Harry Potter y El Misterio de PUMAS.
Everything goes to the Devil.
I mean, J. K. Rowling.
Y tengo que agradecer publicamente a Nekocha por su ayuda con el
nombre...
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1.- Una campeona.
(O El Caso Blanca Nieves)
-Harry, ¿ya leíste el periódico?
Ron llegó alarmado a despertar a Harry, el cual seguía acostado en su cama, sin sus gafas: había aprovechado el día de descanso semanal para dormir hasta tarde, después de la semana tan cansada que habían tenido.
-¿Y cuando querías que lo leyera? –respondió el de cabello negro azabache, sentándose a un lado de Ron, y poniéndose sus lentes- ¿Ayer en la noche? ¿O acaso hoy mientras dormía?
-Pero Harry, ¡esto es en serio!
-Claro, claro –respondió, estirándose.
-Léelo tú mismo –dijo el pelirrojo, cruzándose de brazos. A veces le impacientaba que Harry a veces se tomara todo tan a la ligera, y otras veces todo tan en serio.
Se talló los ojos detrás de los lentes.
Ron siempre haciendo escándalos. De seguro es algo sobre el Lord, que si regresó, que si un ataque, que si...
-¿"Muere ex campeona de Beauxbattons"? –leyó Harry en forma dudosa el encabezado, para después analizar la fotografía que ilustraba el artículo.
La imagen mostraba a una chica de unos 18 años, rubia y fascinante. Tenía los ojos cerrados, los brazos cruzados, y sobre ella, una rosa. Aunque era una fotografía mágica, no se registraba movimiento alguno. Y aunque estaba en ese eterno descanso, era encantadora. No por nada, era parte veela.
-¿Murió Fleur? –dijo Harry incrédulo.
-La mataron, según el artículo.
-Mortífagos, supongo –continuó, resignado, dejando a un lado "El Profeta".
Ron torció la boca.
-No, y esa es la peor parte. Parece que es un nuevo grupo... mira... –se limpió la garganta- "Su muerte es un misterio todavía. Su cadáver fue encontrado intacto, mas una pequeña tarjeta se encontraba sobre el cuerpo, dentro de una rosa roja. «Haciéndole favores al mundo, PUMAS», venía escrito en la nota, con una caligrafía inglesa antigua, y un incrustado de letras en una especie de logotipo ".
-PUMAS entonces, ¿verdad?
-¿Alguna idea de qué signifique?
-No- respondió Harry, con una mirada aventurera-. Pero lo averiguaremos.
Pasaba el mediodía, y el ambiente en Hogwarts era tenso. La muerte de la francesa era ya sabida por todos, y el nerviosismo no se hizo esperar, porque, finalmente, era un misterio.
¿Por qué había muerto? ¿Quién se interesaría en matar a aquella bella criatura? ¡No le hacía mal a nadie!
Harry jugaba con su comida, como hacía cuando estaba pensando en algo. No podía sacarse de la cabeza la imagen de Fleur Delacour en esa posición, ojos cerrados y brazos cruzados.
Esa posición le recordaba tanto a un cuento muggle en el que una princesa que estaba dormida era despertada por su príncipe azul, que una vez Tía Petunia le había leído a Dudley. ¿Cómo se llamaba? Era algo relacionado con nieve...
El delicado sonido de una copa siendo golpeada se hizo oír por todo el Gran Comedor, que indicaba que el director quería decir algo. Y el silencio no se hizo esperar.
-Alumnos... –comenzó Dumbledore, con su solemnidad habitual, hablando pausadamente-. Creo que es por la mayoría sabido que una muerte nos acaba de sorprender... la señorita Fleur Delacour ya no está con nosotros.
Se escucharon rumores a través de las mesas de las distintas casas. Al parecer, había gente que todavía no se enteraba de la tragedia.
-Quiero que dediquemos un minuto de silencio por esa joya, que una vez nos visitó. Por la campeona de Beauxbattons.
Dumbledore agachó la cabeza, al igual que el resto del Colegio.
Y una lechuza blanca entró a el lugar, rompiendo el silencio, siendo seguida por las miradas de todos los presentes. Lo que más llamaba la atención, era lo que llevaba en sus patas: una rosa roja.
La lechuza descendió ágilmente hasta la mesa de Ravenclaw, dejando la rosa frente a una chica oriental de aquella casa.
Y la rosa traía una nota, con caligrafía inglesa antigua en ella.
Cho Chang gritó.
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¿Quién (o qué) es (o son) PUMAS?
¿Qué dirá lo que recibió Cho Chang?
¿A qué se debe la muerte de Fleur Delacour?
Todo lo sabremos en capítulos siguientes.