¿Qué creen? ¡Todos estos personajes pertenecen a JKR! ¡No he inventado a ninguno! ¡Ninguno me pertenece!

Nota de la autora:

De acuerdo, la Alerta de Autor debería estar trabajando ya (¿alguien la tiene? Díganme si no es así). Para todos aquellos quiere saber más de Harry uniéndose a Voldemort, mi amigo The Great Bumblebee está escribiendo un fic titulado "Whats Cooking" el cual es realmente gracioso. Vayan a verlo.

Nota de la traductora:

Silverfox es de Austria (no confundir con Australia) y su lengua materna es el alemán, pero escribió "Harry Potter, Hogwarts' Caretaker" en inglés, si deseas leer la versión original, puedes encontrarla en fanfiction.net y si deseas escribirle (en alemán o inglés, preferentemente) su dirección es silverfox@kabsi.at

Capítulo 12: DRACO

Harry volvió a su oficina esforzándose por no pensar en sus padres y lo que probablemente estarían pensado acerca de él justo ahora. Twichy una vez más viajó en su hombro tratando de obtener su atención haciéndole cosquillas en la mejilla y oreja, pero Harry lo ignoró. No estaba de humor para jugar. En realidad no estaba de humor para nada. Tal vez sólo debería acostarse en su cama y llorar.

¿Pero qué cambiaría eso? Seguía siendo un traidor. Aún había traicionado todos los sueños que sus padres habían tenido para él. Sus padres, que habían muerto por él. Habían muerto para que él tuviera una oportunidad de vivir para esos sueños. Sueños que él había traicionado.

Harry cerró la puerta de su oficina detrás de él y se dejó caer en su cama. Twichy parecía nervioso, casi preocupado, pero Harry no tenía ánimo para calmar al hurón. Sólo quería dejar de pensar, pero los pensamientos se hicieron más y más fuertes con cada vez que respiraba.

"Traicioné a mis padres, traicioné a mis padres" Harry se tapó las orejas para bloquear el sonido, pero por supuesto eso no funcionó. Sacudió la cabeza tratando de negar, pero aún así sabía que era cierto. Twichy estaba tratando de llegar a sus manos, probablemente para lamer sus dedos otra ve, pero el movimiento repentino lo hizo volar y aterrizó en la cama con un suave quejido de sorpresa o consternación.

De alguna parte en el fondo de su mente una voz calmada y apenas audible le advirtió a Harry que estaba corriendo el riesgo de lastimar al hurón si continuaba moviéndose tan de repente sin advertirle. Harry la ignoró. Tenía que detener sus pensamientos, tenía que detener esos recuerdos. Pero no podía detenerlos. Nunca lo dejarían hasta que estuviera muerto.

Muerto. Harry se incorporó, levantó sus mangas y miró las dos delgadas cicatrices blancas en sus muñecas. Había sido tan fácil. Si tan solo aquel muggle no lo hubiera encontrado. ¿Por qué había tenido que llamar la ambulancia? ¿Por qué simplemente no había ignorado a Harry? Si lo hubiera hecho, Harry no estaría siendo torturado por esos pensamientos ahora.

Harry se puso en pie de un salto y corrió al baño. Tomó una navajilla de afeitar y la contempló con interés distanciado por un momento. Había sido tan fácil cortar su propia piel con una de esas. Nunca había esperado que fuera tna simple.

Todavía sosteniendo la navajilla en su mano derecha, levantó la izquierda de modo que pudo ver la cicatriz otra vez. ¿Era posible dirigir la navajilla tan exactamente sobre la cicatriz que nunca abandonara esa línea? Tenía que intentarlo.

Harry bajó la mano derecha y lentamente trató de ubicarla en el mismo punto donde había empezado a cortarse la muñeca unos dos meses antes.

Un repentino chillido detrás de él lo sorprendió. Dudó. Algo blanco se precipitó cerca de él, sujetó la navajilla y tiró con todas sus fuerzas.

-¿Twichy? –Harry estaba tan sorprendido  que la soltó y el hurón se precipitó de vuelta al cuarto con la navajilla en su hocico.

-¡No, Twichy! –gritó Harry corriendo alarmado tras el hurón-. ¡Regresa! ¡Eso es peligroso! ¡Suéltala! ¡Vas a cortarte! ¡Por favor, Twichy, las navajillas son muy peligrosas!

-Exactamente mi opinión –respondió Draco Malfoy.

Harry lo miró. Draco estaba sentado en la cama de Harry jugando perezosamente con la navajilla en su mano. Twichy no estaba visible por ninguna parte. ¿Tal vez estaba escondido en uno de los bolsillos de Draco? Obviamente le había entregado la navajilla a él sin mucho forcejeo.

Harry recordó de repente cómo Twichy había desaparecido en dirección a los calabozos cuando se conocieron. Había pensado que el hurón pertenecía a un Slytherin y aún le parecía plausible. Draco, había podido notar, pasaba mucho tiempo con Severus Snape y probablemente podía ser encontrado en los calabozos con frecuencia. Era lógico que Twichy lo conociera bien y cuando había salido del baño buscando refugio y había visto a Malfoy en su habitación...

¡Un momento! ¿Qué estaba haciendo Draco en la habitación de Harry? La puesta estaba cerrada y no había oído a nadie entrar. Podría haber usado un alohomora, por supuesto, pero ¿por qué habría de hacerlo y luego entrar sin anunciarse sólo para sentarse en la cama y esperar que Harry notara su presencia?

-¿Cómo entraste aquí?

-Tú me metiste por la puerta –dijo Draco, como si se supusiera que Harry debía saberlo.

-¿Yo hice qué?

-El hurón, ¿recuerdas? –Draco sonrió, obviamente disfrutando con su confusión.

-¿Twichy? –Harry buscó el hurón una vez más-. ¿A dónde se fue?

-Está justo aquí, Harry. Yo soy Twichy. Él es mi forma animago –Draco parecía estar luchando por dominar la risa.

Harry lo miró tratando de entender lo que acababa de oír. ¿Twichy era qué? O mejor dicho, ¿era quién? Recordó cómo el hurón algunas veces parecía casi humano. Eso tenía sentido en realidad.

No, un momento, no lo tenía. ¿Por qué querría Draco Malfoy, el héroe de guerra, jugar a atrapar con Harry Potter, traidor y cobarde? Harry se sintió totalmente confundido.

-¿Recuerdas: yo – hurón – Moody? –preguntó Draco, ahora realmente riendo-. El animal es natural para mí.

Harry se encontró a sí mismo sonriendo. La risa de Draco era contagiosa cuando no estaba burlándose ni gruñéndole a la gente.

-¿Por qué te dicen Twichy? –preguntó antes de poder detenerse. No era eso lo que quería saber. Tenía otras preguntas más importantes para Draco.

-Bueno, originalmente no era Twichy, sino Twitchy. Ya debes haber notado el inquieto compañerito que es un hurón –explicó Draco-. Pero después de la guerra, cuando aprendí a transformarme, estaba trabajando en una escuela primaria mágica en Hogsmeade y ya sabes cómo son los niños de seis años. Muchos de ellos tenían problemas de pronunciación por estar mudando los dientes delanteros y acabaron diciendo Twichy.

-¿Tú? ¿Una escuela primaria? ¿Niños de seis años? –Harry sacudió la cabeza confundido. Esas eran preguntas que tampoco quería plantear.

-Bueno, después de que maté a mi padre en la guerra, mi madre no quiso saber nada más de mí y ella heredó todo el dinero, así que necesitaba un trabajo. Todo estaba en un caos total y los niños andaban sueltos y metiéndose en el camino de todos durante la reconstrucción así que se decidió reiniciar la escuela. Le agrado a los niños y no había suficientes maestros así que me pidieron que lo hiciera.

-¿Mataste a tu padre? –preguntó Harry, empezando a entender por qué la gente nombraba a Draco junto a los héroes más grandes de la guerra.

Draco parecía muy incómodo. Miraba hacia el piso, tragó saliva varias veces y luego miró de nuevo a Harry.

-Tuve que hacerlo. No quería, pero no me dejó elección. No fue fácil. Él era el líder del grupo que atacó los muros exteriores con los hechizos de bolas de fuego. Sabíamos que eso sólo pretendía ser una distracción y teníamos a nuestros combatientes más poderosos escondidos dentro para esperar la llegada de Voldemort, pero eso significaba que los muros no estaban tan bien protegidos como los Death Eaters esperaban que estuvieran. Padre los mantenía bien organizados y estaban a punto de irrumpir dentro. Si hubieran entrado al castillo todo se habría perdido. Al principio sólo iba a apartarlo de sus tropas. Pensé que podría hablarle, pero él iba a matarme. El final lo maté a él en defensa propia. No tuve elección. Madre aún no me perdona. No hemos hablado desde entonces.

-Lo lamento –dijo Harry suavemente. Draco se veía realmente infeliz y de pronto Harry comprendió que la vida no había sido fácil ni siquiera para los héroes de la gran guerra. Incluso aquellos que habían luchado valientemente y eran admirados por todos tenían cicatrices de aquel tiempo.

-No es tu culpa. Estoy bien, realmente. Sólo me pongo un poco triste cada vez que pienso en eso. Fue un mal tiempo, ¿sabes? Tienes suerte de no haber estado ahí. Fue horrible. No habrías podido soportarlo. Tú y ese blando corazón tuyo. Fue suficientemente duro para mí y tú sabes qué clase de frío bastardo soy yo.

-Sí, seguro –sonrió Harry.

-¿Qué? ¿No me crees? –preguntó Draco, sonriendo a su vez.

-No. Si eras malo, ¿por qué no te uniste a los Death Eaters? –lo desafió Harry.

-Simplemente porque sabía que Severus luchaba contra ellos y no quería ponerlo de malas. Todavía no quiero. Nunca tuve ningún amigo real antes de Severus, ¿sabes? No iba a arriesgar la única amistad que tenía por mi padre y un club de asesinos. Preferí morir con mis amigos que vivir con mis enemigos.

-Y yo elegí lo opuesto –dijo Harry, mirando al piso otra vez. Draco había probado al final que era el mejor.

-No conocías el pequeño club de Voldemort como yo lo conocía. Y nunca supiste lo que era estar sin amigos. Hiciste una elección equivocada porque no estabas suficientemente advertido y cambiaste de opinión cuando comprendiste la verdad. Volviste y estuviste del lado correcto al final. Eso es todo lo que importa.

-Algunas personas de las que ayudé a torturar y matar podrían estar en desacuerdo contigo.

-Probablemente. Pero pagaste por eso. Aprendiste de tus errores y seguiste adelante. Era la única cosa que podías hacer. Habla con Severus. Él sabe. Él estuvo ahí.

-No soy Snape. Él realmente no conocía nada mejor y realmente corrigió todos sus errores. Yo conocía a Voldemort. Él asesinó a mis padres. ¿Cómo pude traicionarlos de esa manera? Ellos murieron por salvarme. Murieron para que yo pudiera combatirlo.

-Murieron para que tú sobrevivieras. Lo único que querían era que vivieras. Y eso fue lo que elegiste. Sobrevivir. Nunca quisieron que fueras un gran héroe y derrotaras a Voldemort una y otra vez. Sólo querían que vivieras. Y si seguir con vida significaba unirse a Voldemort, como creo que significaba en ese momento, eso es lo que querían que hicieras.

-¿Realmente lo crees? –preguntó Harry sorprendido. Nunca lo había pensado de esa manera.

-Eso es lo que los padres normales hacen por lo general. Es un instinto natural. Mis padres podrían haber sido diferentes al respecto, pero no habrían muerto para salvarme en primer lugar.

Harry sonrió un poco. ¿Instinto natural? ¿Querer que sobreviviera? Tenía que pensar al respecto. Pero no ahora. Justo ahora tenía que hacerle a Draco algunas de las preguntas para las que realmente necesitaba respuesta.

-¿Por qué viniste a verme cuando llegué? Apuesto a que tenías mejores cosas que hacer.

-Quería verte. Créelo o no, pero ahora que estamos del mismo lado realmente me agradas. Quería saber si estabas bien.

-¿Y por qué viniste a verme como un hurón? Podríamos haber conversado mejor si hubieras sido tú mismo.

-¿En serio? ¿Crees que habrías querido hablarme? Pensé que un lindo y peludo hurón tenía mucha más oportunidad de recibir una cálida bienvenida que un sarcástico viejo rival de escuela. Twichy es mucho más rápido cuando la gente trata de golpearnos. Y podría animarte mejor de esa manera.

-De acuerdo, ¿pero por qué regresaste? ¿Por qué me acompañaste a ver a Sirius?

-Lamento lo de Sirius. Pensé que Remus tenía razón cuando dijo que te perdonaría. Te veías tan miserable durante la cena que pensé que debía hacer algo por ti. Nunca había visto a Sirius así. Normalmente es un sujeto muy agradable. Y le gustan los hurones... Pensé que te ayudaría. Realmente lamento la forma en que ocurrió todo. Pensé que estaba ayudándote cuando te animé a ir. Creo que debí haber hablado con él primero. Probar un poco el agua.

-No es tu culpa la forma en que reaccionó Sirius. Fue amable de parte el que me acompañaras. Todo lo demás fue entre Sirius y yo. No podrías haber influido para nada.

-Podría haber tratado de mantenerlos aparte. Tengo experiencia.

-¿Experiencia? –Harry miró a Draco con duda.

-Oh, por supuesto. Los Ravenclaws no son siempre tan pacíficos como la gente cree. Cho era Ravenclaw, recuerda.

-¿Cho? ¿Qué hay con Cho?

-Bueno, escuché sobre esa pequeña pelea que tuvieron. Ella puede ser realmente desagradable y algunos de los otros Ravenclaws también pueden. He tenido que aprender cómo mantenerlos aparte. Podría haber hecho lo mismo por ti y Sirius.

-No somos tus estudiantes, Draco. Y tenemos que aprender a trabajar juntos. Sólo evadir a Sirius no habría funcionado. Tenía que hablarle y me alegro de que me hayas acompañado. Sólo lamento esto –Harry señaló la navajilla en la mano de Draco.

Draco miró la navajilla por un rato observándola intensamente.

-Me diste un gran susto con esto. Por favor, habla con Severus, Harry. Tú le agradas y no va a culparte por nada. Ha pasado por todo esto. Él sabe cómo manejarlo. Y como dije, los amigos significan mucho para mí. No quiero perderte.

-No va a pasar de nuevo, Draco. Lo prometo –Harry sonrió y alargó su mano hacia Draco, que dio una última mirada a la navajilla y la colocó gentilmente en la mano de Harry-. Graicas. Dime, ¿qué es lo que enseñas? Sé que Defensa ya está tomada.

-Runas –Draco sonrió ante la mirada incrédula de Harry-. Habría preferido Pociones o, como dijiste, Defensa, pero no se lo cuentes a nadie. Es no oficial. Como te dije, Severus fue el primero y todavía es el mejor amigo que he tenido jamás. No voy a competir por su trabajo o por el que quiere. Sé que tendré Pociones si él alguna vez obtiene Defensa. Si no, estoy contento con mi actual materia. Siempre me gustaron las runas.

-Draco, me parece que nunca te conocí realmente. Nunca lo habría imaginado –Harry descubrió para su sorpresa que le gustaba hablar con Draco.

Tal vez no estaba completamente solo después de todo. Tenía a Draco, Remus, Neville, los Weasleys... En verdad había mucha gente que todavía parecía quererlo.

Continuará...

En el próximo capítulo:

Bueno, hay sólo otro héroe de guerra que falta de encontrarse con Harry. ¿Cómo reaccionará Severus? ¿Y Harry finalmente aceptará que aún tiene amigos en el mundo mágico?

Notas de la autora:

Bueno, por supuesto que Twichy es Draco. ¿Qué les pareció su encuentro? Por favor, comenten.