¡Hola de nuevo! ^_^

Aquí estoy con el capítulo N° 13, y quizás luego de leerlo se convenzan que este número trae mala suerte.

Simbología: () Pensamientos de los personajes; [] Mis acotaciones; recuerdos de diálogos; *** FLASH BACK ***

Los personajes por todos conocidos no me pertenecen. Los que no sean muy cuerdos y conocidos son propiedad de la copia de escritora Sheila Ruiz.

El tiempo pasa, las cosas cambian...

La caída de Ea

La figura encapuchada levanto levemente el rostro.

Desde la sombre de la caverna, que minutos antes se le hacía espectral, envuelta por las sombras del lugar. Aguardo expectante, conteniendo el aliento y con el corazón latiéndole con dolorosa rapidez.

Allí, debajo de la enorme cúpula invadida por las enredaderas, desperdiciando rayos de sol en mil rebotes contra el blanco mármol, se encontraban reunidos tres personajes.

El propio Goldurfuin, más conocido como Señor. Y dos figuras más que aparentaban ser sus colaboradores, quienes cuchicheaban entre sí y se dirigían a Goldurfuin con falsas expresiones de reverencia.

¿Esta todo listo?- pregunto con voz amenazaste el Señor.

Sí. Hoy es el día.- contestó la voz de una de los sirvientes.

¿Dónde se ha metido Ethir?-

Ya partió con la misión, Señor.-

Quería intercambiar algunas palabras antes con él.- Goldurfuin bostezo e hizo rodar sus ojos por el bosque, con expresión de aburrimiento.

Así que has venido a observar como van las cosas.- dijo alzando la voz de manera que, indudablemente, se dirigía a la figura semi oculta en la penumbra de la caverna frente a ellos.

No.- fue la simple respuesta de "ella". Saliendo de su escondite y presentandosé frente al Señor.

¿No? ¿Y a qué entonces?-

A ver el ejemplo máximo del conformismo.- dijo con suavidad la figura.

Que lista eres.- rió con malicia Goldurfuin.- Sabes muy bien que no puedo dañarte.-

Quién no conoces sus limitaciones jamás será feliz.- respondió "ella" - Por lo tanto debo de estar condenada a la infelicidad. - agregó luego.

De todos modos aún no me respondiste a que has venido. Pudiste haber ido a ayudarle. Tú sabes que tu ayuda sería muy bien apreciada.-

(Lo que hago por amor)- pensó "ella". Luego continuo hablando: - No, gracias. Para mi no tiene chiste atacar a seres que no pueden defenderse.-

Goldurfuin hizo agitar el líquido carmesí que estaba en una copa, salida quién sabe de donde. Lo observó por un momento, bebió un sorbo y se fijo en la figura de capucha gris.

Para empezar con el avance es un buen movimiento.- sentenció uno de los colaboradores.

Debería haber ido con él.- dijo luego de un momento de silencio "ella".

¿Por qué?-

Ahora que recuerdo no están totalmente desprotegidos.-

¿Conque defensa cuentan?-

Ellio, Dayana, Cassio... - hubo un momento de pausa.- Inuyasha, el kitsune Syipo. Y quizás las más importantes: la icary y la miko...

A la que conoces muy bien... Confiemos en Ethir, una vez más.-

Nunca lo ha defraudado. Y esta vez no será la excepción.- afirmo el primer consejero que había hablado.

Sí. Esa unas de las ventajas de alguna vez haber pertenecido a Dú Lelith.- susurró antes desaparecer.

Inuyasha salió fuera de la tienda, seguido por Sango, Syipo y Kagóme. Myoga había vuelto a desaparecer. El hanyou murmuró entre dientes algunas frases insultantes a la cobarde pulga.

Detrás de ellos salieron Dayana y Cassio.

¿Qué son exactamente Mirdies y variagles?- pregunto Kagóme a Cassio.

Los Mirdies son semejantes a panteras negras. Si ves que uno abre la boca salte de su camino. Al igual que la trayectoria de sus garras.-

¿Por qué?- pregunto inocentemente Syipo.

Fuego y veneno.- dijo con tranquilidad escalofriante Dayana.

Que dulces ¬_¬U-

¿Y los variagles que son?- pregunto a continuación Kagóme.

¿Exactamente?- pregunto a su vez Cassio.

Exactamente.-

No sé sabe con exactitud.- dijo Dayana.- Nosotros... -

Los variagles son seres capaces de trasmutarse en cualquier cosa. Hay variagles diurnos y nocturnos. Suelen vivir en lugares de vegetación espesa.- informo Sango, interrumpiendo por primera vez en la conversación.

¿Te refieres a esos seres que paralizan con la mirada, los que te roban la energía?-

Los mismos.- Sango abrió los ojos, saliendo de su estado de concentración y se levanto del suelo donde había estado sentada.- Es extraño no se siente ninguna presencia extraña, o fuerte por demás.-

Esa es, precisamente, una de las principales defensas de los variagles.- Dijo hablando con rapidez Cassio.

Y yo que creí que no sabíamos casi nada de ellos.- hizo notar con sarcasmo Dayana.

Quizás no tú. Pero yo controlo a los animales a la perfección.- enfatizo la última frase Cassio.

¿A sí? ¿Por qué no eres capaz de manejar las defensas de un simple ataque entonces?- dijo la voz silbante de Ellio, detrás de ellos.- A pesar de que eres jefe de guardia, solo eres un novato. Deberías guardarle un cierto respeto a Dayana, quien esta sirviendo en las defensas desde sus trece años. Edad a la que tú domabas caballos, Cassio.- dio por zanjada la conversación Ellio. - Además no es momento de discutir logros militares. Por si no se dieron cuenta, hay por lo menos una docena de variagles rondeandonos y otras tres docenas de Mirdies.- Con un movimiento de su mano derecha, donde se exhibían con orgullo dos pulseras trenzadas; una color crema y otra verde, hizo aparecer un alto báculo plateado, rematado en una hoja de roble forjada en plata.

Pagaran caro haber interrumpido la serenidad de Ea y su señor Ellio, el que todo lo ve, el cambiante.- con paso decidido camino hasta donde estaban Kagóme, Sango, Syipo e Inuyasha, deteniéndolos de cualquier movimiento.

Esto es peligroso. Ni siquiera un hanyou, un kitsune, una miko o una icary podrán con eso. Quédense donde están.- se adelanto hasta el centro del amplio claro.- Yo, Ellio, regente de Ea. Te ordeno, ya que osaste interferir en mis dominios. Te presentes ante mí y muestres tu rostro.-

Ellio... que intenta hacer... -

Tenga en cuenta que... -

Shh... - los acalló el mismo.

Los árboles se sacudieron un momento. A su alrededor se oyeron espeluznante aullidos provenientes de lugares inciertos. A lo lejos restallaron reflejos de un súbito fuego ardiendo entre madera y paja. De golpe una espesa humareda subió repentinamente como las llamas unos momentos atrás. A los lejos se oyeron los relinchos de los caballos y mugidos de las vacas, junto con varios centenares de cascos huyendo despavoridos. Abruptamente todo se calmo. Cayendo en un profundo silencio que, sin embargo, duro muy poco.

¡Señor Ellio!- grito un joven de cabello corto verde azulado.- ¡Señor! Han incendiado las caballerizas y diezmado al ganado.- Sus ojos negros estaban fuera de las órbitas.

¿Cómo fue posible que haya atacado las caballerizas?- pregunto indignada, molesta y preocupada Dayana.

¿Dónde se supone que estaban?- recrimino Cassio.

Lo que ocurrió fue que... nosotros intentábamos sofocar un incendio del sector norte... y otro grupo evitaba que se propagará... -

Si Dayana había palidecido ante la noticia del incendio en las caballerizas, tuvo que aferrarse con fuerza a Kagóme para no caer desmayada.

¿Cómo... Cómo fueron capaces de iniciar un incendio? ¿Exactamente en el sector norte, dices?- Respiro irregularmente.- ¡¡Ellio!! ¿Lo ha oído?-

Sí.- dijo con toda la tranquilidad que fue capaz de reunir Ellio. Aunque veía sus posibilidades cada vez más diezmadas.

Ahora estamos en verdaderos aprietos.- sentencio débilmente Cassio.

Oh. ¿Acaso los más poderosos grymlis les temen a unos simples poltergeists?- dijo con sorna un hombre de cabello rubio, quien iba montado en la gigantesca cabeza de un extraño y negro animal.- ¿Incluso el mismo Ellio El que todo lo ve, quién fue quien los atrapo?-

Así que al fin has dado la cara.- Ellio no mostró ningún signo de emoción alguna en su rostro.

El recién llegado estalló en una sonora carcajada. Los ojos verdes brillantes le resplandecieron rebosantes de malicia y dijo a Ellio.

Sabes muy bien que tienen pocas posibilidades. Los caballos y el ganado están diezmados. Están situados por una multitud de variagles, Mirdies y poltergeists. Las únicas especies animales que ningún grymli, incluyendoté, puede dominar. ¿Pactarás o llevarás a lo poco que queda de tu queridisima Ea al ocaso?-

Dayana se recupero justo en ese momento, quizás solo para intervenir.

Ni Ellio, ni todo el pueblo libre de los grymlis se ha sometido jamás a dominio impuesto alguno. ¿Qué te hace pensar, infeliz, que haremos trato contigo?-

Ellio se volvió a mirarla inquisidoramente y luego se fijo en Cassio.

El muchacho interpuso un brazo delante de Dayana. Aguardando expectante que pasaría a continuación.

¡Ya di algo!- grito Inuyasha de pronto, perdiendo la paciencia.

¿Y qué consistiría el trato?- pregunto él, luego de un momento.

Es algo muy simple que en nada afectaría a tu pueblo... O lo que queda de él. Lo único que pido para dejar de atacarlos en a esa humana y su hijo.-

¿Quieres a Sango?- pregunto Dayana.

¡No! ¡Ella no tiene nada que ver contigo!- exclamo Inuyasha, poniendosé de escudo para defenderla.

Eso es lo que tu crees.- replico el tipo rubio.

Exijo saber quién eres.- replico a su vez Ellio.

Creo que me llaman Ethir.- dijo luego de una pausa el ojiverde.

Tú... - comenzó el hanyou, pero fue interrumpido.

¿Qué quieres de nosotros? No te creemos que buscas a Sango. Llevas mucho tiempo atacándonos, antes de que ellos llegarán... - le soltó con rencor Cassio.

Exactamente desde que la pulga Myoga llegó aquí.- agregó Dayana.

Eso es lo único que pido.- insistió Ethir.

Como único gesto, una sonrisa burlona afloro a los labios delgados de Ellio.

Apoyo al muchacho. Sango no tiene nada que ver contigo. Es solo una simple humana que esta esperando un hijo, fruto de su amor con otro ser de su misma especie. ¿Por qué quieres llevártela? Ella no tiene nada que ver contigo, Ethir.-

Ellio, que todo lo ves y lo que no te lo cuentan ¿De veras crees que esa mujer es una simple humana?- inquirió Ethir rápidamente.

Ninguno: ni Cassio; ni Dayana; ni Ellio; ni Kagóme; ni Inuyasha ni Syipo dijeron nada.

Entonces es por eso.- susurró finalmente Sango.- Es por eso que lo aborrecen aún antes de nacer. Pero él ni siquiera tiene un cuarto de Bean Sidhe en su sangre... -

Quizás no sea una Bean Sidhe o una icary, es decir mitad Bean Sidhe y mitad humana. Pero es hija de una de las icarys más poderosas y un monje de los más singulares [No saben como me costo encontrar un adjetivo para Miroku ¬_¬U]-

Es no nos importa.- intervino Kagóme.- Veté de aquí.-

El hombre de cabellos rubios golpeo la cabeza del extraño youkai donde estaba acomodado y se acerco a Kagóme. El gigantesco animal estaba solo a unos metros e Inuyasha se interpepusó dispuesto a presentar batalla de ser necesario.

Ethir miro fijamente a la chica y luego se rasco la cabeza.

Cierto. Tú eres la miko. No vale la pena perder tiempo contigo.-

Grave error.

Seguramente ni Ethir, ni el Señor, ni ninguno de sus vasallos, habían pensado en los efectos secundarios del conjuro desmemorizante sobre Kagóme.

Consejo n°1 para enfrentarte a alguien con amnesia crónica: Nunca hieras su orgullo, en este momento el orgullo y sus convicciones son lo único que sienten como propio.

Así que perdida de tiempo.- dijo con rabia, entre dientes, Kagóme, al tiempo que llamaba con un gesto de su mano a su arco y las flechas. Ya que la bronca no le permitía concentrarse lo suficiente como para aparecerlos en su mano.

Kagóme... que... - dudo Syipo, indeciso entre detenerla o ayudarla.

Fíjate bien a donde apuntas... - se apresuró a agregar la exterminadora, mientras tiraba de Inuyasha para quitarlo del medio.

¡Zumm!

Un momento antes del impacto, en cuanto cayo en la cuenta del ataque, Ethir salto de donde estaba para esquivar el proyectil, dejando en el camino al youkai quien recibió la flecha en pleno hocico.

El estridente rugido saco a Dayana de su ensoñiación. Con un rápido movimiento salto sobre el youkai, haciendo un tajo en el cuello. Con un último y ensordecedor grito el moustro se desvaneció.

Bueno.- dijo pausadamente Ellio.- Ahora solo quedamos tú y yo, Ethir.-

Eso es lo que tú crees.- sonrió maliciosamente Ethir.

Kirará gruño, y de entre los árboles salieron una veintena de algo parecido a duendecillos pequeños, flacos y arrugados; de todos colores y dientes agudos y amarillentos.

¿No los reconocen, señores?- pregunto burlonamente Ethir a Ellio, Dayana y Cassio.- Son los mismos poltergeists que ustedes atraparon en los árboles del lado norte, hace unos 100 años ya. Si, cambiaron ligeramente. Pero todavía están famélicos. Y quieren venganza.-

Los poltergeists chillaban y hacían vibrar sus alas transparentes, tal como hacen las moscas. Entre dos tomaron a Syipo por la cola y lo elevaron el aire, haciéndolo girar. Mientras otros tres enloquecían a Kirará, volando a su alrededor y retándola a atraparlos. Cinco de los poltergeists se entretenían mordiendo las orejas de Inuyasha y tironeandolé del cabello.

Sango y Kagóme trataban de ayudar en lo que podían. Aún quedaban diez espíritus más quienes luchaban contra los otros cuatro grymlis.

Aquí vamos.- Kagóme cargo otra flecha en el arco y apunto a los dos poltergeist que sujetaban Syipo. El de la derecha cayo pesadamente y detrás de él fue su compañero, interceptado por otra flecha sagrada.

Al ver las bajas que había en el otro frente, los cinco duendecillos que en ese momento jalaban del cabello de Inuyasha, se lanzaron en enjambre con furia sobre Kagóme, quién se preparo para volver a lanzar sus flechas. Fue en ese momento que reparo en que ya no tenía más y espero lo peor. Sin embargo no llegó porque justo en el preciso momento que los poltergeist se abalanzaban sobre ella, Inuyasha agitó a Colmillo de Acero y desintegro a los cinco espíritus.

¡Ay, por Kami!- exclamo Inuyasha, con temor sin querer abrir los ojos.- En mi desesperación olvide que Kagóme también estaba aquí.- El silencio era demasiado abrumador. Lentamente abrió los ojos. Solo para encontrar a una Kagóme arrodillada en el suelo, cubriendosé el rostro con los brazos. A su alrededor aún había un escudo amarillento de energía.

¿Cómo hiciste eso?- pregunto Inuyasha, sacando a Kagóme de su refugio.

¿Hacer qué?- pregunto a su vez Kagóme, parandosé y rompiendo el escudo. Miró a su alrededor.- Lo mismo iba a preguntarte.-

Je. Nada olvidaló ^_^u-

Creo que Sango necesita ayuda.- dijo para sí misma Kagóme, mientras salía corriendo en dirección a la exterminadora.

¿Adónde vas? ¡Eh, Esperamé!- le grito Inuyasha corriendo detrás de ella.

Mientras tanto Sango decidía si ayudar a Kirará o a los otros. Sin su youkai no podía ayudar demasiado, así que el primer paso era...

(Liberar a Kirará de esos espíritus ruidosos) [Traducción literal de poltergeist, porque no es invento mío. No, tampoco de Tolkien.] - ¡Hiraikotsu!- casi grito, mientras arrojaba su boomerang a los duendecillos.

Sin embargo el boomerang cayo a mitad de camino. No había ningún campo de protección ni fuerza extraña. Estaba fallado el arma.

(La última vez que la use todo estaba normal...)-

********************* FLASH BACK [esto ya es para ir a psicólogo] ***********

Sango se incorporó. Y un poco tambaleante por su propio peso, se paró sobre la espalda de su mascota.

- ¡Hiraktaisu!- El gigantesco boomerang de Sango, pasó junto al tigre, pero no lo golpeó. Viró como si hubiera sido dirigido y cayo secamente junto a un árbol.

El felino miro a la abatida arma que había quedado inmóvil y se dirigió a ella.

Crash, Crash.

El boomerang tenía dos profundas marcas de garras en cada extremo.

************************ FIN DEL FLASH BACK **************************

Sango recordó el episodio y se fijo en las dos marcas, aún intactas. Se pregunto como había tardado tanto tiempo en fijarse en ellas. Peor aún, en darse cuenta de sus efectos.

Los poltergeists, sin embargo, se percataron del fallido ataque y se volvieron contra la exterminadora, sin darle demasiado tiempo a pensar nada.

En un dejo de su momentáneamente perdida agilidad, Sango salto hacía atrás y desvaino su espada, la misma con la que alguna vez había intentado matar a Kohaku.

Lanzo un mandoble que le corto la cabeza al duende verde más cercano que tenía, haciendo que los otros dos se lanzaran zumbando en su dirección.

¡Garras de acero!- grito Inuyasha, cortando a los dos poltergeist que quedaban.

¿Podrías avisar antes de hacer eso?- gruño Sango, tomando la mano de Kagóme, quien la ayudo a incorporarse.

Parece que tenemos más problemas.- dijo suavemente Syipo, luego de haber rostizado dos poltergeist que pretendieron tomarlo del cabello.

¡Dayana!- grito Sango.- ¡Por Kami- sama! ¿Qué ocurrió?- pregunto la exterminadora, con un leve temblor en la voz.

Lo... lo mataron... - los ojos de Dayana estaban fuera de sus órbitas.- Cassio... él esta... ellos lo... -

Aún costado del claro, sobre tierra desnuda, el cuerpo de Cassio lucía aún más pálido. Los amigos lo rodearon y lo contemplaron un momento en silencio. Quizás hubiera prolongado esto, de no ser porque repentinamente fue como si la tierra lo hubiera absorbido.

¿Y qué ocurrió con el muchacho?- pregunto Inuyasha, luego de un minuto de silencio.

Los Mirdies se lo llevaron.- dijo de la nada la voz de Ellio. - Dayana, vete de aquí. Estás herida y en caso de que yo no sobreviva, sabes que... -

¡Ellio! ¡No diga esas cosas!-

Es la verdad. Es una posibilidad cierta.- Ellio volvió su penetrante mirada a Inuyasha y los otros.- Ustedes tampoco intervengan. Esto es una cosa entre Ea y Ethir.-

Y con una última mirada, entre melancólica, triste y decidida. Se despidió de ellos.

- Esto no puede estar pasando.- suspiró Dayana, levantando la cabeza de sobre sus rodillas y echandosé el cabello hacia atrás.- Deseo que todo esto fuera como cuando yo era una niña. Estaba en medio de una pesadilla, y de pronto un mínimo detalle me revelaba que todo era un sueño. Y con solo desearlo con todas mis fuerzas, despertaba... -

Ellio se presento ante Ethir.

¿Así que no pactarás, Ellio?- dijo finalmente, luego de un silencio.

No. Una vida no es el precio por salvar a seres que eligieron su camino y que ya lo han recorrido lo suficiente.- respondió Ellio.

¿Vas a retarme a un duelo?- dijo burlonamente el ojiverde.

Sería perder tiempo.- exclamo con voz potente el adivino, golpeando el suelo con su báculo, haciendo que el primero se resquebrajara.

Ethir, sonrío con malicia, salto sobre un árbol e hizo girar su propio báculo a su vez, haciendo que las piedras se volvieran contra Ellio.

El hombre solo atino a cubrir su rostro con los brazos, soltando el proceso a su bastón de plata.

Con un gesto de su cabeza, Ethir llamo al báculo de plata y lo sostuvo entre sus manos. Cuando estuvo seguro de lo que hacia, apretó con fuerza el bastón y lo partió.

Ellio se endureció, como forjado en piedra. Y al momento de la ruptura del báculo, se resquebrajo en miles de pedazos el también.

¡Ellio!- grito Dayana, zafandosé de Kagóme e Inuyasha. Corrió hasta lo poco que quedaba de su antiguo comandante y apretó el polvo en su mano. Cuando la volvió abrir, los restos ya no estaban.

No vale la pena perder tiempo con ustedes.- agrego Ethir, elevandosé en el aire. - Mi objetivo ya se cumplió.-

Dayana miro el bosque, alguna vez llamado Ea, derramo unas gruesas y brillantes lágrimas, jugueteo con su pulsera y se volvió a los otros.

Soy la única sobreviviente. Ellos... los mataron a todos... todos.- se enjuago las lágrimas.

Yo... Nosotros... - dijo Kagóme, acercandosé a ella.

Me voy.- interrumpió sorpresivamente Dayana.

¿Qué? ¿ Adónde? ¿Por qué?-

Soy la última grymli viva. Tengo que avisar a Galadar y buscar a la última Fincaev para avisarles.-

¿Avisarles que?-

Los Bean Sidhe hemos vivido en paz aquí por centurias. Pero la paz se ha acabado. Ea ha caído y Galadar no tardará en seguirnos. Si ellos encuentran a la Fincaev antes que yo, estará perdida.-

La noche iba cayendo. Lentamente se separaron, caminando en direcciones contrarias. En lo que alguna vez fue Ea.

CONTINUARÁ...

¿El trece es número de mala suerte, sí o no? Es la primera vez que mato a un personaje en este fiction. Los poltergeist en la mitología actual no se suelen ser entes, sino fenómenos.

Agradezco a sus Rewiens y a los que han leído este fic hasta aquí. Sobre todo aquellas personas que se leyeron dos o más capítulos juntos de esta lata.

¡¡Respondiendo Rewiens!! (Lo adoro ^_^)

Arwen- sama: ¡Me convenciste, mi fic es bueno! Bueno el nombre de Ea si lo usa Tolkien, sobre todo si has leído el Silmarillion. Pero en realidad en la mitología de un país (No de Tolkien) Se utiliza para nombrar a un ser de sabiduría inmensa. Voy a intentar actualizar más rápido. Y con mejores capítulos...

Kala: Gracias por la felicitación. Menos mal que FF. Net te dejo mandarme Rewiens.

Sheyla K- Chan: Ya respondí a tu duda. Gracias por dejarme Rewiens. Y por leer esto.

¡Chau, hasta la próxima! ^_^