Misty: 17
Ash: 16
Brock: 21
Sin Palabras 4*AMBER MIST
-Ayúdame...-
Habían pasado 30 minutos desde su llegada, pero Misty aún no despertaba. El doctor se había retirado a atender otros pacientes y Brock decidió desayunar antes de escuchar el diagnóstico, pero Ash se rehusó a moverse de donde estaba y solo se limitaba a quedarse sentado en una silla de plástico blanco junto a la cama de su amiga.
-Ayúdame... Abre los ojos... –
Los ojos del entrenador reflejaban toda su depresiva culpa enfocados directamente en el rostro de Misty, el cual mantenía su ceño fruncido y la boca con una leve torcedura hacia abajo indicando que no tenía un sueño placentero. Respiraba profundamente acompañando las pausadas aspiraciones con un fuerte movimiento en su puño apretando las sábanas.
-Ayúdame, Misty... sácame esto del pecho... –
Ash mordió su labio inferior mientras en su mente se repetía el ruego de Ayuda hacia Misty...
-Abre los ojos... despierta... –
La expresión con la cual ella lo había mirado la tarde anterior lo perseguía cada vez que le rogaba despertar, pero aunque lo único que Misty demuestre hacia él sea desprecio, verla otra vez fuera de ese lugar con completa salud era lo único que Ash deseaba en ese momento...
-Despierta.... no me hagas esto... –
Bajó la cabeza y se sostuvo las sienes con la palma de sus manos tratando de detener el continuo eco de sus ruegos que parecían volverlo loco, hasta que un sonido dejó de oírse. Ash, inseguro de esto, levantó la cabeza lentamente, temiendo confirmar lo que creía que pasaba o encontrarse con los azules y fríos ojos de Misty fijos en los suyos. De ambas sospechas prefería la segunda...
Miró primero el puño que había cesado su presión en la sábana y dejaba la mano extendida sobre la cama. Lentamente levantó la mirada a su rostro, encontrando los ojos de la chica cerrados. Su expresión comenzó a cambiar a una asustada cuando bajó la mirada a la nariz y boca de Misty viendo a ambas inmóviles...
-¿Misty? – Preguntó con voz temblorosa bajando aún más la vista hacia el pecho de ella encontrándolo inmóvil también – MISTY! – Exclamó asustado y en desesperación comenzó a moverle el hombro tratando de despertarla. Pero ella no abría sus ojos y continuaba sin signos de respiración.
-AYUDA! – Por un momento pensó en correr hacia las enfermeras para que lo ayudaran, pero no quería dejar la habitación. Buscó desesperado el comunicador, pero era tal su estado qua la visión parecía fallarle. Misty comenzó a temblar fuertemente haciendo que Ash perdiera la concentración de su objetivo. Encontró el aparato junto a la cama y lo presionó con fuerza.
Los temblores de la entrenadora empeoraron, acompañados de desesperados pataleos y movimientos de brazos. Ash la abrazó intentando detener los violentos movimientos antes que involuntariamente se lastimara con sus acciones...
-Tranquila, Misty. Detente – Los intentos de calmarla no daban el menor resultado y las lágrimas de impotencia caían de los ojos de Ash sintiendo en sus mejillas las de Misty que, seguramente, eran derramadas también en su sueño...
-Despierta por favor, Misty... No me hagas esto... –
Los pataleos y temblor se detuvieron y una fuerte bocanada de aire fue aspirada por Misty mientras se abrazaba fuertemente al entrenador, quien al sentir la respiración agitada de ella en su cuello sintió un escalofrío placentero recorrer su espalda y suspirando aliviado la abrazó con mayor fuerza...
-Misty... – Murmuró en un tono en el cual mezclaba el alivio y la felicidad de pensar que se había recuperado de ese extraño episodio sumado al cariño que le tenía. Pero no por mucho duró aquello, ya que los verde azulados ojos de la chica pelirroja se abrieron y al verse abrazada a Ash lo empujó con furia lejos de ella.
Ash cayó de la cama al suelo sorprendido por el cambio de situación y sus ojos aún fijados en los de ella se ensanchaban asustados al ver como el verde brillo se desplazaba una vez más por el frío azul hielo que lo miraban con ira...
-No vuelvas a acercarte... –
-Misty... yo solo... –
Dos enfermeras llegaron a la habitación con el doctor detrás de ellas...
-Despertaste, Misty. – Sonrió una de las enfermeras. - ¿Cómo te sientes?- Misty solo asintió con la cabeza sonriendo.
-Me alegro que ya estés bien. – Respondió la misma enfermera. Después giró hacia el chico que comenzaba a levantarse con una confundida expresión en su rostro -¿Tú presionaste el comunicador?-
-Sí...—
-¿Qué pasó? –
Ash miró a su amiga, quien sentada en la cama parecía que nada había pasado. Respiraba con normalidad y, pese a su estado, sonreía. En sus ojos estaba una vez más el tono verdoso que desaparecía cada vez que lo miraba. El doctor y las enfermeras lo miraban esperando su respuesta, pero el entrenador estaba demasiado confundido para hablar...
-¿Será que en realidad no pasó nada de eso?... ¿Pude imaginarlo todo?...- Levantó la mirada a los profesionales –Había dejado de respirara. – Respondió al fin - ... Y después comenzó a temblar y yo... –
-Su ritmo respiratorio es normal, teniendo en cuenta el incidente .- Aseguró el doctor mientras revisaba a Misty con su estetoscopio.
-Ella parecía tener una pesadilla.-
-¿Cómo anoche? – Preguntó el médico girando hacia su paciente, quien asintió con la cabeza. El doctor suspiró –Tendremos que hacer los estudios otra vez .-
-¿Porqué?-
-En ninguno de ellos hay anomalías que justifiquen estos cuadros. Si los próximos resultados son los mismos... tendremos que derivarla a psicología.-
-¿Psicología?
-Es posible que sus síntomas sean psicosomáticos o al menos casi todos...-
Cuando el médico giró hacia Misty al decir lo último ella pasó su mano izquierda sobre su garganta y él negó débilmente.
-¿Qué pasa? – Preguntó Ketchu8m al ver como Misty bajaba la cabeza tristemente con la respuesta del médico.
-La fuerte marea y el frío del mar aparentemente no ha afectado como se espera al cuerpo de Misty. –
.¿Pero...?-
-Me temo que sus cuerdas vocales sí fueron afectadas. Es posible que no vuelva a hablar.-
Continuará...
AM
