*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+

Antes de empezar este fic, quiero aclara que no sigo la secuela de los libros, olvídense de lo que paso en el 4 libro por unos momentos, Volde.....perdón, quien-ustedes-saben no resucito nunca y Severus no se fue (por que hay rumores de que Snape se va y Fluer toma su lugar)

Y otra cosa, según yo, Severus tiene 34 años, espero que no hayan creído que Severus esta tan viejo, por que si se imaginaban a un ruco, ¡pues no! Si fuera así, Servy no hubiera estado en la época de los merodeadores, así, según yo, cuando empieza el primer libro, Servy tiene 29 años

*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+ 

Un amor prohibido

Tarde, ha llegado tarde. Se intenta excusar, como puede, pero no ya no, recibiría un castigo. Severus miraba con despreció al joven Potter, que le daba una sonrisita nerviosa mientras le pedía disculpas por llegar tarde a su clase. Suspiro resignado, no podía odiarlo. Sus ojos verde-esmeralda lo consumían poco a poco, el dulce aroma que tenía Potter lo embriagaba, su sonrisa lo hechizaba, su cabello rebelde lo enloquecía. Represión ante sí mismo, como podía pensar eso de él, no podía pensar en los encantos del joven, no ahora, y menos cuando ha llegado tarde a su clase.

-Dejé de decir estupideces, y váyase a sentar, Sr. Potter-dijo de una manera fría-Pero esto no se queda así, 10 puntos menos para Gryffindor-

El chico se reprendió a sí mismo, aun que Severus sabía que no era la culpa del joven Potter, pero debía castigarlo. Miro sus ojos verdes, que no paraban de mirarlo impresionado, se perdió unos segundos dentro de ellos, esos ojos eran preciosos. Nuevamente se reprendió, ¿¡por que demonios tenía que ser tan asquerosamente sexy cuando lo miraba de ese modo!? Suspiro pidiendo paciencia.

-Y dejé de mirarme, le he dado una orden-desvió la mirada-O quiere perder otros 10 puntos a su casa-

Harry miro a su profesor, su cabello no era realmente grasoso, si le digiera a alguien que el cabello de Severus era el mas suave y sedoso del mundo, nadie le creería. Autocontrol, eso necesitaba ahora, unas ganas terribles de enredar el cabello de su profesor entre sus dedos. Se mordió con culpabilidad el labio inferior, y a regañadientes se fue a su lugar con la mirada clavada al suelo.

-Gracias, Sr. Potter, y si se vuelve a repetir, le quitare 50 puntos a su casa y no entrar a mi clase-

Represión nuevamente, como odiaba amenazarlo, pero Potter era un Gryffindor, y ya era bien visto y conocido que Severus Snape odiaba a cualquier Gryffindor, se levanto mirando con superioridad a los alumnos, camino a su escritorio y escribió algo, ya podía empezar su clase con todos sus alumnos presentes......aun que solo faltaba uno.

Un suspiro de resignación atrajo la atención del maestro mientras explicaba una poción simple. Miro de donde provino. La 'mujer' del joven Malfoy había suspirado cuando Draco se digno a llegar. Una ira recorrió todo su cuerpo, como odiaba ver que los de Slytherin llegaban a su clase cuando querían, suspiro levemente, debía tener autocontrol.

-Joven Malfoy, nos honra con su presencia-dijo intentando parecer orgulloso o algo así-Le agradecería que se sentara y ponga atención en mi explicación-sonrió como pudo haciéndose ver solo una mueca

Una sonrisa de superioridad llego a los labios del joven Malfoy, se sentó a lado de Parkinson y paso un brazo por sus hombros acercándola mas a él. Harry sintió un gran odio ante eso, odiaba ser regañando por su profesor y que Malfoy (llegando tarde por la misma razón de que él) llegara como él rey de Inglaterra.

-Claro, solo favorece a los de Slytherin-dijo Ron en susurro-Pero te apuesto 2 galones a que hago que le explote la poción a Malfoy en su cara-

Harry y Hermione no pudieron evitar reírse ante la apuesta, ya que Ron había sacado, debajo de la mesa, unas cuantos bombas fétidas de los artículos de broma de Zonko, además que sería realmente gracioso mirar el rostro del Malfoy con una mueca de asco, eso atrajo la atención de todos, sobre todo del profesor, que volteaba atónito a ver la mesa donde se sentaba el trío inseparable.

Dolor en el corazón, Severus siempre deseaba sacarle esa risa a Harry, pero no podía por su orgullo, por su falta de humor, una ola de envidia paso por todo su cuerpo, al ver a Ron abrazando a Harry y Harry abrazando a Hermione, los tres intentando para de reír. Otra ola acompaño a las otras, pero esta vez de celos, le llego al ver a Ron tan cerca del Potter, era lógico que el no podía hacer eso enfrente de todos. Suspiro fuertemente reuniendo toda la paciencia que podía.

-¿Que es tan gracioso?-pregunto irritado el profesor

Los tres se callaron inmediatamente, la mirada del profesor daba miedo, pero recordando lo de hace rato, estallaron nuevamente en carcajadas, la joven Granger se levantó y camino hacía la ventana, la abrió e intento recibir algo de aire, para parar de reír, pero no lo logro, solo se reía con mas fuerza, Weasley no pudo hacer nada, ya que había comenzado a golpear la mesa mientras reía con ganas.

Harry solo puso sus manos en su estomago, como le dolía, pero no podía parar, era una forma de sentirse mejor, no reía por lo de Malfoy, si no por como se reían Hermione y Ron. Snape lo vio, una sonrisa blanca apareció en su rostro, le encantaba ver y escuchar reír a Potter, le parecía un ángel, pero no podía seguir, algunos de Gryffindor y Slytherin comenzaron a notarlo, haciendo comentarios y señalando al profesor, el cual tosió para aclararse la garganta y los miro fríamente.

-No me es nada gracioso Potter-

Harry intento callarse, pero solo logro retener la risa, no podía dejar de sonreír, Ron y Hermione no le dieron importancia siguieron riéndose, Potter miro esos ojos negros intensos de su profesor, ¡demonios! ¡Cómo adoraba esos ojos! Sintió perderse por unos segundos, que el mundo desaparecía, dejo de escuchar las risas de sus amigos, dejo de sentir la brisa fría que le golpeaba suavemente las lagrimas, solo existían su profesor y él.

Severus sintió lo mismo que Harry, hizo un esfuerzo por no sonreír, ya que la sonrisa del joven le contagiaba, unas ganas terribles de besar esos carnosos labios que solo poseía Potter, autocontrol al máximo, no servía, por instinto comenzó a caminar, que pasaba, ¡no podía controlar su cuerpo! Solo sabía que quería ir con él, acariciar ese dulce rostro. Estaba apunto de hacerlo, su mano estaba extendida hacía Harry, su mano suspendida en el aire, mirando a un Harry confundido y asombrado.

No. No podía dejar que todos supieran lo que él sentía por el joven Potter, se reprendió nuevamente, bajo su mano hasta tocar la mesa, suspiro, cerro los ojos, debía ser fuerte, debía auto controlarse.

-Algo me dice que usted tuvo la culpa-dijo Severus acercando su rostro al de Harry-Así que es su responsabilidad callarlos-

Harry suspiro resignado, miro a Ron, que seguía golpeando la mesa y después vio a Hermione, se levanto y fue con la chica, ella lo miro y lo abrazo, sin dejar de reírse, él solo le dio unos golpecitos amistosos  en su cabeza intentando calmarla, minutos después ella ya se había calmado por algo que le dijo, le sonrió y se sentó en su lugar correspondiente mirando algo asombrada a su amigo.

Harry toco suavemente el hombro de su mejor amigo, el cual volteo aun riéndose, le dio unos golpecitos en la cabeza de la misma forma que a Hermione, solo que el paso uno de sus brazos alrededor de los hombros de Harry y comenzó a señalar donde se sentaban los de Slytherin

Celos. Ese sentimiento creció y creció, apoderándose de la mente de Severus, al ver al joven Weasley abrazando a Potter le hizo hervir la sangre, pero una vocecita le decía que tuviera mas calma que se tranquilice, pero no sirvió de mucho, los celos callaron esa voz, debía separarlos, no podía permitir que alguien tocara algo suyo.

Un milagro, Ron dejo de reírse cuando Harry señalo al profesor que estaba que sacaba humo por las orejas, Ron se callo y se sentó soltando a su amigo de su abraza, Harry suspiro aliviado, tomando su lugar en medio de sus amigos. No pude evitar sonreír al saber que Severus aun lo considerara de su propiedad, pero no se atrevió a mirar a su profesor.

-Bien, sin mas interrupciones comenzare mi clase-dijo con los dientes pegados por la rabia.

La clase transcurrió normal, aun que el profesor no ignoraba a Hermione por que quería, si no la ignoraba por que no veía a la mesa de Gryffindor par ano encontrase con la mirada de Harry. Al terminar la clase, que era la ultima, muchos se estiraron y comenzaron a salir de las mazmorras platicando amenamente, Harry, Hermione y Ron se quedaron donde estaban, al parecer Harry estaba muy nervioso y sus amigos no quisieron dejarlo con el corazón en la mano.

-¿Y ustedes que hacen aquí todavía?-dijo Severus tomando los pergaminos que le habían entregado

-Nada en especial-dijo Ron encogiéndose los hombros-Solo estamos esperando a que le de el castigo a Harry-

Snape los miro confundido alzando una ceja, Harry estaba ligeramente nervioso, casi siempre lo estaba cuando él hacía algo mal en su clase, ya que los castigos de su profesor eran muy fuertes para él.

-No es necesario que se queden con él-tomo unos libros-Solo quiero que venga a mi despacho, él solo-dijo mirándolos amenazadoramente-Sígame, Sr. Potter-

Harry se puso más nervioso, Hermione lo noto y tomo su mano en señal de apoyo, después Ron le puso una mano en su hombro, Harry sonrió a cada uno, ya que sentía su gran apoyo, aun que no sabían nada sobre la relación de Harry y su profesor, ellos siempre lo apoyaban, Harry suspiro y salió detrás del profesor.

Ninguno de los dos dijo algo, Harry se reprendió a sí mismo, debió llegar temprano, no iba a soportar otro castigo por parte de Snape. Un suspiro rompió el silencio entre ambos, el profesor intento ignorarlo. Algunos alumnos que los veía pensaban en la desgracia que tenía Harry al estar siguiendo a Snape, ya que todos deducían que había cometido una falta.

Al poco tiempo, llegaron a un lugar desolado, se detuvieron en lo que parecía un muro hecho de piedra. El joven Potter había ido tantas veces a ese lugar que podía ir con los ojos cerrados, no le sorprendió en lo mas mínimo cuando una parte del muro se hizo a un lado dejando ver unas escaleras. Severus bajo las escaleras sin preguntarse si Potter lo estaba siguiendo, Harry espero a que bajara unos escalones para decidirse entrar a la cueva.

El silencio era mayor, el olor a humedad estaba en todos lados, y solo podía escucharse los pasos que rompían en silencio al ir bajando las escaleras. El tramo era casi infinito, Harry no pudo evitar recordar la primera vez que había ido al despacho de su profesor, creyó que nunca llegaría al fondo. A los 10 minutos, llegaron algo cansados al final de las escaleras, siguieron caminado por un suelo muy irregular, hasta llegar a una puerta de madera con antorchas a lado de ella.

Severus saco una delgada llave que se escondía en su pecho debajo de sus ropas, se la quito con cierta delicadeza para no tirar los pergaminos y libros que traía. Metió y giro la llave por la cerradura, haciendo un clic. Severus entró dejando a Harry en medio del pasillo, el joven suspiro e ingreso lentamente a la habitación.

Una corriente fría golpeo suavemente sus mejillas, cerro los ojos e intento regularizar su respiración, al abrirlos observó un escritorio, colocado a la izquierda del cuarto, se encontraba lleno de pergaminos y plumas junto a un tintero, a lado del escritorio, había un gran aparador para libros, donde Severus guardo los libros que tenía en las manos, no sin antes dejar los pergaminos en su escritorio.

Al fondo se encontraba una cama individual, y en medio, se encontraba la chimenea, donde había una cálida fogata calentando la hostil habitación, a un lado había otra puerta, que Harry sabía perfectamente que era el baño, un armario cerca de la puerta, y al centró un gran sillón verde oscuro enfrente de la chimenea. Suspiro suavemente, quería estar en ese lugar en otra situación.

-Siéntate-dijo Severus poniendo la silla del escritorio a un lado del sillón

Harry, cabizbajo, se dirigió al lugar asignado por su profesor, se sentó y no dijo nada, solo miro su túnica nervioso. Severus paso a su lado y se sentó en el gran sillón, junto las yemas de sus dedos poniendo los codos en las braceras (ya saben donde se ponen los brazos) Miro el fuego como si quisiera encontrar la respuesta en él, Harry miraba de reojo su maestro mientras se ponía más nervioso.

Severus se reprendió a sí mismo, quería darle el castigo de siempre, pero no podía, al recordar como el Weasley lo abrazaba le hizo cambiar de opinión. Suspiro hondamente, sabía que Potter tenía miedo, él siempre odiaba los castigos que le ponía, pero esta vez iba a ser distinto.

-¿Sabes que pienso hacer contigo?-pregunto Severus para romper el silencio

-¿Castigarme?-preguntó con un hilo de voz

-¿Y como piensas que te castigaré?-dijo con algo de malicia

-Como siempre-dijo Harry mirando el vació

-¿Y que es 'como siempre'?-

-Pues......-dudo en contestar, un cosquilleo en su espinal dorsal, el miedo aumentando-Que no le hable en todo un mes-

-Eso es cierto, casi siempre son mis castigos-

-¿Ahora será peor?-

-No lo creo Potter-dijo levantándose-Sabes muy bien que eres mío ¿verdad?-

-Claro que lo sé-dijo Harry sin mirarlo

-Y como sabes, no me gusta compartir-

-Tampoco le gusta que los demás sepan lo que siente-

-A si es, se nota que me conoces, Potter-Severus se recargo en el muro cerca de la chimenea

-Y también se, que le molesta que los demás me toquen-

-Exacto, sabes que soy muy posesivo, demasiado diría yo, además que soy algo frívolo con los demás-

Harry sintió levemente, pero no se atrevió a mirar a su profesor, el cual se sintió mal por algo, por su rostro cambio, se tensó un poco

-¡DEMONIOS POTTER!-grito perdiendo la poca paciencia-¿Por qué demonios debes verte tan asquerosamente tierno cuando estas arrepentido?-

Harry no supo que contestar, la verdad ya estaba acostumbrado a los arranques emocionales de su profesor, suspiro levemente mientras cerraba los ojos

-No lo sé, señor-dijo Harry aun con los ojos cerrados

-Sin embargo-dijo Severus tranquilizándose-Creo que no te queda muy claro de que eres de mi propiedad, por que el señor Weasley te tomo como suyo-

-Eso ya no fue mi culpa-dijo Harry mirando a su profesor por primera vez desde que llego a su habitación-El me abrazo, yo no le dije que lo hiciera-

-Silencio-dijo Severus dándola la espalda a Harry-Esa no es excusa pudiste quitártelo de encima-

-Entiéndame-dijo Harry suplicando-No podía hacerlo, es mi amigo-

Severus suspiro suavemente, ese tono de voz, siempre lo calmaba, lo controlaba ¿por qué amaba tanto a ese mocoso? Pero eso no hizo que se le bajara los celos de recordar a Weasley abrazando a su propiedad

-Aun así, estoy muy disgustado por eso, sé que Weasley no sabe que eres mío-suspiro-Pero me asombró que no te hallas incomodado siquiera-

-Ron casi siempre me abraza, al igual que Hermione, así que estoy un poco acostumbrado a esas reacciones de ellos-dijo Harry con algo de culpabilidad

Hubo un silencio muy incomodo por parte de ambos, Harry jugaba nerviosamente con su túnica esperando lo peor, sabía que si le contestaba a Severus, él se enojaría inmediatamente, pero, no podía dejar de defender a sus amigos era su cualidad y defecto.

Una opresión en el pecho lo incomodo, al escuchar la respiración de Potter, que era un poco mas fuerte que anteriormente, lo hizo pensar en una posibilidad que no le agradaba. Lo aceptaba, amaba al chico idiota con locura, le fascinaba ver esos ojos, revolver entre sus dedos su suave cabello, le embriagaba besar esos labios, que por alguna razón, eran muy dulces y apetitosos, hasta había llegado una noche donde dieron rienda suelta a su pasión (entienden ¿no? Y los que no, pues razonen un poco)

Esa posibilidad, era lo único que le temía, ya había pasado 2 años desde que formalizaron su relación entre ellos, ahora Potter no era un niño de 14 años, ya era todo un adolescente de 16 años, era lógico que tal vez se enamorara de otra persona (hombre o mujer) que tal vez él lo abandonara y se fuera con otra persona.

-Dime Potter-dijo con algo de temor-¿Estas seguro?-

-¿Seguro de que, señor?-preguntó Harry mirando fijamente la espalda de su profesor

-De lo nuestro-se limitó a decir

-Claro que sí-dijo con una leve nota de alegría-Yo lo amo-

-Entonces......¿solo tienes ojos para mí?-preguntó algo acalorado el profesor

-Si-dijo Harry sonriendo-Es al único que puedo mirar-

-¿Te das cuenta lo que dices?-intentó oírse duro-Son 18 años de diferencia-

-No me importa-dijo Harry despreocupado-Al principio, tome mucho en cuenta eso, pero al pasar el tiempo, supe que me importaba un comino la diferencia de edad-se levantó-No me importa que tu tengas mas edad, yo te amo por como eres, aun no entiendo como fue que me enamore de ti, pero te amo y siempre lo haré-dijo Harry abrazando a su profesor por la espalda

Severus abrió los ojos por completo sorprendido, no tanto por el abrazo, si no por la sinceridad con que lo dijo, al pasar su sorpresa, dejo lugar a una sonrisa de satisfacción, tal vez esas palabras no durarían para siempre, pero sería muy estúpido no aprovechar al Potter ahora que lo tenía, quien sabe, tal vez mañana el chico idiota cambiara de opinión.

Como pudo hizo que Harry lo soltara, entrelazo sus dedos a los del joven, dejándolo sorprendido, otra sonrisa apareció en su rostro, como le encantaba ver su rostro sorprendido, sin mas ni más, poso sus labios en los de Potter. Al separarse, Harry abrazo a su profesor, el cual solo enredo en sus dedos el cabello del chico.

-Maldita sea Potter-dijo sonriendo-Como odió que tus labios sepan a gloría, pero también odió el deseo que me invade de volver a besarte-

-Entonces, bésame sin pedirme permiso, y hazme tuyo sin preguntar-dijo sonriendo

Sin mas ni más, Severus aparto a Potter y lo beso, un beso salvaje pero tierno, poco a poco, como instinto comenzaron a caminar, pero no fueron a la cama, sino fueron al escritorio, donde Severus con un brazo tiro todo lo que se encontraba ahí y ayudo a Harry a subirse y sentarse ahí. Harry se aferró al cuello de su acompañante con una mano, mientras que con la otra revolvía entre sus dedos el cabello de su profesor, además que puso las piernas alrededor de la cintura de Severus, el cual no dejaba de aprisionarle los labios.

***

-¿Que crees que le haya puesto de castigo Snape, Mione?-preguntó Ron mientras se sentaba a lado de su amiga en la sala común

-No lo sé, pero creo que fue algo que le tomara mucho tiempo-dijo sin apartar si vista en Los tiempos antiguos de los antiguos magos más viejos de la historia

-Ya quiero que llegue-dijo Ron mirando feliz el techo-Quiero que me enseñe lo que aprendió con McGonagall-

-Supongo que ya debe saber un poco mas de cómo hacerse animago-dijo Hermione un poco feliz

-Si, que lastima que no allá pasado el examen-

-Hablando de examen, recuerdo que te dio otra oportunidad-dijo mirando a Ron, que cambio su expresión de felicidad por una de terror-Tienes que leer Los animagos más poderosos de los tiempos-

-¡NO!-dijo Ron mientras comenzaba a correr por toda la sala

-¡VUELVE AQUÍ!-dijo Hermione mientras corría detrás de él

Ninguno de sus dos amigos sabían lo que Harry sentía hacía su profesor, pero el chico (que estaba pasando un buen rato con su profesor) sabía que les tendría que decir tarde o temprano, pero preferiría tarde que temprano.

¿FIN?

*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+

Notas de la autora:

No sé, me inspire de repente, espero que les allá gustado, por favor déjenme reviews