Card Captor Sakura 03
Poco a poco, en la habitación aquella de aquel lujoso hotel, comenzaban a llegar visitas. Primeramente fue Shaoran. El joven hechicero quería saber qué demonios estaba ocurriendo allí, y Eriol parecía tener la respuesta, por la expresión de incompresión, tristeza, y terror, que se le había quedado en la lucha anterior, la cuál se disolvió, rápidamente, al desaparecer el enemigo. Pero ningún resultado. Eriol no quería recibir ninguna visita.
- Nisiquiera a nosotros quiere vernos - Spi voló alrededor de la mesa, en dirección a apoyarse en el sillón del salón
- No ha salido de su cuarto desde anoche... - Nakuru dirigió la mirada hacia la puerta que daba al cuarto dónde se suponía que se encontraba Eriol.
La puerta de la estancia de la gran habitación, sonó, al ser tocada, probablemente, por unos nudillos. Nakuru miró a Spi, Spi miró a Nakuru. Ninguno de los dos tenía intención alguna de levantarse a abrir la puerta. Al final, la insistencia crispó los nervios de Nakuru, y con un gruñido, se levantó del sofá, donde estaba junto a Shaoran, y fue rápidamente a abrir.
- Hola - saludó con una sonrisa Nakuru, al ver la cantidad de gente que allí estaba - ¿Más visitas? - preguntó mientras les hacía pasar al interior
- ¿Más visitas? - repitió Sakura sin entender las palabras y echó un vistazo más al fondo viendo a Shaoran, que se levantaba del sofá
- ¡Shaoran! - el grito de alegría de Kaoru, dejó sin oido al pobre Yukito, que iba a su lado.
Kaoru comenzó a saltar en dirección a Shaoran, hasta que logró colgarse de su cuello, mientras que el pobre muchacho chino, se ruborizaba completamente. Kaoru miró a Sakura, a la cuál notó como apretaba fuertemente las tiras de su bolso, del cuál, haciendo un pequeño gruñido, salió Kero-chan, agitando sus alitas, en dirección adónde se encontraba Spi, y se sentó a su lado.
- Que sorpresa encontrarte aquí - dijo Kaoru, mientras frotaba su mejilla contra la de él, haciendo que el pobre muchacho pasara de un color rojo carmín, a un tono casi morado
- ¿Y se puede saber que haces tú aquí? - Nakuru preguntó poniendo las manos en las caderas, al ver aquella actitud
- Yo vengo en calidad de apoyo - levantó Kaoru un dedo, en forma aclarativa.
- ¿Apoyo para quién? - volvió a preguntar la guardiana de Eriol
- Pues para el que lo necesite... - musitó la interrogada
Una gota general se pudo ver en las cabezas de los presentes.
- ¿Cómo está Eriol? - Yukito intentó romper aquella situación tan tensa, al ver como los nervios de Nakuru, comenzaban a desbordarse
- No quiere recibir a nadie - contestó Shaoran, cuando se hubo librado de los brazos de Kaoru
- ¿Por qué? - preguntó Kaoru, siendo acribillada por las miradas de Nakuru y Spi
- Porque anoche se dio de cara con algo que no le gustó - respondió Spi antes de que su compañera le soltase alguna bordería
- Nosotros sabemos el por qué... - susurró Kero, cruzando sus brazitos encima del pecho, atrayendo todas la miradas hacia él
- ¡Pues entonces comienza a explicar ahora mismo! - exigió Shaoran en un tono de voz, todo, menos amable
- ¡No me hables así mocoso!
- ¡Basta! - la voz cortante de Yue, que entre ese instante de pelea, había dejado atrás su aspecto de Yukito, a lo cuál todos enmudecieron, mirandole, dispuestos a prestar atención. Yue se cruzó de brazos y cerró los ojos - Kerberos y yo lo presentimos en la primera pelea... aunque en esta segunda quedó confirmado con sus palabras
"El ser con el que estamos tratando... es en cuestión de magia, más poderoso que nuestra ama, por eso los poderes de las cartas no surgen efecto alguno sobre él... y se defiende bastante bien contra la magia de Eriol... ya que la conoce perfectamente. Ese ser es un antiguo enemigo de Clow Reed..."
- Y la razón por la cuál Eriol se encuentra en ese estado de ánimo... - continuó Kero con voz serena - Es que ese enemigo, anteriormente fue un amigo suyo... y que por su culpa... la mujer a la que Clow amaba, murió.
Una esclamación general se pudo escuchar. Por la columna vertebral de Kaoru, subió un pequeño escalofrío al escuchar aquellas palabras.
- Pero si la esposa de Clow, según las habladurías, murió de una enfermedad... - susurró Sharon ante aquello
- Es lo que Clow hizo creer... ya que no quería que nadie supiese la verdadera razón... - suspiró Kero
- Si queréis saberlo... será mejor que sepáis todo desde el principio...
Las miradas se volvieron hacia un lugar, en el salón, allí, en pie, con expresión triste bañando su rostro, y con un batín de seda, típicamente inglés, se encontraba Eriol, que había escuchado todo desde un principio. El muchacho dirigió sus pasos hasta el sillón, dónde estaban Spi y kero sentados. Los tomó en sus manos, y se sentó allí, poniéndolos después en su regazo.
- Eriol... - susurró Sakura al verle en aquel estado, en el que núnca le había visto, y vió como cerraba los ojos, y parecía como si estuviese recordando
- Se llamaba Xia... - la voz suave de Eriol, brotó de su garganta - Pertenecía a un pequeño Clan del sur de China, el Clan Ying, absentos de poder mágico, pero sí político, aunque ella fue todo lo contrario. La muchacha fue encargada a Clow como su alumna, para explotar esas hablidades mágicas, que, superaban increiblemente, a las de su maestro
- Encanta de conocerle Clow sensei - la muchacha sonrió de manera angelical - Es un placer que el mago más poderoso acepte entrenarme
- Era extraordinaria - esbozó una sonrisa suave Eriol - Tenía el pelo rojo oscuro, rizado, a la altura de media espalda, y parte de ellos los llevaba recogidos en dos odangos, que siempre llevaba adornados con flores blancas... y sus ojos... unos ojos tan extraños... pero a la vez que desprendían un calor y una dulzura especial... eran blancos, con algún que otro tono de gris claro. Desde luego el nombre que habían elegido para ella, le iba como anillo al dedo.
"Clow pensó que realmente se trataba de una nube, que había bajado del cielo, y tomado forma humana, para el deleite de los mortales. Tan dulce, tan esponjosa, que daba miedo tocarla, por miedo a que se desvaneciera. Clow no tardó en enamorarse de ella. Y los sentimientos de él fueron correspondidos."
"Xia aprendía rápido a utilizar su mágia, no la tenía totalmente desarrollada... pero sabía algunos hechizos poderosos. Decía que no le hacía falta saber nada de mágia, solo con estar junto a él le era suficiente"
"Ella fue la que le proporcionó el hechizo exacto a Clow para crear las cartas de poder... Pero al poco tiempo de crearlas, estas fueron muy codiciadas, sobre todo por un hechizero amigo de Clow, Zhi, que no dejaba de insistirle para que le diese el hechizo para crearlas, pero Clow se negó, y esa negación, desencadenó la furia de Zhi. "
"Desprevenidamente, lanzó un hechizo contra Xia, haciendo que su poder quedase rebajado a la mitad, y otro exactamente a Clow. La lucha entre Clow y Zhi, se decidió a favor del malvado, ya que parecía ser que había echo algún tipo de trato con algún demonio, a cambio de más poder. Clow estaba exausto... y sólo pudo ver como Xia le pedía ayuda a las cartas, y con un mismo hechizo que ella había creado de su propia mano, encerró en su cuerpo aquella magia oscura, matándo a la vez, a Zhi"
Todos escuchaban con los oidos bien atentos aquel relato... nisiquiera se arriesgaban a respirar, ya que eso núnca había sido relatado.
- Xia contuvo bien en su cuerpo aquella mágia... - suspiró Eriol profundamente - Ya que las cartas eran tan codiciadas, Clow decidió crear dos guardianes para custodiarlas, y que no cayeran en malas manos - pasó la mano por el lomo de Kero, y miró a Yue - Después de cinco años... la mágia oscura se entremezcló con la suya, y acabó por tomar posesión de su cuerpo. Con mucho pesar, Clow tuvo que sellar aquella mágia oscura, con ayuda de las cartas, y con el resultado de que en el cuerpo dónde residía, moría instantaneamente
Kaoru se llevó las manos a la boca, intentando ahogar un sollozo
- Aquél que sellara el poder... sería bendecido con una maldición de muerte, a largo plazo... - suspiró mirando a Kaoru, como ahogó aquel sollozo - Clow sabía que moriría... así que por eso elegió como nueva maestra de las cartas a Sakura - miró a la muchacha - Eran demasiado importantes como para que estuviesen desperdigadas...
- ¿Pero por qué? - la voz de Kaoru tartamudeó al preguntar aquello y se inclinó más hacia Eriol - Si se supone que Clow era tan poderoso, al heberse aplicado un hechizo de curación, ¡habría contrarrestado aquella maldición! - aquellas palabras hizo que el joven inglés frunciera el ceño. ¿Cómo sabía ella eso?
- Porque Clow creó las cartas por Xia, y sin Xia, su vida no le importaba... - fue lo que le respondió, y se sorprendió al ver la reacción de Kaoru - La amaba tanto que no podía vivir sin ella
- Kaoru...
Kaoru notó la mano de Sakura en su hombro. Sus ojos estaban húmedos. Se llevó las manos a las mejillas, y comprobó que estaba llorando. Rápidamente se levantó de sofá, tomándo su bolso, y dispuesta a irse, cuando una mano se aferró a su muñeca, teneniéndola.
- Suéltame Yue - se limpió las lágrimas - He recordado que había quedado con mi hermano abajo... y no quiero llegar tarde
- Pero... - Sakura se levantó en dirección a ella
- ¡Suéltame! - las lágrimas volvieron a brotar al ver como Eriol la miraba de aquella manera.
Kaoru se zafó de la mano de Yue, y bruscamente abrió la puerta de salida, y con suerte logró atrapar el ascensor de bajada, antes de que Sakura y Shaoran saliesen detrás de ella instántaneamente.
Eriol se asomó a la terraza para ver si le daban algún alcanze. Vió al hermano de Kaoru en la esquina de la calle, y como su hermana, corría hacia él, rápidamente, echándose en sus brazos
- ¡¿Kaoru qué te ocurre?! - Neikan se preocupó de sobremanera, al ver a su hermana envuelta en lágrimas, abrazándola fuertemente
- Tienes que alejarme de él... - sollozó Kaoru entre lágrimas
- Yo te haré olvidar... - Neikan tomó el rostro de la muchacha en sus manos, y sus ojos azules destellearon.
Eriol notó como un dolor, cuando vió como Neikan, agachaba su rostro, hacia el de Kaoru, besándola suavemente. No pudo contemplarlo por más tiempo, y se deslizó hacia los adentros, encerrándose nuevamente en su habitación, ignorándo las súplicas de sus guardianes
Sharon y Sakura observaron la escena de lejos, y no entendieron ni de lejos, la reacción de aquella mujer. Después tomaron un taxi, y se alejaron juntos de allí.
*****
El día anterior había sido bastante extraño. Kaoru paseó por el aula vacía en las que impartía clases. Aún faltaba un poco de tiempo para que sus alumnos llegaran hasta ella, y comenzara. No había dormido bien. Cogió de su bolso, que estaba encima de una mesa, una pequeña polvera, abriendola, y mirándose en ella. Las ojeras se hacían notar sobre su rostro, y resignada, volvió a dejar el objeto en su sitio.
- Vaya... parece que llego pronto - la voz sacó a Kaoru de sus pensamientos
- Eriol - se sorprendió esta - No pensé que fueras a venir hoy
- Solo necesitaba un poco de reposo - sonrió con amabilidad, mientras tomó asiento en la primera fila, y se le quedó mirando fijamente
- Esto... - Kaoru se ruborizó ligeramente - Siento haberme marchado de aquella manera ayer... - se disculpó en un susurro
- Estuve dándole vueltas a eso - mentira, Eriol se había pasado toda la noche pensando en ella, y no a lo que sucedió - ¿Cómo sabías que la maldición se podía contrarrestar?
- ¿Eh? - kaoru tragó saliva bruscamente, sientiendo la mirada azul de Eriol sobre ella, como si la estuviese analizando - Bueno, desde que Sakura me contó todo lo relacionado a que era Maestra de Cartas, me picó la curiosidad por la mágia... y eso lo leí en un libro - su sonrisa parecía de lo más sincera
- ¿Por qué lloraste?
- Es... una historia triste... - Kaoru bajó la vista mientras que juegueteaba con una tira del bolso - Soy una romántica - alzó la cabeza sonriendo nuevamente, haciendo que Eriol se estremeciera - Aunque por mi manera de conquistar a Shaoran no lo parezca - le puso una nota de humor a aquella conversación tan triste
- ¿En verdad te gusta? - recordó Eriol con tristeza al recordar el momento en que su hermano y ella se besaron. ¿Qué pasaba entonces con Shaoran?. Vió como Kaoru se sentó en la silla de al lado.
- Te diré si prometes no decir una palabra - le sonrió viéndole asentir - Es un chico muy mono... pero no me gusta
- ¿Entonces? - vaya, si que estaba preguntón ese día, pero era la primera vez que la sentía tan cérca de él, y quería saberlo absolutamente todo
- Quiero que Sakura se dé cuenta de que aún ama a ese chico - respondió con un brillo en los ojos - Aún que se hayan separado tanto tiempo, sé que esos dos aún se quieren, y no pararé de acosarle, hasta que lo vea claro.
- Pues parece que dá buen resultado - sonrió Eriol - Aunque no se note, Sakura salta cada vez que lanzas en los brazos de Shaoran...
- Lo sé - se levantó de la silla y cogió una tiza de la pizarra verde, comenzando a jugar con ella - Y tengo un plan perfecto para el último paso... ¿quieres ayudarme?
- Claro, será un placer - asintió el muchacho de gafas plateadas.
Hubo un rato de silencio. Incomodo para los dos. Kaoru rogaba que por la puerta, entrase alguno de sus alumnos, mientras que por su mente le rondaba una pregunta, la curiosidad le podía
- ¿Aún amas a Xia Ying?
- ¿Qué? - la pregunta le tomó de sorpresa, y su mirada se entristeció - Aunque sea la encarnación de Clow... y tenga sus poderes mágicos... no soy él...
- ¿Eso es que no? - y vió al muchacho asentir
- Yo amo a otra persona... - el corazón de Kaoru dio un vuelco a oir esa confesión - ¿Y tú?
- Mi amor... - se dio la vuelta para clavar su mirada violeta en los ojos azules -... es imposible... - vió como Eriol frunció el ceño - ¿Qué por qué? Porque solo le haría sufrir al final de todo... parece que nuestro destino no es estar juntos...
Kaoru puso una sonrisa en su rostro, cuando dos alumnos suyos aparecieron en el aula. Dejó la tiza en su sitio, y saltó a los brazos de Shaoran, cuanto este hubo ingresado en la clase, tan cariñosa como siempre. Eriol observó la escena, en como Shaoran volvía a ponerse colorado, y en como Sakura apretaba los dientes disimuladamente, tomando asiento a su lado. Le dirigió una sonrisa suave, mientras que pensaba en las palabras de Kaoru
"Mi amor es imposible... porque solo le haría sufrir al final del todo... parece que nuestro destino no es estar juntos..."
Eriol lo enlazó perfectamente a su relación con su hermano, por lo que había visto el día anterior. Suspiró, y solo pudo ver como la alegría de aquella chica que despertaba aquel sentimiento en él, embargaba el ambiente, mientras que daba comienzo a su clase.
*****
- Siempre estaremos a su lado - la voz de un joven sonaba decidida
- ¿Eso crees? - otra voz un poco mas... bestial... se pudo escuchar entre la penumbra de aquel lugar - ¿Aunque quiera matar a gente?
- Siempre... es nuestra ama... Tsuki
- Tienes razón Tenjitsu... para lo bueno y para lo malo...
*****
- ¡Adios cariño!
Kaoru se despidió con la mano de sus alumnos, y lanzó un beso divertida al muchacho chino, mientras subía al autobús. Eriol, Shaoran y Sakura, emprendieron su camino hacia sus respectivas casas. Pero en un momento detuvieron sus pasos. Pegaron espalda con espalda, y observaron la calle, a lo largo y a lo ancho. El aura oscura que despedían aquellas cartas, estaba cerca.
Sakura y Eriol pronunciaron el conjuro, en el que las llaves que colgaban de sus cuellos, sujetas por una cadena, tomaron su forma original de vara, y se pusieron en posición de defensa. Shaoran por su parte hizo aparecer aquella espada a través de la bola, sacando a su vez un talismán, dispuesto a atacar. Eriol pronunció unas palabras, que rápidas fueron, haciendo aparecer un escudo protector sobre los tres, cuando el poder, que reconoció como la carta "Fuego", se echó sobre ellos.
- ¡Dá la cara! - Eriol apretó su báculo dorado con forma de sol, observando a todas partes
Una risita ligera se escuchó del final de la calle. Poco a poco, apareciendo en el cielo, se formaron tres siluetas. Los muchachos trataron de visualizarlas, y exclamaron algo, en cuanto les vieron. Una pantera gris, de ojos azules, y con unas alas en la espalda, blancas, de hada, se encontraba allí, junto con un muchacho, que vestía unas ropas de guardián, de cabellos largos negros, de reflejos azules, atados con una pequeña cinta blanca, de ojos dorados, y con las mismas alas que la pantera. La tercera persona se trataba de una muchacha, de larguisimos cabellos azules, color del cielo, vestida con ropas de combate chinas, negras, y sus ojos... de un color negro profundo, que lanzaban chispas de odio
- ¡¿Quién eres?! - Shaoran se puso a la cabeza blandiendo su espada
- Y aún no lo sabéis - se burló con una risita aquella mujer - Amigo Clow... no pensé que te hubieras reencarnado... es toda una sorpresa... mejor... - su mirada lanzó un destello - Así primero acabaré con todo lo que creaste... y luego me vengaré de ti
- Zhi... - susurró Eriol, reconociéndo aquella maldad, provocando una carcajada en la mujer
- Por fín te has dado cuenta...
- ¿En serio vas a destruir eso que tanto anhelas? - Sakura intentaba ganar tiempo, sabiendo que si Zhi lo que en realidad quería era las cartas, ¿cómo iba a destruirlas?
La mujer rió. En su mano se alzaba un báculo de color azul agua transparente, tanto que parecía de cristal. En la parte superior, sobre unos brazos que se juntaban en el centro, una esfera blanca brillante, semejante a una perla. Hizo un movimiento con la vara, y alrededor de aquellas tres personas, una baraja de cartas, se pusieron a levitar
- Esas cartas me importan un bledo - rió señalando a las suyas propias - El cuerpo poseído tiene la suficiente mágia necesaría para crear el doble de cartas... - señaló a sus dos compañeros -... y a unos guardianes para que las protejan...
- ¡¿De quién es el cuerpo?! - quiso saber Shaoran a lo que no respondieron a esa pregunta
- Cómo rompiste el sello... - preguntó Eriol, dejando en el olvido, la anterior cuestión
- El espíritu de tu amada Xia me liberó... - susurró aquella mujer divertida
- ¡¿Xia?! ¡¿Eso es imposible?! ¡Ella núnca haría algo así!
- Xia me encargó de que me vengase por ella... está muy molesta porque la abandonaste... - puso cara de pena fingida Zhi - Así que eso es lo que haré ¡Tenjitsu, Tsuki, encargaos de la encarnació de Clow y del joven hechizero!
Los dos guardianes acataron rápidamente las órdenes que acababan de recibir. La pelea entre poderes mágicos, comenzaron a sucederse, meintras que Sakura estaba aterrada, frente a Zhi. Las cartas azules que la rodeaban, emitieron un brillo, dispersándose, poniéndose alrededor de Sakura.
- ¡Sakura! - gritó Shaoran, esquivando un ataque de la pantera gris
Eriol contraatacaba a Tenjitsu con fiereza, pero aquel guardián era demasiado bueno. Le distrajo con un conjuro, y corrió junto con Shaoran, hasta donde se encontraba la adolescente. En el momento en que las cartas azules lanzaron sus ataques hacia Sakura, esta se encontraba totalmente protegida por el cuerpo de los dos muchachos.
El ataque se disipó. Sakura abrió los ojos y notó, como los cuerpos de sus amigos, caían doloridos al suelo, pero aún con vida. Sakura miró a Zhi, que le sontenía una mirada divertída. Eso le dolió mucho.
- ¡No dejaré que les hagas daño! - vociferó Sakura sujetando fuertemente la vara
- ¿Y qué haras para deterneme? - una mueca sarcastica se formó en su rostro - Tu mágia no tiene ni punto de comparación con la mía...
Zhi movió su báculo. Sus cartas, aún rodeando a Sakura, comenzaron a brillar nuevamente. El ataque volvió a sucederse. Pero esta vez, las cartas de Sakura, salieron del bolsillo del uniforme de la muchacha, poniendose a su alrededor, contrarrestando aquel ataque. Duró varios minutos. Zhi observaba como la magia de sus cartas, estaba debilitando a las de esa niñita. Como se agrietaban cada vez más. Disfrutó el momento de la victoria con agrado. Un ataque hizo que tuviera que moverse de su sitio. Se desconcentró y sus carts dejaron de atacar. Habían llegado hasta allí, cuatro molestias, cuatro guardianes.
- Demasiadas personas... vámonos - le hizo una señal a sus dos guardianes - Total... todas las cartas Sakura están bastantes debilitadas... no resistirán otro ataque... y lo sabeis... - clavó su mirada en la de Eriol, que apenas recobraba el conocimiento.
Después. Simplemente, desaparecieron.
Fin del 03
Poco a poco, en la habitación aquella de aquel lujoso hotel, comenzaban a llegar visitas. Primeramente fue Shaoran. El joven hechicero quería saber qué demonios estaba ocurriendo allí, y Eriol parecía tener la respuesta, por la expresión de incompresión, tristeza, y terror, que se le había quedado en la lucha anterior, la cuál se disolvió, rápidamente, al desaparecer el enemigo. Pero ningún resultado. Eriol no quería recibir ninguna visita.
- Nisiquiera a nosotros quiere vernos - Spi voló alrededor de la mesa, en dirección a apoyarse en el sillón del salón
- No ha salido de su cuarto desde anoche... - Nakuru dirigió la mirada hacia la puerta que daba al cuarto dónde se suponía que se encontraba Eriol.
La puerta de la estancia de la gran habitación, sonó, al ser tocada, probablemente, por unos nudillos. Nakuru miró a Spi, Spi miró a Nakuru. Ninguno de los dos tenía intención alguna de levantarse a abrir la puerta. Al final, la insistencia crispó los nervios de Nakuru, y con un gruñido, se levantó del sofá, donde estaba junto a Shaoran, y fue rápidamente a abrir.
- Hola - saludó con una sonrisa Nakuru, al ver la cantidad de gente que allí estaba - ¿Más visitas? - preguntó mientras les hacía pasar al interior
- ¿Más visitas? - repitió Sakura sin entender las palabras y echó un vistazo más al fondo viendo a Shaoran, que se levantaba del sofá
- ¡Shaoran! - el grito de alegría de Kaoru, dejó sin oido al pobre Yukito, que iba a su lado.
Kaoru comenzó a saltar en dirección a Shaoran, hasta que logró colgarse de su cuello, mientras que el pobre muchacho chino, se ruborizaba completamente. Kaoru miró a Sakura, a la cuál notó como apretaba fuertemente las tiras de su bolso, del cuál, haciendo un pequeño gruñido, salió Kero-chan, agitando sus alitas, en dirección adónde se encontraba Spi, y se sentó a su lado.
- Que sorpresa encontrarte aquí - dijo Kaoru, mientras frotaba su mejilla contra la de él, haciendo que el pobre muchacho pasara de un color rojo carmín, a un tono casi morado
- ¿Y se puede saber que haces tú aquí? - Nakuru preguntó poniendo las manos en las caderas, al ver aquella actitud
- Yo vengo en calidad de apoyo - levantó Kaoru un dedo, en forma aclarativa.
- ¿Apoyo para quién? - volvió a preguntar la guardiana de Eriol
- Pues para el que lo necesite... - musitó la interrogada
Una gota general se pudo ver en las cabezas de los presentes.
- ¿Cómo está Eriol? - Yukito intentó romper aquella situación tan tensa, al ver como los nervios de Nakuru, comenzaban a desbordarse
- No quiere recibir a nadie - contestó Shaoran, cuando se hubo librado de los brazos de Kaoru
- ¿Por qué? - preguntó Kaoru, siendo acribillada por las miradas de Nakuru y Spi
- Porque anoche se dio de cara con algo que no le gustó - respondió Spi antes de que su compañera le soltase alguna bordería
- Nosotros sabemos el por qué... - susurró Kero, cruzando sus brazitos encima del pecho, atrayendo todas la miradas hacia él
- ¡Pues entonces comienza a explicar ahora mismo! - exigió Shaoran en un tono de voz, todo, menos amable
- ¡No me hables así mocoso!
- ¡Basta! - la voz cortante de Yue, que entre ese instante de pelea, había dejado atrás su aspecto de Yukito, a lo cuál todos enmudecieron, mirandole, dispuestos a prestar atención. Yue se cruzó de brazos y cerró los ojos - Kerberos y yo lo presentimos en la primera pelea... aunque en esta segunda quedó confirmado con sus palabras
"El ser con el que estamos tratando... es en cuestión de magia, más poderoso que nuestra ama, por eso los poderes de las cartas no surgen efecto alguno sobre él... y se defiende bastante bien contra la magia de Eriol... ya que la conoce perfectamente. Ese ser es un antiguo enemigo de Clow Reed..."
- Y la razón por la cuál Eriol se encuentra en ese estado de ánimo... - continuó Kero con voz serena - Es que ese enemigo, anteriormente fue un amigo suyo... y que por su culpa... la mujer a la que Clow amaba, murió.
Una esclamación general se pudo escuchar. Por la columna vertebral de Kaoru, subió un pequeño escalofrío al escuchar aquellas palabras.
- Pero si la esposa de Clow, según las habladurías, murió de una enfermedad... - susurró Sharon ante aquello
- Es lo que Clow hizo creer... ya que no quería que nadie supiese la verdadera razón... - suspiró Kero
- Si queréis saberlo... será mejor que sepáis todo desde el principio...
Las miradas se volvieron hacia un lugar, en el salón, allí, en pie, con expresión triste bañando su rostro, y con un batín de seda, típicamente inglés, se encontraba Eriol, que había escuchado todo desde un principio. El muchacho dirigió sus pasos hasta el sillón, dónde estaban Spi y kero sentados. Los tomó en sus manos, y se sentó allí, poniéndolos después en su regazo.
- Eriol... - susurró Sakura al verle en aquel estado, en el que núnca le había visto, y vió como cerraba los ojos, y parecía como si estuviese recordando
- Se llamaba Xia... - la voz suave de Eriol, brotó de su garganta - Pertenecía a un pequeño Clan del sur de China, el Clan Ying, absentos de poder mágico, pero sí político, aunque ella fue todo lo contrario. La muchacha fue encargada a Clow como su alumna, para explotar esas hablidades mágicas, que, superaban increiblemente, a las de su maestro
- Encanta de conocerle Clow sensei - la muchacha sonrió de manera angelical - Es un placer que el mago más poderoso acepte entrenarme
- Era extraordinaria - esbozó una sonrisa suave Eriol - Tenía el pelo rojo oscuro, rizado, a la altura de media espalda, y parte de ellos los llevaba recogidos en dos odangos, que siempre llevaba adornados con flores blancas... y sus ojos... unos ojos tan extraños... pero a la vez que desprendían un calor y una dulzura especial... eran blancos, con algún que otro tono de gris claro. Desde luego el nombre que habían elegido para ella, le iba como anillo al dedo.
"Clow pensó que realmente se trataba de una nube, que había bajado del cielo, y tomado forma humana, para el deleite de los mortales. Tan dulce, tan esponjosa, que daba miedo tocarla, por miedo a que se desvaneciera. Clow no tardó en enamorarse de ella. Y los sentimientos de él fueron correspondidos."
"Xia aprendía rápido a utilizar su mágia, no la tenía totalmente desarrollada... pero sabía algunos hechizos poderosos. Decía que no le hacía falta saber nada de mágia, solo con estar junto a él le era suficiente"
"Ella fue la que le proporcionó el hechizo exacto a Clow para crear las cartas de poder... Pero al poco tiempo de crearlas, estas fueron muy codiciadas, sobre todo por un hechizero amigo de Clow, Zhi, que no dejaba de insistirle para que le diese el hechizo para crearlas, pero Clow se negó, y esa negación, desencadenó la furia de Zhi. "
"Desprevenidamente, lanzó un hechizo contra Xia, haciendo que su poder quedase rebajado a la mitad, y otro exactamente a Clow. La lucha entre Clow y Zhi, se decidió a favor del malvado, ya que parecía ser que había echo algún tipo de trato con algún demonio, a cambio de más poder. Clow estaba exausto... y sólo pudo ver como Xia le pedía ayuda a las cartas, y con un mismo hechizo que ella había creado de su propia mano, encerró en su cuerpo aquella magia oscura, matándo a la vez, a Zhi"
Todos escuchaban con los oidos bien atentos aquel relato... nisiquiera se arriesgaban a respirar, ya que eso núnca había sido relatado.
- Xia contuvo bien en su cuerpo aquella mágia... - suspiró Eriol profundamente - Ya que las cartas eran tan codiciadas, Clow decidió crear dos guardianes para custodiarlas, y que no cayeran en malas manos - pasó la mano por el lomo de Kero, y miró a Yue - Después de cinco años... la mágia oscura se entremezcló con la suya, y acabó por tomar posesión de su cuerpo. Con mucho pesar, Clow tuvo que sellar aquella mágia oscura, con ayuda de las cartas, y con el resultado de que en el cuerpo dónde residía, moría instantaneamente
Kaoru se llevó las manos a la boca, intentando ahogar un sollozo
- Aquél que sellara el poder... sería bendecido con una maldición de muerte, a largo plazo... - suspiró mirando a Kaoru, como ahogó aquel sollozo - Clow sabía que moriría... así que por eso elegió como nueva maestra de las cartas a Sakura - miró a la muchacha - Eran demasiado importantes como para que estuviesen desperdigadas...
- ¿Pero por qué? - la voz de Kaoru tartamudeó al preguntar aquello y se inclinó más hacia Eriol - Si se supone que Clow era tan poderoso, al heberse aplicado un hechizo de curación, ¡habría contrarrestado aquella maldición! - aquellas palabras hizo que el joven inglés frunciera el ceño. ¿Cómo sabía ella eso?
- Porque Clow creó las cartas por Xia, y sin Xia, su vida no le importaba... - fue lo que le respondió, y se sorprendió al ver la reacción de Kaoru - La amaba tanto que no podía vivir sin ella
- Kaoru...
Kaoru notó la mano de Sakura en su hombro. Sus ojos estaban húmedos. Se llevó las manos a las mejillas, y comprobó que estaba llorando. Rápidamente se levantó de sofá, tomándo su bolso, y dispuesta a irse, cuando una mano se aferró a su muñeca, teneniéndola.
- Suéltame Yue - se limpió las lágrimas - He recordado que había quedado con mi hermano abajo... y no quiero llegar tarde
- Pero... - Sakura se levantó en dirección a ella
- ¡Suéltame! - las lágrimas volvieron a brotar al ver como Eriol la miraba de aquella manera.
Kaoru se zafó de la mano de Yue, y bruscamente abrió la puerta de salida, y con suerte logró atrapar el ascensor de bajada, antes de que Sakura y Shaoran saliesen detrás de ella instántaneamente.
Eriol se asomó a la terraza para ver si le daban algún alcanze. Vió al hermano de Kaoru en la esquina de la calle, y como su hermana, corría hacia él, rápidamente, echándose en sus brazos
- ¡¿Kaoru qué te ocurre?! - Neikan se preocupó de sobremanera, al ver a su hermana envuelta en lágrimas, abrazándola fuertemente
- Tienes que alejarme de él... - sollozó Kaoru entre lágrimas
- Yo te haré olvidar... - Neikan tomó el rostro de la muchacha en sus manos, y sus ojos azules destellearon.
Eriol notó como un dolor, cuando vió como Neikan, agachaba su rostro, hacia el de Kaoru, besándola suavemente. No pudo contemplarlo por más tiempo, y se deslizó hacia los adentros, encerrándose nuevamente en su habitación, ignorándo las súplicas de sus guardianes
Sharon y Sakura observaron la escena de lejos, y no entendieron ni de lejos, la reacción de aquella mujer. Después tomaron un taxi, y se alejaron juntos de allí.
*****
El día anterior había sido bastante extraño. Kaoru paseó por el aula vacía en las que impartía clases. Aún faltaba un poco de tiempo para que sus alumnos llegaran hasta ella, y comenzara. No había dormido bien. Cogió de su bolso, que estaba encima de una mesa, una pequeña polvera, abriendola, y mirándose en ella. Las ojeras se hacían notar sobre su rostro, y resignada, volvió a dejar el objeto en su sitio.
- Vaya... parece que llego pronto - la voz sacó a Kaoru de sus pensamientos
- Eriol - se sorprendió esta - No pensé que fueras a venir hoy
- Solo necesitaba un poco de reposo - sonrió con amabilidad, mientras tomó asiento en la primera fila, y se le quedó mirando fijamente
- Esto... - Kaoru se ruborizó ligeramente - Siento haberme marchado de aquella manera ayer... - se disculpó en un susurro
- Estuve dándole vueltas a eso - mentira, Eriol se había pasado toda la noche pensando en ella, y no a lo que sucedió - ¿Cómo sabías que la maldición se podía contrarrestar?
- ¿Eh? - kaoru tragó saliva bruscamente, sientiendo la mirada azul de Eriol sobre ella, como si la estuviese analizando - Bueno, desde que Sakura me contó todo lo relacionado a que era Maestra de Cartas, me picó la curiosidad por la mágia... y eso lo leí en un libro - su sonrisa parecía de lo más sincera
- ¿Por qué lloraste?
- Es... una historia triste... - Kaoru bajó la vista mientras que juegueteaba con una tira del bolso - Soy una romántica - alzó la cabeza sonriendo nuevamente, haciendo que Eriol se estremeciera - Aunque por mi manera de conquistar a Shaoran no lo parezca - le puso una nota de humor a aquella conversación tan triste
- ¿En verdad te gusta? - recordó Eriol con tristeza al recordar el momento en que su hermano y ella se besaron. ¿Qué pasaba entonces con Shaoran?. Vió como Kaoru se sentó en la silla de al lado.
- Te diré si prometes no decir una palabra - le sonrió viéndole asentir - Es un chico muy mono... pero no me gusta
- ¿Entonces? - vaya, si que estaba preguntón ese día, pero era la primera vez que la sentía tan cérca de él, y quería saberlo absolutamente todo
- Quiero que Sakura se dé cuenta de que aún ama a ese chico - respondió con un brillo en los ojos - Aún que se hayan separado tanto tiempo, sé que esos dos aún se quieren, y no pararé de acosarle, hasta que lo vea claro.
- Pues parece que dá buen resultado - sonrió Eriol - Aunque no se note, Sakura salta cada vez que lanzas en los brazos de Shaoran...
- Lo sé - se levantó de la silla y cogió una tiza de la pizarra verde, comenzando a jugar con ella - Y tengo un plan perfecto para el último paso... ¿quieres ayudarme?
- Claro, será un placer - asintió el muchacho de gafas plateadas.
Hubo un rato de silencio. Incomodo para los dos. Kaoru rogaba que por la puerta, entrase alguno de sus alumnos, mientras que por su mente le rondaba una pregunta, la curiosidad le podía
- ¿Aún amas a Xia Ying?
- ¿Qué? - la pregunta le tomó de sorpresa, y su mirada se entristeció - Aunque sea la encarnación de Clow... y tenga sus poderes mágicos... no soy él...
- ¿Eso es que no? - y vió al muchacho asentir
- Yo amo a otra persona... - el corazón de Kaoru dio un vuelco a oir esa confesión - ¿Y tú?
- Mi amor... - se dio la vuelta para clavar su mirada violeta en los ojos azules -... es imposible... - vió como Eriol frunció el ceño - ¿Qué por qué? Porque solo le haría sufrir al final de todo... parece que nuestro destino no es estar juntos...
Kaoru puso una sonrisa en su rostro, cuando dos alumnos suyos aparecieron en el aula. Dejó la tiza en su sitio, y saltó a los brazos de Shaoran, cuanto este hubo ingresado en la clase, tan cariñosa como siempre. Eriol observó la escena, en como Shaoran volvía a ponerse colorado, y en como Sakura apretaba los dientes disimuladamente, tomando asiento a su lado. Le dirigió una sonrisa suave, mientras que pensaba en las palabras de Kaoru
"Mi amor es imposible... porque solo le haría sufrir al final del todo... parece que nuestro destino no es estar juntos..."
Eriol lo enlazó perfectamente a su relación con su hermano, por lo que había visto el día anterior. Suspiró, y solo pudo ver como la alegría de aquella chica que despertaba aquel sentimiento en él, embargaba el ambiente, mientras que daba comienzo a su clase.
*****
- Siempre estaremos a su lado - la voz de un joven sonaba decidida
- ¿Eso crees? - otra voz un poco mas... bestial... se pudo escuchar entre la penumbra de aquel lugar - ¿Aunque quiera matar a gente?
- Siempre... es nuestra ama... Tsuki
- Tienes razón Tenjitsu... para lo bueno y para lo malo...
*****
- ¡Adios cariño!
Kaoru se despidió con la mano de sus alumnos, y lanzó un beso divertida al muchacho chino, mientras subía al autobús. Eriol, Shaoran y Sakura, emprendieron su camino hacia sus respectivas casas. Pero en un momento detuvieron sus pasos. Pegaron espalda con espalda, y observaron la calle, a lo largo y a lo ancho. El aura oscura que despedían aquellas cartas, estaba cerca.
Sakura y Eriol pronunciaron el conjuro, en el que las llaves que colgaban de sus cuellos, sujetas por una cadena, tomaron su forma original de vara, y se pusieron en posición de defensa. Shaoran por su parte hizo aparecer aquella espada a través de la bola, sacando a su vez un talismán, dispuesto a atacar. Eriol pronunció unas palabras, que rápidas fueron, haciendo aparecer un escudo protector sobre los tres, cuando el poder, que reconoció como la carta "Fuego", se echó sobre ellos.
- ¡Dá la cara! - Eriol apretó su báculo dorado con forma de sol, observando a todas partes
Una risita ligera se escuchó del final de la calle. Poco a poco, apareciendo en el cielo, se formaron tres siluetas. Los muchachos trataron de visualizarlas, y exclamaron algo, en cuanto les vieron. Una pantera gris, de ojos azules, y con unas alas en la espalda, blancas, de hada, se encontraba allí, junto con un muchacho, que vestía unas ropas de guardián, de cabellos largos negros, de reflejos azules, atados con una pequeña cinta blanca, de ojos dorados, y con las mismas alas que la pantera. La tercera persona se trataba de una muchacha, de larguisimos cabellos azules, color del cielo, vestida con ropas de combate chinas, negras, y sus ojos... de un color negro profundo, que lanzaban chispas de odio
- ¡¿Quién eres?! - Shaoran se puso a la cabeza blandiendo su espada
- Y aún no lo sabéis - se burló con una risita aquella mujer - Amigo Clow... no pensé que te hubieras reencarnado... es toda una sorpresa... mejor... - su mirada lanzó un destello - Así primero acabaré con todo lo que creaste... y luego me vengaré de ti
- Zhi... - susurró Eriol, reconociéndo aquella maldad, provocando una carcajada en la mujer
- Por fín te has dado cuenta...
- ¿En serio vas a destruir eso que tanto anhelas? - Sakura intentaba ganar tiempo, sabiendo que si Zhi lo que en realidad quería era las cartas, ¿cómo iba a destruirlas?
La mujer rió. En su mano se alzaba un báculo de color azul agua transparente, tanto que parecía de cristal. En la parte superior, sobre unos brazos que se juntaban en el centro, una esfera blanca brillante, semejante a una perla. Hizo un movimiento con la vara, y alrededor de aquellas tres personas, una baraja de cartas, se pusieron a levitar
- Esas cartas me importan un bledo - rió señalando a las suyas propias - El cuerpo poseído tiene la suficiente mágia necesaría para crear el doble de cartas... - señaló a sus dos compañeros -... y a unos guardianes para que las protejan...
- ¡¿De quién es el cuerpo?! - quiso saber Shaoran a lo que no respondieron a esa pregunta
- Cómo rompiste el sello... - preguntó Eriol, dejando en el olvido, la anterior cuestión
- El espíritu de tu amada Xia me liberó... - susurró aquella mujer divertida
- ¡¿Xia?! ¡¿Eso es imposible?! ¡Ella núnca haría algo así!
- Xia me encargó de que me vengase por ella... está muy molesta porque la abandonaste... - puso cara de pena fingida Zhi - Así que eso es lo que haré ¡Tenjitsu, Tsuki, encargaos de la encarnació de Clow y del joven hechizero!
Los dos guardianes acataron rápidamente las órdenes que acababan de recibir. La pelea entre poderes mágicos, comenzaron a sucederse, meintras que Sakura estaba aterrada, frente a Zhi. Las cartas azules que la rodeaban, emitieron un brillo, dispersándose, poniéndose alrededor de Sakura.
- ¡Sakura! - gritó Shaoran, esquivando un ataque de la pantera gris
Eriol contraatacaba a Tenjitsu con fiereza, pero aquel guardián era demasiado bueno. Le distrajo con un conjuro, y corrió junto con Shaoran, hasta donde se encontraba la adolescente. En el momento en que las cartas azules lanzaron sus ataques hacia Sakura, esta se encontraba totalmente protegida por el cuerpo de los dos muchachos.
El ataque se disipó. Sakura abrió los ojos y notó, como los cuerpos de sus amigos, caían doloridos al suelo, pero aún con vida. Sakura miró a Zhi, que le sontenía una mirada divertída. Eso le dolió mucho.
- ¡No dejaré que les hagas daño! - vociferó Sakura sujetando fuertemente la vara
- ¿Y qué haras para deterneme? - una mueca sarcastica se formó en su rostro - Tu mágia no tiene ni punto de comparación con la mía...
Zhi movió su báculo. Sus cartas, aún rodeando a Sakura, comenzaron a brillar nuevamente. El ataque volvió a sucederse. Pero esta vez, las cartas de Sakura, salieron del bolsillo del uniforme de la muchacha, poniendose a su alrededor, contrarrestando aquel ataque. Duró varios minutos. Zhi observaba como la magia de sus cartas, estaba debilitando a las de esa niñita. Como se agrietaban cada vez más. Disfrutó el momento de la victoria con agrado. Un ataque hizo que tuviera que moverse de su sitio. Se desconcentró y sus carts dejaron de atacar. Habían llegado hasta allí, cuatro molestias, cuatro guardianes.
- Demasiadas personas... vámonos - le hizo una señal a sus dos guardianes - Total... todas las cartas Sakura están bastantes debilitadas... no resistirán otro ataque... y lo sabeis... - clavó su mirada en la de Eriol, que apenas recobraba el conocimiento.
Después. Simplemente, desaparecieron.
Fin del 03
