Capitulo 10: Ray

- ¿Una comida privada? - pregunto Natsuki curiosa

- Si - afirmo Ray mirando a la chica - Por favor, es muy importante

- Es que nosotros no preparamos comidas... - informo Natsuki observando a Ray apenada

- Por favor... - imploro la sacerdotisa - Solo tengo confianza en este local para poder realizar esa reunión

- Uhmmm - penso Natsuki por unos momentos - ¿Para cuantas personas?

- Por el momento para dos... o quizás 3...

- Bueno... - accedió Natsuki con una sonrisa

- ¿Eso significa que sí? - se alegro Ray

- Sí

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- ¿Dónde esta Shizuka? - pregunto Yusuke mirando a todas partes del local en busca de su amiga

- Pues la Srta. Shizuka se encuentra en casa en la cama, con un resfriado, por ser tan tonta de ponerse ayer un vestido de verano... - le informo apesadumbrada Natsuki mientras movía la cabeza de un lado a otro

- ¡Pero si estamos en invierno! - exclamo Amano

- Es que Shizuka no tiene remedio... - se quejo Natsuki pensando en como dejo a su prima esta mañana, rodeada de clinex por todas partes y estornudando enérgicamente

- Pobre, creo que más tarde iré a hacerle una pequeña visita - penso Yusuke en voz alta

- Seguro que solo vas porque esta enferma... ¿o es solo una excusa para verla? - le cuestiono Amano mirándolo con suspicacia

- ¡Oye tu! ¿Que te has creído? - le respondió Yusuke ruborizándose un poco - Solo es una amiga

- Ya ya.... - le intento picar Amano al chico que tenia a su lado

- Pues es verdad - refunfuño él

- De verdad, sois como niños - sonrió Natsuki al ver a aquellos dos hablando

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- Ray... - nombro Natsuki entrando en la parte posterior del local.

Habían situado una mesa bien presentada en la parte que se usaba para el karaoke, muy elegante todo, la chica de cabellos rojizos supuso que si era tan importante para su amiga, estaría bien darle un toque distinguido al ambiente.

Ray se encontraba esperando allí sentada por algo mas de una hora, una expresión de tristeza se podía observar en sus grandes ojos, y jugaba sin cesar con una barrita de pan pequeña. Sus pensamientos no dejaban de rondar mil ideas por las cuales con el que había quedado no se había presentado aun.

- Esperare un momento mas... - le informo Ray a la chica que se encontraba en el umbral de la puerta.

- De acuerdo... - le respondió Natsuki, cerrando la puerta, y observando el cartel que ella misma había colocado momentos antes, el cual decía "Reservado, no entrar"

Natsuki se quedo mirando la puerta un instante mas, pensando en la mirada que había visto en la chica que se encontraba allí dentro, hasta que la campanilla de la puerta la saco de su trance. Suspiro, se dio la media vuelta y fue a recibir a las nuevas personas que habían entrado en el lugar.

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¡¡¡¡¡ DIN DONG !!!!

- No me quiero levantar de la cama... - penso Shizuka tapándose hasta la cabeza con la manta, y escondiéndose debajo de ella

¡¡¡¡DIN DONG!!!! ¡¡¡¡DIN DONG!!!!

- A ver si se cansan de llamar... - volvió a pensar Shizuka - Seguramente será la pesada de la vecina de enfrente que no tiene otra cosa mas que hacer que andar tocando las puertas ajenas.... ¡¡¡Atchuss!!!

¡¡¡¡¡DIN DONG!!!!! ¡¡¡¡DIN DONG!!!! ¡¡¡¡DIN DONG!!!!

- ¡¡¡¡¡Ahhhhhhhh!!!!! ¡¡Matare al que este tocando la maldita puertaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! - grito Shizuka muy enfadada, destapándose, y levantándose rápidamente, yendo furiosa hacia la puerta, y abriéndola de par en par - ¡¡¡ Se le ha pegado el dedo al timbre o que !!! ¡¡Ni con pegamento seguramente!!

Shizuka observo al que había estado llamando la puerta, se llevo una mano a la cabeza por el mareo tan repentino que le vino por haberse levantando tan súbitamente de la cama, y ese malhumor general, y se cayo al suelo redonda.

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- Ray, tienes una llamada en el teléfono... - le anuncio Natsuki asomando la cabeza por la puerta con una sonrisa.

Ray siguió a la chica hasta donde estaba el teléfono, respondió a la llamada, a la cual se puso algo violenta y muy triste por ello, después colgó con fuerza y se sentó en la barra bastante triste.

- ¿Ocurre algo Ray? - le pregunto preocupada Natsuki, al verla en aquel estado

- Siento haberte molestado... la comida se ha cancelado...

- No te preocupes por eso, ¿era una cita con algún chico? - le pregunto curiosa Natsuki, para saber el motivo e intentar animarla de alguna manera

- No - negó Ray con la cabeza - Se supone que había quedado con mi padre para comer... pero unos asuntos de trabajo le han impedido venir... hacia tanto tiempo que no le veía...

- Oh, no te preocupes, seguramente te lo compensara invitándote otro día a comer - sonrío Natsuki - Y preparare una mesa especial en la sala de atrás para la ocasión, no me importa, de veras

- No creo que haya otra invitación - dijo Ray mirando hacia la barra - Mi padre solo tiene la mente para la política... no ve mas allá de su trabajo...

- Vamos, seguramente no es así, quizás era un asunto importante - intento Natsuki animar a Ray

- Mi madre tenia fe en mi padre... y siempre fue infeliz, era débil... - confeso Ray suspirando - Y mi padre solo tenia la mente en política. Mi madre enfermo... pero aun así, murió sola...

Natsuki se dirijo a la cocina, y volvió a la barra sin el delantal, y llevando su abrigo. Encima de los hombros de Ray, deposito su abrigo, el cual la chica tomo poniéndoselo, y después fijo la mirada en Natsuki, quien estaba sonriendo, y sostenía en su mano una bandeja con algunos bocadillos envueltos en papel de plástico transparente.

- Nos vamos a comer al parque, no hace mucho frío, y el aire frío te despejara la mente - anuncio Natsuki a su amiga, cogiéndola de la mano, sin dejar que esta rechistase un momento.

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- Uhmmm pero que... - murmuro Shizuka, mientras que poco a poco, abría sus ojos, acostumbrándose a la claridad de las luces.

La chica observo que estaba en su cama de nuevo, bien tapada. Penso en lo que había ocurrido antes, el suceso de la puerta, y penso para sí misma, si había ocurrido o no, si fue realidad, o si fue tan solo una pesadilla. De pronto, escucho un ruido proveniente de, quizás, el salón, y creyó que su prima había vuelto para cuidar de ella, así que se levanto, esta vez mas calmada, dirigiéndose a la cocina a tomar un vaso de agua. Al llegar allí se quedo parada en el umbral de la puerta, observando con sorpresa, lo que se encontraba allí dentro, o más bien quien...

- ¡¡¡Ahhhh!!! - grito de nuevo Shizuka - ¡¡Esto debe de ser una pesadilla!! - dijo llevándose las manos a la cara

- Si te sulfuras tanto te vas a volver a desmayar, y no te creas que ha sido fácil llevarte a tu cama, pesas un montón ¿por qué no te pones a régimen? - le pregunto Amano mirándola con indiferencia desde la cocina, mientras removía en una olla, algo que por el olor, parecía ser una sopa.

- ¡¿Pero se puede saber que haces tu aquí?! - le pregunto Shizuka volviendo a su malhumorado carácter - Encima de que estoy enferma tienes que venir tú a amargarme mas la existencia, además ¿quien te ha dado permiso para entrar? ¡Vete!

- Serás arisca... - le volvió a decir el chico, que pasaba olímpicamente de lo que ella le había dicho - Encima de que te desmayas en la puerta y tengo que cargar contigo, me tratas así. Ala, siéntate, ya veras que pronto se te pasa ese mal estar con esto...

Amano sirvió un tazón de sopa caliente, el cual puso en la mesa, junto a una servilleta, un trozo de pan, y una cuchara. Saco un tetrabrick de zumo de naranja de la nevera, y le sirvió un vaso.

- ¿Tu me quieres envenenar o que? No pienso comerme eso ni de broma... ¡No te aguanto! - le informo Shizuka, y como casi no tenia fuerzas para sacar aquel tipo de allí, se fue, dando marcados pasos, hacia su habitación, y al llegar, dio un tremendo portazo

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- Mi ultima oportunidad... - susurro Meika, mientras miraba el espejo que tenia en sus manos.

La niña sostenía en sus brazos lo que parecía ser un muñeco de madera al que abrazaba con mucho cariño. El espejo se ilumino, y desvelo su próxima víctima. Una chica de cabellos negros, que estaba comiendo en un parque, unos bocadillos.

- De acuerdo...

Entre las sombras de la sala... alguien observaba atentamente a la niña, jugando con su muñeco.

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- Cuando mi madre murió, no quise vivir con él, y me fui al templo, a vivir con mi abuelo...

- Ray... ¿eres feliz ahora? - le pregunto Natsuki, tomando de sorpresa a la chica

- Si, tengo a mi abuelo, a mis amigas, incluso a mis mascotas - sonrió Ray

- Entonces eso es lo que realmente importa...

PLAS PLAS PLAS

Unos aplausos, seguidos de unas risitas pequeñas, se escucho en el lugar. Detrás de un árbol, salió la niña diabólica que ataco la otra vez a Ami, y se fue acercando a las chicas.

- Esa niña... - observo Natsuki - ¡Ray corre! ¡Esa cría ataco a Ami el otro día!

Sin rechistar, Ray y Natsuki echaron a correr a través del parque. La chica intento separarse de su amiga, para poder transformarse en Sailor Marte, pero le resulto imposible cuando un muñeco de madera. De tamaño algo más grande que ellas, se interpuso en su camino. Ray, rápidamente, le dio un empujón a Natsuki, haciendo que esta fuese lanzada hacia un lado, algo lejos de allí, dándose un golpe contra un árbol y quedándose algo atontada.

- Mi señora Meika... - le susurro el muñeco de madera - Aquí tiene lo que buscaba

- Gracias mi fiel Maderin - sonrió la niña mirando hacia donde se encontraba Ray. - Ahora tu cristal ^___^

Meika corrió rápidamente hacia Ray, a quien no le dio tiempo de sacar su pluma de transformación, y la pequeña introducio su mano en el pecho de la chica, haciendo que esta gritase de dolor, y después, Meika saco su mano, observando en ella, un hermoso cristal en forma de una flor, una azucena, con un brillo rojo intenso.

- ¡¡Alto ahí!! No permitiré que molestes a una chica que esta pasando por un momento tan difícil en su vida. Soy una Sailor que lucha por el amor y la justicia. ¡Sailor Moon!

- ¡Y en nombre de Luna te castigaremos!

Las Sailors habían llegado al completo.

- Realmente a veces llegáis a ser muy pesadas... - les dijo Meika sosteniendo el cristal aun en sus manos. - Maderin, acaba con estas plastas... tengo que analizar este cristalito ^__^

El muñeco de madera asintió ante la orden de su dueña, y ataco rápidamente a las sailors, atrapándolas con unos hilos, que poco a poco, les robaba su energía.

- ¡Espada de Luz!

Al corte de espada del Guerrero de color violeta, las cuerdas cayeron al suelo, dejando libres a las Sailors. Los dos guerreros habían llegado en su ayuda, cosa que puso contentas a las chicas.

Natsuki había vuelto a la consciencia, y corrió hacia donde se encontraba Ray inconsciente, cogiéndola en su regazo y observando atentamente a la niña llamada Meika

- ¡Lanza de Rayo!

Una lanza en forma de rayo se materializo en las manos del guerrero azul, que lanzo rápidamente hacia el muñeco, dando en su blanco`, y haciendo que este se debilitase

- ¡Ahora Sailor Moon!

- ¡Cristal de Plata! ¡Enciéndete!

El poder de Sailor Moon toco al muñeco haciendo que este se reduciera de tamaño, para volver a convertirse en un muñeco de madera, tirado en la nieve.

- Ahora danos ese cristal - le ordeno el guerrero azul, extendiendo su brazo hacia Meika

- No te lo pienso dar, es muy bonito, me lo voy a quedar yo

- ¡No entiendes que ella morirá si no le devuelves ese cristal! - lloro Sailor Moon mirando hacia donde se encontraba Ray

- A mí eso me da igual, me gusta ese cristal y es lo que quiero - respondió caprichosa la niña con una sonrisa de victoria en su rostro

¡¡¡¡PLAFF!!!!

Una sonora bofetada proveniente de la mano de Natsuki, la cual a gran velocidad se había colocado delante de Meika, hizo que la niña se quedase estupefacta ante el valor que tenia aquella simple humana, al pegarle.

- ¡Natsuki! ¡Márchate! - le grito Sailor Júpiter

- A ver si vas aprendiendo que no todo siempre puede ser lo que tu quieres, aunque seas una niña, no puede ser, ahora dame ese cristal - le obligo Natsuki, que con sorpresa, vio como Meika le entregaba el cristal, y sus ojos se ponían húmedos, dando paso a unas cuantas lagrimas.

Natsuki le entrego el cristal a Sailor Mercurio para que lo devolviese a su dueña, mientras ella, con compasión, abrazo a la pequeña en sus brazos, la cual lloraba como una Magdalena.

De un momento a otro, el aura de Meika se torno negra, haciendo que Natsuki se separase de ella, y observaran estupefactos como la niña se agarraba el pecho con dolor, y extendía una mano hacia Natsuki, como pidiéndole auxilio, pero ella no podía hacer nada. Meika desapareció en un instante, ante la vista de las Sailors y los Guerreros.

A lo lejos, vieron una silueta de un hombre, entre las sombras, la cual se esfumo enseguida.

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- Que hambre... - susurro Shizuka, abriendo los ojos de nuevo, después de haber dormido un poco. Olisqueo el aire, y se dio cuenta de que olía a comida.

Shizuka se destapo la cabeza, y observo su habitación. Encima de la mesa de su escritorio, había una bandeja, con el tazón de sopa que Amano le había servido antes, el cual parecía que aun estaba caliente, por el humo que despedía. La chica se levanto y cogió la bandeja regresando a su cama. Por un momento dudo en tomársela o en no tomársela, al final, por un empujoncito de su estomago, el cual rugía con fuerza, tomo el tazón en sus manos, y bebió un buen trago. Para su sorpresa, la sopa estaba buena. Se la termino toda.

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- Estamos con vosotras - le dijo el guerrero naranja a las Sailors.

- Yo soy Guerrero Luz - se presento el guerrero de la armadura violeta

- Y yo Guerrero Rayo - continuo el guerrero de la armadura azul

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- Vaya... Amano ya no esta... - suspiro Shizuka, aunque le tuviera muchisima manía a aquel chico, debía de darle las gracias por haberle preparado aquella sopa.

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- Shizuka me acaba de llamar - anuncio Natsuki

- ¿Cómo esta? - le pregunto Yusuke

- Pues me ha dicho que bastante bien, y me ha dado un recado para Amano

- ¿Que quería esa mocosa ahora? - pregunto el interesado

- Que muchas gracias

Fin del capitulo 10

Shizuka: Y a mí me dejas con el resfriadooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Autora: Tú a callar y a curarte, XDD

Shizuka: Pero que mal me tratáis todos aquí, snifffffffffff !!!!!!!!!!!!!

Autora: ¬¬!!! Que paciencia !!!!!!