Knife of Romance.(RosielxKatan)
¡Maldito, maldito Setsuna!,¿Por qué me lo tiene que poner todo más difícil?,Ha logrado dominar a mi odiada hermana, ansío acabar con los dos, matare dos pájaros de un tiro. Mi siervo cae al suelo, pero se vuelve a levantar y se enzarza en una brutal lucha contra Setsuna intentando que no se acerque a mí; Mi hermoso guardián, la pureza nace y muere en ti, la sangre que se derrama de tu cuerpo, ese esculpido por mi mente, es el néctar divino que sana mis heridas. Te descuidas un momento y te das cuenta de que un destello maldito y afilado se dirige hacia mi pecho, en cuestión de segundos noto la fría pared contra mi espalda y me veo encajonado por tu cuerpo, noto tu respiración en mi rostro, noto como tus órganos se retuercen de dolor al notar al intruso de plata, tus ojos no se apartan de los míos y noto como se van tus fuerzas y te empuja el cruel aire contra el suelo, frustro su intento y te acuno entre mis brazos, me acaricias la mejilla y me miras con admiración, con devoción, con obsesión. ,con amor... Al ver como la muerte te mira deseosa me doy cuenta de que eres lo único que me ha importado a parte de la venganza, que eres al único que no he necesitado cambiar o manipular, que eres al único que quiero conservar... La envidiosa muerte te intenta besar y tú te niegas a ceder apartando el rostro, ella lo intenta de nuevo, pero yo siempre he sido posesivo... es más... creo que solo contigo, y apartándola con indiferencia te beso notando el sabor de tu sangre que inunda mi boca, la muerte frunce el ceño enfadada y se va mirándome con odio y envidia mientras a ti te mira anhelante. De repente una fuerza me aleja de ti y veo a Setsuna que se te acerca, le miro desafiante y con mis lazos de ira le rodeo el cuello ahogándole con su propia sangre, una amarga sangre que le da la muerte por haber desafiado a un ángel resucitado al ver tus ojos aun abiertos. Me acerco a ti sin la preocupación de que solo haya muerto ese estúpido humano y que en cualquier momento pueda aparecer mi hermana a reclamar todo lo que tengo, no me preocupa, solo necesito tocarte... Siento como tu sangre forma un lago rojo que tiñe mi ropa y humedece tu cansado cuerpo, te doy la gloria y la decadencia con mi abrazo, no sé si veré tus pupilas cuando te mire otra vez... Te dejo en mi gran cama... aquella en la que descubro el pecado al que lamo las heridas enrojeciendo unos labios que no se atreven a armonizar nada, pero que callan tu agonía.
OWARI.
¡Maldito, maldito Setsuna!,¿Por qué me lo tiene que poner todo más difícil?,Ha logrado dominar a mi odiada hermana, ansío acabar con los dos, matare dos pájaros de un tiro. Mi siervo cae al suelo, pero se vuelve a levantar y se enzarza en una brutal lucha contra Setsuna intentando que no se acerque a mí; Mi hermoso guardián, la pureza nace y muere en ti, la sangre que se derrama de tu cuerpo, ese esculpido por mi mente, es el néctar divino que sana mis heridas. Te descuidas un momento y te das cuenta de que un destello maldito y afilado se dirige hacia mi pecho, en cuestión de segundos noto la fría pared contra mi espalda y me veo encajonado por tu cuerpo, noto tu respiración en mi rostro, noto como tus órganos se retuercen de dolor al notar al intruso de plata, tus ojos no se apartan de los míos y noto como se van tus fuerzas y te empuja el cruel aire contra el suelo, frustro su intento y te acuno entre mis brazos, me acaricias la mejilla y me miras con admiración, con devoción, con obsesión. ,con amor... Al ver como la muerte te mira deseosa me doy cuenta de que eres lo único que me ha importado a parte de la venganza, que eres al único que no he necesitado cambiar o manipular, que eres al único que quiero conservar... La envidiosa muerte te intenta besar y tú te niegas a ceder apartando el rostro, ella lo intenta de nuevo, pero yo siempre he sido posesivo... es más... creo que solo contigo, y apartándola con indiferencia te beso notando el sabor de tu sangre que inunda mi boca, la muerte frunce el ceño enfadada y se va mirándome con odio y envidia mientras a ti te mira anhelante. De repente una fuerza me aleja de ti y veo a Setsuna que se te acerca, le miro desafiante y con mis lazos de ira le rodeo el cuello ahogándole con su propia sangre, una amarga sangre que le da la muerte por haber desafiado a un ángel resucitado al ver tus ojos aun abiertos. Me acerco a ti sin la preocupación de que solo haya muerto ese estúpido humano y que en cualquier momento pueda aparecer mi hermana a reclamar todo lo que tengo, no me preocupa, solo necesito tocarte... Siento como tu sangre forma un lago rojo que tiñe mi ropa y humedece tu cansado cuerpo, te doy la gloria y la decadencia con mi abrazo, no sé si veré tus pupilas cuando te mire otra vez... Te dejo en mi gran cama... aquella en la que descubro el pecado al que lamo las heridas enrojeciendo unos labios que no se atreven a armonizar nada, pero que callan tu agonía.
OWARI.
