Neville, Ginny, Seamus y Dean esperaban a Hermione junto a las escaleras no tardo en aparecer, acompañada de Parvati y Lavander  los otros prefirieron no decir nada y bajaron a desayunar. Al llegar allí Harry ya se encontraba hablando con Colin, se sentaron junto a ellos, todos notaron que cuando entraron en el comedor la gente los miraba.

- ¿Se puede saber que haces? – interrogo Hermione a Harry.

- Que crees tu – le contesto mientras le ponía comida en el plato – llevas casi 24 horas sin comer, tendrás que desayunar bien.

- No tengo hambre, solo quiero un café.

- Si ya claro. No, siento defraudarte, pero no nos vamos a mover de aquí hasta que te lo comas todo.

- Estate quieto – le grito – ya no cabe mas comida en el plato.

- Pues come, así tendrás más sitio, toma bebe un zumo.

- Harry pareces mi madre ¿Desde cuando te preocupas tanto por lo que yo hago? – hombre le podía decir que lo hacia porque el fantasma de Ron, que se le había aparecido le había amenazado con pegarle si no cambiaba su actitud hacia ella y que además le había abierto los ojos, pensó Harry, se lo podía decir pero lo mas seguro es que pensara que estaba loco y ni el mismo estaba seguro de que no fuera verdad.

- Vamos Hermione no te lo tomes a mal – le dijo Ginny – debes comer aun tienes mala cara.

- Estáis exagerando, nadie se ha muerto por no comer un día. Lleváis las cosas hasta los extremos. Dean quieres dejar de mirar a Harper, y desayunar por favor.

- Te las va a pagar, ya veras como te las pagara.

- Si – afirmo Seamus – todavía no sabemos como, pero te vengaremos.

- Eso es – continuo Neville – nadie se mete con nuestra prefecta.

- Dejarle en paz. No quiero seguir con esto. Solo quiero olvidarlo vale.

- Oye Granger – la llamo un chico de Ra­venclaw – dentro de dos semanas es la salida a Hogs­meade, he pensado que te gustaría venir conmigo y ya sabes.

- ¿Que significa eso de ya sabes?

- Ya sabes – digo el pasando su mano por su brazo.

- No, no lo sabe – le contesto Harry dándole un manotazo a su mano – ahora que a lo mejor tu quieres saber lo que es que te rompan la boca.

- Tranquilo Potter, no pasa nada, solo la estaba invitando.

- Pues no gracias – le dijo ella entre dientes – no quiero ir contigo a ningún sitio.

- Bien de acuerdo, si cambias de opinión avísame.

- No va a cambiar de opinión – le grito Seamus – pero avísanos si cambias tu de de opinión.

Hermione se giro y miro hacia la mesa de Slytherin, donde un chico rubio leía el profeta mientras desayunaba, levanto sus ojos un momento al notarse observado y la miro, ella le dio un gracias moviendo sus labios, el puso la mirada perdida y volvió su vista a su lectura, no si ahora va a querer que seamos amigos – pensó mientras negaba con su cabeza – ni pensarlo, puede que ayer de noche tuviera un momento de debilidad, pero amigo de un Gryffindor ni loco.

Las semanas pasaban y ya mas de la mitad de los chicos de séptimo habían invitado a Hermione a salir,  ella había dejado de ir a la biblioteca por no tener que aguantar a ninguno, siempre se le acercaba alguno preguntándole si quería salir con el, estaba ya mas que harta, pero esperaba que todo pronto se olvidara.

La vacaciones de navidad habían llegado, y los chicos se habían quedado en el colegio, excepto Deán, Neville, Lavander y Parvati que se iba a casa , el resto sus padres se quedaba los padres de Hermione tenían un congreso muy importante de odontología y le habían dicho que fuera si quería, pero siempre eran muy aburridos y prefirió quedarse, Ginny no quiso volver a casa no dio ninguna razón, solo dijo que no le apetecía, Seamus les había dicho a sus padres que tenia mucho que estudiar ya que había empezado a salir con Ginny y quería pasar las vacaciones con ella y en cuanto a Harry se podía decir que era un trato que tenia con sus tíos, no verse a no ser que fuera necesario, cosa que nunca lo era.

- Has visto el tablón de anuncios Dumbledore le ha dado permiso a los de Ravenclaw para hacer una fiesta y invita a todas las casas porque no hay mucha gente y sin profesores – añadió emoncionada Ginny mientras se servia la comida  - ¿Iremos a que si?

- A mi no me apetece – contesto Harry – paso mucho de esas fiestas.

- Tu no vas a la fiestas porque no sabes bailar – le dijo Seamus - ¿Vas a venir Hermione?

- No sé, no me apetece mucho y además menos con vosotros dos de carabina.

-  Venga – le suplico Ginny – por fi, ven con nosotros, lo pasaremos bien. Necesitas animarte.

- De acuerdo ¿Cuándo es?

- Mañana en la noche. Dios que poco tiempo tenemos, cena deprisa que tenemos que planearlo todo.

- ¿Qué se supone que vais a preparar si la fiesta la organizan otros? – interrogo Harry.

- Buena pregunta – siguió Hermione.

- Todo – contesto Ginny nerviosa – la ropa, el maquillaje, todo – termino diciendo mientras se levantaba y cogia a Hermione de la mano sin dejarla terminar su comida – todo.

- Eh que tengo hambre – protesto mientras era arrastrada por el comedor.

- Tu novia esta mal de la cabeza.

- Si – sonrió Seamus mientras las miraba salir corriendo.

Harry estaba en su sala común sentado delante de la chimenea con un libro sobre quidditch, le encantaba ese deporte. Todo estaba en silencio, de la casa Gryffindor, eran los únicos que se habían quedado, oyó abrirse el retrato de la dama gorda y como esta protestaba por algo.

- Cállate vieja bruja – oyó que alguien gritaba.

- ¿Ginny? – Seamus la traía arrastrando de un brazo.

- Harry – grito la chica – tenias que haber venido a la fiesta – le dijo saltando delante de el – nos lo hemos pasado muy bien y hemos bailado mucho.

- ¿Qué la pasa?

- No aguanta muy bien el alcohol. Te puedes quedar con ella debo ir a por la otra borracha, fui incapaz de traerlas a la vez, cuando conseguía coger a una se me escapaba la otra, que noche me han dado.

- Creo que voy a vomitar – subió corriendo las escaleras.

- A no. Yo no pienso aguantar la cabeza de tu novia para que vomite, eso es cosa tuya.

- Venga Harry, que mas te da. No le tienes que aguantar la cabeza, solo estar con ella, tengo que ir a buscar a Hermione, antes de que arme alguna.

- Bueno pues yo iré a buscar a Hermione, mientras te puedes quedar a ver todo lo que  llegar a expulsar Ginny por la boca – término diciendo mientras caminaba hacia el retrato - ¿Dónde es la fiesta?

- En el comedor. Date prisa esta peor que Ginny.

- Harry salio de la casa Gryffindor y bajo hasta el comedor, compadeciendo a su amigo por  tener que aguantar a su novia borracha. Pero cuando entro en el comedor, se empezó a compadecer a si mismo.

Hermione estaba encima de una mesa, bailando muy sensualmente, el casi se cae de espaldas cuando la vio, donde demonios había aprendido a moverse de esa manera, no tenia una falda mas corta y una camiseta que le tapara algo mas,  alrededor de la mesa, se encontraban unos cuantos chicos que la animaban. Se acerco a la mesa y la llamo, pero la interesada lo miro un instante y siguió bailando.

- Hermione, baja de ahí, venga.

- No, me lo estoy pasando bien, no quiero bajar.

- No me lo hagas repetir, baja.

- No – fue la única contestación que le dio, mientras volvía a bailar. Harry se empezaba a desesperar, así que la cogio por un brazo y la tiro sobre uno de sus hombros, se giro y empezó a andar con ella, escuchando los abucheos de los chicos – suéltame me quiero quedar, quiero seguir bailando.

- Ahora lo único que vas a hacer es meterte en la cama y dormirla – le contesto el mientras seguía caminando.

-  Harry déjame en el suelo.

- Si para que te vuelvas a la fiesta.

- No, porque me estoy mareando – el la dejo rápidamente en el suelo, solo le faltaba que le vomitase encima, en el momento en que la soltó ella se tambaleo un poco y el la volvió a sostener – déjame puedo andar sola – le grito mientras andaba por el pasillo.

- Hermione ya te he dicho que no vuelves a la fiesta.

- Ya te he oído, voy a la sala común.

- Pues esta por el otro lado.

- Ya lo sabia – gruño ella dándose la vuelta. El iba detrás de ella viéndola intentar guardar el equilibrio e intentando no caer, cuando entraron en la sala, ella se sentó en uno de los sofás.

- Deberías ir a dormir.

- Voy a ir ahora, solo estoy esperando a que se pare un poco la habitación.

- ¿Pero que demonios has bebido?

- No lo sé, una cosa que me dieron.

- De lo que no hay duda, es que cada día eres mas tonta, como bebes cosas que no sabes lo que son.

- Me daba igual, solo quería olvidarme de todo durante una horas.

- Hermione utiliza la cabeza, porque tu te emborraches, no va a desaparecer todo, mas bien es peor, todos los chicos que estaban alrededor de la mesa, estaban esperando a que acabaras tan borracha que ya no supieras lo que hacías.

- Ya lo se – le grito ella – tan idiota piensas que soy, cada uno de ellos se me insinuó durante toda la noche, crees acaso que no se que lo único que quieren es meterse entre mis piernas. Por favor si todo el colegio sabe que soy una chica fácil, no es así como me llaman en esos rumores que corren por todo el colegio.

- Eso a ti no debería importarte, tú sabes que no es verdad.

- Si, yo si pero el resto del mundo no. Y si lo piensas tiene su gracia, porque solo lo he hecho una vez y no lo pienso volver a hacer, una vez y me dolió tanto que no me apetece repetir – Harry en ese momento recordó la noche que la había encontrado deambulando por los pasillos.

- ¿Fue en aquella noche te encontré llorando?

- Si fue esa noche. La primera y la última.

- Pero no tiene porque doler Hermione, lo que ocurre es que tuviste una mala experiencia, pero no es así normalmente

- Ya bueno la única experiencia que he tenido la voy a lamentar por años

- ¿Por eso llorabas?

- Si, a que es irónico, la única noche que el gran Potter tuvo una atención conmigo y fue cuando me acosté con otro chico de Hogwarts. Sabes hay algo que me intriga – dijo mientras se levantaba del sofá y se acercaba a el, que no sabia porque pero las intenciones que tenia su amiga no le estaban gustando.

- Vete a dormir Hermione, ya has dicho muchas tonterías.

- No – estaba tan cerca de el que podía notar su aliento en su rostro y el olor a alcohol –  primero contéstame a algo. ¿Tan repulsiva te resulto?

- ¿A que viene eso? – la notaba demasiado cerca de él, así que se apoyo en el respaldo del sofá que tenía detrás, pero lo único que consiguió fue que ella se volviera a acercar y quedase entre el sofá y ella.

- Bueno debes ser el único de todo séptimo que no me ha pedido para salir – acercaba sus labios a los de el y eso le estaba poniendo muy nervioso.

- No se que pretendes, pero me estas empezando a enfadar.

- Contesta a mi pregunta ¿Por qué?

- Es simple, porque eres como una hermana.

- Esa es la respuesta que desea oír toda chica – se separo de el y se dirigió hacia las escaleras – sobre todo cuando te la da el chico del que estas enamorada.

Harry se quedo estático en el sitio, esa respuesta no creyó oírla nunca, ella ya había desaparecido de su vista. Mientras el todavía seguía asimilando lo que le había dicho, subió corriendo las escaleras y abrió la puerta de un golpe cerrándola tras el. No había nadie más en la habitación ya que el resto de sus compañeras se habían ido.

- Repíteme lo que me has dicho abajo – la sostuvo de los hombros mirándola a los ojos.

- Suéltame. Si no lo has oído antes es problema tuyo – el la empujo sobre la cama y comenzó a da vueltas por la habitación.

- Que intentas volverme loco, es eso lo que quieres.

- Mira señor egocéntrico, yo no intento nada solo quiero que me dejes en paz.

- ¿Por qué me lo has dicho?

- Que importa eso, que mas da. No tiene ningún sentido.

- Para mí si que lo tiene ¿Por qué lo dijiste? – ella se levanto de la cama  y se acerco a el.

- Porque es lo que siento, discúlpame, que quieres que haga si te molesta, si  te incomoda, no lo puedo evitar, empecé a salir con Trevor, solo para intentar olvidar lo que sentía por ti, pero no solo no he podido, si no que he hecho un montón de tonterías. Así que hazme un favor no me reclames nada y deja de pedir explicaciones – sintió como perdía el equilibrio, si el alcohol producía tantos mareos, a lo mejor era mejor no repetir, cerro sus ojos esperando el momento del golpe, pero no llego algo la sostenía, volvió a abrir los ojos de nuevo Harry la agarraba por la cintura, la atrajo hacia el y la abrazo.

- Vaya par de idiotas – le susurro al oído, ella se agarro a sus hombros, el mareo era ya suficiente, sin tener que sentirlo a el tan cerca – tu queriendo olvidar lo que sientes y yo negándolo.

- Que es lo que estas diciendo.

- Aun no lo sabes – le contesto el mientras la sentaba en el borde de la cama, se puso de rodillas delante de ella, le aparto el flequillo del rostro y  le echo el pelo hacia atrás, le dio un beso en la frente, luego siguió dándole besos por la cara, hasta  llegar a sus labios que los rozo suavemente, se separo un poco de ella esperando su reacción, tenia los ojos cerrados, pero pudo notar como aun así caían lágrimas, el se las empezó a limpiar con sus besos, volvió de nuevo a su boca, pero estaba vez el beso fue mas intenso, pidió permiso para entrar y ella no se lo negó. Sin cortar el beso, ella se echo sobre la cama y el siguió el camino,  se besaban con pasión con urgencia, intentando con un solo beso limpiar el dolor que se habían echo durante ese año. El pudo sentir como ella colocaba una de sus piernas alrededor de su cintura, no era tan inocente como para no saber lo que pasaría si no se detenía, había tenido ya varios encuentros con chicas como para saber lo que continuaba, debía detenerse ahora o si seguían luego ya no podría parar, corto el beso y la miro de nuevo.

- ¿Por qué te paras? – le pregunto ella respirando agitadamente.

- Es mejor así, no quiero seguir contigo en este estado.

- ¿Crees que si estuviera serena no seguiría?

- Creo que si no estuvieras borracha no me hubieras dicho todo lo que me dijiste.

- Puede ser, pero no quiero que te detengas, no quiero parar.

- Y que ahí de lo que dijiste abajo, sobre lo de que no lo ibas a repetir – le contesto el con una sonrisa.

- Enséñame tú. Has dicho que no debía ser así, muéstrame tú como debe ser.

- Y lo haré tenlo por seguro – le contesto el con voz ronca - he esperado esto mucho tiempo, pero hoy no, cuando tengas todas tus facultades al cien por cien.

- Si te pido que me vuelvas a besar, lo harías – el sonrió ante la pregunta y la beso hasta que necesito volverá a respirar, beso su cuello y noto como la pierna que ella tenia en su cintura, resbalaba al suelo, la miro, tenia los ojos cerrados y respiraba acompasadamente, la puso bien en su cama, le quito los zapatos y la tapo con la colcha, le dio un beso en los labios y se fue.