Capítulo 23:

Transformación




Cuando Remus volvió a sus habitaciones después de clase a mediados de la semana, se encontró con Sirius paseaba de un lado a otro de un modo muy agitado.

-¿Canuto, qué estás...

-¿Vienes solo? - le cortó Black.

-Sí, pero Lorien estará aquí en unos minutos. ¿Qué ocurre? - le preguntó Remus.

Black le miró fijamente por un largo rato y entonces señaló hacia la mesa pequeña de la habitación.

-Eso - dijo.

En la mesa había un enorme ramo de flores, rosas blancas mezcladas con lirios azul púrpura. Era absolutamente increíble.

-¿Qué es eso? - preguntó Remus.

-Son para Lorien - gruñó Black en voz baja.

Lupin se encogió de hombros.

-Bueno, los elfos domésticos deben haberse equivocado y lo han traído aquí.

-No es un error. Lo pregunté - Black le lanzó una nota pequeña sellada a Lupin y él la cogió. El nombre de Lorien estaba en en el sobre. Remus le dio la vuelta y sintió un retortijón cuando vio el sello de cera verde portando la Gran Serpiente de Slytherin.

-Ese grasiento imbécil - dijo enfadado -. ¿Quién diablos se cree que es?

-Evidentemente, alguien que te envía a ti también un mensaje, Lunático - Sirius sonó menos que contento.

Un rápido golpe en la puerta y Lorien entró en la habitación.

-Hola, chicos - vio las extrañas caras que tenían -. ¿Quién ha muerto?

-Nadie - dijo Remus.

-Nadie todavía - dijo Sirius.

-¿Qué pasa? - preguntó ella.

Lupin le indicó las flores de la mesa.

Lorien contuvo la respiración ante la visión del elegante arreglo.

-¡Oh, vaya! ¿Quién te las ha enviado? ¡Son preciosas! - caminó rápidamente hacia la mesa para olerlas.

-No son para mí, son para ti - respondió Remus con rigidez.

-¡No es verdad! - dijo Lorien emocionada.

-No - dijo con forzada paciente -. Lo es.

-Bueno, entonces quién…

Lupin le entregó la carta, pero ella ya lo sabía. Miró a un hombre y a otro y aguantó la respiración mientras abría la carta.

Querida Lorien,

Esto es una pequeña muestra de mi aprecio por lo que hiciste por mí. Estoy verdaderamente en deuda contigo.

Con mi más sincera gratitud,

S. Severus.

Respiró aliviada. La nota era inofensiva. Apropiada e inofensiva. Se la alargó a Remus.

-Es sólo para darme las gracias.

-Y una mierda - dijo Sirius bajando la voz, mientras Lupin fruncía el ceño ante la nota.

-¿Me pregunto por qué se enviarían aquí? - dijo Lorien.

Remus saltó para cortar a Black.

-Estoy seguro de que los elfos domésticos se equivocaron porque pasas aquí mucho tiempo - le disparó a Sirius una significativa mirada y no dijo nada.


-Bueno, las llevaré a mi habitación - cogió las flores -. Tengo una sesión con Neville esta noche, ¿os veré más tarde? - preguntó Lorien.

Lupin asintió y sonrió cuando ella salió por la puerta, pero su expresión cambió cuando se volvió hacia Sirius otra vez.

-Puedo pensar en un montón de maneras para arreglarlo y que ella no pueda revivirlo de nuevo - le ofreció Black a su amigo.

-No me tientes - dijo Remus.






Lorien se sentó con la cara entre sus manos por largo rato después de que Neville se marchara. Cuando levantó la vista fue sólo para presionar sus dedos contra sus dolorosas sienes. No estaba logrando nada con el olvidadizo G5 (Gryffindor 5º curso). No era que fuera estúpido, no lo era. Había otras materias en las que era bueno, especialmente en Herbología. Era sólo que se derrumbaba en clase de Pociones, y aunque no estuviera intimidado por ella, Lorien parecía tener problemas inspirándole el deseo de aprender algo sobre preparación de pociones al tímido adolescente. Necesitaba una fuente de inspiración para él pronto.





Snape entró en el despacho del director y se paró frente al escritorio de Dumbledore.

-¿Quería verme? - preguntó.

-Sí, Severus. Siéntate, por favor - dijo Dumbledore.

El hombre se sentó en la silla opuesta al director.

-¿Cómo te sientes?

-Mejor. Estoy bien, gracias - respondió Snape.

-Bien. Eso me alegra. ¿Volverás a dar clases mañana?

-Sí.

-Bien - Dumbledore hizo una pausa de un minuto -. Severus, el profesorado no sabe nada de lo que te pasó, pero vamos a tener que decirles algo.

-Supongo - Snape parecía ligeramente molesto.

-Ellos saben que algo pasó. Minerva lo sabe. Sé que lo siente - declaró Dumbledore.

-Dígales la verdad - respondió simplemente Snape.

-¿En serio? ¿Es eso lo que quieres?

-No me importa, Albus. Ya no tengo ningún secreto, y usted sabe que no me importa lo que los otros piensen - respondió un poco tajantemente.

-Las cosas pueden volverse un poco difíciles y desagradables si se lo contamos todo - dijo Dumbledore -, pero eso nunca te importará ¿no es así? - finalizó Dumbledore socarronamente.

El jefe de Slytherin le dirigió una rara sonrisa.

-Muy bien. La verdad entonces. Al menos parte de ella. Le permitiré al profesorado saber que fuiste atacado por mortífagos mientras cumplías una misión para mí y todo lo que ocurrió en la enfermería. Lo que les digas tú individualmente lo dejo bajo tu propia discreción. ¿Suficientemente justo? - preguntó Dumbledore.

-Suficientemente justo.

-Hay algo más de lo que necesito hablarte - dijo Dumbledore.

-¿Qué es, Albus? - Snape parecía preocupado.

El director suspiró.

-Fudge.

-No se ha tomado la advertencia en serio ¿no? - supuso Snape.


-No. Se lo han tomado como un consejo y verán si tomar o no medidas adicionales.

-¡Idiotas! No tienen ni idea - gruñó Snape.

-Debo admitir que tengo mis propias dudas, Severus - dijo Dumbledore.

Snape interrogó al director:

-¿Sobre lo que le dije?

-No, claro que no. Me preguntaba si seguirían con ello ahora que lo sabemos.

Dumbledore le expuso sus dudas.

-No es el estilo de Voldemort el echarse atrás por algo como esto - dijo Snape, pero al tiempo que lo hizo se dio cuenta de algo sobre todo el asunto que lo preocupaba. No pudo dejar de pensar en ello.

-Bueno, todavía tenemos tiempo. Le enviaré otra lechuza a Fudge. Mientras tanto sé de varias personas que pueden ayudarnos si el Ministerio no quiere seguir con ello.


Snape asintió.

-Por supuesto si hay algo que pueda hacer, Albus.

-Puede ser. Esperaremos un poco más.

Lorien volvió a su habitación y se arrojó sobre una silla apoyando la cabeza contra el respaldo. Se perdió en sus pensamientos al sentarse, el delicado perfume de las rosas antiguas se topó con su nariz y sus ojos fueron hacia las flores que había en la mesa de al lado. Eran preciosas y la fragancia era divina. Sonrió un poco para sí misma al ver los cuadros que había colgados y de nuevo al ver el ramo dándose cuenta de que estaba contenta de que él se las hubiera mandado. El problema era el hecho de que sabía que se las había enviado como más que una muestra de agradecimiento, y también sabía que los elfos domésticos no habían cometido un error.

Sus pensamientos fueron hacia Remus y frunció el ceño. Seguramente él sabía que los elfos domésticos no habían errado. Se figuró que los dos Gryffindors probablemente estuvieran ahora planeando el asesinado del jefe de la casa Slytherin. Empezó a dolerle la cabeza con todos aquellos sentimientos conflictivos que estaba teniendo sobre los dos hombres y se rindió yéndose a la cama.

Cuando el fin de semana llegó Lorien sabía exactamente lo que no haría en su tiempo libre. No apostaría en Quidditch, ni instruiría a Neville, ni bebería vino en las mazmorras, o lo que fuera que tuviera que ver con Remus y Sirius. No flirtearía con nadie, no besaría a nadie o algo que tuviera que ver con eso con nadie. No quería hombres en su vida por uno o dos días. Necesitaba un poco de espacio y tiempo para pensar.

Sabía lo que iba a hacer, y el sábado temprano por la mañana se puso una capa gruesa y se dirigió hacia el bosque. Tenía como misión encontrar un poco de inspiración para ella misma.

Era uno de esos días raros de último de otoño en los que el calor iba más allá de la norma estacional, y el humor de Lorien se aclaró con el cielo azul y el cálido sol. Rodeó el borde del bosque al principio y entonces cuando encontró un lugar que sintió seguro atravesó los árboles.

Sabía que estaría bien mientras fuera de día y si no se aventuraba muy adentro, pero tenía que encontrar un lugar en el que pudiera pensar, donde pudiera respirar.


Supo que había encontrado el lugar correcto cuando llegó a un diminuto claro cerca de un árbol caído y se sentó en el tronco para aclarar su mente. El pequeño claro estaba circundado con olmos y estaba segura de que le darían el fundamento y la estabilidad que necesitaba.

Estuvo sentada por un largo rato, sólo respirando lentamente, concentrándose en los sonidos de vida a su alrededor. Se desplazó de los más obvios ruidos hasta los más sutiles y hasta los casi imperceptibles zumbidos de energía vital de los árboles y la tierra. Se levantó y dejó caer la capa al suelo.

Estaba preparada. Con los ojos cerrados, los olores a su alrededor enfocaron su atención uno a uno, poco a poco se hicieron claros. Su respiración permaneció lenta mientras alcanzaba los siguientes pasos rápidamente, la sensación de hormigueo subiendo por sus brazos, piernas, espalda y cuello. Lo retuvo e inspiró profundamente. Se estaba preparando para alcanzar la siguiente fase. La clave para lograrlo era imaginárselo sin titubear.

Lorien elevó los brazos a ambos lados, las palmas hacia arriba, y ahora que se había conectado con la tierra llamó a los fluidos, cambiantes y creativos aspectos del agua. Saltó hacia delante.

Lanzó un grito ahogado de dolor y cayó de rodillas cuando el dolor subió por su espina, sus hombros, su cuello. Esperó que doliera, que fuera más allá y que acabara cayendo hacia delante sobre sus manos mientras luchaba por no desmayarse. El dolor bajó hasta su espalda y caderas y notó que la sensación que ahora sentía debía de ser una cola. ¡Casi lo había conseguido! El fuego ardió en sus hombros y atravesó su mente ejerciendo su voluntad y gimió al sentir que los cambios estaban pasando.

Se imaginó una puerta delante de ella y sus gritos hicieron eco en el bosque a su alrededor mientras mentalmente se conducía hacia ella. Pájaros sobresaltados saltaron de sus ramos y se alejaron del lugar en el que la mujer había estado.

Pasó un rato en el que ella permaneció como estaba, con los ojos cerrados, temblando, tambaleándose levemente. Intentando permanecer en pie. Apoyó las cuatro patas firmemente y lentamente se estabilizó. Abrió los ojos. Habían dos grandes pies de escamas verdes con enormes garras negras ante ella, acompañados por un enorme cuerpo escamoso. Una larga cola musculosa cubierto por escamas azul-verdosas se estiraba detrás de ella.

Cuando se volteó para mirarla mejor perdió el equilibrio un poco y se sobresaltó al sentir un ruido de batimiento de alas cuando recuperó su equilibrio. Cautelosamente giró su cabeza aún más para mirar a su espalda, y estuvo segura que la mandíbula que ahora poseía cayó abierta ante la visión delante de ella.

Agitó la cabeza como un perro haría y se movió hacia el borde de un charco para tener una mejor visión de sí misma, forzando un poco la mirada al mismo tiempo ante su nuevo reflejo. Unos ojos dorados le devolvieron la mirada y unas alas verde-azuladas enmarcaron la imagen del pequeño dragón que había en la superficie del agua. Las palabras de Sirius volvieron a su cabeza en ese momento: "Lo mejor del mundo. Te lo digo."

-Ahora, Sirius. Te creo - dijo en su mente.




Lorien corrió hacia el castillo. Una vez dentro continuó corriendo casi sin darse cuenta de Remus hasta que ella se precipitó contra él.

-¡Ey!

Lorien resbaló para detenerse y se volvió hacia él.

-Hola - jadeó.

-¿Qué estás haciendo? - Remus estaba obviamente divertido por el modo en que ella casi le atropella.

Lorien le sonrió ampliamente.

-No te lo puedo... decir todavía - se había quedado sin respiración.

-De acuerdo - parecía desconcertado.

-Díselo a Sirius... La enfermería. Quince minutos... Te lo enseñaré - estaba fuera del vestíbulo otra vez antes de que él pudiera decir algo más.



Tuvo que contenerse para no abrir de golpe las puertas de la biblioteca, y por no caminar rápidamente hacia el escritorio de la bibliotecaria. Irma estaba fuera ayudando a un estudiante. Como siempre. Se volvió y se dirigió hacia la sección en la que pensaba que podrían encontrar lo que estaba buscando, esquivando un pequeño grupo de Gryffindors sentados alrededor de una mesa susurrando.

Gryffindors… susurrando. Miró de nuevo y estuvo segura de que había dos pelirrojos en el pequeño grupo. Un Weasley era justo lo que necesitaba. Se precipitó hacia el grupo.

-Perdonadme. Fred, George, ¿puede uno de vosotros ayudarme un momento?

Fred dio un salto ante la oportunidad de ayudar a la atractiva bruja.

-¿Qué puedo hacer por usted, señorita Lorien?

-Ven conmigo - le pidió.

Él la siguió a corta distancia.

-Necesito la más actual y completa referencia que pueda haber sobre especies de dragón. Me figuré que tú debías saberlo ya que…

-Lo sé, lo sé, ya que mi hermano mayor, Charlie, estudia Dragones en Rumanía - parecía un poco desilusionado.

-Bueno, sí - admitió Lorien.

-Por aquí.

La guió hasta la sección a la que en un principio se dirigió ella pero la salvó de la búsqueda cuando sacó un enorme libro.

-Éste. Compendium Draconis. Actualizado en los últimos seis meses. Charlie es mencionado aquí un poco - dijo Fred.

-Estupendo. Muchísimas gracias, Fred.



Lorien corrió hacia la enfermería con el pesado libro. Había encontrado exactamente lo que estaba buscando.

Remus y Snuffles estaban en la amplia habitación esperándola. Lorien cerró la puerta de un golpe detrás de ella y la cerró y el perro desapareció.

-Aquí - caminó hasta la más cercana mesa de estudio y dejó caer el libro abierto con un golpe sordo.

Ambos hombres miraron el libro.

-¿Es un libro de dragones? - preguntó Remus.

-Sí - le sonreía de oreja a oreja -. Leedlo. La página izquierda - estaba sonriendo.

-¿Dragón Turquesa? - preguntó Sirius.

-Sí.

Lupin leyó el pasaje:

-"El dragón turquesa, Vermithrax cearulivirens, es una especie de dragón recientemente hallada. Fue descubierta hace dos años por Theseus Pepperidge y Charles Weasley, este pequeño y relativamente dócil miembro de la familia dragón…" ¿qué significa esto, Lorien? - se interrumpió en lo que estaba leyendo y la miró.

Ella le sonrió y no dijo nada.

Lupin miró a Sirius.

-¿Sabes tú a qué se está refiriendo?

Black parecía tan desconcertado como Lupin y negó con la cabeza.

-¿Habéis visto el dibujo? - preguntó ella.

-Sí - los ojos de Black crecieron y rápidamente volvió a mirar de nuevo -. De ninguna manera - dijo incrédulamente.

Ella sonrió y asintió.

-Lorien, podrían haber un centenar de cosas…

-Pero no. LO SÉ - respondió ella.

-¿Qué? - preguntó Sirius incrédulamente.

-Lo hice - dijo ella felizmente.

-¿Lo hiciste? - preguntó Sirius con la boca abierta.

Remus les interrumpió:

-Hiciste qu.. ¡Por las barbas de Merlín? ¿¡Sí!?

Lorien se permitió una orgullosa sonrisa.

-¿ESA cosa? - preguntó Remus señalando el dibujo del libro.

Lorien frunció el ceño.

-Sí - escupió.

Sirius puso las manos sobre sus brazos.

-¿Lorien, puedes hacerlo otra vez?

Ella le lanzó una mirada dolida a Remus y se volvió hacia Sirius.

-Por supuesto.

-Excelente - se dio la vuelta -. Lunático, FUERA - señaló el despacho -. Quédate ahí hasta que vaya a por ti.

-Pero… - empezó a protestar Remus.

-FUERA - le regañaron Lorien y Sirius y Lupin fue hacia el despacho y cerró la puerta.

Lo que le había llevado unos cuatro minutos en el bosque le llevó un minuto y medio delante de Sirius. El mago del cabello negro observó fijamente con asombro durante un minuto y luego rompió en una amplia sonrisa.

-Es lo mejor del mundo.

El animal era grande, pero pequeño en comparación a como eran los dragones, del tamaña de una vaca corriente. Tenía una larga y poderosa cola e impresionantes alas que ella extendió para mostrárselas a Sirius mientras él caminaba a su alrededor. Su cuerpo entero estaba cubierto de tonalidades variadas de escamas verdes y el azul-verdosas y advirtió las largas garras negras en sus pies.

-Precioso, cariño. Absolutamente precioso - palmeó su cuello afectivamente como si ella fuera un caballo -. ¿Se lo enseñamos al lobo?

Los ojos dorados parpadearon y la gran cabeza se volvió para mirar la puerta del despacho.

-Lunático, está bien - le llamó Sirius a través de la puerta.

Lupin salió fuera con una mano cubriéndose los ojos como si no fuera capaz de mirar.

-Remus, ya está. Ella está bien - dijo Sirius.

-¿Lo está?

-Lunático, está justo enfrente tuyo. Cálmate y mírala - agitó la cabeza ante la reticencia de su amigo.

Remus bajó la mano y miró los dorados ojos que lo estaban observando expectantemente. Su boca se abrió.

-No puedo creerlo - dijo en un grito ahogado.

La miró fijamente por un tiempo muy largo y ella empezó a inquietarse.

-Bueno ¿qué opinas? - preguntó Black, un poco molesto con su amigo.

Remus no supo qué decir.




Notas de la autora:

Compendium Draconis es una publicación de Nytd, pero la forma animaga de Lorien está basada en el descubrimiento de nuevas especies de lagarto común hace tres años. Varanus cearulivirens es un bonito, pero pequeño primo turquesa del dragón Komodo, V. komodoensis. Claro que cambié el nombre genérico por uno más draconiano. Estoy segura de que todos vosotros sabéis de donde viene Vermithrax *grins* [NTraductora: Es el nombre del dragón en Dragonslayer, no es que yo lo sepa sino que Nytd lo explicó en una nota posterior ^^U]

Y Charlie Weasley estudia Dragones con Theseus Pepperidge, cuyo nombre viene de una noche en la que estaba comiendo galletas mientas escribía.

Notas de la Traductora:

¡Ir rápidamente al profile de Nytd y veréis a Lorien en versión animago! --

Minaya: ¿5 horas? O.O Ohmygod! *hace aparecer unas gafas para vista cansada y se las regala para la próxima ocasión* ¡Gracias por tus palabras de parte mía y de Nytd! ^^

Ahuitl: Tengo que comprobar si he escrito bien tu nick (es que es complicado, chico XD) De nada, de nada, de nada; aunque las gracias son para ti por haberte tomado la molestia de escribir.

Gwen: Me imaginaba una reacción así *LOL* (aunque veo que sigues leyendo... je je je ;P)

Hatsue: ¿Has sentido la tensión? A mí se me ponía la piel de gallina porque es la típica tensión "sexual" entre un hombre y una mujer que no deberían estar juntos... *guiño*

Lynn: Mi pc hace ruidos raros... T__T

Arabella Figg: Snape siempre se aparece todas las noches... Ave nocturna, ya se sabe ^__-

Cata Snape: Quizás te resulte desconcertante porque no has logrado entender qué es lo que siente Lorien y lo que no quiere sentir (o no debería sentir). Aunque con tu comment no sé si te refieres a que lo he traducido mal.

Hareth: ¡No me hagáis preguntas de ese tipo que me dejo llevar por mi propio interés sexual! XP

Noel: Ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito *guiño* Aunque... ¿¡por qué elegir cuando puedes perfectamente quedarte con los 2?!

Nolwen: ¡Morfina! ¡Aquí! ¡Rápido, por favor! (gracias tus alabanzas ^^)

Kitiara: Snape no se vuelve lobo porque para que una persona normal se convierta en hombre lobo debe ser /mordido/ por un hombre lobo.

Enya: Me alegra que te guste la historia (y puedes echarle un vistazo al original, que no me voy a enfadar XDD)

Nocrala: Aquí estoy yo para ayudar a los que no saben en inglés (que yo años atrás estaba en las mismas y me siento identificada!). Gracias por tus palabras.

Morgana: Los fics de Cassandra los puedes encontrar en o en

No sé a quién me dejo de contestar porque ya llevo bastante tiempo sin responder a nadie pero ya sabéis que me podéis tener tanta confianza como para reprochármelo en vuestro siguiente review XD