¡¡¡Hola!!! ^_^

Acá estamos con el capítulo 20 de esta copia de fic, hecho por quién más sino una copia de escritora, como es Sheila Ruiz.

Este capítulo es un poco más corto que los otros. Y no solo les hice ese regalo. ¡Aviso! Fanáticos a muerte de Kykio no lean, fanáticos de la pareja Inu/ Kag: ¿Qué hacen leyendo las notas de autor? ¡Tienen un capítulo para leer!

Pensé que este sería el último capítulo. Pero para su desgracia decidí dividirlo en dos. Así que (espero) el próximo será el último de veritas.

Ya basta de lata liviana, aquí les dejo la verdadera y más pesada lata.

El tiempo pasa, las cosas cambian...

El fin del principio ¿O era el principio del fin?

Kagóme casi muere del susto cuando Inuyasha se descolgó frente a ella, desde arriba del Árbol Sagrado.

¡Inuyasha! ¡Casi haces que muera del susto!- le reclamo.

Pero el hanyou no replico nada. Estaba demasiado contento de ver a "su" Kagóme después de un año.

(Tengo que hacer algo sobre eso.)- pensó Inuyasha.

Me estas asustando. ¿Estás bien?- preguntó un poco temerosa la chica.

¿Qué? Sí... claro.- Inuyasha tomo la mochila de Kagóme e iba a empezar a caminar, cuando se detuvo.- ¿Kagóme?-

¿Sí?- contestó descuidadamente la chica.

Tú le preguntaste a Hinoki... -

Sobre eso... Lamento no haber recordado a Inuyasha con un poco más de detalle.-

¿Por qué?- preguntó sin entender el hanyou.

Porque... Hinoki... Es eso.- señalo el árbol sagrado Kagóme.

¿Qué dices?-

Sí, Hinoki es el nombre de una variedad del cedro de fuego que comúnmente se usa como árbol sagrado... Si hubiera recordado... como nos conocimos... te hubiera reconocido en Hinoki.- Sonrió Kagóme.

Esta bien.- Inuyasha guardo silencio antes de contestar.- Tu me preguntaste, es decir a Hinoki... Porque viajaba tanto.-

Sí. Pero olvídalo.-

¿Por qué?- se sorprendió Inuyasha.

Tu no me preguntaste porque... olvide.-

Porque estabas bajo un hechizo.- contestó muy seguro el hanyou.

Kagóme bajo el rostro y este se ensombreció, cubierto por cabello:

Bueno, era un hechizo muy simple, si realmente no hubiera querido perder la memoria, eso no habría ocurrido ¿Sabes?-

¿Qué quieres decir?- preguntó Inuyasha, con la inseguridad reflejada en sus ojos dorados, al tiempo que tomaba del mentón a la chica para hacer que lo viera a la cara.

Que... yo olvide todo desde esa noche, hace ya tres años y medio. Porque... -

Inuyasha calló, esperando que la chica continuará. Miró en sus ojos, como si pudiera arrancarle su secreto, hasta que al fin Kagóme desvió la vista. Pero seguía callando.

Kagóme se encontró de pronto con un nudo en la garganta, con la mirada dorada de Inuyasha clavada en la suya. Las lágrimas comenzaban a surgir. Cuanto le dolía recordar lo que más deseaba borrar de su pasado, de su vida. Lo que más deseaba olvidar. Su amor por el hanyou. Tres años no habían bastado para enterrar ese sentimiento en lo más profundo de su alma.

¿Por qué? ¿Por qué en dos años ningún chico pudo nunca abrazarme así? Y... Y él lo logró... sin más. Por qué cada vez que lo veo... mi mundo perfectamente consolidado se derrumba. Mi estabilidad se hace trizas. Por qué... ¿Por qué se lo permito?-

Esas palabras, que un día hacia un año se habían formado en su mente, la atacaron. No hablaba de Yuko, como Inuyasha había creído. Hablaba de él, del hanyou. Cada vez que un chico la abrazaba de esa forma... tan... dulcemente, tan... tiernamente. Inmediatamente Inuyasha y su recuerdo aparecían para trastornar su mundo. Ese que tanto trabajo le había costado reconstruir.

Y ahora eso que la había hecho sufrir tantos años, su profundo amor por el hanyou, la obligaba a confesar. Luego Kami diría que hacer o que camino seguir. Si era junto a Inuyasha, mejor. Si no... ya vería.

[Por Dios me dieron ganas de vomitar de tan cursi. Sí, ya.]

Finalmente desvió su mirada de la del hanyou, y luego de un breve y pesado silencio, logro articular.

Yo... no quería volver aquí... A los lugares donde habíamos estado juntos... a ese lugar... Porque me harían mal... Me recordaría todo lo que sufrí... Me recordarían a ti... y a... - Lo siento. Siento haberte hecho sufrir.-

Eso sorprendió a la chica ¿Inuyasha disculpandosé? Pero no solo esas palabras, la estaba abrazando. Por una vez no la invadió la angustia. La estaba abrazando el único chico que era capaz de hacer que su corazón enloqueciera.

Entonces las lágrimas que la chica había contenido brotaron imparables, y al no poder detenerlas se abandono a ellas y dejo que fluyeran.

Inuyasha sintió su corazón estremecerse. Tenía entre sus brazos a la mujer que había ocupado sus pensamientos los últimos cuatro años y medio. La mujer que lo había hecho conocer el miedo, la angustia y la desesperación. Pero esos eran pequeños sentimientos accesorios para el hanyou. Él le estaba eternamente agradecido porque, además, le había hecho descubrir lo que era amar... de verdad. Siento su ropa mojada, y el olor a sal. Lágrimas...

No quiero que llores, porque me harás llorar a mí también.- rogó con la voz entrecortada el hanyou.- Por favor.- la aprisiono más fuerte.- No.-

Kagóme ceso el llanto y se fregó los ojos, para despejarlos.

Tienes razón, no llore tanto cuando te creí muerto, no lo haré ahora.-

¿Por qué no quisiste decirme que fuiste tu quién me salvo la vida la última vez?- replico el hanyou.- Yo sé que esa flecha sagrada que pediste destruyo a los sirvientes del inframundo.-

¿Cómo lo sabes? ¿Quién te lo dijo?- pregunto algo molesta la chica.

Responde tu primero.- replico el hanyou.

No quería que lo supieras. No quiero que te sientas en deuda conmigo.-

Me lo dijo Syipo.- contestó finalmente Inuyasha.

Kagóme hizo un sonido indefinido, una clara amenaza al kitsune.

Para no sentirme en deuda contigo no debería haberte conocido, Kagóme.- se apresuró agregar Inuyasha.- Tú me rescataste de mi sello, tu me ayudaste muchisimas veces a no darme por vencido. Tu fuiste, y eres, mi razón de ser, Kagóme.-

La chica sonrió, incapaz de creerle a sus oídos.

Y aunque no suene muy halagador, eras la razón por la quería convertirme en un youkai.-

¿¿Qué?? ¿¿Por qué??- exclamo Kagóme.

Por la misma razón por la que viaje tanto desde que te fuiste. Para evitar pensar, para evitar buscar culpables que invariablemente eran yo. Quizás un intento de olvidarte, como el que tu hiciste. Pero con muchas menos razones, y muchos menos resultados.-

Lo lamento.- susurró la chica.

Yo no. Porque todo eso me sirvió para darme cuenta de cuanto te necesito.-

Ninguno dijo nada más, se quedaron mirandosé un momento a los ojos, hipnotizados. Inuyasha abrazó a Kagóme por la cintura, mientras sus respiraciones se acercaban y la sangre les subía a las caras. Kagóme entrelazo sus dedos detrás del cuello del hanyou.

Sus labios chocaron.

¡Al fin! ¡Luego de más de cuatro años el hanyou la estaba besando! Finalmente uno de sus sueños se estaba cumpliendo... [Y el de casi todos nosotros.]

Inuyasha no cabía en sí de alegría. ¡Estaba besando a la mujer que amaba! ¿Que importaba que no hubiera sido el primero? [Recuerden un capítulo anterior, creo que el siete.] Lo importante es que lo estaba haciendo, como en tantos sueños, hasta el momento, jamás cumplidos...

Las cosas hubieran pasado a mayores. Cuando se separaron para tomar aire...

...Syipo llegó corriendo.

¡Hola Kagóme, ya llegaste!- la mirada enfurecida que le dirigió la chica le dio un indicio de que ya sabía que Inuyasha sabía.- Eh... Bueno... Sango, dice que se den prisa... porque quiere hablar con ustedes de algo.-

Ya vamos.- accedió el hanyou.

Sí, en un momento.-

Syipo corrió de vuelta hacia la Aldea de la Anciana Kaede, lugar donde se habían mudado Sango, el repuesto Miroku, Syipo, Yoko e Inuyasha.

A propósito.- notó Kagóme, luego de un momento.- ¿Cómo esta Yoko?-

Bien, dentro de lo que puede estar ¿Sabes?-

Sí.- Kagóme se detuvo, haciendo que Inuyasha chocará contra ella.

¿Qué sucede?- preguntó el hanyou, mientras abrazaba a Kagóme por detrás.

¿Inuyasha...?- una sombra cruzo por el rostro de la chica.

¿Verdad que te quedarás conmigo?- pregunto con voz de niño malcriado Inuyasha.- ¿No me dejarás, cierto?-

Por supuesto que no.- Kagóme sonrió dulcemente.

¿Qué ibas a decirme?- preguntó Inuyasha.

Nada. Solo que no nos retrasemos. Seguramente es algo importante.- contestó.

Tienes razón.- respondió Inuyasha, ofreciéndole el brazo a Kagóme. Aunque sabía que lo que había acosado a la chica era algo mucho más grave... y más difícil de solucionar.

Cuando llegaron a la casa de Sango entraron aún del brazo.

¿¿Qué hacen aquí??- fue lo único que alcanzaron a preguntar ambos, ante las inesperadas visitas que aguardaban, con toda la tranquilidad del mundo, sus llegadas.

CONTINUARÁ...

(;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;) (;_;)

¡Snif! ¡Snif! Esta sádica y encariñada con este fic, Sheila, les advierte que el próximo es el último capítulo (De verdad ¡Promesa!) de esto que ni siquiera merece el nombre de Fic.

Quiero agradecerles mucho a los que leen y me dejan sus comentarios. Y a los que no también ^_^. A propósito espero que les haya gustado la parte Inu/Kag. Es que no soy muy buena haciendo romance ¬_¬ (Ningún género en realidad.) Pero espero haber cumplido con lo que me pedían. (¡Claro que me suicidaba si esto no era Inu/Kag!)

¡¡RESPONDIENDO REWIENS!!

Kala: Bueno... ^//^u muchas gracias por decir que mi fic es buenisimo *_*. Aprecio mucho el apoyo de verdad ^O^. Bueno; je, je ^_^u yo estaba segura que este sería el último capítulo... hasta que empece a escribir. Y espero que el capítulo anterior no haya quedado muy complicado... En fin ¡Muchas gracias!

Cheetan Black: Realmente no deberías tener nada mejor que leer que 16 capítulos seguidos de esto... No, en serio, gracias por decir que mi fic es bueno. Y apunto exactamente a eso que mis fics sean lo más originales posibles. Y este en particular tiene muchas historias mezcladas, es cierto. Y seguramente haré más fics. (Una noticia preocupante para todos ustedes ¿O no?) Aquí te va el penúltimo capítulo. ¡Muchas gracias!

Gracias por leer esto (Si es que lo hacen ¬_¬u) ¡Y dejen un Rewiens que no me enojo ni estos muerden!