Sin Palabras XI
*AMBER MIST
Llegada la noche los tres entrenadores se acostaron en sus respectivas bolsas, luego de la cena. El día siguiente continuarían su viaje hacia la próxima ciudad por la cual debían estar con completa energía.
Brock no habló con Misty en todo el día, pero tampoco la observó con el rechazo que había sentido en la mañana al descubrir lo que le había hecho a Ash. La actitud del criador tranquilizó a la chica, quien tenía suficiente con su propia culpa para que él le agregara más.
Por su parte, Ash se sentía bastante incómodo y nervioso. Los incidentes de la última semana le fueron cada vez más estresantes a medida que el tiempo pasaba y el diagnóstico del médico le había puesto una "Fecha" a sus sentimientos; había pasado demasiado tiempo ocultándolos y negándolos y negándolos como para que de un día al otro confesarlos. Debido a este problema en su mente, era el único en el grupo que no podía dormir. Se encontraba boca arriba, mirando las estrellas creyendo que esa acción pudiera brindarle alguna ayuda…
-Brock tiene razón…… supuestamente no se lastima a quien se ama…. – Giró hacia un lado con dificultad, pues su herida aún dolía (Pero mucho menos que la noche anterior) y miró a la figura de la chica pelirroja dormida –Sé que Misty es tan romántica como Brock…….. o más. Ella me creerá si lo digo, pero aún puede existir el rechazo… - Suspiró amargamente cerrando sus ojos pensando en ese doloroso resultado –Es lo que tengo que arriesgar para que ella pueda volver a hablar… -
Una vez dormida las emociones de Misty podían enfrentarse una vez más en su Mar de Contradicciones…
El torbellino, esta vez, no se encontraba frente a ellas como anteriormente, en esta ocasión ambas partes se hallaban dentro del remolino mirándose fijamente, una con frialdad y la otra con una expresión de dulzura mezclada con arrepentimiento…
-Tenemos que irnos del grupo – Comenzó la primera.
-NO! Todo volverá a la normalidad, pronto. –
-¿De qué hablas? Es un desastre. –
-¿Qué es un desastre? – La fría mirada de la figura pareció dudar, algo que la otra, pese a su apariencia más frágil, no mostraba en lo absoluto.
-Nosotras. No puedo soportarlo más. –
-Yo sí… y lo necesito. –
-No lo entiendes… Él nos nubla… nos confunde y nos divide. Es por él que vivimos esto. – Señaló a su alrededor indicándole el mar, el cual reflejaba la pelea de Misty consigo misma, lo hundida y ahogada que se sentía por sus emociones opuestas hacia Ash y la inestabilidad de sus acciones. Aún así, los sentimientos que mayor importancia poseían dentro de su gran confusión parecían estar terminando la pelea, ya que una de ellas tenía más "Fuerza" que la otra habiendo ganado su 'poder' con los cuidados de Ash esa tarde.
-No es así. – Dijo con calma –Es todo cada vez más claro. No soportas que te esté venciendo y que desaparezcas a cada instante. No tienes nada que alegar en contra de Ash, ya nos hemos vengado, que era lo que querías. –
-Es obvio que no recuerdas nada! – Las aguas dentro del remolino se calmaron mostrando una vez más el tranquilo mar, pero el agua comenzó a desaparecer y la 'parte fría' se desvaneció en medio de pequeñas burbujas…
Misty se encontró otra vez arriba del barco. Un furioso Ash le gritaba, pero ella estaba demasiado confundida para saber que decía. Entonces el único sonido que llegó a sus oídos fue la última frase del entrenador…
-SOLO TENÍAS QUE ABRIR TU BOCOTA PARA DECIR ALGO ÚTIL DE UNA VEZ. – Vio en cámara lenta como él movía su brazo en un violento gesto que terminó en el pecho de ella, empujándola hacia la borda del barco, pero cuando este se movió bruscamente, Misty no pudo sostenerse y cayó al mar, viendo desde la profundidad a la mano de Ash asomarse por la borda…
La escena del hospital se repetía frente a él otra vez. Ella movía sus brazos con violencia y no tardaría en comenzar a patear. Cuidadosamente, Ash abrió la bolsa de la chica para que no se lastimara con aquellos movimientos y sujetó sus brazos a los costados del cuerpo de Misty. De los ojos cerrados de ella comenzaron a salir las lágrimas anunciadas por la expresión de su rostro llenando al entrenador de impotencia…
-Misty, despierta. – Suplicó susurrando, pero ella continuaba su silencioso llanto aún dormida.
-¿Te das cuenta?! – Gritó la figura. –Te empujó. Dejaste que él te convenciera de un perdón que no merece. –
-También lo empujé. –
-Y lo ayudaste a curarse después. –
-¿Vas a decirme que no lo disfrutaste también? –
-Estuve diciéndote que No lo hicieras. –
-Pero no interrumpiste mi sueño, así como tampoco te quejaste en la mañana cuando untó crema en mi cuello. –
La soltó lentamente al sentir que se relajaba en su sueño y suspiró aliviado. Apartó del rostro de la chica algunos mechones de pelo y la miró con una afectuosa sonrisa decidiendo que lo mejor sería que se quedara un tiempo más para asegurarse que no volviera a esas acciones…
Una vez más el mar se calmó y fue el turno de la "Dulce Misty" desaparecer. La fría figura se cruzó de brazos segura que ninguna de las imágenes que la otra pudiera recordar la llevaría a ganar sobre la agresión de Ash, pero entonces sintió una cálida sensación en su mejilla que la obligaba a sonreír. Levantó la mirada encontrando los ojos llenos de afecto del entrenador directamente en los suyos…
-No llores, Misty. – Le escuchó decir antes de levantar la mirada en un tono tan dulce y confortador que la obligó a refugiarse en los brazos de aquel hombre esperando que él le ayude a olvidar el dolor del incidente en el barco.
Ash se sorprendió cuando la figura de Misty, aún dormida, se arrojó a sus brazos como la noche anterior, pues esta vez él se encontraba a un costado de la chica, era como si a través de su sueño lo hubiera sentido a su lado y buscara protección en un abrazo.
La pelea acabó. No había más confusión. Todas sus emociones se unieron en pos de fortalecer a la 'líder' de todo el problema. Misty sentía que su cabeza había vuelto a despejarse, sus ideas ya eran más claras, así también sus recuerdos. Ya no existían ni mar ni figuras...
Lentamente abrió los ojos viéndose otra vez en los brazos de Ash. Le sonrió tímidamente sintiendo algo que por un tiempo había olvidado, se estaba sonrojando.
Ash notó el leve rubor, pero también el cambio en la mirada. Ya no era ese color azul distante que lo había alejado de ella, pero tampoco el verdoso y dulce que se había refugiado en sus brazos la noche anterior. Era una mezcla de ambos, aquel que la identificaba como era, verde, reflejando su dulzura y azul, representando su carácter impulsivo y algo violento, además de todas las demás emociones que comúnmente mostraba. Nervioso, se apartó un poco de ella y comenzó a jugar con sus dedos...
-Yo solo... parecías tener una pesadilla, así que. - Como respuesta a su explicación, ella le tomó la mano gentilmente brindándole un sonrisa confortadora a la cuál Ash suspiró aliviado –No quiero que te ofendas de nuevo, Misty – Bajó la mirada apenada e incómoda.
-No tienes que sentirte apenada. – Inconscientemente acarició su mejilla izquierda. –Ahora solo debes preocuparte por tu cura. – Asintió débilmente mirando fijamente a los ojos de su amigo. Él apartó su mano al reaccionar de sus acciones y atendió a la chica que tomaba del costado opuesto de la bolsa la carpeta y la birome.
Dudó unos instantes, pensando la forma más sencilla de formular su pregunta, pues aunque sus pensamientos tuvieran voz le era algo difícil de expresar. Ash la miró con curiosidad animándola con la mirada a que escribiera sin miedos...
"¿Porqué..."
Comenzó y levantó la vista al lector
"¿Porqué eres tan bueno conmigo?"
Leyó el mensaje disconforme con las palabras, pues temía que Ash no las entendiera como ella quiso expresarlas.
-¿Bueno?¿ Seré que antes era cruel con ella?-
Se arrepintió de su pregunta al ver como el chico volvía a llenarse de culpa. Hizo un gesto nervioso, moviendo ambas manos para que le permita repreguntar...
"Después de lo que hice"
-Sé que no eras tú misma con toda esa ira reprimida. – La miró con mayor seriedad reflejando toda su determinación y el amor que hacia ella sentía –Además de la necesidad que siento de protegerte y cuidarte. –
Sintió sus orejas y mejillas arder intensamente y el corazón latir a una velocidad increíble, un calor casi sofocante se extendió por todo su cuerpo, pero no podía apartar sus ojos de los de Ash, los cuales corroboraban lo que decía.
-Desde que éramos niños... – Continuó sintiendo la inspiración que permitía (Al fin) admitir sus sentimientos -... Cuando caminábamos por esos bosques y tú te refugiabas en mi espalda por miedo a los bichos o fantasmas. – Ella bajó la cabeza riendo en silencio mientras miraba sus manos nerviosas retorcer la bolsa. Ash se acercó un poco más a ella buscando con sus ojos los de Misty, esperando que pudiera reconocer su sinceridad en ellos. –Sentía en parte felicidad por saber que buscabas en mí a un Guardián y poder ejercer esa responsabilidad me inspiraba mayor valor y voluntad. Me costó demasiado con los años comprender porque tenías ese efecto en mí. – Pasó su mano a través de su negro cabello sonriendo satisfecho de sus propias palabras, pues había pensado que la confesión sería más difícil y lo pondría más nervioso, pero con solo verla a los ojos rodeados del (Cada vez más) intenso rubor lo liberaba para decirle sus sentimientos sin escuchar más dudas o miedos.
-Pero en el momento que descubrí que no puedo protegerte de todo, cuando vi que yo era el principal causante de uno de los problemas más peligrosos que has afrontado, cuando pensé que te pedería, supe que eres y serás irremplazable en mí. No me importa si me rechazas o lo que me hiciste en el lago, nada será más doloroso que verte en peligro otra vez. – Sintió sus ojos humedecerse al recordar la angustia experimentada al no verla salir del agua cuando estaba en el barco. Ella también intentaba retener las lágrimas formadas por la emoción de las dulces palabras de Ash...
-Te Amo, Misty. Es la única respuesta que... –
Interrumpiendo su confesión, ella lo abrazó con fuerza apoyando su cabeza en el hombro de él. No encontraba forma de expresar su reciprocidad de sentimientos hasta que una presión intensa en su pecho se extendió por su cuerpo, una sensación que permitió lo que parecía imposible...
-Ash... – Fue un murmullo, mezclado con un llanto emotivo, pero era un sonido, una palabra.
La apartó sorprendido viendo que ella estaba igual, tomándose la garganta sin poder creer lo sucedido...
-Puedes... Puedes Hablar! – Exclamó con júbilo abrazándola una vez más.
-Ash... tengo tanto para decirte. –
-No te esfuerces. – Le pidió abrazándola con un poco más de fuerza –Tienes la voz débil todavía. – Ella se apartó lentamente de él sin apartar sus manos del cuerpo de Ash, acarició el rostro del chico mirándolo con un amor reflejado de igual forma en los ojos de él.
-Te Amo. – Dijo simplemente sin preámbulos ni agregados innecesarios y suprimió el espacio entre ambos acercando su rostro al de él.
Ambos se miraron nerviosos e inseguros de que hacer. Él temiendo que la acción pudiera molestarla apoyó su mano en su cintura. Misty frunció el ceño y Ash quitó su mano de inmediato, pero ese no era el problema de la entrenadora. En un movimiento brusco ella tomó e rostro del chico con ambas manos murmurando...
-No tengo toda la noche. – Y lo besó dulcemente, sin recibir una respuesta inmediata del sorprendido entrenador, quien al adaptarse a la situación volvió sus brazos a la cintura de Misty, acercándola más a su cuerpo. Ella deslizó sus manos hacia el cuello de él mientras se intensificaba el beso a cada segundo.
Necesitados de aire se separaron, apoyando una frente con la otra se sonriendo...
-Es mejor que vayamos a dormir. – Murmuró Ash tratando que su cuerpo le hiciera caso y se apartara de Misty. Ella asintió con la cabeza siendo la primera en moverse y separarse del emotivo momento.
-Buenas Noches. – Susurró dulcemente al tiempo que apoyaba su cabeza en la bolsa de dormir.
-Buenas Noches, Misty. – Apartándole un mechón de pelo de la frente Ash se inclinó y la besó tiernamente en la cabeza –Dulces Sueños. –
Cuando se aseguró que estaba nuevamente dormida, el entrenador se recostó en su propia bolsa. Miró a las estrellas con una satisfactoria sonrisa que lentamente comenzó a desaparecer. Con culpa una vez más en su rostro, observó a la feliz chica dormida...
-Siento mucho que hayas tenido que pasar por todo esto por mi culpa, Misty. No volveré a dejar que mi ira responda por mí y te haga daño. – Suspiró angustiado, cerró los ojos y antes de caer completamente rendido al sueño murmuró...
-Te Amo. –
FIN
AMBER MIST.
***
He Terminado! Fue una historia larga, con un laaargo último capítulo. Espero les haya gustado.
Gracias a todos por los reviews!
*Amber.
