelirroja.
- Desde hace un par de semanas, Dumbledore creyó que lo mejor era instalarlo. Mis padres no están muy adecuados aún pero no protestan. Ya es tarde, ¿vamos a dormir? Te he arreglado una cama en mi habitación.
Hermione pasó un brazo alrededor de su hombro y la condujo hasta la planta alta, subiendo las escaleras y siguiendo un pasillo estrecho, encontraron dos puertas, una de ellas el baño y la otra la habitación de Hermione.
La ventana estaba abierta, y un aroma propio de la estación se colaba por ella. Las cortinas fluctuaban con la brisa, el clima era agradable, bastante fresco. Hacia afuera podía verse el verde que rodeaba la villa, pocas construcciones, de las cuales menos estaban habitadas. Era una villa para vacacionar, la mayoría de las casas no eran habitadas hasta el verano.
- Puedes tomar la cama derecha si quieres.- indicó Hermione, y sin pensarlo mucho Ginny cayó rendida sobre el colchón. Sí que estaba agotada, no había dormido bien la noche anterior... sonrió disimuladamente al recordar el por qué. Pero aquello le parecía tan lejano, tan de otra época ahora.
Cerró los ojos para descansarlos un poco, escenas rápidas llegaban a su mente, ¡Dios cómo lo extrañaba! Apenas llevaba unas horas lejos de él pero ya lo extrañaba muchísimo. Sus bellísimos ojos, sus labios, su forma de hablar, su forma de pelearle y consentirla al mismo tiempo, su aroma, su piel sobre la suya... un hormigueo inundó su vientre al pensarlo.
- ¿En qué piensas?- quiso saber Hermione. Abrió los ojos y la buscó en la semi oscuridad, había apagado una de esas lamparitas muggles y ahora sólo la luz de la luna quedaba de consuelo.
- ¿Qué te hace creer que estoy pensando?
- Tu sonrisa boba... o los cambios de gestos por segundo... tal vez, quizás soy muy perceptiva. Que va... no me engañes, estás pensando en todo lo que te ha pasado hoy. A que estás pensando en Malfoy.
- A que estás pensando en Harry- se defendió la pelirroja. Hermione se encogió de hombros y sonrió a medias.
- Me das vuelta la pregunta... no vale así. Para qué ser sincera si somos amigas, ¿no?
- Sí, estaba pensando en él, lo admito. ¡Pero es la primera vez en el día! El resto me concentraba en saber como iba a decirles a mis padres lo del casamiento.
- Me imagino... confiésame, pero dime la verdad- la pelirroja asintió- ¿Cómo es que tomaste esa decisión tan rápidamente?
- ¿Y quién dijo que fue rápido? Me tomó dos horas... ciento veinte minutos, siete mil doscientos segundos... no es poco tiempo cuando lo analizas así.
- No, en serio...
- Era una situación límite, Draco necesitaba casarse para reclamar su herencia y si no era conmigo iba a ser con alguien más- explicó lentamente.
- Pero si se casaba con alguien más y después de separaba... no habría inconvenientes así...
- Yo también pensé en esa posibilidad, pero con sólo imaginarme a Draco con alguien más que no fuese yo... eso fue lo que acabó por ser determinante.
- Uhm...- hizo un silencio corto- Te entiendo, no sé si yo podría tampoco.
- ¿Ves?
- Yo todavía no entiendo por qué acabaste con Malfoy. Digo... él está bueno y todo eso, hay que admitirlo... tampoco me sorprende demasiado, tu desaparición en el baile de navidad, y ese rumor que Pansy Parkinson no dejaba de expandir... no le creí al principio, pero ahora... ¿Él tiene algo de bueno?
- Está con la orden, ¿no?
- Está bien- convino-. Pero Ron, Harry y hasta yo, creímos que él se había unido sólo porque sabía que su equipo era el perdedor, que lo hacía por su conveniencia, ya sabes.
- Él se arriesga la vida por todos ustedes y en lo único en que piensan es que lo hace por su placer. ¿Qué clase de estupidez es esa? ¡Él no es un maldito masoquista! Eres inteligente Hermione, sabes bien lo difícil que es ser espía, y si llegase a ser descubierto él moriría, sabes eso me imagino... Él no arriesgaría la vida por cobarde y nada más. Él es una persona con ideales que lleva a cabo sin importarle las consecuencias.
Ginny, consternada y aburrida se giró para darle la espalda a Hermione e irse a dormir de una buena vez.
- Perdón. No quise ofenderte. Perdóname Ginny.
Silencio profundo. El canto de grillos se escuchaba potente y claro.
- Sólo no lo digas de nuevo.
- Te lo juro.- más silencio- Entonces... me gustaría conocerlo en su faceta de buena persona... si lo quieres tanto una poca de buena gente habrá de tener.
- Un poco, sí, - soltó una risita- pero no es una faceta abierta al público. Ya vámonos a dormir, mañana nos espera un día largo.
- Bueno...
Ginny se cubrió apenas con las sábanas y cerró los ojos, comenzando a relajar cada músculo antes de entrar al reino de los sueños. Ya llevaban varios minutos silenciosos en los que creía que Hermione se había dormido.
- Hice algo muy malo- murmuró en la oscuridad. Ginny no estuvo muy segura si había oído la voz de Hermione o sólo una mera ilusión auditiva ayudada por el viento. - Hice algo indebido Ginny... y no sé qué me pasa...
- ¿Hermione estás despierta?- susurró con voz áspera.
- Yo... - un sollozo muy claro se escuchó penetrar la barrera del sonido.
- ¿Estás llorando? ¿Qué te pasa Mione? ¿Qué fue lo que hiciste?- preguntó en la oscuridad del cuarto, que se había hecho más intensa por todo el tiempo que estuvo dormitando.
- Yo... Ginny... hice algo malo. Yo traicioné a Harry... lo traicioné...- balbuceó entre lágrimas.
- ¿De qué hablas?- preguntó, alarmada.
- Hace unos días atrás... nosotros tuvimos una... pelea...- contó, calmándose poco a poco-. Yo me quedé sola y enojada... entonces Ron vino y...
- ¿Te consoló?- para entonces Ginny oía llena de expectativa la declaración.
- Algo así... y yo... nosotros.... nos.... besamos...
- ¿Besaste a mi hermano?- musitó incrédula, para sí misma. El llanto de Hermione se hizo más fuerte, obligando a Ginny a salir de su cama e ir hasta la de ella. Se sentó junto al cuerpo de Hermione, y le acarició la cabeza. Al sentir su presencia Hermione se abrazó a la pelirroja en busca de consuelo, lloraba desesperada.
- No sé que me pasó, no sé que fue...
- Ya está bien, pero no sientas que traicionaste a Harry sólo por eso. Fue un simple beso, una cosa rápida que pudo pasarle a cualquiera... es natural, mi hermano fue tu primer novio... ¿no haz oído eso de donde hubo fuego cenizas quedan? Pero al fin y al cabo son eso, cenizas... nada más. Ya olvídate... no pasa nada, estás arrepentida y si Harry no lo sabe no tiene por qué enterarse...
- No sé...
- ¿No sabes qué?
- No sé si estoy arrepentida... ¡Ayúdame Ginny estoy tan confundida!
- Mi Dios... esto va para largo... veamos, analicemos esto con tranquilidad, ¿puede ser? Deja de llorar...
- Soy horrible- dijo Hermione, mientras se limpiaba las lágrimas.
- Sí, pero por los ojos hinchados... ¿Estás tratándome de decir que estás confundida por lo que sientes por Harry y Ron?
Hermione asintió.
- ¿Soy horrible, verdad? Harry no se merece esto, Ron es cosa pasada pero no sé que me sucedió en ese entonces. Pero luego apareció Harry y me sentí tan bien a su lado... no sé... realmente...
- Demonios... tienes todo un rollo en la cabeza... como siempre. La estás pensando mucho.... dime que piensa éste de aquí- le marcó su corazón-. Él es el jefe, si no puedes escucharlo entonces estás en problemas... ese es mi consejo.
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Notita de intermedio, ¿por qué? porque se me da la gana. Que quilombo con Hermione, nunca la vemos bien. Si no está llorando porque Harry no la quiere, llora porque ya lo quiere dejar por Ron... zorra indecisa... ¿No notan que Ginny cambio un poco? Mi amiga Ali Snape (Ada Luz) cree que se ha vuelto una estúpida (pero claro que a ella Ginny nunca le cayó bien) y Mari piensa que está muy a la defensiva sin motivo ni razón... Por otro lado, Kali y Monnyca me dicen que ella se ha contagiado mucho del espíritu Slytherin de Draco y Snape, después de haber estado meses en su influencia... quien sabe... ¿Qué piensan ustedes? Me gustaría oír sus comentarios al respecto. Yo creo que se trata de una mala escritora que no sabe mantener el carácter de sus personajes... Posiblemente todas las anteriores. ***********************************************************************
Un grupo de mortífagos rodeaba a otro de sus compañeros, hablaban, pero no podía oír lo que decían. Entonces uno de los que rodeaba hizo un paso hacia adelante de sacó su varita, apuntándole al del centro. "Crucio" retumbó en el espacio, y sus oídos quedaron ensordecidos por el grito de puro dolor que el mortífago había desatado.
Pronto no fue solo uno el que lo torturaba, se unieron dos, luego tres, hasta que la mayoría se había encargado de hacerlo sufrir. Ella sintió pena por el pobre sujeto, a pesar de que no podía saber de quién se trataba.
El último grito coronó al escalofriante "Avada Kedavra", y el cuerpo del desafortunado mortífago quedó inerte en el piso. La capucha que cubría su cabeza se salió y dejó descubierto su rubio cabello, y sus ojos grises sin vida.
- ¡¡¡NO!!!- gritó Ginny, despertándose bruscamente de su perturbadora pesadilla. Bañada en sudor y jadeando, sintió las lágrimas húmedas resbalar sobre sus mejillas. Una fuerte punzada en el pecho la asustó.
¿Qué fue esa sensación de perdida? ¿Y esa pesadilla? Draco estaba... ¡No! Él estaba bien, ¡Él le había prometido que nunca se iban a separar de nuevo! ¡Que iban a estar juntos! ¿Pero por qué esa desolación tan repentina? Ese sentimiento maldito...
Unos ruidos muy fuertes se oyeron en la planta baja, de vidrio rompiéndose. Después de eso gritos de mujer. La madre de Hermione... ¿qué estaba pasando?
- ¿Hermione? ¡Mione despierta algo pasa!- la llamó desde su cama.
No tuvo respuesta. Se levantó de su cama y encontró vacío el lecho de su amiga. No había signos de violencia ahí, pero ella no estaba.
En el momento justo que sacaba su varita y se disponía a bajar, la puerta se abrió con un terrible golpe de violencia. Un grito de mujer, Hermione, trataba de librarse de un captor encapuchado quien no la dejaba en libertad. ¿Qué era todo eso?
- Ginny... no... ¡corre!- le gritó Hermione, apenas podía hablar. El mortífago que la sostenía hizo más presión sobre su cuello, que lo traía envuelto con uno de sus brazos.
Ginny empuñó su varita, lista para lanzar alguna maldición cuando sintió que era atrapada también. Unos brazos fuertes la tomaron por la cintura y su hombro derecho, la presionaron con fuerza, obligándola a soltar su varita, que cayó al suelo.
Le cubrieron la boca, amortiguando el sonido de sus gritos y reproches. Pero, curiosamente, no le hacían daño. Sus párpados se sintieron pesados, su voz comenzó a apagarse, al igual que su visión. Se sintió mareada y se desmayó.
* * *
Esta vez despertó despacio, ni siquiera sintió dolor alguno en el cuerpo. Se encontró sentada en un sillón muy cómodo, semi reclinado hacia atrás. Se puso en posición de alerta al encontrarse en un sitio que no conocía. Era una casa, sus techos eran algo altos y la rodeaban objetos de aspecto valioso. No había nadie más en la sala. Se puso de pie, todavía estaba vestida con su pijama. ¿Ya era de día? Más bien parecía un atardecer. Contempló la puesta del sol en el horizonte anaranjado a través de una ventana cercana.
La casa tenía muchas ventanas, todas abiertas, era muy luminosa por eso mismo. ¿Dónde estaba? Lo último que recordaba era el ataque de mortífagos a casa de los Granger. ¿Cómo había logrado escaparse? ¿Los demás estaban bien? ¡Su varita! ¿¡Dónde estaba su varita en un momento como ese!? Palpó su ropa... ya, recordaba haberla dejado caer en medio del ataque. ¿Qué se suponía que iba a hacer ahora?
Unos pasos se oyeron, y se volteó para ver a la persona que entraba en la sala.
- Tranquila, soy sólo yo- le recordó, con una voz suave y tranquilizadora. La chica le sonrió conciliadoramente, y se fue acercando con lentitud.
- Christina...- murmuró, incrédula y más confundida de lo que había despertado.
- Ya sabía que ibas a asustarte, no debí dejarte sola ni un momento, pero es que creí que no te ibas a despertar todavía.
- ¿Qué es este lugar? ¿Cómo es que llegué aquí?
- Esta es mi casa... de Bryght y mía mejor dicho- explicó mejor-. ¿Estás bien? ¿No te duele nada? La cabeza...- Ginny negó- nada... bueno, mejor así. ¿Tienes hambre? ¿Sed? ¿Quieres descansar?
- No, no quiero nada. Bueno... quiero que me expliques como llegué aquí.
- Sí, iba a hacerlo. Debes estar muy confundida, ¿no? Bryght te trajo esta madrugada.
- ¿Él me trajo? Pero si yo recuerdo que unos mortífagos atacaron y uno me capturó...
- Salvó- la corrigió.
- ¿Cómo?
- Que te salvó, no capturó... aunque, dadas las circunstancias no importa demasiado si te secuestró o no...- comenzó a reír- ¿Verdad?
- No entiendo de qué me estás hablando.
- Alguien pasó mal la información, dijeron que Dumbledore había mandado a Harry Potter a casa de los Granger con la chica Granger y contigo. Por eso mismo él envió a sus seguidores a buscarlo y llevarlo hasta él. Draco le pidió ayuda a Bryght antes de escapar, le pidió que te rescatara y te pusiera en un lugar seguro. Por eso, el mortífago que te atrapó fue mi esposo, él te trajo hasta aquí.
- ¿Bryght? Yo no sabía que él era un...
- Sí- se adelantó a hablar Christina-, pero también está con la orden... aunque a él no le simpatiza mucho Dumbledore, y a mí tampoco para ser sinceros, pero es mejor que servir al Señor Tenebroso.
- ¿Por qué dice que Draco se tenía que escapar?
- Lo descubrieron- le respondió una voz masculina. Las dos chicas se volvieron para ver a un muchacho alto y bien parecido, de pie en la entrada. Bryght se veía cansado y bastante más serio que la última vez que Ginny lo había visto.
- Bryght... mejor descansa, tu brazo está herido...- aconsejó una preocupada Christina.
- Ya estoy bien. Descubrieron a Draco- continuó hablando con Ginny-, ya saben que es un espía infiltrado.
El pecho de Ginny se contrajo y la sensación de perdida la abatió otra vez. El rostro de sus hospedares tenían ese deje de tristeza que no le ayudaron en nada. Ese sueño terrible, las imágenes volvían a su cabeza. ¿Eran verdades y no simples reflejos de sus miedos?
- Ginny... lo siento- murmuró Christina, apoyando una mano en el hombro de la pelirroja.
- No...- las lágrimas volviendo a salirse, imposible contenerlas más-. ¿Qué le hicieron?
- Él intercambiaba mucha información... Zabini acabó por delatarlo... su puesto era peligroso, llevaba datos valiosos a la orden y lo descubrieron. Ellos... el mismo Voldemort- para su sorpresa Christina no reaccionó al oír ese nombre, como podía esperarse- fue quien lo torturó... después otros mortífagos...
- ¿Lo mataron?- preguntó con un profundo sabor amargo en la garganta.
Brythg la miró, Ginny vio derrota en sus ojos.
*********************************************************************** Jajaaaa........ siii, soy malvada... maté a Draccooo......... ya se, van a matarme a mi.... pero eso me tiene sin cuidado. Seriamente, me encanta hacerlos sufrir con este espacito de intriga. ***********************************************************************
- Zabini y yo teníamos la orden de matarlo. Los demás ya lo habían dejado muy mal así que la tarea no sería para nada difícil. Por eso cuando lo llevamos Blaise iba a hacerlo, lo ataqué y dejé inconsciente. Lo encerré en un lugar seguro, no creo que lo encuentren hasta un par de semanas, creí que ese tiempo era suficiente.
"Con las pocas fuerzas que tenía, Draco escapó, no pude ayudarlo mucho con eso. Pero además me pidió que te rescatara.."
- ¿Él está bien ahora?
- No lo sabemos- aclaró Christina-, no hemos tenido noticias de él.
- Él no va a morir así como así... no ahora que por fin su vida iba en lo mejor. Descuida- consoló el muchacho.
- ¿Alguien sabe qué pasó con Hermione y sus padres?
- Los Granger fueron torturados pero ya están en San Mungo, a la chica se la llevaron como carnada para atraer a Potter y a los demás.
- Pero ella está viva- inquirió Ginny.
- Suponemos... no tenemos información más precisa que la que ya te hemos dado Ginny. Lo siento.
Ginny no le dio ninguna respuesta a Christina, solamente cayó desplomada sobre el mismo sillón donde había despertado.
- Tengo que irme ahora mismo- prorrumpió Bryght, amarrándose uno de sus hombros, donde se suponía, debía esconder una marca bajo toda esa ropa. La asustada ahora fue Christina.
- ¿Ya te vas?
Bryght se lo aseguró con una mirada serena. Christina se dirigió a él y a modo de despedida lo besó. Incómoda, Ginny fue testigo de un beso que decía muchas cosas, que trasmitía desde pasión, amor y hasta tristeza. Volvió a pensar en Draco... él estaba bien, él tenía que estar bien.
La pareja se separó, y el muchacho se fue, despidiéndose con un gesto de la extraña en su casa, que había rescatado horas atrás.
La Slytherin presente buscó donde sentarse, y se dejó caer, con tristeza. A Ginny le pareció estar viendo a la misma Christina que había conocido. Distante, de aspecto frío y muerta por dentro.
- ¿Estás preocupada por él?- preguntó Ginny, con voz apagada y tan desanimada como el aspecto de la otra chica presente.- Va a regresar a salvo... ten fe.
- No...- negó con la cabeza. Ginny, quien no se sentía de ánimos para consolar a nadie, aceptó aquello como última palabra y se quedó callada.
Permanecieron en silencio un buen rato, hasta que Christina se levantó y fue hasta un cajón de una mesa de sala y sacó algo, que llevó hasta la mesa, y comenzó a jugar con él.
- Supongo que sabes que ésta es la batalla final. El día de hoy se cumplirá una profecía, y un mago muy poderoso será eliminado por otro.
- Sí... lo sé. Solo que me gustaría estar ahí, presente, peleando y no aquí sin hacer nada. Ocultándome por cobarde.
- No... no está escrito eso... no debes estar allí. Te tienes que quedar aquí, conmigo...- de pronto la forma de hablar se le tornó rara, y más profunda.
- ¿Cómo que está escrito? ¿Escrito en dónde?
- En el destino, por supuesto...
- Nah... no me digas que crees en esa estupidez de la adivinación.
- Las sibilas existieron alguna vez, todavía hay alguna por ahí oculta, pero su poder continúa vivo en sus descendientes. Quien hizo la predicción que tanto nos importa esta noche, es un vivo ejemplo.
Ginny cobró más interés por el objeto que Christina tenía en sus manos, que resultó ser un mazo de cartas. Curiosa, la menor de los Weasley buscó sentarse a la mesa, tal como la otra lo había hecho.
- ¿Sabes cartomancia?
- Soy bastante acertada- contestó, con humildad.
- ¿Eres descendiente de sibila?
- Sí... pero tales poderes saltan muchas generaciones, y fue mi abuela la afortunada. Yo puedo con las cartas, nada más.
- ¿Puedes ver el futuro?
- Algo... soy mejor con el pasado. Pero no me gusta ver el futuro...
- ¿Sabes que va a pasar esta noche?- preguntó, dudosa.
- Nadie lo sabe realmente. Yo sólo se cosas, como que Bryght no regresará conmigo hoy ni nunca más...
Aquello le pareció terrorífico, Christina sabía que su esposo iba a morir esa misma noche, que hace apenas segundos había sucedido su última despedida, su última vez juntos. Le adjudicó a eso el estado de su amiga. Era desesperante, demasiado abominable.
- No... no puede ser... tal ves te equivocaste... no sé...
- No. Puedo equivocarme yo pero si hay alguien que no puede es mi abuela. Cuando era pequeña ella me lo dijo, te casarás joven y enviudarás enseguida, después serás feliz, si perseveras y eres fuerte... fueron sus palabras textuales. Yo siempre lo supe. Todo el tiempo que pasamos juntos traté de olvidarme del hecho de que Bryght moriría demasiado pronto y busqué disfrutar el presente.
- Lo siento, en verdad... él me caía muy bien.
- Fue un excelente novio y esposo. Lo amaré por siempre.
- Christina... ¿sabes algo más?- le consultó, tomándola con fuerza por la muñeca, y con la mirada fija en sus ojos. La joven pecosa junto a ella parpadeó lentamente, y se soltó de Ginny con suavidad. Jugó con sus cartas y las guardó entre sus manos.
- Yo no diré nada más... espera a que el tiempo lo haga. Sólo podemos rogar para que Harry Potter tenga la fuerza necesaria, él es el único mago capaz de decidir lo que seguirá.
* * *
"Esa noche mucha sangre se derramó, se extrajo a la fuerza la luminosidad de muchos ojos, y egoístamente yo sólo podía pensar en mis seres amados, pero por sobre todo nunca dejé de pensar en ti. Ojalá no fuese tuya la sangre que Coria desencantada por algún piso de piedra fría, que no fuese tuyo el cuerpo que ella abandonó. Tampoco fuere de mis hermanos y padres, ojalá la muerte pasara de largo ignorando la puerta de nuestra casa.
Cuando llegó la noche, la naturaleza lo sintió, y comenzó a comportarse violenta, como liberando todas las sensaciones que nosotros teníamos aprisionadas en el cuerpo y que por temor no íbamos a soltar. El viento azotó cada ventana del país, rompió vidrios... la lluvia cayó violenta, luego se serenó, y comenzó a llegar con perturbadora tranquilidad. El ambiente era de por sí más tétrico que lo usual. Esa noche, y la naturaleza nos quiso dejar en claro eso, no era una más del montón.
Mi cuerpo seguía con vida, a pesar de que mi sangre, piel y huesos estaban helados y aparentemente inertes. Mi mente estresada, no lograba despejar ni uno solo de los miles de pensamientos que llegaban a ella. Me agotaba demasiado, pero no lograba conciliar el sueño. Mi corazón, por otra parte, más delicado y vulnerable, sólo era capaz de sentir una sola cosa: miedo.
No lograría nada pasando la noche en vela, pero estaba tan nerviosa que dormir fue cosa imposible, hasta que Christina me dio un poco de té con poción para dormir sin soñar. Fue un gesto muy considerado ya que reparó en mi temor a volver a soñar tu muerte Draco.
Cuando me acosté en la cama que amablemente Christina me cedió, planté la vista en la ventana, por donde la lluvia caía serena. Cerré paulatinamente los ojos y dormí.
Esa noche fue pésima para mi sueño, no pudo descansar por más de tres minutos seguidos. Me despertaba, me sentía incómoda y con calor, a veces frío, y volvía a dormir, por dos minutos más antes de despertarme de nuevo. Pero cuando lo hacía, despertaba mareada, con la vista poco clara, y me sentía enferma. Quizás mi conciencia por no estar allí luchando con todos ustedes no me dejaba estar en paz.
Y en una de esas despertadas, mi corazón se agitó violentamente, un rayo partió la noche, e iluminó por milisegundos el firmamento. En ese momento, todo aquel con una gota de sangre mágica en su cuerpo lo sintió, había acabado de pasar, la profecía ya estaba cumplida, un poderoso mago había muerto.
Luego de eso, caí en un sueño profundo, no volví a despertarme más.
* * *
- ¡Mamá!- gritó Ginny al ver a su madre de pie en el pasillo del cuarto piso de San Mungo. Corrió hacia su madre y la abrazó tan fuerte como pudo.
La profesora McGonagall le había mandado a ella y a Christina una notificación, donde le pedía que se presentaran cuanto antes en las instalaciones del Hospital San Mungo. Habían sobrevivido a la noche, habían ganado. Christina, llegó caminando mucho después que ella. Venía acompañando a una muchacha rubia de aspecto distraído, Luna.
Molly Weasley sintió temblar a su hija de nervios y temor. Mismo estado en el que ella había llegado al hospital.
- Harry está bien, ingresó hace dos horas con una gran perdida de sangre pero ya lo han restablecido. Está en una habitación si quieres verlo, sólo para la familia.
- ¿Y Ron, Hermione? ¿Cómo está Draco mamá, tienes que decirme cómo está él?
- Lo han traído hace horas, igual que a Ron y Hermione. Ron está en intervención y Draco igual querida... a Hermione la han trasladado a una habitación hace unos momentos. Ella está aturdida, un fuerte golpe en la cabeza sumado a un hechizo aturdidor... nada que no se pueda pasar con los días.
- ¿Puedo ver a Draco?- preguntó impaciente.
- No todavía, lo siento... Puedes ver a Harry si quieres...
- Está bien- aceptó. Caminó con su madre hasta donde el pasillo acababa, la última puerta se abrió y vieron salir a Tonks con el brazo vendado. La chica, que ahora tenía el cabello negro, les sonrió contenta de verlas, pero agotada también.
- Está dormido- informó la bruja.
- Ginny pasará a verlo unos minutos nada más- intervino su madre.
Virginia entró, sola, su madre se quedó fuera. La habitación era acogedora, con mucho espacio, sin duda le habían dado la mejor de todas. Paredes blancas, las ventanas anchas y transparentes dejaban entrar mucha luz. Gran cantidad de flores y regalos rodeaban a la cama, donde Harry dormía.
No veía sus anteojos por ningún lado, simplemente estaba él, apenas cubierto por una sábana impecablemente blanca, y vendas en el torso, magulladuras en los brazos y cortadas en el rostro que comenzaban a desaparecer lentamente gracias a alguna poción de seguro.
¿Qué hacía ella ahí? Que hipócrita, se sentía terrible de verlo así y ella sana y salva sin ninguna herida. Pero por otro lado estaba agradecida, igual que todos los demás, porque él le había salvado la vida a todo el mundo mágico. Quién iba a pensarlo, si era sólo un adolescente, nada más.
Se acercó a él y le tocó la mano.
- Gracias por todo Harry... gracias...
Y se fue. Abandonó la habitación. Encontró a unos pasos a Christina, hablando con una sanadora, ella asintió levemente. La sanadora se fue, dejando sola a Christina.
- ¿Él...?
- Murió- afirmó a Ginny. Con los ojos llorosos se echó a los brazos de la pelirroja.
- Tienes que ser fuerte...- le aconsejó al oído.
- Nos vemos Virginia Weasley, me da gusto haberte conocido y haber tenido la oportunidad de ser tu amiga.- se separó para mirarla. Christina se limpió las lágrimas-. Me voy a casa de mis padres, salúdame a Draco cuando lo veas... nos vemos en Hogwarts.
- Nos vemos en Hogwarts.
Christina Mannerly le sonrió y se fue demasiado rápido, mientras que Ginny la observaba silenciosa, irse y no tener la certeza de volverla a ver.
De su ensimismamiento salió abruptamente, un grito de una voz joven inundó el pasillo del cuarto piso. Sobresaltada reconoció la voz de Draco envuelta en esos gritos de dolor y sufrimiento.
Una terrible desesperación nació en su corazón cuando por fin pudo verlo, lo sacaban en camilla de una habitación y lo llevaban a una sala más grande.
- ¡¡Draco!!- quiso acercarse a él pero su madre y otro hombre de ropa verde lima la sostuvieron, impidiéndole estar más cerca- ¿¿Qué hacen?? ¡¡Suéltenme quiero verlo!!- gritó desesperada.
Apenas pudo ver su rostro, ligeramente transformado por cortadas débiles y encarnada aún. Lo más preocupante fue ver su brazo derecho ensangrentado, contenido apenas por los esfuerzos médicos.
- Él va a estar bien... sólo está nervioso, lo torturaron demasiado y...- no quiso oír más lo que le decían. Palabras sueltas venían a ella, capturó impresiones fuertes nada más, como "posible amnesia total" "perdida inevitable de extremidad derecha"... y cosas más terribles aún. No... él no la olvidaría, no sufriría más por ella... no...
Su cerebro recibió un shock muy fuerte, la presión aceleró y la visión se apagó violentamente, cayó al piso. ***********************************************************************
Me desmayé, fue mucha la impresión me parece, ese fue uno de los momentos más traumáticos de toda mi vida. Después me desperté gracias a la ayuda de unas enfermeras y me sedaron para que lograra tranquilizarme un poco.
Me dijeron muchas cosas que me asustaron, como que Draco podía tener una amnesia total, que ocasionara la pérdida de todos los recuerdos, incluso los más básicos. Todo a causa de los múltiples crucios... un cerebro normal no puede resistir tantos como su cuerpo. Porque, físicamente, los sanadores me dijeron que él progresaba extraordinariamente.
Imagínense después de tantas cosas vividas como estuve cuando me dijeron que existía la posibilidad de que él las olvidara, incluso permanentemente a alguna de ellas. Temía por nuestra relación, ¿y si después él volvía a odiarme como antes? Eso acabaría por matarme, después de haber dado tremendos pasos yo no quería involucionar. No iba a poder soportar que él me odiara como siempre lo había hecho.
Además había otro problema, su brazo. Ustedes deben saber de eso, cuando alguien está expuesto a magia oscura de gran intensidad puede tener complicaciones.
- ¡Yo sé de eso!- la interrumpió una de las chicas. Las demás la callaron bruscamente.
Aparte de esto él tenía una desventaja natural, un mal de nacimiento. Suele ser una enfermedad que salta generaciones, cinco me parece. Las pociones y remedios mágicos sólo hacen efecto parcial en estas personas, se tienen que curar naturalmente.
- A lo muggle- acotó la misma chica.
A lo muggle. Y bueno, su brazo derecho, le atravesaron el antebrazo con algo punzudo, no pudieron determinar qué fue, pero rompió el hueso y sin el efecto total de las pociones los sanadores encontraron muy raro la reconstrucción del tejido. Y de hacerlo "a lo muggle", esperar una cicatrización natural, perdería mucha sangre. La poción que evita que se desangre...
- Anti-hemorrágico 3 de Agrippa- intervino otra, alta y aspecto inteligente tal como el que Hermione solía poseer. Ginny asintió sonrojada por su ignorancia en el tema.
Sí... bueno, él es alérgico...
- Ahora lo único que falta es que sea hemofílico también...- suspiró una. - ¡Todo mal! Me imagino tu desesperación...
Miedo más bien, todo parecía conducir a una pérdida de su brazo. Y ese brazo siempre fue de lo más problemático, nunca quedó bien después de una lesión mal curada de cuando lo lastimó un hipogrifo en tercero...
- El muy idiota debió molestarlo.
Solía ser así. Pero a pesar de todo eso lo que más me asustaba era el hecho de que al perder su brazo no pudiera hacer muchas cosas, volver a jugar al quidditch entre ellas. Y es su brazo de la sntich.
- ¡Auu!- gimieron las tres.
Sí, terrible. A todo esto sólo me quedaba pedir un milagro. Y un sanador que quisiera hacerse cargo, todos estaban deacuerdo que lo mejor era quitarle el brazo, pero yo me oponía totalmente. Gracias al cielo hubo uno que no pensó que era riesgoso y una pérdida de tiempo hacer el intento. Así que actuó, lo llevaron a intervención y estuvieron varias horas.
- Yo estuve ahí- intervino orgullosa, la más alta.- Complicadísimo...
Descubrieron que usando medicamentos muggles podían hacer algo. La mayoría se opuso, no están permitidos en el hospital, y consideran que la forma de aplicarlos es inhumanamente dolorosa.
- ¿En verdad?
- Yo soy de padres muggles, me han puesto inyecciones cuando era niña y aquí me ves bien... no es para tanto. Creo que deberían legalizar el uso de inyectables y remedios muggles en San Mungo.
A pesar de que todos me decían que no era justo hacerlo sufrir tanto, me parecía la única opción disponible. Así que di mi autorización, después de todo soy la esposa.
Mientras todo el mundo festejaba la derrota de Voldemort en sus casas y con sus familias, yo estaba muerta de nervios fuera de la sala de emergencias, mi madre y mi amiga Luna Lovegood estuvieron acompañándome todo el tiempo. Habían trasladado a mi hermano a casa porque ya estaba bastante mejor.
Finalmente acabó todo y al parecer había salido bien, su brazo estaba estabilizado y ahora quedaba esperar para que se curara naturalmente. Ahora sólo me restaba pensar en que no perdiera la memoria. Pero... para ser sincera entre nosotras, comprendí que lo más importante era que él estuviese bien de salud, porque después de todo, era lo imprescindible.
Si olvidaba mi existencia, entonces yo estaría ahí con él para recordarle que existe una persona que lo ama y se preocupa por él como ninguna otra. Y si, por esas cosas, además me odiara... bueno, yo me las arreglaría para que él aprendiera a amarme de nuevo. Después de todo, si ya lo había enamorado una vez podía de nuevo... ¿no?
En fin, estuvo en recuperación inconsciente varios días. Le dieron de alta a Harry, inmediatamente después salió Hermione... y para entonces sólo se quedó él. Volvía a casa unas horas, para dormir y comer, pero trataba de no irme mucho tiempo del hospital por si él lograba despertarse. Y cuando eso pasara, yo quería estar a su lado.
Exactamente ocho días después, él despertó. Yo estaba durmiendo en casa de mis padres, cuando nos llamaron, cinco de la mañana para ser certera, me dieron la noticia de que había recobrado la conciencia. Nada más, ni una palabra sobre la amnesia.
A pesar de las quejas y reproches de mi familia, corrí a verlo cuando antes. Él estaba durmiendo, se había dormido otra vez. Así que me quedó acompañándolo lo que quedó de la noche, hasta que a la mañana siguiente, cerca de las nueves, se despertó.
Nos miramos con incertidumbre por un largo rato, ya estaba lista para escuchar un "quién eres tu? ¿Dónde estoy?", por eso me sorprendí cuando abrió la boca y lo primero que hizo fue llamarme por mi nombre.
- Ayyyy... que romántico.... ¿Y qué pasó después?- la instó a seguir.
Me dijo "Ginny... pareces mi ángel guardián" y yo me emocioné totalmente. Uno de los sanadores entró y le hizo preguntas de rutina, como si sabía cuál era su nombre completo, su edad, fecha de nacimiento, nombre de sus padres, el lugar donde vivía, dónde estudiaba, algunas preguntas básicas de lo aprendido en Hogwarts... perfecto, contestó todas y cada una con una lucidez impresionante. Además la herida estaba perfecta, pero ahora venía otra complicación más, no sentía el brazo...
- Ya decía yo que no podía estar del todo bien...
Y bueno, desde entonces él está aquí, ya está bien, pero todavía tiene el brazo en una venda y le han dado ejercicios de rehabilitación... ya está casi perfecto, no le gusta el hospital, se quiere ir a casa.
Hoy vine a visitarlo y a hablar con los sanadores para saber si él va a poder reintegrarse a Hogwarts como el resto de nosotros dentro de dos días. No me gustaría que él perdiese clases, y su brazo ya está muy bien. Además puede escribir con el izquierdo, sabe usar ambas manos... ¿ustedes qué creen?
- Muchísima suerte Ginny, espero que te puedas llevar al bombonaso hoy...- contestó una de las enfermeras, una quizás dos años mayor que ella, y con una carácter jovial y despreocupado.
- Pero me va a poner triste no ver su carita sexy por acá, ahora que había comenzado a gustarme mi trabajo de ser su enfermera.- intervino otra, empujando despacio a Ginny para advertirle que estaba bromeando.
- Lo más importante es pensar en la salud de Draco Malfoy, no lo olviden- dictaminó severamente la más alta. Las demás comenzaron a gastarle bromas sobre lo mucho que le debe de haber gustado atender a Draco por el corto período en que fue su enfermera, provocando sonrojo en ella.
- Ginny, ya puedes subir a verlo, cuarto piso, lo han trasladado a otro cuarto, segunda puerta a la derecha.
Ginny asintió contenta, y se dispuso a tomar la puerta que flanqueaba a la recepción.
- Nos vemos muchachas- se despidió.
- Me encanta cuando cuentas esa historia... deberías considerar trabajar aquí cuando salgas de Hogwarts- le dijo una, acomodando un mechón de su larga melena cobriza.
- Nos llevaríamos muy bien- convino otra-, sobre todo si trajeras de ves en cuando a tu amorcito...
Todas se rieron, Ginny incluida.
- No, en serio, yo ya tengo novio, no debo pensar así...- se recriminó la misma.
- Suerte Weasley.- se despidieron.
Se apareció en el cuarto piso, buscó, segunda puerta a la derecha. No golpeó y abrió sin esperar más. Draco estaba sentado en su cama, ojeando un libro sin mucho ánimo, leía ciertos párrafos que le parecían interesando y luego cambia de página.
- Hola... ¿quieres visitas?- le preguntó coquetamente, desde la puerta.
- ¿Tuyas? Déjame pensarlo...- analizó desde el mismo punto juguetón de ella. Ginny se acercó a su cama, Draco le hizo un lugar para que se sentara.
- Si no quieres verme, probablemente debería irme, no sé, salir con algún muchacho que si esté sano...- aventuró. Draco le plantó un suave beso en los labios.
- Pero se te hace más tentador quedarte conmigo, a que sí...
- Que presuntuoso... si sigues así- lo amenazó con un dedo- no hablaré con nadie para que te retengan más tiempo.
- De eso quería hablarte... ¿cuándo voy a salir? ¿Ya estoy en perfecto estado? Dijeron que hoy me sacarían esta ridícula venda que no hace más que dramatizar el asunto. Yo ya estoy bien- agitó de un lado a otro su brazo sujeto a su cuello con una venda.
- Yo me encargaría... pero como no sabes si quieres o no mi visita...
- Está bien, me quedo aquí, y como no vas visitarme más no me vas a ver...
- Bien... pero estarás solo, y yo tendré la oportunidad de aprovechar algo de soltería ahora que vuelvo a Hogwarts.- se jactó, con una sonrisa de victoria.
- ¿Solo? ¿Haz visto la cantidad de enfermeras que me atienden? El doble o triple que al resto de los pacientes en todo el hospital.
- ¿Me engañarías con una de tus enfermeras Draco Malfoy? Yo no lo creo...
- ¿Qué te hace estar tan segura?- preguntó, a ver la seguridad y victoria tallada en el rostro de Ginny.
- Ellas son mis amigas, yo les conté...
- ¡Les contaste! Eso es otra cosa que quería plantearte, ¿por qué tienes que contarles todo a las enfermeras? ¿Quieres matar mi fama o qué?
- Mi Dragoncito...- le acarició el cabello- Es que a ellas les encanta escuchar historias... y a mí contarlas.
- ¡Inventa otras historias! Como la de tus miles de días enamorada de Potter y él sin hacerte caso, esa es una historia que no me afectaría, en todo caso acabarían odiándolo a él... y eso sí que no me afectaría para nada- sonrió satisfecho con su idea y la sola realización de ella.
- Pero a las mujeres nos gustan los cuentos con finales felices, con drama, suspenso, que no sabes lo que va a pasar, si se muere alguno, si quedan felices para siempre... esas cosas.
- Las mujeres tienen mucha imaginación...- bufó, rindiéndose ante lo inevitable.
- Y por qué crees que somos las mejores escritoras de novelas románticas entonces...
- ¿Por frustradas? (N/A: probablemente él tenga razón... ¡_¡)
- Nooo.- se quejó con el ceño fruncido, golpeándolo suavemente en su hombro- Porque somos románticas incurables, es nuestra naturaleza, estamos enamoradas de la vida...
La puerta se abrió violentamente dejando ver que el causante había sido un muchacho muy alto y pelirrojo, con el rostro ensombrecido.
- ¡Ron! ¡Toca antes de entrar! ¿Quieres?- lo reprendió una molesta Ginny. Draco adoptó una posición de alerta ante el recién llegado, que además, traía a Harry Potter con él.
- ¿Qué? No esperaba encontrarlos "ocupados", a menos que sean unos pervertidos, ¡Esto es un hospital!- se escandalizó, Ginny lo observó burlista ante la reacción tan inmadura de su consanguíneo.
- Hola Harry, no te había visto- saludó despreocupadamente Ginny. Harry sonrió y asintió a modo de saludo, sólo que el saludo fue dirigido únicamente a Ginny. Estaba claro que le iba a costar verla emparejada con Malfoy, él era su peor enemigo después de todo.
- ¡No me ignores Virginia Weasley!- le ordenó, alzando la voz. Draco estuvo a punto de reaccionar pero Ginny se lo impidió, con la sola mirada le rogaba que dejase que ella se hiciera cargo de la situación.
- No te ignoro Ronald Weasley- acentuó su nombre completo, como mofándose-, solamente hago oídos sordos a comentarios estúpidos y sin sentido para evitar una pelea en donde yo probablemente acabe por desollarte. Pero, en fin, ¿a qué viniste?
- Mamá me mandó a traerle esto- arrojó sobre la mesa cercana un contenedor de plástico, pequeño. A Ginny le molestó como se refería a Draco en tercera persona, pero por otro lado estaba ansiosa por ver que había mandado su madre. Abrió el contenedor, se coló un olor dulce y sabroso.
- ¡Postre! Delicioso... pero, ¿Ron por qué está solo la mitad? No creo que mamá le haya mandando a Draco sólo la mitad de un postre.
- Me comí un poco... Fred y George se comieron el mío... ¡pero eso no es importante! Ya cumplí con mi labor al traerlo aquí, así que nos vamos.
- Nos eres capaz de hacerlo... ni siquiera por mí...- sollozó Ginny. Ron se volvió hacia ella desde la puerta.- Me lo prometiste... dijiste que tratarías de llevarte bien con él...- sollozó más fuerte.
Ron se asustó, no creyó que su hermana llorase tan fácilmente. Por otro lado, Draco se tragó la comedia en principio, pero al ver que su Ginny le guiñaba el ojo con picardía, comprendió la farsa.
- Este... ¡está bien! ¡Está bien, no me presiones!- la detuvo Ron. Ginny dejó de hacer esos extraños ruidos parecidos a lamentos de Myrtle y le sonrió.- Yo...- se dirigió a Draco.- Supongo que no podré hacer nada para cambiar esto... digo... estás con mi hermanita y le agradas a mis padres... Supongo que yo no puedo hacer nada para que eso cambie.
- Supongo que yo tampoco puedo evitar que seas el hermano de la mujer que amo- contestó Draco. Al oír como la había llamado, "la mujer que amo", Ginny sintió una electricidad cosquilleante subir por su columna.
Ron y Harry, más aún el pelirrojo, se sorprendieron la facilidad y aparente sinceridad en el hablar de Malfoy. Ron se guardó ambas manos en los bolsillos y se encogió de hombros.
- Supongo que no- convino el pelirrojo.- Está bien... entonces, ¿estamos en paz, no?
- Solo aparente. No tengo problema en no molestarte a ti...
- Sí, sí., yo tampoco quiero ser tu amigo ¿eh?- advirtió amenazadoramente- Y no pretendo olvidar las cosas que hiciste pero... al menos... no sé, entre la familia...- siguió dudoso, pero Draco captó la idea.
- Entre la familia estamos en paz.
- Bien... eso está bien.
- Quizás para Ron esté bien Malfoy- irrumpió violentamente Harry- y también para Dumbledore y todos en la orden del fénix, pero a mí todavía me caes mal, y no voy a comenzar a confiar en ti.
- A mí también me caes del demonio Potter, aunque hayas salvado al mundo y todo eso...
- Muy bien, ya fue mucha sinceridad por hoy, mejor se van, ¿sí?- prorrumpió Ginny. Los visitantes estuvieron deacuerdo, y se despidieron de la menor de los Weasley.
- Que te mejores...- murmuró secamente Ron antes de salir de la habitación.
Ginny volvió a sentarse en la cama con Draco.
- Gran avance, sólo no quiero que cuando volvamos a Hogwarts se saquen los ojos.
- Trataré... pero no te prometo nada, ¡se comió mi postre!
- Solo la mitad... te haré más cuando volvamos a casa.- le besó en la mejilla- Soy muy buena en estos.
- ¿De qué estábamos hablando antes de que el dúo de increíbles perdedores apareciera?
- De los finales felices y de las novelas románticas...
- Ah sí... aburrido. Ni siquiera sé que quieres decir eso con "finales felices" me parece todo muy relativo.
- Hablas como Snape... pero bueno, te explicaré.
Se acostó y acurrucó junto a él, descansando su cabeza en su pecho.
- Un final feliz consta de tres etapas. Número uno: la princesa se queda con el príncipe. Número dos: se casan, tienen muchos hijos y se mudan al palacio. Número tres: son felices para siempre.- enumeró con sus dedos.
- ¿Quieres decir que nuestro final no es feliz?- interrogó Draco.
- ¿Por qué dices eso? ¿No eres feliz?
- No, según tu esquema de la "felicidad perpetua". Mira genio, número uno: la princesa se ha quedado con el dragón... ¿no se supone que el dragón sea el malo del cuento? No va... Número dos: okay... estamos casados sí, y bueno, Malfoy Manor puede considerarse un palacio. PERO, no tenemos hijos... Y número tres: no me siento feliz para siempre, me siento hambriento, y su hermano se ha comido mi postre.
- Uhmm...- estudió detalladamente Ginny- Tal ves nuestro cuento es un poco extraño sí... y a decir verdad yo también estoy hambrienta... ¿Quiere decir que el esquema de la felicidad perpetua no funciona?
Draco la abrazó más para tenerla más cerca de su cuerpo y la besó en su cabeza.
- ¿Ves? Muy relativo... -¡Pero....!- Ginny pareció darse cuenta de algo importante, y se sentó raudamente en la cama, mirándolo- Tal ves el esquema no funciona porque éste no es un final... quizás este es sólo un comienzo.
Draco le guiñó un ojo, coincidiendo con ella, y la atrajo hacia él para
besarla.
"Tuve miedo... tuve tanto miedo de perderte..."
Final Feliz... o comienzo feliz mejor dicho...
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N/A: TERMINE!! Lindo final, ¿cómo creyeron que YO iba a MATAR a DRACO? estas tres palabras no entran en mi diccionario, no señor. Yo jamás mataría a Draco, quizás a Ginny o a Harry, pero nunca a Draco ni a Ron, son mis dos personajes más favoritos (q mal me expreso, che..) Poniéndonos serios, espero que les haya gustado, me exprimí el cerebro, estaba de un poquito de mal humor porque tuve una pelea muy fuerte con una persona y bue... eso me desanimó, estuve todo un día sin escribir cuando (como soy capricorniana) ya había planificado horarios y todo para escribir y que el final quedase listo para este fin de semana. Espero que no sea trillado... y bue... nada más que decir. ¡Ah! DEDICADO a Iris, Gloria, Yaneth, Miriam, Maydel. Me llegó el mail y lei el review en mi otro fics, don`t worry. Se los dedico a ustedes porque me dieron MUCHO aliento a decir verdad, y porque me han contado cosas que me han dejado con la boca abierta... y a esta altura de mi vida yo no crei que hubiesen cosas que me sorprendieran. Gracias, un enorme abrazo a ustedes y que les guste el ultimo capi porque va para ustedes!! Que se copan con el fic frente a la computadora... jeje. Besosss!! Firmado: LA AUTORA DEL SIGLO (para que me hacen creer... jeje).
Okis, aquí van mi contestación a todos los reviews tan lindos que recibí:
ESME: Akis tieness... el gran y genial último capítulo. Espero que haya superado tus espectativas.
Luciana: este si Lucy, Draco es muy sexy... me da gusto que expreses tu sabiduría... y bueno, que bien que te haya gustado la escena de la noche de bodas, perdón si fue demasiado para tu corta edad (por cierto cuantos años tienes??) fui una estupida al no considerar los demas y escribir esa escena para mi nada más... Besos, gracias por tus ganas porque a lo largo del fic me haz apoyado mucho, siempre conté con tus reviews llenos de alegria!!
Lucre: eh... si, aunque tenga fama de no acabar nunca un fic aqui terminé este. Espero que esto cambie un poco tu forma de verme (como una fayuta).. gracias por tu rr!!!
AtHeNs_FeLtOn: ¡Si continuo no te asustes! Perro que ladra no muerde dicen... aparte no creo poder cumplir con esa amenaza nunca, que se yo, si me encerraran en un manicomio seria capaz de cortarme las venas y seguir escribiendo con mi sangre (muy a lo marquez de Sade) los pocos minutos de luminosidad que tenga. Pero aquí está. lo acabé. No te preocupes, que más ff mios de D/G vas a ver seguro, segurísimo.
angy y draco: sí, hay gente patetica con mucho tiempo libre que se dedica a escribir ff de Draco, como yo... ya me ves. A mi también me alegra que haya gente que escriba ff de Draco, porque a mi me encantan leerlos, me inspiran directa o indirectamente en gran medida. Ojalá la gente siga escribiendo ff de DM y GW... son tan pocos... ¿POR QUE TODO EL MUNDO TIENE QUE ESCRIBIR H/Hr, R/Hr, D/Hr... !! hay tan pocos D/G... (oops.. ya me volví loca, perdón angy).
Valery: ¡Que el mio es el mejor! Ya quisiera pero no... hay mejores fics, ojalá los leas, pero gracias por el halago. Seriamente, gracias. Que bueno que te hayas enganchado con los D/G y ahora los busques... es una busqueda larga pero vale la pena
Yoali: eh... no, no va a morir Draco (Deniko se rasca la nuca sin entender tu grito desesperado). Gracias por tu review!!!
Rocío: que bien, gracias por decirme que soy talentosa. Gracias por tu review y si voy a continuar escribiendo... besosss.
Samantha: oki, saliendo ultimo capitulo para vos, calientito y crujiente, espero que te haya gustado.
MóNi_FeLtOn_MaLfOy: otra mas que me viene con el mejor fic de su vida... Bueno (tomo bocanada de aire) GRACIASSSS!!!!!!!!! En serio, muchas gracias por pensar eso, me emociona...
Ginny-Malfoy3: gracias por lo de original, ese es una detalle importante para mi. ¿Pobre Draco? Sip... supongo que sí... pobre Draco... pero pobre Ginny también!! y pobre Ron que se le murió la novia!! y pobre Harry que tiene que enfrentar a Voldemort él solito!! Y pobre Hermione que sufrió tanto por harry!! Y pobre Luna que ama a Ron y él no le da ni la hora!! Y pobre Christina que lo tenía tan lejos a su novio!!! Y pobre Dumbledore por tener que andar haciendo de consejero a un adolescente medio imbécil!!! Pobre McGonagall que casi no sale en el fic!! Deberia tener más escenas!! Pobres los elfos!! Pobre vos que tenés que dejar reviews a gente insana como yo!! ¡Pobre yo que perdí la cordura hace años! En fin, pobres seamos todos con nuestras miserias de vida. Gracias por el rr. besos a tiiii ^_~
The troublemakers1: No soy dura... bueno, me hice esa fama y ahora tengo que cargar con ella supongo. No, a la larga nadie sufre, el final es feliz, muy a la larga. Gracias por tu rr! Y como ya dije, de seguro que lees un fic mio que sea de D/G en el futuro.
Shocase: carámbanos... otra persona más a la que le gusta mis notitas... NO vOY A MATAR A NADIE probablemente si a las personas que me sigan acusando de asesina.... *_* Darles paz a los chicos??' te refieres a mis dedos??? Jejej, si, capte la idea, al final tienen paz... creo yo. Socase si te intereza ser mi amiga agregame a tu msn dense_lefay@hotmail.com yo estaria muy gustosa de charlar contigo.
Arwen-chan: la escenita en cuestión, se han copado todos, y no se si ha estado muy descripta, como que he leido uno de Ron-Hermione que se llama... La inocencia perdida o perdida de inocencia no recuerdo, pero que esta bueno y mejor descripto. Por si hay alguna persona que quiera leerlo...Gracias por el consejitoo... thanks.
GiN mAlFoY: sabes... yo tampoco nunca he visto a Ginny y a Draco casados... ahora que lo pienso. Yo tenia que salir con algo asi de raro... cuando no. En fin, que bien que te gusten mis notitas, como ya he dicho estan alli para fastidiar y no para ser amadas... pero bue... Gracias por tu r/r!!
Moonyca: numero uno no me digas Chamis... no en frente de la gente del internet... (?) pero bueno, que apruebes frances y que bueno que te gustó.
Potter-Halliwell: si que hay gente que aprecia mi trabajo por lo que veo, me estoy volviendo mona escribiendo (nunca enteni esta expresión de involución... vos si??) las contestaciones a rr. En fin... que te haya gustado el capitulo y que la pases bien. Gracias.
KaTy : jaja... me ha gustado tu expresión!! La mejor escritora por estos rumbos... jaja, se me hace bien cómica. Gracias por eso de decirme LA MEJOR pero no se... como que el titulo me queda algo grande.
Looony Moony: hola, sigo escribiendo y que bien que te guste!!
Abin: este... me da miendo contestar tu review... este capitulo no es mas largo como pediste... pensaba en adjuntarle un epilogo pero al final no lo hice, se me hacia muy tedioso porque si la continuaba aquí ya no acababa más y por alguna vez quiero terminar un fic para romper mi mala fama. Perdon si te decepciono la logitud. Gracias de todas maneras.
