Sin Palabras 9
*AMBER MIST
Después de acariciar a sus tres pokémon felicitándolos por su obediencia, la entrenadora emprendió camino de vuelta hacia el campamento, cada paso avanzado significaba una batalla más perdida de su arrepentimiento. Sus pasos eran inseguros, ya que gran parte de ella deseaba volver al lago y asegurarse que Ash estuviera bien, fuera del agua, pero aquello que la había obligado a forzar a sus pokémon a empujarlo al agua le exigía continuar su camino hacia el campamento intentando influenciar sobre su conciencia arrepentido que sus acciones fueron justas y correctas, que Ketchum merecía el escarmiento... y también uno peor al dado.
Se sujetaba la cabeza rogando que alguna de las contradictorias emociones ganara el enfrentamiento y que ambas voces portadoras de sus sentimientos pudiera predominar y así dejar su confundida mente en paz.
***
Al salir a la superficie, nadó con dificultad hasta la orilla donde reptó hasta sacar su cuerpo por completo del agua. Quedó boca abajo en la tierra y lentamente tratando de amortiguar el dolor en su zona abdominal, donde fue el mayor impacto de los tres pokémon, comenzó a voltear de posición hasta quedar mirando el cielo. Tomó su abdomen con ambas manos respirando profundamente intercalando adoloridos gemidos.
Manteniéndose en esa posición esperó hasta que el dolor se calmara o, al menos. Pudiera acostumbrarse a él. De alguna manera incomprensible pensaba en la forma de cubrir a Misty para que Brock no descubriera lo sucedido. Sabía que debía enfadarse con ella y abandonar toda campaña de cuidados que había planificado para el tratamiento, sabía que por lo ocurrido debía dejarla de lado y evitar preocuparse por su destino, pero simplemente no podía, realmente quería protegerse de Misty, pero dentro de él algo demasiado fuerte continuaba priorizándola antes que su propia seguridad física y mental.
Cuando el dolor cesó, el entrenador se levantó aún sosteniéndose su abdomen y caminando lentamente volvió al campamento con un encubrimiento razonable para Brock que justificara que estuviera mojado de cabeza a pies, que tuvieran que quedarse ene se ligar, pues caminar le costaba y también explicara el porque de todo aquel barro que cubría su ropa. Al llegar al campamento su primera acción fue mirar a Misty, quien parecía tener una especie de debate con ella misma, mientras clavaba su mirada en el suelo y retorcía en sus manos la lapicera. Brock se encontraba alejado de ella guardando la vajilla del almuerzo.
El criador levantó la mirada viendo llegar a Ash en esas deplorables condiciones…
-¿Qué pasó contigo? –
-Un accidente. – Respondió secamente mientras se sentaba en el suelo esforzándose al máximo para evitar cualquier mueca de dolor que pudiera surgir al tener que movilizar de ese modo su zona abdominal.
-¿Qué accidente? – Misty levantó la vista, por primera vez desde que el entrenador llegó confundida por la respuesta de Ash.
-Caí al río. –
-¿Porqué no lo esperaste, Misty? – Ella no tenía idea de que responder, pero de igual forma tomó su carpeta. Por su parte, Ash tenía pensadas las respuestas y se adelantó a cualquier palabra que Misty quisiera escribir.
-Yo le dije que viniera. Caí después que ella se marchó.-
Por más que las intenciones del entrenador eran nobles, Misty no pudo evitar desconfiar de su actitud, pues el único efecto que "La Mentira" de Ash tenía en ella era sumarle más culpa a su ya aturdida mente que no sabía si arrepentirse o continuar con su hostil actitud.
-Creo que lastimé mi pie al caer – Comentó el entrenador masajeándose el tobillo con una genuina mueca de dolor por el esfuerzo del estómago al acercarse al pie -¿Podríamos quedarnos en esta zona por hoy? –
-¿Quieres que vea tu tobillo, Ash? Creo que tengo algo para... –
-No es necesario! – Interrumpió con una agradecida sonrisa –Solo necesitará reposo. –
-Por mi no habrá problemas. – Brock miró a Misty en busca de una respuesta y ella negó con su cabeza indicando que tampoco los tenía.
***
El pedido de Ash para quedarse un día en aquel lugar favoreció a los tres viajeros que debían adaptarse a la nueva condición de Misty. El criador permaneció gran parte de la tarde estudiando el tratamiento a seguir teniendo presente todo el tiempo las palabras del doctor antes que salieran del hospital esa mañana, palabras que preocupaban a Brock y que lo obligaban a estar pendiente de Misty antes que su extraña actitud pudiera causar daño a Ash o a ella misma, siendo totalmente ignorante de lo ocurrido en el lago.
Ash se encontraba en el suelo ocupado con sus deberes de entrenador, limpiaba las pokébolas teniendo parte de su atención enfocada en su labor, otra en Pikachu y Togepi y, por otro lado, continuaba con su trabajo de "Guardián" cuidando a Misty.
La entrenadora intentaba omitir la molesta voz que le reprochaba su "Debilidad" con Ash exigiéndole que dejara de comportarse como si fuera culpable de algo...
-¿Puedes dejar de mirarlo? – Reprochaba desesperada la rencorosa voz, haciendo eco en su cabeza.
-No debí hacer eso... – Respondió con tristeza en un leve murmullo.
-No, no debiste. Sabías que los pokémon tendrían cuidado y no le harían nada. Tenías que tirarlo tú misma al agua. –
-No puedo hacer eso! NO MERECE ALGO ASÍ! –
-¿No? Te diría que te escucharas, pero no puedes hablar, ¿Recuerdas porqué?-
-Sí... –
-Entonces... –
-No estoy segura que él me haya empujado. – Interrumpió la voz arrepentida. – Ash nunca haría algo así... –
-Eres una tonta. –
Misty se estremeció escuchando tal rechazo de sí misma. Abrazándose continúo con el debate de emociones...
-Observa como actúas. Igual que él. – Comenzó con desprecio – Mirándolo con culpa, arrepintiéndote, esperando que te perdone. Tú sabes muy bien lo que hiciste, él también. –
Ash levantó la cabeza, seguro de haber escuchado un sonido desde Misty, la miró notando que ya no lucía tan confundida, había vuelto a ser como se comportaba esos últimos días, fría, distante.
***
Llegada la noche los tres entrenadores cansados por la agotadora jornada decidieron acostarse temprano, pero Ash adolorido por su 'Accidente' se levantó a la luz de la medianoche. Caminó hacia el lago en donde había 'caído'. Se arrodilló a sus orillas y lenta y cuidadosamente se quitó su remera a cual mojó en las frías aguas para calmar con aquella frescura el dolor de su herida.
Volteó asustado al escuchar a alguien aproximarse viendo a Misty ser la emisora de los sonidos. Temerosa retrocedió a un lado, temiendo que su debilidad física y emocional pudieran permitirle una vez más a ella provocarle algún otro daño, pero Misty no parecía tener ninguna intención hostil hacia él. Permaneció avanzando directamente a Ash con su mirada fija en la herida que ella con sus órdenes había provocado: una extensa mancha morada en el abdomen con pronunciadas marcar rojas circulares producto de los cuernos de Corsola.
Sin saber porque permitía aquello, Ash accedió al avance y se quedó quieto en su lugar dejando que ella se aproximara la distancia que deseara. La fría mano de Misty se posó en su herida haciendo que el herido retrocediera un paso por el dolor del contacto sobre su zona afectada y por otra razón en la que no deseaba pensar.
Misty levantó la mirada a los ojos del entrenador mostrando su arrepentimiento por su acción. Ash se encontró perdido en su expresión, olvidando el dolor que le había provocado, consintió eliminar todas sus defensas, permitiendo una vez más el contacto de las manos de la agresora en su herida.
Por su parte, la entrenadora no podía pensar en nada de la cantidad de ordenes que su mente gritaba. Sus acciones eran motivadas desde una extraña fuerza de su interior que se empeñaba en estar cada vez más cerca del entrenador. Con delicadeza y sin apartar sus ojos de la mirada del herido, Misty tomó la remera en sus manos para proseguir con lo que él había empezado. Viendo la expresión de dolor de la acción, apartó la remera una vez más preocupada por el posible daño.
Ash no podía dejar de mirarla con sorpresa, todo indicaba que lo único que ella quería ella ayudarlo y reparar su error. La luz de la luna sobre ellos dejaba ver una clara imagen de ambos, lo cual permitía que pudieran leerse las miradas como si estuvieran hablando y en aquel verdoso color que predominaba en los ojos de Misty él no podía encontrar más que la ternura que siempre había estado presente en ellos. Confiado de su interpretación acercó su mano temblorosa a la de ella que aún tenía la remera y volvió a colocarla sobre la herida, en un intento de decirle Sin Palabras que aceptaba su silenciosa disculpa y volvía a depositar en sus manos su confianza.
Continúo con el procedimiento sintiéndose a gusto de ser quien lo ayudara, omitiendo que fue ella quien causó las heridas. Sentía que, por primera vez en mucho tiempo, ambos estaban haciendo lo debido, dejar los miedos y las dudas a un lado y permitirse estar juntos como ellos querían desde niños. Pero cuando recordó la causa de la herida, Misty no pudo retener las lágrimas. Apartándose un poco más del entrenador, miró hacia el suelo donde las gotas de tristeza caían.
Ash dudó unos instantes antes de tomar cualquier acción, la inestabilidad de la ella podría llevarlo al agua nuevamente, pero la expresión en el rostro de la entrenadora notaba su arrepentimiento una vez más. Temeroso que la acción pudiera molestarla, él extendió su mano temblorosamente ocupando con ella la mejilla derecha de Misty...
-No llores, Misty – Susurró con una sonrisa que evidenciaba sus (ya-no-tan) ocultos sentimientos hacia ella.
Cuando miró hacia arriba a los ojos de él, Ash pensó que se vería bajo el lago una vez más, pues la sintió impulsarse hacia delante, solo que en esta ocasión el impacto no fue dirigido en pos de una agresión, sino en un brazo al que l joven correspondió sorprendido...
Continuará.
AM
***
Ha sido un largo capítulo en comparación a los anteriores y al fin algo de romance en la historia. Queda tan solo un capítulo más para finalizar el fic.
Gracias a todos por los review.
AMBER.
