¡¡Hola!!
¡Volví! Y no van a librarse de mí hasta terminar con esto ¡Je, je! ^_^U
Atención todos los fanáticos de Kykio [Aunque no creo que sean muchos U_U] ¡No lean esto! Disculpen por haberme tardado tanto en llegar hasta este punto [Donde empieza el verdadero problema] y todo el mátete que haré con Inuyasha. Pero tarde menos en actualizar por que ya tenía casi preparado este capítulo.
Bueno recuerdo los símbolos: () pensamientos de los personajes; [] Mis acotaciones; cursiva recuerdos de diálogos; y los tradicionales Flash Back.
Los personajes por todos conocidos no me pertenecen a mí sino a Rumiko Takahashi y distribuidores.
El tiempo pasa, las cosas cambia...
Sueños y recuerdos
A la luz del amanecer Inuyasha dejo a Sango y a Syipo y se puso en camino hacia el este. En realidad dudaba mucho que realmente Heimdall lo ayudará pero no perdía nada con intentarlo. Y además en el fondo de su alma deseaba que así fuera.
Cuando Sango lo vio llegar a media tarde, cargando a Kagóme en sus espaldas, abrió desmesuradamente los ojos, y casi como robot preparo un futón donde acostaron a la chica.
Mientras Syipo acomodaba las mantas, Sango le preguntó en voz baja:
¿Cómo fue...? -
Esta mañana tuve un raro presentimiento.- empezó Inuyasha, evitando mencionar la conversación con el anciano y el pacto. - Así que antes de que tú y Syipo despertaran me puse en camino, hacia el este.-
Es cierto.- lo interrumpió Sango.- Me extraño mucho que te fueras sin decir nada, pero no podía mantener los ojos abiertos, y mucho menos mover un pie para seguirte.- dijo Mirandoló con una sonrisa.
¿Estabas despierta?-
Claro que sí. Cuando estás impaciente haces tal escándalo que es imposible dormir.- replicó Syipo.
Pero Inuyasha no le contestó nada. Se quedo viendo a Kagóme. No estaba bien.
¿Sango? ¿Crees que se encuentre bien?- La exterminadora se giró a mirar a Kagóme.
Ahora que lo dices, se ve muy pálida.- se acercó al futón y pusó su mano sobre la frente de la chica.- Uhmm, parece que tuviera temperatura.- dudo la mujer.- Veamos.- sacó el termómetro que Kagóme lleva en la mochila.
¿Qué es eso?- preguntó Inuyasha con desconfianza.
Tranquilo. ¿Cómo dijo que se llamaba Kagóme esto?- consulto a Syipo.
Cerometro... -
No... que dices... dermometro... - vacilo Sango.- Bueno, eso no importa. Sirve para saber si alguien tiene temperatura o no.- dijo introduciendo el termómetro en la boca de Kagóme y enderezándola para que no se lo tragará. Al mismo tiempo le tomo el pulso.
Creo que se ha tomado un resfriado.- dijo finalmente Sango.- Tiene mucha temperatura y respira agitado, además tiene el pulso acelerado.- luego miró a Inuyasha.- ¿Dónde la encontraste? No... -
No.- la interrumpió Inuyasha.- Yo la encontré en medio de un pueblo que acababa de ser atacado. Estaban las chozas humeando y ella estaba tendida en la nieve. Creo que tomo el resfrío allí. Espero que no sea grave.- luego lo pensó un momento.- No, no es posible que allá estado tendida tanto tiempo allí, él dijo... -
¿De qué hablas Inuyasha?- exclamó Syipo dirigiendosé al Hanyou de mirada pérdida.
Tres noches después...
Inuyasha abrió los ojos, que tonto había sido al quedarse dormido. Dentro de la choza había una gran oscuridad. Se acercó al futón de Kagóme.
La chica aún deliraba de la fiebre, en ocasiones discutiendo con Sota, en otras con una tal Eri, y las más de las veces suplicando algo a Yuko.
El hanyou se acercó a ella, y puso su garra sobre su frente.
Aún tienes fiebre... - susurró, tomando el paño húmedo y levantandosé para remojarlo.
En su camino cruzo la ventana, y la luz de la luna nueva le dio de lleno.
Sin darle mayor importancia se aparto el cabello negro de la cara y remojo el paño, volvió junto a Kagóme y le coloco el paño en la frente.
Todo esto es mi culpa.- murmuró Inuyasha.- Mi culpa.- repitió para tratar de calmarse aunque el remordimiento no lo dejará en paz.
Ella estaba otra vez sufriendo. Una vez más. Desde el maldito día que ella lo había liberado de su sueño no le había causado más que sufrimiento y dolor.
Al principio había querido matarla, luego la había expuesto a miles de peligros. Y sin duda lo que más lamentaría en su vida era todas las veces que con su incomprensión había sido la causa de sus lágrimas. Se pregunto si ese giro del destino, volver a verla luego de dos años de separación y todo lo que había ocurrido desde entonces, no era una pesadilla más que una bendición.
Por que yo nunca... quiero decir desde que tengo memoria aprendí a soportar el dolor, el sufrimiento, y a no demostrar lo que sentía. Por que eso me haría más débil ante los demás. Yo ignoraba todos los sentimientos humanos, hasta que conocí a Kykio. Ella me arrancó de allí, de mis raíces, y abrió mi corazón. Pero creo que realmente nunca la amé. Yo creí estar enamorado de ella, pero me atraía la afinidad que teníamos. Yo no soy ni humano, ni youkai, aunque con el tiempo allá aprendido a sobrellevarlo y ahora no me importe. Ella era humana, y sin embargo no podía comportarse como tal. Después de todo nuestro amor no era verdadero, si no se hubiera roto con tanta facilidad.- luego reflexiono un minuto.- Pero por Kagóme sentí cosas que por Kykio no. Quiero decir. Kykio era una sacerdotisa, por eso empezó todo este asunto. Ningún hombre podría haberse presentado como mi rival. Y si hubiera ocurrido... quizá yo no... no hubiera luchado contra su voluntad, si ella decidía irse con él. En cambio por Kagóme... - sonrió, recordando.- No me hubiera resignado. Aún en contra de su voluntad. Recuerdo con claridad la desesperación que me invadió cuando ella protegió a Kouga, sentí que el mundo se me escapaba de bajo los pies. "¿Saldar unas cuentas? ¿Qué dices? ¡No ves lo grave que esta!" Ella nunca entendió que los pensamientos que me torturaron durante días no fueron causados por la "curiosidad amarillista" [Chusmerío, bah ¬_¬*] sino por el simple hecho de pensar que se había realmente enamorado de él. Y eso Kitsune del demonio no ayudo demasiado "¿Por qué lo habrá protegido? ¡Ay, Inuyasha... ! ¿Crees que se allá enamorado de él verdaderamente?"- volvió a renovar el paño. - ¡Y todo por este estúpido miedo!- exclamó al fin.- Miedo a perderla, a que la dañen, a no poder protegerla. A que alguien más sea el dueño de su vida.- pero se interrumpió, recién en ese momento se dio cuenta que había estado hablando en voz alta. - Pero durante años ignore esto, y tendré que seguir así.-
*************************** FLASH BACK*************************************
Inuyasha se fue alejando lentamente del pozo. Ese estúpido pozo, que lo llamaba, que le daba la loca esperanza de ver aparecer por el a Kagóme y Syipo de un minuto a otro. Diciendo entre risas "¡Caíste, tonto! Era una broma... " pero eso no iba a ocurrir, para que engañarse.
Todo terminaría en cuestión de segundos.
Kagóme y Syipo se habían marchado al tiempo de Kagóme, a vivir allí. Miroku y Sango estaban de viaje por las aldeas.
¿Y él qué?
Un Hanyou, allí solo. Esperando.
¿Qué?
Ese era el día. El día que lamentaría por el resto de su vida ¿O debería decir muerte?
Se sentó a esperar ¿Qué más podía hacer?
Su destino estaba sellado.
¿O tal vez no?
No ¿En qué tonterías pensaba?
Su destino ya estaba sellado desde 50 años atrás.
Levantó la cabeza, volviendo a la realidad, movió levemente las orejas y se levantó.
Ya estás aquí.- fue su frase al ver a la miko frente a él, pero flotando en el aire, sostenida por [Los bichos asquerosos esos de Kykio...] las serpientes espirituales [Así les digo ^_^U. Perdonen mi ignorancia.]
Sí Inuyasha. Ya es hora ¿Estás listo?- El mitad demonio dudo, pero finalmente se acercó a ella.
Kykio sonrió; los ojos oscuros le brillaban con satisfacción y el cabello negro le ondeaba al viento. Extendió su pálida mano a Inuyasha.
Y el hanyou intentó tomarla, pero una fuerza sobrenatural impulso a la mujer hacia atrás, haciéndola dar contra un árbol.
¡Kykio! ¿Estás bien?- dijo Inuyasha, con cierto tono de angustia en su voz. [LA ODIO, LA ODIO, LA ODIO; pero ya va a tener su merecido ¬_¬]
Ella levantó la vista y lo miró con odio y tristeza, todo a la vez. Esa mirada le recordó muchísimo a Kagóme.
Kagóme... - susurró levemente el mitad demonio.
Ella.- dijo con amargura Kykio.- Ella me reemplazó en tu corazón, esa estúpida mujer se ha llevado un pedazo de tu alma con ella.- Luego los ojos le brillaron con malignidad.- Pero si yo no puedo ser "feliz" [¿Ella creé que así se será feliz? Eso no lo sabía ni yo, que estoy escribiendo lo que dice.] Ni tú ni ella lo serán tampoco.- en un rápido movimiento se tiro contra Inuyasha, pero él la esquivo. Y recién cuando vio a Kykio empuñando la Tetsusaiga, se dio cuenta que él no era el blanco del ataque.
El aura de Kykio había cambiado. Ya no resultaba purificadora y vital. Si no ponzoñosa y mortal.
Voy a morir para cumplir mi objetivo.- Una sombra demencial le asomaba en los ojos.- Una vez que lo haya hecho mi muerte será lenta y dolorosa. Pero yo sé como aliviarla.- Su maligna aura aumentó considerablemente, volviendosé de un color negro azabache. Una fuego negro empezó a recorrerle las venas.- Si vuelves a encontrarla, cosa que voy a encargarme que no suceda, ella nunca va a ser tuya. Cuando vuelvan a verse, tu Destino será ver como la pierdes, como su vida le pertenece a otro.- Con un último hálito de vida, extenuada. Alzó a Colmillo de Acero, a la altura de su pecho.- Adiós, Inuyasha.- dijo, y se hundió la espada en el pecho.
Inuyasha ni siquiera atinó a gritar. Su cerebro se negaba a aceptar todo lo que había ocurrido. Kykio desapareció en medio de una llamarada de fuego negro y rojo. Con un pesado ruido Colmillo de Acero cayó en la tierra. Y con un sonido tintineante y débil algo más cayó junto a el.
El hanyou se acercó lentamente hacia donde ambos objetos yacían. Recogió la Tetsusaiga y vió como la sangre de Kykio era absorbida, quedando sellada la maldición.
Luego se fijó en el otro objeto. Era un anillo. Simple y sin adornos. En un tiempo parecía haber sido de plata, pero ahora unas nubes de oscuridad lo cubrían. Cuando el mitad demonio intentó levantarlo se desvaneció estallando en mil moléculas.
**************************** FIN DEL FLASH BACK **************************
Estaban cerca del pozo.
I... Inuyasha... - dijo la chica con voz temblorosa, aún abrazada por el hanyou.
Yo si tuve miedo.- afirmó el hanyou, cerrando aún más sus brazos sobre ella.- Miedo de que fueras a morir.-
¿Qué... qué dices?- preguntó confundida la adolescente. Un poco tambaleante se puso de pie, al verse libre. Luego levantó la vista, para encontrarse con la fría mirada de Inuyasha. Él miró su mano derecha, de donde salía un resplandor rosado.
¡Yo me quedaré con esto! ¡Veté y no vuelvas!- dijo empujándola por los hombros.
Todo se hizo oscuridad alrededor.
Abrió los ojos. Había sido un sueño. Estaba en una choza, donde entraba la luz del sol. Se giró y topo con una pared. Cerró sus ojos con fuerza.
Tengo frío.- dijo en un murmullo.
Un abrigo rojo cayó sobre ella. Se envolvió hasta el cuello, acurrucandosé. Ese olor le recordaba algo, aunque no recordaba exactamente que. Los ojos se le llenaron de lágrimas. En realidad no recordaba nada. A pesar de eso, aún envuelta en el abrigo, se enderezó.
Esos ojos dorados que la miraban. Le recordaron intensamente a su sueño.
Inuyasha miró atentamente a la recién despierta Kagóme, luego su mirada se relajo y le dijo:
Anoche pensé que morirías ardiendo en fiebre.- Kagóme se sonrojó, y dijo en voz baja:
Disculpamé por todas las molestias que te cause. ¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú?-
Inuyasha la miró con los ojos en órbitas. Acto seguido se levantó sin decir nada más y fue en busca de Sango.
Kagóme se pregunto porque no estaba más asustada. No sabía dónde estaba; con quién o quienes, o cuál era la situación. Lo único que tenía claro era que tenía 17 años y su nombre era Kagóme [Aclaro que yo no sé cuanto tiempo le tomo la búsqueda de los fragmentos a Kagóme. Yo me supuse unos 6 meses.]
Unos minutos después, el chico con orejas de perro volvió a entrar, seguido de una mujer de largo pelo castaño y un pequeño kitsune. La mujer se arrodillo junta ella, la miró un rato a los ojos, un gesto que Kagóme le devolvió con determinación y hasta sorpresa. Y luego puso una mano en su frente y con la otra comenzó a tomarle el pulso. Kagóme miró con pena al pequeño kitsune, que tenía cara de angustia y tristeza.
Ya, Syipo no estés tan triste. Yo me encuentro bien.- le dijo Kagóme para tratar de alegrarlo, luego se llevo las manos a la boca, sorprendida. Syipo la miró asombrado; Sango retiró su mano de su frente y soltó su muñeca; y Inuyasha se le quedó viendo con curiosidad.
Lo... lo siento.- tartamudeo sonrojada Kagóme.- No sé de donde saque eso.-
Ahh, uhhh... Bueno es que así me llamó.- dijo al fin Syipo.
Que extraño.- meditó Kagóme, luego se volvió a Sango.- ¿Tú te llamas Sango?- le preguntó.
Sí, yo me llamó así.- dijo un poco asombrada la exterminadora. Según Inuyasha, ella no recordaba.
¿Y tú como te llamas?- le preguntó Kagóme, volviendosé hacia Inuyasha.
¿¿Cómo qué cómo se llama??- exclamaron Syipo y Sango, al mismo tiempo.
Bueno. Sí... ^_^U No lo conozco.- se disculpó Kagóme.
Yo...- Inuyasha recordó que no debía decirle nada que ella no recordará.- Me llamó... eh... pues... Hinoki. Eso es Hinoki. ^_^U.-
Es un nombre muy extraño para ti.- comentó Kagóme.- Bueno, yo me llamó Kagóme y tengo 17 años. Y... Bueno no recuerdo nada más. En realidad si, pero quiero que antes me hablen de ustedes.- había una gran curiosidad en sus ojos castaños.- ¿Viven aquí o...?-
Bueno, en realidad Syipo es un kitsune...-
Hace un par de años mis padres fueron asesinado, desde entonces vivo con... -
En realidad él no vive aquí.- se apresuró a interferir Sango.- Esta pasando una temporada ^_^U Je, je.-
¿Y de ti?- le preguntó a Sango.
Yo soy una exterminadora de moustros. Yo vivo aquí casi todo el tiempo. Excepto cuando estoy de viaje. Había salido a uno, y por eso te encontramos.-
¡Ah! Ya veo. Y los estoy retrasando. Lo siento.- dijo apenada Kagóme.- Es extraño que a pesar de ser una exterminadora de moustros seas amiga de dos de ellos.- dijo, diciéndolo claramente por Inuyasha y Syipo.
Así es mi vida ^_^U.-
¿Y en cuánto a ti?- dijo preguntando a Inuyasha. Aunque lo hizo con cierto respeto y menos confianza.
Yo soy un mitad youkai. Y suelo estar de viaje casi siempre. Pero cuando Sango me llamó vine a ayudarla.-
¿Y cuál es tu problema?- preguntó Kagóme a Sango.
Yo... se acarició el vientre.- Estoy buscando una medicina para... salvar al padre de mi hijo... - [Bueno, Miroku al fin consiguió a alguien quién fuera la madre de su hijo.]
¿Qué no es él el padre de tu hijo?- dijo intrigada Kagóme, señalando a Inuyasha.
¡¡CLARO QUE NO!!- gritó el aludido.
¡Ay! Disculpamé fue una suposición.- se disculpó Kagóme.
Supones mal.- gruño el hanyou. Luego se calmó.- ¿Y qué nos dices de ti?- agregó, tratando de averiguar cuales eran los supuestos recuerdos de la chica.
En realidad solo recuerdo dos cosas; el nombre de una persona y una palabra.-
¿A sí? ¿Cuáles son?- dijo preocupado Inuyasha.
La palabra es "Abajo".- Inuyasha quedó aplastado, Kagóme lo miró asombrada.
¡Ay! No le hagas caso. Está muy cansado ^_^U.- le dijo Sango.
Y el nombre que recuerdo es Inuyasha.- dijo muy tranquila.
(¿Cómo? ¿Cómo es que recuerda eso y no lo demás?)- Pensó Inuyasha.
¿¿¿Inuyasha???- dijeron los otros dos.
Sí. Y estoy segura de que él sabe algo de mí pasado. Por eso quiero encontrarlo.- afirmó Kagóme.
Yo te ayudaré.- dijo de improvisto Inuyasha.
(¿¿¿¿Qué tonterías dice????)- pensó Sango.- (¡¡ÉL ES INUYASHA!!!)
Pero Kagóme no reparo en ese detalle. Con una gran sonrisa siguió hablando animadamente con Syipo e Inuyasha...
CONTINUARÁ...
¡¡Al fin termine con este capítulo!! [Que modestia aparte, fue el que más me gusto.] Me quedo un poco largo. Y lamento no haber hecho sufrir más a la estatua embrujada [O sea Kykio. ^_^] Pero no se me ocurrió nada mejor. Quizá se pregunten ¿Qué maldita importancia tiene ese anillo de plata? En este fiction quizá no mucha, pero en el futuro va a ser importante.
Después de muchooo tiempo, recibí un rewien y de ¡¡Leyla!! [Y ustedes se preguntarán quién es.] Es la escritora de uno de los fics que más me gusta.
Snif, snif [Llorando a mares. ¡Uh, estoy mojando el teclado!] Fuiste muy buena al decirme que la historia es interesante. Además es cierto lo que dices de Inuyasha; es muy simpático y hasta tierno ¡Pero me saca de quicio cuando se va con Kykio! [Especialmente cuando la elige a ella.] ¡Lo que si me encanta es ver la cara que pone cuando Kouga esta cerca! A propósito sobre el otro nombre de Inuyasha ["Hinoki"] No tiene nada que ver con tú personaje "Hiroki" Solo que me revise una pila de libros para encontrar el mejor nombre y fui a elegir Hinoki. Luego diré que significa.
Y esto va para todos los anti- Kykio que quieran vengarse de Inuyasha por irse siempre con Kykio [Yo personalmente.] ¡Recibo ideas para torturarlo! Solo dejen un rewiens...
¡Chauu! ¡Hasta pronto!
