Gracias a Rakshah (creo que tu nick siempre lo he escrito sin la h final O.o), Lupina y Daniela Lupin por los reviews ^^ "A Witch, a Wolf and a Serpent" ya tiene final (T__T), espero poder acabar de traducir todos los capítulos para que todos podáis disfrutar la obrita.

El id de la historia es el 797280, pero si vais a mi profile y buscáis en el apartado de Favorite Stories la encontraréis más fácilmente.

Capítulo 4:

Neville bate un record




Era el mismo sueño otra vez. Seguía el largo y serpenteante pasillo una vez más. Algo la estaba esperando. Giró en la siguiente vuelta… estaba más cerca y fue consciente del ruido que provenía de algún lugar encima suyo. Un viento rápido… un sonido de batimiento. Lentamente rodeó la esquina y continuó…

Lorien estaba despierta. La ansiedad del sueño persistió durante un rato mientras se levantaba. Se preguntó sobre el final del pasillo. Nunca fue muy buena en interpretaciones de sueños. Quizás debiera preguntarle a Trelawney sobre ello. Sí, eso haría.

De camino a desayunar se dio cuenta de que seguía aún nerviosa. No por el sueño sino por el conocimiento de que los estudiantes llegarían hoy. Estaba deseando estar más ocupada de lo que lo había estado los días anteriores, y le entusiasmaba la idea de ver a los nuevos estudiantes llegar a la escuela por primera vez.

Parte del profesorado ya estaba presente cuando llegó al Gran Comedor. Minerva le había explicado que era tradición en Hogwarts que todos se reunieran para desayunar juntos el día en que los estudiantes regresaban. Miró a lo largo de la mesa y vio a Remus sentado cerca del final. Se deslizó discretamente hacia el asiento que había a su lado.

-Hola – dijo.

-Buenos días.

Pasó su mirada tras ella y Lorien siguió sus ojos. Dumbledore y Snape habían entrado en la sala juntos, aparentemente sumergidos en una conversación. El director le dijo algo a Snape y él asintió como respuesta mientras se dirigían a los finales opuestos de la mesa. Snape se dejó caer en la silla al lado de la de ella y se echó hacia delante.

-Buenos días, profesor – dijo sonriéndole.

Por un largo momento él la observó sin ninguna expresión y entonces habló con un silencioso, pero civil, tono.

-Buenos días, Srta. Lorien.

Miró al hombre sentado a su lado.

-Buenos días, Severus.

-Lupin – dijo reconociendo al profesor de Defensa.

Dumbledore estaba de pie a la cabeza de la mesa.

-Buenos días a todos y bienvenidos a aquellos que se han unido a nosotros una vez más después del paréntesis de verano. Espero que todos estéis bien y deseando que sea un productivo e interesante año.

El director levantó una copa de jugo de calabaza.

-Por Hogwarts. Por que aprendamos tanto de nuestros estudiantes como ellos de nosotros.

Las conversaciones siguieron su hilo cuando el director se sentó.

-Profesor Snape. ¿Puedo hacerle una pregunta? – le preguntó Lorien educadamente.

Él la miró y elevó una ceja.

-En su experiencia, ¿cree que una cerveza de sueño tiene mejores resultados con belladona o con sanguinaria?

"Una pregunta segura para romper el hielo", pensó.

-¿Está preguntando sobre mis descubrimientos profesionales o usos personales?

"Ups."

-Descubrimientos profesionales.

-Para tónicos somníferos normales prefiero la hierbamora. Creo que tiene un efecto mucho más fiable, asumiendo que... se haya preparada la fórmula correctamente. Los obvios efectos de una poción hecha incorrectamente se pueden demostrar… desafortunadamente.

-¿Está familiarizado con el uso de las Pipereracea? – Lorien se aventuró a ir más allá.

-Seguramente debe estar refiriéndose a la pimienta negra – puso una mueca desdeñosa.

-No, kava – dijo.

Se quedó sin expresión.

-Admito que no.

Snape parecía ligeramente interesado.

-Es muy fiable, y bastante más segura que la belladona.

-Ya veo. ¿Y está hablando de sus descubrimientos profesionales o personales? – preguntó Snape con un diminuto centelleo en sus ojos.

-Ambos – Lorien siempre necesitaba raíz de kava la noche después de aquel sueño.

-Interesante.

Snape se levantó, su mirada se desvió hacia Lupin.

-Está listo.

-Gracias. Iré a la mazmorra dentro de un rato.

Snape cabeceó meramente.

-Si me disculpan – se volvió hacia la bruja -. Srta. Lorien – un leve asentimiento.

-Profesor – ella inclinó su cabeza un poco.

Snape salió del comedor.




Remus miraba constantemente a Lorien, una pequeña sonrisa bailaba en sus labios.

-No sabía que fuerais tan amigos.

Lorien se rió, levantándose.

-Hasta luego.

-Adiós – dijo respondiendo a su sonrisa.




Harry, Ron y Hermione se sentaron en la mesa de Gryffindor esperando la llegada de los alumnos de primer año al Gran Comedor.

-Qué emocionante – dijo Hermione.

Ron la miró interrogativamente.

-¿El qué?

-La Selección, Ron. ¿No te acuerdas de la nuestra?

-Sí, aunque me mareo al pensar en ello.

Harry mentalmente le dio la razón a Ron. Por lo que los de primer año estaban a punto de pasar había sido una experiencia que ponía de los nervios. Recordó vívidamente la sensación del Sombrero Seleccionador puesto sobre su cabeza.

Los ojos de Harry fueron hacia la mesa principal. Los tres amigos rebosaban alegría al ver al profesor Lupin sentado una vez más entre los profesores.

La mirada de Hermione siguió la de Harry.

-Estoy contenta de que Remus haya vuelto – dijo suavemente.

-Yo también.

Ron, que había estado inclinado hacia Fred y George para oírles, se volvió para susurrar a Harry y Hermione.

-Eh, mirad a la bruja que hay al lado de Sprout. Fred dice que está substituyendo a Pomfrey.

Los tres pares de ojos viajaron hacia la joven mujer rubia que estaba actualmente inmersa en una conversación con la profesora de Herbología.

Fred se unió a ellos.

-No está mal ¿eh, caballeros? – sonrió Fred en términos generales -. Creo que empiezo a sentirme enfermo.

Hermione puso los ojos en blanco cuando la profesora McGonagall se colocó delante de la mesa principal.

"Bueno, al menos es más guapa que Madame Pomfrey", pensó Harry.

El profesor Dumbledore se levantó cuando la selección hubo finalizado. Abrió la boca para hablar pero entonces sus ojos se dirigieron a la mesa de Gryffindor. George Weasley tenía la mano alzada.

-Señor Weasley, ¿tiene alguna pregunta antes de empezar? – los ojos azules de Dumbledore centellearon.

-Sí, profesor.

-¿Y qué es, George?

-Me estaba preguntado, señor, si.... el Bosque Prohibido está fuera de los límites este año.

Las risas explotaron por todo el Gran Comedor.

Dumbledore sonrió.

-Pues sí. Así es. Gracias por recordarlo, señor Weasley.

Fred chocó sus cinco con George.

-Genial.

Dumbledore continuó.

-Además, tengo dos noticias más. Estoy satisfecho de decir que el profesor Remus Lupin se ha vuelto a unir a nosotros para enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras.

Aplausos entusiastas se alzaron desde tres de las mesas del Gran Comedor.

-Y finalmente, que mientras Madame Pomfrey esté de permiso, la Srta. Lorien Desjardins proporcionará los cuidados médicos a la escuela. Con esto ¡que empiece el banquete!

Y el banquete empezó y acabó, y detrás de sus prefectos los de primer año fueron guiados a sus respectivos dormitorios.




Lorien pasó el primer día de clases en la enfermería. No pasó nado durante la mañana, y aunque en realidad no quería ver a nadie herido, estaba ansiosa por coger el ritmo. El tiempo pasaba despacio sin acción hasta que finalmente llegó el mediodía.

La hora de comer vino y se fue y regresó a la enfermería para reorganizar el material de vendaje. Intentó leer durante un rato, pero su mirada vagaba una y otra vez hacia la luz del sol de fuera. Paseó por un corto rato y finalmente se dijo a sí misma que estaba siendo ridícula.

Se volvió a sentar y reabrió el libro que había estado intentando leer.

Boom!

La cabeza de Lorien se alzó de un brinco.

Había sido una distante, amortiguada explosión.

Reflexionó sobre el origen del ruido cuando un pensamiento le sobrevino. Con una rápida mirada al reloj, cogió el pergamino con el horario de clases.

Pociones… Martes por la tarde… Slytherin y Gryffindor de quinto año… Supo qué había sido el ruido. Poppy le había informado ciertamente bien antes de marcharse.

Lorien estaba esperando ante la puerta de la enfermería cuando un chico llegó unos minutos más tarde, empapado y apestando a Merlín sabe qué.

-Hola, Neville. Pasa.




Después de la comida de la tarde, Lorien ya estaba en la enfermería cuando Remus asomó la cabeza en su despacho.

-Hola.

-Hola, Remus.

-¿Cómo fue su primer día?

-Bastante tranquila hasta esta tarde.

-¿De veras? ¿Qué pasó? – Lupin se cruzó de brazos y se apoyó ligeramente en la puerta.

-Neville Longbottom.

-¿Pociones?

-Ajá.

-¿Grave?

-Sí. Hoy batió el record por lo que he entendido.

-¡No!

-Ajá. Al mismo tiempo. La mayoría de las explosiones en el laboratorio de pociones.

-Pobre chico. Es algo terrible para él y está aterrorizado con Snape.

-Necesita mucha más orientación.

-¿Por qué no le ayuda usted?

-¿Yo?

-He oído que ha elaborado una especie de poción para dormir.

-No sé. Supongo que alguien debería ayudarle. Uno de estos días va a acabar con media clase – Lorien parecía realmente preocupada -. Hablaré con él mañana.

-Bien. Lorien ¿puedo preguntarle algo?

-Claro. ¿Qué es?

-Necesito un favor – estaba serio.

-¿Qué es, Remus?

-Ya sabe que hay luna llena esta semana.

-Sí.

-Bueno, me figuro que probablemente no podré dar la clase el Lunes.

-¿Y?

-¿Qué le parece cubrir un par de clases por mí?

-Está bromeando.

-No.

-No lo sé, Remus...

-Sería una gran ayuda. Si no se atrasarían.

-Bueno, si nos aclaramos con McGonagall.

-Ya está hecho.

-Bueno, profesor Lupin, parece que se las ha arreglado para promocionarme como profesora de Defensa y profesora particular de Pociones todo en la misma noche.

-Y te conseguiré el trabajo de Minerva para Navidad – bromeó -. En serio, Lorien, gracias.

-De nada – dijo ella cuando él empezaba a darse la vuelta para irse -. Buenas noches, Remus.

Lorien pensó gravemente en la sugerencia de Lupin de enseñar a Neville en Pociones y decidió que se pondría en contacto con el joven Gryffindor para hablar de ello, pero había otra conversación que debería tener primero.





El miércoles por la mañana en el desayuno, Lorien vigiló a Snape hasta ver que se marchaba. Se levantó cuando lo vio dejar el comedor y se dio prisa para alcanzarle. Lo pilló en el camino hacia las mazmorras y dio una zancada a su lado.

-Profesor Snape.

Él la miró de lado.

-Srta. Lorien. ¿Necesita algo?

-Sí. ¿Hay algún inconveniente con el tiempo si quisiera hablarle de un asunto?

Lorien caminaba deprisa para mantener el paso con el mago vestido de negro.

-¿Sobre?

-Un estudiante.

-Asumo que se está refiriendo al señor Longbottom.

-Lo estoy.

-Ya veo. Muy bien. A las siete. En mi despacho.

-Gracias, profesor.

Lorien lo dejó cuando se dirigía hacia los dormitorios de Slytherin.




Después de la cena, Lorien fue a su propia habitación y cogió una adornada caja que dejó encima de su estantería. Buscó dentro de su contenido, sacó un bolsita pequeña de seda azul y la metió dentro de su toga. A las siete menos diez se dirigió hacia las mazmorras.

Cuando se detuvo fuera de la puerta del despacho de Snape, inspiró profundamente y entonces dio un paso para llamar a la puerta.

-Entre.

Lorien atravesó la puerta y la cerró detrás de ella. Snape estaba en su escritorio, pluma en mano. No levantó la vista.

Caminó acercándose al escritorio.

-Gracias por recibirme.

Él acabó la última línea que estaba escribiendo y entonces soltó la pluma.

-Por favor, siéntese – le señaló una silla -. Ahora ¿de qué deseaba discutir?

-Me gustaría enseñar a Neville Longbottom – dijo Lorien directamente.

-¿De verdad? Típico de una Ravenclaw – observó él socarronamente -. ¿Y eso era de lo que quería informarme?

Lorien asintió.

-Ciertamente, dígame, Lorien, ¿por qué tendría que importarme si decidiese pasar su tiempo tratando de ayudar al señor Longbottom?

-Sentí que le debía la cortesía de decírselo primero, ya que es alumno suyo y no mío – respondió lentamente.

-Ya veo. Por qué querría gastar su tiempo con tal ejercicio inútil es algo que no logro comprender, pero si es lo que desea, entonces por lo que a mí se refiere, adelante.

-Gracias – Lorien permanecía sentada.

-¿Hay algo más? – preguntó Snape con un matiz de impaciencia en su voz.

-Sí.

-¿Qué?

-Quería darle esto después de nuestra charla la otra mañana – dejó la bolsa azul encima del escritorio.

-¿Qué es?

Su tono era neutro, pero podía verse una chispa de curiosidad en sus ojos negros.

-Raíces de kava. Pensé que debía tener curiosidad.

Snape cogió la bolsa y examinó su vultuoso contenido marrón.

-Debo admitir que estoy intrigado.

-Bien.

-¿Y qué la llevó a decidir hacer esto? – su voz era baja pero no contenía amenaza alguna.

-Sólo trataba de ser amable – respondió ella levantándose y dirigiéndose hacia la puerta.

-Ya veo.

-Buenas noches, profesor.

-Buenas noches.

Habló una vez más cuando ella se detuvo en el rellano de la puerta.

-Lorien.

Ella se volvió.

-¿Sí?

-Gracias.

Le sonrió levemente y cerró la puerta.


Notas de la traductora:

Debo confesar que me exprimí los sesos con la traducción de ciertas plantas... ^_^UU