Truly, madly, deeply By Candymaru (O Candy-chan, La Chibi- writter!)

Capítulo 8: Viajes de ida, viajes de vuelta
Sangre y látigos

*Suena "Ryuuro" de Fondo* -- efectos especiales ¡Candy se a puesto moderna!

Y HOY, DE INVITADO ESPECIAL, HAO ASAKURA! *Candy aplaude*

Candy: Okis, no sé qué ****** pasó con el fic, pero akí les va

Hao: Qué fracasado ¬¬

ADVERTENCIA: HOMOFÓBICOS MEJOR VÁYANSE (A veces se me olvida que esto es shonen-ai)

PD: NO, Y REPITO, NO VA A SER LENXJUN! Jeje. TaoxTao. Jeje. */*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/ */*/*/*/*/*/*/

Horo-Horo se hallaba sin palabras. Tantas cosas en tan poco tiempo para analizarlas. Todo daba vueltas en su cabeza ahogándolo con violencia.

¿Len se iba a China?

¿Len se casaba con su hermana Jun?

¿Len.Lo amaba?

Tantas emociones. Emoción, angustia, rabia.

¿Por qué?

Len estaba sufriendo demasiado, y eso era algo que él no podía tolerar! Aguantaba su propio sufrimiento, aguantaba su propio dolor. Incluso, cuando estaba cerca de Len, se sentía a gusto con esa angustia. Claramente se había hecho un completo masoquista.

Pero ahora.

Len estaba sufriendo como nunca! Y en parte.

En parte era su culpa.

Gracias a su estúpida. estúpida acción cometida. Len se había marchado.

Todo por SU gran, gran culpa. Si él, Horo-Horo, no hubiera hecho eso, Len ahora estaría con ellos.

Hubiera estado con sus amigos. Quienes lo hubieran defendido de todos aquellos zombies asquerosos. O por lo menos.

Len hubiera pasado sus últimos momentos de libertad feliz. Con sus amigos. Con él.

Ni siquiera podía llorar. No. era tanta su angustia que ya no tenía fuerzas.No tenía las fuerzas para aceptarlo. Se sentía débil. derrotado. Su razón de vivir, su Dios, su todo. Todo se había ido en un avión rumbo a China. Sentía desfallecerse al pensar eso. Ya no quedaban motivos para vivir. No sin él.

Sin él.

Sin Len, él no era nada.

- Diablos, Horo-Horo!- Se gritó a sí mismo, golpeándose la cabeza contra la pared - Por qué eres tan egoísta, maldita sea! Aún te queda un motivo para vivir.-

-TENEMOS QUE SALVAR A LEN!- Gritó con decisión, mientras salía como un rayo hacia la pieza de cierta rubia Itako.

-ANNA!!! AAAAAANNAAAAAA!!!!- Gritaba con histeria mientras, sin preocuparse por tocar, abrió la puerta con brusquedad, para encontrarse con una Anna tirada en un desarmado futón, con los ojos extremadamente hinchados y rojos, abrazada a sus rodillas

- Qué dia.?- Preguntó enrabiada, mientras dirigía una de sus "cachetadas- marca-Anna" aunque no alcanzó, esquivada por el Ainu. Anna se quedó bastante sorprendida. Casi nadie había podido esquivar sus golpes.

**.Algo malo debe de estar pasando.**

-ESCÚCHAME, ANNA. - Gritó Horo-Horo histérico, mientras tomaba de los brazos a la rubia -NO TENGO TIEMPO PARA TUS BERRINCHES DE NIÑA MANDONA, ME ENTIENDES? AHORA LEE ESTO, MALDITA SEA!- Terminó de hablar, mientras le acercaba la carta a Anna. quien se hallaba totalmente desenfocada con la situación. **no tengo tiempo para explicarle, y ya que más da si la perra lee todo lo que dice.**

Mientras, Anna solo se preguntaba un poco perpleja

-¿Horo-Horo me estaba gritando a MI, Anna Kyouyama?-

Realmente, algo malo debía estar pasando, pensó nuevamente la sacerdotisa. Agarró la carta, reaccionando con brusquedad después del momento de perplejidad. Desenvolvió el amuñado papel, y leyó con atención, absorta en el contenido. Leyó, tratando de parecer lo más indiferente posible, aunque miles de sentimientos la invadían por dentro.

-Bien. Está bastante bien que se disculpe el bastardo- Habló la rubia al terminar de leer la carta - Ah,- continuó esta vez con un dejo de amarga ironía -.y felicitaciones, Horo-Horo. Tienes ya lo que querías-

Horo-Horo no pudo sino enojarse más con la sacerdotisa

-Maldita sea, Anna! ¡¿¡¿Es todo lo que vas a decir?!?! Len está a punto de casarse con su propia hermana y tú. - hizo una pausa, golpeando la pared con su apretado puño, empapado en transpiración

-.Y tú siendo una maldita perra corazón de piedra! Por una vez en tu vida, compórtate como humana! -

-¿Y TÚ CREES - Gritó Anna, apretando los puños de igual manera que Horo- Horo -QUE YO VOY A QUERER AYUDAR A ESE BASTARDO, DESPUÉS DE TODO LO QUE ME HIZO?

-.POR DIÓS, HORO-HORO!-

-.ÉL FUE EL QUE ARRUINÓ MI VIDA POR COMPLETO!-

-.PERO AÚN ASÍ, TODOS LO QUIEREN!-

-.TODOS LO QUIEREN, AUNQUE ES UN BASTARDO CORAZÓN DE PIEDRA IGUAL QUE YO!-

-.PERO CLARO, YO TENGO LA OBLIGACIÓN DE SALVARLO!

..DE SALVAR A SAN LEN! -

- PERO POR SUPUESTO, TENGO QUE AYUDARLO. SINO QUEDO COMO ANNA, LA GRAN PERRA EGOÍSTA, NO?-

Horo-Horo quedó perplejo. De seguro Anna estaba hablando desahogándose de toda su rabia acumulada. Jamás había escuchado a nadie hablar con tanto odio.

Anna estaba celosa.

El ainu no pudo evitar sentir compasión por la muchacha. En realidad, Anna no era más que una chica enamorada de algo inalcanzable. Y aunque Len no tenía la culpa, sentía mucha lástima por la pobre muchacha

-Lo lamento, Anna- Murmuró triste el shaman de Hielo, mientras observaba a una Anna totalmente espantada con lo que acababa de decir - Por lo menos. Hazlo por Yoh. Demuéstrales a todos que puedes ser buena. Que puedes ser humana-

Anna se quedó inmóvil, escuchando a el shaman como desenfocada. Todo lo que decía el chico era verdad. Pero.

-.Está bien.- Murmuró casi inaudiblemente, mientras agarraba una mochila ya preparada - Voy, pero solo para darle una GRAN paliza a ese bastardo de Yoh. Maldito traidor.-

- Me alegro mucho, Anna.- Sonrió Horo-Horo, calmándose un poco. En verdad, Anna no era tan mala como aparentaba -Pero ahora ¿Cómo llegamos a China antes del sábado? Hoy es MIERCOLES! Tenemos 3 días!-

-Horo-Horo. ¿Qué crees que he hecho con todo el dinero de los baños termales y las pensiones?- Preguntó la Itako, mientras le daba la espalda al otro chico, sacando una chaqueta de su armario

-.Pero.Será suficiente?- Preguntó Horo-Horo con desconfianza

-Estos son los ahorros de 5 años, idiota.- Respondió mientras salía hacia el pasillo, poniéndose la chaqueta con prisa -Nos alcanza para que 3 personas den 5 vueltas al mundo-

-Excelente.- Habló el otro chico un poco más esperanzado, mientras corría detrás de la rubia, quien ya estaba escribiendo una nota de "Salimos. Volvemos el Lunes a más tardar"

-Apresúrate, tarado. Si salimos al tren de las 1:45, de seguro llegaremos a la montaña mañana por la mañana. La dirección está en la carta, no?-

-Sí.-

*/*/*/*/*/*/*/*/*/

-.La Luna brilla en el cielo, la hierba crece en el suelo.- Hablaba Len con vos débil, sonriendo con ironía frente a su destino -Todo está idéntico desde la última vez que estuve aquí. Todo el paisaje ha quedado preservado por el hielo y las sombras. En las cuales todo Tao debe vivir-

No sabía como lo estaban llevando. recostado en algo duro, al parecer. Iba totalmente atado, con apretadas cadenas que parecían hundirse el la pálida piel del shaman. Al parecer, había dormido en todo el trayecto, ya que no recordaba nada desde que se había despedido de Yoh.

Yoh.

En realidad jamás fue su intención hacer que su amigo se sintiera así. No sabía que sentir en esos momentos. A Yoh siempre lo había estimado como a pocas personas lo había hecho, pero. El amaba a Horo-Horo. Ojalá pudiera volver atrás y rehacer todo aquello que no debió haber hecho. Quizás todo fue su culpa. Aún así.

No se arrepentía de nada de lo vivido, por más que ahora tuviera que pagar las consecuencias.

Ahora, vio como las heladas y oscuras puertas de su hogar se abrían, abriendo consigo el inicio a su nueva vida

Un momento.¿Hogar lo había llamado? No, ese no era su hogar. Solo era su casa, más su hogar se hallaba en cualquier lugar siempre y cuando sus amigos estuvieran con él.

Los zombies al parecer empezaban a aumentar su velocidad, ya que en pocos minutos ya se hallaba en la sala principal, en donde pudo escuchar una voz desagradablemente familiar

-Vaya. Pero si es mi querido hijo.-

En Tao, el padre de Len, se hallaba sentado en un gran asiento, en medio de una gran sala oscura iluminada tenuemente por algunas antorchas

- ¿Cómo has estado, hijo? ¿Lo has pasado bien con tus amiguitos?- Siseó En con voz congelada. Incluso a Anna le daría escalofríos aquella escena -¿Les has cobrado bien por tus servicios?-

Golpe bajo para Len. Aún así, parecía mudo, absorto en sus pensamientos lejanos. Parecía que no lo estuviera escuchando, lo que causó el enojo de su padre, quien con furia entrecerró sus ojos y dijo algunas palabras en chino mandarín

Al siguiente momento, Len ya estaba sangrando a mares por su cicatriz

Pero nada

Ni se inmutó

Parecía completamente ajeno a su dolor, a su carne siendo abierta por manos invisibles que hacían la herida mucho más grande y profunda

-¿Qué te sucede, bastardo?- Habló nuevamente En con voz ácida - Acaso tus amiguitos te comieron la lengua? Acaso ya te convertiste completamente en una muñeca china, incapaz de hablar o discernir?-

-Eso creo.- Habló Len serio, -Al fin me he convertido en la muñeca de nuestra dinastía.-

Era verdad. Ya no tenía vida propia. Solo era el instrumento de su familia para seguir con su honor

-Eres más insolente de lo pensaba!- Gritó con rabia a su hijo -Sirvientes!- Al siguiente momento no menos de 20 zombies aparecieron de la nada

-LLÉVENLO A LOS CALABOZOS! ESTE BASTARDO NECESITA URGENTE UNA PALIZA QUE LO HAGA MÁS RESPETUOSO!-

5 segundos después, Len ya era amordazado nuevamente por frías y viscosas manos de aquellos zombies, mientras lo golpeaban con fuerza en todas partes de su ensangrentado y amoratado cuerpo, ya insensible a las golpizas que desde el día de su nacimiento había recibido. Y entonces, ya en los calabozos, fue amarrado a su usual silla de torturas a la cual en su infancia lo solían golpear. Tal como ahora lo harían de nuevo.

Ya estaba amordazado. 1, 10, 30, 50, 100 latigazos. Todos llenos de odio, todos llenos de rencor. Después de lo que el joven chino no podría definir como 5 minutos u varias horas. los zombies dejaron su labor para rociarlo entero con algo que parecía ácido. No calcinante, sino como ácido de algún cítrico. Aunque era terriblemente doloroso al mezclarse con la sangre de las decenas de heridas que cubrían su cuerpo. Len emitió un gemido de agonía, lo que causó la risa de los testigos. Por más que se había concentrado por no sentir dolor, ni escuchar las palabras de su padre. El dolor y la rabia se habían apoderado de su ser. Nuevamente volvía a sus antiguas cadenas que lo ataban al odio y al rencor. Aunque ya no sucumbiría ante ellas. Antes fue así, porque no sabía de otra realidad para él. Pero ahora tenía razones por qué vivir y cambiar todo eso.

Aunque ahora fuera casi imposible aguantar, él sacaría fuerzas de aquellos buenos momentos que pasó junto a sus amigos. Sabia aquella persona que dijo que todo tiempo pasado fue mejor. Pero aún así, él era feliz. Porque gracias a aquellas personas pudo liberarse de su cadenas, y conocer el mundo del que su familia lo había privado. Y si por alguna razón llegaba a morir, de todos modos moriría en paz. Sería como una pequeña alegría que sentiría una vez en el infierno, pagando por sus pecados. Por lo menos sabría que con su existencia pudo hacer feliz a alguien.

Eso lo hacía sacar fuerzas, aún en la desgracia. Aún en su silencioso llanto, aún con su desgarrada carne, y su desesperanzado corazón. No, desesperanzado no era la palabra. Inmutable era más exacto. Ya poco le importaba su dolor, su matrimonio, su libertad y una dinastía que mantener. Ya qué más daba al fin y al cabo.

Al fin, después de unas cuantas más carcajadas de zombies, a causa del dolor del shaman, al parecer ya les había dejado de hacer gracia, por lo que soltaron al maltratado muchacho y lo dejaron tirado sobre el frío y duro piso de hielo, retirándose hacia quién sabe donde. Len pudo ver entre sus ojos manchados de sangre como aquellas enormes figuras se dirigían hacia la puerta, murmurando sonidos guturales sin sentido alguno mientras se desplazaban con una total carencia de gracia.

Len no perdió su tiempo imaginando qué sería de él. No lo hallaba muy relevante que digamos.

Pero al instante, vio 2 figuras de mediana estatura que se dirigían a él entre pasitos silenciados pero apresurados, quienes lo tomaron mientras lo examinaban con angustia.

"Si solo hubiéramos sido dignas para él, Rin." Murmuraba una niña de aproximadamente unos 15 años de edad, quien lentamente empezaba a sollozar mientras que con la ayuda de su compañera levantaban al joven shaman

"¿Cómo puede existir gente tan desquiciada para hacerle esto a nuestro amo, Jin?" Habló la otra chica, de unos 15 años también, mientras juntas caminaban hacia la salida de los calabozos

*/*/*/*/*/

2 figuras se hallaban en un tren desierto y desgastado, el cual se dirigía hacia las montañas del norte. Ya estaba a punto de amanecer, cuando una voz rompió el silencio.

"No seas muy severa con él, Anna.." Murmuró Horo-Horo mientras los primeros rayos del sol acariciaban sus pálidos rostros

"Él no tiene la culpa."

Anna se sorprendió un poco con aquellas palabras, mientras veía la estación ya próxima a ellos. Primero, porque hace ya varias horas que no escuchaba a nadie hablar, y segundo. Porque le parecía una petición muy rara de parte de Horo-Horo. Que no fuera muy severa con él. No sabía por qué Horo-Horo había dicho eso, pero. Ella vería como se las arreglaba con ese Asakura ingrato.

Un anticuado altoparlante ya les informaba que estaban próximos a la estación de trenes.

"Bueno, ya estamos aquí." Habló la rubia con su típico tono de voz

Ambos tomaron su equipaje, que no consistía en más que unas chaquetas, dinero y algo de ropa de cambio. Se pararon en frente de la puerta, mientras el tren empezaba a frenar

Se abrieron las puertas con un pequeño rechinar, dejando pasar a los 2 chicos. Quienes después de un pequeño deslumbre de sol pudieron reconocer alguien quien los esperaba en frente de ellos.

".Yoh..." Digieron ambos recién llegados al encontrarse con el menor de los Asakura frente a ellos

CoNtInUaRá

*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/ */*/*/*/*/*/*/

Candy: HE TERMINADO! WIIII!!! *SALTA Y BAILA* Es mi idea o está un poco corto?

*Candy se va cantando feliz junto con Hao-sama la "verdadera canción de Len"*. XDDDD cual es? Ah.^.~ quizás se los diga. quizás no XDDDDDDDDDDDDDDD

PD: Candy: Queremos a Len!
Hao: Y lo queremos UKE!

PRÓXIMAMENTE. UKE LEN FAN CLUB.

l l ~(° x°)~ °(( ))°
° °

._.-*:*.*:*.:.*/~R: :y: :U: :u: :R: :o: :N: :o: :R: :e: :N~\*.:.*:*.*:*- ._.