Capítulo 2: Rendirse
Lentamente retiró sus garras de mi pecho y utilizó sus dedos cubiertos de sangre junto con los demás para lentamente rasgar mi camisa.
Youko después retiró sus labios de los míos y me miró fijamente con una traviesa alegría.
"Hiei, no puedes decir que no me quieres*..." Me dijo diabólicamente mientras movió su mano para recorrer el lado izquierdo de mi cuerpo. "Hiei, si me quieres*, sólo dilo."
¡Pues claro que lo quería*! ¿Quién en su sano juicio no lo haría?
En vez de decir algo me incorporé un poco y le besé vacilante.
"Mi, mi," Empezó con una sonrisa de satisfacción. "No sabía que el despiadado Hiei pudiese ser tan tierno... vamos a averiguar cómo de tierno." Acabó rápidamente lamiendo mis labios y luego los suyos.
Su actitud me hizo enfadar un poco, pero en verdad me gustaba este tipo de enfado. Me llenaba de energía... ¿eso era lo que él intentaba hacer?
"¡Eh! Youko, ¿de verdad piensas que puedes hacer esto tan fácilmente?" Dije dudando sobre lo que yo realmente quería.
"Sí que lo pienso. Sé lo que quieres. Puedo leer a las personas muy bien, especialmente aquellas que realmente me gustan." Me dijo todavía con ese tono sugerente en su voz.
Rápido y nervioso miré hacia abajo para ver mi camisa despedazada casi completamente. Estaba a trozos por todo el suelo y el sofá. También vi un corte donde habían estado sus garras, no sangraba mucho pero todavía dolía un poco. Realmente era una herida extraña, parecía más una cicatriz y eso me asustó bastante. Saber que podría tener esa cicatriz para siempre marcada y reclamada por él, me hacía sentir atrapado.
"Eres un Youko muy raro... nadie en su sano juicio me querría*." Dije, intentando apartar mi nerviosismo mientras le miraba fijamente a los ojos, todo volvió duplicado.
"Hiei," Dijo como si disfrutase decir mi nombre muchas veces. "Sé por qué me gustas, es porque nadie te ha tenido antes... y mientras pueda evitarlo nunca lo harán. Cuando lo piensas, tú eres perfecto para mí, tú te resistirás sin importar cuanto quieras tomarme..."
"Estás loco." Dije bruscamente, girando mi cabeza hacia un lado y cerrando los ojos, su imagen todavía grabada en mi mente.
"Esto es exactamente a lo que me refiero. Ya sé que te gusto y tú sabes que me gustas. Y aún así todavía me replicas y te niegas a rendirte y lo vas a hacer siempre. Me gusta un amante con sentido del orgullo." Me dijo agarrando mi barbilla con sus esbeltos dedos y acercando mi cabeza a la suya.
Abrí mis ojos para ver los suyos, mirándome afectuosamente.
Oh Kurama por qué no eras más rápido en tu forma humana.
Salí de mi estado de trance, empujé al kitsune y rápidamente me levanté.
"¡No puedes decidir que soy tuyo! No pertenezco a nadie!" Le grité, retrocediendo.
"Hiei no juegues, mi tiempo aquí es corto y temo que mi yo humano no va a ser lo suficientemente hombre para acabar lo que he empezado." Dijo levantándose y andando hacia mí.
Retrocedí un poco y pensé en donde ir, no conocía esta casa demasiado bien.
Eché un vistazo a mi alrededor y vi una escalera, como la estúpida idea que era rápidamente me dirigí hacia ella, seguido de muy cerca por el Youko, un poco demasiado cerca si me lo preguntáis. Pronto se situó a mi lado y puso sus manos alrededor de mi cintura. Entonces despacio me tiró encima de él, quien tenía su espalda apoyada contra la pared y me besó apasionadamente.
Sé que podría haber escapado fácilmente, pero en vez de eso le devolví el beso y puse mis manos en sus hombros.
Cuando terminamos deslizó su lengua por sus labios y me empujó al pasamano de la escalera.
"Estúpido zorro..." Le gruñí, me moví un poco y subí el resto de las escaleras.
Él me siguió, alargó la mano y agarró mi brazo. Di un tirón y él dejó ir una suave risa.
"Esto sólo hace que te quiera* más Hiei, si te rindes te querré y si te resistes te querré más. Las cosas vienen a mí demasiado fácilmente, es el porque me gustas." Dijo diabólicamente mientras alargó sus brazos alrededor de mi cuello y los colgó descansando sobre mi pecho.
"¡Basta ya, lo digo en serio!" Le mentí, lo que realmente estaba haciendo era darle exactamente lo que él quería.
Di otro tirón otra vez y pronto vi que nos encontrábamos en la habitación de Kurama.
Tan pronto como estuvimos adentro lo suficiente, cerró la puerta.
Estaba oscuro y realmente no podía ver ni a él, ni nada en absoluto.
Fui a tientas hasta que encontré lo que sabía que era la cama de Kurama y me senté. Iba a apoyar mi espalda en esas... almohadas... pero en vez de eso sentí la mano del Youko acariciar de arriba abajo mi espalda.
"Aquí estás." Dijo situándose en frente mío lo suficientemente cerca para verme.
Mis ojos pronto se habituaron a la oscuridad y le pude ver perfectamente, a pesar de la oscuridad.
Puede que porque fuera tan oscuro no pensé, pero fuese cual fuese la razón moví mis manos alrededor suyo y lentamente empecé a quitarle su camisa.
Mientras hacía eso me di cuenta de que estaba increíblemente en forma.
"Perfecto... " Gemí otra vez mientras se acercaba más a mí y empezaba a besarme a largo de mi cuello.
Dejó ir una ligera risa que me hizo cosquillas en los suaves cabellos de la nuca.
"Hiei, entonces ¿finalmente te rindes?" Preguntó acentuando mi nombre otra vez como si le gustase.
"Nunca." Gruñí dejando que me besara más por mi pecho sin resistirme.
Pronto alzó su cabeza y se colocó sobre mí. Luego Youko dejó un perfecto beso en mis labios y quitó lo que quedaba de mi camisa.
Dejé mis manos junto a mí y me quedé tumbado durante la mayor parte del tiempo que me quitaba la ropa, hasta que separé mis labios de los suyos y empezó a costarme respirar.
Me sonrió, me cogió por la espalda y me acercó más a él. Después de un rato hice lo mismo.
Todavía estaba muy oscuro. Ya no podía distinguir su cara. Tener mis ojos cerrados tampoco ayudaba mucho a ello.
Empezó a moverse contra mí. Agarré sus hombros, moví mi cabeza y le besé rápido, suavemente y casi tiernamente.
Entonces el Youko soltó una risa cubierta y dio una vuelta situándome encima de él. Unos pocos segundos después sentí una suave manta tocar mi espalda y me relajé completamente sobre él. Puso sus brazos a mi alrededor y empezó a acariciar mi espalda y como si quisiese evitar que me pusiera demasiado cómodo, de vez en cuando me arañaba.
Nos quedamos así unos minutos hasta que fui lanzado de espaldas y me encontré otra vez debajo del gran Youko Kurama.
De nuevo aquella sonrisa apareció en su cara y se inclinó para besarme otra vez, aún mejor que el primero.
Me encontré rindiéndome completamente a él y realmente no me importó.
&*&*&*&*&
Me desperté para encontrar que había dormido al lado del zorro toda la noche. Mi cabeza descansaba en su pecho desnudo, los brazos envolviéndolo con cuidado, una de mis manos en su hombro y la otra en su hermoso pelo rojo...
¡¿PELO ROJO?!
^*^*^*^*^*^
**********************************************************************
Holas! El rating subió un poquito, verdad? ^^
He tardado en publicarlo más de lo que quería, pensaba hacerlo dos días después, pero no pude ^^
Muchísimas gracias a todas por dejar reviews! (no hay ningún chico, verdad?)
Vanne1, ya te has leído este? Bueno, así me podrás decir si hago una buena traducción ^_^ Ahora que lo dices, es verdad Keaira tiene muchísimos más y no me extraña porque están muy bien.
Ah por cierto, hoy la autora acaba de publicar el último capítulo, así que este fic tendrá 14 capítulos ^^ que fanfic más largo... y ninguno tiene desperdicio.
Lo de siempre, cualquier cosa: HKKKY2003@yahoo.es
Si queréis saber lo que pasará... ya sabéis ^o^
Hasta el próximo!!!
Lentamente retiró sus garras de mi pecho y utilizó sus dedos cubiertos de sangre junto con los demás para lentamente rasgar mi camisa.
Youko después retiró sus labios de los míos y me miró fijamente con una traviesa alegría.
"Hiei, no puedes decir que no me quieres*..." Me dijo diabólicamente mientras movió su mano para recorrer el lado izquierdo de mi cuerpo. "Hiei, si me quieres*, sólo dilo."
¡Pues claro que lo quería*! ¿Quién en su sano juicio no lo haría?
En vez de decir algo me incorporé un poco y le besé vacilante.
"Mi, mi," Empezó con una sonrisa de satisfacción. "No sabía que el despiadado Hiei pudiese ser tan tierno... vamos a averiguar cómo de tierno." Acabó rápidamente lamiendo mis labios y luego los suyos.
Su actitud me hizo enfadar un poco, pero en verdad me gustaba este tipo de enfado. Me llenaba de energía... ¿eso era lo que él intentaba hacer?
"¡Eh! Youko, ¿de verdad piensas que puedes hacer esto tan fácilmente?" Dije dudando sobre lo que yo realmente quería.
"Sí que lo pienso. Sé lo que quieres. Puedo leer a las personas muy bien, especialmente aquellas que realmente me gustan." Me dijo todavía con ese tono sugerente en su voz.
Rápido y nervioso miré hacia abajo para ver mi camisa despedazada casi completamente. Estaba a trozos por todo el suelo y el sofá. También vi un corte donde habían estado sus garras, no sangraba mucho pero todavía dolía un poco. Realmente era una herida extraña, parecía más una cicatriz y eso me asustó bastante. Saber que podría tener esa cicatriz para siempre marcada y reclamada por él, me hacía sentir atrapado.
"Eres un Youko muy raro... nadie en su sano juicio me querría*." Dije, intentando apartar mi nerviosismo mientras le miraba fijamente a los ojos, todo volvió duplicado.
"Hiei," Dijo como si disfrutase decir mi nombre muchas veces. "Sé por qué me gustas, es porque nadie te ha tenido antes... y mientras pueda evitarlo nunca lo harán. Cuando lo piensas, tú eres perfecto para mí, tú te resistirás sin importar cuanto quieras tomarme..."
"Estás loco." Dije bruscamente, girando mi cabeza hacia un lado y cerrando los ojos, su imagen todavía grabada en mi mente.
"Esto es exactamente a lo que me refiero. Ya sé que te gusto y tú sabes que me gustas. Y aún así todavía me replicas y te niegas a rendirte y lo vas a hacer siempre. Me gusta un amante con sentido del orgullo." Me dijo agarrando mi barbilla con sus esbeltos dedos y acercando mi cabeza a la suya.
Abrí mis ojos para ver los suyos, mirándome afectuosamente.
Oh Kurama por qué no eras más rápido en tu forma humana.
Salí de mi estado de trance, empujé al kitsune y rápidamente me levanté.
"¡No puedes decidir que soy tuyo! No pertenezco a nadie!" Le grité, retrocediendo.
"Hiei no juegues, mi tiempo aquí es corto y temo que mi yo humano no va a ser lo suficientemente hombre para acabar lo que he empezado." Dijo levantándose y andando hacia mí.
Retrocedí un poco y pensé en donde ir, no conocía esta casa demasiado bien.
Eché un vistazo a mi alrededor y vi una escalera, como la estúpida idea que era rápidamente me dirigí hacia ella, seguido de muy cerca por el Youko, un poco demasiado cerca si me lo preguntáis. Pronto se situó a mi lado y puso sus manos alrededor de mi cintura. Entonces despacio me tiró encima de él, quien tenía su espalda apoyada contra la pared y me besó apasionadamente.
Sé que podría haber escapado fácilmente, pero en vez de eso le devolví el beso y puse mis manos en sus hombros.
Cuando terminamos deslizó su lengua por sus labios y me empujó al pasamano de la escalera.
"Estúpido zorro..." Le gruñí, me moví un poco y subí el resto de las escaleras.
Él me siguió, alargó la mano y agarró mi brazo. Di un tirón y él dejó ir una suave risa.
"Esto sólo hace que te quiera* más Hiei, si te rindes te querré y si te resistes te querré más. Las cosas vienen a mí demasiado fácilmente, es el porque me gustas." Dijo diabólicamente mientras alargó sus brazos alrededor de mi cuello y los colgó descansando sobre mi pecho.
"¡Basta ya, lo digo en serio!" Le mentí, lo que realmente estaba haciendo era darle exactamente lo que él quería.
Di otro tirón otra vez y pronto vi que nos encontrábamos en la habitación de Kurama.
Tan pronto como estuvimos adentro lo suficiente, cerró la puerta.
Estaba oscuro y realmente no podía ver ni a él, ni nada en absoluto.
Fui a tientas hasta que encontré lo que sabía que era la cama de Kurama y me senté. Iba a apoyar mi espalda en esas... almohadas... pero en vez de eso sentí la mano del Youko acariciar de arriba abajo mi espalda.
"Aquí estás." Dijo situándose en frente mío lo suficientemente cerca para verme.
Mis ojos pronto se habituaron a la oscuridad y le pude ver perfectamente, a pesar de la oscuridad.
Puede que porque fuera tan oscuro no pensé, pero fuese cual fuese la razón moví mis manos alrededor suyo y lentamente empecé a quitarle su camisa.
Mientras hacía eso me di cuenta de que estaba increíblemente en forma.
"Perfecto... " Gemí otra vez mientras se acercaba más a mí y empezaba a besarme a largo de mi cuello.
Dejó ir una ligera risa que me hizo cosquillas en los suaves cabellos de la nuca.
"Hiei, entonces ¿finalmente te rindes?" Preguntó acentuando mi nombre otra vez como si le gustase.
"Nunca." Gruñí dejando que me besara más por mi pecho sin resistirme.
Pronto alzó su cabeza y se colocó sobre mí. Luego Youko dejó un perfecto beso en mis labios y quitó lo que quedaba de mi camisa.
Dejé mis manos junto a mí y me quedé tumbado durante la mayor parte del tiempo que me quitaba la ropa, hasta que separé mis labios de los suyos y empezó a costarme respirar.
Me sonrió, me cogió por la espalda y me acercó más a él. Después de un rato hice lo mismo.
Todavía estaba muy oscuro. Ya no podía distinguir su cara. Tener mis ojos cerrados tampoco ayudaba mucho a ello.
Empezó a moverse contra mí. Agarré sus hombros, moví mi cabeza y le besé rápido, suavemente y casi tiernamente.
Entonces el Youko soltó una risa cubierta y dio una vuelta situándome encima de él. Unos pocos segundos después sentí una suave manta tocar mi espalda y me relajé completamente sobre él. Puso sus brazos a mi alrededor y empezó a acariciar mi espalda y como si quisiese evitar que me pusiera demasiado cómodo, de vez en cuando me arañaba.
Nos quedamos así unos minutos hasta que fui lanzado de espaldas y me encontré otra vez debajo del gran Youko Kurama.
De nuevo aquella sonrisa apareció en su cara y se inclinó para besarme otra vez, aún mejor que el primero.
Me encontré rindiéndome completamente a él y realmente no me importó.
&*&*&*&*&
Me desperté para encontrar que había dormido al lado del zorro toda la noche. Mi cabeza descansaba en su pecho desnudo, los brazos envolviéndolo con cuidado, una de mis manos en su hombro y la otra en su hermoso pelo rojo...
¡¿PELO ROJO?!
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Holas! El rating subió un poquito, verdad? ^^
He tardado en publicarlo más de lo que quería, pensaba hacerlo dos días después, pero no pude ^^
Muchísimas gracias a todas por dejar reviews! (no hay ningún chico, verdad?)
Vanne1, ya te has leído este? Bueno, así me podrás decir si hago una buena traducción ^_^ Ahora que lo dices, es verdad Keaira tiene muchísimos más y no me extraña porque están muy bien.
Ah por cierto, hoy la autora acaba de publicar el último capítulo, así que este fic tendrá 14 capítulos ^^ que fanfic más largo... y ninguno tiene desperdicio.
Lo de siempre, cualquier cosa: HKKKY2003@yahoo.es
Si queréis saber lo que pasará... ya sabéis ^o^
Hasta el próximo!!!
