¡Hola de nuevo! ^_^

Aquí estoy con un nuevo capítulo; N°17. Es un poco dramático y muy bueno para los que les gustan las peleas.

Simbología: []Mis acotaciones; ()Pensamientos de los personajes; recuerdos de diálogos; ***Flash Back***

[Como si hiciera falta] Todos aquellos personajes que sean muy bien logrados y definidos, no son míos [Adivinen de quién.] Los otros son propiedad de esta copia de escritora, Sheila Ruiz.

¡Espero que les guste el capítulo!

El tiempo pasa, las cosas cambian...

Encantamiento fallido

Inuyasha avanzó hacia la chica, se arrodilló junto a ella.

¿Ka... Kagóme...? ¿Qué te sucede?- la tomo por el hombro. Obligándola a darse vuelta.- ¿Qué tienes?- preguntó preocupado el hanyou.

Inuyasha tuvo una visión fugaz de los ojos empañados en lágrimas de Kagóme, antes de que la joven se aferrará con fuerza a él y hundiera el rostro en su hombre, mojando la ropa de Inuyasha.

¿¡Por qué te tardaste tanto?!- le reprocho la mujer, entre sollozos.- ¡Empezaba a creer que no vendrías por mí!-

Eso nunca.- respondió Inuyasha, acariciando el cabello de Kagóme.- Ya, tranquila ¿Por qué lloras?-

Un olor muy fuerte penetro la nariz del hanyou, el olor de la sangre de Kagóme.

¿¿Qué te ocurrió??- gritó al tiempo que separaba a la joven de él, observando la sangre que caía de los labios de Kagóme.

Él... él me... golpeó.-

¿Quién es "él"?- demandó Inuyasha.

No lo sé. No lo conozco. Se fue por allí.- señaló por sobre el hombro del hanyou.

Inuyasha se puso de pie y luego giro la cabeza.

"Jamás retrocedas" le había dicho Glena.

Pero la advertencia de Glena se perdió en las aguas de la furia del mitad demonio. Se volvió rápidamente y dio unos pasos, retrocediendo.

Inmediatamente se sintió sacudido y observó sus garras, las cuales lucían fantasmales. Empezaban a desvanecerse ¿Por eso no debía retroceder? ¿Esa era la consecuencia? ¿Salir de... ese lugar?

No quiero.-

La afirmación sonó rotunda en la cabeza de Inuyasha. Debía buscar al tipo que había lastimando a Kagóme.

Lo que el hanyou no sabía era que esa afirmación iniciaba algo más que una segunda estadía en el lugar.

La pequeña botellita con el líquido restante se movió y se prendió en los labios del hanyou, deslizando el resto del líquido en la garganta del muchacho. La sustancia se había vuelto plateada y más espesa.

Inuyasha abrió sus ojos carentes del brillo habitual y se levantó abruptamente.

Kagóme se quedo sin aire al momento de darse vuelta y retroceder para evitar el puño del hanyou. El cual fue a hundirse en la madera.

Hi... Hinoki ¿Qué le esta sucediendo?- susurró Kagóme, aún sorprendida, pero ya bien despierta.

¡Ayy! ¡¡Perro tonto!!- gritó Syipo, quién había despertado ya que dormía junto a Kagóme.

Ese grito bastó para sacar a Sango de su profundo sueño.

La exterminadora abrió los ojos sobresaltada y vio a un [Ahora.] Humano Inuyasha ya recuperado de la inesperada falla y dispuesto a intentarlo de nuevo.

Kagóme retrocedió "en cuatro patas" a tiempo de esquivar una patada de Inuyasha.

¡Vamonos!- gritó Sango, tomando en brazos a Syipo y con Kirará sobre su hombro, arrastró a Kagóme del brazo hacia fuera.

Los movimientos de Inuyasha eran mucho más lentos como humano. Luego de un momento corrió tras ellas.

¿Qué... qué crees... qué le haya... sucedido?- jadeó Kagóme, mientras corrían por el campo.

No lo sé.- respiró entrecortadamente Sango.- Él... nunca... hizo esto antes.- termino Sango, ya casi ahogandosé.

Es... muy extraño.- concordó Syipo.- Parecía como si estuviera... poseído.- notó el pequeño.

¿¿Poseído??- dijeron en coro ambas mujeres deteniendosé.

¡Kagóme, al piso!- gritó Syipo, mientras empujaba a la chica. Sobre su cabeza paso el resplandeciente filo a la luz del alba de la Tetsusaiga.

¡Escudo!- gritó la chica [Creo que me hice lío con CCS.] Haciendo que se formara un campo de energía amarillento sobre ella, donde el ataque reboto.

Pero la Tetsusaiga aún mantenía su forma falsa. [Nunca vi a Inuyasha usarla cuando esta como humano. No creo que pueda.] El escudo repelió el ataque y se desvaneció. Kagóme saltó hacia atrás casi instintivamente y se alejo unos metros de Inuyasha.

¿Qué demonios le sucede?- murmuró la chica, al tiempo que golpeaba a Inuyasha con una de las técnicas que le había enseñado Berenice y mantenía una distancia prudencial.

Perdida en sus pensamientos y conjeturas Kagóme no vio a Inuyasha sino hasta que casi estaba sobre ella.

¡Hacia atrás!- gritó la chica.

Sango y Syipo abrieron los ojos como platos cuando vieron a Kagóme derretirse formando una sustancia plateada que fue absorbida por la tierra, para emerger minutos después detrás del hanyou y golpearle el puño que sostenía a Colmillo de Acero, con una rapidez asombrosa.

Sin embargo los primeros rayos del sol comenzaban a asomar e Inuyasha comenzaba a recuperar sus características de hanyou. Su velocidad aumento y atrapo a Colmillo de Acero. Con una patada que Kagóme no pudo esquivar la arrojo contra un árbol. Y se lanzó tras ella.

Todo fue muy rápido. Colmillo de Acero rebotó antes de tocar a Kagóme y salió disparada de las manos de Inuyasha.

Ese aroma...- pensó el cerebro adormecido de Inuyasha.- Huele a Kagóme ¿Por qué estoy sintiéndolo tan cerca?- Inuyasha abrió los ojos, un poco asustado.

Los rayos del sol le dieron de lleno y al mismo tiempo que abría sus ojos, el hechizo se acabó. Su cabello se aclaró hasta volverse blanco y sus ojos brillaron dorados.

¿¿Qué... qué estuve a punto de hacer??- gritó Inuyasha, sobresaltando aún más a la asustada Kagóme, alejandosé de ella y con una expresión de horror en cada rasgo del rostro.

Sango se acercó con cautela a él.

¿Inuyasha?- susurró con precaución.

El hanyou alzó la vista y la miro, tal como hacen los niños pequeños cuando uno les llama y ellos están dormidos o confundidos.

¿Estás... bien?- preguntó Kagóme, acercandosé a ellos.

Por qué no lo estaría.- se encogió de hombros Inuyasha. Pero la seguridad del hanyou se quebró cuando Kagóme se derrumbo llorando sobre su hombro.

Creí... que te quedarías así para siempre.- sollozo la chica.- ¡Nos diste un gran susto, tonto! ¿¿Qué demonios te ocurrió??-

Bueno... yo... yo... - tartamudeo Inuyasha intentando consolar a la mujer. - No lo sé.- respondió finalmente.

Maldita espada.- gruño un hombre de cabello rubio, atrayendo a la Tetsusaiga hacia y él y examinándola.- Estorbo.- murmuró arrojándola.

¿Quién eres?- pregunto Sango desafiante.

¿Cómo que quién soy?- dijo bastante divertido el hombre.- Yo pensé que era un viejo conocido, Ethir creo que me llaman.-

Y te cae de perlas el nombre. Espía.- susurró una figura, saliendo de las sombras.

¡En buena hora caes! Ese estúpido conjuro no funciono.- gruño Ethir, con los ojos verdes centelleantes de rabia.

¡Feh! ¡Así que tu fuiste el entrometido que manipulo el filtro de Glena!- escupió con rabia Inuyasha, poniendosé de pie y haciendo crujir sus nudillos.

Que observador.- respondió con desdén Ethir.- Pero esa maldita espada lo estropeó todo.-

Tú ya lo sabías.- puntualizo la voz de mujer.- Lo sabías cuando hiciste es estúpido trato.- La mujer se quitó la capucha.- Sabías que esa espada jamás podría lastimarla. Ya que prácticamente reacciona solo para protegerla.-

Sango sintió una tremenda sacudida en el estomago; Syipo sintió que el mundo giraba a su alrededor; Inuyasha se quedo sin habla.

Cabello castaño con tonos rojizos.

Edad incalculable.

Y sobre todo, los extraños ojos marrones que hacían pensar en los fuegos de forja y el brillo de las espadas.

Tú... No puede ser cierto.- murmuró Kagóme.

Berenice los miró con una extraña serenidad y luego se fijo en Kagóme.

Ahora veras cuanto has aprendido.- "escuchó" Kagóme en su mente.

¡Maldita!- gruño Inuyasha.- Ya veo porque no estabas en El Concilio ¡Estabas ayudándolos!-

Berenice levantó la mirada furiosa, como si nada le doliera más que tener que ver a los ojos a Inuyasha en esas circunstancias.

¡Tú no sabes porque lo hago!- chilló la Bean Sidhe, molesta.- Si pensarás un poco quizás lo comprenderías. Pero como no lo haces no tengo esperanzas.- dijo rápidamente, acomodandosé el manto gris sobre la túnica del mismo color y alejandosé del lugar.

¿¿Adónde vas??- le gruño Ethir.- ¡Ayúdame!-

Tú solo te metiste en esto. Tú solo sal.- contestó la mujer.

Lo sabía. Nunca renunciaste realmente a... -

No tienes pruebas. No sigas cometiendo errores. Volveré pronto.- se frotó la mano izquierda.- Antes de irme.- recordó de pronto.- Esto es tuyo.- añadió dirigiendosé a Sango y haciendo que su boomerang se clavará en la tierra, delante de ella. Luego se dio media vuelta y desapareció.

Ethir miró un momento el punto sobre el que había estado su amiga minutos antes y luego enfrentó a Inuyasha y compañía, con una sonrisa despreciativa y malvada.

Así que solo me queda jugar unos minutos con ustedes antes de que venga Goldurfuin.- la sonrisa se acentuó más en el rostro de Ethir y los ojos verdes brillaron con malicia.

¡Silencio!- gritó Inuyasha.- Así que todo fue una trampa. Tú te la llevaste, tú le borraste la memoria y tú te presentaste como Heimdall para hacerme jurar que moriría de ser necesario.- exclamo el hanyou.

Hasta que te diste cuenta. Un poco tarde, de todos modos.- dijo Ethir, con expresión de fastidio. - ¡Pero ya fue suficiente charla y estoy aburriéndome!- dijo molesto, apuntando a Inuyasha y cerrando y abriendo con fuerza su mano derecha.

Varios pequeños y agudos cristales de hielo salieron de ella y arremetieron contra Inuyasha, el hanyou esquivó varios y tomó en brazos a Kagóme, saltó lejos y la depositó con suavidad.

¿¿Por qué nos atacas??- preguntó molesta Sango.- ¡Hiraikotsu!- gritó lanzando el recién reparado boomerang.

Ethir cruzo sus brazos y formó un campo que repelió el boomerang de la exterminadora. El arma hizo un giro de 180° y se clavo delante de Sango, pero antes de que ella pudiera extender su mano para tomarlo. Ethir se arranco un cabello, lo enredo en sus dedos y al grito de "¡Tú no interfieras!" Unas delgadisimas, pero fuertes y largas cuerdas salieron de sus dedos, apresaron a Sango y la hicieron caer de rodillas al piso.

¡No te muevas!- gruño Ethir al ver como se retorcía la exterminadora.- Si lo haces será peor para ti y tu hijo. Goldurfuin ya sabrá que hacer contigo, pero que te quede claro que hasta que el no decida sacarte o muera, esas cuerdas continuarán aferrandoté.-

Así que ese es el método.- dijo Syipo con una voz muy extraña a la vez que un fuego celeste empezaba circundarlo.

Yo no lo haría.- dijo entre dientes Ethir, mientras arrancaba una bellota de un árbol cercano y la envolvía en un campo rojizo.

¡¡Syipo no lo hagas!!- gritó Inuyasha, al ver las maniobras del ojiverde.

Tarde.

La corriente de fuego azulino salió como un chorro directamente hacia Ethir, pero el hombre de cabello rubio arrojo la bellota al encuentro de esa llamarada y esta se abrió, formando una burbuja rojiza que atrapo a Syipo y parte del fuego azulino, creando un color violeta visto desde fuera.

La burbuja cayo rebotando y sacudiendo al kitsune en su interior.

¡Syipo!- gritó Kagóme, mientras corría hacia él.

Dos menos y quedan dos.- dijo satisfecho Ethir. Golpeo el suelo con su báculo y este comenzó a resquebrajarse en una línea, directamente hacia la chica.

Hacia Hinoki.- susurró la chica, para fundirse en la sustancia plateada y reaparecer junto a Inuyasha.

Ethir no esperaba esto. Furioso, repentinamente hizo girar su báculo y grandes rocas bombardearon a Inuyasha y Kagóme.

Esto... es... muy... complicado... - jadeo por el esfuerzo de hablar, pensar y mantener un escudo, todo a la vez, Kagóme. - Necesito... retrasarlo... - Kagóme se concentró una bola rosada creció entre sus dos manos, se expandió entre las rocas, inmovilizándolas, y luego de unos minutos estas se volvieron contra Ethir, hiriendolo.

El hombre comenzó a sangrar a raudales. Inuyasha desenvaino a la Tetsusaiga e iba a hacer el viento cortante cuando una voz lo detuvo.

Por favor ¡No lo hagas!- gritó Berenice.

Inuyasha la miró un momento, aún con Colmillo de Acero en ataque y luego de pensarlo la devolvió a su vaina y observó. "Después de todo." Pensó "Ella había curado a Kagóme y le había enseñado muchas cosas, le debía ese favor."

Ethir volteó a mirar a la mujer y este dijo muy seria:

Sabes que esto ocurriría.- De la nada saco una espada engarzada en oro con diamantes y zafiros en la empuñadura. - ¡Déjalo en paz, parásito!- grito al tiempo que clavaba la espada en la espalda de Ethir.

El hombre no gritó, no por falta de fuerzas, el cuerpo se elevó, haciendo que la espada volviera a Berenice y luego cayo sobre el césped, con la cabeza apoyada en la falda de la Bean Sidhe.

Te lo agradezco mucho.- dijo Berenice, alzando los ojos húmedos hacia Inuyasha, aliviada. Luego se volvió a hablarle al cuerpo que estaba junto a ella.- No te preocupes te pondrás bien.- y paso su mano sobre su espalda, mientras una luz azulada salía de ella haciendo que la herida cicatrizará.

¿Qué... qué es eso?- señalo Kagóme hacia arriba.

Una figura oscura flotaba como humo, pero pronto se concentro formando una bola oscura, cambiando de forma en forma.

¿Acaso no me recuerdan?- dijo con malignidad en la voz la figura.- ¿No recuerdan lo que sucedió hace 3 años?-

Eso... No pude... Ser... Tú no puedes ser... -

No soy el mismo Naraku. Yo soy Glindel, el resplandor de horror. En efecto soy un resplandor de lo que alguna vez fue el horroroso Naraku. Su única extensión sobreviviente.-

CONTINUARÁ...

Aquí lo dejo por ahora. Mi creatividad se gastó en describir las batallas. Snif, Snif [Sheila empieza a llorar a mares.] Ya quedan pocos capítulos. [Se suena la nariz.] Por contar... En fin si hacen fiesta por el pronto final de esta copia de fic quiero invitación por ser la autora. Como sea, mejor dejo de llorar que el teclado de va arruinar. Aquí tienen la respuesta de quién es Ethir [Sí alguien se lo preguntaba.] Y quizás pronto sepan quiénes son Yuko y Goldurfuin.

Contestando Rewiens:

Kaly: No sé si hayas llegado hasta este capítulo. [Milagro de Kami, si los has hecho.] Gracias por decir que mi fic te gusta. Y trató de escribirlo lo mejor que puedo porque aveces ni yo me entiendo ¬_¬U. También leí tu rewien del otro fic; ya ves que si lo seguí. [Aunque no era el plan original.] Aunque me haya quedado un poco cursi. [Eso me dijeron en otro rewien y hay que admitir que es la verdad.] Y sobre otros fics... lamentablemente tengo un par de ideas más. ¡Muchas gracias por los Rewiens!

Espero que les haya gustado. [Dentro de lo que les puede gustar un capítulo así.]

¡Hasta pronto y dejen Rewiens!