Capitulo 28 – Silencio Eterno
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- Sigo sin entender, Dolohov. Quiero noticias frescas. – Gritó Voldemort a su círculo cercano de mortífagos.
- Mi señor – Dijo un hombre bajo la mascara. –Dumbledore confía en que… usted será derrotado.
- ¿Eso a que se debe? – Lord Voldemort sonrió desde su trono – Nadie puede vencerme.
- No, aun le temes a Dumbledore. – Dijo Florence a su izquierda, ella estaba presente también en aquella reunión, con su túnica más extravagante y sus ojos peligrosamente brillantes. Voldemort reaccionó de inmediato y lanzó con un hechizo al suelo a la chica.
- Cuida tus palabras niña.
- Ella no merece observar al Señor Oscuro – repitió la voz de Bellatrix en murmuros
- Gonawiene, ven aquí ahora mismo… - Dijo Lord Voldemort alzando la voz y entre el círculo de encapuchados surgió una bruja anciana, de cabello blanco y un mechón negro, de rostro horroroso lleno de verrugas y espalda encorvada, un ojo verde y el otro negro pequeño y túnicas viejas.
- Riddle, la chica tiene razón. Aun no puedes vencerlos… existirá una profecía, lo vi anoche en la bola de Cristal. – Dijo la bruja con voz seca – Huelo traición, siento el hedor de la traición.
- Gonawiene, ¿Quiénes me traicionaran? – Preguntó Voldemort.
- Lo veo, varios de los más leales. – Dijo la anciana señalando a todas partes.
- No te conviene engañarme. – Murmuró Voldemort a Florence
- No pienso traicionarte, mi gran señor de la Oscuridad. - Dijo Florence inclinándose exageradamente. – Le serviré todo el día…
- Pero en la noche me pertenecerás, apenas caiga el sol, serás mía. – Murmuró por lo bajo Snape sin ser oído.
- ¿qué dice la profecia? – Lord Voldemort rugió.
- No lo se. Mi sobrina fue escogida para poder decirla, las estrellas no son fáciles de engañar… Gonawiene Trelawney siente vergüenza de su sobrina poco talentosa Sybill haya sido escogida para tal hecho.
- Quisiera saber que dijo exactamente. – Dijo Lord Voldemort.
- Quise averiguarlo, pero Aberforth Dumbledore fue más astuto y me descubrió, nadie perdona a esta fiel compañera de Lord Grindelwald. Dumbledore me vengaré…
- Calla Gonawiene, calla! – Dijo Lord Voldemort. – Karkarov, ¿has oído los rumores?
- Mi señor, no se de que habla.
- Todos váyanse, tendré una conversación con mi amigo Igor. – Dijo Lord Voldemort, pero retuvo a Florence con un brazo junto a él. Los mortífagos encapuchados empezaron a retirarse y la sala quedó vacía, solo estaban Gonawiene, Florence, Voldemort y Karkarov.
- ¿Quién es el pequeño traidor? – Preguntó Lord Voldemort.
- Rosier, Rosier ama a Tara Ustinov, le ha desobedecido mi señor. Recomendaría pena máxima y un castigo para Rosier. – Dijo Karkarov.
- ¿Rosier? ¿Qué hay con Evan? – Preguntó Florence interfiriendo.
- Rosier está vacilando, Rosier realmente ama a esa chica. Rosier no es leal a usted, mi señor Oscuro. – Dijo Karkarov.
- Tiéndele una trampa, no quiero gastar mis energías en su asesinato. No quiero rastros, entrégaselo a los aurores. ¿Quién será el mejor? – Preguntó Voldemort decidiendo sin misericordia el futuro de uno de sus seguidores.
- Si se lo entregamos a Alastor Moody estoy segura que Rosier desaparecería de nuestro camino.
- ¿Por qué las mujeres son maldiciones en mi camino al poder? – Dijo Lord Voldemort.
- Evan tiene dos hijos con Tara Ustinov, dos hijos bastardos a espaldas suyas. Le aconsejaría mi señor, eliminarlo por tantas mentiras a su tenebrosa excelencia. Su lealtad es cuestionable…
- No seas imbécil Karkarov – Gritó Florence – No hace falta que muera Rosier. Si fuera por lealtad cuestionable tú estarías muerto también. – Florence le apuntó a Karkarov en la cara.
- Yo tomo las decisiones aquí. – Dijo Voldemort - Vete Karkarov, quiero ver a Rosier muerto. Harrington, quiero tenerte vigilada, se que seguro querrás ayudar a tu amiga de Slytherin, pero no lo harás. Karkarov, que sean más victimas, quiero que asesines a los dos hijos, a Tara Ustinov, y quiero que entregues a Rosier…
- Riddle, no veo eso muy claro. Rosier, Rosier… - La vieja bruja fea empezó a divagar de nuevo. – La bola de cristal me lo dijo.
Pues era más que obvio que todo lo que empieza tiene un final. Y en esa oportunidad Florence sabía que día a dic el reinado de Voldemort se acercaba al final, desaparecería algún día y cada vez estaba mas cerca. La Orden del fénix, a la cual Diane Lee había intentado pertenecer luchaba en secreto contra Voldemort y había verdaderas luchas. Aunque ella sabía que sus compañeros mortífagos siempre superaban a los aurores del lado de Dumbledore, hace poco había muerto Wilkes a mano de los aurores. Precisamente no fue un descuido del mortífago, sino más bien una trampa de la joven Harrington. De una manera astuta había conducido a Wilkes al lugar equivocado y había avisado a los aurores, cuando Wilkes se dio cuenta que estaba atrapado ya era demasiado tarde, lucho hasta morir pero no puedo hacer nada. Antes de caer muerto observó a lo lejos el brillo de dos ojos grises. Florence no sentía ninguna compasión ya que Ernest Wilkes había cometido el error de poner un dedo sobre ella.
Días pasados tal como había dicho la vieja Gonawiene un suceso había alertado a la población de Hogsmeade, una aspirante a ser profesora del colegio Hogwarts había dado una autentica profecía. Se trataba de la sobrina rezagada de Gonawiene; Sybill Trelawney. Gonawiene había seguido a su sobrina sabiendo que se iría a encontrar con Dumbledore, pero a la mitad de la profecía mientras escuchaba fue echada del lugar a la fuerza por Aberforth Dumbledore, hermano menor de Albus Dumbledore. Gonawiene solo había escuchado la mitad de la profecía y Voldemort deseaba saber mucho más, pero el mensaje era claro… Aquel capaz de vencer al señor oscuro, nacería cuando el séptimo muriese y de padre que hubiesen burlado al Señor Oscuro tres veces… ¿Cuál era el final? A Voldemort le intrigaba saberlo, a Florence también. Quizas allí estuviera la clave para destruir a Voldemort. Era lo que mas deseaba Florence, ver sufrir y morir a aquel ser, pero era imposible… ya casi no quedaba humanidad en Lord Voldemort. Ambos hechiceros habían demostrado ser bastante ágiles para evitar la muerte. Voldemort cada día se volvía más perverso y poderoso.
- Me voy – Dijo Florence, levantándose y retirándose. Salió de la sala y se encontró con Severus Snape.
- Ya es de noche, te puedo buscar…
- No hoy. – Florence se acercó. – Estoy vigilada, van a entregar a Rosier, van a asesinar a Tara y a sus hijos. Sálvalos o yo te mataré a ti…
- ¿Rosier? Claro, fue el único que no puso un dedo sobre ti… - Snape dudó un instante.
- Debo regresar a la torre, esta noche la serpiente me tiene vigilada. – Dijo Florence, en ese momento Lord Voldemort apareció por la puerta.
- Te estoy cuestionando Snape, has sido fiel a mí pese a que te quité a esa distracción de tus pensamientos. Me has servido a pesar de que te jugué sucio, pero extirpé esa enfermedad de tu alma: el amor. Me agradas muchacho… Te doy la recompensa que mas deseas. Acuéstate con ella si gustas, me satisface saber que fui yo quien asesinó el amor para dar paso solo a la lujuría, ¿quien creería en el amor?- Lord Voldemort se largó siguiendo a Florence. – Recuerda Severus, solo los débiles creen en el amor.
- Yo no creo en el amor… creo en la venganza. – Dijo Snape apretando los dientes.
- No me defraudes.
Pero ya Lord Voldemort había desaparecido y nuestro querido espía ya sabía que debía hacer. Fue corriendo del Castillo a Londres, sin tardar mucho, sin ser detectado y manteniendo su presencia. ¿Dónde diablos podían estar Rosier y Tara Ustinov? Debía pensar rápido y hacer algo inteligente, lo ultimo que recordaba de Tara Ustinov, era que se había casado con Paul Clearwater. Lo más común sería buscar en la casa de los Clearwater, tenía el tiempo sobre él…entró al Caldero Chorreante a la medianoche, no había nadie allí sino el cantinero.
- ¿Qué desea?
- Quiero alguna información. – Dijo Snape mirando al cantinero.
- ¿Tengo cara de libro?
- Le falta poco. Necesito saber donde están los Clearwater.
- No lo se Señor. No pienso decírselo, usted luce sospechoso. – Dijo el señor mirando con sus ojos azules.
- No lo es Aberforth, es uno de nosotros. – Dijo Albus Dumbledore apareciendo detrás. – Te he estado esperando Severus.
- Profesor Dumbledore. Necesito encontrar a Tara Ustinov, es algo urgente. Mi vida depende de ello.
- ¿No puedes fallar? Veo que te tomas la responsabilidad muy en serio. – Dijo Dumbledore.
- La van a asesinar esta noche, a ella y a sus dos hijos. También a…
- El padre de los niños, Evan Rosier. – Completó Dumbledore. – Nº 7 de la calle St. Peter con calle Mc Jenny. Es un vecindario muggle. . – Severus Snape salió corriendo del lugar. Buscando la calle St. Peter en primeras y pensando rápidamente que podría hacer para salvar a la chica.
***
- Pensé que estarías en tu mansión Malfoy. Te tomas en serio el trabajo de vigilarme, si realmente quisiera irme a ayudar a Ustinov, ya lo habría hecho. – Dijo Florence tomando un trago de jugo de calabaza en una sala amplia con sillones, un fuego en la chimenea y un ventanal que reflejaba la Luna llena de afuera.
- No vengo a vigilarte. Vengo a buscarte…
- Hoy no tengo miedo de usar mi varita contra ti ante el menor intento de hechizarme. No sabrás donde esta mi hija, no me fornicarás. Será mejor para ti, que regreses con tu mujer Narcissa.
- Narcissa, ella solo me dará mi heredero. Más nada de lo que podrías darme tú.
- Tú eres un pobre idiota. No puedes darme más de lo que ya tengo. Puedes pudrirte en el infierno si gustas.
- Te esperaré, quizás ardamos juntos en una esquina. – Dijo Malfoy acercándose. Florence lo detuvo.
- Tu esposa va a dar a luz a tu primogénito. Es una lastima que el pequeño será una basura igual a su padre.
- No lo creas, sangre limpia como tu y yo. Draco Dormiens… el niño duerme en la cuna, mientras su madre cuida de él y su padre busca a un dragón.
- ¿Cómo llamarás a tu hijo?
- Draco Dormiens, mi dragón dormido. Draco Dormiens…
- Te pregunté como lo llamarías…
- Draco, su nombre será Draco Malfoy. Sus ojos grises me recordarán a ese dragón que domé una noche. Un dragón, un dragón que no sea digno de confiar. Ese será mi hijo, un Dragón poderoso…
- Pobre criatura. – Dijo Florence burlándose. – Apuesto a que lo maltratarás, lo presionarás y le llenarás su mente de toda esa basura en que tú crees.
- Al menos tengo un hijo. ¿Tú no tienes uno? - Malfoy le sonrió. Se sentó en una esquina. – No, no tienes hijos Florence. Claro, tienes a esa niña que no te pertenece, 3 años tiene la niña, pero no es una niña. Es un monstruo, es cuestión de tiempo. El único hijo que tuviste lo perdiste porque yo convencí a Lord Voldemort que no debías tenerlo.
- Bastardo. – Dijo Florence por lo bajo. – Mi hijo murió antes de sufrir todo este infierno. Pero tu hijo sufrirá Malfoy. Lo juro. Comprenderás que la muerte es a veces mejor, maldecirás a tu propia sangre. Porque ya tu sangre está podrida hasta la entrañas.
- No puedes hablar de eso, eres una asesina grandiosa. Eres una de las malas también. – Dijo Lucius Malfoy sonriéndose.
- Pues ese Dragón no te durará para siempre. Te arrepentirás de haberlo llamado así.
- Lo dudo.
***
- Debemos brindar esta noche. – Un hombre con túnica reunido su familia levantaba una copa. – Brindo por mis felices años de matrimonio, por ti Tara. Tara eres la razón de mi vida, por mis dos hijos: Edward y Penélope.
Sonaron las copas chocar y la pareja tomaba la cidra mientras sonreían. Tara Ustinov sonreía, su cara jovial reflejaba algo de preocupación, sus ojos azules se veían perdidos y su cabellera rubia estaba peinada con rizos impecables y alborotados. No había terminado de beber la cidra cuando alguien tocó la puerta.
- Yo abriré mi amor. – Dijo Tara levantándose. Iba sonriente al recibidor, cuando dejó caer la copa al piso.
- Evan, tu. ¿qué haces aquí? – Era Evan Rosier con apariencia deplorable, estaba con ojeras y despeinado.
- Tara, vamonos de aquí. Trae a los niños, huiremos a América. – Dijo este sonriéndole.
- Evan. ¿Estás loco?
- Usted, ¿Qué hace aquí? – Dijo Paul Clearwater algo serio.
- Usted me robo a mi mujer. Tara es mía – Dijo Evan sacando su varita y sujetando a Tara. – Sus hijos son míos. ¿Penélope Clearwater? Que farsa, Penélope, la pequeña Penélope tiene los mismos ojos que yo tengo. Edward es mi semejanza Clearwater. Devuélveme a mi mujer y a mis hijos.
- Llamaré al ministerio. Usted está loco. – Dijo Paul sacando su varita. Pero Evan lo atacó, haciéndolo retroceder y haciendo que cayese ruidosamente.
- Papá! – Un pequeño chico rubio apareció en las escaleras.
- Edward, yo soy tu padre. – Evan tenía los ojos llenos de lágrimas y miraba al pequeño que tendría máximo 5 años de edad. – Mira como nos parecemos, soy tu padre!
- Edward sube al cuarto y cuida tu hermana. No abras la puerta. – Dijo Tara tratando de sacar a Evan de encima quien le sujetaba el cuello.
- Tara, te amo. Somos una familia. Renuncié a ti por tu seguridad, pero te quiero recuperar. – Dijo Evan abrazándose a Tara y ella estaba asustada.
- Estás loco. Te amo, pero estás loco. No quiero que mis hijos tengan a un mortífago como padre. – Dijo Tara tratando de soltarse.
- Tara no me dejes. – Dijo Evan – Si no eres mía, no serás de nadie.
- Los aurores vienen para acá. – Dijo Severus Snape en la puerta.
- Severus, tu tampoco me impedirás que…
- Pero antes, los mortífagos asesinarán a Tara, debo protegerla Evan. No estás bien.
- Yo protegeré a Tara – Dijo Evan apuntando con la varita.
- No. Huye ahora, te van a entregar. Mira lo que has hecho, atacaste a un mago. – Snape señaló al Señor Clearwater en el piso inconsciente.
- El me quito a Tara. – Decía Evan temblando. Había estallado en locura – No es justo…
- Evan Rosier, déjala ir o morirá también. El Señor Oscuro te ha entregado a los aurores, huye mientras puedas. – Dijo Severus Snape haciéndolo recapacitar.
- No!!!! – Gritó Evan soltando a Tara quien corrió a los brazos de Snape, fueron rápidamente a la habitación y los dos niños estaban asustados en la cama.
- Vamonos de aquí. – Dijo Tara abrazando a sus hijos y cargándolos ella sola, a pesar de que ella fuera bajita y delgada. – Penélope, Edward cierren sus ojos.
Snape llevó a Tara fuera de la casa y en efectivo, los aurores estaban llegando. Luego de correr hacia una colina cercana. Un rayo verde se reflejó desde lejos.
- Mamá, ¿Qué fue esa luz verde? – Dijo Edward.
- Nada Ed, Nada… - Dijo Tara corriendo con sus hijos. Al llegar a un lugar seguro Snape se detuvo.
- Lo siento. Yo también soy uno de ellos. No soy bueno, pero me la debías. – Dijo Snape. – Odio tener deudas con alguien.
- ¿Dónde está Evan? – Tara estaba nerviosa y temblaba.
- Posiblemente esté muerto. No tengas esperanzas… - Dijo Snape desapareciendo.
- No, puede ser! – Tara abrazó a sus dos hijos y lloró amargamente. – Cuanto te amé Evan, nunca me entendiste, nunca te entendía. Pero te amé demasiado!
Muere seguidor de El-que-no-debe-ser-nombrado en manos de Alastor Moody
Anoche se presentó un incidente en la casa de los Clearwater. Uno de los seguidores del Señor Oscuro, conocido como Evan Rosier, atacó y amenazó a la familia Clearwater. Atacó abiertamente a Paul Clearwater y detuvo a Tara Clearwater. Causando terror a dos niños pequeños. Tara Clearwater logró huir con sus dos hijos. Rosier fue capturado por el auror Alastor Moody y su comisión anti-tenebrosa. Rosier de 23 años de edad, murió luchando por su vida, causándole heridas en el rostro a Moody, pero finalmente el auror se vio obligado a acabar con la vida del mortífago. Moody nos dice: "Ese Rosier se llevó parte de mi nariz. Estaba completamente loco para intentar atacar abiertamente así, es una lástima que no tenga que ir a Azkaban."
- Esto no es justo. ¿Por qué Evan iba a atacar a Tara y a sus propios hijos? – Dijo Florence arrojando el Profeta en la mañana siguiente en el salón Principal.
- Mi Preciosa, el mayor engaño de un hombre es hacerle creer que tiene esperanzas – Dijo Malfoy. – ¿Querías que la historia de Tara y Rosier fuera diferente y tuviera final feliz? Pero no fue así. No sigas creyendo en las historias de amor, el amor no existe.
- Nadie pidió tu opinión. – Dijo Florence pero fue interrumpida con la llegada de Narcissa Malfoy que sujetaba a un bebé entre sabanas verdes.
- Lucius, he traído a Draco para que el Señor Oscuro lo vea. Lo consagrará como otro seguidor más de su legado.
- Felicidades Narcissa, un varón llamado Draco.- Dijo Florence con sarcasmo mirando a Lucius.
- Dragón, fue una idea brillante de Lucius – Sonrió Narcissa observando al pequeño. - ¿Deseas cargarlo?
- No tengo problema – Florence se acercó y vio a un bebé, era demasiado chiquito e indefenso. Lo tomó en sus brazos sintiéndolo liviano y acogedor. Era pálido, nariz puntiaguda, rubio como el sol y cuando abrió los ojos descubrió un par de ojos grises normales, sin nada que temer y cálidos, sus mejillas eran rosadas contrastando con la cara blanca. – Es Hermoso tu hijo Narcissa. Es una lástima que esté destinado al dolor.
- No lo está. Será un chico diferente. Irá a Hogwarts, mantendrá el orgullo familiar y me dará nietos. ¿No es así Lucius? – Dijo Narcissa buscando apoyo.
- Yo lo enviaré a Drumstang, dan prioridad a las artes oscuras y su estudio profundo. – Dijo Lucius de mala gana.
- Lucius, la vida no es solo artes oscuras. No enviarás a Draco tan lejos de mi, es mi hijo también. – Narcissa le reclamó.
- ¿Qué sabes tu mujer?
- Bien Familia Feliz, los dejo. Debo hacer algunas cosas. – Florence se ausentó, debía irse de allí.
Que mala suerte que no todos supieran valorar a sus hijos, ella había perdido uno y estaba obligada a vivir lejos de su única hija. La pequeña Ariadne tenía 3 años cumplidos y ya sabía hacer muchas cosas normales. No se mostraba como una chica extraordinaria, a simple vista era una niña normal. Florence iba cada vez que podía en secreto, sin decirle a nadie, sin levantar sospechas. Una noche estaba desahogándose físicamente con Snape y en esa mañana estaba compartiendo con su hija, viéndola y preguntándose cuando la volvería a ver.
Florence buscaba fotos de cuando ella era pequeña, no tenía muchas pero en particular había una donde aparecía en brazos de su madre Janice y notaba su parecido físico con Ariadne, eran casi idénticas con notables excepciones, Ariadne no tenía el cabello tan oscuro y sus ojos eran negros en vez de grises. Algo en la mirada de la niña delataba a su padre verdadero pero lo agregaba hermosura a su cara. Florence veía a la niña y se veía a ella misma. No quería que ella pasase lo mismo que había pasado ella, estaba recelosa con respecto al destino de su hija. Para evitar cualquier accidente le iba a impedir que aprendiese magia, la iba a hacer pasar por una muggle, la iba a esconder en un mundo donde sería muy difícil para Lord Voldemort poder encontrar: el mundo de los muggles.
- Ariadne es muy inteligente, también manifiesta mucho cariño. Pero es algo retraída y solitaria. – Dijo Charlie hablando con Florence en su jardín.
- Lo se. Es mejor que sea así. Quizás con el tiempo cambie. Yo también era solitaria pero por otro motivo.
- Si, quizás cuando crezca se vuelva más habladora y extrovertida. La adolescencia le puede afectar. Pero tu… ¿cómo te sientes?
- Bien Charlie, estoy bien en términos normales. Hay una profecía que habla sobre el señor Oscuro y quisiera averiguar más sobre ello, quizás esté la clave para destruirlo… si de alguna manera yo pudiera contribuir a ello.
- Si el que-no-debe-ser-nombrado cayese ¿Qué harías tu?
- Regresaría con mi hija, aunque la felicidad no duraría mucho… me harán pagar por mis crímenes, me tienen reservada una celda en Azkaban desde que asesiné a John Potter y a su esposa. – Decía Florence en tono de lamento. – Todas las cosas que me han sucedido me han ayudado a ver las cosas más claras y madurar. Pero eso no hace que deje de ser doloroso…
- Veo que aparte de la niña, hay algo mas que te preocupa. ¿Qué es?
- Muchas cosas Charlie. Amo demasiado a Ariadne, quiero alejarla de todo esto. Lo mejor que puedo hacerle a Ariadne es mantenerme alejada de ella aunque quisiera poder abrazarla todos los días…
- No, ella te necesita demasiado. – Dijo Charlie tomando su mano. – Ariadne te necesita cerca de ti. Joseph y yo crecimos sin madre, nos hizo mucha falta.
- Quisiera borrar el pasado y arreglar el futuro a mi manera… - Dijo Florence – Pero de nada sirve lamentarme sino voy a hacer nada por luchar.
- Florence, ¿qué harás cuando Ariadne quiera saber la verdad? ¿Qué pasará el día que se entere de la verdad?
- Ese será un día oscuro. – Dijo Florence mirando el horizonte, el sol se estaba ocultando. La noche pronto llegaría. – Puedo sentir la vergüenza que sentirá de tener una madre asesina como yo, y un padre oscuro como el que… - Dio un suspiro y se levantó. – No le hablarás jamás de su padre.
Aquella tarde de Mayo, era algo nostálgico, una profecía inminente, el mundo mágico estaba consternado. Pero Florence solo pensaba en ella, nadie más lo hubiese hecho, pensaba en su existencia y su accidentada vida, había tantas cosas que recordar y que aun producían dolor. Otros recuerdos producían que en su cara apareciese una sonrisa, pero luego se acordaba de cómo había terminado. Se acordaba de tantas cosas en su recuerdo al Castillo, a esa prisión esclavizante, pero antes estaba vestida de muggle en un bus y observó la calle donde estaba cruzando. La calle donde había vivido Eileen, sin pensarlo más se bajó y se acercó a la casa.
Había pasado mucho tiempo, la última vez que estuvo ahí era cuando tenía 15 años y ahora tenía 23, se acercó a la casa y observó a una familia dentro, estaban cenando. No sería prudente tocar la puerta, recordaba que aunque tuviera apariencia muggle, su cara le recordaría a cualquier mago quien era ella, se arrepintió de haber querido ser exhibicionista en asesinar gente y hacer sus fechorías sin mascara como los demás mortífagos. Era una leyenda si, pero en vano, una leyenda sin libertad, una leyenda para mal…
Dentro de la casa, estaba una cara conocida, era Lawrence Jordan, el hermano mayor de Eileen, estaba junto a su esposa y su pequeño.
- Lee!!! No arrojes comida. – Dijo la mujer al pequeño. – Lawrence amor, si estuviera viva, estaría cumpliendo años…
- Si, lo se… demasiado doloroso. No todo el mundo pierde a su madre y a su hermana el mismo año. No se que pensar, tanto tiempo… si Eileen hubiese vivido mas tiempo quizás ahora todo fuera diferente.
- Es terrible. Te aseguro a que su amiga Harrington tuvo algo que ver. Esa mujer ha mostrado su verdadera cara, mira como tiene a la gente atemorizada al igual que Tu-ya-sabes-quien. Todos los días salgo con miedo Lawrence.
- No creo que Florence haya tenido que ver… ella era una chica… excelente.
- ¿Excelente?
- Yo solo la juzgo por lo que conocí de ella. Lee! Deja de arrojar la tortilla…
- Lee Jordan! – Dijo la mujer de color algo irritada – No se porque eres tan revoltoso.
Tuvo que irse rápido de allí antes que la notaran, no quería enfrentarse con nadie ni defenderse. No tenia argumentos para hacerlo, estaba sola y pensaba en Eileen. Pensaba que algún lugar un hombre asesino dormía tranquilo luego de haber destruido la vida de mucha gente, su nombre Francois Spencer. Los seguidores de Voldemort podían ser tan poco misericordiosos como él mismo. Sino que lo diga ella misma. Iba caminando por la calle mientras oscurecía y tomaba el camino de regreso, pero alguien la detuvo.
- Florence! – Era la voz desolada de Tara Ustinov – Quiero que te acerques un momento.
- Tara, ¿Qué haces aquí? – Florence observó a su ex compañera de Slytherin, estaba con cara demacrada y los ojos hinchados de tanto llorar.
- Necesitaba hablar contigo… en privado. – Dijo Tara señalándole un lado oscuro en el camino.
- ¿Qué ocurre?
- ¿Por qué asesinaron a Evan? – Tara temblaba y se notaba incluso en la oscuridad.
- Quieres la verdad… te la daré. – Dijo Florence mirándola. – Lo asesinaron por ti. Lord Voldemort no concibe el amor entre sus mortífagos.
- ¿yo?
- Evan te amaba, era un chico malo. Pero te amaba… y eso no le gustó a Lord Voldemort. – Dijo Florence.
- Fue mi culpa, Evan que te hice…
- No te culpes! – Dijo Florence. – El luchó por ese amor… no temió a la muerte y… – Florence se había dado cuenta de lo que había dicho.
- Y ahora estoy sola, Paul se enteró de la verdad y no está muy contento. El sabía que los hijos eran de Evan, pero no sabía que aun yo lo amaba. No pude negarlo… estoy en problemas ahora. – Dijo Tara sentada en las raíces de un árbol lejos del camino, Florence la observaba de pie.
- Yo… no estoy segura si soy humana. – Dijo Florence sentándose y apoyando sus manos en la hierba. – Solo se que soy una cobarde y le tuve miedo a perder lo que mas quise. Solo se que estoy sola…
- ¿Qué te sucedió a ti? ¿Y Snape?
- Snape y yo no somos más que un recuerdo borrado. Lord Voldemort nos quería separados y lo logró, no existe amor entre nosotros. No lo habrá…
- es imposible. – Dijo Tara. – Se que no estas acostumbrada a oír consejos míos pero, el amor no puede morir así de fácil…
- ¿Así de fácil? – Florence le replicó – Perder a un hijo, sangrar hasta morir, ser perseguida, violentada y abusada. Haber sido manipulada y usada para un experimento que involucra mis sentimientos maternales. Quisiera verle el lado fácil a pasar todo eso y aun vivir para el amor.
- Florence… - Tara se secaba las lágrimas. – Oh Florence, cuanto lo siento.
- No, no lo sientes. No sabes lo que es vivir en mi piel, no sabes lo que ha sido ser yo misma todos estos años… - Gritó Florence. – Rechazada por mi familia, guiada hacia la oscuridad, vivir en desamor, sangrar hasta morir. Vivir para que la historia no se repita con mi única hija.
- Florence… - Tara estaba en un rincón asustada.
- Disculpa, nunca había tenido que decirlo. Pero duele… - Dijo Florence secándose un par de lágrimas. – Estoy cansada de estar aquí.
- No eres la única… - Dijo Tara mostrando sus brazos con moretones. – Irónicamente se mas de artes oscuras que cuando estaba en Hogwarts, debo saber defenderme y mas ahora…
- ¿Para que querías verme? – Preguntó Florence mas calmada.
- Quisiera pedirte un favor inmenso… lo hago por que paso necesidades económicas. Paul me ha abandonado, pero solo me da lo justo.
- ¿Le pides dinero a una asesina? – Florence sonrió tristemente
- No te pido dinero, te pido una autorización. Quisiera escribir un libro sobre… Fiorencia y necesito tu autorización.
- Yo no soy Fiorencia, no necesitas mi autorización…
- Quiero basar mi libro en algo real… tu vida. – Dijo Tara por lo bajo.
- Por favor Tara. ¿Quieres vender a los magos la vida detallada de una mortífaga? ¿Quién quisiera conocer mi vida? Solo quieren conocer mi muerte… - Dijo Florence.
- No, no hace falta decir quien eres… no incluiré esa parte de tu vida si gustas. – Dijo Tara tímida. – Me interesan tus años en Hogwarts, tu perspectiva y tus…
- Tara… no creo que…
- La editorial me ha dado un chance, sino me botan y regresaré a trabajar con Rita Skeeter… - Dijo Tara temblando.
- ¿Quieres conocer mi vida?
- Si, para escribirla…
- Será muy largo, pero no usarás mi nombre jamás. Te autorizo a que lo publiques. – Dijo Florence. – No me importaría que escribieses en realidad…
- Quiero la verdad. – Dijo Tara levantándose.
- Tendrás la verdad, te llegará por Lechuza. Será bastante largo, dame tiempo… - Florence se levantó dispuesta a irse.
- Florence espera… - Dijo Tara, Florence volteo a verla. – Yo creo en ti, espero que todo termine algún día y puedas ser…
- ¿Libre?
- Si, algún día serás libre y nos reiremos de todo esto. – Dijo Tara tratando de convencerse Florence la miró por un instante y desapareció.
El camino a casa fue diferente, llegó a su habitación algo cansada. Se deshizo de sus ropas muggle y se sentó frente a una mesa, tomando un pergamino y una pluma con tinta, le iba a tomar mucho tiempo escribir su propia vida en pergamino… antes de empezar observó el profeta. Había una noticia menos importante que el asesinato de Evan Rosier, era en la parte de Sociales del Profeta…
La Familia Potter espera el nacimiento de su primogénito
Ayer se hizo una fiesta en la mansión de los Potter donde la joven pareja anuncio que esperan la llegada de su hijo varón para principios de Agosto. James Potter, hijo del fallecido y celebre John Potter, declaró en exclusiva que: "Aun no sabemos si será niño o niña, pero sabemos que será muy querido por nosotros". La Madre del futuro niño compartió muy sonriente unas palabras: "Si es niña le pondremos Eileen en honor a una compañera fallecida en Hogwarts". A la reunión asistieron varios amigos de la familia, incluyendo a Sirius Black y Remus Lupin grandes amigos de la escuela de la pareja Potter, Gabrielle Simons prometida de Remus Lupin, Fran y Alice Longbottom quienes también esperan un hijo, Peter Pettigrew, Mundungus Fletcher, Felicia Atkood quien salio de reposo de San Mungo por el resultado de una maldición, entre otros invitados distinguidos…
- Vaya. ¿El celebre John Potter? – Florence repitió por lo bajo. – Que casi me asesina célebremente. Estos sujetos solo andan en la pagina de sociedad… y yo pensando como sobrellevar mis problemas.
- Ni tanto. – Dijo Severus Snape por detrás - La semana pasada aparecieron de protagonistas en el ataque del Señor Oscuro, casi se los llevan al otro lado. Escaparon de milagro… ya es la tercera vez que escapan en tantos años.
- Snape, estás aquí. – Dijo Florence iluminando su rostro.
- Hasta un hombre empobrecido por las artes oscuras como yo, necesita relajarse de vez en cuando… - Dijo Snape con una mirada rígida.
- No puedo. Debo escribir algo.
- ¿Escribir? Podrás escribir lo que quieras luego…
- Hoy no, necesito terminar… mi vida. – Dijo Florence. – Debo escribir mi vida.
- Creo que a la final Catterpole tenía razón… caerías en el mundo de la perversión, la oscuridad y la lujuria.
- No se si creer en las predicciones… no se, solo estoy aquí, eso es suficiente por ahora.- Dijo Florence apagando la luz…
***
- Necesito asesinar a ese niño – Dijo Lord Voldemort – Sino consigo esa profecía entonces más fácil será acabar…
- Señor, no sabemos quien sea ese niño. – Dijo Bellatrix.
- Repítelo Gonawiene…
- Solo pude escuchar hasta la mitad. "El único con el poder para vencer al Señor Oscuro se acerca. . . nacido de aquellos que lo han burlado tres veces, nacerá mientras el séptimo mes este muriendo. ."
- Nacerá cuando el séptimo mes muera – Repitió Voldemort.- Debe nacer a finales de Julio… ¿Quién será ese niño?
- No sabemos, pero yo misma lo mataría si ese niño fuera a destruirle en el futuro… - Dijo Bellatrix
- Hay dos familias de magos que esperan un hijo en fechas cercanas. – Dijo un chico joven y rubio, su nombre era Barty Crouch Jr.. – Longbottom y los Potter. Recomiendo asesinar a los dos pequeños y luego…
- No, lo haré yo mismo. No puedo confiar en ustedes. Si son leales a mí, pero ciertamente a veces no llevan a cabo mis planes tal como lo deseo. Es mi oportunidad, no quiero que nada salga mal. Si quieres algo bien hecho, debes hacerlo tu mismo…
- Las únicas veces que nuestros planes salen mal es por culpa de Harrington. – Chilló Bellatrix. – Ella es un estorbo…
- No lo es. Ella tiene algo que yo quiero, mientras no averigüe más sobre el paradero de mi heredera no puedo tocar a la madre… Gonawiene, dice que la niña está protegida pero no está tan lejos de lo que pensamos.
- Mi señor, ¿y si algo sale mal? – Preguntó Lestrange.
- Nada puede salir mal. Todos me temen, el Señor de la Oscuridad no fallará hasta acabar con la amenaza que le impida ascender al poder…
- ¿Intentará asesinar al hijo de los Longbottom y los Potters? – Preguntó Bellatrix. – Están bien custodiados, no se dejarán atrapar fácilmente…
- Ya buscaré a alguien que me haga el favor de llevarme a ellos. – Dijo Voldemort rugiendo. – Además si algo saliese mal, he hecho demasiados experimentos, quizás no sea tan mortal como todos piensan…
- Mi Señor usted vivirá por toda la eternidad. – Bellatrix cayó a sus pies y Rodolphus Lestrange hizo una mueca de exaltación.
***
- ¿Qué hace usted aquí? – Preguntó Florence al ver entrar a la vieja Gonawiene a sui pieza.
- Sabes muy bien que es lo que pasa… sabes lo que va a ocurrir. No es recomendable que te metas en el camino del Señor Oscuro. No eres fiel a él, lo percibo.
- Una profecía le ha roto la cabeza todo este tiempo. Yo le profetizo una muerte lenta y dolorosa sino me deja en paz.
- Riddle está ciego con respecto a usted. Usted se ha tornado muy peligrosa, oculta a su heredero, no colabora con sus planes… el necesita ponerla a prueba.
- ¿Si? ¿De que forma? – Florence no le prestaba importancia.
- Seguro la mandará a asesinar a ese espía de Dumbledore… su nombre es Severus Snape. Ah… cuando se entere. – Dijo Gonawiene en tono de satisfacción.
- ¿Snape? – Florence quedó asombrada. - ¿Es espía de Dumbledore?
- Usted lo sabe. De una forma morbosa usted también colabora con él… usted está atrapada, no durará tiempo. Si quiere ser perdonada deberá…
- La única manera en que yo colaboro con Snape, es haciéndole olvidar un día duro con nuestros encuentros. No se de que voy a ser perdonada…
- ¿Dónde está la niña? – Gonawiene avanzó pero se detuvo debido a un escudo invisible…
- Menos mal que llevo el medallón. Así me protejo de sus artimañas. Ninguno de ustedes tendrá a la niña jamás… No le harán daño.
- No seas tonta, algún día vendrá hacia nosotros. Queremos hacértelo fácil por ahora… danos a la niña y podrás desertar junto al espía traidor de Snape.
- ¿Desertar? Yo no hago tratos con gente engañosa como usted. Además, ¿Por qué no le ha dicho a Voldemort que Snape es espía? Yo no deseo desertar
- Iba a decírselo hoy mismo… a menos que usted me lo impida. – Dijo Gonawiene sonriendo.
- Ah… piensa que la voy a detener. Me importa en lo absoluto que haga con Snape, nuestra relación no tiene que ver con amor, lealtad o ser aliados. Simplemente somos un refugio, un escape a nuestras vidas…
- Yo también fui joven. Lord Grindelwald me ofreció todo. Un Lord le ofrece todo a su amante. Pero con el pasar de los años las cosas se enfrían… las ambiciones crecen. Yo era como usted… obviamente no puedes escaparte de tu destino. Harías lo que fuera por salvar a Severus Snape.
- Sabe, no me gusta su conversación. – Dijo Rudamente Florence – Especialmente porque no se ni siquiera de que está hablando… y déjese de tonterías no pienso asesinarla. Váyase de aquí.
- Me pregunto que pasará si yo intento asesinarte a ti. – Dijo Gonawiene con su rostro horroroso al aire.
- Supongo que ocurriría un Jaque Mate. Sin mi, el Señor Oscuro habrá perdido su segundo plan, y cualquier contacto con la heredera que dice tener. Si usted intenta asesinarme, puede que esté firmando su sentencia de muerte… yo soy más valiosa que usted.
- ¡No es así! Riddle me necesita…
- Oicnelis Onrete – Lanzó Florence riéndose macabramente y la anciana cayó al suelo sujetándose la garganta y quedó muda. – Sabía que el Señor Oscuro me tendería una trampa. Penetrar en tu mente es fácil Gonawiene "la Grandiosa", el trato era que si yo te asesinaba por sentirme acorralada, esa era la señal de que estoy traicionando a Lord Voldemort, si simplemente nada ocurría era porque eran imaginaciones tuyas y yo no soy la traidora. Pero decidí maldecirte de una manera inteligente, no vas a morir Gonawiene Trelawney, simplemente mantendrás silencio… Hablarás solo lo que me convenga. Con esto queda comprobado que la muerte no es lo único…
- ¿Crees que has ganado? Veras, yo puedo ver el futuro…
- ¿Usted me va a decir una predicción para condicionar mi futuro a sus creencias…?
- Falta poco y usted lo sabe. Tarde o temprano sucederá…
- Falta poco Gonawiene. – Florence la hizo retroceder. – Falta poco para ser libre…
- Si serás libre Florence Harrington, tan libre que no te lo imaginas… pero no has ganado, no vas a ganar.
- No creo en videntes, es una farsa…
Fin del capitulo
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Bueno, quería decirles que falta poco para el final… o bueno, eso creo yo. ¿Quieren un final feliz? Me lo supongo, yo también quiero un final feliz. Veremos como me rinde escribir el final… el que viene no será el ultimo. Por cierto ¿alguien ha visto el nuevo video de Evanescence de My Inmortal? Casi muero, la vocalista Amy Lee me asombró, su maquillaje y peinado, asi me imagino a Florence en esta ultima parte, pero no exactamente así o algo así… aunque cada uno se la imagina como quiere. Curiosamente esa canción tiene que ver algo con la historia(que conste que yo tenia planeado antes de escuchar a ese grupo…). Ahora mis comentarios hacia ustedes…
Nocrala: Hola me alegra saber que estás leyendo la historia. ¿Piensas que esta noche tendrá alguna consecuencia? Em… me gustan los lectores inteligentes como tu. ^^ Bueno, ese hijo perdido… necesitarás seguir leyendo para saber si es verdad. No te preocupes, lo actualizo semanalmente, casi todos los viernes. Aunque si me da chance lo actualizo mucho más rapido!
BlazeVein: Oh… si, de eso se trata. Se aman y se engañan con que se odian y toda esa palabrería, a veces los seres humanos nos comportamos así. ¿Tu crees que aun hay esperanza? Me da risa porque cuando me hacen una pregunta yo regreso la misma pregunta. Nunca afirmo hasta que lo plasmo en la historia. Florence está por conocer diversos caminos, no te preocupes por Spencer lo tengo bien pensado aunque no lo creas.
Malu Snape Rickman: Jajajaja, sabía que te iba a gustar ese reencuentro… la intención es que te asombres. Aunque no se si este capi fue algo aburrido, no se… luego de la calma viene la tormenta, o es al revés? Aquí está el otro capitulo! Y si, tambien vi el trailer, ver a Snape me inspiró para escribir mas del proximo capitulo…
