Capitulo 15: Un secreto desvelado. El Gran Despertar
- Natsuki abre los ojos por favor - imploro Shizuka mientras zarandeaba de un lado a otro a su querida prima, la cual se encontraba en su regazo.
Natsuki no despertaba, las Sailors y los Guerreros no podian hacer nada, era imposible atravesar aquel campo energetico que habia creado Urot a su alrededor, para que no pudieran interferir en su plan.
El enemigo, victorioso, sostenía el cristal en su mano, deleitándose con su esplendor y majestuosidad. Sin duda, aquel debía de ser el Cristal de Luz Estelar, lo que habían ansiado durante tanto tiempo.
Shizuka miraba rabiosa al autor que había cometido tal atrocidad contra la persona que más quería en ese mundo. Se levanto rápidamente, y con un rápido movimiento, de sorpresa, empujo rápidamente a Urot, hacia el campo energético, haciendo que él recibiera las descargas de energía, de su propio campo.
El Cristal cayo al suelo, el cual Shizuka recogió rápidamente, antes de que Urot pudiese hacer algo. La barrera energética desapareció, haciendo que el enemigo quedase en pie, algo inclinado, y mirando con odio a aquella chica que protegía el cristal.
- Dame ese Cristal ahora mismo... - le ordeno Urot
- ¡Nunca! - le respondió Shizuka con la mirada seria y desafiante.
- ¡Maldita niña! - exclamo Urot furioso, levantando una mano contra ella.
El hombre la bajo de inmediato, al ver que rápidamente, entre él, y la muchacha, se habían interpuesto las Sailors y los Guerreros.
- No te dejaremos que le hagas daño... - le anuncio Sailor Venus mirándolo seriamente.
Shizuka se agacho hacia donde estaba Natsuki, regresándole su cristal, haciendo que su piel tomase de nuevo su color original. Urot miro aquella escena atentamente. Observo con miedo, quizás, como estaba siendo rodeado por sus enemigos, pero mas concretamente se fijo en la chica que anteriormente le había desafiado. Veía algo extraño en ella, un brillo en sus ojos que no era normal, y su mente se ilumino de repente.
- Da igual que me hayas quitado ese cristal... después de todo no era el que buscaba... - susurro Urot entre dientes, mirando fijamente a Shizuka - Volveré, a por ti - dijo alzando una mano, señalando hacia el lugar donde la chica se encontraba.
Una nube de humo se cernió alrededor de Urot, y cuando esta se disipo, allí ya no se encontraba nadie. Las Sailors y los Guerreros se quedaron pensando en las ultimas palabras de su enemigo, y miraron como Shizuka ayudaba a Natsuki a levantarse, y a marcharse juntas a casa.
**********
Shizuka volvió a su cuarto, después de haber dejado a Natsuki, descansando en su cama. Al llegar a la suya, se tiro en plancha, y escondió la cabeza debajo de la almohada.
- "Aun no me puedo creer lo que esta pasando" - penso Shizuka sin entender nada - "Solo por ese estúpido Cristal me dejan sin la persona que más quiero... Me moriría si le pasara algo a Natsuki..."
Sin poder controlarlo, la chica comenzó a llorar fuertemente. Tenia una sensación de tristeza dentro de ella que no podía explicar. Aunque dejo de llorar, cuando oyó en la habitación, un leve maullido. Saco la cabeza de debajo de la almohada, observando el suelo, en el cual, se encontraba el gato que habían recogido este medio día.
El pobre aun no podía andar muy bien, pero se notaba que el haber entrado en aquella casa le había sentado de maravilla. Shizuka se seco las lagrimas, y cogió al gato en sus brazos, poniéndolo junto a ella en la cama.
- Parece que el comer y el dormir un poco te han sentado bastante bien ¿eh? - sonrío Shizuka, que por su respuesta, recibió un ligero lamenton en la mejilla por parte del gatito - Para, me haces cosquillas... No te preocupes, ya estoy bien - volvió a sonreír, levantándose de la cama y saliendo afuera.
A los pocos minutos, volvió con un platito, y un vaso de leche. Puso el plato al lado de la caja, con mantas, que le habían acomodado al gato, al lado del mueble del cuarto de Shizuka. Vertió un poco de leche en el, dejo el vaso en la mesa, y después cogió al gato, llevándolo al plato, y él, empezó a beber la leche animadamente.
- Te gusta ¿eh? ^_^ - dijo Shizuka mientras le acariciaba el lomo al gato y pensaba en algo - A ver... aun no sabemos como te vamos a llamar... a pero... tu que eres, ¿gato o gata?
Con un poco de pudor, Shizuka examino al gato detenidamente, y pudo comprobar, que no era gato, si no una gata. Decidió llamarla Doremi, la verdad es que el nombre le quedaba ideal.
Después de aquello, se puso el pijama, y se metió en la cama, pensando en las ultimas palabras de Urot que no habían dejado de resonar en su cabeza
- "Volveré, a por ti"
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Unos días después, Natsuki estaba totalmente recobrada, aunque el susto aun le duraba bastante. En ese espacio de tiempo, Shizuka había notado que sus amigas estaban mucho más apegadas a ella, no la dejaban sola ni a sol ni a sombra, seria por lo absurdo que ella les había relatado, lo del ataque que sufrieron, y aunque estas se mostraron un poco incrédulas, después creyeron totalmente a Shizuka, tenia que ser así... había que disimular..
- ¡Espera Shizuka! - le grito Ami, antes de que la chica saliese de clase.
- Dime Amy
- Te acompaño al trabajo - le anuncio la chica de cabellos azules
- No hace falta que te molestes Amy - le sonrío Shizuka
- No es molestia, así de camino, te puedo explicar esa parte de lenguaje que no entiendes - le sugirió Amy sonriente, mientras que la expresión de la chica fue totalmente la contraria - Además, así puedo comprar algo de postre para la cena de esta noche...
- Bueno... si es así, esta bien. Vamos.
Las chicas bajaron las escaleras que daban a la puerta de salida. Aun al salir, se quedaron algo asombradas, ante un pequeño revuelo que había a la entrada de la escuela. Un grupo de chicas no dejaban de gritar y de formular preguntas que casi no se podían distinguir entre unas de otras. Algo había en medio de ese revuelo... algo o alguien...
- ¿Pero que esta pasando ahí? - observo Amy con curiosidad
- No sé, pero y si vamos a ver... - mas bien una pregunta fue una orden que Shizuka le dio a Amy, cogiéndola de la mano y yendo hacia el lugar del alboroto.
Con mucha mas sorpresa aun, se fijaron, que el objeto del acoso de aquellas estudiantes, era nada mas y nada menos, que Yusuke. EL pobre ya no sabia que hacer o que decirles a aquellas chicas que no dejaban de asediarle. Era lo mas educado posible con ellas, pero cuando diviso a sus amigas, vio en ellas una vía de escape.
Se puso detrás de Shizuka como pudo, la cual casi no reacciono a tiempo y se vio acorralada por sus compañeras de escuela, las cuales no la miraban con buenos ojos, mas bien como si quisieran asesinarla por estar entre ellas y el chico de sus sueños.
- ¿Que tienes que ver con él, Shizuka? - le pregunto una de ellas, seguida de otras mas
- ¿Y-yo? - tartamudeo Shizuka sin saber que decir
- ¿¿Os conocéis??
- ¿Sois amigos?
- ¿Hay algo entre vosotros?
- Vamos Shizuka, no seas egoísta, ¡dinos!
Shizuka seguía sin saber que responder, poniéndose cada vez más nerviosa, y algo ruborizada, no mas que cuando, unos brazos fuertes la abrazaron por atrás, y unos suaves labios rozaron su mejilla. Sabia perfectamente que el autor de todo aquello era Yusuke... Las chicas se sorprendieron y escandalizaron al ver tal muestra de afecto (Nota de la Autora: recordemos que las demostraciones de afecto en publico en Japón están mal vistas). Shizuka se puso colorada como un tomate y sintió como sus piernas empezaban a temblar. Todas las veces que había dicho, que le iba a dar algo, en aquel momento, podría ser totalmente cierto...
- ¿O sea que sois novios...?
Yusuke asintió con la cabeza junto con una esplendorosa sonrisa en el rostro, lo que provoco la desilusion de las chicas, y el asombro de Amy, quien no se lo podía creer todavía. Las muchachas se alejaron de allí, y cuando no hubo moros en la costa, Yusuke se alejo un poco de Shizuka y después la miro fijamente.
- Shizuka, tengo algo que decirte, ¿puedes quedar sobre las 6 en el parque que hay cerca de tu trabajo? - le pregunto Yusuke ansioso, a lo que ella solo puso mover la cabeza en tono afirmativo - ¡Bien! ¡Hasta las 6! ¡Adiós Amy!
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- ¡Ahora vuelvo! - exclamo Shizuka, a Shou, el cual estaba en la barra. - No tardare mucho, ¿vale?
- Tranquila, no hay mucha gente ahora - le sonrío Shou, como siempre, tan atento. - ¿Vas a salir así de fresca? Llévate el abrigo mujer
- No - negó ella - Volveré enseguida, no lo necesito, con este jersey me vasta - y después desapareció por la puerta de salida.
La joven se dirigía hacia el parque, toda risueña, imaginando mil y una cosas sobre lo que Yusuke quería contarle. Después de la actuación de esa mañana, se debiese a eso, o a lo mejor no era solo una actuación para librarse de aquellas chicas, y fuera todo verdad, y lo que él quería decirle, era que fuese su novia...
- "Seria tan perfecto" - penso Shizuka sonriendo para sí misma, mientras entraba por la puerta del parque, para dirigirse al lugar donde había quedado con su amigo. - Hola Yusuke, espero no haber tardado mucho
- Para nada - le sonrió él, mientras ella se sentaba a su lado, en el banco. Yusuke se dio media vuelta, y se quedo mirando a la chica fijamente, la cual se ruborizo un poco al notar aquellos ojos color miel clavándose en ella.
- Ehmm... B-bueno, ¿qué era lo que me querías decir? - pregunto titubeante Shizuka, sin saber a donde mirar o que hacer.
- Vas al grano ¿eh? - rió Yusuke, como siempre, tan contento - Pues veras, no es nada fácil de decir, pero es que quiero que me ayudes con algo...
- ¿Uh?
- Veras Shizuka... - comenzó a decir Yusuke mirando hacia los jardines nevados que se encontraban enfrente de ellos - Hace tiempo que yo estoy... enamorado... de tu prima Natsuki
En ese instante, el corazón de Shizuka se partió en mil pedazos, y sintió como la tierra se la tragaba, sumiéndola en un mar de sufrimiento sin fin. A medida de que Yusuke le explicaba a su amiga, que no sabia a ciencia cierta lo que Natsuki sentía por él, ella cada vez mas intentaba no ponerse a llorar delante de el, mostrando así sus sentimientos...
- Que me dices... ¿me ayudaras? - le pregunto Yusuke.
- Si... - asintió automáticamente Shizuka mientras que levantaba rápidamente del banco - Y-o tengo q-ue volver al trabajo... he dejado a Shou solo y no me gusta... a estas horas suele haber bastante gente... nos vemos mañana...
Y salió corriendo sin dejar despedirse a Yusuke, se marcho como alma que lleva el diablo, pero tomo otro camino diferente al que llevaba a la cafetería, quería alejarse de allí lo más posible, huía sin saber a donde...
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- Hola Yusuke, espera un momento, ahora te atiendo - dijo Shou muy apresurado al llevar unas cosas a una mesa, y mientras atender a otra, volviendo después a la barra.
- Se te ve muy atareado ¿eh? - observo Yusuke mirando el local
- Y tanto, esto esta lleno, y yo solo no puedo con todo... - suspiro Shou desalentado, mirando el reloj de su muñeca.
- ¿Solo? - se extraño Yusuke - Aunque Shizuka no sea una buena camarera en algo ayuda...
- Si al menos estuviese aquí, no estaría en esta situación... - volvió a suspirar Shou, esta vez preparando una nueva bandeja con unos refrescos.
- ¡¿No esta?! - se alarmo Yusuke, mirando a Shou, pálidamente
- Pues no, salió hace un par de horas, y esta es la hora en la que aun no regresa - explico el chico, mirando el perchero, donde se encontraba aun su abrigo - Me extraña que no haya aparecido, me dijo que no iba a tardar, incluso se dejo aquí el abrigo porque no iba para mucho tiempo... bueno voy a llevar esto...
Shou se fue hacia una de las mesas, dejando en la barra al chico. Una sombra de preocupación, alarma, y miedo, ser cernió sobre su rostro, pensando en lo peor que podría haber pasado. Rápidamente se despidió, saliendo a la calle, avisando a las Sailors, diciéndoles lo que Shou le había contado, y no dudaron en un instante en rastrear toda la ciudad de una punta hasta la otra.
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- La habéis encontrado... - pregunto exhausto Yusuke, llegando al lugar de reunión, donde se encontraban las chicas con la expresión desanimada.
- No - negó Patricia cabizbaja.
- A pasado una hora desde que la estamos buscando... - comento Carola, preocupada.
- ¿Y Amano? - se fijo Amy, era el único que faltaba.
- Ese estúpido tiene el móvil apagado, no hay quien de con él... - informo de mal humor Yusuke.
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Amano iba caminando tranquilamente por una calle muy poco transitada, dirigiéndose hacia su casa, con unos libros en la mano, y un andar, por lo que parecía, bastante alegre, hasta que se detuvo extrañado, observando a una chica, que estaba apoyada en una pared, junto a una farola. Se acerco a ella, le resultaba conocida, su pelo... su altura... su ropa...
- ¿Shizuka? - dijo Amano en el tono adecuado para que aquella chica le pudiese oír.
Y así fue, levanto la cabeza, dándose a conocer, era ella, Shizuka, la cual al verle, comenzó a andar deprisa en dirección contraria a la que iba él, con la esperanza de que no la hubiese reconocido. Una mano rápida, se cernió sobre su brazo, haciendo que pudiese escapar, y obligándola a que se diera la vuelta.
- Hey, que te he llamado... - le volvió a decir Amano, observándola. - ¿Se puede saber que demonios te pasa? ¿Y esa cara que traes?
No hubo respuesta por su parte, solo desvío la mirada hacia un lado, una mirada muy triste. Amano sonrío...
- Ahhhhhh - suspiro Amano - Apuesto a que sé lo que te pasa. Tenias una cita con un chico y te ha dejado plantada, ¿eh? No no, mejor no, seguro que el chico que a dado calabazas... Claro, como se iba a fijar alguien en una persona como tu, que es borde, torpe, una cabeza de chorlito...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡PLAS!!!!!!!!!
Amano no pudo seguir diciendo estupideces. Una bofetada directa de la mano de Shizuka, se había estampado en la mejilla izquierda de la persona que tenia delante. Después de aquello, ella bajo la cara, haciendo que su pelo se viniese hacia adelante, no dejando ver gran cosa.
- Lo siento - alcanzo a decir Amano, cuando vio que había metido la pata hasta el fondo, esa no era una de las situaciones en las que era para bromear. - No sabia que....
- Tu que vas a saber - le respondió Shizuka duramente - Nunca sabes nada... eres un imbécil...
- He dicho que lo siento, ¿vale? - reacciono algo molesto Amano - ¿Qué ocurre, Shizuka?
La imagen de la joven alzando la cabeza y dejando ver su rostro, sumido en una profunda tristeza, y sus ojos, húmedos y brillantes, bañados en lagrimas, se quedo grabada en la mente de Amano. Nunca había visto a aquella chica en tal estado en el que se encontraba delante de el.
- Hey... puedes confiar en mi... aunque de la sensación de que no es así... - le dijo dulcemente Amano, intranquilo por la situación.
De un momento a otro, sin saber porque, como si hubiera sido lanzada por un resorte, al escuchar aquellas palabras, Shizuka se abrazo a Amano, desahogándose en lagrimas. El también la abrazo, dándole a entender que estaba allí, con ella, en aquel momento.
- Tienes razón - logro decir Shizuka, entre sollozo y sollozo - Quien se va a fijar en mi... no sirvo para nada...
En ese momento, ella escucho, claramente, por estar abrazada a Amano, como el corazón de el, se ponía a latir apresuradamente. Parecía como si hubiese acabado de correr una gran distancia. La verdad es que entre sus brazos se encontraba bastante bien, cosas que nunca podría haber imaginado.
- Eso no es verdad...
- Siempre me lo estas diciendo... - le corrigió Shizuka a Amano, el cual la separo de el, cogiendo la cara de ella, entre sus manos, mirándola fijamente.
- Sabes perfectamente que no... - le confeso Amano, con una mirada muy dulce - Siempre te digo esas cosas porque me gusta molestarte... pero para nada son ciertas... - se sincero Amano, secándole con sus dedos, los restos de lagrimas que había en los ojos de la chica.
- Me dices eso para que no me sienta tan mal...
No hubo mas respuesta en aquella conversación. Después de que Amano hubiese escuchado las ultimas palabras que ella había pronunciado, no pudo soportarlo mas, y la acerco a el rápidamente, para después depositar en sus labios, un suave beso.
Aquellos instantes en que había durado aquel tierno beso, fue como si el tiempo se detuviese. Shizuka, se separo rápidamente de el, con los ojos abiertos de par en par, y llevándose la mano a sus labios, donde momentos antes habían estado los de Amano, sin poder creer lo que había sucedido en aquel lugar.
- Shizuka... yo... - intento explicarse Amano ante la mirada de la chica que tenia delante.
Pero no pudo dar ninguna explicación. Shizuka se dio la vuelta rápidamente, huyendo de aquel lugar, como horas antes había hecho con Yusuke. Amano intento seguir a la chica, pero la perdió de vista en algún lugar de las tantas calles que se cruzaban entre sí.
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- ¡¡¿¿Que Shizuka que??!! - grito Natsuki en medio del local, rodeada de las chicas y de Yusuke, los cuales le habían contado sobre la desaparición de la chica - ¡Tenemos que encontrarla!
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- Porque me tiene que pasar esto a mí... - penso Shizuka, secándose las lagrimas, y abrazándose después a sí misma - Todo tiene que ser tan complicado... no lo entiendo ¡no lo entiendo!
La muchacha había huido hasta un descampado, y se encontraba refugiada en el interior de unos grandes tubos de piedra, de una construcción. Solo quería estar tranquila, y creyó que aquel lugar era el ideal para esconderse.
- Hace frío... - volvió a pensar ella - Estoy tan cansada... de todo... - se dijo así misma, poniendo una mano en su pecho, recordando a su vez, su enfermedad.
Penso en todo lo que estaba ocurriendo, cuando le llegase su hora, haría daño a tanta gente, había dado tantas vueltas a esa idea, que incluso a veces le había provocado mas de un dolor de cabeza.
- Hola pequeña...
Aquella voz le saco de sus pensamientos, le sonaba tan conocida... Miro hacia un lado de los tubos, y no vio nada de nada, pero en cambio, al mirar hacia el otro lado... vio con horror, la imagen de Urot, sonriente, y extendiéndole una mano.
Rápidamente, se dirigió hacia el otro extremo del tubo, para intentar escapar, pero con miedo observo que allí también se encontraba Urot, estaba atrapada en medio de aquel cilindro de piedra.
Noto algo en su tobillo, y al mirar, vio que lo que había allí, era la mano de el enemigo, el cual tenia un brazo que parecía de goma, se estiraba con mucha facilidad. La arrastro afuera de su escondite, dejándola tirada sobre la nieve blanca y fría.
- Siempre cumplo lo que digo... - sonrío Urot maliciosamente
Un tremendo grito, salió de las cuerdas vocales de Shizuka, el cual resonó por los alrededores. El mismo Urot tuvo que taparse los oídos, para no quedarse sordo. Realmente ese sonido podría haber roto cualquier cristal.
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- ¡Ese grito! - escucho Amano, el cual estaba por los alrededores - ¡Por el poder de la Luz Estelar! ¡Transformación!
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- Ese grito a debido de ser una señal, ¡vamos! - ordeno Ray, sacando su pluma de transformación
- ¡Por el poder Estelar de Marte!
- ¡Por el poder Estelar de Mercurio!
- ¡Por el poder Estelar de Júpiter!
- ¡Por el poder Estelar de Venus!
- ¡Por el poder Estelar del Cristal de Plata!
- ¡Por el poder del Rayo Estelar!
- ¡¡TRANSFORMACION!!
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- Ni tus gritos esta vez te salvaran de tu destino...
- ¡¡ Vete al diablo !! - le grito Shizuka, levantándose, y encarándole frente a frente - Bien, ¿no me quieres? ¡Pues aquí me tienes!
- Uy, que valiente te has vuelto de repente...
- Es que ya me tenéis hasta la coronilla - dijo Shizuka poniendo cara de mal humor, lo que, ocasionalmente causo la risa de Urot, y la perplejidad de la chica.
- ¡Alto ahí! ¡No permitiré que le hagas daño a una de nuestras...
- ¡Cállate ya! Yo si que estoy hasta las narices de ese discursillo tonto que presentas cada vez que apareces - le grito Urot con cara de pocos amigos, al parecer el rato de risas ya se le había pasado.
- ¡Jo! - se quejo Sailor Moon
- Voy a hacer mi trabajo antes de que me saquéis dequicio... - anuncio el malvado mirando fijamente a Shizuka, alzando su brazo en dirección a su pecho.
- ¡¡No!! - grito Guerrero Luz
- No podemos acercarnos otra vez, ¡la maldita barrera les rodea! - anuncio furiosa Sailor Mercurio con su mini ordenador en la mano.
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- Esta visto que no puedo perder el tiempo... así que pasare directamente a la segunda fase del plan... no tengo tiempo de cerciorarme de que ella tenga el Cristal de Luz Estelar...- susurro Urot, alzando su otro brazo, haciendo que sus manos, quedasen a la altura de su pecho, concentrando en ellas una inmensa energía - Mi señora Manami... concentra en este cuerpo toda la energía maligna... ¡¡¡EL MOMENTO DEL GRAN DESPERTAR A LLEGADO!!!
Al decir aquellas palabras, la energía se había entre sus manos, salió disparada directamente hacia Shizuka, envolviéndola completamente. Ella, se llevo las manos a la cabeza, empezó a gritar de dolor, al intentar resistirse a que aquella energía penetrase en su cuerpo.
- ¡¡Shizuka!! ¡¡No!! - grito Sailor Moon, quien, rápidamente, salió corriendo hacia el lugar, pero desgraciadamente no pudo llegar, ya que se topo con la barrera energética invisible, dándole una descarga, y lanzándola después a unos metros de distancia de allí.
Las Sailors fueron corriendo a ver como estaba Sailor Moon, la cual aun tenia fuerza para levantarse y probar suerte de nuevo, pero no hubo ningún cambio. Solo podían observar como apenas a 5 metros de ellos, Urot atacaba sin piedad a su amiga.
- Esta energía es la recolectada a lo largo de todo este tiempo... - comenzó a relatar Urot mientras hacia su trabajo - Esta pasada por un filtro maligno, que a convertido la energía, al mas estado puro negativo... esto es lo que hará que ella despierte...
Intensifico el ataque, por lo que Shizuka comenzó a gritar mas fuerte, agarrándose mas fuerte aun la cabeza. De pronto en su interior, algo empezó a ocurrir, unos sentimientos ajenos a ella empezaron a aflorar en su interior.
- ¡¡Nooo!! - grito Shizuka desesperada
El sentimiento de una confesión
- ¡¡¡No!!!
El sentimiento de un rechazo
- ¡¡¡Basta!!!
El sentimiento de un amor perdido
- ¡¡¡BASTA!!! ¡Por favor!
El sentimiento de amistades destruidas
- ¡¡¡¡Noooooooooo!!!!
El sentimiento de un suicidio
Y después nada... Shizuka cayo al suelo de rodillas. El pelo le tapaba la cara por completo. Su respiración era muy agitada. Urot termino con su ataque, sonriendo malévolamente.
- ¡¡Shizuka!! - grito Sailor Júpiter, observándola allí sentada
La muchacha alzo el rostro, y con sorpresa observaron, que ya no era el mismo. Sus ojos castaños, se habían teñido de un rojo intenso y brillante, la expresión de sus labios, tan gentil de antes, tan fríos y malévolos de ahora... La chica se levanto poco a poco, asta quedar completamente en pie. Lentamente, sus ropas cambiaron, a un vestido gris oscuro, que marcaba todas sus formas...
- Ella ya no existe - alcanzo a decir aquella joven, con una voz, tremendamente aterradora (algo parecida a la de Sailor Galaxia en japonés cuando el caos toma su cuerpo) - Yo soy la Dama Oscura...
La risa estremecedora de Urot inundo el aire, reuniéndose con su nueva aliada, pasándole el brazo por encima, mirando a sus enemigos divertido.
- La destrucción de este mundo pronto llegara a su fin... cuando la Dama Oscura este totalmente preparada... Hasta ese momento... ¡Adiós!
Poco a poco desaparecieron, dejando consternados a los presentes. ¿Que ocurriría ahora? ¿Seria en serio lo de la destrucción de la Tierra? ¿Y que pintaba Shizuka en todo aquello?
Desde lo lejos, envuelta en un llanto sin consuelo, se encontraba Natsuki, quien había observado atentamente todo...
Fin del capitulo 15
