Holas, aquí otro capitulo. Estoy demasiado feliz, ya termine mis estudios… podré dedicarle tiempo a mis fics, tengo varios pendientes… el final de este, el principio de otros dos nuevos que pienso escribir. El fic de las Mary Sues y el de Total Hogwarts Live, al fin me va a rendir el tiempo. Como lo prometí aquí está el capitulo 29, el penúltimo… me alcanzó justo para 30 capítulos, y al final prometo un pequeño epilogo y mis comentarios personales. Aun falta una semana para ello… aquí está sin más preámbulos…

Capitulo 29 La nueva profecía

- ¿Viste las noticias? – Preguntó Narcissa en el almuerzo sobre una mesa.

- No, estoy ocupada. – Dijo Florence leyendo un pergamino.

- Es sobre el hijo de James y Lily, es un varón. Su nombre es Harry y… es igual al padre atractivo. Solo que se mezcló con esa asquerosa sangre sucia. – Decía Narcissa leyendo el Profeta y cargando a Draco en sus brazos quien balbuceaba y cantaba.

- A ver… - Florence vio la página central y descubrió a James Potter sonriendo junto a Lily Evans, tenían a un pequeño bebé sano y hermoso entre sus manos de unos meses de edad. Era un bebe de cabello negro y a pesar de que la pagina del periódico estaba en blanco y negro podía ver que los ojos del niño eran iguales a los de su madre: verdes. Era una familia feliz, y Florence se dio cuenta de que eso era exactamente lo que no tenía. Ver aquella foto le causó gran impresión, quedó paralizada y no sabía como reaccionar.

            Estaba reflejándose en aquella chica pelirroja que saludaba, estaba reflejando a su hijo muerto en aquel niño llamado Harry, incluso a Snape lo reflejaba en el lugar de James… era una familia perfecta, justo lo que ella había querido siempre. Pero en su corazón el calor volvió a sentirse, su reacción fue distinta a la de otras veces, ya no era la venganza lo que predominaba en su pensamiento, no envidiaba aquella familia joven. Se sentía identificada con lo que pudo haber tenido. Había odiado a Potter por hacerle la vida imposible a Snape, pero aquella vez se daba cuenta que tan humana era… no quería que nada le pasase al niño de la foto, la había conmovido

- Este chico Harry. – Dijo Florence con mirada desorbitada – Podemos esperar grandes cosas

- No lo creo, es muy chiquito para tener pocos meses. Apenas Draco es un poquito más grande que él y Draco es relativamente pequeño. – Dijo Narcissa ruborizándose. – Ese Harry Potter es un mala sangre, tiene en sus venas sangre de muggle, no se puede esperar algo grandioso de él.

- Narcissa, yo me siento… - Florence no supo como terminar.

- Eres extraña. Me caes bien, no entiendo porque Bellatrix no te soporta… - Dijo Narcissa levantándose mientras el pequeño Draco lloraba en sus brazos. Florence observó extrañada a la rubia Narcissa y volvió a ver la foto de James, Lily y Harry. Aquel niño no era el hijo de los Potter, aquel niño era su propio hijo.

- Voy a asesinar a esos niños. – Escuchaba la voz distante de Voldemort en su cabeza. Recordaba el dolor de enterarse de que había perdido todo, se había prometido que no volvería a pasar. Miró a Lily, sea como fuese… ¿cómo se sentiría Lily si Voldemort asesinaba a Harry? Un dolor de madre inmenso, tan inmenso como el que sintió ella. No quería que pasara nada, ninguna otra mujer tenía derecho a sentir ese dolor. Ni siquiera Evans, Evans no le había hecho nada nunca y ella sabía que la muerte de su hijo era irrenunciable, Voldemort se lo había propuesto e iba a lograrlo.

            Dentro de ella algo cambió, algo le había hecho volver a sentir. Recordaba la última vez que había sido completamente feliz, esta vez no era un recuerdo. Era algo real. Cerraba los ojos y se veía en frente de su vida realizada y completa, la brisa fresca la pegaba en las mejillas y unos prados que se extendían hasta el infinito le daban la bienvenida.

- Algo se acerca, algo hace estremecer a los árboles. Estoy aquí para cumplir mi misión, ahora se cual es… - Dijo Florence mirando a través de la ventana de su habitación. No podía existir el odio en su corazón, algo había purificado su alma. Algo sobrenatural, quizás que tuviera que ver con el medallón, respiraba y no se sentía asfixiada. Volvía a abrir los ojos y la oscuridad volvía, ninguna madre merecía sufrir la perdida de su hijo… nadie merecía el mismo dolor que ella había vivido. Se horrorizaba al pensar todo lo que había hecho en el pasado.

- ¿en que me he convertido? No puedo creer… soy inocente. – Florence se sentó en el piso, apoyando su cabeza en la pared. Los latidos de su corazón iban más lentos y calmados mientras sus ojos estaban perdidos en el recuerdo de sus memorias más antiguas. – ¿Por qué todo cambia? Que dolor regresar al pasado – Quedó callada y reaccionó con una mirada perdida -… Soy apenas una niña de once años que acaba de iniciar en Hogwarts. Papá espero que estés orgulloso, quedé en Slytherin. – Florence hablaba sola pero sabía que significaba aquello - Papá ¿Por qué no te sientes feliz conmigo? ¿Papá porque te alejas?, ¿Por qué me niegas?, ¿Papá porque te avergüenzo? Soy solo una niña de 11 años, soy una inocente criatura. Papá salvame por favor. ¿Por qué no me vienes a salvar? ¿Por qué me golpeas? ¿Por qué no me amas como yo te he amado también? Papá, soy tan solo una niña…

            Florence volteó y cayo al piso, miraba el techo mientras sentía su garganta seca y sus ojos mojados. Su cabello azabache estaba esparcido y sus brazos extendidos.

- No entiendo a Papá. Madre ¿qué es lo que tanto repudia de mi? ¿Qué he hecho mal? ¿Por qué ya no me quiere? Papá no me presta atención más. Prefiere sus negocios con el Ministro y cuidar su fortuna. Mamá haz algo, Mamá tengo miedo de lo que pueda pasar. Me siento desprotegida, Mamá, en Hogwarts todos me hacen la vida imposible. Mamá, no tengo con quien hablar… Necesito unos brazos en quien sostenerme, necesito unos labios que me enseñen el amor, necesito alguien en quien confiar. ¿No ven? Tan solo tengo 11 años y ustedes me han hecho todo ese daño. No Papá, eso no se le hace a tu hija… Papá ¿Por qué nunca me quisiste? ¿Hice algo mal? ¿Por qué volteas?

- No hiciste nada mal. – Severus Snape estaba sentado en la cama sin moverse. – Simplemente fuiste diferente y te preocupaste demasiado. Tuviste la mala suerte de conocerme y oír mis consejos. Tuviste la mala suerte de caer en mis brazos, tuviste la mala suerte de enamorarte de mí. Tuve la mala suerte de creer en ti.

- Severus. – Florence repitió por lo bajo. Era la primera vez que lo llamaba por su nombre en mucho tiempo. – Severus… Lo siento. Lo hice todo mal…

- No fue tu culpa… - Snape la seguía viendo.

- ¿Por qué me hicieron esto?

- A veces la gente es hiriente sin darse cuenta. A veces la gente no le importa sus hijos, a veces la gente que merece tener hijos no los tiene y la gente que no los merece no los sabe aprovechar…

- Necesito volver.

- Ya estás aquí…

- Necesito respirar, necesito vivir… Esto no seguirá así.

- Acércate y dime una mentira para olvidar lo que he vivido hoy. – Dijo Snape bajando la mirada lentamente. Florence no se movió, y Snape se acercó a ella, la miraba desde arriba y Florence notaba la túnica negra de Snape.

- Dime una mentira para justificar lo que hacemos, dime una sola mentira…

- Te deseo Severus. – Florence se sujetó a él y el cedió rápidamente, iba a desvestirla. – Te deseo, te deseo tanto. Te deseo porque te amo.

- Tantas mentiras juntas me hacen pensar. Una mentira no está mal de vez en cuando. – Dijo Snape acariciándola mientras empezaba a besarla en el piso.

- Hazme creer toda esta noche. No se si mañana lo pueda hacer, hazlo como si fuera la ultima vez… - Dijo Florence entregándose a la pasión mientras una sucesión de imágenes pasaba por su cabeza. – Dime tú ahora una mentira para olvidarlo todo.

- Te amo Florence. – Snape se la comía viva, no la dejaba ir; pero sospecho que en esas mentiras mutuas se escondía una verdad.

***

- Es mejor usar el encantamiento Fidelio para protegerte James. – Dijo Sirius Black golpeando una mesa. – No es ningún secreto que tanto tu como Frank están en peligro. Más aun Harry…

- Lo se Sirius. Debo asegurarme que a Harry no le ocurra nada. ¿Sabes una cosa? Toda mi vida he sido un idiota.

- No seas duro contigo mismo.

- Pero Sirius… cuando vi a Harry por primera vez, todo cambió para mi. Mirar a ese niño igual a mi.

- Te apuesto a que todas las chicas en el colegio morirán por él…

- No sabes la sensación de ver a tu esposa sonriendo mientras carga a tu único hijo. Harry, cuanto amo a Harry… es mi ilusión.

- ¿Entonces?

- Harry tendrá lo mejor de lo mejor. Harry James Potter será el mejor que se haya visto en mucho tiempo. Debo velar por su bienestar.

- Lo supongo. – Sirius sonrio por un momento.

- Sirius, ¿a ti no te hubiera gustado tener un hijo?

- No… soy algo olvidadizo. No sabría criarlo, lo pasearía en moto y que desastre resultaría…

- Yo también pensaba que sería un desastre. Pero ser padre, es como ser auror… Grandes responsabilidades a las que te adaptas poco a poco, hasta ahora me ha resultado genial.

- Cornamenta, no se si me captas. Pero creo que nunca conseguiré a la madre ideal. Así que usaré a tu hijo como si fuera mi hijo. ¡Por algo es mi ahijado!

- Claro que si, Sirius. Además, en caso de que algo me pasara…

- No hables así James, nada te va a pasar. Si quieres me convierto en tu nuevo guardián secreto así jamás te descubren, moriría antes de entregarte.

- ¡Claro que si!

- Hola a todos. – Lily Evans irrumpía en el salón y entraba sonriente con un bebé en los brazos, un bebé de cabello negro azabache y ojos verdes.

- Lily, llegaste. Harry… ¿Cómo anda mi campeón? – James sujetó al niño y empezó a consentirlo. Sirius se quedó mirando nostálgico.

- James, Remus vendrá a cenar esta noche… - Dijo Lily mientras saludaba a Sirius con un abrazo. – Me lo encontré hace un momento.

- Me parece bien. ¿Te parece bien si hechizamos el árbol de Navidad hoy?

- Yo podría ayudar. – Dijo Sirius riéndose como un niño. – Además Harry y yo podemos pasar un rato agradable ¿no?

            El bebé lo miró sonriendo mientras su padrino le hacia muecas para entretenerlo.

- Ustedes parecen 2 niños más. No creo que Harry pueda acompañarnos, el necesita dormir su siesta ahora.

- Lily, tu hermana Petunia envió una carta…

- ¿Qué dijo?

- Que se yo, apenas la recibí la queme en la chimenea. Ella te odia, pudo haberte mandado una maldición.

- James, claro que no. Petunia no practica magia, además aunque tuviese magia no la usaría por miedo…

- Muggles, ¿quien los entiende? – Dijo Sirius – Sin ofender a tu familia Lily…

- No importa. Voy a preparar la cena.

- Oye, ¿tu hermana está casada? – Preguntó James.

- Si, es un muggle. Creo que es uno que vivía cerca del vecindario. ¿Recuerdas aquel verano en que le jugaste un truco al chico corpulento en mi casa?

- El viejo Vernon Dursley… no me lo creo. – Dijo James sonriéndose con Sirius.

- Recuerdo lo que me contaste. – Sirius estalló en risas. – Haberlo encerrado en el baño y hacer estallar el lavabo… es algo que no se olvida tan fácil.

- Mis padres nunca supieron. – Dijo Lily en tono de lamento.

- ¿Tu hermana no piensa tener hijos? – Preguntó Sirius curioso.

- De hecho tiene uno… es de la misma edad de Harry. Creo que se llama Dudley.

- Si es como el padre. Podríamos enseñar a Harry para que se divierta con el hijo de Vernon. – Dijo Sirius riéndose.

- Claro que no. Harry no va a ser un revoltoso como lo fueron ustedes. Mi hijo será un orgullo, además que espero que sea mas tranquilo que ustedes.

- Oh. Si Harry será tan sabelotodo como la madre, puedo imaginarlo como prefecto en Hogwarts. – Dijo James emocionado. – O cuando tenga su primera novia, yo le enseñaré de mi experiencia y hablaré cosas de hombre a hombre. – Dijo James guiñando un ojo.

- No sean bobos y ayúdenme a servir la mesa! – Dijo Lily exasperada.

- Que tiempos aquellos James, ¿recuerdas Hogwarts?

- Como olvidarlo… - Dijo James sonriéndole.

***

- El Señor Oscuro busca a los Potter y a los Longbottom, mi fuente segura me lo ha dicho. – Dijo Snape en la mesa con Dumbledore frente a él.

- Gracias por los riesgos que te tomas Severus…- Dijo Dumbledore sonriéndole. – Supongo que Florence…

- Debo irme, esta noche tengo una reunión. – Dijo Snape evitando el tema.

- Cuídate Hijo.

            Severus Snape, un hombre que había sido maltratado desde el primer día de su existencia. Algo incomprendido y solitario. Un gran informante para Dumbledore y un astuto espía entre los mortífagos. Si algún día llegaba a ser descubierto, su cabeza rodaría, si algún día llegara a admitir su amor, moriría sin remedio. Pero que vida… esto si no es vida, ¿qué sentido tiene vivir sin no es para el amor? ¿Luchar por al amor no tenía su recompensa. No, solo en los cuentos ficticios el amor triunfaba, se repetía Snape en la soledad de su hogar… el mar iba a predominar como un reinado diabólico y poderoso por mucho tiempo o eso creía… Había muchas cosas que el ignoraba y que de haber sabido las cosas hubieran sido un poco diferentes. El nunca tuvo la sospecha de que Florence hubiese tenido una hija, si se hubiera enterado no se lo hubiese creído. Tampoco tenía idea de la famosa profecía que involucraba a los hijos de los Potter y los Longbottom, ya Voldemort empezaba a sospechar de Snape como un espía potencial de Dumbledore, pero no tenía pruebas de ello… simplemente una corazonada de jefe.

            Por su parte Snape estaba viendo pasar sus días mientras se consumían en la mas tristes de las soledades, como humano estaba destrozado y solo tendría que luchar por mantenerse con vida si un propósito fijo… quizás uno, algo que su alma negaba a perder, el vago recuerdo de sus días felices con Florence y en cierta parte las artes oscuras. Tan oscuras, que se arraigaban a su alma, eran una adicción, un problema, algo que lo podría hacer perder el control, parte de su pasado y la realidad de su duro presente. Fuera de esto, Severus pensaba que todo por lo que había luchado toda su vida se desmoronaba, toda su vida había luchado por ser reconocido y aunque les costara admitirlo, buscaba el cariño de alguien. Todos los seres humanos buscamos amor, aunque quizás con el tiempo algunos se resignen a pasar solos el resto de su vida sin el calor de una caricia… Nadie sabía lo que era el dolor de morir luego de haber vivido tan intensamente como una vez vivió, aunque toda su vida fuese visto como alguien malo, solo el cielo sabía lo que había habido en su corazón.

            Florence Harrington, motivo de su muerte prematura. Tenerla cerca pero a la vez tan lejos, poseerla pero estar en la incertidumbre de si aquello era un sentimiento o simplemente una sensación. Tener la corazonada de que pudiera escurrírsele por las manos y desvanecerse. Aunque profesaba odiarla, tenía temor de no volverla a ver más nunca, temía perderse, temía morir. Estos eran sus demonios, su pasado, sus artes oscuras y la que una vez fuese su chica,

            Lejos de allí la situación no era muy diferente, Florence Harrington abría su alma y su corazón al pergamino que escribía, su vida. Escribía todo lo que le había pasado desde que había pisado Hogwarts. El único objetivo era hacerle el favor a Tara de escribirle su vida y hacer un libro. Pero sacar todos esos recuerdos no era nada placentero si se piensa en el dolor del pasado, pero resulta aun más doloroso pensar en la felicidad que tuviste y que ahora no tienes. Cerraba sus ojos y se negaba a dejar escapar lágrimas, seguía escribiendo cada palabra imprimiendo su vida, algo salía de ella hacia el papel… mágicamente o deliberadamente aquella era su vida, ignoraba que alguien fuese a interesarse, pero no tenía otro compromiso que escribir con honestidad. Su modo particular de ver la vida… al final de Hogwarts se daba cuenta de la forma tan inútil en que había caído, ¿la grandiosa Florence Harrington había caído en las sombras por casualidad o porque estuviera predestinado a ello? ¿Todo ese talento desperdiciado en una causa egoísta? Todos ignoraban todo lo que había pasado, no todos los adolescentes de 17 años se tenían que enfrentar al Señor de la Oscuridad y sus manipulaciones… Ella terminó de escribir y miraba por la ventana.

- Esto no está bien… Aun puedo hacer algo – Dijo Florence mirando las oscuras montañas, donde a lo lejos se veía el sol ocultándose.

"Estoy tan cansada de estar aquí,

Reprimida por mis miedos infantiles…"

- A veces desearía que esta pesadilla terminara. – Repetía Snape mirando por su ventana a muchos kilómetros de distancia. – Quisiera que me dejara en paz. Extirparte de mi, si te vas a ir, realmente debes irte…

"…y si tu te tienes que ir,

Yo espero que realmente te vayas

Porque tu presencia aun permanece aquí

y no me dejará solo…"

- Es increíble que haya pasado mas de un año… el tiempo es traicionero. Pese al tiempo, estas heridas no han sanado, hay cosas que el tiempo no puede borrar… - Florence terminaba de escribir en el pergamino.

"…Estas heridas no parecen sanar

Este dolor es muy real…"

Hay muchas cosas que el tiempo no puede borrar…"

- Recuerdo mi adolescencia… te dije que nunca lloraras, pero ahora el que llora por dentro soy yo. Calmé tus gritos y apagué tus temores. – Decía Snape pasando su mano por el marco de la ventana observando las casas cercanas.

"Cuando tu lloraste, yo limpié todas tus lágrimas

Cuando gritaste, yo luché en contra de tus temores…"

- Solo una vez me dijiste que yo había sido tu esperanza. Te salvé  muchas veces, pero a la final tuve tanto de ti que caí también ¿quién creería en mí como una esperanza? – Florence aun se repetía solitaria en su habitación.

"Yo he sostenido tu mano a través de todos estos años

Pero tú aun tienes todo de mi…"

- Pero no eres más que un pasado Florence… debo olvidarme de ti. Aunque no quiera, lo debo hacer. Me hago un bien… - Dijo Snape por lo bajo cerrando la ventana cayendo boca abajo a su cama.

"Yo he intentado difícilmente decirme que te he has ido

Pero pienso, que aun estás conmigo

He estado tan solo por mucho tiempo…"

- ¿Quién dice que lo mejor es el bien?…

***

- Harrington – La vieja Bruja Gonawiene venía con cara trastornada se acercaba cojeando.

- ¿Usted?, creo haber dicho las cosas claras… - Dijo Florence sacando su varita.

- Mátalo, es tu hora muchacha. Mátalo! – Gritaba Gonawiene.

- ¿A quien?

- Severus Snape, no es un sangre limpia… es mitad…

- Vampiro – Dijo Florence sonriendo de repente. – Siempre pensé que el Señor Oscuro quería alianza con tales criaturas malignas… no veo razón de matarlo.

- Mátalo! Sigue mi orden o moriré, y si muero El Señor Oscuro lo sabrá todo. Cuando yo muera, el Señor Oscuro reconocerá la señal de tu traición…

- No Gonawiene, no vas a morir. Vivirás, vivirás miserablemente… No seguiré tus órdenes.

- Snape no es sangre limpia, no merece seguir…

- Lord Voldemort no es tampoco un sangre limpia. Su padre era un maldito muggle… - Gritó Florence haciendo estremecer la sala.

- No es así!

- Si es así, su padre lo odiaba por ser un mago al igual que su esposa a la cual abandonó. – Decía Florence – Saveratus Snape era hijo de un vampiro…

- Mátalo! O si no… - Pero la vieja Gonawiene quedó en blanco sus ojos desorbitados cambiaron de dirección y quedó callada. Luego de un rato habló con una voz carrasposa y grave, no era ella. Parecía estar poseída. – "Nacida en el octavo mes, de penetrante mirada, fiera como un dragón, en ella reposará la clave para la derrota final. Madre e hija, hija y madre unidas hasta el momento de la derrota… "

- ¿Está usted loca? – Florence se asombró por tales palabras

- ¿ah…? Te he dicho que lo mates. – La vieja Gonawiene retomó su tono duro y seco.

- Usted. Usted… habló sobre la derrota.

- El Señor Oscuro te derrotará sino le obedeces…

- Usted, usted… – Florence sabía que ella no se había enterado de lo que había dicho momentos atrás. – Usted es una vidente… Gonawiene Trelawney, como su sobrina.

- No se de que habla… pero tienes que asesinarlo.

- En ella reposará la clave para la derrota final… ¿derrota final de quien?

- Es verdad, una predicción… ¿qué ha sido? ¿Qué ha sido?

- No lo sabrá nunca, no lo sabrá nunca… - Dijo Florence repitiéndoselo.

            Pero no muy lejos de allí, una tarde Julio de 1981, una discusión de llevaba a cabo…

- Lo he logrado mi Señor. – Un hombre pequeño y gordo lloriqueaba. – Mi Señor no hay necesidad de que asesinen…

- Calla Colagusano! – Dijo Lord Voldemort. – Harás lo que digas, cuando te hagan guardián secreto me darás acceso a los Potter, así acabaré con… - Unos pasos sonaron y al puerta se abrió de repente…

- Gonawiene se ha terminado de volver loca. – Gritó Florence enojada. Se quedó paralizada al ver a Lord Voldemort acompañado de uno de los que fuese amigos de James Potter. - ¿Y esto?

- Florence, mi florecilla oscura. Se te ha olvidado tocar la puerta. – Dijo Voldemort con falsa amabilidad.

- ¿Lo han capturado? – Gritó Florence – El es aliado de Dumbledore, de su famosa Orden…

- Si, lo hemos capturado. – Sonrió Voldemort – Lo hemos convencido de ayudarnos, en mi plan infalible en el cual tú me ayudarás…

- ¿yo? – Florence retrocedió.

- Permanece alerta, puedo solicitarte en cualquier momento.

- Traidor. Peter Pettigrew es un traidor. – Dijo Florence burlonamente. – Miserable, siempre pensé que eras diferente…

- oh Florence, tanto tiempo. – Peter Pettigrew sudaba y trataba de acercarse.

- Aléjate de mi rata asquerosa. No confío en los traidores como tú…

- El es la clave de nuestro éxito.

- Te equivocas Riddle, es tu éxito personal. No el mío – Florence le dio la espalda, pero Voldemort la inmovilizó.

- Aprenderás de una vez por todas a no darme la espalda… sabes quien manda aquí, sabes que el dolor puede hacerte actuar con mas disciplina… "Crucio". – Al instante Florence sintió que sus huesos ardían, era el dolor de la maldición Cruciatus.

- Deténgase mi Señor. Deténgase! – Gritaba Peter Pettigrew exaltado. – No le haga daño a ella, ella fue muy buena conmigo…

- No quiero que intercedas por mi Pettigrew. – Florence lo miraba con odio cuando Voldemort le detuvo su castigo.

- Una más de tus malcriadeces niña, verás que no me importará perder contacto con mi heredera y te mandaré al otro lado. – Rugió Voldemort.

- No soy una niña…

- Tus caprichos me hacen pensar que si… desaparécete de mi vista. – Florence se fue sin decir más palabra, sabía que Lord Voldemort era el mago más poderoso en mucho tiempo y ella no lo podría superar al medir sus fuerzas, iba a ser más astuta. Dolorida llegó a su habitación, recibió una carta de Tara Ustinov.

Querida Florence

Gracias por enviarme tus memorias es un diario fascinante, me has hecho un gran favor. Tendré que rescribirlas, puedes tener una parte de las ganancias. Tu nombre permanecerá en secreto. Aun no decido ponerle nombre a mi libro. Gracias por ser mi inspiración.

Tara Ustinov

- Llegas tarde hoy. – Severus Snape estaba detrás de la puerta.

- No quiero hablar hoy. – Dijo Florence evitando su mirada.

- No he venido a hablar. – Snape dio dos saltos y la sujetó, besándola de nuevo. Ella lo empujó y se apartó.

- No quiero que estés cerca de mi.

- Yo tampoco te quiero cerca, quiero que te vayas de mi vida para siempre… y esta noche te he buscado para decirme que te tendré solo por hoy.

- Mentiroso, eso dices todos los meses. – Dijo Florence.

- Fue tu idea…

- No quiero que me toques hoy. – Dijo Florence cubriéndose con la capa. Snape la intentó tocar, sujetándola rudamente por detrás y la chica gimió de dolor.

- ¿Qué te ocurre? – Preguntó Snape al verla tan débil.

- Nada, simplemente… la maldición Cruciatus. – Florence trataba de tomar aire, apoyándose en los brazos de Snape. – Otra vez… tanto dolor junto me debilita. El sabe bloquear el poder mis ojos. Me reduce…

- El es más poderoso que tu. – Dijo Snape - Acompáñame a mi casa, puedo darte una poción para que te sientas mejor. Aun soy bueno en pociones curadoras.

- No, me recuperaré sola…

- No lo harás. Aunque sea mi placer verte morir, no quiero quedar inculpado. – Dijo Snape llevándosela en sus brazos. Desapareciendo con ella.

            Al caer en la quema volvió a quejarse, estaba algo lastimada. Snape le quitó la túnica y descubrió un hundimiento en su cintura, tenía un hueso roto. El hizo lo que pudo y la dejó reposando, mientras frotaba con sus manos un poco de poción. Florence lo miró.

- ¿Por qué haces esto si te odio?

- No me conviene que mueras, el primer sospechoso sería yo. – Dijo Snape sin mirarla.

- Solo por tus apariencias…

- Solo por mis apariencias hago esto. – Dijo Snape mientras la chica volvía a quejarse del dolor. – Nada más.

- Snape, hay algo que no sabes… - Dijo Florence sentándose, pero la volvió a acostar. _ Escúchame bien.

- Sea lo que sea puede esperar…

- No, es sobre James y Lily.

- Puede esperar, no me interesan…

- Los van a matar. – Gritó Florence

- No, ellos están bien protegidos. En este momento yo corro más peligro que ellos.

- No es eso. Voldemort ya sabe…

- No digas su nombre. – Snape la calló.

- El Señor Oscuro sabe donde están…

- Ellos están bien. Están protegidos. – Dijo Snape. Florence le detuvo la mano y lo acarició. – No, estás muy débil. Mejor descansa.

- No, acércate. – Dijo Florence. - Puede ser un alivio. – Dicho esto Snape se acercó a ella, apoyándose cuidadosamente, mientras ella lo besó otra vez en el cuello. Snape miraba el muro de su habitación, y sentía el aroma de su cabello. Se adentraba mientras la tomaba en sus brazos.

- ¿Qué quieres? – Susurró Snape.

- Quiero que hagas lo mismo de siempre.

- ¿Qué lo haga como si fuera la última vez?

- Esta es la última vez. – Dijo Florence. – No puedo seguir en esto.

            Sin decir más palabras, ellos se entregaron a la pasión, haciendo lo que mejor sabían hacer cuando estaban solos. Caricias, abrazos, besos, estímulos y sensaciones… todo era válido. Así pasó hasta el amanecer.

***

Bien temprano, Florence se retiró al castillo por Red Flu. Iba por uno de los pasillos y escuchó susurrantes unas voces que se acercaban al salón circular de la serpiente, un lugar común para las reuniones mortifagas. Ella se adelantó y entro, se ocultó en un armario. Podía reconocer una de las voces como la de lord Voldemort.

- Gonawiene, necesito saber…

- El vínculo entre la niña y su protección materna cada día se debilitan. Puedo empezar a ver claro donde está, viven con los muggles… cada día que pasa es mas clara mi conexión. Ariadne, la niña Ariadne está más cerca de nosotros…

- Bien Gonawiene, empezaremos a buscarla. – Dijo Lord Voldemort y Florence tapó su boca, por primera vez tenía miedo. Iba a ser lo que fuera para proteger a su niña.  Al salir del armario se encerró en su torre, y empezó a buscar su libro de hechizos y nada parecía funcionarle, estuvo varias horas buscando la manera de proteger a su hija. No lo había pensado, su protección no duraría por muchos años, considerando el poder de Voldemort.

- Necesito algo suficientemente fuerte para protegerla… - Florence miraba angustiada obligándose a buscar una solución. – No se que… - Por error miró su figura en el espejo, dirigió su mirada a su cuello. En un instante de vacilación sonrío, el Medallón del Dragón. Así su hija estaría protegida, el poder del medallón era lo suficiente fuerte para mantener a Voldemort lejos de su hija…

Fin del capitulo

Si, señores este es el penúltimo capitulo de esta historia. Aun me faltan muchos cabos por atar, si… no se como le voy a hacer. Lo tengo todo en la cabeza pero aun no lo escribo. WOW! Primera vez que recibo 7 reviews seguidos, Gracias… aquí van mis mensajes personales a cada uno con mucho cariño.

Snapesita: No se como llamarte ya, Snapesita2, Snapesita3, cada día es un numero distinto ^^ jijijijijiji. Bueno, Gracias por tus comentarios… ¿Qué si sugiero que Draco no seguirá a su padre? Es posible, pero es muy especulativo, ¿Quién dijo que todos los Slyhterins tienen que ser malos ajuro? Yo creo que en los libros que Draco al final hará algo bueno, pero nada de esa babosada de hacerse amigo de Harry. Yo veo a Draco como mi querido Sevvie, al final serán buenos…

Satsuki: jijijiji, el estudio te ha cortado la inspiración para spoilear mi historia. No te preocupes que falta un capitulo y que no puedes predecir mucho. Simplemente como venga!!! Que bien que te siga gustando… yo ando igual con los estudios, de hecho raspé una materia y estoy o_O, jajajajajajaja.

Arwen Black: Holas de nuevo! Tu review me hizo sonreir, pareciera que quisieras manipularme y convencerme para que escriba que el amor todo lo puede… ^^ No te preocupes porque eso lo se yo. ^^, Hasta en la vida real triunfa el amor, el amor es poderoso. Todo depende de cómo veas el triunfo o la derrota de algo… No, no estoy en un periodo Dark XD, es que imaginarme la vida un mortífago no es nada fácil, no creo que los mortífagos tengan que andar de fiesta en fiesta sino más bien cumpliendo ordenes y pasando horrores, ya que como bien sabemos Voldemort es poco misericordioso con sus enemigos tanto como sus seguidores, de alli la violencia. Trato de apegarme a la realidad… Aunque hubiera sido graciosa una fiesta mortífaga, jijijijijiji A mi Joseph me sigue cayendo bien, fue un buen hombre. Y Snape, no mas comentarios, este un fic para dejarlo bien parado a pesar de sus errores y mostrar su lado humano que muchas veces es negado. En conclusión, te toca esperar… XDDDDD El final se acerca! (o sea el final del Fic nada más… ^^)

BlazeVein: Hey!!!! Si, todo lo que tiene un inicio tiene un final… huy, sonó muy a lo matrix ¿no? Tranquila, nada de naves, maquinas o gente ciega, ni tampoco enfermos de cáncer. Si, el final propiamente es feliz (nada de Teletubbies en prados verdes pero es algo mas o menos bueno), el respiro que viene, quien sabe… respiro del final? La pausa, la antesala al final… huy… ahora si di un spoiler grandote, gran cosa. Una semana falta para el final. Ya veras de donde saco el final feliz, de hecho lo estoy pensando bien, tengo varias posibilidades… ¿Habrá un bebe Snape Harrington? Dime tú, según los libros, ¿te parece que Snape tenga un hijo? No te digo que no, solo te hago esa pregunta… podríamos tener una sorpresilla. Pero para mas adelante. ¿Suena confuso? Al final de los finales, lo sabrás!

Ariadne? No, ella es alguien importante pero no es la de la profecia, el de la profecia es Harry, me gusta respetar el canon en ese aspecto… ;) ah… esto está largo ¿no? Complicado y extraño, ah… Spencer tiene un sitio reservado en mi historia. Ya veras como… aunque al principio no entiendas.

Malu Snape Rickman: Me alegra que te haya gustado, me entusiasma de veras que haya gente fija que me deje un review sabiendo que le gustó. O quizas que no les gustó. Si, yo también echaré de menos escribir… pero creeme que puedo sacar una carta bajo la manga si me conviene. No me gusta dejar las cosas crudas y hacer finales tipo novela (todos con todos y cosas salidas de la nada), quiero tomar el tiempo para empatar todo, hacer que todo encaje… me voy a volver loca (de hecho ya lo estoy). Si, espero saber lo que estoy haciendo… sería genial si pudiéramos hacer esto con Rowling, que cada semana publicara un capitulo del sexto libro y nosotros le vayamos diciendo que lo publique más rapido. Jejejejejeje.

Anne M. Riddle: Holas, wow digo yo… estuve leyendo tu fic. Has dado en el clavo. Tom Riddle es uno de mis personajes favoritos también y con el tío de la película aun más. Ya te deje un review. ¿No tienes palabras para describirlo? Bueno, Gracias por dejarme un review de todas maneras, eso lo dice todo, en serio. ^^ ves? Ahora la gente que siempre lo ha leido me escribe comentarios, eso significa algo bueno… les sigue gustando la historia, me hace sentir bien.  Espero que también te guste el final, y Gracias, gracias y gracias por tu comentario! Saludos!

Melissa: Oh Chica tengo algo que decirte… Muchísimas Gracias! ¿Colombia? No estamos muy lejos, yo estoy en Venezuela, así que somos vecinas. Me anima mucho que te siga gustando y mas aun que me lo expreses por escrito. Gracias por tus buenos deseos, tambien te lo deseo a ti, aquí la sigo y el final es dentro de una semana… o quizás antes… no se… Seguiré escribiendo, no te preocupes!