¡¡Hola!!
Aquí estoy con la continuación del fic. Precisamente de la otra mitad del diálogo entre Inuyasha, Kagóme y Kouga.
Mínima aclaración antes de empezar: si no entendí mal Inuyasha viene a significar Perro- demonio; entonces yasha es demonio. [Redundante.]O al menos así lo entiendo. Pero tenganló en cuenta.
Aclaro [Por si hiciera falta.] Que los personajes de la historia base no me pertenecen. Los otros son 100% propiedad mía.
Recuerdo la simbología: () pensamientos de los personajes; []Mis comentarios; recuerdos de los diálogos; y los ***FLASH BACK***.
Bueno, aquí tienen el capítulo siete.
El tiempo pasa, las cosas cambian...
Recuerdos
Kouga.- dijo Kagóme, parandosé delante de él.- A ti también debo decirte algo.-
¿Lo recuerdas?- preguntó Sango, que llegaba en ese momento.
Eso parece.- observó Syipo.- Pero a mí no me gustaría estar en el lugar de Kouga.-
¿Por qué lo dices?-
Mira la mirada fulminante cortesía de Inuyasha.- le contestó el pequeño.
Uhmm, tienes razón.- susurró Sango.
¿¿Ustedes dos que tanto dicen??- les gritó Inuyasha.
Kouga... ¿Te importaría hablar un minuto allí?- señalo Kagóme, bajo un árbol.
Luego de unos diez minutos ellos volvieron junto a los demás. Kagóme estaba un poco temblorosa y miró con un poco de temor a sus compañeros.
Kouga, luego de llegar con ellos, notó la mirada entre fulminante y envenenada de Inuyasha.
Entonces... - dijo Kouga, después de devolverle la mirada a Inuyasha. Abrazó a Kagóme por la cintura y la besó.
O_O?!?!-
Eso había sido suficiente para Inuyasha. Estaba dispuesto a destrozar a Kouga allí mismo, pero entre Sango y Syipo lo detuvieron.
Tal vez hubiera sido mejor para Inuyasha convertirse en un youkai completo y no oír lo que dijo Kagóme a continuación.
¿Por qué hiciste eso?.- se separó bruscamente del hombre lobo.
Porque... - empezó a decir Kouga.
Ya lo sé. Pero acabo de enterarme, dame tiempo de entenderlo. Ya te lo dije: Sé que soy tu prometida desde hace dos años. Y también te dije que en cuánto haya encontrado a Inuyasha y averiguado bien sobre mi pasado volveré a aquí y cumpliré mi palabra de casarme contigo.-
Las caras de desconcierto de Sango y Syipo superaron, si era posible, las anteriores.
En cuanto a Inuyasha, la declaración de Kagóme lo había superado ampliamente.
Sintió que perdía el equilibrio y caía en un túnel oscuro.
********************************* FLASH BACK ****************************
¿Por qué tenemos que cruzar por aquí?- sollozó Syipo, quien iba en el hombro de Miroku. El puente se balanceaba peligrosamente con cada paso, abajo un río torrentoso seguía su curso.- ¡Podríamos haber pasado en la espalda de Inuyasha o de Kirará!-
No podemos.- le recordó dulcemente Kagóme.- Porque Inuyasha y Kirará están lastimados de la última batalla.- Miró con dulzura a Inuyasha, una mirada que él no notó.
Ya basta, Kagóme. Sabes que yo estoy bien.- dijo con malhumor Inuyasha.- Mis heridas sanan rápido.- Luego miró las aguas heladas.- Ya casi estamos llegando.- echó una rápida mirada atrás.- Luego nos siguen ustedes.- Miroku y Syipo pasaron delante de Inuyasha, él se quedo sobre el puente, esperando.
Con un poco de temor Kagóme piso inseguramente el tambaleante puente. Sango la imitó.
NOO.-
El débil puente, bajo tanto peso, se quebró. Sango saltó hacia atrás instantáneamente e Inuyasha se arrojo hacia delante.
Pero Kagóme ya estaba a mitad de camino, y no tenía los reflejos de una exterminadora o la habilidad de un hanyou. Con un último ademán de aferrarse a las cuerdas cayó al vacío.
¡¡Kagóme!!- se oyó de parte de sus amigos. Con desesperación y angustia.
La chica sintió como caí en el turbulento río. Intentó nadar a la orilla, la corriente estaba en su contra. Probó salir a flote, pero la turbulencia del río de montaña la movían en un vaivén sin fin y la mareaban. Ya sin fuerzas, sintiendo como el oxígeno dejaba de fluir a su cerebro, no lucho más y se dejo llevar.
¡Kagóme!- la voz de un muchacho le retumbaba en los oídos. Pero no era de Inuyasha o Miroku. - (¿Seshhomarú?)- dudó con su cerebro cada vez más adormecido. Ya no podía respirar. Cerró los ojos. Unos minutos más y...
Alguien la sacaba del río. Se sentía empapada y con mucho frío. Los ojos, llenos de agua y sus propias lágrimas le impedían ver. Empezó a respirar normalmente. ¡Estaba viva!
¡Ayyy!- exclamó, abrazandosé, sin saber a quien.- ¡Creí que iba a morir!-
No mientras yo este cerca.- le contestó la persona que aún seguía sosteniéndola.
¡Kagóme!- escuchó gritar a Inuyasha, al tiempo que bajaba deslizandosé de la montaña.- ¿Estás bien?- se arrodilló junto a ella y la miró con preocupación.
Sí. No te preocupes.- dijo, soltando a Kouga, al ver que Inuyasha estaba mirándolos de manera fulminante.
Señorita Kagóme.- exclamó Miroku, llegando con Syipo.- ¿Se encuentra bien?-
Claro que sí, Miroku. No te preocupes.-
¡Kagóme!- gritó Syipo, al tiempo que se arrojaba a sus brazos.- Creí... creí que iba a perderte.- estalló en sollozos, al fin.
No. Tranquilo. ¿Dónde esta Sango?-
Aquí.- dijo la exterminadora, acercandosé a ella.- Vaya, estas bien.-
Sí. No debieron preocuparse.- le dirigió una dulce sonrisa a Kouga.- Con todo este lío no te agradecí por salvarme.-
Ah... pues... yo... -
Es cierto, joven Kouga.- interrumpió Miroku.- Yo también quiero agradecerle.
Sí. Todos estamos agradecidos con usted.- se inclino Sango.
¿No es cierto, Inuyasha?- dijo Syipo, desde los brazos de Kagóme.
Pues ustedes pueden estar agradecidos. Y yo... también te doy las gracias.- dijo al fin.
O_O??-
Sí, sin ella no podemos encontrar los fragmentos.- dijo como sin darle importancia.
Inuyasha ^_^. - Sonrió Kagóme.- ¡Abajo! ¬_¬-
¡Plom!
Pues, te preguntaría como estás. Pero ya debes estar acostumbrado U_U- comentó Kouga.- Solo me quedo a decirte una cosa. ¿¿Dónde demonios estabas cuando mi mujer cayó al río??-
Bueno, Kouga ¬_¬U- empezó Inuyasha.- En primer lugar ¡¡Kagóme no es tu mujer!! Cuándo aprenderás que para decir algo así, tienes que tener el consentimiento de ella [¿Creen que Inuyasha haya estado hablando con Miroku? O_O] Y segundo lugar si ella es tu mujer ¡Yo no tengo que estar haciendo de custodia!- dijo liberandosé del efecto del hechizo.
Pues en eso tienes razón.- admitió Kouga.- ¡Kagóme! Junta tus cosas, vienes conmigo.
¿¿Qué? O_O- dijeron Sango, Miroku y Kagóme al mismo tiempo.
¡No, no! ¡Kagóme no te vallas, no me dejes solito!- protestó Syipo.- Un minuto. Si tú te vas con el lobo, yo me voy contigo.- dijo con seguridad Syipo.
Deja de decir tonterías.- gritó Inuyasha.- Tú no te irás a ningún lado.- se interpusó entre Kouga y Kagóme.- Por que Kagóme tampoco.- dijo al fin.
¿Y quién te da derecho a decidir por mí?- le preguntó enfadada Kagóme.
¿Eso quiere decir que vienes? *_*-
Kouga... yo tengo que... juntar los fragmentos de la perla. Lo prometí.- dijo en voz muy bajita.- Lo lamentó.-
No importa.- le contestó Kouga.- Yo te esperaré.-
"Kouga... yo tengo que... juntar los fragmentos de la perla. Lo prometí."
"No importa. Yo te esperaré."
Esas palabras resonaban en la mente de Inuyasha. ¿Qué había querido decir Kagóme? ¿Qué solo permanecía con él por la perla? [Eso me suena familiar ¬_¬U] ¿Qué... que ella, una vez que no tuviera más obligaciones se iría con él?
(Aún tengo esa pelea pendiente con Kouga.)- pensó Inuyasha, mientras observaba el cielo estrellado, pronto asomaría el alba.- (¿Por qué? ¿Por qué siempre la detiene... ella?)- Inuyasha empezaba a dar muestras de inseguridad.- (¿Será... será que de verdad lo ama?)- Apretó los puños, podía sentir la sangre corriendo en sus venas.- (¿Por qué... por qué a él?)- los celos, a pesar de que el hombre lobo no estuviera presente, empezaron a interferir en Inuyasha.-(No seas tonto, él es un youkai completo. Tú sabes muy bien que si él fuera capaz de pelear y su instinto no lo impulsará a escapar, te sería muy difícil vencerlo, por no decir imposible. Él... él es mejor que tú, Kagóme lo ve así, seguramente. ¡Demonios! ¿Por qué estoy pensado siquiera en ella?)- Su mirada era de una profunda tristeza. Repentinamente volvió la cabeza, había sentido una presencia. [No se preocupen no es la tinaja encantada.]
El dueño de la presencia se paró debajo del árbol donde estaba Inuyasha y miró uno por uno los rostros de los durmientes, hasta volverse a Inuyasha.
Ya no la busques, lobo rabioso.- dijo Inuyasha, apretando los dientes y bajando de un salto.- Se fue a su casa, volverá mañana.- le informó, sentandosé en el piso.
Eso ya lo sé.- dijo cortantemente Kouga.
Oh ¿Entonces que haces aquí?-
Nosotros aún tenemos una pelea pendiente... -
... -
... Yo no debería hacer esto. La salvé del río y tengo derecho a llevarla conmigo y hacerla mi mujer... -
¡Feh!- gruño Inuyasha, con disgusto.- ¿Y qué si ella no quiere? Yo la salvé muchas más veces que tú.-
Exacto. Ahora mi pregunta es ¿Es ella la que no quiere o tú?-
¿Importa?-
Sí. Por que venía a proponerte un trato.-
... -
Ahora Kagóme no esta para detenernos. Terminemos de una buena vez con la pelea. Si yo gano tendré derecho a llevarme a Kagóme, o quedarme con ella, es decir ustedes. Claro siempre que ella quiera.-
¿Y si gano yo?-
Decide tú.-
No volverás a acercarte a ella. A menos que ella misma te lo pida, o yo.- dijo luego de un rato.
De acuerdo.- fue la respuesta, de Kouga, luego de sopesar por un rato las condiciones.
El viento pasó sobre ellos, recordándoles que no tenían toda la vida.
Creo que aquí no podremos.- dijo Inuyasha de pronto.- O ellos despertaran.- señalo a sus compañeros.
Es cierto.- Kouga miró alrededor.- Tendremos que buscar un lugar mejor.-
Un lugar mejor.- susurró Inuyasha, de pronto recordó algo.- Ya sé donde.- Y dando media vuelta empezó a saltar en dirección a la aldea. Kouga lo siguió.
Sin embargo la aldea no era el lugar que Inuyasha había señalado. Él se detuvo en un prado detrás de está, a unos 80 metros había un pequeño huerto de hierba aromática, y doscientos metros detrás había un gran campo lleno de amapolas.
Kouga echó una mirada alrededor, evaluando el terreno. Estando acostumbrado a pelear en la montaña, la llanura resultaba muy útil, ya que el esfuerzo era menor. Ese esfuerzo que se ahorraba en dificultad podía utilizarlo para controlarse y no escapar, como su instinto podía indicarle, ya que él sabía muy bien que Inuyasha no iba a ser fácil de vencer.
El hanyou, mientras, sacó a Colmillo de acero y la dejo sobre el césped.
Quédatela.- dijo Kouga, al ver lo que hacía Inuyasha.- Es lo justo. Yo tengo fragmentos de la perla.- se giró a mirarlo.
No necesito de ella.- le contestó Inuyasha, tratando de mantenerse seguro. Sin embargo se la puso al cinto.- No pienso usarla. Pero si no la tengo conmigo... no quieres saber lo que puede ocurrir.-
Como quieras.- el alba ya estaba en su máximo punto.
Realmente la pelea era muy difícil. Al principio Inuyasha había estado a la par de Kouga, en velocidad. Pero poco a poco el cansancio había echó estragos en el hanyou y cada vez se tambaleaba más y sus golpeas eran imprecisos.
¡Garras de acero!- dijo de pronto, y "rasguño" a Kouga. Pero este, sorpresivamente, formó un campo de energía y el ataque de Inuyasha volvió a él.
Podía sentir la sangre saliendo de sus heridas, como la fuerza lo abandonaba. Apretó fuertemente la empuñadora de Colmillo de acero. No quería convertirse en un youkai, no en ese momento.
Un golpe de Kouga en el estomago lo impulsó hacia atrás y cayó sobre la hierba aromática.
El olor de las plantas penetró en su nariz y lo mareo, debilitándolo más. Pero no solo por su nariz, por cada herida, el aroma empezó a integrarse a su sangre y lo hizo perder definitivamente el conocimiento.
Pero antes de desvancerse, Inuyasha sintió su rostro mojado: - (¿Llueve?)- se preguntó en su cerebro, adormecido. Pero luego se dio cuenta que no sentí las gotas en su cuerpo.
¿Estaba llorando?
Nunca había sentido un dolor tan grande. Ni cuando había recibido el viento cortante. Ni cuando Kykio lo había sellado, que era uno de los dolores más grandes que recordaba, excepto (Y el único que tenía comparación con este.) Cuando su madre había muerto.
Había perdido.
Se sentí cerca de la muerte. Había perdido la batalla. Nunca, ni cuando había luchado contra Naraku, había sentido con tanta desesperación que debía ganar irrevocablemente.
Pero no, había perdido. A manos de un youkai lobo. Que (tenía que admitirlo.) Era más fuerte [Y joven U_U] que él.
Un hombre lobo que se había ganado su odio solo por apartar a Kagóme de su lado (Aparte de insultarlo un poco, aunque eso era corriente para él.) El responsable que varias noches desde que lo conocía se despertará estremecido por pesadillas. El único que era capaz de generarle un miedo que ni Naraku lograba inculcarle.
Un pobre chico (se dijo al fin) que lo único que había hecho era intentar quitarle lo único que el realmente necesitaba, ya que sin eso no podía vivir. O mejor dicho, no era vida.
Kagóme.
Había perdido la batalla y también a ella. Kouga le había dicho que si ganaba tendría derecho a llevarse a Kagóme, a alejarla de él.
En ese momento deseo estar junto a la otra única persona que lo había hecho sentir tan mal ante su despedida.
Su madre.
Levantó la cabeza.
Esperamé, madre. Enseguida estoy contigo.- e inmediatamente su cabeza cayo sobre la tierra y cerró los ojos.[ Por las dudas; ¡No lo mate, no lo maté!]
Es extraño.- dijo Kagóme, se encontraba junto con Sango, Syipo y Miroku en la choza de la anciana Kaede.- Así que cuando despertaron no lo encontraron.- dijo un poco preocupada. Sí, así es. Y estoy empezando a preocuparme.- comentó Syipo.- Él nunca llega tarde a almorzar.- dijo en un susurro. ( ¡Ay! ¡No! ¿Y se le ocurrió algo? Tengo que encontrarlo. Quizá Naraku lo encontró y este herido y me necesite...)- pensó Kagóme. Luego su rostro se entristeció.- (¿Y si no me necesita y... Está con Kykio? Pero yo no vi almas. ¡Qué tonta eres! ¡Claro que no las viste! Ellos se estarán cuidando muy bien de que nadie sé de cuenta. Pero que tonterías digo. Ellos nunca se fijaron en eso, no empezará ahora.)- Alguien entra a la cabaña. Vaya Inuyasha, ya era hora de que volvieras. Perdimos todo un día mientras te fuiste de paseo. Y creo que también te has quedado sin almuerzo.- volteó a mirar y encontró a la anciana Kaede, mirándola con gesto interrogativo. ¡Ay! Disculpé anciana Kaede, pensé que era el tonto de Inuyasha.- No. Pero yo sé donde lo encontraras probablemente... -- Así que aquí es.- dijo Kagóme, deteniendosé frente a un campo de amapolas.
La media tarde había pasado. El sol pegaba muy fuerte y la encandilaba, haciendolé ver al campo de un color amarillo- anaranjado ondulante.
Con la vista intentó encontrar a Inuyasha. Luego intentó sentir su presencia. No había rastros de él allí. Solo se percibía una débil presencia que definitivamente no correspondía a Inuyasha.
Porque yo en el amor, soy un idiota, que ha sufrido mil derrotas. Que no tiene fuerzas para levantarse... -El viento le había traído ese fragmento de canción. Y esa voz ¿Era de Inuyasha?
Ahora lejana, la voz continuaba cantando. Sí, sin duda era Inuyasha.
(No vuelvo a traer la radio ^_^U)- pensó Kagóme.- ¡Inuyasha! ¡Sé que estas ahí, puedo oírte!- se interno en medio las flores.Luego de una media hora dando vueltas por el campo, encontró al hanyou tendido sobre la hierba.
Ladrón, porque me ha robado todo... - Por Kami- sama, Inuyasha ¿Qué te ocurrió?- le preguntó desesperada Kagóme, tirando de sus brazos y levantándolo.Inuyasha la miró un poco perdidamente y contestó:
El olor de las amapolas es muy fuerte. Eso es todo. Y creo... - se cayó hacia atrás y volvió a incorporarse.- ... creo que me mareo un poco. Nada más.- ¿Nada más? ¡Por qué viniste aquí si sabes que te mareas!- dijo ya un poco molesta.- Levántate, nos vamos.- ¿Por qué? ¿Quién eres para decirme que es lo que tengo que hacer?- ¡Por que...! ¿¿Cómo que quién soy??-Inuyasha se enderezó y la miró fijamente.
¿Te conozco?- dijo al fin. ¡Lo ves! Ya te mareaste por demás.- ¿Tú eres un ángel?- ¿Yo? ¿Un ángel?- sonrió Kagóme.- No que yo sepa.- Uh, a mí no me engañas. Tu eres un ángel y viniste sacarme de aquí.- ¡Sí vine a sacarte de aquí! ¡Pero no soy un ángel!- Ambas lo son.- insistió Inuyasha. ¡Ay! ¿Sabes que? ¡Eres desesperante! ¡Sí te gusta más así; Sí, soy un ángel!- ¿Y ella también lo es?- No sé ni de quién hablas.- le contestó Kagóme, y viendo que era imposible hacerlo caminar se sentó frente a él. De ella.- Uh... ¿qué haces aquí, de todos modos?- le preguntó la chica. Es que... necesitaba venir.- ¿Para qué?- Cada vez que perdí algo importante en mi vida viene aquí.- comentó Inuyasha. ¿Y por qué?- Por que... aquí venía mi madre a rezar todo los días por mi padre. Yo la acompañaba. Y cuando ella murió la enterré aquí. Aquí esta su tumba. Durante mucho tiempo venía a diario. Pero luego deje de hacerlo.-Kagóme miró con ternura a Inuyasha y este le devolvió la mirada y luego preguntó:
¿Así es como miran los ángeles?- Pues... en realidad... sí.- dijo al fin la chica, aunque no tenía idea de lo que estaba diciendo. ¿Incluso a los youkais o hanyous?- le preguntó. Sí. Claro ¿Por qué no lo harían?- preguntó cada vez más confundida. Entonces ella es un ángel.- ¿A sí? ¿Y ella que papel viene a ocupar en toda esta historia?- Se irá con un youkai.- dijo tristemente InuyashaElla, pensando que se refería, a Kykio y Naraku [ Que hacen buena pareja, por otra parte ¬_¬U] y le contestó:
¿No será con un hanyou?- No. Con un youkai lobo.-Eso fue más de lo que esperaba. Ahora resultaba que Kouga tenía que ver en el embrollo. Un momento, si hablaba de un youkai lobo y una chica ¿¿Estaba hablando de ella??
¿Los ángeles se enamoran de yashas?- fue la siguiente pregunta de Inuyasha. No. Pero quién sabe si ella es un ángel.- le contestó Kagóme. ¡Claro que sí! Al menos para mí.- reflexiono Inuyasha.- Pero si es como dices nunca va a sentir nada por mí. Aunque yo soy mitad yasha, y mitad humano.-Kagóme sonrió ante ese comentario y se puso de pie.
Será mejor que me vaya. Hay más desorientados que necesitan mi ayuda. ¿Lo ves? Tú eres mitad yasha y aún así te ayude. Tú también deberías irte.- Espera.- la detuvo Inuyasha. ¿Qué sucede?- Quedaté con esto. Me ayudaste mucho.- dijo tendiendolé un ramo de jazmines. ¿De donde los sacaste?- Crecen sobre la tumba de mi madre. Quédatelos.-Cuando a las seis de la tarde Inuyasha entró a la choza de anciana Kaede, encontró a una Sango sumamente enojada con Miroku; a un monje con una gran marca de boomerang en la espalda; aun Syipo acurrucado en las piernas de Kagóme, dormitando. A una Kagóme muy tranquila, sin haber notado su ausencia y ni un "Abajo."
Menos mal que llegaste. O te quedarías sin cenar también.- le dijo Kagóme, apenas se sentó. Yo... - Ahórrate las explicaciones.- le dijo Sango. ¿¿De dónde sacaste eso??- pregunto sobresaltado Inuyasha, señalando el ramo de jazmines que tenía apretado en una mano Kagóme.- Dime que te las regalo Kouga, por favor.- Bueno, en realidad... me las dio una amiga ^_^- sonrió Kagóme, luego observo la cara de asombro de Inuyasha.- ¿Por qué me miras así?-************************** FIN DEL FLASH BACK ****************************
Inuyasha abrió los ojos ¿Qué había pasado? Sentía como si le hubieran dado una paliza. Le dolía todo. Estaba tendido en el suelo.
Deslizo su mano izquierda hacia la Tetsusaiga y la encontró vibrando al compas de su corazón acelerado. Se sentía extraño. Se miró las manos. No. Seguía siendo un hanyou. Algo le faltaba. Toda la superficie de cuello que le cubría el collar de cuentas le ardía y picaba.
Un poco mareado, se incorporó y miró a Kouga. Se puso de pie.
¡Tú!- gruño.- ¡Ven aquí!-Kouga le echó una mirada de soslayo, y como de mala gana, se encamino hacia donde estaba Inuyasha.
¿Qué quieres?- Tú no puedes aceptar.- ¿Y por qué no?- Porque es una mentira.- ¿Y con eso? Yo no la obligue, ella lo cree.- Tú no la amas. Si lo hicieras no le mentirías.- ¿Y tú crees que tienes derecho a venir a decirme eso?-Inuyasha se calló por un momento.
Nosotros teníamos un trato.- replico Kouga. - Yo lo gane ¿Recuerdas?- Aún así es injusto.- Piensa lo que quieras, yo no te pedí opinión. Además ella no recuerda nada, ni siquiera sabe a quién busca. ¿Qué puedes hacer para hacerle entender todo este embrollo en que la metiste?- ¡La metí!- Sí. Tú.- No lo sé. Pero voy a lograrlo. Por eso no te preocupes.- Eso espero, por tu bien Inuyasha.- dijo Kouga, entre dientes, mientras los veía alejarse.CONTINUARÁ...
Creo que se me alargo demasiado, pero quería meter todo en el mismo capítulo.
Uno de los fragmentos de canción es sacada de " Un montón de estrellas." [No sé exactamente de quién es ¬_¬U Pero seguro mía no ^Ö^] y la otra nos sé el título, pero creo que la canta Perales [No es mía.]
Respondiendo Rewiens (Uno, en realidad.)
Sheyla K- Chan: Pues para tu desgracia, pienso seguir Je, je. 2°) Me emocione de que te emocionaras. Y sobre los polvos rojos; eso es lo que tu y yo quisiéramos, pero ya ves que no recordó nada. Porque realmente (Lo alcance a ver.) Ella no esta comprometida con Kouga.
¡Hasta el próximo capítulo! ¡Chauu!
P.D; Para todos los bonaerenses que anden por acá ¡¡Felices vacaciones de invierno!!
