¡Hola! ^_^

Aquí estoy con el capítulo catorce.

Ya lo saben los personajes de Inu & Cía no me pertenecen, soy propiedad intelectual de Rumiko Takahashi. Los demás son 80% de mi invención [Sí, bajo.] 20% influencia de cuanta leyenda extraña de vueltas por ahí.

Simbología: () Pensamientos de los personajes; [] Mis acotaciones; recuerdos de diálogos; *** Flash Back ***

¡Qué lo disfruten!

El tiempo pasa, las cosas cambian...

El entrenamiento

La hoguera chisporroteaba alegremente entre los cuatro viajeros. Sin embargo los rostros sombríos contrastaban con el calor que irradiaba el fuego en esa noche invernal.

¿Qué haremos ahora?- fue la primera en hablar Kagóme.

No lo sé.- respondió Sango, abismada en contemplar las llamas.

Supongo que... - susurró débilmente el kitsune.

¿Cómo qué que haremos?- pregunto molesto Inuyasha.- Nosotros no tenemos nada que ver con ellos. Lo que les suceda no nos afecta.- dijo fríamente.

Me recuerdas a tu hermano.- agregó cortante Kagóme.- ¡Por supuesto qué nos afecta! ¿No lo ves? La única familia superviviente de Sango es de origen Wicca. Además sospecho que... -

¿Qué?- murmuró la exterminadora.

Ellos te protegieron. Apuesto que si no nos han vuelto a atacar es porque hay una fuerza que no vemos que nos protege.- dijo finalmente Kagóme.

Eso es algo irra... -

Hinoki. Ya no mientas. Tú sabes que Dayana se refería a Berenice cuando hablo de encontrar a la última Fincaev.-

¿Cómo lo supiste?- pregunto en voz baja Inuyasha.

Kagóme no le contestó inmediatamente:

¿Por qué no nos lo dijiste?- pregunto a su vez la chica.

No lo sabía.- mintió, una mentira insalvable, Inuyasha.

Tú lo sabías... - le reprochó Syipo.

¡Eso que importa ahora!- interrumpió Sango.- Tenemos que pensar en algo.-

¿Pensar en algo? ¿Para qué?- pregunto Berenice, entrando en el círculo iluminado por el fuego.

En buen momento caes.- sentenció con cierto sarcasmo Inuyasha.

No te preocupes porque no volveré a aparecerme.- dijo cortante Berenice.

... -

Mi paz se ha acabado. Al menos por ahora. Quizás la recupere en algún momento... En fin. Fue lo que elegí y debo atenerme a lo que pase.- El silencio fue llenado por el chisporroteo del fuego.

¿A qué has venido? ¿A despedirte- pregunto Syipo.

No, quizás nos veamos alguna vez más. Solo vine a enseñarte unas últimas cosas, Kagóme.-

¿Qué? ¿A qué te refieres?-

Si aceptas, tendrás que venir conmigo.- dijo Berenice.

¿Adónde?- se interpuso Inuyasha.

Lo que yo soy a enseñarle no puede mostrarse en cualquier lado, Hinoki.- dijo tranquilamente la Bean Sidhe. - ¿Vienes o no?-

¿Sola?- pregunto a su vez Kagóme.

Lo lamento solo ciertas personas pueden ir donde tu irás.- dijo secamente Berenice.

Inuyasha la hubiera fulminado con la mirada. El hanyou estaba impaciente, esperando la decisión de Kagóme para saber los pasos a seguir.

Iré.- contestó finalmente Kagóme, al tiempo que se paraba y empezaba a recoger sus cosas, alejandosé.

Sabrás que no puedo dejar que te lleves a Kagóme.- murmuró Inuyasha.

Yo sé que tu tienes tu palabra empeñada en que la protegerás. Pero como te dije la primera vez que nos vimos, no podrás protegerla siempre. Por más que ese sea tu deseo.-

Ya esta listo.- dijo Kagóme, quien cargaba su mochila.- ¿Vamos?-

Sí, ya vamonos. Mañana al atardecer estaremos de vuelta.- informo Berenice, empezando a caminar hacia el norte.

A la caída de la noche Kagóme y Berenice llegaron a una aldea fundada entre salientes de montañas y bosques de laderas.

Doce casas sencillas en doble fila bordeaban lo que parecía ser la calle principal. Al final de la calle, cortándola, estaba una casa de tres pisos. Echa en piedra y madera. Las montañas se perfilaban en el fondo.

Cada dos casas había un fuego encendido, con un caldero arriba. Alrededor de ellos estaban acurrucados algunos niños, todos menores de once años y mujeres mayores a treinta años cuidaban las comidas, tejían, hilaban o curtían cuero.

Había bastante movimiento para una aldea de esa época histórica, a esa hora y en esa época del año, pleno invierno.

Sobre los árboles estaban los niños de once a quince años, quienes saltaban de rama en rama, se arrojaban manzanas o hacían muecas.

En los campos circundantes había grupos de aldeanos y aldeanas. Cuyas edades iban desde los quince hasta los veinticinco que entrenaban.

¡Laión!- llamo Berenice.

Una mujer de la fogata más próxima se acerco a ellas.

Laión era alta y delgada. Tenía el cabello negro corto y ojos negrisimos también. Su piel quizás hubiera sido blanca si el sol de la montaña no se la hubiera curtido. Llevaba un kimono violeta. A pesar de la oscuridad, Kagóme pudo apreciar que todos los aldeanos se parecían bastante a Laión.

Lleva a Kagóme al periférico.-

Esta bien. Vamos.- dijo Laión tomando del brazo a Kagóme.

Berenice espero a que se fueran. Retrocedió dos pasos y toco el suelo.

De inmediato una línea dorada circulo a la aldea y se perdió de vista. Movió su brazo hacia delante y hacia atrás y sintió como el campo de energía cedía.

No te preocupes. Estará a salvo. Laión y los demás son buenas gentes.-

Inuyasha bajo con disgusto del árbol donde había estado sentado e intentó atravesar el campo.

No puedes.- dijo firmemente Berenice.- Ella estará bien. Sin embargo no puedo impedirte que te quedes fuera hasta mañana.- Berenice se dio media vuelta y empezó a caminar hacia el edificio del fondo.

Kagóme, inquieta e impaciente, se paro por décima vez del banco tallado en piedra donde se había sentado apenas llegara.

Parecía ser una recepción o algo así. Detrás de un mostrador estaba acodado un hombre, con expresión de aburrido, quien hablaba con Laión. Detrás del hombre había una multitud de estantes con miles de pergaminos enrollados. En las paredes había carteles en un idioma desconocido para Kagóme.

(¿Cuánto más puede tardar Berenice?)- pensó Kagóme.

No había terminado de decirlo cuando Berenice entro en la sala.

Al fin llego.- bostezó el hombre. Laión se enderezo e hizo una reverencia antes de irse. Berenice llamo a Kagóme con un gesto de su mano.

Bienvenida a la aldea de Koh I Noor [No la marca de electrodomésticos ¬_¬U, esto en hindú significa Montaña de Luz.] ¿Trae un nuevo pupilo?- pregunto a Berenice.

Ajá.- el hombre saco un pergamino nuevo y cargo su pluma.- ¿Nombre?- preguntó.

Kagóme Higurasyi.-

¿Edad?-

Diecisiete años.-

Veamos ¿En dónde cree que deberíamos ponerla? ¿Tiene algún conocimiento previo? ¿Tiene aptitudes de raimada?-

Las tiene, muy poderosas. Aunque quizás no llegue a aprender a utilizarlas del todo nunca. Tiene conocimientos del primer año y uso de arco. Lo único que no sabe para llegar al nivel de un tercer año es manejo de armas. Pero... -

Ya entendí ¿Y qué me dice del grupo?-

En realidad contamos con poco tiempo y los recursos son especiales. Solo viene hasta aquí para pedir que me extiendan un permiso para enseñar y tener un lugar adecuado para las prácticas. Además de quedar en los registros. ¿Aún esta el sistema, en caso de...?

Esta. ¿Por cuánto tiempo se quedarán?-

Solo hasta mañana en la tarde.-

¿Necesitarán habitación?-

No. Ese asunto esta arreglado.-

¿Y el régimen de comidas?-

Comeremos con Laión.-

Muy bien. Firmen aquí y aquí.- dijo el hombre, dando vuelta el pergamino y extendiéndoles la pluma.

Ambas firmaron y luego salieron a la noche y se sentaron junto a Laión, quién les acerco un plato con comida a cada una.

¿Qué hago aquí? ¿Qué un raimada?- pregunto finalmente Kagóme.

Un raimada es una especie de samurai [Conviene aclarar que mi conocimiento sobre los samurais y su filosofía se reduce haber visto algunos capítulos de Samurai X, aunque no es ni el título original ¬_¬U, y la película que dieron por Cartoon Network. Es decir que soy bien ignorante...] Y estás aquí porque... presentas algunas aptitudes.- contestó simplemente Berenice.

¿Y en qué se diferencian de un samurai un raimada?-

No demasiado. Manejan las armas ambos. Pero el raimada no le debe servicio a nadie si así no lo quiere. Además que usa ciertas técnicas que un samurai ordinario no es capaz de controlar. Pero te dire algo; no es fácil llegar a ser ni una cosa ni la otra.-

Cuando Kagóme comió su último bocado de comida, Berenice se puso de pie y le pidió que la siguiera.

Caminaron por unos minutos y llegaron a un prado. Iluminado por la luz de las estrellas.

Cuando aceptas empezar tu entrenamiento de raimada, no importa cuan lejos llegues, tienes que hacer una promesa.- dijo luego de un silencio Berenice.

¿Una promesa?-

Sí. Básicamente prometes que seguirás tus ideales ante la misma muerte de ser necesario. Y que nunca servirás a nadie. A menos que sea de corazón.- enumeró la Fincaev.

Lo prometo.- dijo luego de un minuto de duda Kagóme.

Ponté el broche que te regale la primera vez que nos vimos.-

Kagóme no hizo comentarios y saco de su bolsillo el broche de diamantes y plata y se recogió el cabello con él.

¿Tú ya sabías que...?-

Un raimada nunca espera que le contesten. Siempre busca sus propias respuestas.- Berenice miró el cielo por un momento y luego se volvió a la chica.

Contamos con poco tiempo. Empezaremos con algo fácil que ya hayas hecho antes. Veamos... - La mujer saco un pergamino de sus ropas, lo desenrolló y busco en la lista.

Esto será un buen comienzo. Ya lo has hecho antes. Un escudo.-

¿Un escudo de energía?-

De energía.- asintió Berenice.- Es simple.- La mujer cerro sus ojos y empezó a concentrarse.- El principal problema es lograr una buena concentración en poco tiempo y bajo cierta presión.- Abrió los ojos y se separó sus manos. - Lanza una flecha.- le pidió.

Kagóme hizo aparecer sus flechas y el arco. Cargo y apuntó.

¡¡Zzuumm!!

La flecha se abrió paso velozmente y cayó como si hubiera chocado con algo a solo centímetros de Berenice. Por un momento el escudo parpadeo, dejando ver su color azulado y volvió a desaparecer.

Ahora intentaló tú.- ordeno Berenice.- Primero concéntrate todo lo que puedas y luego vas a ver como tu propia energía comienza a envolver como una esfera. En es momento rompe la concentración y ya.-

Esta bien.- titubeó un momento Kagóme. Retrocedió un par de pasos y, apretando sus manos con fuerza, cerró los ojos.

Ya llevaba quince minutos así, cuando abrió los ojos y despego sus manos.

El escudo parpadeo mostrando un color amarillento y se desvaneció.

¡Ay!- dijo decepcionada Kagóme.- Casi lo había logrado.-

No es que casi lo logras. Solo debes mantenerlo un momento más. Prueba de nuevo.-

Esta vez la concentración le tomo veinte minutos. Kagóme tenía los ojos cerrados y no veía los continuos parpadeos de su escudo.

Abre los ojos.- ordeno Berenice.

Kagóme los abrió, solo para ver como una lanza iba directamente hacia ella.

¡Ahh!- gritó al tiempo que se encogía y cubría los ojos.

Pero el impacto no llegó. Abrió los ojos asombrada a tiempo de ver como el escudo se desvanecía, luego de haber repelido la lanza.

Kagóme cayó de rodillas.

O_O ¡¡Lo logré!! ^o^-

¡Shh! Vas a despertar a los de la aldea.-

¿Ya están durmiendo? Cierto, debe de ser muy tarde. Vamos nosotros también ¿Sí?-

Eso ni pensarlo. Aún nos queda bastante por hacer.-

U_U ¿Qué sigue?-

En guardia sin moverse por tres horas.-

¿Bromeas, cierto? ¬_¬U-

Claro ¿Y tú familia como está?-

U_Uu-

Tres horas después...

¿Berenice?- llamo Kagóme bostezando.- Creo que ya pasaron las tres horas.-

¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?- pregunto sobresaltada Berenice, abriendo los ojos.

Que qué sigue ¬_¬U-

A cierto ^_^U Aumentar la velocidad.-

¿Aumentar la velocidad?-

Sí, es un truco muy útil en una pelea.- Berenice des desperezó y tomo un poco de agua.- No se requiera tanta concentración. Empiezas a correr lo más rápido que puedes y luego sientes como te integras al viento.-

¿? Lo intentaré de todos modos.-

Kagóme comenzó a correr rápidamente, dio toda una vuelta al bosque, hasta que al pasar por medio de dos árboles el terreno comenzó a descender en picada.

Al principio el terror se apoderó de ella, pero luego se dio cuanta que ya no sentía el viento chocar contra ella, lo sentía a su alrededor. ¿Se había integrado con él?

Ya detenté.- exclamo Berenice.

Kagóme clavo un pie en el suelo para detenerse. Se dio una brusca sacudida y cayo de bruces al suelo.

Eso dolió.- se quejo la chica, mientras se levantaba y frotaba la barbilla.

Las dos de la tarde del otro día encontró a Kagóme frente a una aldeana quien estaba entrenando también.

Muy bien. Ustedes dos están casi en las mismas condiciones en cuanto a lucha con artes marciales.- dijo muy alegre Berenice.- Empieza tú Eleonor.-

¿¿Qué??- gritó Kagóme, al tiempo que formaba un escudo para protegerse de los ataques.- ¡Ni siquiera sé como es la posición de guardia!- exclamo.

Eso es lo que tu crees.- dijo tranquilamente Berenice.

¿Cómo qué es lo que yo creo? ¡No lo sé!- la momentánea distracción le sirvió a Eleonor para intentar golpearla.

Sin embargo Kagóme se dio vuelta y esquivo el golpe saltando para atrás al estilo Ranma. No lo penso. Simplemente lo hizo.

O_O ¿A dónde se fue?- pregunto asombrada Kagóme, al no ver a Eleonor.

De pronto sintió su presencia y se volteó a tiempo para intentar atacar.

YA basta. Tenemos otras cosas que hacer. Gracias Eleonor.-

Eleonor hizo una leve reverencia y se retiró.

No sabía que sabía eso.-

Seguramente no.-

Uso el truco para transporte a corta distancia.-

Si, es cierto. Un poco más complicado que el escudo. Pero más efectivo para atacar.- completo Berenice.

Lo que vamos a intentar ahora es mucha más complicado. Telepatía.-

¿Telepatía?-

Sí. Es cuando hablas con alguien... mediante el pensamiento... -

Parece muy complicado.-

Bastante. Pero no mucho [No se preocupen, ni yo entendí ;_;]-

¿?-

Para usar telepatía debes concentrarte muchisímo más que para formular un simple escudo. Si te sientas es mejor, ya veras. Una vez que tienes la suficiente concentración tienes que hacer tu propia energía se trasmita a la persona con la que te quieres comunicar. Si lo haces bien lo visualizarás sin esfuerzo y oirás la voz de la otra persona.- terminó Berenice.

De acuerdo ^O^-

Kagóme se sentó en la hierba e iba a cerrar los ojos cuando Berenice la interrumpió.

¿Ya pensaste aquién te vas a dirigir?-

A Inuyasha.- dijo muy segura Kagóme.

Pero nisiquiera sabes como es, no puedes hacerlo.- Dijo preocupada la Bean Sidhe, por lo que podría pasar si la chica seguía empeñada en hacerlo.

Esta bien... entonces a Hinoki [Por conveniencia de la trama.]-

Kagóme volvió a cerrar los ojos y comenzó a concentrarse.

Inuyasha se despertó sobresaltado. El pálido sol invernal le iluminaba los ojos, por lo que por un momento no alcanzó a distinguir nada que entrará en su campo visual. Sin embargo la angustia lo inundó cuando comprobó que, efectivamente, no podía ver nada. Todo su campo visual estaba oscuro. Una luz lejana y difusa comenzó a crecer hasta iluminarlo todo levemente y mostrarle a una concentrada Kagóme sentada como Buda, quién tenía un aura violeta- azulada a su alrededor.

¿Ka... Kagóme?- llamo Inuyasha con voz temblorosa.

Repentinamente la chica abrió los ojos y lo miró fijamente. Su aura creció hasta envolverlo a él también, ahora estaban rodeados por esa energía. Kagóme movió los labios sin que saliera ningún sonido. Pero el hanyou entendió perfectamente, retuvo en su mente.

¿Hinoki me oyes?-

Si.- dijo asombrado, con la mente, Inuyasha.

Lo hice ^_^- Su tono de "voz" sonaba alegre.- ¡Realmente lo hice ^O^!-

¡No me grites, por favor! ¿Hacer qué?-

Telepatía.-

¿Telepatía?-

Repentinamente la voz de Kagóme fue sonando más lejana, hasta desaparecer.

Lo... Lo hice.- dijo con una sonrisa débil Kagóme, cuando abrió los ojos luego de haberse desmayado por el esfuerzo. Laión le había dado a beber una especie de té.

Pero te exigiste demasiado.- dijo severamente Berenice.- No sé si debas seguir con esto.-

Pero ya solo quedan dos horas. No puede hacerme daño algo más.- insistió Kagóme.

Pero.- intervino Laión.- Usted sabe que lo que queda por enseñarle es lo más difícil.-

Sí, pero también lo que quizás le sea más útil. ¿Cómo te sientes?-

Estoy bien.- dijo empecinada Kagóme. -Enséñame.-

Mira.- dijo Berenice, apenas llegaron al campo de práctica.- Esto parece complicado pero no lo es tanto. La única condición indispensable es que sepas el camino al lugar donde quieres ir, al menos por ahora.-

Saber el camino.- repitió Kagóme.

Tienes que sentir tu energía, sacarla hasta del rincón más recóndito y cuando sientas que ya no encuentras una gota de energía que no este acumulada imaginar una bola con esa energía recorriendo el camino a toda velocidad. Cuando tu energía haya bajado lo suficiente te estabilizarás y habrás llegado.- Berenice dio una ojeada a la dudosa Kagóme. - Ahora bien, tú conoces la casa de pupilos de Koh I Noor. Transportaté hasta allá.-

Kagóme cerró sus ojos y junto sus manos, apretándolas con fuerza. De inmediato su energía comenzó a crecer con una rapidez que asustaba. En pocos minutos había juntado todas sus energías en una esfera y la proyecto, viendo pasar las casas de la aldea a su alrededor. Al minuto siguiente todo dejo de dar vuelta a su alrededor y cayo sentada sobre el piso de piedra de la casa de pupilos.

Llegué.- dijo la chica, antes de caer desmayada.

- Habla más bajo, la despertarás.-

Disculpamé, yo no fui quien la sometió a un entrenamiento extremo. Es un simple humano ¿Sabes? No una Bean Sidhe.-

Tienes razón no es una Bean Sidhe, pero tampoco es humana. Es una raimada.-

Inuyasha se detuvo y volteó a mirar a la Fincaev.

¿Una qué?-

Una raimada. Son unos seres que nacen con apariencia humana y en muchas formas lo son. Pero tienen ciertas habilidades que poseen los Bean Sidhe, están a medio camino. Aunque claro, son aún más débiles que un icary bien entrenado. Pero las cualidades de raimada no son genéticas como son las de youkai o Bean Sidhe o miko. Son casi fortuitas.-

¿Qué ocurrió?- dijo sombríamente el hanyou, luego de un momento.

¿Con qué?-

¿Te están buscando, no? Tú eres la última Fincaev.-

¿Cómo lo sabes?-

Ea.-

¿Tú estuviste allí? Dayana no puede mantener su boca cerrada... - gruño Berenice.- Pero sí, es cierto. Me están buscando. Por eso no podrá volver a verlos.- Habían llegado a una encrucijada.- Cuídala mucho y no dejes que se quite ese broche. Será su perdición. Todavía hay una última esperanza.- Berenice se desvaneció con el viento.

Inuyasha tomo el otro extremo de la encrucijada y aspiro el aroma de Kagóme, quién dormía tranquilamente en la espalda del hanyou.

¿Qué será de nosotros?- murmuró, antes de seguir camino.- La paz del mundo que mantenía en armonía a esta región se ha acabado, quizá definitivamente ¿Qué sucederá ahora?-

CONTINUARÁ...

Advertencia: No intente esto en casa, es solo ficción.

[Debería haber ido al principio, Sheila ¬_¬U]

Bueno espero que les haya gustado. Y les alegrará saber que ya empezó la cuenta regresiva. En buena hora, y llevó como cinco meses con esto.

Como esta vez no le robe a Tolkien, no tengo que aclarar.

Respondiendo Rewiens

Sheyla K- Chan: Muchas gracias por tus Rewiens, me ayudan mucho. Como vez le sigo le sigo y le sigo. Y creo que me tarde una semana o menos en actualizar. Y si estar cinco meses con esto no es ser pesada...