N/A: Siento mucho mi desaparición, no he tenido tiempo ni ganas de escribir desde hace tiempo. Decidí hacer pequeñas escenas de Inu-Yasha, cada una independientemente de la otra y a veces haciendo recuerdo de las anteriores, pero este fic no será una historia.
Es 100% WAFF
Desahogándome en tus brazos
"Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.
-Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.
-Pero es que no da lo mismo.
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.
Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.
Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.
Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo" "Pleito
de Amar y Querer" Andrés Eloy Blanco
Fue en aquella ocasión, en que mi vida corría peligro, que presencie esas imágenes que la muerte deja presenciar justo en el momento en que te dejas caer en ese profundo sentimiento de paz pensando únicamente en que no le temes a nada, que todo el sufrimiento de tu corazón adolorido se esfuma a cada instante que tu cuerpo de hunde en las tinieblas del olvido.
Para mi, en ese momento pensé en todo lo que no había hecho: amar, vengarme, querer o tan solo vivir, nada de lo que había querido hacer en mi vida estaba completo y ahora que todo acababa solo podía pensar en la herida que mi muerte causaría a las personas que llenaron mi vida.
Kikyou, que aún con rencor me persigue nunca queriendo admitir que vive de amor y no de odio. Mi venganza era para ella, destruir a Naraku era el trofeo que dejaría cerca de su tumba al final, esperando que su cuerpo errante algún día llegue a encontrar un lugar donde vivir en paz.
Mi hermanos Sesshoumaru, el que siempre me odió por ser un mestizo aunque nunca podré cambiar eso. Siempre me casó como una bestia salvaje, buscando derrumbarme, pero yo fui más fuerte y ahora él se volvió una sombra que acecha pero no ataca. Su amor por los humanos crece cada día más, como quisiera hacérselo saber...
Sango y Miroku, que viven también de la venganza que desean con tanto ardor: uno pelea por su vida, la otra quiere recuperarla. Que algún día logren perdonarme por nunca haber podido cumplir con mis fines, yo, el único youkkai capaz de terminar con su sufrimiento... les pido perdón mis queridos amigos...
Shippou fue como un hijo para mi, siempre quise protegerlo aunque no lo demostrara, lo quiero mucho, pienso que logrará vengar a su padre algún día con la ayuda de Sango y Miroku. Solo espero que él también logre sobrevivir a esta catástrofe...
Y... no puedo evitar pensar en Kagome, en su alegre sonrisa, en sus ojos color castaño y sus cabellos azabaches que parecen olas en un río tranquilo mientras el viento los sopla con delicadeza. La mujer que me cambió la vida y por la que sé que un simple querer para definirla no basta, la única palabra cerca de mi sentimiento por ella es amar, pero aún así solo se trata de una palabra a 4 letras tan fácil de pronunciar pero tan difícil de decir...
Te amo Kagome.... he ahí lo que nunca logré decirte mi amor, lo que guardé escondido dentro de mi todo este tiempo y que por miedo a ponerte en riesgo negué rotundamente.
Si Dios me deja la oportunidad de ver tu hermoso rostro de sinceridad decorado de tus labios color carmín y de esas dos perlas marrones llamadas ojos, juro que no dudaré más que me desvelaré ante ti diciendo las palabras tan hermosas de siempre... te amo....
De repente la dulce voz de Kagome formó una cadena que me jalaba de la mano alejándome del fondo del abismo en donde estaba cayendo, una fuerza inhumana se apoderó de mi, mi sangre gritaba con deseo el nombre de mi amada mientras mi cuerpo ahora flotaba hacia la superficie, en un destello de luz púrpura tenía los ojos abiertos y mis rostro mojado por la tibias lágrimas de Kagome.
"Inu-Yasha!!!" gritaba ella con desespero. En cuanto pude tener control de mis sentidos la tomé en mis brazos como la muerte queriendo abrazar la vida con ese deseo de que sea tan generosa como para darle un pedazo, y lo era, ahora ella me abrazaba y yo como loco repetía "Te amo, mi amor, nunca te dejaré te adoro... lo siento te amo tanto Kagome!" Empecé a besar su mejilla como un maníaco como un fumador inhala un cigarrillo después de haberlo dejado por demasiado tiempo.
Había sobrevivido a la caída que lleva al infierno, porque cualquier lugar es un infierno si no está la persona a la que amas.
