Capítulo 9:
Slytherin vs. Ravenclaw
Las siguientes semanas pasaron rápidamente tanto para los alumnos como para los profesores de Hogwarts. Ahora que el año estaba en plena marcha, los alumnos tenían muchos deberes que hacer y los profesores tenían muchos deberes que corregir.
Lorien también estuvo ocupada durante el día. Sus manos estaban ocupadas con alumnos que sufrían de todo desde huesos rotos a achaques variados causados por hechizos mal conjurados. Ocasionalmente, tenía quejas de algún miembro del profesorado o alumno con síntomas de las más mundanas enfermedades como gripes estomacales y resfriados.
Tenía un montó de papeles al final del día y ella y Remus a menudo se acompañaban el uno al otro en las tardes mientras él corregía ejercicios y ella redactaba sus informes.
Fue uno de los últimos días de setiembres en el que Lorien se dio cuenta de que la próxima luna llena sería dentro de una semana. Remus no había mencionado nada sobre la poción de matalobos, y aunque sabía que Snape no se olvidaría, pensó que sería mejor ir a comprobarlo de todas maneras.
Después de cenar aquella tarde, se desvió de su usual rutina de ir a la enfermería para acabar de redactar los informes, y descendió a la mazmorra.
Imaginó que sería mejor ir a comprobar su despacho primero, y Lorien frunció el ceño cuando no hubo respuesta al llamar a la puerta. Decidió intentarlo en el laboratorio de pociones.
Tampoco hubo respuesta a su llamada a la segunda puerta, pero decidió arriesgarse a echar un vistazo dentro. No estaba cerrada, y al abrir la puerta vio que Snape estaba dentro, de pie ante una gran mesa enfrente de la habitación. Una caldera estaba empezando a hervir al lado de la mesa, y él levanto la cabeza al escuchar que la puerta se abría.
-¿Necesita algo, Srta. Lorien? – la miró con impaciencia.
-Sólo bajé para ver cómo va la poción de matalobos – dijo ella agradablemente.
-Siempre preocupada por sus pacientes, aunque sean hombres lobo – dijo con ligero desdén -. Estará lista enseguida.
Lorien ignoró su sarcasmo.
-¿Es ésa? – indicó la miríada de ingredientes a lo largo de la mesa.
-Sí – fue un esfuerzo para él no gritarle.
-Bien. Gracias – se volvió para marcharse y entonces vaciló. Girándose de nuevo hacia la mesa habló de nuevo -: ¿Profesor Snape?
-¿Sí? – su voz era peligrosamente baja.
-Disculpe por molestarle en su trabajo, ¿pero puedo preguntarle algo más? – preguntó ella.
-¿QUÉ es, Srta. Desjardins?
-¿Puedo mirar? – inquirió.
-¿Va a supervisarme? ¿Lo dice en serio? – rodeó rápidamente la mesa y se apoyó en ella. Apareció sobre Lorien como una sombra.
Ella se mantuvo donde estaba y entonces le miró con calma.
-No supervisar. Observar y punto.
-¿Por qué? – la miró suspicazmente.
Lorien encogió los hombros.
-Curiosidad. Me gustaría verle trabajar.
-No puedo tenerla aquí preguntando e interrumpiendo – su voz se había vuelto menos irritada.
-Sin preguntas. Sin interrupciones.
-Esto lleva un
tiempo – su tono sonó un poco molesto.
-Estoy advertida – ella sonrió.
-Muy bien. Allí – señaló a una mesa de trabajo a poca distancia, indicando que debía de sentarse.
Lorien se sentó en silencio y observó a Snape trabajar.
Él la miró con curiosidad y entonces habló una vez más.
-Ni una palabra, Lorien.
Su voz era suave, su mirada fría.
Ella cabeceó meramente, otra vez.
Snape empezó con la poción, y Lorien rápidamente se encontró a sí misma absorbida en lo que estaba haciendo. Pudo ver la superficie del contenido de la caldera desde donde estaba sentada, la brillante mezcla se había vuelto blanca. Permaneció atenta a cada ingrediente que añadía, espolvoreaba o vertía. Pasó su mano sobre el contenido de la caldera, removiéndolo, haciendo que diese vueltas en el sentido de las manillas del reloj nueve veces después del quinto ingrediente. Otra removida después del sexto y la poción giró en el sentido contrario de las manillas del reloj siete veces. Añadió finamente picada una raíz de alguna clase y luego dos gotas de algo verde.
Pasó su mano por
encima otra vez y la dirección cambió una vez más. Lorien perdió la cuenta de
cuántos componentes había añadido en la caldera cuando la mezcla se puso gris.
Estaba observando sus manos mientras trabajaba, hipnotizada por la fluidez de
sus movimientos. Se encontró a sí misma mirando a través de sus dedos hacia su
túnica negra, su cabello negro, sus ojos negros, enfocados en una concentración
constante.
Perdió la cuenta de las veces tiempo atrás. Estudiaba la cara del hombre delante
de ella y vio que parecía relajado, excepto por el ligero pliegue de su frente
que indicaba su concentración. Se sorprendió al darse cuenta, cuando la poción
se volvió lechosa y la luz que reflejaba cambió, de que era bastante atractivo
en verdad.
"No debería fruncir el ceño tanto. Está mucho mejor cuando trabaja", pensó.
Al final le vio
echar un ojo al matalobos y fundirlo en la caldera. Hubo un brillante
resplandor, y la poción giró cinco veces en sentido contrario al de las agujas
del reloj, antes de aclararse. Un momento después, el vapor empezó a levantarse
de la superficie.
Lo vio mirarla con aprobación y retrocedió un paso de la mesa, pasando una mano sobre su largo cabello negro.
-Elixani Ator –
sonrió Lorien al decirlo bajo su respiración.
Finalmente habló, suavemente para no sobresaltarle:
-¿Ha acabado?
Él se volvió y la miró por un largo momento.
-Sí.
Advirtió que sonaba cansado al acercarse e inclinarse sobre la caldera.
-¿Tiene su aprobación, Srta. Lorien? – dijo silenciosamente, con un matiz de sarcasmo.
-Por supuesto. Fue verdaderamente increíble. No estoy segura de si se ha dado cuenta de lo mucho que esto ayuda a Remus, o de lo mucho que él lo aprecia.
Snape resopló.
-Lupin expresó adecuadamente su gratitud en el pasado.
Conocía la
tirante relación entre los dos hombres desde que Remus se lo explicó en un largo
retroceso a su pasado, y sabiendo que estaba en terreno peligroso cambió de
tema.
-Bueno, es tarde y no quiero molestarle más de lo que ya lo he hecho. Gracias
por dejarme quedar, profesor – dijo cortésmente.
-Lo tendré embotellado y en la enfermería para usted por la mañana – dijo.
-Eso sería perfecto. Gracias, prof...
-Severus.
-¿Perdón? – no
estaba segura de haber escuchado bien.
-Mi nombre, Lorien. Es Severus – dijo con un tono suave.
-Muy bien entonces. Gracias, Severus. Buenas noches – se dio la vuelta y caminó hacia la puerta.
Al abrirla le escuchó hablar una vez más.
-Espero que tenga una túnica verde, Srta. Lorien.
Se volvió hacia
él al instante y lo miró por encima de su hombro. Se había vuelto hacia la
caldera así que no pudo verle la cara. Le estaba tomando el pelo sobre su trato
del partido del fin de semana de Quidditch.
-Y espero sinceramente que usted tenga una azul – le sonrió y salió de la
habitación.
Snape la vio marcharse otra vez y entonces regresó a la tarea de limpiar y embotellar la poción en dosis individuales para la semana.
Contempló sus comentarios sobre la gratitud de Lupin y advirtió que el hombre lobo debía haberle dicho algo a ella.
"Interesante que Lupin quiera confiarle sus sentimientos a ella".
También se dio cuenta de que ella sentía o sabía sobre las tensiones que había entre ellos dos.
"Lupin debe habérselo contado también."
Resopló.
-Recuerde que
hay dos caras para cada historia, Srta. Desjardins – dijo en voz alta para sí
mismo.
Sus pensamientos volvieron a su último comentario en la puerta.
"¿Túnica azul? Nunca pasará, querida."
Era muy tarde cuando Lorien salía de la mazmorra y se dirigía hacia sus
habitaciones al lado de la enfermería. Había cerrado la puerta cuando alguien
llamó.
"Oh, por favor, que no sea un alumno enfermo."
Estaba cansada, pero fue a abrir la puerta.
-¿Remus? ¿Qué estás haciendo? Es tarde.
Dejó entrar al brujo de cabello castaño.
-Quería ver si estabas bien. Desapareciste después de la cena. ¿Ocurre algo malo?
-No, nada – respondió ella.
-Bien – deslizó su brazo alrededor de su cintura y la atrajo hacia él en un cálido abrazo -. Así que – empezó apoyando su cabeza contra la de ella - ¿dónde te has estado ocultando, maestra de las Artes Curativas?
Lorien se rió.
-No me he estado ocultando.
-No
puedes engañarme.
¡Te he buscado
por todas partes! – respondió él.
-Me hubieras encontrado si hubieses buscado en la mazmorra.
-¡La mazmorra! ¿Qué estabas haciendo? – Remus retrocedió un paso y la miró de una manera inquieta.
-Fui a ver a Snape – dijo Lorien bruscamente.
-¿Snape? Estuviste fuera durante mucho tiempo.
Lorien vio la preocupada expresión de Remus y se rió otra vez.
-He vuelto de una sola pieza. Por tu cara diría que pensabas que iba a envenenarme mientras estaba abajo. Honestamente, no necesitas preocuparte por mí. Sólo fui a comprobar la poción de matalobos.
Remus se sintió agradecido de que ella hubiese tomado la decisión de ir a ver a Snape para que así él no tuviese que vérselas con el irritable de Slytherin.
-Gracias por hacer eso. No tenías por qué. Él nunca olvida.
-Imagino que no,
pero era muy importante no hacerlo dos veces.
Remus resplandecía.
-¿Se enfadó cuando se lo pediste?
-Un poco. Pero creo que se molestó aún más cuando le pedí quedarme - dijo.
Remus la miró con extrañeza.
-¿Quedarte?
-Sí. Para verle preparar la poción – le explicó.
-¿Estuviste mirando todo el tiempo? – Remus parecía confuso sobre el por qué de que quisiera hacerlo.
-Sí. Remus, fue increíble. Severus tiene mucho talento. Yo no podría hacerlo.
La preocupación que Remus sintió por la seguridad de Lorien fue lentamente reemplazada por un sentimiento que no podía identificar. No le gustó escuchar que Snape la había impresionado, y, definitivamente, no le gustó el hecho de que le llamase por su nombre.
-Te llevas bien con él ¿no? – preguntó al final.
-Supong que le causo una mínima irritación - ella se rió, pero Remus no.
El sábado por la mañana trajo consigo una gran excitación que barrió tanto a alumnos como a los profesores. El primer partido de Quidditch del año, entre Slytherin y Ravenclaw tendría lugar dentro de poco.
Los alumnos se dirigieron en grupos al campo de Quidditch, y Lorien los observó mientras esperaba a Remus. Había quedado con ella para ir juntos al palco de los profesores. Sonrió para sí misma al notar que tanto los de Hufflepuff como los de Gryffindor vestían de azul o llevaban banderas azul y bronce. Ella misma iba vestida de pies a cabeza con el color azul de Ravenclaw.
-Buenos días, Srta. Lorien – la voz de Snape venía de detrás suyo y ella se giró.
-Buenos días, Severus – le sonrió con malicia -. Maravilloso día para el quidditch, ¿no cree?
Él asintió y habló con un toque de arrogancia.
-Creo que lo encontraría más maravilloso si vitoreara a Slytherin hoy.
Ella se rió.
-¡Eso está por ver!
Snape le dirigió una insinuación por sonrisa.
-En efecto – se volvió y se alejó a zancadas.
Remus se fijó en Snape antes de que Lorien lo hiciera y se encaminó rápidamente hacia ella. Snape llegó a Lorien antes que él, y la vio girarse para hablar con el mago de la túnica negra. El mismo extraño sentimiento apareció en Remus furtivamente cuando la vio sonreír, y le pellizcó con fuerza al verla reírse ante algo que había dicho Snape.
-Hola – dijo cuando llegó hasta donde ella estaba.
Sus ojos fueron hacia donde estaba Snape y luego volvieron a ella.
Ella siguió su mirada y entonces lo volvió a mirar también.
-¿Qué? – preguntó.
-Nada.
-¿Y bien? ¿Vas a escoltarme o no?
La fría sensación es su barriga desapareció al sonreírle Lorien.
-Por supuesto – se inclinó ante ella y le indicó el camino con un dramático ademán de su mano.
Lorien puso los ojos en blanco y se giró hacia el partido. Remus se sentó a su lado, caminando con las manos entrelazadas a su espalda.
-¿Qué crees, Remus? ¿Mi equipo tiene alguna oportunidad? – Lorien parecía un poco preocupada.
-No lo sé. Slytherin tiene un equipo fuerte este año – admitió Remus con reticencia.
-¿De veras?
Remus trató de ser positivo.
-Sí, pero el equipo de Ravenclaw ha estado entrenando duro y Cho Chang es una excelente buscadora, así que ¿quién sabe?
Se unieron al resto de los profesores de Hogwarts en el palco justo antes de que el partido diera comienzo.
Era un excitante partido y al principio daba la impresión de que los dos equipos estaban muy igualados. Puntuaron alternativamente durante un corto tiempo, pero pronto se hizo claro que la buscadora de Ravenclaw estaba siendo arrollada. Estaba claro que Cho Chang, por la manera en que los cazadores de Slytherin estaban puntuando, iba a necesitar atrapar la snitch pronto.
Súbitamente, la buscadora parecía que iba a tener su oportunidad. La snitch había aparecido, zigzageando a través del campo, y puntó su escoba hacia la su dirección.
Draco Malfoy la vio atravesó el campo para atraparla. Estaba a un pie de distancia cuando ella alcanzó a la snitch. Le separaban varias pulgadas cuando su mano se alargó hacia la pelota dorada. Él estaba cerca. Ella más. Cho se inclinó un poco más y cerró su mano.
Bump!
Una inoportuna bludger la golpeó en el hombro y no pudo evitar dar un incontrolado giro brusco. Un segundo más tarde Malfoy cerraba su mano entorno a la snitch.
Un grito de
angustia se elevó desde más de la mita de los espectadores, mientras los de
Slytherin vitoreaban y se daban palmadas unos a otros en la espalda.
Lorien gritó
junto con Lupin, Flitwick y McGonagall cerca de ella. Un sutil juego sucio había
concedido a Slytherin la victoria.
Lorien caminaba lentamente de regreso al castillo con Remus. Había sido una decepcionante derrota para el equipo de Ravenclaw aunque había luchado con valentía.
Remus intentó consolar a la rubia bruja de Ravenclaw.
-No te preocupes. Gryffindor les dará una lección.
-Eso está muy bien si eres de Gryffindor – puso la palma de su mano sobre su frente en fingida angustia.
Remus se reía cuando vio a Snape acercarse.
-Hmm. Cómo no, tiene que venir a regodearse – dijo en voz baja.
Snape le dirigió una mirada al hombre lobo de Gryffindor cuando pasó por su lado, pero no dijo nada. Remus pensó en lo raro que era hasta que el brujo vestido con la túnica negra se volvió y le habló a Lorien por encima del hombro.
-Hasta esta noche, Srta. Desjardins – dijo con una mueca malvada para luego marcharse.
Notas de la autora:
Nueva palabra
Nemorosi.
Eixani Ator = … ¿Nadie? ¿Nadie?
(Pues claro, es
Nemorosi para Maestro de Pociones).
Notas de la traductora:
Momento chatting...
Rakshah: Adivina adivinanza... XD Quizás lo bueno de este fic es que no es tan enrevesado como el mío así que puedo decirte que has acertado 1 de 3 ^__-
Arabella: No sé por qué pero siempre me pongo en tensión cuando leo tus reviews (¿por qué será?) Me alegro que te guste la traducción ^^
Gwen de Merilion: (aka. efusividad descontrolada como su hermana XD) Claro que continúo, hasta el final ^^ No, no he traducido el de Draco Dormiens y sucesivas sagas de Cassandra Claire (¿no ha sido eliminado de FF.net por la estúpida nueva norma de "no pervertirás a tus menores"?), pero estoy pensando en traducir un fic de HP / NC-17/...
Nyaar: Aviso que es un peligro leer esta historia en clase (claro que aviso tarde por lo que veo XD). Mm, mm, mm, creo que la descripción que más se correspondería a lo de Sylvanesti es "abraza-árboles"... (Espero que la autora no me mate por esto ^^U)
Hatsue: ¡Hola y bienvenida! Pues si te gusta la historia tendrás historia para rato... puesto que también hay una segunda parte ^__-
