No creo que nadie sea tan estúpido para no darse cuenta que no soy Rowling... pero nunca sabes. Harry Potter pertenece a JKRowling (y blablabla, otras personas más, Warner BROS., entre ellas). La referencia al marjoram pertenece al mundo de Dragonlance, actualmente de Wizards of the Coast, subsidiaria de Hasbro Inc. (creo ^^;;). ¿Qué puedo decir? Hay un poco de Raistlin Majere en todos nosotros XD El personaje de Salazar Slytherin OBVIAMENTE está inspirado en este personaje (con todo y alergia! ^^;; Aunque admito que no me di cuenta de los paralelismos hasta que ya había hecho más de la mitad de la historia en borrador ¬¬ -y Fujur me lo hiciera notar ^^;;).

Agradecimientos
Nekocha: Nukucita ^^, gracias por el cumplido. Y no se vale, habias leido un preview de este capitulo ¬¬
Satine: ^^;; Me he demorado porque he tenido algunas dificultades para comenzar este capitulo. Aun no termina de gustarme del todo la primera escena ::sigh:: Me alegro que te haya gustado la sorpresa de la alergia de Salazar :P Sev aparece en este capi, tu diras que es lo que parece... Sirius y Remus aparecen aca, pero Arthur no. Hmm... tengo problemas para ver que es lo que hace el lado de los Gryffindors... Sobre las informalidades de los 4 fundadores... Pues no estoy segura que llegare a contar todo, considerando que Harry recuerda de a pedazos, y que podria hacer un fic entero de lo que paso en la vida de Salazar.
kat basted: Me alegro que te guste el slash XD Me alegro que estes mejor de tu accidente. Las cosas que pasan en la vida de una, ne? Muchisimas gracias por dejarme review, me haces sentir tan especial ::sniffff::
selene snape: No se esta muriendo exactamente, pero si esta en un estado un tanto... incomodo. :D Snape aparece, dime que opinas.
Caroline_R: ^^;;;;;;;; Me demore. Lo siento. A partir de ahora, DOP tendra prioridad porque solo falta un capi...
franga: La Voz me cae super tambien XD Aun no me he planteado que es lo que hare con Sirius, pero eso que dices que a Harry le daria un ataque... creo que te respaldo ahi XD Me alegro que te guste mi manera de escribir ^^ Y adoro hacerle la vida imposible a los personajes, por eso me odian tanto, creo... :D
Neftis: ^^ Me alegro que te guste mi fic. En realidad ese niño Rin Kobayashi me suena a Artemis Fowl XD Ojala que pueda leer ese manga pronto. Suena muy entretenido ^.^
Velia: Si alguien se queja del slash... uhh... yo... ah... ::kandra se hace la loca:: Sin comentarios sobre lo que Harry piensa... XD Creo que si Harry se enterara, le da un infarto ^^;; No, aqui las dos personalidades se deben fusionar... en algun momento. Los Gryffindors... ya veremos que hago con ellos, aun no estoy segura. Espero que te siga gustando el fic ^^
Lucil: XD Si, como me conoces! Tenia pensado no mencionar en absoluto el tema del slash, pero... ::sigh:: Sobre responder tus preguntas... lanzalas, pero ya vere si te las respondo :D Cuidate mucho.
Hermione Granger16: Me alegro que te guste mi estilo ^^ Este fic es mas que nada para mi diversion :D Es drama, si... pero no tan pesado y serio como otro fic mio. Gracias por tus palabras, las he absorbido con alevosia. Gracias de nuevo por el review.
Klerenallan Serpiente de Plata: Si, voy a continuar la historia. Es solo que la vida real me tiene completamente de esclava... y que mi otro fic activo ha obtenido la prioridad sobre este. Ojala llegue pronto a llevar a Harry a Hogwarts... tambien quiero saber que opinan los demas de el ^^;;
Elsa: No lo voy a dejar aun ^^;; Es solo que me demoro en actualizar. Y no. Harry no esta consciente de lo que Slytherin hace con Voldie, porque sino tendria problemas MAYORES con la trama ^^;; Pero si ve algo... :D Tu decidiras que ve de acuerdo a como reacciona con Tom de ahora en adelante...


Formula Perfecta
Bienvenida a los tuyos

Lo siento por demorarme. DOP (otro fic mio) ha obtenido inusual prioridad sobre este, debido a que estoy a punto de acabarlo. Pero esta semana me pico el bicho para continuar este, asi que aqui me tienen.

Uno de estos dias estare modificando los capitulos anteriores para detallar que Harry ya no utiliza anteojos. Creo que no lo he mencionado *sigh*

Como siempre, mil gracias a mis betas Ianthe, Fujur y Nekocha que me ayudaron a corregir ciertas cosas. Gracias tambien a Parvati por comentar sobre la primera escena ^^

Firebolt = Saeta de Fuego

~*~

Era precioso. Perfecto. Puro.

Sonrió satisfecho, besando los labios del muchacho a su lado.

Slytherin respiraba con dificultad, sin embargo él también tenía una pálida sonrisa en el rostro. Rebeldes cabellos caían sobre sus ojos cerrados y Voldemort no pudo resistir la tentación de delinear con sus largos dedos la infama cicatriz.

Era increíble pensar que esta angélica criaturita fuera el Slytherin.

-Eso dolió -murmuró suavemente.

-¿No te gustó? -su orgullo lo obligó a quebrar la delicadeza del momento.

Riendo frágilmente, Slytherin abrió los ojos, profundizando su respiración. Sus intentos claros de relajación, trajeron una sonrisa al rostro de Voldemort. El niño lucía tan débil...

-Sufro de una alergia, Tom -un susurro danzó en el aire.- Y además, te acabas de llevar mi virginidad. ¿Qué parte se supone que no debería doler?

Voldemort observó cuidadosamente al mago a su lado. Sudor cubría su frente y su cabello se encontraba más alborotado de lo normal, un delicado rubor se posaba sobre sus mejillas y sus labios parecían rogarle que los volviera a besar.

Slytherin volvió a cerrar sus ojos.

-No has respondido mi pregunta -contemplando la belleza del niño, comentó distraídamente.

Pero ningún sonido le respondió.

Slytherin-Potter se encontraba profundamente dormido.

*

El infierno.

Sentía que estaba de vuelta en el palacio del olvido, la gran constelación de la desesperanza. Azkaban era nada comparado con la ansiedad e inquietud que experimentaba, pues al menos mientras estuvo ahí sabía que Harry estaba protegido.

Ahora, su mente era un caos. Después que la furia dejó de alimentar sus pensamientos destructivos, una gran confusión e incertidumbre decidió tomar control de él.

Como si el piso bajo sus pies diera vueltas y elfos domésticos golpearan con rudeza su cabeza. Era imposible llegar a una conclusión coherente en tan deprimente estado.

-Remmus, sabesss... Zsss... Ssss... Suuuuu... Zuuuuum...

Mientras su cerebro seguía absorto con el sonido que hacía una Firebolt al acelerar, Remus le dirigió una mirada perturbada.

-Toma, Sirius -le alcanzó un vaso con un líquido azul cristalino.- Creo que ha sido suficiente por hoy.

El animago parpadeó ignorante.

¿Para qué le ofrecía ese vaso? ¿No veía que tenía el suyo?

Sólo para asegurarse, Sirius levantó su mano izquierda, donde juraría que el licor le guiñó un ojo.

Al menos aún conservaba su alcohol, si bien era cierto que había perdido a... ¿qué había perdido?

Harry.

No, no había perdido su vaso. Aún lo conservaba.

Entonces... ¿Por qué Remus le ofrecía otro vaso?

Harry...

¿Quizás Harry quería tomar?

Pero eso no estaba bien, pensó mientras miraba alrededor buscando a su ahijado en el lugar. Harry era demasiado joven para...

Harry

¿Para qué?

Abrió la boca para hacer esta amable observación... aunque cuál era la amable observación, no estaba seguro de poder responder.

-Esshtá sucio tu vasho -fue lo que dijo.

Grave error.

Estaba en problemas. La mirada que le envió Moony claramente indicaba que ese no era el punto de su argumento (¿Cuál argumento?). Sus ojos claros se entornaron y la llama salvaje de la bestia que llevaba dentro captó la iluminación anaranjada del lugar.

¿Qué había hecho?

Le había fallado… Harry.

Por más que se esforzaba en recordar qué es lo que había dicho para poner a su pareja en tan peligroso humor, nada venía a su mente. Lo cual era extraño, porque podía jurar que no había pasado ni treinta segundos desde que...

-Creo que es hora de irnos a casa.

Pero si Harry no está en casa.

-Pe-pero...

-¡Olvídalo, Sirius! Nos vamos a casa. Ahora. ¡Y bebe la Poción Desintoxicante!

¡Oh!

Reconocimiento de la realidad se hizo nuevamente presente en un ataque frenético de imágenes y sentimientos conflictivos. El susurro de sus problemas dejó de acariciarlo con pétalos de rosas, para comenzar a chillar lleno de desesperación, pánico y terror.

¡Harry! ¡¡Harry!!

Su conciencia no pudo soportarlo más, y su estómago estuvo de acuerdo con ella.

*

¡Ese chiquillo no era sino problemas!

¿Huir de casa? ¡¿Estaba demente?!

Severus Snape intensificó más las llamas de su caldero.

Quizás no era locura, sino tendencias autodestructivas. No lo sorprendería si es que Harry Potter fuera un inestable mental que necesite estar bajo constante monitoreo profesional. Después de todo, la Maldición Asesina golpeó directamente su cabeza. Por todo lo que ellos podrían saber, quizás el niño era retardado mental o algo parecido.

Sonrió divertido ante el prospecto de anunciar sus observaciones a cierto padrino.

Sin embargo...

Gruñó débilmente.

Retardado o no, no podía ignorarse el hecho que el Salvador de la Luz podía estar bajo serio peligro... o peor, muerto.

Hmm...

Aunque ahora que lo pensaba, quizás sería mejor que estuviera muerto. Él sabía lo mucho que su Señor disfrutaba las expresiones de sufrimiento de sus victimas... Increíblemente peor si su objeto de diversión se trataba del símbolo de su enemigo.

Bajó la mirada a la cocción que estaba preparando para Madam Pompfrey; el reflejo de su rostro lo saludó impasiblemente. Entrecerró los ojos e invocó las botellas de cristal que utilizaría para almacenar su resultado.

Hogwarts apestaría de chiquillos mañana.

Su concentración se disipó cuando una corriente de puro dolor resonó a través de todo su cuerpo.

El cristal se hizo añicos.

Pero mira qué tenemos aquí... Severus, que grandiosa sorpresa.

¡Voldemort!

Ah... Que bien se siente saber que no he sido olvidado del todo. ¿No es así, Sev?

Imágenes pasadas resurgieron de entre las memorias. Una particularmente perturbadora; en la que estuvo en cama una semana completa.

A Severus le tomó cierto tiempo recuperar su compostura.

Complacido, Voldemort notó que la sorpresa de su ex-pupilo era incontenible.

¿Qué haces aquí?, finalmente logró comunicar.

La ola de maldiciones y sarcasmo no le hizo daño en absoluto, más que agravar su interés. Se comenzaba a aburrir de la lenta reacción de Severus, y cuando eso sucedía, usualmente urgaba en...

La puerta le fue cerrada en la cara (por así decirlo).

El Dark Lord proyectó el equivalente a una sonrisa mental.

Un poco emocionales hoy, ¿Severus?

Silencio del otro lado.

Que pésima hospitalidad. En fin, sólo venía a saludar... y hacerte recordar que no me he olvidado de ti. Sí, sí, sé que amenazas no lograran impactarte, sin embargo de eso no se trata esta visita.

Ligero interés. Bueno, al menos ahora estaba atento.

En estos momentos, tengo en mi poder algo que estoy seguro que le interesará al Viejo.

Duda. Incredulidad.

Voldemort rió.

Oh sí, es precisamente como piensas. Harry Potter... interesante chiquillo, he de admitir. Pero me desvío del tema. Te estoy invocando, Severus Snape a que retomes tu lugar entre mis death eaters. Las circunstancias han cambiado, estoy seguro que tus preferencias también.

¿Cómo sé que no es una trampa?

Cinismo.

Porque necesito de tus habilidades, Severus. Mejor dicho, Harry necesita de tus habilidades. Temo decir que el niño se encuentra en condiciones adversas... Además, te doy mi palabra que en tu entrada y salida de mi humilde hogar, se te garantizará tu seguridad. Aunque sólo por una vez... otras visitas tendrán que ser arregladas personalmente.

¿Honestamente piensas que me uniré a ti?

Pero si nunca te fuiste.

*

-¡Albus! -una jadeante voz llamó a la distancia.

La entonación alarmada y llena de desesperación, sin duda amenazaba con arruinar su paseo por las orillas del lago. Asintiendo a la criatura en la superficie del agua, el director de Hogwarts se despidió formalmente y comenzó el camino de regreso al castillo.

Severus no tardó en darle el alcance. Su tez pálida y aura inquieta indicaban lo que más temía... y esperaba, en cierta manera.

-En mi oficina, Severus -dijo seriamente.

El Profesor de Pociones sólo dio media vuelta. Su mudez no lo sorprendió, sin embargo, el paso apresurado le indicaba que estas noticias estaban alterando terriblemente a su pupilo.

De repente, la gárgola que custodiaba su área de trabajo se encontraba millones de segundos a la distancia.

Una pizca de temor asomó en sus emociones. Tom había contactado a Severus, eso era claro. Pero... ¿Qué es lo que había dicho para que pusiera en ese estado a su alumno? Sin duda, no se trataba de una simple amenaza.

El poder de Voldemort debe de estar creciendo si es que ha logrado traspasar las barreras mentales de Severus.

-¿Te puedo ofrecer algo de tomar o de comer? -indicó a Severus que tomara asiento.

El profesor negó la cabeza, ocupando su lugar habitual. Albus lo siguió.

Un silencio físico se manifestó, pues mensajes visuales corrían a la velocidad de un rayo desde Severus hasta Albus, de Albus a Severus, de Severus a Fawkes, de...

Finalmente, el director suspiró agotado.

-Así que lo tiene en su poder... -murmuró ominoso.

Un gran peso había sido duplicado sobre sus hombros.

Severus simplemente asintió.

-Pero, ¿qué es lo que requiere de ti? -posó su interesada mirada sobre el muchacho- Dudo que Voldemort se haya tomado la molestia de infiltrar tu mente sólo para jactar su momentánea victorea.

La tensión se hizo aún más presente.

-Quiere que asista a su morada -Albus levantó una ceja.- Dice que hay asuntos que discutir. Asegura que no desea vengar cuentas pasadas, y se me promete una visita placentera, con un regreso sin contratiempos. La posibilidad de tener un encuentro con Harry Potter también se da como "bonus".

Albus desvió su mirada al techo por unos segundos, dándose tiempo para controlar sus tumultosos pensamientos.

-¿Tú le crees? -finalmente preguntó.

Severus hizo una mueca a modo de sonrisa.

Dumbledore lo observaba impasible y solemne, bañado en su real gloria. Su personalidad juguetona escondida hasta que sea el momento oportuno de mostrarla, el agotamiento y tristeza por la captura de Potter hace mucho tiempo controlado, temor... ¿qué temor?

La calma en sus ojos azules era una ráfaga helada de viento.

El juego había comenzado.

-Lo que yo crea al final no va a importar, sé que me ordenarás asistir -respondió seguro de sus palabras.

-Hijo mío, sabes que si yo pudiera evitar que te arriesgues de esta manera tan... brutal, lo haría. No deseo nada más que la paz para todos. Confío en tu buen juicio para tomar las decisiones correctas llegado el tiempo. Sin duda, tienes tus propias razones para haberme confiado esta información a sabiendas del favor que te iba a pedir.

Severus bajó la mirada al suelo.

Y es que también quiero ver a esa serpiente traicionera.

Pero claro, esa era información clasificada... Una que sólo la sabía él y nadie más (aunque si Voldemort había penetrado más de lo que se imaginaba, quizás él también estaba consciente de sus motivos personales).

-¿Por qué más va a ser? -gruñó en fingida molestia.- Si el niño sobrevive, juro que declaro por cumplida mi deuda con su padre y su madre.

Dumbledore sonrió cálidamente.

-Una noble motivación, efectivamente. Tienes un gran corazón, Severus. No dejes que la oscuridad del Dark Lord te lo contamine -negó ligeramente la cabeza, cambiando de tema.- ¿Dio especificaciones? ¿Indicaciones? ¿Fecha? ...¿Ordenes?

Apuesto a que te encantaría saberlas, bastardo.

-Debo partir tan pronto como pueda, una simple Aparición hará el trabajo. Nadie debe enterarse, y discreción ante todo. Me recomendó traer cierto equipo de trabajo.

-¿Ingredientes?

Severus asintió.

-Jura que tiene algo que ver con Harry Potter, pero por todo lo que sé, podría estar creando un nuevo veneno o cruzando razas de basiliscos con acromantulas... Nunca se sabe con el Dark Lord.

-Nunca se sabe... -estuvo de acuerdo Dumbledore.

*

¿Para qué mentirse a sí mismo? Las primeras semanas de Hogwarts fueron un infierno. Las ingratas criaturas hacían lo que querían, huyendo de clases y escondiéndose en los cientos de pasadizos. Salazar Slytherin no sabía qué podía hacer para controlar a los salvajes que tenía bajo su cargo.

Se habría preocupado en buscar las distintas maneras de probar que Godric hizo trampa en la Selección de Casas si no fuera porque al pelirrojo le iba igual o peor que él. Al menos sus alumnos no lo habían dejado encerrado en ningún baño, aún.

Decir que los primeros días fueron malos era ambos, la verdad y una mentira. Salazar tuvo por primera vez mayor contacto con mentes maleables y sedientas de conocimiento, sin embargo, tuvo que aprender a la mala que la enseñanza no se trataba sólo de mostrarles a los niños que les convenía aprender, sino que tenía que interesarles aprender. Para ellos era un reto. Un reto de paciencia... la tuya y la de ellos. Una guerra sin bajas pero con muchas balas.

Toda información antes de pasar a formar parte de sus mentes era afectada por distintos procesos.

1.- El Respeto era uno de ellos.

Helga no tenía absoluto problema en el tema, considerando que sus estudiantes la adoraban. Era fácil distinguir quién era alumno de su Casa, sus niños brincaban por todo el lugar con una chispa de alegría en sus pequeños ojos. ¡Algunos incluso sonreían!

Las envidias que causaba.

El problema de Salazar se solucionó cuando sus estudiantes se enteraron precisamente qué era un Mago Oscuro. Luego sólo tuvo que lidiar con el miedo y el rechazo.

2.- Valoración de Utilidad (Interés).

Era difícil mantenerlo. Muy, muy, muymuymuy difícil.

A ninguno de sus alumnos le interesaba saber que la tierra habitada por flobberworms era increíblemente rica para cultivar marjoram, una especie de exóticos y variados usos... Hasta que se enteraban que la marjoram se vendía en precios extremadamente altos por su escasez dentro de la sociedad europea.

El punto 3 ayudaba.

3.- Importancia del Conocimiento (Motivación).

El soborno del chocolate y caramelos tenía sus límites, descubrió con prontitud. Por lo que desvió sus investigaciones.

Medidas radicales podían incrementar hasta niveles exuberantes el interés en aprender. Sobretodo si el alumno en cuestión pendía de cabeza frente a sus colegas. Puntos extras si no traía nada debajo de la túnica.

-¡De nuevo lo hicieron los malditos hijos de...!

-¡Godric!

-Lo siento, Rowena.

Salazar no levantó la mirada de su libro, un escrito sobre pociones medicinales que Helga le había prestado con entusiasmo. Un pergamino a su izquierda contenía todas las anotaciones que dignaba importantes, su mano deslizaba la pluma sobre su superficie imprimiendo palabras que pudieran ayudarles en su continua inves...

-Godric muévete, me estás bloqueando la iluminación.

Nada.

-Gryffindor, por favor. ¿No ves que estoy ocupado? -ligero tono irritado.

Estaban en la Sala de Profesores, disfrutando del poco tiempo que quedaba antes de la cena, en donde tendrían que supervisar la adecuada conducta de sus pupilos. Luego cada quien podría retirarse a sus habitaciones si así lo deseaban.

-¿Cómo lo hiciste?

Salazar levantó la cabeza de su libro.

-¿Cómo hice qué? -alzando una ceja.

-¡No te hagas el ignorante, Sal! -el pelirrojo hizo todo un alboroto al tomar asiento a su lado- ¡He visto a tus alumnos y que has hecho algo para que dejaran de darte problemas! ¿Qué fue lo que hiciste?

-Oh. Eso.

Regresó su vista al libro y se tomó tiempo para pasar una hoja. A su lado, Godric se cruzaba de brazos y enrojecía cada vez más.

Midió los segundos con cuidado. Si se demoraba demasiado, Gryffindor haría más escándalo del que ya había hecho.

La vida de inocentes estaba en peligro.

-Sólo les dije que si consideraba que no estaban a la altura de mis estándares, los echaría de la escuela.

-¿Eso es todo? -preguntó sorprendido.

No. Pero eso no tenía por qué saberlo Gryffindor.

-Considerando que la mayoría de mis alumnos no podría pagar otra escuela, es algo impactante, Godric. Una amenaza sutil pero efectiva -repuso.

-Salazar tiene razón, Godric. Vas a tener que encontrar otra táctica si quieres ganarte el respeto y obediencia de tus estudiantes.

-¿Qué hiciste tú, Rowena?

Slytherin dejó su libro a un lado para oír la respuesta de la mujer, él también tenía curiosidad por saberlo.

-¿Yo? -sonrió cómplicemente a Slytherin- Encanto natural, Godric. Puro encanto natural.

*

Abrió los ojos con lentitud, saboreando la tranquilidad del ambiente. Tranquilidad y paz invadía su ser, y por un momento juraría haber sido tocado por una luz brillante que insistía en que todo estaba bien. Que no se preocupara.

-Me estoy acostumbrando a esto -anunció al cabo de un tiempo.

-¿Hmmm? -cuestionó Voldemort sin levantar la mirada del tomo que estaba leyendo.

Harry cerró nuevamente los ojos, una plácida sonrisa en su rostro.

-A levantarme contigo a mi lado.

El sonido del libro al cerrarse bruscamente lo sacó de ese estado de felicidad. Su rostro enrojeció al caer en cuenta de sus palabras.

-No es eso, es que... -intentó rápidamente cambiar su mensaje.

El Dark Lord lo ignoró, levantándose del sillón negro con elegancia. Su túnica flotaba alrededor de él mientras se abría paso hacia su cama.

-¿Cómo te sientes? -preguntó, midiendo su temperatura con un hechizo que Harry desconocía.

-Bien. Inusualmente bien -murmuró él.

Voldemort tomó asiento en la cama, cuidando de no incomodar a su huésped (y pensando que las cosas se habían complicado demasiado desde la planificación del ritual).

-Tuve un extraño sueño -colaboró Harry.

-¿Sí? -el adulto ladeó interesado la cabeza.

-Estaba en un lugar en las nubes, donde el silencio reinaba. Creo que soñé contigo, pe-pero no es como piensas, -se sonrojó nuevamente al ver la ceja levantada del Dark Lord- era algo sobre Hogwarts.

Una sonrisa divertida iluminó el rostro del mago oscuro.

-¿Yo en Hogwarts?

Harry asintió.

-Bueno, no me acuerdo los detalles... pero me parece recordar que era así.

Iba a seguir relatando sus impresiones del sueño, cuando Nagini penetró en la habitación. Harry se quedó callado al ver la facilidad con que la serpiente podía disolver parte de la puerta a su propio antojo.

"Eso habrá que remediarlo en un futuro cercano."

La burbuja de serenidad con la que se había rodeado Harry se quebró en mil pedazos, recordándole dónde estaba, con quién estaba y lo que sucedía.

Confusión lo aquejó al recordar todo lo que le había dicho a Voldemort. ¿Cómo podía tener la confianza para comentarle todo eso? ¡El hombre había asesinado a sus padres, por favor!

Ira hacia sí mismo. Voldemort lo estaba manipulando demasiado bien... y Harry caía en sus trampas. Seguro que había sido un hechizo para hacerlo bajar su guardia.

~Amo, lo andaba buscando.~

El Dark Lord asintió.

~Fui a donde usted me ordenó, y tengo mi reporte listo.~

Voldemort sonrió algo forzadamente, sus pensamientos aún dispersados.

-¿Confío en que reposarás, Harry? -dijo distraído- Esa alergia tuya es inusual... Intenta comer algo mientras estoy ocupado en otros asuntos.

Sin esperar respuesta, el Dark Lord siguió a Nagini hasta su propia habitación, murmurando una orden a Wormtail en el camino.

La puerta se cerró automáticamente.

~¿Qué noticias tienes? -preguntó sin mucho interés, muy en el fondo ya sabía la respuesta.~

~Los muggles ya no tienen sus cosas, Amo. Me parece que alguien se nos adelantó al recuperarlas.~

Voldemort cerró los ojos.

La varita de Salazar estaba perdida a menos que Harry vaya a Hogwarts. La idea no le agradaba en absoluto.

Aún no lograba descifrar a Potter-Slytherin. No sabía si llegado el momento iba a ser una variable que pronunciara aún más su poder, o si lo intentaría extinguir. Era cierto que había hecho una promesa... pero estaba seguro que Slytherin encontraría más de un agujero por el que traicionarlo sin romper el pacto.

Y sin embargo, no veía la manera en que pudiera arrebatarle las pertenencias de Slytherin a Albus Dumbledore. Sólo Hogwarts.

El Dark Lord regresó la mirada a su fiel sirviente, Nagini, y le dirigió una sonrisa en agradecimiento por la información.

~¿Cansada? -preguntó con ternura, una emoción sólo reservada para sus elegidos.~

La serpiente asintió.

~Si mi Señor me lo permite, me agradaría retirarme a cazar.~

~Por supuesto que puedes retirarte, bienvenida a casa.~

*

Decidió no pensar demasiado en lo que estaba ocurriendo. Su cerebro oficialmente estaba muerto. Demasiadas preocupaciones, demasiadas conjeturas, ningún hecho concreto.

Se acomodó bajo las cubiertas de la cama, sentándose en ella y apoyándose en el respaldar.

Estaba pensando qué hacer.

Voldemort le había dicho que debía que descansar y hasta cierto punto, Harry sabía que aquello era verdad. Sin embargo, no podía sentirse más rebelde. Tenía que desobedecerlo y ponerse a bailar samba por los pasillos tan sólo para llevarle la contra.

"Estoy seguro que aquello sería toda una visión. Sobretodo cuando Tom vea las maracas..."

Oh, sí. Aquello valdría la pena, concordó con la Voz.

Soltó una risita ante su fantasía, era consciente que estaba siendo infantil y engreído, pero el pensamiento no le molestaba en absoluto.

Un tímido golpe en su puerta lo obligó a levantar la mirada.

-Adelante -dijo, o mejor dicho, quiso decir. Sin embargo, cuando las palabras salieron de su garganta, la voz que se escuchó no era suya y sorprendido se calló inmediatamente.

La puerta se abrió. Harry, que esperaba que fuera un death eater o el mismo Voldemort, se extrañó que fuera una mujer.

La joven le resultaba en cierta manera familiar, aunque no sabía por qué. Su cabello era largo, lacio y negro. Lo llevaba suelto como una cascada sobre su rostro de porcelana, que portaba una expresión apaciguadora y condescendiente. Estaba vestida en túnicas humildes, con una cesta de mimbre en su brazo derecho.

El corazón de Harry latió con mayor fuerza. Sin saber la razón, la mujer lo llenaba de un sentimiento cálido y melancólico. Le dolía verla, y sin embargo, sus ojos absorbían hambrientos cada uno de sus movimientos. Quería tocarla, alzar sus brazos y traerla hacia sí, sentir la fragancia de su cabello... mas sabía que ello rompería el encanto y todo se desvanecería como en un sueño.

Se mordió el labio inferior.

¿Quién era ella que le causaba tantas emociones encontradas?

Una palabra vino a su mente: Laere.

¿Quién es Laere?

La mujer. Su mujer.

El conocimiento se sentía tan real que a Harry no se le ocurrió negarlo. Era como si hubiera estado durmiendo todo ese tiempo y poco a poco regresaba del sueño. La neblina de su mente iba desapareciendo, pero aún así... seguía estando ciego.

Laere se sentó a su lado en la cama.

-Me enteré de las últimas noticias -comentó ella casualmente, quitando las vendas de su mano derecha.- El Colegio Hogwarts oficialmente ha...

Pero sus siguientes palabras se perdieron en el aire, un susurro lejano que jamás llegó a sus oídos. La fantástica imagen frente a sí se desvaneció cuando delicados dedos tocaron su piel, volviéndose humo.

Harry quería llorar.

-Te extraño tanto... tanto... tanto...

Se encontró a sí mismo susurrando, al momento que balanceaba la cabeza entre sus manos y evitaba exteriorizar el desgarrador grito de su alma.

*

Estaba asustado.

Wormtail había obedecido a su Señor, trayéndole personalmente el almuerzo a Harry Potter. Había sido respetuoso y había tocado gentilmente la puerta. Esperó la aprobación del chiquillo antes de entrar. Y una vez adentro, la culpabilidad tomó posesión de nuevo.

A pesar de lo que opinaba el resto, Peter Pettigrew no era idiota. Él sabía que la única razón por la que Lord Voldemort lo había asignado expresamente a atender todas las necesidades del hijo de James, era porque le encantaba verlo titubear frente al muchacho. Además que eso enfurecía más a Harry, y si Voldemort de alguna manera deseaba bajar las barreras de su enemigo, tenía que desviar la atención principal de su persona...

Pero, ¿cuáles eran sus planes para con el hijo de James? La verdad era que no tenía ni la menor idea de lo que pasaba por la mente del Dark Lord... y quizás esa era la precisa razón por la que él jamás llegó ni llegará alto.

Aún así, el death eater prefería servir a Harry Potter que a su Señor, así que calló el conocimiento que tenía del asunto e intentó olvidarlo.

En algún momento podría resultar ventajoso tener tan de cerca al Niño-Que-Vivió, después de todo. Sobretodo si se decía que era la última encarnación de Salazar Slytherin.

En algún momento...

Sin embargo no éste.

Harry miraba fijamente el vacío y sus desenfocadas pupilas seguían el trayecto de lo que tenía que ser un ente invisible, pues Wormtail no veía a nadie más que a sí mismo en la habitación.

Dejando rápidamente la bandeja con comida en el fino escritorio, el death eater se preguntó si informar al Dark Lord o no. Voldemort, sin duda pensaría que él tuvo algo que ver con el extraño comportamiento de su huésped y la verdad es que no quería una sesión de cruciatus...

Con un pie dentro de la habitación y con el otro afuera, Wormtail seguía debatiéndose qué hacer.

-Te extraño tanto... tanto... tanto...

El lastimero murmullo lo sacó de sus divagaciones personales para ver que el objeto de su cuidado estaba... ¿llorando?

Eso lo resolvió todo. Lo menos que quería ahora era ser un pañuelo para las penurias del Niño-Que-Vivió.

Huyó de la habitación.

*

-Bienvenido a casa, Severus.

"Bienvenido a casa", ¡¿qué diablos quiere decir con eso?!

El Profesor de Pociones asintió ante el Dark Lord e ignoró su asquerosa sonrisa plácida. Se concentró en acomodarse la capa sobre sus hombros, observando desinteresadamente alrededor.

Se encontraban en medio de la nada, notó frunciendo el ceño. La noche había caído y la luna no haría aparición por ser luna nueva. La oscuridad abrazaba todo.

Bajó los ojos del cielo y conectó miradas con la otra figura.

Luchó por mantener en control su emociones y pensamientos, obligándose a analizar indiferentemente la idea de que su antiguo Señor lo hubiera traicionado y no pensara otra cosa que acabar con él por completo.

-Vamos, Severus. No tengo toda la noche -anunció el Dark Lord, dándose media vuelta y alejándose.

Aún perplejo, el Maestro en Pociones lo siguió.

Sus pasos sonaban muertos sobre la maleza seca y el suelo de tierra. Severus odiaba pensar en cómo se verían sus túnicas luego. Hizo todo lo posible por no levantar polvo.

El Dark Lord se detuvo y le indicó que hiciera lo mismo.

Miró alrededor, intuyendo que el lugar era uno especial, sin embargo, sus ojos no vieron nada.

Voldemort ladeó la cabeza cuestionándolo.

Severus se mantuvo en silencio y esperó pacientemente. Por dentro su corriente sanguínea transportaba más de lo normal, pues una ola de adrenalina bombardeaba sin cesar sus sentidos.

-Bienvenido a casa -volvió a repetir el Dark Lord.

Se obligó a bajar la mirada al suelo.

-Mi Señor, -dijo respetuoso- no veo nada.

-Eso es porque no quieres ver, Sev -respondió irritado.- Levanta tu mirada que mi hogar está frente a tus ojos.

Así lo hizo.

Como salido de la nada, una puerta se hizo visible. Le siguieron paredes y pilares, columnas, ventanas y vitrales, torretas, pisos y gárgolas...

Un castillo se alzó delante suyo. Un castillo magnífico y muy antiguo. Muy, muy antiguo. El escudo de la familia Slytherin se levantaba sobre los portones de la entrada.

Fue por puro control de voluntad que Severus no dejó escapar sonido alguno. Sin embargo, por dentro, su mente giraba y seguía girando. Las implicancias de lo que observaba eran... sobrecogedoras.

-Si mis enemigos utilizan el Encanto Fidelius, me pregunté que por qué yo no -se justificó innecesariamente el Dark Lord.

Las puertas de madera se abrieron al comando del actual Heredero de Slytherin y penetraron en el histórico lugar.

Severus continuó callado.

-Me tomó un poco de tiempo retomar la información que había reunido en mi primera alza de poder -explicó.- Pero una vez que regresé al rastro, no faltó mucho tiempo para descubrir este lugar. Sin duda, Sage Slytherin hizo un buen trabajo al esconderlo, intentando evitar la guerra de sus hijos... pero eso no le sirvió de mucho cuando fue asesinado por el mayor, ¿o sí? -se burló- Desafortunadamente para ellos, y afortunadamente para mí, el Castillo Slytherin ha estado perdido por varios siglos... permitiéndome reclamarlo como mío. De otro modo podría haber quedado en las manos de una de las familias... -volteó para mirarlo- Snape.

Severus asintió.

-Me parece que fue una sabia idea la de Sage Slytherin, aún cuando eso causara su muerte -comentó el Maestro en Pociones.- Estoy consciente de la historia de las familias descendientes del Gran Fundador; guerra y traición entre nosotros... eso nos habría destrozado por completo.

Malfoy habría luchado con la Lestrange, Snape le habría dado la espalda, y hasta la Black se desquiciaría con el poder. Todos se hubieran clavado puñales en la espalda por lo que sea que pudieran encontrar dentro del fantaseado castillo.

-Eso fue lo que casi causó la extinción de la línea Slytherin -estuvo de acuerdo el Dark Lord.

Continuaron en silencio, caminando sin detenerse. Los pasillos estaban bien cuidados y nada parecía indicar que el castillo hubiera sido abandonado por largos periodos de tiempo.

Sin perder de vista a su anfitrión, Severus notó que si bien era cierto que la ruta por la que transitaban se encontraba impecable, le pareció ver puertas añejas cerradas... Lugares donde todavía no se había reconstruido lo suficiente para hacerlo habitable.

Lo cual no era sorpresa, considerando el tamaño que había de tener la propiedad...


No termina de gustarme la primera escena... pero qué voy a hacerle... Se aceptan mutilaciones de cabeza.