Demasiado pronto para decir que amanecía, demasiado tarde para considerarlo noche cerrada. Tatsuha se despidió con un largo y húmedo beso en el umbral de la puerta, de su dulce compañía.

-Venga, ya te llamaré. Adiós

El moreno se despidió haciendo un carismático gesto con la mano largamente practicado.

Con paso tranquilo, vagabundeó a través de calles con una ancha sonrisa decorándole el rostro, mientras reflexionaba que sitio estaría abierto a aquellas horas para conseguir algún tipo de desayuno. Se metió una mano en el bolsillo para hacer recuento de cuanto dinero le quedaba. Dentro de poco tendría que regresar al templo de su familia ya que su hermano se había negado en rotundo a brindarle un cuarto vacío en el que poder pasar unos días.

Unas cuantas monedas brillaron en su mano bajo la luz de una farola.

-Si, con esto digo yo que podría intentar comer alguna cosa decente...

Entro en la primera cafetería abierta, uno de esos restaurantes 24 horas estilo americano que durante una temporada tan de moda se habían puesto. Tomo asiento en una mesa rectangular de asientos alargados, pidiendo un café junto con un bocadillo. Para hacer más soportable la espera, trató de distraerse ojeando el periódico del día, que casualmente estaba plegado en un costado de la mesa.

-Basura, basura, más basura- el joven Uesugi pasó varios artículos de política y de deportes sin prestarles mayor atención. La camarera le trajo el café y la comida- Um más basura, ehhh ... - llegó a la sección de actualidad- ¡¿PERO QUE DEMONIOS?!!!

Había una foto bastante grande, nítida y a color (el color en los periódicos era para los artículos reseñados de especial interés) del mini concierto promocional de Bad Luck, celebrado el día anterior en el centro comercial de las afueras. El titulo era bastaste escandaloso. "¿Truco promocional o sentimientos reprimidos?" En la foto no aparecía otra cosa que Sakuma Ryuichi besando fogosamente al cantante de cabellos rosados. El articulo en realidad era poco serio, se limitaba a comentar la gran afluencia de publico al evento, la opinión sobre el concierto y por ultimo especular jovialmente si habría un posible trío, pues la ya conocida relación de cantante de Bad Luck con el escritor Yuki Eiri ahora parecía ser interrumpida o quizá avivada por un tercer componente: el antiguo cantante de Nittle Grasper.

-Joder hermano. ¡Eres idiota!- gritó histérico el moreno al papel. Se puso de pie, tomo el café de un sólo trago, así como el bocadillo que terminó en su estomago con apenas cuatro dentelladas. Dejó toda la chatarra que tenia en el bolso sobre la mesa y salió corriendo con el periódico debajo del brazo.

**********

Shuichi no había llegado demasiado tarde a casa, a penas era la hora de la cena. Hiroshi le había acompañado hasta la misma puerta con la moto. Tras comprobar que la puerta de la vivienda seguía con la llave echada, Shindou fue consciente de que el apartamento se encontraba vació. Le extrañó, pero entró quitándose los zapatos con cansancio. Se cambio la ropa por unos cómodos pantalones cortos y una camiseta sin mangas y cacharreó por la casa con la intención de hacer tiempo hasta que el escritor llegase. Al ver que pasaba demasiado tiempo, el cantante se decantó por no esperar más y preparase algo de cena para él "Seguro que Yuki cenó a base de pinchitos con los editores".

Tras cenar se dejó caer en plancha sobre el sofá, con la tele apagada, y una mueca de total desfallecimiento en su rostro.

Shuichi se aburría. No estaba acostumbrado a estar sólo en casa a aquellas horas de la noche. Sus ojos se desviaron hasta su viejo PC, y recordó que hacia un par de días Sakuma le había dado "unnosequecosa" en un disquete para que le echar un vistazo. Sin nada mejor con lo que entretenerse encendió el aparato, esperó a que cargase todos los archivos y metió el disquete en la unidad A:

-Umm a ver que era... - el cantante accedió al contenido del disquete, sonriendo al ver un icono de un conejo rosa con el nombre "Kumagoro´s game". Intentó acceder al archivo, pero este comenzó a darle error por una interminable lista de razones. Shuichi frunció el ceño desesperándose, tratando de solucionarlo dando a todos los botones a la vez. El ordenador comenzó a pitar y hacer ruiditos raros a mondo de protesta, con múltiples pantallas de error apareciendo una tras otra en el monitor, sacando de sus casillas al cantante que comenzó a darle patadas a la torre hasta que, cansado se decidió a apagarlo.-Supongo que mi ordenador es mucho más viejo que el de Sakuma-san.- Shindou se dio unos golpecitos con el disquete en la barbilla de forma pensativa- Podría utilizar el ordenador de Yuki, ahora no esta y tampoco creo que le importe.

No obstante y por si acaso, el cantante se asomó por la ventana del apartamento para asegurase que no venia.

-Jeje, venga, vamos allá.

Tomando asiento en la silla preferida del escritor, estiró la mano encendiendo el portátil. Shuichi sintió un suave cosquilleo interior. El estar sentado donde Yuki, haciendo lo mismo que él, le producía un agradable estremecimiento.

Mientras terminaba de cargar, el cantante acarició el teclado con la yema de los dedos, en un momento de divagación, suspirando por la cantidad de horas que el escritor había brindado a aquel teclado.

-Ojala me dedicase tanto tiempo como a ti...-suspiró tratando de reprimir sus instintos de mordisquear el ordenador en venganza- en fin, vamos a mirar esto rápido.

No pudo evitar de todos modos, por mucho que lo intento, el cotillear algunas cosas en el PC del escritor. Las carpetas más accesibles, en las que encontró muchos documentos de texto, algunos archivos desconocidos que no se atrevió a tocar, al igual que la novela que estaba trabajando en ese momento, junto con un par de archivos de imagen.

-Sólo un poquito- se reprendió a si mismo al abrirla y estudiar su contenido por encima. Lo cerró para, acontinuación, mirar las imágenes. Una se llamaba "cielo", y era una puesta de sol de Osaka, la otra tenia como nombre "baka". Shuichi la abrió con cierta desconfianza natural, cual seria su sorpresa al ver una foto de si mismo, sonriéndole desde la pantalla del portátil. Debían de habérsela tomado en un parque en otoño, si bien el desconocía la existencia de aquella foto. Pero por el fondo recordó el lugar, que había sido uno de los pocos lugares en los que habían ido de excursión como pareja con el novelista.

¿Yuki había echo esa foto?

El cantante estaba atónito, desconcertado y terriblemente emocionado.

Sacudió la cabeza tratando de centrarse. Sus ojos habían adquirido un brillo dulce y tierno cuando metió cuidadosamente el disquete en el PC.

- A ver ahora.

Doble clic sobre el icono de Kumagoro y se abrió otra ventana con un conejo rosa bastante mal dibujado que movía la mano en señal de saludo. Un letrero inferior que ponía "star" indicaba donde comenzar el juego. Presiono el botón.

"Para jugar a este juego su PC necesita los archivos 2005, 895405 y 457800. Desea instalarlos?"

Aceptar.

"Instalación finalizada con éxito"

"Si quiere mejorar la resolución de su pc. Pinché aquí"

Aquella no era una instrucción del juego. Una ventana de Internet había saltado. Pero Shuichi la confundió, así que presiono nuevamente aceptar. El portátil hizo un ruido sordo, varias ventanas se abrieron de forma simultanea, y comenzaron a funcionar por su cuenta. Shindou miró el portátil sin comprender, hasta que una ventana más grande se abrió. Un claro mensaje de texto le quemó la retina.

"¿Desea formatear el disco duro?"

-NO!, ¿qué es esto? no!! - el cantante comenzó a darle a todos los botones desperado, pero el ordenador continuo por su cuenta.

"Si"

"¿Esta seguro que desea formatear?. Se perderán todos los datos y el disco duro quedara en blanco. ¿Sigue queriendo formatear?"

-Mierda!!, ¿CÓMO SE PARA ESTA COSA?- Shuichi rozaba la histeria. No sabia que era lo que estaba ocurriendo pero se veía en una situación catastrófica.

"Si"

"Borrando. Espere unos instantes."

El ordenador comenzó a eliminar archivos hasta que la pantalla se quedó totalmente en negro con una línea parpadeante a un lado.

Shuichi se dejó caer de rodillas al suelo. Miraba con impotencia la pantalla ennegrecida del PC. Amargas lágrimas no tardaron en recorrer sus mejillas carentes de color.

-No....- murmuró con voz perdida- no por favor.... Yuki...

*********

El escritor entró en el parking de su edificio. Apagó el motor, pero se mantuvo inmóvil en el asiento del conductor. Suspiró profundamente apoyando la frente sobre los brazos que había cruzado en el volante. Llevaba prácticamente toda la noche conduciendo en la autopista que rodeaba la ciudad para despejarse, pero lo único que había conseguido era que le escociesen los ojos y se le hubiera levantado una incomoda jaqueca.

Alguien golpeó violentamente la ventanilla de su lado.

Sobresaltado, Yuki se volvió para encontrase la cara de su hermano que no parecía estar de un humor mucho mejor que el suyo. Bajo la ventanilla irritado.

-¿Qué quieres Tatsuha?, ¿Qué haces en el parking?

-Te seguí. Quería que vieras el fruto de tu idiotez hermanito- Le tiró una hoja de periódico a la cara a través de la ventanilla- No sólo te estas jodiendo tu, sino que ¡¡me estas jodiendo a mi también!!

Yuki estaba hastiado y desabrido para aguantar las chorradas de su hermano menor, pero se abstuvo de hacer comentarios y miró desganado la pagina que el moreno le había pasado. Sus ojos no tardaron en reconocer el contenido del articulo.

-¡¡ARGGGGG!!- Tatsuha parecía un león enjaulado. Se pegaba a la puerta del coche del novelista, lo observaba, se ponía nervioso, empezaba a dar vueltas, se cansaba y volvía a empezar junto a la puerta del automóvil.

-¿Y qué quieres que le haga?- comentó con voz monocorde el rubio saliendo del coche y devolviéndole el articulo de prensa.

El menor de los Uesugi estaba realmente perplejo.

-¡¡¿Tu eres realmente tonto verdad?!!

-Tatsuha, cállate. No estoy de humor y puedo ponerme desagradable contigo.

-Te lo estoy advirtiendo, llegara el momento que Shuichi se canse de ti, de tus desplantes y se largue con Ryuichi. ¡¡Y puede que ese momento esté más cerca del que piensas!! ¡¡¿Es que no vas a hacer nada?!!

-No. Si quiere largarse que se largue.

Tasuha tiró la hoja de periódico al suelo desmoralizado, mientras el rubio cogía el ascensor.

-Estoy bien jodido. Como Shuichi se junte a Sakuma-sama, entonces si que voy a tener muy pocas oportunidades. Si, bien jodido. ¡Estúpido hermano!

Yuki entró en el piso, todo se encontraba a oscuras. El escritor supuso que el cantante estaría ya por el segundo o el tercer sueño en el dormitorio. Dejó las llaves del coche sobre un cenicero a la entrada y colgó el abrigo del perchero. Somnoliento, exhausto e incluso molesto, caminó hasta el estudio, pero junto a la puerta, le dio una patada a algo carnoso. El rubio encendió la luz del estudio para descubrir a Shuichi echo una bola, sentado en el suelo sujetándose con fuerza hermética las rodillas, con el rostro demacrado y los ojos enrojecidos de haberse pasado toda la noche llorando.

El cántate levantó la cabeza en una muda suplica silenciosa.

-¿Y a ti qué te pasa?- preguntó irritado el rubio comenzando a estar ya cansado con todos su alrededor.

-Yuki lo siento, de verdad que lo siento, yo no quería... perdóname...

Lo miró interrogativo, al principio el escritor pensó que todo el numerito se debía al beso que había salido en los periódicos.

-Déjame tranquilo, tengo que trabajar- cortó de forma tajante, pero la mano de Shuichi se aferró con fuerza a su pantalón.

-Yuki, perdóname yo no quería de verdad, el ordenador, yo no sé que fue lo que le paso- La mirada del rubio comenzó a encresparse sobre el chico de cabellos rosados que bajo la cabeza hasta casi rozar el suelo con la nariz- de verdad que yo no quería, yuki, lo siento, lo siento, por favor, no te enfades conmigo, Yuki por favor... el ordenador, yo no quería...

El cantante se había aferrando con ambas manos al pantalón del rubio a la altura del tobillo, su pulso se había vuelto inconstante, temblaba más que una hoja en un día de tormenta. Su llanto ahogado no evitó que el rubio lanzase una rápida mirada al ordenador, viera la pantalla en negro con el cursor parpadéate, y con un brusco gesto se desenganchara de las manos del cantante.

-Perdóname Yuki, lo siento mucho, yo no quería.

-¡¿Qué has hecho?!- el rubio presionó mucho botones en el portátil, pero la pantalla no vario. Se volvió al chico que seguía con la cabeza humildemente gacha arrodillado a la puerta del estudio. -¡¿Qué es lo que has hecho?!

-Yo no quería Yuki, Sakuma-san me dejo un juego y-

El rubio explotó, cogió el ordenador y lo tiró por la ventana rompiendo el cristal.

-Fuera de mi casa ahora

-¿Pero Yuki?

-¡¡FUERAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Shuichi gimió sintiendo que le faltaba el aire. Rompió a llorar de forma sonora poniéndose tambaleantemente en pie. Corrió hasta el dormitorio, cogió varias cosas en la mochila y salió corriendo de la casa llorando todo lo que lo que daban sus pulmones de sí.

En el estudio, el escritor respiraba agitadamente tratando de recuperar el autocontrol, finalmente se sentó en la silla del escritorio, y enterró el rostro entre las manos.

*************

Hiró se despertó aquella mañana con unos escandalosos golpes en la puerta de su pequeño apartamento. Abrió la puerta con los ojos todavía entrecerrados por el sueño. Un bulto distorsionado de color rosa se le tiró encima llorando como hacía mucho tiempo que no lo veía llorar. El pelirrojo se obligo a espabilarse rápidamente. Cerró la puerta de su apartamento y condujo a su amigo hasta la pequeña cocina del inmueble. Espero un rato a que desahogase lo mayor, antes de soltarle de su protector abrazo e intentar hacer algo para desayunar y calmarle los nervios.

-Toma, bébetelo todo - puso frente a él una infusión cargada. Se sentó a su lado y se limitó a acariciarle la espalda de forma reconfortante hasta que el cantante se tomó toda la tila.

Parece que te hubiera pillado un camión- trató de bromear el pelirrojo, pero Shindou parecía más haya de todo, sus ojos se perdieron en algún lugar de la taza vacía y fue entonces cuando Nakano se puso serio.

-¿Qué a pasado Shuichi?

-¿Me puedo quedar algunos días en tu casa Hiro?

-Si claro, eso sin que me lo preguntes, ¿pero qué es lo que te ha pasado?

-Estropee el ordenador de Yuki. Todo. Borré todo en lo que había estado trabajando este ultimo medio año. Yuki me ha echado de su casa, no me extraña, soy un grandísimo idiota. Tenia que entregar la novela en tres días, estaba sin terminar y ahora voy yo, y se la borro del todo. Debe de odiarme.

-Venga hombre, no será tan malo. ¿No tenia copias de seguridad?

-No lo sé. Sólo se que rompió una ventana con el ordenador y me gritó que me fuera de su casa. Nunca lo había visto tan enfadado, nunca.

-La verdad es que no me lo imagino gritando- comentó Hiroshi en un tono que espero pareciese casual- ¿eso demuestra que es humano después de todo no?

-¿Que voy a hacer ahora Hiro?- Shuichi empezó a poner pucheros, muecas contrahechas de sufrimiento y finalmente rompió a llorar otra vez de forma escandalosa- ¿Y si no quiere volver a verme? ¡¡¡SOY IDIOTAAAAAAAAAAAAAAA!!! BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAA

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Nakano abrazó nuevamente a su amigo que lloraba desconsoladamente, sacrificándose a sufrir sordera crónica antes de la vejez. Se preguntó si seria conveniente hablar con el rubio. Lo había echo ya en tantas ocasiones, que no supo hasta cuando le seguiría dando resultado. A pesar de todo, aquella era una circunstancia especial. A Hiroshi no le hacía gracia pensar que su amigo pasase lo poco que le restaba de vida lamentándose y con el corazón destrozado. Pero una fuerza moral le decía que no debía de ser él, sino el propio cantante, el que le diese ese tipo de noticia al escritor.

Se debatía entre dos vertientes, y no sabia ante cual ceder.

-Anda Shu, tranquilízate, ya veras como todo se arregla -levantó la cara enrojecida del cantante y tras apartarle unos cabellos de los ojos, le dio un tierno beso en la frente- ¿acaso no se ha arreglado siempre?. Venga, duerme un poco, que parece que hace días que no descansas...¡ y haber si te limpias que me has llenado la camiseta de mocos!.

-Jaja, gracias Hiro y perdona por darte siempre tantos problemas.

-Nada, no te preocupes, todo sea por mi gran amor platónico- comentó con cariño revolviéndole el pelo mientras lo llevaba hasta su cama.

-Anda que si le digo eso a tu Ayaka-chan...

Je, Mueres. Venga, descansa un poco, si te das prisa a lo mejor encuentras las sabanas todavía calientes. Yo voy a llamar al trabajo para decir que hoy no vas.

Tras quedarse sólo en la habitación, Shindou se hizo un ovillo debajo de las sabanas, con los ojos abiertos unos segundos. Finalmente trató de seguir el consejo de su amigo y descansar.

**********

-Caballito nanoda!!

Suguru estaba en pleno ataque de estrés. K acaba de comunicarle la gran noticia.

-¡¡Pero eso es una locura, no podemos hacer todo ese trabajo en mes y medio!! ¡¡Seguchi se ha vuelto loco!!

-Caballito!!

-Ah, y todavía hay mejores noticias, para empezar Shindou ya falta hoy al trabajo. Me acaba de llamar Nakano por teléfono para decírmelo.

-Caballito nanoda!!

-Me suicido, yo me suicido- exclamó el miembro más joven de la banda con deseos de darse de cabezazos contra la pared.- Declararé senilidad prematura, me compraré una casa en las montañas y me dedicare a la cría de ovejas cuidadas por patos. Si, será lo mejor...

-Caballito!!

"Y esta era la parte fácil", se dijo el manager mirando la reacción del en teoría "más calmado y responsable psicológicamente" del grupo. Como reaccionarían entonces los demás...

-Caballito noda!!!- Sakuma acababa de cargarse en la espalda de su antiguo manager y le tiraba divertido de las mejillas haciendo muecas con la cara del rubio.

-Ryuuiiichiiiii - comentó nervioso K tirando de él y cargándoselo al hombro como un fardo- bueno, como veo que te aburres me ayudaras a hacer algunas cosas. Fujisaki, dile lo mismo que te he contado a Nakano en cuanto llegue.

El manager salió del estudio de grabación con Sakuma aun sobre su hombro, riéndose infantilmente mientras le tiraba divertido de la coleta.

-¿Por qué no querías que se lo dijera a Fujisaki?

El cantante dejó de reír dedicándole una mirada de soslayo.

-Porque es abusivo, no estoy de acuerdo con Tohma noda!

-Pues vete tu a decírselo, yo ya le comenté lo que pensaba y sirvió sinceramente de bien poco.

Se produjo un breve silencio entre los dos.

-Caballito!!!

- ...

K relinchó con desgano.

**************

Nakano aparcó su moto a la puerta del bloque de pisos donde vivía actualmente el escritor.

Tenía que ir a trabajar, Fujisaki le estaba esperando en el estudio, pero la conversación con el rubio no le llevaría demasiado tiempo, nunca lo hacia.

Se quitó el casco de la moto revelando su prolija melena, mientras llamaba al timbre. Esperó un buen rato sin obtener respuesta. O bien el rubio no estaba o no quería hablar con nadie, para el caso daba igual cual fuera la opción correcta.

Suspiró. Quince minutos más tarde estaba en el estudio recibiendo la fatídica noticia.

-¿Pero están locos?- exclamó asustado- Además, ¿por qué adelantar tanto el disco? si lo normal seria que no tuviéramos prisa en acabarlo...

Ante las maldiciones varias que Suguru lanzaba por su parte, el pelirrojo fue consciente de la única y muy buena razón para apremiar tanto la salida del disco, o al menos, tenerlo terminado.

-...

-¿A dónde vas Nakano?, ¡tenemos mucho trabajo!

-Tengo que resolver un asunto importante. No tardare mucho

Furioso, el guitarrista de Bad Luck busco al cantante de Nittle Grasper planta por planta del edificio. Lo encontró en una oficina pequeña, ayudando a K a colocar expedientes y papeles varios. Entró sin formalismos, sin falsas sonrisas, directo hasta Sakuma, tomándole por cuello de su camiseta y golpeándolo contra la pared.

-¿A quién se lo has dicho?

-¿Eh?- preguntó con inocencia y mejillas sonrosadas Ryuichi.

-Ya sabes a que me refiero. ¡¿A QUIEN SE LO HAS DICHO?!

-Sueltale Nakano- K había desenfundado su mágnum y le apuntaba con ella. Aquella situación no podía ser mas tensa. Sakuma hundió el rostro en su propio cuello y sacó la marioneta blanca de conejito de peluche, para moverla como si fuera ella quien hablaba.

-Ryu-chan no ha hecho nada malo, pero Ryu-chan arreglara nanoda!

Colocó una mano sobre la del pelirrojo, indicándole que le soltara. El pelirrojo obedeció, sin permitir por ello que su humor mejorase.

Yo nunca haría expresamente algo que dañara a Shu-chan- murmuró prácticamente a su oído el cantante al pasar a su lado. Hiroshi se volvió sorprendido, relajándose progresivamente su expresión al ver a Sakuma abandonar el pequeño cuarto.

-¿Me va a explicar alguien que esta pasando aquí?- inquirió k, guardado su arma a la par que se rascaba la cabeza desconcertado.

-Nada. sólo que no me gusta sentir que la gente se ríe de mi- contestó meramente el pelirrojo con el ceño fruncido.

******************** New continue????

Me esta dando la sensación de que esto se esta volviendo algo denso ¬¬UUUU. Bueno espero los comentarios, hachazos, cestos de serpientes venenosas, etc.

Ja-ne!